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¿QUÉ ES LA SEMIÓTICA?
con el nombre de “semiología” por Saussure. Pero pronto el término entró en colisión con la
palabra “semiótica”, utilizada con anterioridad. Ferdinand de Saussure, desde la vertiente
lingüística, reivindicó el derecho a una ciencia “que estudie la vida de los signos en el seno de la
vida social... la denominaríamos semiología (del griego semeion, ‘signo’). Ella nos enseñaría en qué
consisten los signos, qué leyes los regulan”. Saussure sostiene que la lingüística es sólo una parte de
la ciencia general de los signos, o sea, de la semiología. Históricamente, se instalaron dos
tradiciones etimológicas, cuyas dos palabras representaban una mirada de doble foco: La de F.
Saussure que usó el término semiología, y la del filósofo Ch. Peirce que optó por la palabra
semiótica. La corriente saussuriana ha tenido su base sobre todo en Europa, se difundió hasta Rusia
y, en parte, también en América Latina. Mientras el término semiótica se impuso más en los países
anglosajones.
Saussure consideró la semiología relacionada con la psicología social y asociada a los procesos que
de ella se derivan, pero siempre dentro de los límites de la lingüística. En cambio la perspectiva de
Peirce desde la lógica filosófica, fue más general. Para él todo está integrado en el campo de
a) El objeto principal de la semiótica, es estudiar los conceptos básicos y generales que atañen a la
problemática sígnica. La semiótica se presenta, como una mirada acerca del modo en que las cosas
se convierten en signos y son portadoras de significado. Su radio de acción, incluye y presta
atención a la semiosis, es decir, a la dinámica concreta de los signos en un contexto social y cultural
dado. La semiosis es un fenómeno operativo contextualizado, en el cual los diversos sistemas de
significaciones transmiten sentidos, desde el lenguaje verbal al no verbal, pasando por los lenguajes
audiovisuales, hasta las más modernas comunicaciones virtuales.
b) Lenguaje común y lenguaje científico. Las ciencias operan y funcionan con hipótesis, y eso rige
también para la semiótica. Cada realidad se rige con nociones a escalas diferentes. Y es bueno
que así sea, porque “la realidad” constituye una “resistencia” para cualquier ciencia, pero eso
permite una continua renovación de interacciones entre los fenómenos reales y las
representaciones científicas. El lenguaje de éstas se vincula con los niveles de la realidad desde el
estatuto del observador (del semiólogo investigador), el cual aplica su inteligencia (un punto de
vista teórico y el desarrollo de un método) a la descripción y comprensión de los fenómenos.
La utilización de hipótesis funciona al mismo tiempo como argumentos eurísticos, como guías que
orienten la marcha de la investigación.
c) El punto de vista semiótico, es analizado desde múltiples puntos de vista. La semiotica presta
atención a la multitud de objetos, de seres y de hechos que llenan nuestra realidad, especialmente
aquellos que son fruto de la cultura humana. Pero, lo propio de la semiótica es considerar los
fenómenos y los hechos de cultura “sub specie communicationis”, esto es, desde el ángulo o el
punto de vista de la comunicación, analiza específicamente la red de signos y de hechos de semiosis
que se tejen en las culturas, con sus dimensiones de significados comunicados.
Resumiendo, el espacio semiótico, incluye todos los aspectos que tocan las formas y las relaciones
sígnicas de las cosas, por tanto, es como si todo fuera materia significante de semiosis, o sea, signos
y lenguajes que alimentan fenómenos de significación. Se pasó, pues, de la semiótica entendida
como “ciencia de los signos”, a la semiótica comprendida como “ciencia de las significaciones”.
Pero ambos aspectos van unidos, no pueden separarse. De este modo, la semiótica permanece
como la ciencia de los signos que circulan y producen sentido en el ámbito de las culturas y
sociedades humanas, tomando en cuenta sus lenguajes, lo que ellos revelan, lo que
dicen y como dicen las cosas que la gente hace. La semiótica no se cree omnipotente, ya tiene
fronteras epistemológicas que regulan su quehacer.
tres etapas:
A pesar de sus límites, estas semióticas de primera generación, han tenido el mérito de ensanchar
el horizonte restringido de la vieja lingüística y se han preocupado por abarcar no sólo el lenguaje
verbal, sino también las formas audiovisuales de comunicación.
b) Las semióticas de segunda generación: A partir de los años 1970, los estudios semióticos
sufrieron un viraje hacia nuevas posturas teóricas y metodológicas. La semiótica
postestructuralista, impone hipótesis más pluralistas que contribuyeron a cambiar los enfoques de
los estudios y los proyectos de investigación. En semiótica se revisaron las formas en que se
relacionaban los signos, los individuos o actores y las redes sociales. Entre esos elementos ya no
existía aquella unidad que aparentemente se pretendía. Por lo cual se empezaron a indagar
otros hechos extra-lingüísticos y otros procesos comunicativos. En las semióticas de esta nueva
generación hallamos diversos pensadores que se interesaron por el análisis de textos concretos de
los lenguajes. No se trató de un horizonte completamente homogéneo, ya que aparecieron
concepciones teóricas diversificadas, pero todas, de una manera u otra, confluyeron en la
indagación semiótica. En síntesis podemos nombrar las siguientes tendencias principales:
El deconstruccionismo. La hermenéutica.
c) Las semióticas de tercera generación: A mediados de 1980 vemos aparecer un nuevo escenario
semiótico, más complejo aún. Las semióticas anteriores habían aportado el interés por los “actores”
que desarrollaban roles sociales. Ahora se plantean dos nuevos problemas. En el plano textual se
trataba de diseñar el perfil y el rol del interlocutor, a partir de los límites que el mismo texto
sugiere, pero yendo más allá. Esta nueva tendencia emergente traía implícita la pregunta acerca de
los actores sociales y cuál sería la perspectiva con la cualhabía que postular su estudio.
Para responder a estas cuestiones, era necesario abrir la semiótica al cognoscitivismo de otras
disciplinas que ayudaran a redefinir algunos núcleos centrales de la indagación sobre los sujetos de
la comunicación, analizar su postura mental, las estrategias de sus acciones, y las situaciones en
que la desarrollaban. De manera general podemos afirmar que se instaló un
nuevo paradigma, pero con un enfoque plural: el interaccionismo. Éste se caracteriza por la
descripción de la comunicación en sus múltiples aspectos, de las formas discursivas y el análisis de
los anunciados ubicados en sus contextos empíricos. Diversas disciplinas contribuyen a definir
múltiples actores. En adelante, para la semiótica el lector es considerado como un interlocutor que
el texto halla delante de sí; el texto a su vez, construye a su lector o espectador dándole un espacio
activo y guiándolo por cierto recorrido. Este enfoque general ha sido asumido -aún con matices
diversos- por varias escuelas y autores. La llamada “escuela de Costanza” aportó fecundas
reflexiones, lo mismo que las teorías de interacción social estudiada por la escuela de Palo Alto; la
Escuela de Birmingham que analizó las relaciones procedimentales de los diálogos y la estructura
de sus léxicos; la Escuela de Ginebra que propuso una tipología de los intercambios entre actores
de diferentes rangos. Resumiendo, estas semióticas de tercera generación, además de reocuparse
por indicar cómo se comunica un texto, prestan atención al modo como los actores mediáticos
interactúan en los más diversos contextos.
1. Signos indéxicos
2. Signos caracterizadores
3. Signos universales
La segunda se entiende la ciencia de la relación de los signos con sus intérpretes, con las
personas que utilizan los signos de modo concreto. Le interesa el estudio de los diálogos
conversacionales, los casos que reporta la etnolingüística, los enunciados de los medios masivos, la
relacion con fenómenos psicológicos, biológicos y sociológicos respecto a la función del signo.
La tercera se ocupa de la relación de los signos con sus designata y, por ello, con los objetos que
pueden denotar o que, de hecho, denotan dos tipos de semántica, una pura y otra descriptiva. La
primera proporciona los términos, los aspectos teóricos para hablar de la semántica en relación a la
semiosis; en cambio, la segunda se ocupa de cuestiones prácticas o “reales”.
Un signo denota aquello que se afirma en una regla semántica, mientras que la regla en sí
establece las condiciones de designación. Los signos entonces se dividen en esta dimensión por sus
caracterizaciones, así como por sus relaciones de designación en tres:
1. Índice,
2. Icono y
3. Símbolo.
El origen etimológico de las palabras: Naturaleza (del latín “natura - ae”) y de cultura (también del
latín “cultura” , “cultus-um”), designan dos dimensiones capitales y complementarias de la vida
humana, por un lado la presencia del mundo natural, y por otro, la actividad primordial del ser
humano en contacto con él. Naturaleza y cultura constituyen, pues, un binomio en mutua relación
dinámica, donde, sin embargo, la potencia cultural, o sea, la iniciativa y creatividad de la persona,
es más fuerte y agresiva que la mansa naturaleza.
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“conversación”?
Este acto supone por lo menos dos individuos: es el mínimum exigible para que el circuito sea
completo. Sean, pues, dos personas, A y B, en conversación:
El punto de partida del circuito está en el cerebro de uno de ellos, por ejemplo, en el de A, donde
los hechos de conciencia, que llamaremos conceptos, se hallan asociados con las representaciones
de los signos lingüísticos o imágenes acústicas que sirven a su expresión.
imagen con el concepto correspondiente. Si B habla a su vez, este nuevo acto seguirá —de su
cerebro al de A— exactamente la misma marcha que el primero y pasará por las mismas fases
sucesivas que representamos con el siguiente esquema:
a) en una parte externa (vibración de los sonidos que van de la boca al oído) y una parte interna,
que comprende todo el resto
b) en una parte psíquica y una parte no psíquica, incluyéndose en la segunda tanto los hechos
fisiológicos de que son asiento los órganos, como los hechos físicos exteriores al individuo;
c) en una parte activa y una parte pasiva: es activo todo lo que va del
centro de asociación de uno de los sujetos al oído del otro sujeto, y pasivo
Por último, en la parte psíquica localizada en el cerebro se puede llamar ejecutivo todo lo que es
activo (c -> i) y receptivo todo lo que es pasivo (i -> c).
Es necesario añadir una facultad de asociación y de coordinación, que se manifiesta en todos los
casos en que no se trate nuevamente de signos aislados; esta facultad es la que desempeña el
primer papel en la organización de la lengua como sistema.
La lengua es un sistema de signos que expresan ideas, y por eso comparable a la escritura, al
alfabeto de los sordomudos, a los ritos simbólicos, a las formas de cortesía, a las señales militares,
etc., etc. Sólo que es el más importante de todos esos sistemas. Se puede, pues, concebir una
ciencia que estudie la vida de los signos en el seno de la vida social. Tal ciencia sería parte de la
psicología social, y por consiguiente de la psicología general. Nosotros la llamaremos semiología.
Las leyes que la semiología descubra serán aplicables a la lingüística, y así es como la lingüística se
encontrará ligada a un dominio bien definido en el conjunto de
El signo lingüístico une un concepto y una imagen acústica. La imagen acústica no es el sonido
material, cosa puramente física, sino su huella psíquica, la representación que de él nos da el
testimonio de nuestros sentidos; esa imagen es sensorial, y si llegamos a llamarla «material» es
solamente en este sentido y por oposición al otro término de la asociación, el concepto,
generalmente más abstracto.
El signo lingüístico es, pues, una entidad psíquica de dos caras, que
Esta definición plantea una importante cuestión de terminología. Llamamos signo a la combinación
del concepto y de la imagen acústica: pero en el uso corriente este término designa generalmente
la imagen acústica sola, por ejemplo una palabra (arbor, etc.).
tienen la ventaja de señalar la oposición que los separa, sea entre ellos dos, sea del total de que
forman parte. En cuanto al término signo, si nos contentamos con él es porque, no sugiriéndonos la
lengua usual cualquier otro, no sabemos con qué reemplazarlo. El signo lingüístico así definido
posee dos caracteres primordiales. Al enunciarlos vamos a proponer los principios mismos de todo
estudio de este orden.
El lazo que une el significante al significado es arbitrario, porque reside en el hecho que las distintas
lenguas desarrollaron diferentes signos, esto es, diferentes vínculos entre significantes y
significados; de otra forma, sólo una lengua existiría en el mundo. Ahora bien, es claro que esta
conexión no es arbitraria para quienes usan una misma lengua, porque si esto fuera así, los
significados no serían estables y desaparecería la posibilidad de comunicación.
El principio de arbitrariedad opera en forma conjunta con el segundo principio que afirma que el
significante siempre es lineal. Lo que significa que los sonidos de los cuales se componen los
significantes, dependen de una secuencia temporal.
Es inmutuable ya que la lengua es libre de establecer un vínculo entre cualquier sonido o secuencia
de sonidos con cualquier idea, pero una vez establecido este vínculo, ni el hablante individual ni
toda la comunidad lingüística es libre para deshacerlo. Tampoco es posible sustituir un signo por
otro.
Y finalmente es mutuable , al ser un fenómeno social e histórico , se conserva y se modifica los dos
factores principales de este fenómeno son : la masa hablante y el tiempo. Por ejemplo la palabra
"ratón" adquiere un significado distinto en relación a las computadoras, en este caso, dos vínculos
entre significado y significante coexisten simultáneamente.
Saussure considera que no es posible describir plenamente un lenguaje si esto se hace de forma
aislada en relación a la comunidad que hace uso de él y a su vez los efectos que el tiempo tiene
sobre el lenguaje (su evolución).
Efectivamente, durante el transcurso del tiempo, el lenguaje evoluciona, lo que pone en evidencia
que los signos cambian. En consecuencia, Saussure afirma que una lengua puede ser estudiada
tanto en un momento particular como a través de su evolución en el tiempo. En este sentido,
diferenciará dos modalidades respecto al uso del lenguaje:
Sincrónica: (syncronos, al mismo tiempo) Examina las relaciones entre los elementos coexistentes
de la lengua con independencia de cualquier factor temporal. Permite describir el estado del
sistema lingüístico, siendo esta descripción abarcativa de la totalidad de los elementos
interactuantes en la lengua.
Para el lingüista que apunta a realizar una descripción completa de un lenguaje determinado, el
análisis diacrónico y sincrónico, aunque esto no sea neceario para una comunidad lingüística. Esto
significa que cuando se verbaliza el sistema de una lengua, solo intervienen elementos sincrónicos
puesto que nadie necesita conocer la historia de una lengua para hacer uso de ella. Por otra parte,
los factores diacrónicos no alteran al sistema como tal. Para explicar este punto, Saussure recurre a
una metáfora planetaria, diciendo que si un planeta del sistema solar cambiara de peso y tamaño,
tales cambios alterarían el equilibrio del conjunto en su totalidad, aunque de todas formas, el
sistema solar, seguiría siendo un conjunto.
Si bien los hechos sincrónicos y diacrónicos son autónomos, existe una relación de
interdependencia entre ambos. No es posible conocer el estado de una lengua si no analizamos los
cambios que sufrió.
Saussure dirá que el funcionamiento de una lengua es como el ajedrez. El ajedrez es, como el
lenguaje, un grupo de valores diferentes que en conjunto, conforman un sistema completo. Las
piezas del ajedrez interactuan igual que los elementos de un lenguaje en estado sincrónico. Cuando
una pieza se mueve, el efecto es similar a un cambio lingüístico y este le incumbe al análisis
diacrónico. Aunque el movimiento sea tan solo el de una pieza, este movimiento afectará a todo el
sistema en su totalidad. El estado del tablero ha cambiado: es uno antes de la jugada, y se
transforma en otro después, pero la movida, en sí misma, no pertenece a ninguno de esos dos
estados (porque los estados son sincrónicos).
La lingüística sincrónica se ocupa de relaciones lógicas y psicológicas que vinculan los términos que
coexisten en un sistema, la lingüística diacrónica se ocupa de términos que se reemplazan uno al
otro cuando el sistema evoluciona, pero que no forman un sistema.
12. ¿Cuál es la función de la lengua entre el pensamiento y el sonido?
El lenguaje es un sistema de valores en el sentido en que todo signo lingüístico vincula sonidos e
ideas. Si tal vínculo no existiera, sería imposible separar un pensamiento de otro. Los sonidos no se
diferencian entre sí más que los pensamientos no expresados. La función del lenguaje no es crear
un medio sonoro para expresar el pensamiento sino mediar entre el pensamiento y el sonido, de
modo tal que el vínculo entre ambos dé por resultado unidades que se determinen mutuamente.
El valor linguistico es la propiedad que tiene una palabra de representar una idea. En la lengua,
cada término o elemento tiene un valor correspondiente por su oposición con los otros términos.
Los valores dependen de una convención inmutable: los principios de la semiología. Además son
relativos, ya que la relación entre la idea y el sonido es arbitraria, y son negativos ya que un signo es
lo que no es. Los valores están constituidos por: Algo distinto de cualquier otra cosa, con la que
puede intercambiarse, y cuyo valor debe determinarse. Cosas similares a aquella cuyo valor se va a
determinar. Valor en su aspecto conceptual (significado): el valor de todo término está
determinado por lo que lo rodea. Los va-lores corresponden a conceptos ya que son referenciales,
es decir, que están definidos por sus relaciones con los otros términos del sistema, teniendo como
rasgo esencial ser lo que los otros no son. Un concepto simboliza la significación que sin los valores
determinados por sus diferencias fónicas, que debido a su arbitrariedad y diferenciación, permiten
distinguir esos signos de todos los demás, ya que poseen significación.
Valor en su aspecto material (significante): lo que importa en la palabra son las diferencias fónicas,
que debido a su arbitrariedad y diferenciación, permiten distinguir esos signos de todos los demás,
ya que poseen la significación.
En la escritura:
1. Los signos de la escritura son arbitrarios: no hay ninguna relación, por ejemplo, entre la letra t y
el sonido que designa.
2. El valor de las letras es puramente negativo y diferencial, así una misma persona puede escribir t
con variantes tales como:
TtTTT
Lo único esencial es que dicho signo no se confunda en sus rasgos con el de la l, el de la d, etc.
En la lengua no hay más que diferencias. La lengua no consta ni de ideas ni de sonidos que
preexistirían al sistema lingüístico, sino solamente de diferencias conceptuales y de diferencias
fónicas derivadas de este sistema.
sintagma.
El sintagma se compone de dos o más signos consecutivos, de los que se debe considerar la
relación que une las diversas partes de un sintagma y la relación que enlaza la totalidad con sus
partes. La oración es el tipo de sintagma por excelencia. En conclusión, el sintagma es el grupo de
elementos lingüísticos que forman una unidad dentro de una oración.
fuera del discurso, las palabras que ofrecen algo en común que asocian en la memoria, for-mando
el tesoro de la lengua de cada individuo. Las asociaciones mentales serán tantas como relaciones
diversas haya, ya que un término dado es como el centro de una constelación del cual convergen
otros términos coordinados cuya suma es indefinida. No tienen orden!
El signo es articulado por el hecho de que está compuesto por unidades más pequeñas(es divisible)
y doble articulación porque es posible dividirlo en dos niveles. Primero por monemas (que son
unidades mínimas con significación) y la segunda división se puede dar por fonemas (son unidades
que conforman los monemas, carentes de sentido).
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1- La lengua es un sistema de signos para Saussure, los signos son la unidad mínima de la lengua.
Cuando leas la distinción que hace el autor entre lengua y habla vas a entender por qué la lengua (y
los signos, que la componen) son un fenómeno social. La lengua es un fenómeno social, el habla,
uno individual. Entre otras cosas, porque la lengua únicamente se encuentra presente en la
totalidad de la comunidad hablante (como conjunto), nadie conoce la totalidad de la lengua. De la
misma manera, la lengua solo puede ser modificada por la sociedad, no por un individuo. El habla,
en cambio, es individual, es el uso particular que cada hablante hace de la lengua.
La lengua forma parte del lenguaje es un proceso psíquico, pero en el caso de la lengua es el
proceso receptivo (distinto al habla que es ejecutivo) y es un proceso pasivo y adquirido. Asociamos
la imagen acústica al concepto sin pensarlo. la lengua como fenómeno social es la característica de
ADQUIRIDA, esta característica es la que la hace social, el hecho de que la lengua la heredamos y a
pesar de que la relación imagen acústica-concepto es arbitraria, la asociación esta preestablecida.
También podríamos agregar que el caracter social de la lengua se funda en que solo está completa
en la totalidad de la comunidad hablante.
2- La inmutabildad tiene que ver con lo arbitrario del signo y la mutabilidad con el uso y el paso del
tiempo.
3- Los signos naturales no existen porque el signo es fruto de la actividad social, las sociedades
crean los signos con el fin de poder referirse y significar otra cosa.
En el texto se da el ejemplo del humo que genera el fuego para diferenciar signo de fenómeno
físico natural.
4- Saussure plantea todos sus conceptos de a pares. Por lo cual, el paradigma tenes que estudiarlo
en relación al sintagma. El sintagma tiene que ver con la combinación de los signos en el tiempo, de
forma lineal (horizontal, podríamos decir). En cambio, el paradigma tiene que ver con ciertos
elementos que tienen algo en común y que pueden establecerse de a uno a la vez (en este sentido,
de forma vertical). Por eso a estos últimos los caracteriza como "relación en ausencia", mientras
que a los otros, "relación en presencia".
6- Para Peirce, el signo es todo aquello que está en lugar de otra cosa, sea una palabra, un objeto,
una imagen. Para Saussure, es la unidad mínima de la lengua, formada por la suma de significado y
significante, pero únicamente se refiera al signo lingüístico, solo hay signo en la lengua para
Saussure.
7- Cuando Saussure dice que el signo es arbitrario se refiera a que no hay una relación lógica entre
el significado y el significante, esta relación es inmotivada. Lo ilustra con el ejemplo de sur, dice que
así como en nuestro lenguaje la sucesión de sonidos s-u-r dan la idea de ese signo cardinal, podría
haber sido cualquier otro sonido. También es arbitrario desde el punto de vista del hablante, que
no puede elegir ni modificar qué significado se une con qué significante para formar cada signo.
9- lo sincrónico es un corte en el eje temporal para estudiar un estado particular de la lengua (no en
el tiempo, sino en un tiempo particular) El signo es inmutable en lo sincrónico por lo que decís en la
segunda parte de tu pregunta, porque la lengua es una convención social, es decir que todos los
hablantes que compartimos este estado de la lengua tenemos que entender que silla significa silla y
no, mesa, sino la comunicación sería imposible. Sin embargo, el signo puede verse modificado en el
transcurso del tiempo por el uso, por el habla,
10- el habla es la que hace avanzar a la lengua. En este sentido, el habla y la diacronía van de la
mano.
11- ¿por qué el transcurso del tiempo hace que la lengua se mantenga estática?
Saussure expresa en una parte que si se toma a la lengua en el tiempo (excluyendo al habla) no
veríamos ninguna alteración, el tiempo no influiría en ella.
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1. ¿Qué lugar ocupan los signos dentro de la teoría del conocimiento de Charles Sanders Peirce?
El único pensamiento que puede conocerse, sostiene Peirce, es pensamiento en los signos, no se
puede pensar sin signos.
2. En las primeras páginas encontrarán una definición conjunta del signo, la semiosis y la semiótica?
Un signo, es algo que, para alguien, representa o se refiere a algo en algún aspecto o carácter. Se
dirige a alguien, esto es, crea en la mente de esa persona un signo equivalente, o, tal vez, un signo
más desarrollado... El signo está en lugar de algo, su objeto… no en todos los aspectos, sino sólo
con referencia a una suerte de idea, que... he llamado el fundamento del representamen.
Esta definición implica que existen tres condiciones para que algo sea un signo:
1) Condición necesaria pero no suficiente: el signo debe tener cualidades que sirvan para
distinguirlo.
2) Segunda condición necesaria pero no suficiente: el signo debe tener un objeto, aunque la
relación del representamen con el objeto no basta para hacer de uno el signo de otro. Para ello es
necesario un interpretante.
3) Tercera condición necesaria y suficiente: la relación semiótica debe ser triádica, comportar un
representamen que debe ser reconocido como el signo de un objeto a través de un interpretante.
Es otro signo, o sea otra representación, que se refiere al mismo objeto que el representamen y
que puede asumir diversas formas:
* La traducción del término a otro de la misma lengua mediante un sinónimo. Por ejemplo,
"remedio" para "medicamento".
* Una asociación emotiva con un valor fijo. Por ejemplo, el interpretante de la palabra "perro"
puede ser "fidelidad".
interpretante final?
El interpretante inmediato (el interpretante pensado como concepto), el interpretante dinámico (el
interpretante pensado como electo real en el intérprete) y el interpretante final (el interpretante
pensado como hábito) son tres instancias de la interpretación de un signo que funcionan
simultáneamente en un acto de semiosis.
El Significado lógico de los conceptos se encarna en hábitos generales de conducta, lo que nosotros
entendemos que estamos dispuesto hacer, aplicando la ética.
El objeto tiene también la naturaleza de un signo, dado que pensamiento y signo son en Peirce
equivalentes.
A su vez, Peirce distingue en el objeto dos tipos: el objeto inmediato (interior a la semiosis) y el
objeto dinámico (exterior a la semiosis). El Objeto Inmediato, es el Objeto tal como es representado
por el Signo mismo. El Objeto Dinámico es una realidad que tiene una existencia independiente de
la semiosis, pero para que el signo pueda decir algo de él es necesario eme ya haya sido objeto de
semiosis anteriores a partir de las que el intérprete tiene un conocimiento de dicho objeto, que es,
por ello, concebido también como un signo.
En síntesis, el objeto dinámico es el objeto de una Los tres componentes formales de la semiosis
(representamen-objeto-interpretante) son signos
Peirce afirma que el signo representa a su objeto "no en todos los aspectos, sino sólo con
referencia a una suerte de idea", que ha llamado el fundamento del representamen.
Es el fundamento del representamen lo que construye al objeto inmediato, es decir que el signo
instituye al objeto inmediato por medio del fundamento. El fundamento es un componente del
significado del signo, entendido como la suma de rasgos semánticos que caracterizan su contenido.
10. Examinen detenidamente las cualidades de las tres categorías, a partir de las cuales pueden ser
pensadas las ideas.
La categoría de primeridad implica considerar a algo tal como es sin referencia a ninguna otra cosa;
a su vez, la primeridad se vincula con las ideas de libertad, posibilidad, indeterminación, comienzo,
no¬vedad. Peirce da como ejemplo de primero a la cualidad tomada independientemente de
cualquier realización existencial; en tanto tal, es una pura posibilidad indetermi¬nada. En el signo,
el representamen (cualidad) se corresponde con la categoría de primeridad.
La categoría de segundidad implica considerar a algo tal como es pero en relación con otra cosa, es
decir, establecer una relación diádica que no involucre a una tercera cosa. Peirce vincula la
cate¬goría de segundidad con la idea de existencia y de hecho en bruto. En el signo, el objeto se
correspon¬de con la categoría de la segundidad, la de existencia, pero si nos limitáramos a la
relación diádica entre un primero (el representamen) y un segundo (el objeto) nos encontraríamos
ante una relación sin regularidad.
11. Revisen todos los tipos de signos que se encuentran en el apartado 1.4 “Los tipos de signos”
desde la, atendiendo a sus definiciones y ejemplificaciones. Hagan especial hincapié en el ícono, el
índice y el símbolo.
12. Concluyan la lectura del texto con la comprensión de los tres tipos lógicos de inferencia. ¿Cómo
se corresponden estos con las categorías de primeridad, segundidad y terceridad?
El interpretante, como tercero, incorpora una auténtica rela¬ción triádica, pues establece: a. La
relación del primero (representamen) con el segundo (objeto); b. Su propia relación con el segundo
(objeto); c. El hecho de que la relación entre el primero (representamen) y el segundo (objeto) es la
misma que la del segundo (objeto) con el tercero (interpretante).
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Un signo o representamen es un Primero que está en una relación triádica genuina tal con un
Segundo, llamado su Objeto, que es capaz de hacer que un Tercero, llamado su Interpretante,
asuma la misma relación triádica con su Objeto que aquella en la que está él mismo respecto al
mismo Objeto. La relación triádica es genuina, esto es, sus tres miembros están vinculados por ella
de una forma que no consiste en ningún complejo de relaciones diádicas. Esa es la razón por la que
el Interpretante, o Tercero, no puede estar en una mera relación diádica con el Objeto, sino que
debe estar con él en la misma relación que aquella en la que está el Representamen mismo. La
relación triádica en la que está el Tercero tampoco puede ser meramente similar a aquella en la
que está el Primero, pues esto convertiría la relación del Tercero con el Primero en una mera
Segundidad degenerada. El Tercero debe en efecto estar en una relación tal, y de este modo debe
ser capaz de determinar un Tercero propio; pero, además de eso, debe tener una segunda relación
triádica en la que el Representamen, o más bien la relación de éste con su Objeto, será su propio
Objeto (del Tercero), y debe ser capaz de determinar a un Tercero respecto a esa relación. Todo
esto debe ser igualmente verdadero respecto a los Terceros de los Terceros, y así indefinidamente;
y esto, y más, está implicado en la idea común de Signo; y tal y como se usa aquí el término
Representamen, no está implicado nada más. Un Signo es un Representamen con un Interpretante
mental. Posiblemente puede haber Representamenes que no sean Signos. De este modo si un
girasol, al girar hacia el sol, llega a ser por ese mismo acto completamente capaz, sin ninguna otra
condición, de reproducir un girasol que gira hacia el sol de una forma exactamente
correspondiente, y de hacerlo con el mismo poder reproductivo, el girasol llegaría a ser un
Representamen del sol. Pero el pensamiento es el modo de representación principal, si no el único.
división del ícono en imágenes, diagramas y metáforas. Identifiquen en el texto los ejemplos
que da el autor.
4. Reparen en la relación establecida entre el ícono, el índice y el símbolo con los modos
Los iconos y los índices no afirman nada. Si un icono pudiera interpretarse mediante una frase, esa
frase debería estar en un "modo potencial", esto es, meramente diría, "supón que una figura tiene
tres lados", etc. Si un índice se interpretara así, el modo debería ser imperativo o exclamativo ,
como "¡mira ahí!" o "¡cuidado!". Pero la clase de signos que vamos a considerar ahora están, por
naturaleza, en el modo "indicativo" o, como debería llamarse, declarativo. Por supuesto, pueden
servir para la expresión de algún otro modo, ya que podemos declarar que las afirmaciones son
dudosas, o meras interrogaciones, o requeridas imperativamente.
Un signo es o bien un icono, un índice o un símbolo. Un icono es un signo que poseería el carácter
que le convierte en significante incluso aunque su objeto no existiera, así como una raya de lápiz
representa una línea geométrica. Un índice es un signo que perdería al instante el carácter que le
convierte en signo si su objeto desapareciera, pero no perdería ese carácter si no hubiese
interpretante. Tal, por ejemplo, es un trozo de madera con un orificio de bala en él como señal de
disparo, pues sin disparo no habría habido orificio. Pero hay un orificio ahí, tenga alguien el buen
sentido de atribuírselo a un disparo o no. Un símbolo es un signo que perdería el carácter que lo
convierte en signo si no hubiera interpretante. Tal es cualquier expresión de habla que significa lo
que significa sólo en virtud de que se comprende que tiene esa significación.
Los índices pueden distinguirse de otros signos o representaciones por tres señales características:
primera, que no tienen ninguna semejanza significante con sus objetos; segunda, que se refieren a
individuos, a unidades singulares, a colecciones de unidades singulares, o a continuos singulares;
tercera, que dirigen la atención a sus objetos por fuerza ciega. Pero sería difícil, si no imposible,
tomar un caso de un índice absolutamente puro, o encontrar algún signo absolutamente privado de
cualidad indéxica. Psicológicamente la acción de los índices depende de la asociación por
contigüidad, y no de la asociación por semejanza o de operaciones intelectuales.
7. SÍMBOLO:
2.307 Un signo que se constituye como signo mera o principalmente por el hecho de que es usado y
comprendido como tal, ya sea el hábito natural o convencional, y sin considerar los motivos que
originalmente gobernaron su selección.
Aristóteles usa Symbolon en este sentido muchas veces en el Peri hermeneias, en el Sophistici
Elenchi y en otros lugares.
2.308 THEMA: una palabra propuesta en 1635 por Burgersdicio [Burgerdijk] en su Lógica (I, ii,
parágrafo 1) para aquello "quod intellectui cognoscendum proponi potest", pero lo que parece que
él quiere decir es lo que Aristóteles en ocasiones expresa vagamente por logos, el objeto inmediato
de un pensamiento, un significado.
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1. Verifiquen la relación que el autor establece entre la diversidad de las actividades del
Todo lo referido a la actividad humana se relaciona con el uso de la lengua. El uso de la lengua se
lleva a cabo en forma de enunciados (orales o escritos) concretos y singulares.
Estos enunciados reflejan las condiciones específicas y el objeto de cada una de las esferas por:
Su contenido (temático)
Composición o estructuración
Los tres momentos están vinculados en todo el enunciado. Cada enunciado es individual y cada
esfera elabora sus propios enunciados llamados géneros discursivos.
La cantidad de géneros discursivos es muy amplia porque en cada esfera hay muchos géneros que
se diferencian y crecen a medida que se desarrolla y complica la misma esfera.
- son heterogéneos
2. ¿Cómo diferencia el autor a los géneros discursivos primarios de los géneros discursivos
- primarios, se transforman dentro de los géneros secundarios y pierden relación con la realidad.
- secundarios, surgen de una comunicación cultural más compleja, principalmente escrita y utilizan
géneros discursivos primarios los absorben y reelaboran (más elaborados, escritos, novelas, tratado
de filosofía etc.)
Todo estilo está indisolublemente ligado con el enunciado y, por supuesto, con los géneros
discursivos. De hecho, donde hay un estilo hay un género discursivo. Todo enunciado, en mayor o
menor medida, puede reflejar la individualidad del hablante o del escritor; es decir, puede poseer
un estilo individual. Decimos que esto sucede "en mayor o menor medida" porque hay géneros
discursivos que se prestan especialmente para absorber o reflejar la individualidad del autor del
enunciado; por ejemplo, los géneros literarios. En este caso (novela, poesía, cuento, teatro), la
manifestación de ese estilo individual esparte del propósito mismo de este enunciado.
4. ¿Cómo influye el paso del tiempo en la vida de los géneros y los estilos al interior del uso de
la lengua?
5. ¿Cuáles son las diferencias fundamentales entre el concepto de enunciar y el de oración?
Enunciado:
-Posee expresividad.
Oración:
El oyente se prepara para una acción, completa el discurso, y la postura de respuesta del oyente
esta en formación a lo largo de todo el proceso de audición y comprensión desde el principio, toda
comprensión del discurso tiene un carácter de respuesta, la cual no tiene que ser siempre en voz
alta, en el caso de una orden pude ser el cumplirla.
También el hablante busca una contestación. El momento de hacer comprensible su discurso es tan
solo un momento abstracto. Todo hablante es un contestatario, el no es un primer hablante, quien
ha interrumpido por primera vez el eterno silencio del universo, el cuenta con la presencia de
enunciados anteriores, suyos y ajenos.
7. ¿Cómo propone el autor que reconozcamos dónde termina un enunciado y dónde comienza
otro?
Todo enunciado es un eslabón de la cadena de otros eslabones (se apoya en ellos, problematiza o
supone conocidos por su oyente).
9. ¿Qué utilidad tiene, según lo expresado por el autor, conocer los diferentes géneros
discursivos?
10. ¿Qué recursos expresivos nos permite indagar la unidad del enunciado, que no están
presentes en la oración?
11. ¿Por qué el autor habla de los enunciados como eslabones de una cadena?
12. ¿Qué implicancias tiene que un enunciado se encuentre siempre “destinado”, orientado
hacia alguien?
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Guía de lectura
En primer lugar, Orecchioni critica el concepto de código, que según Jacobson es el intercambio
libre de los mensajes que fluyen entre los sujetos. Mientras que ella, considera que al código lo
constituyen cada sujeto con sus competencias, por lo que contiene más elementos y se vuelve un
circuito más complejo.
Con respecto al universo del discurso, consideraba que había que también tener en cuenta la
situación de comunicación, para considerar la naturaleza del emisor y el receptor, ambos activos (a
diferencia de Jacobson para quien solo el emisor era activo). Por lo tanto, ambos individuos
presentan competencias, estas son todas las posibilidades lingüísticas, y que se limitan por la
elección del género. Además había que tener en cuenta, el espacio en la que se produce y las
restricciones de género para no dejar de lado las condiciones estilístico-temáticas del discurso.
Luego, agrega dos principios: las competencias no lingüísticas y los modelos de producción e
interpretación. El primer principio, está compuesto por las determinaciones ¨Psi¨, que son
determinaciones psicológicas y psicoanalíticas que influyen en la comunicación, y las competencias
culturales e ideológicas que son los saberes propios del sujeto acerca del mundo. Mientras que el
segundo, son los sistemas de reglas comunes a todos los hablantes, para producir e interpretar
mensajes, que rigen los procesos de codificación y decodificación.
También es posible que se presenten dos formas de complejizar el circuito, por el lado del emisor,
que puede ser único, o se puede desdoblar en muchos emisores, tal es el caso de una obra de
teatro, quienes sus emisores son: los actores, productores, autor, escenógrafo, iluminaste, etc.
Como también por el receptor, que se pueden presentar de distintos tipos:
Ausente
Presente
sus consecuencias?
La autora también considera que la comunicación social presenta tres propiedades: la reflexividad,
ya que el emisor es siempre su receptor; la simetría, debido a la interacción constante que provoca
que el que era emisor se convierta en receptor, por lo que se produce un cambio de roles
constante, y la transitividad, que hace referencia a la capacidad que tiene la lengua de transmitirse
de boca en boca.
A pesar de haberle sumado múltiples propiedades, con considera que el esquema continua siendo
estático.
¿Qué se considera enunciación en un sentido “restringido” y qué se considera
Desde el punto de vista ampliado, la lingüística de la enunciación tiene como objeto de estudio las
huellas del acto de enunciación en el enunciado, es decir, la relaciones entre el enunciado y las
huellas que remiten al acto de enunciación, que constituyen el marco enunciativo (situación de
comunicación) formado por el locutor y el alocutario y las condiciones de producción y recepción
del mensaje.
Por otro lado, en el sentido restringido, que sal que apoya Kerbrat, tiene como objeto es estudio las
marcas de subjetividad del locutor en el enunciado, en forma implícita o explícita y consciente o
inconsciente.
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del texto
Se entiende por pragmática el estudio de los principios que regulan el uso del lenguaje en la
comunicación, es decir, las consideraciones que determinan tanto el empleo de un enunciado
concreto por parte de un hablante concreto en una situación comunicativa concreta, como su
interpretación por parte del destinatario. La pragmática es, por lo tanto, una disciplina que toma en
consideración los factores extralingüísticos que determinan el uso del lenguaje
Hay dos ideas que gozan de gran popularidad y difusión (la de que las lenguas son códigos, y la de
que comunicarse consiste en codificar y descodificar información) y que pueden resultar útiles en
algunos momentos, pero dibujan sólo un esquema muy simplificado de la comunicación. Contamos
siempre con la posibilidad de que haya una cierta separación entre lo que se dice (entre los
significados literales