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Y
los niños, ¿por qué no?
Algunas reflexiones sobre un trabajo de campo con niños
Diana Milstein 1
Resumen
Como parte de mi trabajo de campo durante un proceso de investigación etnográfica en educa-
ción, incorporé a un grupo de niños como participantes activos. Esta experiencia fue una ins-
tancia que promovió una posibilidad de producir conocimiento social y de evidenciar su natu-
raleza polifónica y multiautoral. Además, re-direccionó la problemática inicial del proyecto de
investigación, enriqueció la información y los modos de organizarla, estimuló mi propio proce-
so de extrañamiento y dio lugar a reflexionar acerca de la relevancia que pueden las narrati-
vas de los niños y las niñas en las etnografías escolares. En este trabajo me detengo a argumentar
acerca de por qué es necesario incorporar las perspectivas de los niños y de las niñas y cómo lo
realicé, y expongo algunas reflexiones vinculando el modo particular de mirar, dibujar, contar
y leer de los niños y mi propio proceso de extrañamiento antropológico.
Palabras clave:
antropología y educación - etnografía con niños - extrañamiento antropológico
Abstract
As part of my field work during my research in educational ethnography I incorporated a group
of children as active participants. This work experience promoted the possibility of producing
social knowledge and made evident its polyphonic and multiauthors nature. Furthermore, it set
the initial aims of the research project into new directions, it enriched information and modes
of organizing it, it stimulated my own process of toking distance and it allowed to think about
the relevance that some of the school ethnographies about children have. In this work I argue
that it is necessary to incorporate the perspectives of children and I present the manner how I
did it. I also expose some thoughts that connect the particular way in which children look, draw,
tell, and read and my own process of anthropological distancing.
Key words:
anthropology and education - ethnography whit children - anthropological distancing
Introducción
interacciones, etc.
Son escasos los trabajos antropo- Sonja Grover en un artículo en el
lógicos que se interesan por integrar que discute la necesidad de una autén-
los puntos de vista de los niños y de las tica investigación social con niños,
niñas a los informes etnográficos. señala que:
Esto, en términos generales, es llama- "Los niños han sido virtualmente
tivo si tomamos en cuenta la impor- excluidos como participantes activos
tancia de los niños y de las niñas en los en el proceso de investigación; tra-
procesos de reproducción cultural. tados más bien como ´objetos de
Más sugerente aun, es esta exigua pre- estudio´. Cuando se permite a los
sencia en los estudios de antropología niños, en ciertos casos raros, ser par-
de la educación que desarrollan el tra- ticipantes activos que cuentan su
bajo de campo en ámbitos en los que propia historia a su propia manera,
necesariamente niños y niñas están la experiencia de la investigación se
presentes. Se narran situaciones en las vuelve a menudo personalmente
que están involucrados, se describen emotiva y significativa y los datos
formas de buen y mal trato, se apela a proporcionados, más ricos y com-
su protección y resguardo, se vela por plejos"(2004: 83). 2
su cuidado, etc.; pero sus historias y
vivencias narradas, sus percepciones e Esta fue la situación que yo viví en
interpretaciones no se incluyen como mi trabajo de campo cuando opté por
parte de lo que se denomina "pers- incorporar a un grupo de niños como
pectiva de los actores". Se habla de los participantes activos en mi proceso de
chicos y de las chicas pero, lo que ellos investigación en educación. Los niños
y ellas cuentan, no figura en el mismo y las niñas que asisten a la escuela viven
nivel que lo que cuentan los adultos en distintos lugares de la localidad,
como constitutivo de las interacciones están situados de maneras diferentes
sociales. Esto indica que no se advier- en sus vecindarios, sus familias están
te que las historias que ellos narran, posicionadas de diversas y desiguales
también modelan las experiencias vivi- maneras dentro del sistema económi-
das que se están etnografiando. co y pueden interactuar con los espa-
Los relatos de los niños, de la cios vecinales de diversos modos.
misma manera que los de los jóvenes Esto incide en sus relaciones tanto
y adultos, tienen un peso importante dentro como fuera de la escuela y pro-
en las interacciones sociales. No tener- duce, junto con otro conjunto de expe-
los en cuenta implica dejar versiones riencias, maneras de sentir, percibir e
de los sucesos fuera de los relatos interpretar el lugar en el que viven y la
etnográficos. De este modo, también escuela a la que asisten, como mundos
quedan afuera dimensiones de lo en permanente interacción.
sucedido que precisamente están en Por eso fue fundamental para mí la
parte conformadas por dichas versio- incorporación de los niños y las niñas
nes y esto tiende a opacar nuestra com- como participantes activos, cuyas
prensión de ciertos comportamientos, reflexiones y opiniones tenían una con-
2 Esta traducción, así como las que siguen, pertenece a la autora de este artículo
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5 Con el término gradual aludo a la organización por años -grados- consecutivos de la escuela.
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escuela 40. Lo que en principio les liares de la escuela, respecto a que esa
llamó la atención fue cómo desarro- plaza era un lugar peligroso que no se
llaríamos las actividades. Les expliqué utilizaba para realizar ninguna actividad
que ellos elegirían lugares para visitar, escolar.
harían entrevistas grabadas, tomarían Cuando les pregunté a los chicos si
fotografías y conversaríamos entre ellos iban a la plaza, me dijeron que sí.
nosotros sobre lo que íbamos reali- Ellos sabían que de noche era siempre
zando. Tuve la impresión, desde el peligroso pero durante el día podían ir.
comienzo, que todos se entusiasmaron Yanina, una de las nenas me dijo "están
con los posibles paseos, el grabador y los chicos que se drogan, pero ellos no se meten
la cámara de fotos y no se preocuparon con vos, ni te pelean, ni nada". La mamá de
demasiado por los propósitos de la Yanina tenía un puesto en la feria que
actividad. Esto me inquietó al princi- funcionaba en la plaza los sábados y
pio, pero luego fui experimentando al los domingos por la tarde vendía
lado de ellos una suerte de entusiasmo libros. Para ella y para los otros chicos,
por la inmediatez de lo vivido que me así como para una gran parte de los
despojó de toda preocupación por vecinos, ir los fines de semanas a la
explicitar y aclarar. Fue creciendo en plaza era un paseo.
mí la confianza en una comprensión Concurrí varios sábados y domin-
mutua que se manifestaba en los salu- gos con los chicos para estar en la
dos, en la forma de trato, en los temas plaza, sacar fotos, entrevistar feriantes,
sobre los que me hacían comentarios, jugar, conversar y también comprar y
en los acercamientos durante el hora- experimenté junto a ellos la alegría y la
rio escolar, entre otras circunstancias. tranquilidad que compartían los veci-
nos que vendían, los que compraban,
La plaza: descubrir lo cercano los que tomaban mate y comían, los
que jugaban a la pelota, los que juga-
La primera actividad grupal que ban con los niños, los que paseaban,
realizaron fue dibujar el plano de Villa miraban y conversaban. Nos despla-
La Florida y contarme cuáles eran los zábamos de un lugar a otro en grupo
lugares importantes que tendríamos y ellos no cesaban de hablar entre ellos
que visitar para entrevistar gente. La y conmigo. Se ocuparon de mostrarme
plaza central, que está ubicada frente a gente que conocían y como estaba dis-
la escuela, fue el primer lugar que qui- tribuido el espacio en la plaza.
sieron visitar y el que dibujaron con Sin ninguna formalidad, entre
más detalle y colorearon con más dedi- otros comentarios, los chicos me iban
cación. A mi me sorprendió el dibujo enseñando cómo estar y moverme en
y la seguridad con la que me propu- la plaza. Era sencillo reconocer los
sieron ir a la plaza. El dibujo, porque lugares ocupados por los puestos de
nunca había visto la plaza como un los feriantes y el espacio destinado a
espacio tan alegre y tan lleno de obje- juegos de plaza, pero no era nada fácil,
tos como el que veía allí dibujado. La para una extranjera como yo, recono-
seguridad, porque hasta ese momento cer los lugares en los que era o no con-
a mi me habían llegado versiones coin- veniente quedarse.
cidentes de docentes, madres y auxi- Por ejemplo, la fuente -una cons-
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trucción de cemento que había fun- "Es por el hermano"- dice Rodri-
cionado hasta años atrás como fuente go
de agua- no era un lugar apropiado. En
un momento en que querían que nos Los chicos se empezaron a aco-
sacáramos una foto todos juntos me modar en una goma de camión colo-
dijeron que no nos sentáramos allí y cada en la arena para sacarse la foto
surgió el siguiente diálogo: mientras discutían quién la sacaría y el
"Ahí siempre están los pibes que diálogo anterior se interrumpió.
toman y también fuman"- me dijo Conversaciones como estas en las
Yanina. que los chicos me indicaban límites
"¿Son de aquí?, ¿ustedes los cono- espaciales que no había que franquear,
cen?" -pregunté se produjeron muchas veces durante
"Si, siempre están"-contestó nuestros paseos. Nunca daban dema-
Daniela siadas explicaciones ni contestaban
"¿Dónde viven?-pregunté mucho mis porqués, más bien se des-
"Por ahí"- dijo Daniela interesaban cuando yo comenzaba a
"Pero, ¿son de acá?, de La Flori- mostrar una actitud de indagación. Su
da?"- pregunté desinterés resultaba muy instructivo
"No sé, yo no hablo con ellos"- para mí, me reubicaba en mi labor de
contestó Yanina etnógrafa obligada a asumir que no era
"¿Por qué?-pregunté yo -adulta- la que dirigía la situación.6
"Mi mamá dice que mejor que no Aquello que fui aprendiendo
hable"-dijo Yanina durante el trabajo de campo con los
"A mi me dan miedo"-dijo niños enriqueció, de un modo que no
Daniela tenía previsto, la información para mi
"¿Por qué? ¿Ninguno de ustedes los estudio. En lo que decían y hacían los
conoce?"-insistí chicos yo captaba la complejidad de
"Él sabe" -dice Yanina y seña- una situación. La presencia de jóvenes
la a Fabián. que toman y fuman, desde la mirada de
Fabián se ríe mirando hacia el los adultos escolares, era un dato que
piso indicaba de manera absoluta que en la
"¿Vos los conoces?"- le pregunto plaza no había que estar. Mientras que,
"Si"- dice tímidamente Fabián desde la perspectiva de estos niños y
"¿Qué hacen?,¿ por qué les tienen estas niñas, sólo revelaba que había
miedo?"-le pregunto que evitar un sector circunscrito de la
Fabián levanta sus hombros plaza. Esto expresaba una aguda com-
como diciendo no sé o no me prensión de la convivencia y las in-
importa teracciones, así como una diferencia-
6 Esta reflexión está inspirada en Gareth Matthews, un filósofo interesado en comprender el pensamiento filo-
sófico de los niños "Gran parte de lo que los adultos decimos a los niños, es muy cuestionable en el mejor de
los casos, y merece ponerse en duda. Sin embargo, los adultos generalmente hacemos a un lado la objeción de
un niño diciéndole con voz disgustada: ´Oh, tú sabes lo que quiero decir´. Qué intimidante, que injusto, qué
insensibilizadora puede ser esa respuesta de disgusto! Si nos detuviéramos a reflexionar seria y sinceramente,
podríamos comprender con claridad que, bastante a menudo, en realidad no era nada claro lo que suponíamos
que queríamos decir" (1983: 35).
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ción en los modos de ser y estar en ese esto que yo veía en su gestualidad y
mundo que era la plaza. Con esta describía en mis notas, sin embargo
expresión aludo a que el sentido que entiendo que esta selección perceptiva
los sujetos dan al mundo depende de también operó durante el proceso de
su posición en él. (Merleau-Ponty; selección de fragmentos de las entre-
1984). vistas para la producción del texto gru-
pal. Cuando comenzaron a desarrollar
El libro de los chicos y las actividades destinadas a la produc-
los personajes del barrio ción del texto, la primera tarea que rea-
lizaron en función de la organización
Como señalé al principio, la rique- del trabajo escrito, consistió en leer las
za del trabajo con los chicos fue espe- entrevistas que ellos habían realizado
cialmente importante no sólo por el -y que yo desgrabé- señalando los
caudal y tipo de información, sino tam- párrafos que consideraban importan-
bién por la selección y el ordenamien- tes. Al observarlos deteniéndome en lo
to de la información que produjeron. que señalaban, entendí que efectiva-
En función de entrenarlos para mente se materializaba una selección
hacer el trabajo de campo, en diferen- ya presente en las situaciones de
tes momentos, les propuse a los chicos entrevista. Por ejemplo, ninguno de los
jugar a preguntar y responder entre chicos marcó como importante los
nosotros. Yo aprovechaba esas cir- párrafos en los que los felicitaban a
cunstancias para hacer indicaciones en ellos por la tarea que estaban haciendo,
función de que la formulación de pre- ni aquellos que tenían tono de conse-
guntas no condujera a respuestas jo. Estaba claro, aunque no dicho, lo
cerradas en afirmaciones o negaciones que no interesaba contar para que
y para que orientaran las conversacio- otros leyeran. Y también, rápidamen-
nes hacia los temas que interesaban. te supe, lo que querían que se incluye-
Por otra parte, estas mismas situacio- ra en el texto.
nes convocaban a los chicos a hacer Con respecto a la cantidad de texto
comentarios que, en muchos casos, que quedó afuera de esa selección, no
eran críticos respecto a la forma de logré en ningún caso una explicación.
preguntar. Entiendo, a partir de las notas en las
En este trabajo no me voy a dete- que describí las situaciones de lectura
ner en el análisis de las entrevistas rea- del grupo, que había dentro de ese
lizadas por el grupo de chicos. Sólo me conjunto largo de textos, partes que no
interesa hacer un breve comentario interesaban a los chicos, otras que no
respecto a las actitudes que ellos tení- entendían, y tal vez también algunas
an cuando entrevistaban. Nunca escu- que les resultaban aburridas o ni
ché comentarios en los que se pusiera siquiera las leían. Dada esta indiferen-
en duda o se criticara algo referido al ciación en mi percepción, en principio,
contenido de lo que decían los adultos no me detuve a pensar en los textos
entrevistados. Sí observé gestos de que quedaban fuera de la selección,
aburrimiento, impaciencia e incom- sino en aquellos que casi sin titubeos,
prensión mientras entrevistaban. No elegían.
logré nunca que pusieran en palabras
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una suerte de diálogo con el mundo de los niños a los de los adultos, y el
adulto de apropiaciones y diferencia- de considerar esas voces y comporta-
ciones, de zonas compartidas y zonas mientos, como una expresión autóno-
propias, cuya adecuada comprensión ma que autorizaría, equivocadamente,
permitiría evitar un doble riesgo: el de a estudiarla como una "cultura propia
subsumir las voces y comportamientos de los niños".
Bibliografía