EL INDIO,
LA SERPIENTE Y EL COYOTE
(CUENTO)
El terremoto fue espantoso. Animales e indios salian de sus
casas, Las sacudidas eran cada vez més fuertes. La tierra se abria
fragando todo cuanto encontraba a su paso. Por fin, una sacudida
mayor que las demds puso término a tan terrible acontecimiento.
Una enorme serpiente habia quedado prensada bajo un gigan-
tesco roble. Todo cuanto hacia por salir de alli era invtil. Se retor-
cia, se desesperaba, hacia esfuerzos enormes, pero nada. Estaba
ya dispuesta a morir cuando oyé unos pasos que se acercaban.
Sintié una enorme alegria al ver a un viejo indio dirigirse hacia
el Grbol.
—Socorro! Sdlvame, buen hombre!
El indio se paré y miré hacia todos lados. —Una serpiente—
grité asustado.
—No tengas miedo, no te haré dafio, salvame que me estoy
muriendo. Te serviré toda la vida si lo haces..
42Después de pensarlo un rato, el indio tomé su hacha y se puso
a cortar el drbol. Por fin la serpiente se sintid libre. Se retorcid.
Se arrastré alrededor del indio. Tenia todo el cuerpo dolorido.
—Tengo hambre —le dijo— dame algo de comer.
El indio le contesté que él no tenia nada que darle. Entonces,
la malvada serpiente le amenazé con comérselo si no le daba otra
cosa con qué lIlenar su estémago. El indio se asusté muchisimo y le
dijo que cémé era posible que le fuera a pagar con un mal tan
grande, todo el bien que le habia hecho.
—¢Acaso no sabes que esa es la ley de la selva? Todo bien
que se haga se pagacon un mal. Alistate pues que te voy a comer.
El pobre indio no podia creer esto y le propuso que fueran a
buscar algunos animales de la selva para preguntarles.. La culebra
acepté y se pusieron en camino. Al poco rato encontraron un ve-
nado, una zorra y un coyote.
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