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Existe un tipo de rotores eléctricos bobinados con soporte de resina, los cuales
tienen un diámetro muy considerable con respecto a su longitud, aproximadamente
10:1, y sin duda pueden equilibrarse en un solo plano a pesar de su velocidad real.
Cuando un rotor gira en una equilibradora, ésta debe soportar todas las vibraciones
y fuerzas provocadas por el desequilibrio y por todos los elementos que giran y se
mueven en ella; es por esto que todos los elementos de una equilibradora deben estar en
perfectas condiciones de rodadura como son los rodillos de apoyo y el eje de giro del
própio rotor además de conservar los puntos de rodadura libres de virutas o cualquier
otra suciedad. Los efectos que provocan son oscilaciones ajenas al desequilibrio y que
en ciertos momentos provocan que los elementos fijos de la máquina puedan entrar en
resonancia alcanzando ésta su máxima amplitud en frecuencias comprendidas entre 15
Hz y 16 KHz; si esto ocurre la intensidad de vibración es tan grande que puede provocar
la ruptura de alguna parte de la máquina. Generalmente las máquinas equilibradoras se
construyen con una capacidad muy superior a la nominal y es por eso que si se respetan
las indicaciones del fabricante no existe peligro de ruptura alguna.
Cuando se trata de equilibrar los rotores de los motores eléctricos debemos
diferenciar entre los de cortocircuito, normalmente utilizados en motores trifásicos
asíncronos y los de escobillas. En los rotores bobinados de motores pequeños de
escobillas se suelen equilibrar de las siguientes formas:
Este sistema es el mas adecuado para equilibrar rotores que deben girar a
revoluciones elevadas, debido a que no se añade masa que luego puede desplazarse por
centrifugación. En caso de utilizar los taladros no se presentan problemas adicionales,
en cambio si utilizamos la fresa debemos tener en cuenta la forma de fresar en el cuerpo
del rotor; la fresa debe realizar su fuerza hacia el interior del paquete magnético en
ambos lados y para ello debemos girarlo según el lado en el que realizamos la fresada,
pues de no ser así puede ocurrir el desmoronamiento de las chapas y variar el
desequilibrio inicial; en este caso al comprobar el rotor seguirá desequilibrado debido a
la posible deformación del paquete de chapas, (figura Nº 69). Este problema suele
ocurrir en los rotores pequeños y de poco cuerpo que además no suelen llevar resina
después de ser bobinados.
También podemos añadir peso, soldando estaño o plomo en las palas del
ventilador, en lugar de cortar; en la figura Nº70 podemos ver las tres formas
combinadas.
Otra forma práctica, especialmente cuando no se desea tocar el hierro del rotor, es
la de incorporar un disco de hierro a cada lado, donde podemos realizar taladros para el
equilibrado, ver figura Nº 71, puntos A y B.
Cuando el rotor de escobillas es de tamaño grande generalmente el constructor
debe prever la zona donde se pueden colocar contrapesos que se sujetan con tornillos o
bien zonas u orificios donde se puede colocar trozos de plomo remachados. Hay que
tener en cuenta que en los rotores bobinados de tamaño grande, el desequilibrio puede
ser considerable y generalmente se soluciona añadiendo material. Sin duda cada usuario
puede desarrollar su propio método pero en general los mencionados anteriormente son
los mas utilizados.
Cuando los rotores bobinados deben girar a velocidades altas, 6.000, 8.000,
12.000, etc. r.p.m., debemos equilibrar extrayendo material del cuerpo del inducido
mediante fresa o taladro; no es necesario equilibrar a la velocidad de giro real ya que es
suficiente que en la equilibradora gire, por ejemplo, entre 600 y 3000 r.p.m., no obstante
cuando el rotor, correctamente equilibrado, gire a la velocidad de régimen puede vibrar
y esto no es por no haber realizado un equilibrado correcto sino porque el bobinado no
ha sido reafirmado de forma suficiente y al alcanzar las revoluciones máximas se
centrifuga y adquiere una posición definitiva diferente. En el caso de rotores que
presenten este tipo de problemas conviene lanzarlos primero a la velocidad alta para que
alcancen su estado definitivo y luego ponerlos en la equilibradora.
Son muchos los diferentes tipos de rotores que se necesitan equilibrar y que pueden
adoptar formas diferentes cuando los situamos en una máquina equilibradora. Nos
centraremos en la colocación de un rotor en voladizo y para ello debemos fijarnos en la
figura 16.
Nos proponemos equilibrar una turbina y para ello hemos construido un eje que
nos servirá de utillaje en el cual montamos la turbina para, a continuación, poder situarla
sobre los montantes de la equilibradora A y B tal como podemos ver en el dibujo. Una
vez situada la turbina en los montantes puede ocurrir que el conjunto de eje y turbina
vuelque sobre el montante B tal como muestra la figura 17 donde la parte recuadrada de
la derecha pesa mucho mas que la parte recuadrada de la izquierda. Cuando nos
encontramos en esta situación está claro que no podemos equilibrar la turbina y hemos
de buscar una solución correcta.
En este caso el peso del disco multiplicado por la distancia hasta el montante B
genera una fuerza C que compensa la fuerza D que hace el rotor que aunque pesa
mas tiene una distancia o brazo de palanca mucho mas corto hasta el montante B
podemos ver en la figura 20, la fórmula a aplicar. En definitiva, cualquiera que sea
el método que utilice recuerde que una vez colocado el rotor que deba equilibrar,
en la máquina, éste debe mantenerse horizontal y estable por si mismo.
Para ello debemos construir el eje tal como se ve en la figura 19 de forma que
la turbina quede en medio y podamos apoyar todo el conjunto en los montantes. La
forma en que quedaría es la de la figura 23; de esta forma todo el conjunto eje-
turbina queda estable entre los dos montantes y el proceso de equilibrado se
simplifica de forma considerable.
IMPORTANTE: Cualquiera que sea el tipo elegido de colocación debe tener presente
que la turbina ha de estar sujeta firmemente al eje como si fueran una sola pieza ya
que de lo contrario las mediciones realizadas serán erróneas y prácticamente será
imposible un equilibrado correcto de la turbina; si el accionamiento de la máquina
equilibradora se realiza por cardan, los ejes no necesitan nada especial que no haya sido
explicado anteriormente, pero si el accionamiento es por cinta, es posible que a pesar de
estar bien nivelado, al girar, éste se desplace de forma lateral con el peligro de que se
caiga de los montantes; para ello debemos colocar unos topes laterales que normalmente
se suministran con las máquinas equilibradoras. No obstante, los topes laterales rozaran
con el eje y provocaran alguna alteración en el resultado de la medida; normalmente
estas alteraciones son pequeñas pero si el equilibrado ha de ser preciso debemos
evitarlas.
Para evitar el desplazamiento del eje, en el caso de arrastre por cinta, podemos ver
la figura 24 donde se han hecho un estrechamiento esférico en la zona donde se apoyará
el eje en los rodillos de los montantes, puntos A y B. También podemos ver la forma de
polea para alojar la cinta de arrastre.
Son muchos los diferentes tipos de rotores que se necesitan equilibrar y que pueden
adoptar formas diferentes cuando los situamos en una máquina equilibradora. Nos
centraremos en la colocación de un rotor en voladizo y para ello debemos fijarnos en la
figura 16.
Nos proponemos equilibrar una turbina y para ello hemos construido un eje que
nos servirá de utillaje en el cual montamos la turbina para, a continuación, poder situarla
sobre los montantes de la equilibradora A y B tal como podemos ver en el dibujo. Una
vez situada la turbina en los montantes puede ocurrir que el conjunto de eje y turbina
vuelque sobre el montante B tal como muestra la figura 17 donde la parte recuadrada de
la derecha pesa mucho mas que la parte recuadrada de la izquierda. Cuando nos
encontramos en esta situación está claro que no podemos equilibrar la turbina y hemos
de buscar una solución correcta.
Esta solución es buena aunque en algunos casos podemos estar limitados por
el diámetro máximo admisible de los alojamientos de rodillos de la máquina de
equilibrar e incluso por la longitud máxima admisible además de utilizar una
cantidad excesiva de material en toda la longitud del eje. En caso de presentarse
éste problema, podemos resolverlo correctamente utilizando un eje mas pequeño
pero con un contrapeso en forma de disco tal como se muestra en la figura 20.
En este caso el peso del disco multiplicado por la distancia hasta el montante B
genera una fuerza C que compensa la fuerza D que hace el rotor que aunque pesa
mas tiene una distancia o brazo de palanca mucho mas corto hasta el montante B
podemos ver en la figura 20, la fórmula a aplicar. En definitiva, cualquiera que sea
el método que utilice recuerde que una vez colocado el rotor que deba equilibrar,
en la máquina, éste debe mantenerse horizontal y estable por si mismo.
Para ello debemos construir el eje tal como se ve en la figura 19 de forma que
la turbina quede en medio y podamos apoyar todo el conjunto en los montantes. La
forma en que quedaría es la de la figura 23; de esta forma todo el conjunto eje-
turbina queda estable entre los dos montantes y el proceso de equilibrado se
simplifica de forma considerable.
IMPORTANTE: Cualquiera que sea el tipo elegido de colocación debe tener presente
que la turbina ha de estar sujeta firmemente al eje como si fueran una sola pieza ya
que de lo contrario las mediciones realizadas serán erróneas y prácticamente será
imposible un equilibrado correcto de la turbina; si el accionamiento de la máquina
equilibradora se realiza por cardan, los ejes no necesitan nada especial que no haya sido
explicado anteriormente, pero si el accionamiento es por cinta, es posible que a pesar de
estar bien nivelado, al girar, éste se desplace de forma lateral con el peligro de que se
caiga de los montantes; para ello debemos colocar unos topes laterales que normalmente
se suministran con las máquinas equilibradoras. No obstante, los topes laterales rozaran
con el eje y provocaran alguna alteración en el resultado de la medida; normalmente
estas alteraciones son pequeñas pero si el equilibrado ha de ser preciso debemos
evitarlas.
Para evitar el desplazamiento del eje, en el caso de arrastre por cinta, podemos ver
la figura 24 donde se han hecho un estrechamiento esférico en la zona donde se apoyará
el eje en los rodillos de los montantes, puntos A y B. También podemos ver la forma de
polea para alojar la cinta de arrastre.
Son muchos los diferentes tipos de rotores que se necesitan equilibrar y que pueden
adoptar formas diferentes cuando los situamos en una máquina equilibradora. Nos
centraremos en la colocación de un rotor en voladizo y para ello debemos fijarnos en la
figura 16.
Nos proponemos equilibrar una turbina y para ello hemos construido un eje que
nos servirá de utillaje en el cual montamos la turbina para, a continuación, poder situarla
sobre los montantes de la equilibradora A y B tal como podemos ver en el dibujo. Una
vez situada la turbina en los montantes puede ocurrir que el conjunto de eje y turbina
vuelque sobre el montante B tal como muestra la figura 17 donde la parte recuadrada de
la derecha pesa mucho mas que la parte recuadrada de la izquierda. Cuando nos
encontramos en esta situación está claro que no podemos equilibrar la turbina y hemos
de buscar una solución correcta.
Esta solución es buena aunque en algunos casos podemos estar limitados por
el diámetro máximo admisible de los alojamientos de rodillos de la máquina de
equilibrar e incluso por la longitud máxima admisible además de utilizar una
cantidad excesiva de material en toda la longitud del eje. En caso de presentarse
éste problema, podemos resolverlo correctamente utilizando un eje mas pequeño
pero con un contrapeso en forma de disco tal como se muestra en la figura 20.
En este caso el peso del disco multiplicado por la distancia hasta el montante B
genera una fuerza C que compensa la fuerza D que hace el rotor que aunque pesa
mas tiene una distancia o brazo de palanca mucho mas corto hasta el montante B
podemos ver en la figura 20, la fórmula a aplicar. En definitiva, cualquiera que sea
el método que utilice recuerde que una vez colocado el rotor que deba equilibrar,
en la máquina, éste debe mantenerse horizontal y estable por si mismo.
Debemos tener presente que los utillajes han de estar equilibrados
previamente sin el rotor y con la chaveta puesta ya que el eje donde irá
definitivamente el volante, rotor, polea, etc. debe estar equilibrado con la chaveta
puesta (ver nota siguiente *).El equilibrado del eje se puede realizar físicamente,
sacando o poniendo material en el mismo eje en caso de utilizar una electrónica de
medición antigua o bien se puede compensar mediante cálculo matemático si
utiliza una electrónica computarizada Elettrorava que mediante un simple
lanzamiento del eje, el desequilibrio del mismo queda compensado de forma
automática. Otra solución es colocar la turbina entre los montantes, especialmente
si la turbina se ha de equilibrar en dos planos, es decir si se ha de realizar un
equilibrado dinámico.
Para ello debemos construir el eje tal como se ve en la figura 19 de forma que
la turbina quede en medio y podamos apoyar todo el conjunto en los montantes. La
forma en que quedaría es la de la figura 23; de esta forma todo el conjunto eje-
turbina queda estable entre los dos montantes y el proceso de equilibrado se
simplifica de forma considerable.
IMPORTANTE: Cualquiera que sea el tipo elegido de colocación debe tener presente
que la turbina ha de estar sujeta firmemente al eje como si fueran una sola pieza ya
que de lo contrario las mediciones realizadas serán erróneas y prácticamente será
imposible un equilibrado correcto de la turbina; si el accionamiento de la máquina
equilibradora se realiza por cardan, los ejes no necesitan nada especial que no haya sido
explicado anteriormente, pero si el accionamiento es por cinta, es posible que a pesar de
estar bien nivelado, al girar, éste se desplace de forma lateral con el peligro de que se
caiga de los montantes; para ello debemos colocar unos topes laterales que normalmente
se suministran con las máquinas equilibradoras. No obstante, los topes laterales rozaran
con el eje y provocaran alguna alteración en el resultado de la medida; normalmente
estas alteraciones son pequeñas pero si el equilibrado ha de ser preciso debemos
evitarlas.
Para evitar el desplazamiento del eje, en el caso de arrastre por cinta, podemos ver
la figura 24 donde se han hecho un estrechamiento esférico en la zona donde se apoyará
el eje en los rodillos de los montantes, puntos A y B. También podemos ver la forma de
polea para alojar la cinta de arrastre.
Supongamos que debemos montar un rotor con unos rodamientos los cuales, según
el fabricante, permiten una excentricidad de 10 micras; está claro que el desequilibrio
admisible en el rotor no debe provocar un desplazamiento del eje superior a 10 micras;
en este caso debemos entrar en una calidad de equilibrado Q que nos asegure este
margen. El grado de calidad se representa mm/s que es la unidad que representa la
velocidad de desplazamiento de la excentricidad, del eje del rotor, provocada por el
desequilibrio. Este grado de precisión de equilibrado establecido comprende desde el G
0,4 mm/s hasta G 630 mm/s.
Ejemplo Nº1:
Para calcular el desequilibrio de tolerancia de un rotor que pesa 500 Kg, el radio
del lugar donde se añadirá peso es de 250 mm. y la velocidad de giro real (no la de la
equilibradora) es de 1500 r.p.m. debemos proceder como sigue:
Si corresponden 40 gramos por cada plano, debemos equilibrar cada uno de ellos por
debajo de esta cantidad, generalmente un 15% inferior al permitido calculado ya que a
la hora de realizar una verificación, generalmente solo se permitirá un margen máximo
del 15% superior a la cantidad calculada. Estos márgenes se contemplan para
compensar las diferencias existentes entre utillajes especialmente si se realiza la
verificación en una máquina diferente a la utilizada para equilibrar.
Ejemplo Nº2:
6º
Ahora solo nos falta saber cual es la indicación máxima con la que quedarán
equilibrados los rotores y para ello utilizaremos el dato del plano que nos dice que la
tolerancia es de 50 gr/mm ( o gramos/cm) lo cual significa que en el primer mm. de
radio es permitido dejar 50 gramos residuales, en el segundo mm. de radio 25 y así
sucesivamente; para saber cuanto nos es permitido dejar a un radio de 100 mm que es el
caso de nuestro rotor debemos dividir 50/100 y obtendremos 0,5 gramos que es la
tolerancia máxima admisible. En el caso de máquinas con montantes duros el sistema
es diferente pues este tipo de máquina indica directamente los gramos de desequilibrio
en el radio de compensación seleccionado. Para saber el grado de equilibrado Q, en
el que debemos incluir nuestro rotor, podemos observar los ejemplos de diferentes
rotores que se muestran en la tabla siguiente y que nos facilitaran la selección del grado
requerido.
Q 0,4 alta Rotores para rectificadoras de alta precisión, ejes de discos y rodetes.
precisión
Supongamos que debemos montar un rotor con unos rodamientos los cuales, según
el fabricante, permiten una excentricidad de 10 micras; está claro que el desequilibrio
admisible en el rotor no debe provocar un desplazamiento del eje superior a 10 micras;
en este caso debemos entrar en una calidad de equilibrado Q que nos asegure este
margen. El grado de calidad se representa mm/s que es la unidad que representa la
velocidad de desplazamiento de la excentricidad, del eje del rotor, provocada por el
desequilibrio. Este grado de precisión de equilibrado establecido comprende desde el G
0,4 mm/s hasta G 630 mm/s.
Ejemplo Nº1:
Para calcular el desequilibrio de tolerancia de un rotor que pesa 500 Kg, el radio
del lugar donde se añadirá peso es de 250 mm. y la velocidad de giro real (no la de la
equilibradora) es de 1500 r.p.m. debemos proceder como sigue:
Si corresponden 40 gramos por cada plano, debemos equilibrar cada uno de ellos por
debajo de esta cantidad, generalmente un 15% inferior al permitido calculado ya que a
la hora de realizar una verificación, generalmente solo se permitirá un margen máximo
del 15% superior a la cantidad calculada. Estos márgenes se contemplan para
compensar las diferencias existentes entre utillajes especialmente si se realiza la
verificación en una máquina diferente a la utilizada para equilibrar.
Ejemplo Nº2:
6º
Ahora solo nos falta saber cual es la indicación máxima con la que quedarán
equilibrados los rotores y para ello utilizaremos el dato del plano que nos dice que la
tolerancia es de 50 gr/mm ( o gramos/cm) lo cual significa que en el primer mm. de
radio es permitido dejar 50 gramos residuales, en el segundo mm. de radio 25 y así
sucesivamente; para saber cuanto nos es permitido dejar a un radio de 100 mm que es el
caso de nuestro rotor debemos dividir 50/100 y obtendremos 0,5 gramos que es la
tolerancia máxima admisible. En el caso de máquinas con montantes duros el sistema
es diferente pues este tipo de máquina indica directamente los gramos de desequilibrio
en el radio de compensación seleccionado. Para saber el grado de equilibrado Q, en
el que debemos incluir nuestro rotor, podemos observar los ejemplos de diferentes
rotores que se muestran en la tabla siguiente y que nos facilitaran la selección del grado
requerido.
Q 0,4 alta Rotores para rectificadoras de alta precisión, ejes de discos y rodetes.
precisión
MAQUINAS DE SOPORTES OSCILANTES Y RIGIDOS
Cuando se hace girar el rotor en una máquina oscilante, ésta pasa por el momento
de resonancia lo cual provoca unas oscilaciones de elevada magnitud que no son aptas
para la medición del desequilibrio y que pueden superar el límite del recorrido del
montante pero, una vez superada esta velocidad de resonancia la medición es sencilla y
normal; generalmente este tipo de máquinas dispone de un blocaje del balancín que lo
libera cuando se supera la velocidad de resonancia y se alcanza la velocidad de medida.
El proceso de equilibrado consiste en realizar una medida y comprobar el lado que
indica mayor desequilibrio y proceder a su corrección, a continuación se procede a
equilibrar el otro lado del rotor; después de equilibrar el segundo plano se podrá
comprobar que el plano equilibrado en primer lugar ya no está equilibrado pues el
desequilibrio de un plano influye en el otro y viceversa.
Este proceso se puede corregir cuando el equilibrado se realiza con una máquina
computarizada pero en todo caso se realizaran 3 lanzamientos en la primera pieza y en
las piezas restantes solo se realiza un lanzamiento siempre que éstas sean iguales; con
las electrónicas computarizadas el ajuste del rotor queda grabado asociado al tipo de
rotor utilizado y ya no es necesario un nuevo ajuste pues en fechas posteriores puede
reclamar los datos grabados para equilibrar de nuevo el mismo modelo de rotor. En el
caso de máquinas verticales de equilibrado estático, el proceso se simplifica a un solo
plano pero el ajuste previo sigue siendo necesario si deseamos una indicación del
desequilibrio en una unidad concreta de medida.
Según la construcción de los montantes, hemos visto antes que las máquinas
pueden ser oscilantes o rígidas, pero además los montantes según su construcción
pueden ser:
En general una máquina equilibradora debe ser comprobada al menos una vez al
año incluso si se considera que funciona correctamente. Esta comprobación debe ser
realizada por personal experto que conozca la técnica del equilibrado y tenga claros los
conceptos de dicha técnica.
En nuestro caso la norma a la que debemos atenernos para construir un rotor patrón
para nuestra máquina equilibradora es ISO 2953 que nos indica las medidas correctas y
el mecanizado adecuado para la situación de pesos de prueba además del procedimiento
a seguir para realizar dichas pruebas. A continuación se detallan las pruebas mas
importantes a realizar en una máquina equilibradora para comprobar su buen
funcionamiento:
a - Desfasadas 180
b - En el mismo plano horizontal
c - En un mismo plano
d - En la misma posición angular
Una forma mas rápida, sin necesidad de realizar el gráfico, es calcular la media
aritmetica de todos los valores leidos y verificar que estan comprendidos el 0,88 y el
1,12 del valor medio calculado.
Realización de la prueba:
_______________________________________________________ FECHA:
10
11
OBSERVACIONES:_______________________________________________
______________________________________________________________
______________________________________________________________
LUGAR DE LA PRUEBA:
REALIZADA POR:
Son muchos y muy diferentes los tipos de rodillos que se utilizan en la fabricación
y tratamiento del papel; aquí vamos a tomar como muestra el tipo que podemos ver en
la figura, que consta de un cilindro, dos tapas que forman cuerpo con el cilindro y
servirán de eje y además lleva un recubrimiento especial para el tratamiento de papel.
Este tipo de rodillos, debido a su construcción y medidas, a ciertas velocidades
altas pierden la característica de rígidos y presentan una flexión que en ocasiones
equivalen a un desequilibrio estático muy considerable (ver capítulo Rotores rígidos y
flexibles). La flexión en este tipo de rotores causa grandes problemas en las máquinas
donde van instalados si no se compensa correctamente; este problema es lo que vamos a
intentar resolver, de la forma mas práctica posible, en este capítulo.
Casos prácticos: Los casos que se muestran a continuación son el resultado del
asesoramiento y de la práctica personal del autor en muchas empresas diferentes
dedicadas a la fabricación de rotores de todo tipo y forma, transmisiones de camión y
turismo, rodillos para manipular la piel, rotores eléctricos, donde la práctica coincide
con la teoría, pero no siempre. Veamos un posible caso de un rodillo que colocamos en
la equilibradora, figura 53, y la electrónica de medición nos muestra, a bajas
revoluciones, el desequilibrio de cada lado por separado y además nos muestra un
desequilibrio estático muy grande (las electrónicas modernas muestran las tres
medidas a la vez) debido a que los ángulos de los dos lados están muy próximos.
Como norma general colocamos un peso a cada lado M1 y M2 tal como nos indica el
equipo de medición, que en este caso suelen coincidir en ángulos próximos, si no
iguales. El rotor queda equilibrado a bajas revoluciones pero cuando lo lanzamos a las
revoluciones máximas de trabajo, comprobamos que los indicadores del equipo medidor
nos muestran un desequilibrio enorme a medida que nos acercamos a la velocidad de
flexión del rodillo (figuras 54 y 55 ). Para corregir el efecto de la flexión, lo mejor
posible, procedemos de la siguiente forma:
Colocamos un peso M3 en el centro del rodillo para compensar la flexión a la
velocidad alta o velocidad de flexión, pero como este peso M3 provocaría un
desequilibrio a velocidades bajas, cuando no hay flexión, debemos compensarlo a su
vez con dos pesos M4 y M5 que cada uno corresponde a la mitad de M3 (figura 56 ).
M3 en el centro del rodillo provoca un efecto "contra flexión" pero M4 y M8
influyen muy poco en la flexión debido a que se colocan en los extremos del rodillo
para que solo compensen a M3 estáticamente. Otra forma de realizar el equilibrado
del rodillo que tratamos, es decir con un desequilibrio inicial estático es como se
muestra en las figuras siguientes.
Como concepto general debemos tener presente que en los rotores de gran longitud
y construidos huecos como los tratados aquí, generalmente su desequilibrio está
repartido de forma regular y es por eso que conviene equilibrarlos en la longitud de su
cuerpo y no en los extremos ya que cuando se acercan a una velocidad aproximada a la
mitad de la resonancia los momentos interiores podrían generar una flexión muy grande.
Tal como se muestra en las figuras anteriores es como se evita mejor la posibilidad de
flexión. Al colocar los contrapesos para el equilibrado nos encontramos que los rodillos
deben permanecer lisos en su superficie y no es posible colocarlos por fuera; en el caso
de colocarlos en los planos extremos se resuelve fácilmente ya que se puede actuar en
las tapas que hacen de eje (figuras 62 ,64), pero el contrapeso del centro debemos
colocarlo en el interior del rodillo (tubo) y esto es un poco mas problematico.
La solución que presentaremos aquí es una de las muchas que se pueden diseñar y
por tanto no puede ser considerada como única, ni siquiera como la mejor, pero ha sido
comprobada y podemos asegurar que es muy efectiva. Consiste en construir un disco,
según el tamaño del rodillo, donde se sujetará el contrapeso y que luego se introduce en
el interior del cilindro dejándolo fijo a la distancia convenida.
En la figura 59 vemos un disco, con varios agujeros, que se ha cortado por la mitad
y luego se ha unido mediante dos muelles.
Este disco nos servirá para colocar el contrapeso necesario en el interior del tubo
en cualquier parte de su longitud.
Los orificios marcados con las letras A y B están roscados para introducir unas
barras muy largas, También roscadas, que nos servirán para transportar el disco por el
interior del tubo hasta el centro u otra zona que deseemos y el agujero C es para colocar
el contrapeso E, en forma de barra, para el equilibrado. El agujero F esta hecho de
forma que con un tornillo allen de cabeza cónica y una tuerca También cónica podamos
expandir el disco en sentido radial y apretarlo contra la superficie interior del cilindro
para que quede sujeto.
En la figura 60 podemos ver las manetas transportadoras, roscadas, que se sacaran una
vez sujeto el disco, una llave allen con el mango muy largo para llegar desde fuera al
disco y apretar el tornillo y tuerca cónicos, y el contrapeso fijado con un tornillo
"prisionero" o bien soldado. El constructor debe tener en cuenta las medidas adecuadas
de acuerdo con sus necesidades ya que lo reflejado en las figuras anteriores solo es un
boceto para representar la idea; en la página siguiente podemos ver otras formas de
añadir contrapesos.
Proceso: Generalmente primero se mide el desequilibrio, luego se saca una de las tapas-
eje, después se coloca el disco, a continuación se vuelve a colocar la tapa-eje y se mide
de nuevo el desequilibrio. Conviene que la zona donde se coloca el disco esté torneada.
Diferentes formas de equilibrar rodillos huecos en los que la superficie externa debe
permanecer lisa.
EL EQUILIBRADO Y LA NECESIDAD DEL MISMO
Cada vez las máquinas se construyen mas rápidas y mas ligeras, es por eso que, si
están sin equilibrar, se presentan fuerzas y momentos centrífugos que dependiendo de su
magnitud provocan vibraciones que pueden aflojar tornillos y tuercas, además de
presiones en los cojinetes o rodamientos llegando en ocasiones a la rotura de los mismos
por la fatiga del material; además provocan ruidos muy molestos y perturbadores del
bien estar de las personas.
A medida que las máquinas se hacen mas rápidas, el equilibrado debe ser mas
preciso ya que las fuerzas centrífugas aumentan en proporción al cuadrado de la
velocidad; especialmente es necesario su equilibrado para que no presenten problemas
en el momento de atravesar la zona de resonancia de las partes que componen la
máquina incluida la zona de anclaje de la misma.
Cuando conducimos nuestro coche con las ruedas desequilibradas, al llegar a una
velocidad entre 90 y 130 Km/h, el volante trepida de forma violenta debido a las fuerzas
centrífugas que el desequilibrio provoca en las ruedas.
Por todo lo expuesto podemos ver que el equilibrado de las partes rotatorias de las
máquinas nos conviene por técnica, bienestar y por economía. En principio las piezas
que se deben equilibrar son "todas las que giran" que son muchas y muy variadas: