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Esta categoría incluye trastornos caracterizados por un comportamiento negativista desafiante que
no cumple los criterios de trastorno disocial ni de trastorno negativista desafiante. Por ejem- plo,
incluye cuadros clínicos que no cumplen todos los criterios ni de trastorno negativista desa- fiante
ni de trastorno disocial, pero en los que se observa deterioro clínicamente significativo.
D. Si la conducta ingestiva aparece exclusivamente en el transcurso de otro trastorno mental (p. ej.,
retraso mental, trastorno generalizado del desarrollo, esquizofrenia) es de suficiente gravedad
como para merecer atención clínica independiente.
C. El trastorno no se explica mejor por la presencia de otro trastorno mental (p. ej., trastorno de
rumiación) o por la no disponibilidad de alimentos.
Características diagnósticas
C. El trastorno no se explica mejor por la presencia de otro trastorno mental (p. ej., trastorno de
rumiación) o por la no disponibilidad de alimentos.
Características descriptivas y trastornos mentales asociados. Los niños con trastorno ali- mentario
suelen ser especialmente irritables y difíciles de consolar durante las comidas. Pueden parecer
apáticos y retraídos, y también pueden experimentar retrasos del desarrollo. En algunos casos, los
problemas de la interacción padres-niño contribuyen al problema alimentario del niño o a
exacerbarlo (p. ej., presentar inadecuadamente el alimento o responder al rechazo que el niño hace
del alimento como si se tratara de una agresión). La ingestión calórica inadecuada puede exa- cerbar
las características asociadas (p. ej., irritabilidad, detenciones del desarrollo) y además con- tribuir a
las dificultades alimentarias
Cuanto más tardío es el inicio (p. ej., a los 2 o 3 años de edad más bien que en la infancia), tanto
menos importantes son los retrasos del desarrollo y la malnutrición, aunque cabe observar retraso
del crecimiento.
El trastorno de la ingestión alimentaria de la infancia o la niñez es tan frecuente en niños como en
niñas.
Trastornos de tics
En este apartado se incluyen cuatro trastornos: trastorno de la Tourette, trastorno de tics mo- tores
o vocales crónicos, trastorno de tics transitorios y trastorno de tics no especificado. Un tic es una
vocalización o un movimiento motor súbito, rápido, recurrente, no rítmico, estereotipado. Se
experimenta como irresistible, pero puede suprimirse durante períodos de tiempo variables. Todas
las formas de tics pueden exacerbarse por estrés y atenuarse durante actividades absorbentes (p.
ej., leer o coser). Habitualmente, los tics disminuyen de modo significativo durante el sueño. Tan-
to los tics motores como los vocales pueden clasificarse en simples o complejos, aunque el límite
entre ambos no está bien definido. Los tics motores simples más frecuentes incluyen parpadear,
sacudir el cuello, levantar los hombros, hacer muecas faciales y toser. Los tics vocales simples más
frecuentes incluyen «aclarar» la garganta, gruñir, inspirar, resoplar, «ladrar». Los tics motores
complejos más frecuentes incluyen gestos faciales, gestos relacionados con el aseo, saltar, tocar,
pisotear y olfatear objetos.