You are on page 1of 15

Fáfnismál

LOS DICHOS DE FÁFNIR

Sígurd y Regin fueron a Gnitaheid, y allí vieron las huellas del camino de Fáfnir cuando reptaba
al agua. Sígurd hizo allí un gran agujero en el camino y se metió en él. Cuando Fáfnir dejó su
oro, resopló veneno, y éste le cayó en la cabeza a Sígurd. Pero cuando Fáfnir pasó sobre el
agujero, entonces Sígurd le clavó su espada hasta el corazón. Fáfnir se revolvió golpeteando
con la cabeza y la cola. Sígurd salió del agujero, y ambos se miraron el uno al otro. Fáfnir dijo:

«Muchacho, muchacho,

¿de qué muchacho naciste?

¿Hijo de quién eres tú?

Tu espada brillante teñiste en Fáfnir.

¡Corazón a través me pasó! »

Sígurd le ocultó su nombre porque se creía antiguamente que las palabras de un hombre
marcado de muerte tenían gran poder si maldecía a su enemigo por su nombre. Dijo: [1]

«Noble criatura errante me llamo;

hijo sin madre soy;

padre no tengo como otros hombres;

camino yo siempre solo.»

«Si padre no tienes como otros hombres

¿cómo que fuiste engendrado?»

Sígurd dijo:
4

«Ignorada de ti mi estirpe digo

ni sabes tampoco de mí:

¡Sígurd me llamo, fue Sígmund mi padre!

¡Yo te maté con mi espada!»

Fáfnir dijo;

«¿Quién te incitó? ¿Por qué a matarme,

di, te dejaste incitar?

Te foguean los ojos; fue fiero tu padre.

¡De él tu furor heredaste!»

Sígurd dijo:

«Mi valor me incitó, me asistieron mis mano:

y esta mi espada cortante; nunca es bravo llegando a mayor

el cobarde que fue de muchacho.»

Fáfnir dijo:

«Si hubieses crecido entre pechos amigos,

valiente yo sé pelearías,
mas cautivo eres tú y en guerra tomado1

¡Siempre los presos tiemblan! »

Sígurd dijo:

«Haces, Fáfnir, mofa de mí

por faltarme el amor de mi padre.

¡Cautivo no soy, aunque en guerra tomado!

¡Bien suelto me ves que estoy!»

Tras la muerte de Sígmund, su esposa Hiordis fue hecht cautiva por Alf hijo de Hiálprek, que
más tarde la tomó poi esposa. Fue en casa de éste donde Sígurd nació y pasó st primera
juventud (cf. La Muerte de Sinfiotli).

«Palabras de escarnio las piensas todas,

mas esto en verdad te digo:

¡Mi oro sonante y rojo tesoro,

mis anillas, serán tu muerte!»

Sígurd dijo:

10

«Hombre ninguno riquezas goza

después de un día fijado;

por fuerza los hombres llegada su hora

han de partir para el Hel.»


Fáfnir dijo:

11

« ¡Tu sentencia de nornas tendrás ante el cabo 2,

tu vida de mono ignorante![2] [3]

¡Te ahogarás en el mar,

contra viento aunque remes![4]

¡En todo el marcado peligra! »

Sígurd dijo:

12

«Dime, oh Fáfnir, pues sabio te llaman

y mucho tú bien conoces:

¿Qué nornas son las que auxilio prestan

naciendo de madres los hijos? [5]»

Fafnir dijo:

13

«De diversas familias descienden las Nornas,

no son de la misma todas:

nacidas de ases, nacidas de elfos,

nacidas de Dvalin[6] las hay.»

Sígurd dijo:
14

«Dime, oh Fáfnir, pues sabio te llaman

y mucho tú bien conoces:

¿Cuál es la isla en que Surt y los dioses

licor mezclarán de espadas?[7]»

Fáfnir dijo;

15

«Oskópnir[8] se llama donde todos los dioses

juego de lanzas[9] tendrán;

el Bífrost se rompe cuando el puente pasan [10] [11],

sus caballos por aguas nadan.»

Fáfnir dijo:

16

«Con Yelmo de Espanto me estuve ante todos

cuando yo sobre el oro yacía;

pensábame yo, yo solo, más bravo

por muchos que enfrente tuviera.»

Sígurd dijo:

17

«Yelmo de Espanto a nadie lo salva


cuando se lucha con furia;

pronto descubre quien da con muchos

que nadie les puede a todos “.»

Fáfnir dijo:

18

«Vomité yo veneno en las joyas tendido,

la herencia que fue de mi padre.»

Sígurd dijo:

19

«¡Oh bravo dragón! Vomitabas tú mucho,

bufabas con ánimo fiero:

mayor en los hombres se hace la ira

cuando se lleva ese yelmo.»

Fáfnir dijo:

20

«Consejo, Sígurd, ahora te doy:

monta y regresa a tu casa.

¡Mi oro sonante y rojo tesoro,

mis anillas, serán tu muerte! »

Sígurd dijo:
21

«Consejo tú diste, mas yo en mi caballo

por el oro iré del brezal.

¡Herido de muerte, oh Fáfnir, quedas!

¡Que Hel consigo te lleve!»

Fáfnir dijo:

22

«Traición me hizo Regin, traición él te hará,

por él los dos moriremos.

Ahora de Fáfnir la vida acaba.

¡Mayor en poder tú fuiste! »

Regin se había alejado mientras Sígurd mataba a Fáfnir, y volvió luego cuando Sígurd limpiaba
la sangre de su espada. Regin dijo:

23

«¡Gloria a ti, Sígurd! Victoria ganaste

y Fáfnir su vida acabó.

De todos los hombres que el mundo pisan,

a ti yo te digo el más bravo.»

Sígurd dijo:

24

«Nunca se sabe en encuentro de hombres,


(de hijos de grandes dioses)I2,

quién luchará el más bravo;

valientes hay que jamás con la espada

rajar un pecho supieron.»

Regin dijo:

25

«Gozoso, oh Sígurd, feliz por tu hazaña,

limpias la Gram en la hierba.

Tú con tu espada a mi hermano mataste,

mas parte también yo tuve.»

Sígurd dijo:

26

«Tú me incitaste a que aquí cabalgara

pasando la santa montaña;

porque tú me tildaste, el dragón fulgurante

vida y riquezas perdió.

28

Cuando en Fáfnir teñí mi cortante espada,

lejos estabas tú entonces;

yo me enfrenté con el fuerte dragón,

tú en el brezal dormías.»
Regin dijo:

29

«Todavía con vida en este brezal

el viejo gigante [12] estaría

si tú no tuvieras tu hierro cortante,

la espada que yo te forjé.»

Sígurd dijo:

30

«Más sirve el valor que poder de espada

cuando con furia se lucha;

victoria yo veo que el bravo alcanza por

poco que corte su hierro.

31

Mejor con bravura que no sin bravura

se está en el juego de guerra;

mejor con arrestos que no con miedo,

no importa qué cosa ocurra.»

Regin se fue entonces para Fáfnir y le sacó el corazón con su espada Rídil[13], y luego se bebió
la sangre de su herida. Regin dijo:

27

«El corazón de Fáfnir, en tanto yo duermo,

pónmelo, Sígurd, al fuego:


carne es ésa que quiero comerme

después que su sangre bebí.»

Sígurd tomó el corazón de Fáfnir y lo puso a asar pinchado en una rama. Cuando ya le pareció
que estaba bien asado y la sangre salía del corazón, entonces lo tocó con el dedo para ver si
estaba tierno. Se quemó entonces y se metió el dedo en la boca. Pero así que la sangre del
corazón de Fáfnir le tocó la lengua, aprendió el lenguaje de los pájaros. Oyó unos pardillos [14]
que piaban en unas ramas. Un pardillo dijo:

32

«Allá está Sígurd manchado de sangre,

el corazón de Fáfnir al fuego él quema;

haría muy bien el que anillas regala [15]

si él se comiera esa carne de vida.»

El segundo dijo:

33

«Allá está Regin maldades tramando,

va a traicionar al que en él confía;

nreda con rabia perversas palabras,

proyecta el maligno vengar a su hermano.»

El tercero dijo:

34

« ¡Córtele él la cabeza al viejo

y váyase el brujo al Hel!

¡Para él se lo coja el tesoro todo,


el mucho en que Fáfnir yacía! »

El cuarto dijo:

35

«Por hombre avisado yo lo tendré

si sigue el consejo que, hermanas, le damos

¡Que mire por sí y que al cuervo alegre![17]

¡Adivino yo al lobo que orejas asoma!»

El quinto dijo:

«Por poco avisado yo lo tendré

al árbol de guerra [16], al señor de la tropa

si él al hermano lo deja escapar

habiéndole al otro vejez quitado.»

El sexto dijo:

«Muy necio es él, pues que aún no mata

a ese su mal enemigo;

yace allí Regin, aquel que lo engaña,

y él su traición no la ve.»

El séptimo dijo:

38
«¡La cabeza le corte al gigante del frío [18]

y él las anillas tome!

¡Dueño y señor serás tú entonces

del tesoro que Fáfnir tenía! »

Sígurd dijo:

39

«No para Regin querrá el destino

que él la declare mi muerte [19].

¡Muy prontamente los dos hermanos

al Hel ahora se vayan! »

Sígurd le cortó la cabeza a Regin y luego se comió él el corazón de Fáfnir y se bebió la sangre
de los dos, de Regin y de Fáfnir. Sígurd oyó entonces lo que dijeron los pardillos:

40

«Coge, oh Sígurd, las rojas anillas.

¡Nunca un rey ante nada se arredra!

Una yo sé la niña más linda[20] [21],

con oro ataviada, si es que la logras.

41

A la casa de Giuki van verdes senderos,

allá al caminante el destino lo lleva;

excelso aquel rey una hija tiene

que tú pedirás, oh Sígurd, de esposa.


42

Una sala hay arriba de Hindarfial72,

toda por fuera cercada de fuego[22];

hombres la hicieron de mucho saber

con muy refulgente llama del río [23].

43

En la montaña duerme, la hermosa valkiria[24]

sobre ella se eleva el estrago del tilo [25];

con espina de sueño Ygg[26] la pinchó

porque no se llevó a héroes como él quería.

44

Vesla, muchacho, a la "moza del yelmo

que del campo de guerra en Vingskórnir[27] partía.

¡No puede Sigrdrífa, oh noble skioldungo [28],

romper su sueño! ¡Lo mandan las Nornas! »

Sígurd montó en su caballo y siguió las huellas de Fáfnir hasta su madriguera, y la encontró
abierta y con puertas y marcos de hierro; de hierro eran también todos los puntales de la casa,
que estaba cavada bajo tierra. Sígurd encontró allá muchísimo oro y llenó de él dos arcas.
Cogió el Yelmo de Espanto y la cota de malla de oro y la espada Idrotti y muchas magníficas
piezas, y cargó aquello sobre Grani, pero el caballo no quiso echar a andar hasta que también
Sígurd se le montó encima.

[1] «Noble criatura errante me llamo; hijo sin madre soy;padre no tengo como otros
hombres; camino yo siempre solo.»

[2] Esto es, allí morirás ahogado.


[4] En caso de tempestad es lo más seguro, según parece, remar en dirección contraria al
viento. Sígurd se ahogará, dice Fáfnir, incluso cuando así haga.

[6] Un enano.

[7] Mezclar licor de espadas (sangre): pelear.

[8] «El no creado», el llano Vígrid (cf. Los Dichos de Vaftrúdnir, 18).

[9] Combate.

[10] Cf. Edda Menor, p. 43.

[11] Cf. Los Dichos de Har, 64.

[12] Fáfnir.

[13] Réfil en la Edda Menor.

[14] El original igda es más exactamente el Parus palustris o carbonero palustre.

[15] El señor, Sígurd.

[16] El guerrero, Sígurd.

[17] Echándole como carroña el cadáver de Regin.

[18] Regin, que es originariamente de raza Jötun.


[19] Esto es, que pueda él matarme (cf. Cantar Segundo de Helgi, nota 16).

[20] Gudrun, hija de Giuki.

[21] «La montaña de la cierva.»

[22] Cf. Los Dichos de Skírnir, nota 8.

[23] La llama del río: el oro.

[24] Sigrdrifa (= Brynhild).

[25] El fuego.

22 Odín.

[27] Un caballo.

[28] Literalmente «descendiente de Skiold», el fundador de la casa real danesa. Aplicado a


Sígurd es un convencional epíteto honorífico.

You might also like