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“La República”

En el libro “La República” Platón o más bien Sócrates, nos da su idea de cómo sería el
estado ideal y cómo podríamos formarlo, además, intenta explicar la idea de justicia e
injustica y por qué la primera haría que la vida del hombre sea más satisfactoria y feliz, a
pesar de lo contradictorio que es si miramos la realidad, tal y como dice Trasímaco “De tal
modo la injusticia, Sócrates, llevada hasta cierto punto, es más fuerte, más libre, más
poderosa que la justicia, y lo justo como dije desde el principio, consiste en lo más
conveniente para el más fuerte (…)” (Página 67). Cuando se intenta explicar la idea de
justicia los protagonistas del diálogo se dan cuenta que es una tarea muy difícil por lo que
concuerdan en que es mejor entender el concepto cuando se ve de manera amplia, por lo
que lo aplican en una ciudad que llamarán perfecta y luego en las personas que tendrían la
misma característica. Una de las tantas temáticas que se abordan en “La República” trata de
que hasta qué punto se deben crear normas, donde Adimanto pregunta si es necesario
establecer leyes que controlen desde el corte de pelo que se debe usar hasta la fijación de
impuestos en los mercados, a lo que se le responde que no es necesario, ya que tal como
dice Sócrates “No es procedente prescribir normas a hombres de bien, pues ellos mismos
determinarán fácilmente la mayoría de las cosas sobre las cuales conviene o no conviene
legislar” (Página 211) lo que quiere decir que al haber criado a las personas lo mejor
posible durante la infancia y adolescencia no requerirán de tantas normas escritas porque
las tienen integradas en su ser y las realizan involuntariamente. El crear normas para todo
con el propósito de alcanzar la perfección genera un vicio, que al final termina siendo
perjudicial para la ciudad y esto se demuestra con la analogía del enfermo, la cual dice que
si alguien lleva un estilo de vida poco saludable, por más tratamientos que le realicen nunca
logrará sanar si no cambia lo que siempre fue el problema, es decir, los hábitos
perjudiciales que tiene. El problema que tienen estas personas es que siempre estarán recios
a conservar la forma de vida que llevan y si alguien les dice que lo que hacen está mal se
enojaran, y esto es precisamente lo que sucede en las ciudades mal gobernadas. Crearán
leyes para regular la conducta de la ciudad y estarán tan absortos en éstas que no se darán
cuenta que el principal problema que tienen es justamente la creación de todas estas normas
que, al fin y al cabo, no tienen ningún sentido si lo que no cambian y mejoran es la
educación de las personas e incluso tienen la misma reacción que los enfermos cuando les
dicen que algo de lo que hacen está mal. En estas ciudades no aceptan a las personas que
piensan distinto a lo que se hace y para que no se “revolucionen” en contra de ellos los
matan, en cambio, a la gente que adula el sistema se les hace ver como personas
excepcionales siendo que ellos son los que perjudican la ciudad. Esto no sucedería en la
ciudad “platónica” ya que los ciudadanos son literalmente perfectos, no poseen vicios, son
hombres honestos, trabajadores y lo más importante, justos, la importancia que tiene esta
conducta de las ciudades que Sócrates declara como “mal gobernadas” dentro el texto es
que nos hace dar cuenta de los errores típicos que comenten tanto las ciudades de esa época
como las de hoy en día y que la única solución es hacer un análisis exhaustivo de los fallos
que tiene la ciudad, aceptar la ayuda de los que nos “critican” y tener la disposición de
cambiar y así tener una ciudad un poco más parecida a la polis socrática. Luego de la
lectura del libro me di cuenta de que muchas de las cosas que los protagonistas hablaban en
ese tiempo se siguen viendo hoy en día, lo que me hace reflexionar sobre hacia donde se
dirige nuestra sociedad y hasta qué punto estamos dispuestos a cambiar para mejorar
nuestra ciudad. Estamos acostumbrados a un sistema que al parecer no es el mejor, ya que
vemos que gente que no es “sabia” llega al poder solo por su popularidad y poder, lo que
me hace pensar en por qué no le tomamos realmente peso a lo que nos dice Sócrates,
podríamos rescatar muchas cosas que nos serian útiles hoy en día, y aceptar lo que nos
dicen. Para concluir, puedo decir que el crear leyes para todo no significa que tu ciudad va a
ser mejor, las leyes no serían tan necesarias si el cambio parte del “núcleo” de todo, como
dice Zalmoxis “(…) el alma es el origen y fuente de todos los bienes y malas, y que hay que
atender a ella en la curación de las enfermedades.” (Página 212), es decir, hay que llegar al
origen del problema y desde ahí solucionarlo y al mejorarlo las reglas estarían
internalizadas en cada uno por lo que no sería necesario tenerlas como una obligación. Esto
difiere a la realidad, ya que se podría decir que nos parecemos más al “enfermo” y para
cambiar esto hay que tener en cuenta lo que nos dicen hace tantos siglos, cambiar la
educación para crear un equilibrio entre la “música” y la “gimnasia” y que esta sea la base
de todo. Quizás la cuidad platónica sea una utopía, pero hay cosas que serían útiles, tan solo
falta un cambio de mentalidad, y velar por que la justicia no caiga en las manos de personas
injustas, estas siempre la usarán a su favor. Y hay que saber reconocer que personas tienen
verdadero potencial para ser gobernantes y que estos ayuden a que todas las personas
puedan llegar a conocer lo que es verdaderamente la justicia.

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