You are on page 1of 14

Nutrición

13 trucos para preparar el mejor pollo asado


¡Con estos consejos lograrás un pollo asado perfecto! Solo tienes que ponerlos en práctica y el
éxito estará asegurado.
El pollo asado o el pollo al horno es uno de esos platos típicos y clásicos de cualquier cocina que reúnen a toda la
familia en torno a la mesa y que gustan a todo el mundo. En todas las gastronomías del mundo podemos
encontrar una gran cantidad de recetas de pollo al horno muy diferentes, aunque todas igual de sabrosas: pollo asado al
limón, pollo asado a la cerveza, pollo asado al curry, pollo al horno con especias, etc…

Preparar un pollo asado parece muy fácil –uno podría pensar que con meter la carne al horno es más que suficiente-pero
lo cierto es que lograr que la piel quede crujiente, que la pechuga quede jugosa y que la carne quede asada de
forma uniforme y sabrosa tiene su aquel… Por ejemplo, se debe empezar por elegir un pollo de un tamaño adecuado,
que al asarlo no quede ni seco ni poco hecho. Después, al condimentarlo, se debe prestar especial atención a la sal y a la
pimienta, a si lo atamos o no, o al tiempo y temperatura de horneado... También merece la pena tener en cuenta algunos
consejos clásicos “de abuela”, como el de colocar medio limón en el interior del pollo para hacer que este esté más
hidratado y coja más sabor al cocinarse, o el de untar un poco de mantequilla aromatizada bajo la piel, para que
las pechugas queden más jugosas.

El pollo al horno, además de ser una receta deliciosa, también puede ser ligera. 100 gramos de pollo asado con piel te
aportarán unas 240 calorías, por las 180 que obtendrás si lo comes sin piel. Además, el pollo es fuente de proteínas
de alta calidad biológica, y si lo acompañas con verduras, también consumirás los minerales y vitaminas propios de
este grupo de alimentos. Puedes disfrutarlo por tanto sin preocupaciones –aunque siempre con moderación-.

Así que si te apetece preparar un rico pollo asado de la mejor manera posible, toma nota de estos 10 sencillos trucos a
la hora de prepararlo. ¡Conseguirás un plato riquísimo que hará las delicias de todos tus comensales!

Cristina Cañedo

Ver 13 fotos
Elige el pollo adecuado
Cuando vayas a preparar un pollo asado, lo más recomendable es comprar un pollo limpio y asarlo entero, sin
trocear. Intenta escoger un pollo de tamaño mediano, de no más 2 de kilos. Si utilizas uno muy pequeño
quedará seco, y si utilizas uno muy grande quizás no se haga bien.
Salpimenta también el interior
Además de salpimentar el pollo por fuera, es importante salpimentar el interior del mismo. De esta forma, el
sabor del aderezo irá directamente a la carne, sobre todo a partes como la pechuga.

Publicidad
¿Cuál es el mejor aliño?
Aunque la sal y la pimienta son más que suficientes para que el pollo quede riquísimo, también se pueden
utilizar más condimentos para aliñar la carne. El chef Jamie Oliver, por ejemplo, utiliza cúrcuma, cilantro, chile
rojo picado, jengibre y comino en polvo. Puedes experimentar con numerosas especias: ajo, tomillo, albahaca,
orégano, nuez moscada...
Mantequilla bajo la piel
Un truco muy extendido consiste en colocar un poco de mantequilla entre la piel del pollo y la carne, para que,
cuando se meta al horno, ésta se derrita e impregne a la carne. Con esto se puede evitar que algunos trozos
que son propensos a quedarse secos, como la pechuga, queden mucho más jugosos y tiernos.
No ates el pollo
Hornear el pollo bridado o atado puede resultar más estético, puesto que los muslos y las alas quedan pegadas
al cuerpo. Sin embargo, algunos chefs, como Helston Blumenthal, consideran que esta práctica impide que se
cocinen correctamente algunas partes, como la cara interior de los muslos. ¡Mejor que lo prepares sin atar!

Publicidad
Frota la carne con agua y aceite
Antes de meterlo al horno, frota el pollo con un poco de agua o aceite de oliva. Esto hará que mantenga algo de
humedad y que no se seque demasiado.
Utiliza medio limón
Un consejo típico de abuelas y muy eficaz. Introduce medio limón en el interior del pollo para que lo hidrate y
coja sabor. Si en casa tienes hierbas aromáticas, también puedes cortar una ramita de romero o tomillo e
introducirla junto con el limón. El famoso Gordon Ramsay le coloca también una cebolla cortada en dos
mitades.
No abuses del jugo
Un error muy habitual a la hora de preparar pollo asado consiste en llenar la bandeja o el recipiente donde se
asará la carne de agua, vino, aceite u otros líquidos. Sí que se debe echar algo de liquído para que el pollo no
quede seco, pero si te pasas con la cantidad, el pollo quedará más cocido que asado.

Publicidad
La temperatura y el tiempo ideal
El tiempo de horneado del pollo varía dependiendo de su peso. Por cada kilo de pollo debes hornear unos 45
minutos. Si usas un pollo de 2 kilos, deberás hornearlo, por tanto, durante 90 minutos. El horno debe estar a
una temperatura de entre 180 y 200 grados.
Gíralo cada cierto tiempo
Un paso fundamental para que el pollo quede asado de manera uniforme es darle la vuelta cada 15 o 20
minutos. Martín Berasategui, uno de los chefs españoles más famosos, sigue una rutina muy definida a la hora
de colocar y asar el pollo: primero lo asa por cada costado durante 15 minutos, después lo coloca con la
pechuga hacia arriba durante 10 minutos más, y finalmente, lo asa otros 10 minutos con la pechuga hacia
abajo.
Acompáñalo con patatas...
El mejor acompañamiento para el pollo asado son las patatas al horno, asadas junto a la carne. Son una
guarnición deliciosa, que contiene mucha menos grasa -y que por ello son mucho más saludables que las
clásicas patatas fritas- y además, están repletas de sabor.

Publicidad
... o verduras asadas
Las verduras asadas o a la plancha también combinan estupendamente con el pollo asado. Te recomendamos
que optes por tomates, berenjenas o pimientos (tanto verdes como rojos), que le aportarán todavía más sabor
al plato.
Para personas con prisa
Aquellas personas que tienen prisa y no disponen de mucho tiempo para cocinar también tienen una
alternativa: en el supermercado se pueden encontrar pollos asados envasados, listos para comer. Para
prepararlos, basta con hacer unos agujeros en el envase y meterlo unos 10 minutos en el microondas. El
resultado es sorprendentemente delicioso y puede sacarte de un apuro...

Continúa viendo nuestras galerías...

You might also like