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La oratoria, como discurso oral, se distingue por ser un procedimiento retórico orientado a
mover los ánimos de un auditorio en favor de un argumento o idea, que es expuesto, sopesado
y defendido por un orador.
Como tal, se desarrolló en Grecia, donde era utilizada como instrumento para alcanzar
prestigio y poder político. Para Sócrates, el orador debía ser una persona instruida y movida
por los más altos ideales.
La oratoria es un aspecto muy trabajado por los políticos, líderes empresariales, figuras
públicas y del entretenimiento, así como por los docentes y los líderes religiosos.
TIPOS DE ORATORIA
Oratoria política
Como oratoria política se denomina aquella que se refiere a todas las cuestiones
relacionadas con el gobierno. Se fundamenta en las ideas políticas y tiene como objetivo
persuadir a las personas de aquello que, desde el punto de vista del orador, es útil y
provechoso y de lo que no lo es. Es común en asambleas y mítines, especialmente en épocas
electorales para convencer a los votantes.
Oratoria pedagógica
PARTES DE UN DISCURSO
EXORDIO
Busca hacer al auditorio benévolo, atento y dócil. Su función es señalizar que el discurso
comienza, atraer la atención del receptor, disipar animosidades, granjear simpatías, fijar el
interés del receptor y establecer el tema, tesis u objetivo. Es necesario afectar modestia para
capturar la simpatía del público y explotar su tendencia a identificarse con quien está en
apuros o es débil.
EXPOSICIÓN
O NARRACIÓN:
La narratio, desarrollo o exposición es la parte más extensa del discurso y cuenta los hechos
necesarios para demostrar la conclusión que se persigue. Si el tema presenta subdivisiones,
es preciso adoptar un orden conveniente (partitio o divisio). En la partitio tenemos que
despojar al asunto de los elementos que no nos conviene mencionar y desarrollar y amplificar
aquellos que sí nos convienen. Los recursos estilísticos que se suelen usar en la partitio son
taxis, merismo, diéresis, diálisis, eutrepismo, prosapódosis, hipozeuxis y distributio.
Esta sección enseña al público los puntos fuertes que vamos a defender. Se persigue la
brevedad (no aburrir al auditorio, no traspasar el umbral de atención del público y evitar la
desproporción entre discurso y tema), la claridad (es imposible convencer al público si no se
ha enterado de lo que se trata, aunque literariamente la oscuridad y ambigüedad puede ser un
mérito) y la verosimilitud (ya dijo Aristóteles que es preferible lo falso verosímil a lo
verdadero inverosímil). No hay que hacer increíbles unos hechos ciertos y el abogado que
haga creíbles unos hechos falsos logrará que el jurado vote por su cliente. En este punto la
ética no tiene nada que ver con la retórica. En el mundo literario, el principio de verosimilitud
es importantísimo, ya en estética realista o fantástica. En la exposición se incluye una serie
de circunstancias: quién (quis), qué (quid), cuándo (quando), cómo (quemadmodum), dónde
(ubi), por qué (cur), con qué medios (quibus auxiliis). Hay que interrumpir la exposición con
breves digresiones que impidan la monotonía aliviando la tensión del auditorio y actuando
sobre él de forma complementaria.
ARGUMENTACIÓN:
Es la parte donde se aducen las pruebas que confirman la propia posición revelada en la tesis
de la exposición (confirmatio o probatio) y se refutan las de la tesis que sostiene la parte
contraria (refutatio o reprehensio), dos partes que Quintiliano considera independientes, de
forma que para él el discurso forense tendría cinco. La confirmación exige el empleo de
argumentos lógicos y de las figuras estilísticas del énfasis; los de la refutación serían por el
contrario metástasis, contrarium, contradicciones, el progymnasma de la refutación. También
es un lugar apropiado para el postulado o enunciado sin prueba, siempre que no debilite
nuestra credibilidad, para lo cual hay que recurrir al postulado no veraz pero plausible
(hipótesis), a fin de debilitar al adversario desorientando su credibilidad; lo mejor en ese caso
es sugerirlo y no decirlo. Se recurre a una lógica retórica o dialéctica que no tiene gran cosa
que ver con la lógica científica, pues su cometido no es hallar la verdad sino con-vencer. Se
funda más en lo verosímil que en lo verdadero, de ahí su vinculación con la demagogia. Para
los discursos monográficos enfocados a la persuasión, convienen las estructuras gradativas
ascendentes. En el caso del discurso periodístico, la tendencia a abandonar al principio del
lector recomienda el uso de la estructura opuesta: colocar lo más importante al principio. La
retórica clásica recomienda para los discursos argumentativos monográficos el orden
nestoriano, el 2,1,3: esto es, en primer lugar los argumentos medianamente fuertes, en
segundo lugar los más flacos y débiles y en último lugar los más fuertes.
PERORACIÓN:
Es la parte destinada a inclinar la voluntad del oyente suscitando sus afectos, recurriendo a
móviles éticos o pragmáticos y provocando su compasión (conquestio o conmiseratio) y su
indignación (indignatio) para atraer la piedad del público y lograr su participación emotiva,
mediante recursos estilísticos patéticos (accumulatio, anacefalaeosis, complexio, epanodos,
epifonema, simperasma, sinatroísmo); incluye lugares de casos de fortuna: enfermedad, mala
suerte, desgracias… Resume y sintetiza lo que fue desarrollado para facilitar el recuerdo de
los puntos fuertes y lanzar la apelación a los afectos; es un buen lugar para lanzar un elemento
nuevo, inesperado e interesante, el argumento-puñetazo que refuerce todos los demás creando
en el que escucha una impresión final positiva y favorable.
EJEMPLOS
Ejemplos de discurso:
Ejemplo de discurso de ceremonia de graduación
Estimado público,
Me encuentro hoy ante ustedes para presidir la ceremonia de graduación de nuestros futuros
médicos. La medicina, como todos sabemos, es una carrera que conlleva un sinnúmero de
sacrificios y un estudio perpetuo. Ser médico, lograr este título, no es un final sino un
comienzo.
Así pues, los graduados que hoy se encuentran ante ustedes han empezado apenas su camino.
La universidad fue la ruta que siguieron por un tiempo, pero de ahora en adelante le toca a
cada uno de ellos construir su camino. Este título que hoy obtienen merecidamente es a la
vez una promesa y un compromiso de por vida. Se comprometen, al aceptarlo, a hacer buen
uso de él, a servir y ayudar a la comunidad, a utilizar sus conocimientos en provecho de la
humanidad, a seguirse formando, educando y actualizando, pues ser médico es una elección
que se hace de por vida.
Una vez señalado esto, no me queda más que felicitarlos por el esfuerzo otorgado y por los
resultados que obtienen ahora. Felicidades, estimados graduados, por el escalón que hoy
ascienden. ¡Enhorabuena!
FUNCIÓN DE LA ORATORIA
La oratoria cuenta con ciertas funciones u objetivos básicos, sus tres funciones principales
son: relacionarse, expresarse e influir. El objetivo de relacionarse refiere al hecho de crear un
vínculo con la audiencia ya sea transitorio o duradero. La función de expresarse hace hincapié
en la posibilidad de la oratoria para exponer o compartir tanto ideas como pensamientos y
sentimientos. Y por último su función de influir refiere a modificar la percepción, la actitud
o la forma de actuar de los interlocutores.
Para lograr un resultado efectivo el orador debe dominar 100% su presentación. Para ello es
fundamental preparar la exposición, recopilar información, seleccionar un tema interesante
y entretenido para el interlocutor, y adaptar la presentación según el tipo de público. Luego
de la presentación, el orador debe estar preparado para las preguntas, para ello puede ser muy
útil preparar un listado con los posibles interrogantes que puede llegar a hacer la audiencia.
CARACTERÍSTICAS PARA SER UN ORADOR EFICAZ
1. Según el Orador:
Conocimiento: tener el mayor conocimiento sobre el tema que escogerá para ser
manifestado.
Integridad: el orador debe ser íntegro.
Confianza: el orador debe tener plena confianza de sí mismo.
Destreza y Habilidad: un orador debe tener destreza y habilidad frente a su público.