You are on page 1of 16

UNA LIMITACIÓN DE LA CAPACIDAD PATRIMONIAL

DE LA MUJER EN EL ÁMBITO SUCESORIO:


LA LEX VOCONIA

A PATRIMONIAL CAPACITY LIMITATION


OF WOMEN IN THE SUCCESSION FIELD:
LEX VOCONIAM

Resumen: En un momento de la historia de Roma en el que sus mujeres


habían alcanzado no sólo la titularidad de los derechos sino la
capacidad para ejercerlos, se produce una reacción impulsada
por el sector conservador de la aristocracia, para que el poder
político ponga freno a esta situación que hacia peligrar la he-
gemonía masculina y las costumbres tradicionales del pueblo
romano. Para ello y centrado en el ámbito hereditario y, en
concreto, en el de la sucesión testamentaria, se promulgó la
Lex Voconia con la que se limitó la capacidad sucesoria de la
mujer. A dicha ley nos referimos en la presente exposición.
Palabras clave: Mujer, capacidad sucesoria, sucesión testamentaria,
lex, limitación.

Abstract:At a time in Rome history where women reached not only the
ownership of rights but the ability to exercise them, there is a
reaction driven by the conservative sector of the aristocracy,
that political power curbed the threatening situation to male
hegemony and traditional habits of the Roman people. This
focused on the hereditary field and, specifically, in the probate,
Lex Voconian, which limited the ability of women inheritance,
was enacted. We refer to this law in this exposition.
Keywords: Woman, succession capacity, probate, lex, limitation.
56 M ª Eugenia Ortuño Pérez

Sumario: 1. Presentación.- 2. Contexto Histórico.- 3. La ley.- 4. Catón


el censor y su apoyo a favor de la ley.- 5. Causas y motivos
que pudieron llevar a su promulgación.- 6. Contenido de la
ley.- 7. Momento en el que dejó de aplicarse.

1. PRESENTACIÓN1

La costumbre romana imponía a un buen pater familias púber la


necesidad de hacer testamento, con la finalidad de no verse obligado
a tener que acudir a la sucesión ab intestato. La libertad de testar era,
en un principio, plena.
Los acontecimientos sociales llevaron a que dicha libertad se
viera restringida respecto de la sucesión testamentaria, en relación
a la posibilidad de instituir heredera a la mujer y a la disposición de
legados. Para ello se promulgó la Lex Voconia de hereditatibus mu-
lierum2, que, como se verá, se trata de una ley que pretende limitar la
capacidad sucesoria de la mujer, en un momento histórico calificado
por algunos autores como de emancipación de la misma3. Se quiso
frenar la autonomía que, progresivamente, iba alcanzando, a la vez
que limitar su capacidad patrimonial. Así se evitaría también que di-
cha autonomía la situara por encima de los hombres, manteniéndose
así las costumbres romanas.
Por otra parte, la ley pretende preservar la institución de herede-
ro y, por consiguiente, la eficacia del testamento, estableciendo que
nadie pueda recibir en concepto de legado más que lo que reciban los
herederos.

1
(Mulier. Algunas Historias e Instituciones de Derecho Romano. (Madrid, 2014).
2
Gai 2, 226.Cfr., ROTONDI, G., Leges publicae populi romani. (Hildesheim
- Zürich - New York, 1990), p. 283-284. Plinio, Pan.42; Quintiliano, declamat.264.
Cic., en Verrem.2,1,44,113 y 2 1,110. Gellio dice que la ley trató de limitar el ex-
cesivo lujo de las mujeres (Gellio 20,1,23) y también Polibio 32,12,3, entre otros.
Cfr., TORRENT RUIZ, A., Voz: “Lex voconia testamentaria”, en Diccionario de
Derecho Romano. (Madrid, 2005), p. 634. GUTIERREZ ALVIZ, F., Voz: “Lex Vo-
conia”., en Diccionario de Derecho Romano. (Madrid,1982), p. 382.
3
PEPPE,L., Posizione giuridica e ruolo sociale della donna romana in età
repubblicana. (Milano,1984), pp. 40 ss.
Contribuciones al derecho romano de sucesiones y donaciones 57

2. CONTEXTO HISTÓRICO

La Lex se promulgó en el año 169 aC, (S.II aC), en el seno del


sistema político republicano, cuando el Estado patricio-plebeyo es-
taba plenamente configurado y la oligarquía se había hecho con el
gobierno tras completar la conquista de Italia en el año 265 aC. Fue
un período de expansión territorial y de conquista; había acabado ya
la II Guerra Púnica4.
Desde el siglo IV aC, el contacto con los pueblos de oriente, en
especial con Grecia, había provocado una progresiva transformación
en la sociedad y en la cultura romana, porque Roma quedó prendada
con las costumbres y con la formación de este pueblo que no tenía
parangón con los coetáneos de su época.
La influencia helénico-oriental se dejó sentir en todos los ámbitos.
Las ideas filosóficas, religiosas, políticas, económicas y culturales hi-
cieron mella en la sociedad aristocrática romana más avanzada. Junto
al cambio en el modo de vida, se produjeron mutaciones profundas en
las costumbres y en la psicología social, que se hizo particularmente
evidente en la vida familiar. La base patriarcal de la familia agnaticia
se vio perturbada por los cambios, ya que el poder del pater familias
se iba debilitado por los logros que progresivamente trataban de con-
seguir las mujeres. Éstas se habían propuesto sustraerse de la tutela a
la que estaban sometidas y, además, pretendían conseguir la libre dis-
posición de sus bienes. Dichas pretensiones no estaban contempladas
legalmente por lo que, para lograrlo, acudieron a diferentes subterfu-
gios, como es el caso de los matrimonios ficticios. Hubo una efectiva
emancipación femenina que permitió que se concentraran en sus ma-
nos grandes fortunas que les conferían una gran autonomía, situación
que no estuvo bien vista por todos los sectores de la sociedad5.
Las nuevas formas de vida y las nuevas costumbres se abrieron
camino en una dura lucha con las antiguas. Como afirma Castillejo6,

4
CASTILLEJO, J., Historia del Derecho Romano. Ed. e introducción de M.
ABELLAN VELASCO. (Madrid, 2004), pp.105 ss. ROLDÁN HERVÁS, J.M.,
Historia de Roma. I. La República Romana. (Madrid,1981), pp. 781ss, entre otros.
5
KOVALIOV,S.I., Historia de Roma. Ed. revisada y ampliada por D. PLÁ-
CIDO. (Madrid, 2007), pp. 344 ss.
6
CASTILLEJO,J., op.cit., p.112.
58 M ª Eugenia Ortuño Pérez

“se relajaron las costumbres patriarcales y la disciplina tradicional y


las mujeres se aficionaron a la emancipación y al lujo”.
Frente a ello, hubo una reacción del sector más conservador de la
aristocracia romana que no estaba dispuesto a consentir que se per-
dieran los principios y las costumbres de su pueblo. Se hizo frente
a dicha situación adoptando una serie de medidas que afectaron a
diversos ámbitos7. En especial, se combatió el lujo y la ostentación
en los actos sociales, como es el caso de los banquetes. Y también
se reguló la manera de vestir y el tipo de vida que debían llevar las
mujeres. Para ello se promulgaron una serie de leyes conocidas ac-
tualmente como leyes suntuarias8. Fueron medidas encaminadas
a mantener la identidad romana. Se quería preservar la austeridad
propia de sus costumbres y el papel tradicional de la mujer, pero
bajo esta apariencia no hay que descartar que existiera también un
trasfondo político-social, que vendría dado por el respeto que debía
tenerse a la población, sobretodo campesina, sobre la que pesaban
grandes cargas, al verse obligados a hacer frente a los gastos de las
diferentes guerras.
El contexto jurídico que envolvió a la mujer sui iuris en este pe-
ríodo fue la liberación de la tutela, aunque de hecho y no de derecho,
que progresivamente había ido adquiriendo carácter potestativo9.

7
Véase en este sentido, la prohibición a los filósofos y retóricos de residir en
Roma (año 161 aC).
8
Las leges sumptuariae fueron: Lex Metilia de Fullonibus (año 217 aC) que
combatía el lujo de los trajes; Lex Oppia Sumptuaria (año 215 aC) por la que se re-
primía el lujo excesivo en las mujeres, tanto en su vestimenta como en sus medios
de transporte, además de prohibir que la mujer poseyera más de una media onza de
oro; Lex Valeria Fundaria de lege Oppia abroganda (año 195 aC), que deroga la
anterior; Lex Orchia de Coenis (año 181 aC) por la que se limitaban los lujos y gas-
tos suntuarios en los banquetes, y el número de invitados; Lex Fannia Sumptuaria
(año 161 aC) que también combatió el lujo y los gastos ostentosos en las comidas;
Lex Didia Sumptuaria (año 143 aC) que extendió a toda Italia el ámbito de aplica-
ción de la Lex anterior e impuso las sanciones por incumplimiento a los invitados;
y, por último, la Lex Aemilia de Sumptibus et libertinorum suffragiis (año 115 a.C.)
por la que, entre otros extremos relativos al derecho de sufragio de los libertos, se
limitaron los gastos en vestidos. Cfr.: GUTIERREZ ALVIZ, F., op.cit., p. 362, 363,
380, 364, 346, 344 y 325, respectivamente.
9
PEPPE, P., op.cit., pp. 32 ss.
Contribuciones al derecho romano de sucesiones y donaciones 59

Además, se le reconoció capacidad testamentaria porque la concep-


ción de la herencia había cambiado al haber adquirido carácter patri-
monial10. A ello hay que añadir la aparición del testamento per aes et
libram11, con una estructura y con una función que permitía la parti-
cipación de la mujer al derivar de la mancipatio. Y, de la propia Lex
Voconia puede deducirse la testamenti factio de la mujer para recibir
bienes de la herencia de una sucesión testamentaria.

3. LA LEY

Se trata de un plebiscito12 que siguiendo la práctica de su época,


lleva el nombre del tribuno que lo propuso13, Quinto Voconius Saxa
y que fue apoyado por Catón14.
Como tal plebiscito fue presentado y aprobado en la asamblea
de la plebe que, al igual que los demás comicios, también gozaba de
facultades legislativas a pesar de estar compuesta sólo por los ple-
beyos15. En esta época se había producido ya la equiparación de los
plebiscitos a la ley como consecuencia de que, casi un siglo antes,
se había publicado la Lex Hortensia de plebiscitis (año 286aC) que
reconoció, de manera general, la obligatoriedad de los mismos para

10
MONACO, L., Hereditas e mulieres.(Napoli,2000), pp. 171 ss. CANTA-
RELLA, E., La mujer romana. (Santiago de Compostela,1991), pp. 34 ss.
11
Monaco entiende que la Lex Voconia presupone indirectamente la posibi-
lidad de instituir heredera a la mujer, por lo que da a entender que existía ya esta
forma testamentaria. Cfr.: MONACO, L., op.cit., pp. 173-174. En contra de esta
opinión, SOLAZZI,S., “Una data per la storia del testamento romano?”, en IURA 4
(1953), pp. 149 ss.
12
Plebiscitum es la deliberación propuesta por los tribunos y votada en los
concilia plebis. Gai 1,3.
13
Sobre la formación de la ley, cfr.: ROTONDI, G.,op.cit., p. 119 ss. SER-
RAO, F., Voz: Legge (Dir. Rom.), en Enciclopedia del Diritto. XXIII, Istit–Legge
(Varese, 1973).,p. 826. DE CHURUCA-MENTXAKA, R., Introducción Histórica
al Derecho Romano. (Bilbao, 1994), p. 82 ss.
14
Marcus Porcius Cato–Censorius 234 al 139 aC.
15
Sobre las funciones legislativas de las asambleas o comicios, cfr.: TORRENT
RUIZ, A., Derecho Público Romano y Sistema de Fuentes. 4ªed. (Zaragoza,1988)
pp.191 ss. DE MARTINO, F., Storia della Costituzione Romana.Vol.I. 2ªed. (Napoli,
1972), p. 456, entre otros.
60 M ª Eugenia Ortuño Pérez

todo el pueblo16. La equiparación fue completa y se reflejó en todos


los ámbitos. A partir de entonces, en el lenguaje oficial, el término
lex se utilizó también para referirse a los plebiscitos17. Ello justifica
la denominación de la Lex Voconia18.
Se trata de una lex publica aprobada en los comicios en, en este
caso y en esta época, en los concilia plebis tributa que, como se ha
indicado, tiene eficacia vinculante con carácter general19.
Unos siglos más tarde, en la obra postclásica Tituli ex corpore
Ulpiani20 se recogió una clasificación de las leyes en atención a si en
las mismas se habían fijado las consecuencias de su incumplimiento.
Se refiere a leyes prohibitivas. En ella se distingue entre: a) lex per-
fectae, que es la que prohibiendo un determinado acto, establece la
nulidad del mismo en caso de contravención, eliminando todos los
efectos que haya podido producir; b) lex minus quam perfectae, en
ella también se establece una prohibición y una pena o sanción en
caso de incumplimiento, sin que se anulen ni el acto ni sus efectos;
y c) lex imperfectae, cuando en la ley no se prevé ninguna sanción
directa en caso de no respetarse la misma21.
Basándose en dicha fuente, la doctrina actual ha tratado de deter-
minar en qué categoría podía encuadrarse la Lex Voconia. Han sido

16
AA.VV., Lineamenti di Storia del diritto Romano. Sotto la direzione di M.
TALAMANCA. 2ªed. (Milano,1989), pp. 216 ss. ROTONDI, G., op.cit., pp. 238–
241. TORRENT RUIZ, A., Voz: “Lex Hortensia de Plebiscitis”, en Diccionario.,
op, cit., p. 606–607.
17
D.1,2,2,8 (Pomp., Lib. Sing. Ench.). SERRAO, F.,Voz: Legge (Dir. Rom.),
op. cit., pp. 819 ss. CASAVOLA, F., y LABRUNA, L., “I concilia plebis e l’ equi-
parazione dei plebiscita alle leges”, en Liniamenti di Storia, pp. 273 ss.
18
Sobre el significado de la palabra Lex: Dizionario Epigrafico di Antichita
Romane. DE RUGGIERO, Vol. IV, Fasc. 22, voz: Lex, (Roma, 1956), pp.702 ss.
FUENTESECA, P., Historia del Derecho Romano. (Madrid, 1987), pp. 194 ss.
19
TORRENT RUIZ, A., Voz: “Leges Publicae”, en Diccionario, op.cit.,
p. 572-573.
20
Se trata de una obra postclásica, denominada también Ulpiani liber singula-
ris regularum (se cita con las abreviaturas Tit. Ulp. o Ulp. Reg.o Ulp.). En general,
existe una gran controversia a la hora de determinar que leyes han de encuadrarse
en una u otra categoría. Cfr.: ROTONDI, G., op. cit.,pp.153 ss. SERRAO, F., Voz:
Legge (Dir. Rom.), op. cit.,pp. 835 ss. Sobre la lex Voconia, cfr.: GUARINO, A.,
op. cit., pp. 261 ss. MONACO, L., op. cit.,pp. 195 ss.
21
Ulp. Reg., 1,1 y 2.
Contribuciones al derecho romano de sucesiones y donaciones 61

muchos los autores que se han ocupado de esta problemática, con


opiniones que comprenden todas las posibilidades debido a que no
ha llegado hasta nosotros ninguna referencia explícita de la ley sobre
las consecuencias de su incumplimiento22.

4. CATÓN EL CENSOR Y SU APOYO A FAVOR DE LA LEY

Este plebiscito fue apoyado y promovido por M. Porcio Catón,


apodado el Censor23, por haber ocupado esta magistratura junto a
su colega y promotor político Lucio Valerio Flaco24. Catón fue un
acérrimo defensor de las costumbres y de la sencillez y austeridad

22
KASER, M., “Ueber Verbotsgesetze und verbotswidrige Geschäfte im rö-
mischen Recht”, en SAW. Wien, pp. 50 ss. ID., Das Römische Privatrecht.1. 2ª ed.
(München, 1971), pp. 249-250. LABRUNA, L., “Astronomi e storici: due leggi
“immaginarie” nella pro Rhodiensibus di Catone?”, en Atti Acc. Pontaniana n.s.
30 (1981) pp. 339 ss., en especial, pp. 436 ss. GUARINO, A., “Lex Voconia”, en
Labeo 28 (1982), pp.188 ss., también recoge las opiniones descritas.
23
Marco Porcio Catón (234 aC–149 aC). Político, escritor y militar romano.
También se le conoce con el apodo del “el Viejo” para diferenciarlo de su biznieto
Marco Porcio Catón “el Joven”. Fue cónsul en el año 195 aC y censor en 184 aC.
BÜCHNER, K., Historia de la Literatura Latina. Trad. esp., (Barcelona, 1968),
pp. 89 ss.
24
Su origen campesino y humilde no le impidió hacer fortuna y seguir el cur-
sus honorum necesario para ocupar el cargo de censor, ya que el acceso a esta ma-
gistratura era el máximo honor al que podía aspirar un romano. Entre otras funcio-
nes tenía encomendada la conservación de las buenas costumbres romanas –cura
morum– con lo que podía controlar cualquier tipo de acto que pudiera interpretarse
como una contravención de las mismas, como por ejemplo, el exceso de lujo. Del
incumplimiento podía derivar la nota censoria Además, ejercía la función de ela-
borar y renovar el censo de ciudadanos. Para ello, se servia de las propias declara-
ciones de los ciudadanos sui iuris respecto de su situación familiar, los clientes que
patrocinaban, sus armas, los bienes de su propiedad, como los bienes inmuebles,
ganado, esclavos, etc. En atención a todo lo declarado, el censor incluía a dichos
ciudadanos en una categoría u en otra. También tenía facultades administrativas
y, a partir de la lex Ovinia (312 ó 286? aC) elegía a las personas que debían cubrir
las vacantes producidas en el Senado –lectio senatus–. Cfr.: DE CHURUCA, J. –
MENTXAKA, R., op. cit., p. 75. TORRENT RUIZ, A., Derecho Público…op. cit.,
pp. 170 ss. ID., Voz: “Lex Ovinia”, en Diccionario, op. cit.,p. 618. KOVALIOV, S.
I., op. cit., pp. 343 ss.
62 M ª Eugenia Ortuño Pérez

del modo de vida romano. Esta manera de vivir se vio afectada por
la asunción de la cultura griega por parte de la clase aristocrática
y de sus costumbres basadas, fundamentalmente, en la ostenta-
ción y el lujo. El censor no admitía las innovaciones y la corrup-
ción que ello podía comportar25 y se opuso con todos sus medios a la
helenización.
Movido por sus propias convicciones y por las circunstancias de
crisis económica que padecían, especialmente los campesinos, pro-
pugnó, siendo censor, la austeridad.
Las palabras y argumentos utilizados por Catón para apoyar la
promulgación de la Lex Voconia fueron recogidos por A. Gellio 26.
El caso que plantea es el siguiente: Se trata de una mujer casada que
aporta una gran dote y es propietaria de una ingente riqueza. Le pres-
ta dinero con intereses al marido y después se enfada con él y le
ordena al esclavo recepticius27 que siga a su marido y que le reclame
el dinero prestado28.
Catón considera totalmente reprochable la forma como se ha lle-
vado a cabo la reclamación del préstamo al marido y muy peligroso
el hecho de que la fortuna sea de exclusiva propiedad de la mujer y
que ésta tenga plena disponibilidad de la misma.

25
Un exponente de ello se encuentra en la familia de los Escipiones muy pro-
clives a las nuevas tendencias griegas, a los excesos y a la corrupción. Catón les
profesaba una gran enemistad, no sólo por cuestiones políticas, sino también por su
tipo de vida. Cfr.: BÜCHNER, K., op. cit.,p. 89.
26
GELLIO, A., Noctes Atticae. 17, 6,1:”: “M. Cato Voconiam legem suadens
uerbis hisce usus est: “Principio uobis mulier magnam dotem adtulit; tum mag-
nam pecuniam recipit, quam in uiri potestatem non conmitit, eam pecuniam uiro
mutuam dat; postea, ubi irata facta est, seruum recepticium sectari atque flagitare
uirum iubet”.
27
Gellio trata de averiguar a qué esclavo se refería Catón cuando alude al
“esclavo recepticius”. Por un lado, encuentra una respuesta en Verii Flacci, que
entiende que se trata de un esclavo puesto a la venta que hubiera sido devuelto
por tener algún defecto. De esta forma la reclamación, era aún más ofensiva para
el marido. Pero Gellio considera que este tipo de esclavo en la realidad de la que
habla Catón es el esclavo cuya propiedad se ha reservado la mujer y es por ello por
lo que le puede ordenar dicho cobro. Cfr.: GELLIO, A., Noctes Atticae 17,6, 5 y 6;
17,10, respectivamente.
28
Un comentario exhaustivo del discurso de Catón puede consultarse en: PE-
PPE, P., op.cit., pp. 104 ss.
Contribuciones al derecho romano de sucesiones y donaciones 63

Las ideas expresadas por el Censor no eran nuevas sino que si-
guen la misma línea argumental que el discurso que él mismo pro-
nunció ante el Senado para defender la vigencia de una de las leyes
suntuarias, la Lex Oppia Sumptuaria (plebiscito del 214 aC)29, fren-
te a la petición de derogación formulada por un grupo de mujeres,
que finalmente lograron hacer valer su pretensión30.
Tanto en un caso como en otro, Catón advierte del peligro que
conllevaba la autonomía económica de la mujer no sólo en relación
al marido, que podía quedar muy mal parado, sino que peligraba
también el orden social hasta entonces establecido31. La situación
descrita no debía ser un hecho aislado, ya que la tiranización del ma-
rido por parte de la mujer rica fue objeto de muchas representaciones
teatrales de la época.
La lex Voconia y el apoyo de Catón a su promulgación han de in-
terpretarse como limitaciones legales impuestas para tratar de frenar
la andadura que habían emprendido las mujeres de la época hacia su
equiparación con los hombres. Ni el censor ni las propias mujeres
cejaron en sus empeños.

29
Se trata de un plebiscito propuesto por el tribuno C. Oppius que prohibía
a las mujeres lujos ostentosos. Cfr.: Liv. 34,1,3. TORRENT RUIZ, A., Voz: “Lex
Oppia Sumptuaria”, en Diccionario, op. cit., p. 618.
30
MONTANELLI, I., Historia de Roma. El imperio a través de los seres hu-
manos que lo forjaron.(Madrid, 1994), pp.111 ss. A través de Livio se ha conocido
este discurso: “Si cada uno de nosotros, señores, hubiese mantenido la autoridad y
los derechos del marido en el interior de la propia casa, no hubiéramos llegado a
este punto. Ahora henos aquí: la prepotencia femenina, tras haber anulado nuestra
libertad de acción en familia, nos la está destruyendo también en el Foro. Recordad
lo que nos costaba sujetar a las mujeres y frenar sus licencias cuando las leyes nos
permitían hacerlo. E imaginad qué sucederá de ahora en adelante, si esas leyes
son revocadas y las mujeres quedan puestas, hasta legalmente, en pie de igualdad
con nosotros. Vosotros conocéis a las mujeres: hacedlas vuestras iguales e inme-
diatamente os las encontraréis convertidas en dueñas. Al final veremos esto: los
hombres de todo el mundo, que en todo el mundo gobiernan a las mujeres, serán
gobernados por los únicos hombres que se dejan gobernar por sus mujeres: los ro-
manos”. (Liv.34, 8).
31
MONACO, L., op.cit., p.189. CANTARELLA, E., La vita elle donne,op.
cit., p. 604. BERRINO, N. F., Mulier potens: realtà femminili nel mondo antico.
(Lecce, 2006), pp. 16 ss.
64 M ª Eugenia Ortuño Pérez

5. CAUSAS Y MOTIVOS QUE PUDIERON LLEVAR A SU


PROMULGACIÓN

La doctrina ha destacado diversos motivos, que no son excluyen-


tes entre si32. Sin ánimo de exhaustividad se han tenido en conside-
ración, en primer lugar, la voluntad de limitar el lujo. Este hecho ha
sido interpretado en la actualidad desde visiones diversas. Algunos, en
clave misógina, lo ciñen al lujo femenino. Otros, en cambio, tomando
en consideración la idea que tenía Catón en relación a la conservación
de las costumbres romanas, sus valores tradicionales y la vida austera,
lo interpretan desde un punto de vista general. La mujer que actuara
de manera autónoma sin que nadie –ni el pater familias, ni el tutor, ni
su marido– ejerciera ninguna función tuitiva ni de control sobre ella
y que fuera económicamente independiente, podría causar un efecto
negativo en la sociedad romana tradicional33. Ello ha propiciado que la
promulgación de la ley se interpretara como un intento de preservar un
determinado modelo antropológico y social34.
Por otra parte, se pretendió que las grandes fortunas de las clases más
poderosas de la sociedad romana continuaran estando en manos masculi-
nas. Como había sido hasta entonces, se quería mantener el control de la
economía en manos de los hombres. El propio A. Gellio afirmó que la ley
era para defender la integridad patrimonial de las familias más ricas35.
Desde el punto de vista del derecho sustantivo, la ley puede en-
tenderse como una solución de compromiso en la que se reconoce de
manera definitiva una capacidad sucesoria de la mujer, con los lími-
tes indicados36. Aparece también en la misma una limitación referida
a los legados que, puede encuadrarse entre las medidas de protección
de los herederos. Se trata de preservar la eficacia de la institución de
heredero y, en definitiva, la del propio testamento.

32
MONACO, L., op.cit.,, pp. 190 ss. CLEMENTE, G., “Le leggi sul lusso e
la società romana tra il III e il II secolo aC”, en Società romana e produzione schia-
vistica. III. Modelli etici, diritto e transformazioni sociali, a cura di A. Giardina –
A. Schiavone, (Bari, 1981), pp. 10 ss.
33
MONACO,L., op. cit.,p.186.
34
PEPPE,P., op. cit.,p. 111.
35
GELLIO, Noctes Atticae 7,13.
36
MONACO, L., op. cit., p. 192.
Contribuciones al derecho romano de sucesiones y donaciones 65

6. CONTENIDO DE LA LEY

El plebiscito de Q. Voconio Saxa reguló algunos aspectos que


afectaban a la sucesión testamentaria.
En el primer capítulo, se limita la capacidad de la mujer para ser
instituida heredera de las personas inscritas en la primera clase del
censo37, es decir, de personas cuyo patrimonio superase los 100.000
sestercios (= ases)38. Los ciudadanos centenarii39.
En el segundo capítulo, se prohibió recibir en concepto de legado
más que lo que hubiera recibido el heredero40.

37
En aquella época, la organización social tenía estructura timocrática y la
posición del ciudadano en la asamblea o comicios –en estos momentos, comicios
centuriados–, se determinaba en función de su nivel de riqueza, que venía determi-
nada por la propia declaración de todos sus bienes y pertenencias que realizaban
los pater familiae ante el censor. Un referencia pormenorizada puede consultar-
se en: AA.VV., Lineamenti di storia del Diritto Romano. Sotto la direzione di M.
TALAMANCA.2ª ed. (Milano, 1989), pp. 167 ss. y 206 ss. Y también, FUENTE-
SECA, P., Historia del Derecho Romano. (Madrid, 1987), p. 146 ss y p. 161 ss.
ARANGIO RUIZ, V., Historia del Derecho Romano. 4ª ed. trad. esp., (Madrid,
1980), pp. 128 ss y 102 ss., entre otros.
38
Gai 2,274: Item mulier quae ab eo qui centum milia aeris census est per
legem Voconiam heres institui non potest, tamen fideicomiso relictam sibi heredita-
tem capere potest. (Asimismo, la mujer, que, en virtud de la ley Voconia, no puede
ser instituida heredera de aquel que figure en el censo con una fortuna de cien mil
libras, puede, sin embargo, adquirir la herencia dejada mediante fideicomiso). De
las Instituciones de Gayo (Gai) utilizo la edición: Gayo. Instituciones. Trad. Coor-
dinación F. HERNANDEZ-TEJERO, 1ª ed. Ed. Civitas, Madrid, 1985.
39
D’ ORS, A., Elementos de derecho privado Romano,4ªed., (Pamplona,
2010), p. 172.
40
Existe una amplia bibliografía sobre dicha ley. Sin ánimo de exhaustividad,
pueden consultarse manuales de la disciplina de Derecho Romano, editados en cas-
tellano, como: ARIAS RAMOS, J.- ARIAS BONET, J.A., Derecho Romano. 17ª ed.
(Madrid, 1984), Vol. I, p. 89; Vol. II, p. 818. BONFANTE, P., Instituciones de Dere-
cho romano. Trad. esp. 5ª ed., 2ª reimpr. (Madrid, 2002), p. 601. D’ ORS,A., Derecho
privado Romano. (Pamplona, 1983). GARCÍA GARRIDO, M. J., Derecho Privado
Romano. Casos. Acciones. Instituciones.16ª ed. Revisada. (Madrid, 2008), p. 417. KA-
SER, M., Derecho Romano Privado. Trad. Esp. 2ª ed. de la 5º ed. alemana, (Madrid,
1982), p. 306: p. 318: p. 345; p. 351. RASCÓN GARCÍA, C., Manual de Derecho
Romano. 3ª ed., (Madrid, 2000), p. 257. SCHULZ, F., Derecho Romano Clásico. Trad.
esp., (Barcelona, 1960), p. 195; p. 209; p. 212; p. 300. TORRENT RUIZ, Manual de
Derecho privado Romano. (Zaragoza, 1987), p. 659. VOLTERRA, E., Instituciones de
66 M ª Eugenia Ortuño Pérez

Según algún autor, pudo haber existido un tercer capítulo en el


que se hubiera prohibido dejar a una mujer, por herencia o por lega-
do, más de la mitad de los bienes41.
El primer capítulo de la ley tiene como destinataria la mujer y, en
concreto, la mujer sui iuris, a la que se reconoce explícitamente la
posibilidad de poder ser instituida heredera, a la vez que se le priva
de poder recibir a través de la sucesión testamentaria de las personas
indicadas, un importe superior del determinado en la misma. Se le
impone una limitación en su capacidad de adquisición de la herencia
testamentaria; herencia, que ha de interpretarse en el sentido patri-
monial que tenía a finales de la República, es decir, concebida como
conjunto de bienes que la persona deja al morir42.
La disposición también afectó al causante, el cual vio mermada
su voluntas testantis tanto en relación a la institución de heredera
como en relación a su capacidad de legar.
La limitación que se impuso en relación a los legados43 no resul-
to ser nada novedoso porque tenía ya un precedente en la Lex Furia
Testamentaria44. Se trata de un plebiscito promulgado por el tribuno

derecho privado romano. Trad. esp., reimpr., (Madrid, 1988), p. 698; pp.757 ss; pp. 774
ss; entre otros. Y la bibliografía específica siguiente: LONGO, G., “Lex Voconia”, en
NNDI, 9 (Torino, 1963), pp. 825 ss.; STEINWENTER, A., “Lex Voconia”, en PWRE
12.2 (Stuttgart, 1925), pp. 2418-2430; GUARINO, A., op. cit., pp. 188 ss.; VAN DER
MEER, J. A., The lex Voconia. Made for Men. Mulier heres institui non potest. (Eijsden,
1996); WEISHAUPT, A., Die Lex Voconia. (Köln-Weimar-Wien, 1999); KASER. M.,
“Ueber Verbotsgesetze und Verbotswidrige Geschäfte im römischen Recht”, en SAW
(Wien, 1977), pp. 50 ss. MONACO, L., Hereditas e mulieres. Riflessioni in tema di ca-
pacità succesoria della donna in Roma antica. (Napoli, 2000), pp. 185–199; VIGNE-
RON, R., “L’ antiféministe loi Voconia et les Schleigwege des Lebens“, en Labeo 29
(1983), pp. 140 ss. VOCI, P., Diritto Ereditario Romano. Vol. I. 2ªed. (Milano, 1967),
pp. 122 ss. BIONDI, B., Sucesión Testamentaria y Donación. Trad. esp. (Barcelona,
1960), pp. 119 ss, pp. 136 ss, pp. 386 ss, entre otros.
41
Esta posibilidad se basa en Pseudo-Quintiliano., Decl., 264: ne liceat mu-
lieri nisi dimidiam partem bonorum dare. Cfr.: ROTONDI, G., op. cit., p. 284.
GUARINO, A., “Lex Voconia”, en Labeo. Napoli, 1982, pp. 190.
42
CIC. Topica 6,29.
43
D.30,116 pr; D. 31,66, 3;I. 2,20 pr; Ep. Ulp. 24, 1.
44
Gai 2,225.No se conoce con certeza la fecha de su promulgación, pero se
sitúa entre el año 203 y el 169 aC. Cfr.: Gai 2,225. TORRENT RUIZ, A., Voz: “Lex
Furia Testamentaria”, en Diccionario, op. cit., p. 605.
Contribuciones al derecho romano de sucesiones y donaciones 67

C. Furio en el que se prohibía que, con excepción de ciertas personas,


nadie pudiera recibir por legado o por donación mortis causa más de
mil ases. En el caso de que el legatario incumpliera dicha limitación
sería castigado con la pena del cuádruplo45. Pero la ley no consiguió
lo que pretendía, puesto que el que tenía un patrimonio, por ejemplo
de cinco mil ases, podía repartirlo por entero designando a cinco le-
gatarios con mil ases cada uno46.
En la Lex Voconia se determinó que el legatario no pudiera reci-
bir más que el propio heredero47. No se menciona ninguna distinción
ni de sexo ni de fortuna, por lo que, podría interpretarse como una
prohibición de carácter general que afectaría a cualquier legatario ya
fuera hombre o mujer e independientemente del caudal hereditario48.
Aunque hay quien interpreta que también en el caso de los legados, la
disposición se limita a los ciudadanos de la primera clase49.
Ambos plebiscitos implicaron el inicio de la separación del régi-
men de la capacidad sucesoria y el de la testamenti factio que hasta
entonces habían caminado juntas; separación que tuvo su continui-
dad en la época clásica50.
No se contemplan supuestos de incapacidad sino que en ambas
leges, la limitación se refiere a la capacidad para recibir capere po-
test. No la excluyen, sino que la limitan en relación a los legados y a
las donaciones mortis causa.
La jurisprudencia utilizó la argumentación basada en la denomi-
nada ratio voconia51 para hacer extensiva la exigencia introducida
por la Lex Voconia a la sucesión intestada, estableciendo que la mu-
jer sólo tendría derecho a suceder ab intestato a los consanguíneos,
es decir, al padre, a los hermanos y a las hermanas sin señalar ningu-

45
VOCI, P., Diritto Ereditario Romano. Vol. II, Parte speciale I. (Milano,
1956), pp. 436. BIONDI, B., op. cit., p. 386 ss.
46
Gai 2,225.
47
Gai 2,226 y 227. D. 35, 2, 1 pr.
48
BIONDI, B., op. cit., p. 388, nota 286.
49
GUARINO, A., “Lex Voconia”, en Labeo (Napoli, 1982), pp. 188 ss.
50
En este sentido, véase la Lex Iulia et Pappia Poppaea. Cfr.: BIONDI, B.,
op. cit., pp.138 ss. VOCI, P., op. cit., Vol. I, pp. 401 ss.
51
TORRENT RUIZ, A., Voz:”Ratio voconia”, Diccionario, op. cit., p. 1042.
68 M ª Eugenia Ortuño Pérez

na cuantía52; en los demás casos sólo los hombres eran admitidos a la


sucesión. Esta limitación duró hasta la época del emperador Justinia-
no que la suprimió expresamente53.
Estando vigente la ley, se buscó una solución para que, sin in-
cumplirla, el testador pudiera hacer efectiva su verdadera voluntad
cuando el causante quería dejar su patrimonio a una mujer. Se en-
contraron dos soluciones. Una, en la figura del fideicomiso54, cuyo
origen ha de situarse precisamente como un medio utilizado para que
las personas que carecían de testamenti factio (testamenti factio pasi-
va) para poder recibir bienes de la herencia, pudieran adquirirlos55.
El fideicomiso implicaba una manifestación de voluntad del cau-
sante, a la que el ius civile no le reconocía efectos por si misma, pero
que le permitía al testador, basándose en la lealtad y en la honradez,
dirigirse a quien instituía heredero, o a quien hubiese obtenido algún
bien del patrimonio hereditario, para rogarle que, tras su muerte, lle-
vara a cabo algún acto determinado.
Otra solución que no contravenía la ley, era la de que el testador
repartiera su patrimonio en legados. Para ello se solía utilizar, entre
otros, el legatum partionis o partitio legata56, cuyo objeto era una
parte de la herencia, ya que el testador imponía al heredero la divi-
sión de la herencia o la cuota de la misma que le hubiera correspon-
dido con el legatario, el cual recibía una parte de la misma. El legata-
rio adquiría pro parte y dicha adquisición le hacía partícipe, también
pro parte, de las deudas y de los créditos de la herencia57.

52
Paul., Sent., 4,8,20 = Collatio 16,3,20. El pretor, en cambio, concedía la
bonorum possessio a las mujeres también sobre los bienes dejados por cognati di-
funtos.
53
C.6,58,14 (año 531).
54
Gai 2,274.
55
Gai 2,285. Cfr.: VOLTERRA, E., op. cit., pp.760 ss., entre otros.
56
Su origen es controvertido por la doctrina. Hay quienes piensan que pre-
cisamente surgió para eludir la aplicación de la Lex Voconia. COSTA, Storia del
Dirrito Privato Romano, 2ª ed., p. 556; JÖRS, P. - KUNKEL, W., Derecho Privado
Romano. Trad. esp. 2ª ed. alemana, (Barcelona-Madrid, 1985), p. 492. Cic. De leg.,
2,20,50; Gai 2,254; Gai 2,257; D. 30,26,2; 27;29.; Tit. Ulp.24; 25. Cfr.: TORRENT
RUIZ, A., Voz: Legatum Partionis, Diccionario, op. cit., p.561. VOCI, P., op, cit,,
p. 217. BIONDI, B., op. cit., pp. 453 ss.
57
VOLTERRA, E., op. cit.,p. 757 nota 184.
Contribuciones al derecho romano de sucesiones y donaciones 69

Las medidas de la Lex Voconia, al igual que las adoptadas inicial-


mente por la Lex Furia, se mostraron ineficaces para salvaguardar
los intereses de los herederos y de los acreedores de la herencia, lo
cual provocó que, unos años después, se promulgara la Lex Falcidia
de legatis (año 40 a.C.)58.

7. MOMENTO EN EL QUE SE DEJÓ DE APLICAR LA LEY


Ni las fuentes literarias ni la doctrina actual coinciden exacta-
mente a la hora de determinar cuándo y por qué dejó de aplicarse
dicha ley, por lo que, sobre este extremo, no cabe más que exponer
las diferentes interpretaciones.
Hay quienes sostienen que la lex dejó de aplicarse mucho antes
de la caída del régimen republicano debido a la propia decadencia del
censo y a que ya no se ajustaba al sentir de la época. Opinión que ha
sido rebatida por quienes la consideran plenamente ajustada a la con-
ciencia social y propugnan que tuvo una vigencia más duradera59.
La mayor parte de la doctrina sigue a Aulo Gellio y consideran
que dejo de aplicarse en el Principado, pero apoyan dicho criterio
alegando motivos diversos. El propio Gellio manifestó que fue la
severidad de la ley lo que la hizo caer en desuso60. Argumento no
compartido por quienes vinculan su caída, a la del propio censo61, o a
la descomposición del ordenamiento centuriado62.
De Dione Cassio se deduce que la ley estaba formalmente vigen-
te en tiempos de Augusto63.
En relación a los legados, unos años más tarde, la Lex Falcidia
zanjó la cuestión, al reservar a favor del heredero la cuarta parte de la
herencia –la cuarta falcidia– quedando el resto, a la libre disposición
del causante64. Y por lo que respecta a las limitaciones concretas de

58
Gai 2,227.
59
MONACO, L., op. cit., p. 194.
60
GELLIO, Noctae Atticae, 20,1,23.
61
D’ORS,J.A., op. cit., p. 172.
62
MARRONE, Istituzione di Diritto Romano. p. 344,795.
63
DIO CAS., 41,10,2.
64
I.2,22; D.35,2; C.6,50; VOCI, P., op. cit., p. 43 ss. BIONDI, B., op. cit.,
p. 387 ss. El Senado consulto Pegasiano extendió la aplicación de esta ley a los
70 M ª Eugenia Ortuño Pérez

la capacidad patrimonial de la mujer establecidas en la ley, desapare-


cieron con la misma.

fideicomisos testamentarios; a finales de la época clásica, se hizo extensivo este


régimen a los fideïcomisos ab intestato. Más tarde, esta ley se aplicó también a las
donaciones mortis causa y Justiniano la aplicó a las cargas impuestas al heredero
bajo forma de condición. Cfr.: TORRENT, A., voz: Lex Falcidia de legatis, en Dic-
cionario, op. cit., pp. 603-604.

You might also like