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ISBN 84-935182-4-7
9 788493 518240
Diseño
Inteligente
Wílliam A. Dembski
Respuestas a las más graves objeciones al diseño inteligente
HOMO LEGENSISCIENTIA
DISEÑO
INTELIGENTE
RESPUESTAS A LAS CUESTIONES
William A. Dembski
HOMO LEGENSISCIENTIA
HOMO LEGENSISCIENTIA
© De la traducción:
Carmen García Trevisano
ISBN: 84-935182-4-7
Depósito legal: M. 46.887-2006
la sal de la tierra
2 CREACIÓN ......................................................................................... 37
¿En qué difiere el diseño inteligente de una doctrina teológica de
la creación?
42 LA «CUÑA»....................................................................................... 349
¿No será realmente el diseño inteligente una agenda política dis-
frazada de programa de investigación científica?
DESDE QUE THOMAS KUHN publicara allá por los años de 1960 La estructura de las
revoluciones científicas, todo tema relacionado con alguna nueva idea en
ciencia ha sido presentado al público como la última revolución científica.
No es de extrañar por tanto que la gran mayoría de las revoluciones
científicas se hayan visto superadas por otras en el curso de unos pocos
años. Yo mismo protagonicé uno de esos movimientos de superación a
finales de la década de 1980 siendo aún estudiante de licenciatura en el
laboratorio de física de Leo Kadanoff de la Universidad de Chicago. La
teoría del caos, también llamada dinámica no-lineal, iba a revolucionar la
ciencia. Diez años más tarde, tanto aquella promesa como las expectativas
surgidas en torno a ella se habían evaporado en su mayor parte. La teoría
del caos ofrecía sin duda algunas perspectivas interesantes sobre la
interdependencia y la sensibilidad relativas a la perturbación de los
procesos físicos. Y aunque la revolución había perdido su empuje, nuestra
concepción científica del mundo continuaba prácticamente inalterada.
Desde aquella experiencia, aplico una prudente dosis de escepticismo a
todas las declaraciones relativas a una nueva gran revolución en ciencia.
Sin embargo, día a día se fortalece mi convicción de que el diseño
inteligente está llamado a revolucionar la ciencia y nuestra concepción del
mundo. Naturalmente, en tanto que proponente activo del diseño
inteligente, mantengo un firme interés en esta apuesta. Pero en cualquier
caso, hay buenas razones para pensar que esta perspectiva cumple
perfectamente los requisitos exigibles a una revolución teórica a gran
escala. Semejante revolución no sólo constituirá un formidable desafío para
el gran ídolo de la biología evolutiva (darwinismo), sino que modificará
también sin duda las reglas fundamentales que gobiernan las ciencias
naturales. Desde los tiempos de Darwin, las ciencias naturales
16 DISEÑO ÍNITUGFNT)
18 DISEÑO EVÍELIGENTE
Prefacio 19
20 D i S HX O IX'ITI
1GHVIF
22 DISEÑO INTELIGENTE
Prefacio 23
nal. Tanto los creacionistas como los naturalistas afirman que el uso de los
términos «diseñador» o «inteligencia diseñadora» no es más que un truco
retórico de los teóricos del diseño para evitar la referencia explícita a Dios.
Este ardid les permite decir cuanto sea necesario para atraer la atención de
los escépticos. Pero tan pronto como el escéptico atiende a sus argumentos
en favor del diseño, sus teóricos proceden a identificar, mediante una
manipulación, al diseñador con el Dios de la fe religiosa. Mientras que el
creacionismo es directo y franco en su reconocimiento de Dios, el diseño
inteligente se muestra engañoso y furtivo.
Esta acusación es infundada. Que los teóricos del diseño se muestren
reticentes ante el uso de la palabra Dios, no tiene nada que ver con la
estrategia de esperar una buena oportunidad para introducirla. Si estos
teóricos no sacan a colación a Dios es porque el razonamiento teórico del
diseño no autoriza a introducirlo. Lo que este razonamiento teórico afirma
es que ciertas formas de comportamiento exhibidas por la naturaleza nos
remiten de manera fiable a una inteligencia diseñadora. Pero no hay
ninguna cadena inferencial que conduzca desde esos modelos finitos
indicadores de diseño que la naturaleza exhibe, hasta el Dios infinito,
personal, trascendente y creador de las grandes religiones teístas del
mundo. ¿Quién es el diseñador? Como cristiano afirmo que el Dios de los
cristianos es la última fuente del diseño que se esconde en el universo
(aunque esta respuesta deja abierta la cuestión de que Dios pueda operar
mediante causas secundarias, incluyendo las inteligencias derivadas). Pero
no hay camino alguno para tales inferencias de diseño en física o en biología
que conduzca a esta conclusión. Estas inferencias son compatibles con la
creencia cristiana pero no la presuponen. Lejos de mostrarse tímidos o
fraudulentos, si los teóricos del diseño no nos muestran a Dios es porque
respetan escrupulosamente los límites de su teoría. El diseño inteligente no
es creacionismo ni naturalismo. Tampoco es un compromiso o síntesis de
estas posiciones. Este nuevo enfoque se limita a seguir simplemente la
evidencia empírica de diseño hasta donde ésta conduzca. El diseño
inteligente es una tercera vía.
Cuando la editorial Inter Varsity Press me ofreció un contrato para que
escribiese una continuación de mi anterior libro, Intelligent Design: The
Bridge Between Science and Theology (Diseño inteligente: el puente entre ciencia
y teología) me sentí encantado de firmarlo. Intelligent Design había tenido
muy buena acogida a través de Inter Varsity, y por ello sus editores me
animaron a escribir un nuevo libro en el que se discutiesen a fondo las
cuestiones más importantes esgrimidas contra el diseño
Prefacio 25
inteligente. La más urgente en aquel momento era mostrar que tal diseño
es intelectualmente defendible, y específicamente que las críticas y
objeciones planteadas contra él tienen respuesta fácil. Consideremos por
tanto este libro como un extenso cuestionario de preguntas y respuestas que
allanen el camino para la revolución del diseño.
Los diversos capítulos se abren con una pregunta a la que sigue una
respuesta. He procurado que cada capítulo sea auto-suficiente. Ello exigía
algunas repeticiones, que he procurado reducir al mínimo. Aunque las
cuestiones en ellos contenidas pueden ser tomadas separadamente, me he
cuidado de colocarlas en progresión lógica a fin de que el libro pueda ser
leído coherentemente de principio a fin. He procurado responder a las
diversas cuestiones de la misma manera que lo haría ante una audiencia
pública —es decir, con palabras sencillas, en el lenguaje del pueblo, y por
tanto sin necesidad de extensas citas o de aparato técnico alguno. (Las
escasas notas y referencias aparecen insertas en el texto mismo). Con
seguridad, la escritura de mis respuestas me permite ser más preciso de lo
que yo mismo sería en una conversación. Pero en todo caso he procurado
que esas respuestas sean razonablemente cortas. Los capítulos de muchos
libros tienden a oscilar entre las seis y las ocho mil palabras. La mayoría de
las respuestas en éste se mueven en torno a las dos mil.
A menudo, cuando escribo o hablo sobre diseño inteligente y luego me
paro a reflexionar sobre la feroz resistencia que mi obra despierta, me
acuerdo de esas historias de Kafka en las que alguna desventurada figura
se encuentra atrapada y sofocada en una red burocrática sin fin. La
afirmación fundamental del diseño inteligente es rectilínea y fácilmente
inteligible: hay sistemas naturales que no pueden ser adecuadamente explicados
en términos de fuerzas naturales carentes de dirección y que exhiben rasgos que en
cualquier otra circunstancia atribuiríamos a la inteligencia. Esta declaración
puede ser considerada sobre la base de sus propios méritos. Contemplemos
algunos sistemas reales y efectuemos su análisis. Este libro representa mi
intento de destruir la red, la inercia psicológica y la telaraña mental que
están impidiendo que el diseño inteligente reciba una justa consideración.
En suma, es un intento por mi parte de responder al deseo expresado por
muchos de la necesidad de limpiar la propia casa.
Pero incluso así, las esperanzas que he puesto en este libro quedarían
frustradas si la limpieza de la propia casa fuera su único resultado. Junto a
esto, este libro aspira también a proporcionar una nueva y convincente
visión de la ciencia y del mundo, que la gente deseará cultivar por encon-
F
26 DISEÑO INTELIGENTE
William A. Dembski
Baylor University
Waco, Texas
RECONOCIMIENTOS
DISTINCIONES
BÁSICAS
1
DISEÑO INTELIGENTE
¿Qué es el diseño inteligente?
PENSEMOS EN EL MONTE RUSHMORE, ¿qué hay en esta rocosa formación que nos
haga pensar que se debió al designio de una inteligencia, a una inteligencia
diseñadora, y no meramente al viento y la erosión? Los objetos que
obedecen a un diseño como el Monte Rushmore exhiben rasgos o patrones
característicos que nos remiten a una inteligencia. Tales rasgos o patrones
son signos de inteligencia. Los proponentes del diseño inteligente, a los que
se los conoce como teóricos del diseño, no se contentan con considerar estos
signos como simples intuiciones. Por el contrario, insisten en estudiarlos de
manera formal, rigurosa y científica.
El diseño inteligente es la ciencia que estudia los signos de la in-
teligencia. Obsérvese que el signo no es la cosa significada. El diseño
inteligente no trata de introducirse en la mente del diseñador y dar forma
a lo que el individuo está pensando. Su meta no es la mente del diseñador
(la cosa significada) sino el artefacto fabricado por la mente del diseñador
(el signo). Lo que un diseñador esté pensando puede ser una cuestión
interesante, y es posible inferir algo sobre lo que éste piensa a partir de los
objetos diseñados que él produce (suponiendo que el diseñador se está
comportando honestamente). Pero los procesos mentales del diseñador
quedan fuera del alcance del diseño inteligente. En su condición de
programa de investigación científica, el diseño inteligente investiga los
efectos de la inteligencia, pero no la inteligencia como tal.
Lo que hace del diseño inteligente un tema tan controvertido es su
pretensión de detectar signos de inteligencia en los sistemas biológicos.
Según Francisco Ayala, la mayor hazaña de Charles Darwin fue mostrar de
qué modo la organizada complejidad de los organismos podía ser
conseguida sin necesidad de postular un designio de la inteligencia. El
32 D i s K Ñ o i \ 11 : i c i- \
CREACIÓN
CON LA PALABRA CREACIÓN nos referimos siempre a la fuente del ser del mundo.
El diseño inteligente estudia las ordenaciones de los materiales
preexistentes que apuntan a una inteligencia diseñadora. Creación y diseño
inteligente son por tanto conceptos muy diferentes. Puede haber creación
sin diseño y diseño sin creación. Se puede mantener, por ejemplo, una
doctrina de la creación que afirme que Dios creó el mundo de manera tal
que no hay nada en el universo que indique diseño. Richard Dawkins
escribió un libro que lleva por título: El relojero ciego: por qué la evidencia de la
evolución revela un universo sin diseño. Supongamos que Dawkins llevara
razón respecto a un universo que no revela evidencia alguna de diseño. De
esto no se seguiría lógicamente que el universo no fuera creado. Es
lógicamente posible que Dios crease un mundo que no contuviese ninguna
evidencia de su intervención. Pero también es lógicamente posible que el
mundo abundase en signos de inteligencia pero que no fuera creado. Ésta
era la idea sustentada por los antiguos estoicos, quienes afirmaban que el
mundo era eterno e increado, pero que no obstante había un principio
racional que lo impregnaba en su totalidad y producía por doquier señales
de inteligencia.
Hay una historieta que clarifica la diferencia entre diseño inteligente y
creación. Un grupo de científicos se acercó a Dios sosteniendo que ellos
podían hacer todo lo que Dios hiciera. «¿Como qué?», preguntó Dios.
«Como crear seres humanos», contestaron los sabios. «Mostrádmelo», dijo
Dios. Los científicos comenzaron, «Bien, tomamos un poco de barro y
luego...», «Esperad, esperad un segundo», los interrumpió Dios, «tendríais
que fabricar vuestro propio barro». Tal como un carpintero ha de tomar un
trozo de madera ya existente para formar un determinado mueble, así
también el científico tendrá que tomar una porción de barro
38 DISEÑO INTELIGENTE
preexistente para formar un ser humano. Pero ¿de dónde provenía el barro
—el material bruto— para formar un ser humano? ¿De las estrellas? Y ¿de
dónde provenían las estrellas? ¿Del big bang? Y ¿de dónde surgió éste? ¿De
la fluctuación de un vacío cuántico? Y ¿en dónde se produjo esa
fluctuación? En algún punto debe acabar la serie de interrogantes. La
creación está pidiendo a gritos un último lugar inmóvil de explicación: la
fuente del ser del mundo. El diseño inteligente, en cambio, no se pregunta
por la última fuente de la materia y la energía, sino por la causa de sus
actuales disposiciones, particularmente de las de aquellas entidades,
grandes y pequeñas, que exhiben una complejidad especificada.
Aunque la creación y el diseño inteligente son lógicamente separables
(es posible contar con una sin tener el otro), son muchos los que mantienen
una doctrina de la creación a la vez que afirman que la creación muestra
señales claras de inteligencia. Los textos bíblicos utilizados para apoyar la
conexión entre creación y diseño inteligente incluyen el Salmo 19,1 («Los
cielos declaran la gloria de Dios; / el firmamento proclama la obra de sus
manos») y la epístola a los Romanos 1,20 («Pues desde la creación del
mundo, las cualidades invisibles de Dios — su eterno poder y divina
naturaleza— han sido claramente vistas y entendidas a partir de lo que ha
sido hecho»). Así pues, muchos de los que profesan una doctrina de la
creación son también proponentes del diseño inteligente. Para muchos
teístas es perfectamente razonable que un creador crease un mundo en el
cual quedase manifiesta la inteligencia de su creador. Es cierto que ese
creador pudo ser un maestro de la ocultación que borraba sus huellas a fin
de hacerlas indetectables. Pero en su inmensa mayoría, los teístas afirman
que el mundo natural revela la inteligencia, la sabiduría y las intenciones
de Dios.
En cambio, el modo en que el mundo exhibe ciertas trazas de diseño es
materia de disputa. Para los proponentes del diseño inteligente, el diseño
en el mundo es empíricamente detectable: podemos conocerlo cuando lo
vemos, y lo que incesantemente nos ayuda a descubrirlo, es su complejidad
especificada. Frente a este enfoque científico, es posible adoptar también un
enfoque puramente teológico del diseño. Según este último, el mundo
muestra su diseño sólo contra el telón de fondo de la experiencia de la fe
religiosa y de la concepción teológica del universo. Bajo esta concepción, el
creyente descubre el diseño en el mundo sólo a través de los ojos de la fe.
Esta atribución de diseño al mundo se convierte así en una especie de barniz
o capa teológica, no en un hecho
Creación 39
CREACIONISMO CIENTÍFICO
¿Es el diseño inteligente una forma
hábilmente disfrazada de creacionismo
científico?
TEOLOGÍA DISFRAZADA
Aun cuando el diseño inteligente pretende
ser un programa de investigación científica,
¿no es en realidad una empresa teológica?
LA TEORÍA DEL BIG BANG tiene sin duda implicaciones teológicas, pero eso no
hace de ella una empresa teológica. El diseño inteligente también tiene
implicaciones teológicas, pero eso no lo convierte tampoco en un proyecto
teológico. El diseño inteligente es un programa emergente de investigación
científica. Sin recurrir a ninguna autoridad religiosa, sus cultivadores se
proponen mostrar clara y abiertamente al mundo científico los méritos de
este proyecto. La tesis fundamental del diseño inteligente es directa y
fácilmente inteligible: existen sistemas naturales que no se dejan explicar
adecuadamente en términos de causas naturales indirectas y que exhiben
características que en cualquier otra circunstancia atribuiríamos a la inteligencia.
Esta manifestación puede ser considerada sobre la base de sus propios
méritos. Examinemos la naturaleza, identifiquemos ciertos sistemas
naturales, analicémoslos y veamos si el análisis nos conduce al diseño.
¿Exhiben algunos tipos de sistemas naturales signos claros de inte-
ligencia? Estamos ante una cuestión científica perfectamente legítima, y su
respuesta no se deja descubrir recurriendo a fundamentos filosóficos,
teológicos o ideológicos, sino mediante una rigurosa investigación
científica. Por desgracia, el diseño inteligente tiene el camino cortado, y el
requerido análisis para responder a esta cuestión está sólo en sus
comienzos. Pero en lugar de promover una honesta valoración científica de
este programa, los críticos del diseño inteligente hacen a menudo cuánto
pueden para deslegitimar esta cuestión y conseguir que no se le preste la
atención debida dentro de la comunidad científica. En lugar de prestarse a
evaluar los méritos del diseño inteligente como proyecto
Teología disfrazada 45
46 D ISEÑO INTELIGENTE
MOTIVACIÓN RELIGIOSA
¿Acaso el verdadero motivo del diseño
inteligente pueda ser el temor de que las
teorías evolucionistas, y el darwinismo en
particular, desplazaran algún día toda
necesidad de Dios?
SEGÚN ALGUNOS CRÍTICOS del diseño inteligente, la oposición que muestran los
teóricos del diseño al darwinismo no es achacable a una preocupación por
la verdad, sino a un temor profundamente asentado de que el darwinismo
pueda destruir algún día la moralidad y las creencias religiosas
tradicionales. Para estos críticos es inconcebible que, una vez informado
adecuadamente de la teoría de Darwin, nadie pueda resistirse a adoptarla
de todo corazón, y mucho menos a ponerla en duda. Es como si la teoría
darwiniana fuera una de esas ideas claras y distintas de Descartes que
inmediatamente provocan el asentimiento. Parece, pues, evidente que la
oposición de los teóricos del diseño a la teoría de Darwin está indicando
alguna motivación oculta, como, por ejemplo, el deseo de reforzar la moral
tradicional o la de ser un fanático fundamentalista.
Quede claro, sin embargo, que la oposición de los teóricos del diseño a
la teoría darwiniana se apoya en razones estrictamente científicas. Sí, los
teóricos del diseño estamos profundamente interesados por las
implicaciones teológicas y culturales que arrastrará consigo el inminente
derrumbe del darwinismo y su reemplazo por el diseño inteligente. Pero la
razón de que nosotros tomemos tan en serio estas implicaciones está en que
el darwinismo es, dicho en sus propios términos, una teoría científica
devaluada por su exceso de propaganda y su ambición ilimitada.
El darwinismo ha alcanzado el estatuto de ciencia inviolable. Por eso,
los teóricos del diseño se topan con un dogmatismo férreo cuando desafían
a la teoría de Darwin. El problema no es que los darwinistas
Motivación religiosa 51
esto quiero decir absolutamente nadie, que trabaje en este campo discute si
la selección natural es la fuerza impulsora de la evolución, y mucho menos
si la evolución tuvo o no lugar alguna vez».
Estas observaciones, y la arrogancia que manifiestan, no contribuyen
en nada a suavizar la actual controversia sobre la evolución darwinia- na.
Las urnas del instituto Gallup indican fehacientemente que sólo
aproximadamente un 10 por ciento de la población acepta el tipo de
evolución defendido por Dawkins, Dennett y Shermer —es decir, esa
evolución en la que su fuerza impulsora es el mecanismo de selección
darwiniano o algún otro mecanismo puramente natural. El resto de la
población se decanta por una forma u otra de diseño inteligente. Recurrir a
una mayoría de nombres americanos o poner en cuarentena a los que no
muestran una suficiente simpatía hacia el darwinismo, no es el camino que
impulsa a la ciencia hacia adelante. No es esta vía el mejor modo de que
una teoría científica se gane adeptos por los méritos de su evidencia.
Innecesario es decir que la ciencia no es asunto que se decida por una
encuesta de opinión. Sin embargo, el aplastante rechazo de la evolución
darwiniana por parte de la inmensa mayoría de la población americana
tiene un peso. Aunque Shermer exagera cuando afirma que ningún
investigador en biología duda del poder de la selección natural, podría
ciertamente llevar razón si aclarara que ésta es la posición mayoritaria entre
los biólogos. ¿Por qué, entonces, no ha logrado la comunidad biológica
convencer al público de que la selección natural es la fuerza impulsora
oculta tras la evolución, y que esta fuerza así concebida (es decir, la
evolución darwiniana) puede dar perfectamente cuenta de la total
diversidad de la vida? La cuestión merece ser tenida en cuenta pues en la
mayoría de las restantes áreas de la ciencia, el público prefiere suscribir el
juicio autorizado de la comunidad científica. (No olvidemos que la ciencia
goza de un considerable prestigio en nuestra cultura). ¿Por qué no se da
aquí este caso? Tan arraigada como está en nuestra cultura la controversia
fundamentalismo-modernismo, la usual respuesta a este interrogante es
que los fundamentalistas religiosos, cegados por sus prejuicios dogmáticos,
se niegan gustosamente a reconocer el abrumador caso de la evolución
darwiniana.
El problema con esta explicación está en que, en el sentido de un es-
tricto literalismo bíblico, el fundamentalismo es una postura minoritaria
entre los creyentes religiosos. La mayoría de las tradiciones religiosas no
considera una virtud el hecho de alejarse de la cultura. Pese a las incur
54 DISEÑO INTELIGENTE
* El «Mensaje del Santo Padre Juan Pablo II a los miembros de la Academia Pontificia de
Ciencias» del 22 de octubre de 1996 puede leerse íntegramente en castellano en
http://www.vatica.va/holy_father/john_paul_ii/messages/pont_messages/1996/ documents/
hf_jp-ii mes_19961022_evoluzione_sp.html
r Motivación religiosa
55
una extrapolación. Los darwinistas estrictos consideran perfectamente Clause el currículum de las escuelas públicas ha de tener un objetivo secular.
plausible este proceder. Pero el público no queda convencido. Mas, por estar religiosamente motivado, se afirma que el diseño inteligente
Mas ¿debería el público disentir de los científicos? Después de todo, tiene un propósito religioso y no debe por tanto formar parte del curriculum
ellos son los expertos. Pero ¿de qué científicos tendrían que diferir? Es científico de la escuela pública.
cierto que la mayor parte de la comunidad científica acepta el darwinismo. El problema oculto en este argumento es que entremezcla motivación
Mas la ciencia no se decide en las urnas, y la aceptación del darwinismo y propósito. La distinción entre motivación y propósito es sumamente clara
entre los científicos no es exactamente universal. La teoría del diseño en el contexto de un tribunal de justicia, pero típicamente se esfuma en las
inteligente está ganando rápidamente abogados en los niveles superiores discusiones sobre diseño inteligente. Si usted entra en casa de su madre y
de la academia, tanto en el campo de las humanidades como en el de las la asfixia con un almohadón, al tribunal que va a juzgarlo no le interesan
ciencias. (Para comprobarlo basta con abrir www.iscid.org, la página Web sus motivos. ¿Eran quizá obtener una herencia más rápidamente, o dar fin a
de la International Society for Complexity, Information and Design). Que una antigua querella, o acceder compasiva y apenadamente a sus ruegos
el diseño inteligente derroque o no finalmente al darwinismo, no es de que pusiera fin a sus actuales tormentos? La justicia no se interesa por
cuestión que aquí se discuta. La cuestión es si la comunidad científica está semejantes motivos (al menos no principalmente). El que usted sea acusado
dispuesta a abandonar el dogmatismo y admitir como posibilidad que o no de asesinato depende de que usted tuviera el propósito de acabar con
incluso sus opiniones más fundadas pudieran estar equivocadas. su vida.
Los darwinistas no se plantearán jamás esta alternativa. En lugar de En esta distinción, la motivación se refiere a las razones que nos
ello, seguirán aferrándose a la lógica circular de definir a los verdaderos impulsan a actuar, mientras que el propósito se refiere al modo en que
científicos como aquellos que aceptan el darwinismo. Habiendo dado por canalizamos o dirigimos nuestras acciones en respuesta a nuestros motivos.
inexistente la oposición científica, hacen pública entonces su dudosa afir- El propósito da expresión a nuestros motivos. De esto se sigue que no es
mación de que cuando una comunidad científica apoya umversalmente necesario que haya una correlación entre la validez de motivos y la validez
una determinada posición, ésta debe ser correcta. Tales manifestaciones de propósitos. Alguien podría tener buenos motivos, pero ser malvado al
son indignas de la ciencia. Los científicos se han equivocado en el pasado y implementarlos y tener de este modo propósitos malignos. Por ejemplo,
continuarán haciéndolo en el futuro, tanto en detalles nimios como en motivado por el deseo de acabar con la violencia urbana, alguien podría
materias ampliamente conceptuales. El darwinismo es una teoría científica hacerse vigilante. Por otra parte, es posible tener motivos malos pero
que intenta explicar la historia de la vida; pero no es posiblemente la única intentar conferirles realidad mediante propósitos que (felizmente)
que pueda hacerlo. Es una teoría ampliamente discutida que se enfrenta a producen más bien que mal. Por ejemplo, motivado por el odio y el temor
las más incisivas críticas y que, al igual que cualquier otra teoría científica, hacia una minoría étnica de compañeros de trabajo, uno podría empeñarse
necesita encararse periódicamente con la realidad. en buscar en otra empresa un mejor empleo y un trabajo mejor pagado.
Un examen de la realidad consiste en determinar si el diseño inte- Así pues, siempre que el National Center for Science Education, la
ligente puede ser legítimamente enseñado en los cursos sobre ciencia de la
American Civil Liberties Union y otras organizaciones afirmen que el diseño
escuela pública. Los oponentes del diseño inteligente tratan de argumentar
inteligente está religiosamente motivado y por tanto no merece el mismo
que puesto que muchos de sus proponentes son creyentes religiosos
respeto que otras ideas que puedan ser legítimamente discutidas en la
deseosos de asistir al triunfo del diseño inteligente como vía de renovación
academia, habrá que distinguir claramente entre motivación y propósito.
científica y cultural, el diseño inteligente está por tanto religiosamente
En la medida en que el diseño inteligente tenga un objetivo secular
motivado y no debe ser legítimamente enseñado en las escuelas públicas.
demostrable —el avance de la ciencia, el enriquecimiento del currículum
Según el Lemon Test, que por vez primera fue enunciado por el Tribunal
científico, la prevención de la discriminación por puntos de vista, la
Supremo en Lemon versus Kurtzman y en el cual se especifica si algo es o no
promoción de la libertad académica— su motivación, incluso si es religiosa,
religioso, para los fines de la Establislvnent
será legalmente irrelevante.
59
6 del diseño manifiesto por una parte y del diseño óptimo por otra. El diseño
inteligente subraya que el diseño es producto de una inteligencia real, pero
deja enteramente abiertos los atributos o cualidades de esa inteligencia.
DISEÑO ÓPTIMO En cambio, el diseño aparente afirma que el diseño no es real. Por
¿Por qué colocar la palabra inteligente a ejemplo, Richard Dawkins comienza su libro El relojero ciego con esta cita:
continuación de diseño? Una buena parte «La biología es el estudio de cosas complicadas que tienen la apariencia de
del diseño existente en la naturaleza es haber sido diseñadas para un fin». Y a continuación emplea Dawkins
cualquier cosa menos inteligente. trescientas páginas adicionales para argumentar que tal diseño es sólo una
apariencia y no una realidad. El diseño aparente es por tanto la negación
del diseño inteligente.
Muchos biólogos procuran soslayar el diseño inteligente y la evidencia
de éste moviéndose entre el diseño aparente y el diseño óptimo. Para
defender el diseño aparente se apoyan simplemente en un darwinismo
puro y no contaminado. Y para atacar al diseño inteligente, sustituyen a
éste por un hombre de paja e identifican el diseño inteligente con el diseño
tiene dos significados. Uno se refiere simplemente a la
LA PALABRA INTELIGENTE óptimo. A fin de hacer el diseño inteligente tan poco plausible como les sea
actividad de un agente inteligente, aun en el caso de que éste actúe de posible, definen entonces el diseño óptimo como un diseño perfecto que
manera estúpida. El otro puede significar que un agente inteligente ha supera a todo posible criterio de optimización. (Es presumible que todo lo
obrado con habilidad y pericia. La ausencia de esta distinción podría que se mantuviese por debajo de este nivel, no sería digno de un diseñador
generar confusión respecto al concepto de diseño inteligente. Esto me inteligente). Puesto que los diseños reales comportan siempre
ocurrió a mí durante el curso de una entrevista por radio. El escéptico transacciones y compromisos, los diseños globalmente óptimos en todo
Michael Shermer y el paleontólogo Donald Prothero me estaban entrevis- respecto no pueden existir salvo en un ámbito idealizado (llamado a veces
tando en la National Public Radio. A medida que la discusión transcurría, mi un «cielo platónico») y absolutamente alejado de los diseños reales de este
sorpresa iba en aumento al comprobar cuán distinto era el sentido que ellos mundo. A diferencia del diseño inteligente, tanto el diseño aparente como
le daban a la expresión «diseño inteligente» del sentido en que nuestra el óptimo se están refiriendo a un diseño que carece de significación
comunidad lo utiliza. práctica.
Shermer y Prothero entendían la palabra inteligente en la expresión La asimilación de todo diseño biológico al diseño aparente o al óptimo
«diseño inteligente» en el sentido de diseño perfecto o juicioso. Ambos soslaya la cuestión central que está exigiendo una respuesta: si hay
presumían por tanto que el diseño inteligente debía entrañar diseño realmente diseño en los sistemas biológicos con independencia de los tipos
óptimo. La comunidad del diseño inteligente, por su parte, entiende la de atributos adicionales que tales sistemas puedan poseer (como la
palabra inteligente en la expresión «diseño inteligente» simplemente como optimalidad, por ejemplo). Los automóviles que salen de las cadenas de
el medio o instrumento utilizado en el diseño (sin presunción alguna de montaje de Detroit están inteligentemente diseñados en el sentido de que
habilidad o maestría), con lo cual separa el concepto de diseño inteligente las inteligencias humanas son responsables de ellos. Sin embargo, aunque
de toda idea de perfección en el diseño. pensáramos que de las plantas de Detroit salen los mejores coches del
Pero ¿por qué colocar entonces el adjetivo inteligente inmediatamente mundo, seguiría siendo falso decir que esos automóviles están
detrás del nombre diseño? ¿Acaso no incluye ya el concepto de diseño la óptimamente diseñados. Pero tampoco sería correcto decir que sólo están
idea de una agencia inteligente, haciendo que la yuxtaposición de las dos aparentemente diseñados (y, sin duda, no por la razón de que no lo estén
palabras resulte redundante? La redundancia queda aquí soslayada porque óptimamente). ¿Se esconde tal vez aquí una razón
la noción de «diseño inteligente» exige que ésta sea distinguida
60 Dis¡:\o ¡ \ • i , :;, i \ i p
mínimamente sensata para insistir en que los teóricos del diseño tengan que
demostrar la existencia de un diseño óptimo en la naturaleza? Los críticos
del diseño inteligente (p. ej., el último Stephen J. Gould) suelen sugerir que
de existir un diseñador cósmico con un propósito, tendría que diseñar sólo
óptimamente. Pero ésta es una afirmación teológica más que científica.
Aunque la atribución de diseño inteligente a los artefactos humanos no
extraña a nadie, es inevitable provocar un gesto de sorpresa o incredulidad
en nuestro interlocutor cuando atribuimos diseño inteligente a los sistemas
biológicos. Aplicado a la biología, el diseño inteligente sostiene que es
necesario postular la presencia de una inteligencia diseñadora para explicar
las complejas estructuras ricas en información de los sistemas vivos. Pero,
al mismo tiempo, el diseño inteligente se niega a especular sobre la
naturaleza de esa inteligencia. Mientras que el diseño óptimo está pidiendo
a gritos la presencia de un diseñador perfeccionista que mantenga la
correcta disposición de todas las cosas, el diseño inteligente se ajusta
perfectamente a nuestra experiencia ordinaria del diseño, condicionada
como está por las necesidades de una situación y la existencia de
negociación e intercambio, lo cual nos fuerza a quedarnos siempre cortos
en comparación con cualquier optimum idealizado y globalizado.
Ningún diseñador real intenta alcanzar la optimalidad en el sentido de
conseguir el diseño perfecto. No existe, sin duda, cosa tal como un diseño
perfecto. Los diseñadores reales se afanan por conseguir la optimización
restringida, lo cual es algo muy distinto. Como Henry Petroski, ingeniero e
historiador de la Duke University, observa acertadamente en Inuention by
Design, «Todo diseño comporta objetivos conflictivos y por tanto
compromiso, y los mejores diseños serán siempre aquellos que hayan
logrado plasmar en la realidad el mejor de los compromisos». La
optimización limitada es el arte del compromiso entre objetivos con-
flictivos. Y esto es lo que hace el diseño. Encontrar defectos al diseño
biológico porque a éste le falta algún idealizado optimum, como Gould solía
hacer de manera regular, es simplemente gratuito. Sin conocer los objetivos
del diseñador, Gould no estaba en situación de decir si éste se propuso un
compromiso erróneo entre todos aquellos objetivos.
Sin embargo, la afirmación de que el diseño biológico no es opcional
ha tenido un éxito tan tremendo que ha abortado toda discusión sobre éste.
Pero es sumamente interesante que el éxito no proviniese del análisis de
una estructura biológica determinada que mostrase de qué
61
Diseño óptimo
modo podría haber sido ensayada una optimización constante para esa
estructura. Tal empresa podría haberse constituido en una investigación
científica legítima, siempre que las mejoras propuestas fueran correcta-
mente implementadas y no degenerasen en proyectos fantasiosos, en los
que siempre es posible imaginar alguna mejora, aunque no se sepa cómo o
si con ella se podrían producir carencias en otros lugares. El hecho ¿e que
podamos siempre imaginar una cierta mejora en el diseño, no significa que
la estructura en cuestión no haya sido diseñada, ni que la mejora pueda ser
llevada a cabo, ni que esa mejora, aun en el caso de ser realizable, pudiera
introducir defectos en alguna otra parte.
En mis conferencias públicas se me suele preguntar sobre las pre-
tendidas deficiencias en el diseño del organismo humano. Entre las cosas
por las que el supuesto diseñador del organismo humano se ha ganado al
parecer el adjetivo de chapucero, se cuentan la convergencia en la faringe
de la laringe y el esófago con la consiguiente propensión al ahogo; la
deficiente construcción de la espalda y el subsiguiente dolor de ésta junto
con la pérdida de movilidad; la desastrosa configuración de la pelvis en las
mujeres con la resultante dificultad para dar a luz; la pequeñez de las
mandíbulas humanas y su consiguiente incapacidad de acomodación del
conjunto completo de los «dientes del primate» (cuya consecuencias más
notables son los problemas que causan las muelas del juicio). Mas en cabeza
de la lista se encuentra sin duda la disposición absolutamente disparatada
del ojo humano. El problema con el ojo humano, según afirman
constantemente los biólogos evolucionistas, es que su retina se encuentra
invertida, y puesto que los fotorreceptores del ojo están alejados de la luz
exterior y situados además detrás de los nervios y los vasos sanguíneos,
éstos obstruyen la luz que les llega de fuera.
Realmente, hay al parecer buenas razones funcionales para esta cons-
trucción. Un sistema visual requiere tres cosas: velocidad, sensibilidad y
resolución. La velocidad no queda afectada por la posición invertida. De la
resolución puede decirse lo mismo (salvo por un pequeño puntito ciego,
que el cerebro se encarga al parecer de soslayar sin dificultad). Por otra
parte, no hay evidencia alguna de que la retina cefalópoda de los calamares
y pulpos, que está «correctamente conformada» con sus receptores situados
al frente y los nervios conectados por detrás, se comporte mejor en la
resolución de objetos dentro de su campo visual. Sin embargo, en lo que
atañe a la sensibilidad, hay al parecer buenas razones funcionales que
favorecen la retina invertida. Las células de
62 63
DISEÑO Diseño óptimo
INTELIGENTE
la retina necesitan mucha más cantidad de oxígeno que cualquier otra nos ofrezca el menor detalle sobre el modo en que pudieran ser perfec-
célula del cuerpo humano. Mas ¿en qué momento necesitan el mayor cionadas. Y en asuntos de diseño, el mal reside en los detalles.
aporte de oxígeno? Las necesidades de oxígeno son máximas cuando la luz Pero incluso aunque tales detalles estuvieran a punto de revelarse, no
entrante es mínima. Y contar con un superávit de oxígeno frente a los afectarían al diseño como tal sino sólo a su calidad (es decir, a sus grados
fotorreceptores garantiza que las células de la retina dispongan del oxígeno de excelencia). E incluso así habría que andar con cuidado. Aun cuando un
necesario para asegurar lo más posible su sensibilidad cuando la luz que diseño pudiera ser perfeccionado en el sentido de potenciar la
afluye es mínima. (Algunos vertebrados cuyos ojos tienen las retinas funcionalidad de algún aspecto de un determinado organismo, eso no
invertidas son tan sensibles que pueden reaccionar ante fotones aislados). significaría que esa mejora fuera beneficiosa también para el ecosistema
Ahora bien, lo que me mueve aquí no es la cuestión de si el ojo humano más amplio en el que se movía ese organismo. La potenciación de la
puede o no ser mejorado o si en último extremo es óptimo. Lo que me guía funcionalidad propia de un predador, por ejemplo, podría ser altamente
más bien es simplemente observar que el hecho de llamar la atención sobre beneficiosa para ese animal, pero también lo haría mucho más peligroso
la inversión de la retina no es una razón para pensar que los ojos que poseen para su presa y por tanto alteraría drásticamente el equilibro del ecosistema
esa estructura están por debajo de lo óptimo. Ciertamente, hasta ahora en que estaba inserto, con el detrimento del propio ecosistema que
nadie ha puesto sobre la mesa una propuesta concreta sobre la posibilidad semejante acto podría acarrear. Al criticar al diseño, los biólogos tienden a
de mejorar el ojo humano en el sentido de que no sufriera la menor pérdida premiar las funcionalidades de los organismos por separado y considerar
el diseño como óptimo en el mismo grado en que las funcionalidades del
en velocidad, sensibilidad y resolución. Pero también se oculta aquí una
individuo son maximizadas. Pero los diseños del orden superior de los
especie de ironía que merece la pena considerar: el mismo sistema visual
ecosistemas totales podrían requerir a su vez el diseño de los organismos
que al parecer ha sido tan pobremente diseñado y que ningún diseñador
individuales de orden inferior a fin de maximizar su propia función.
que se respetase mínimamente a sí mismo lo habría construido así, es sin
Nuestra idea del diseño está máximamente inspirada en el modelo de
embargo un sistema lo bastante bueno para decirnos que nuestro ojo es
las competiciones deportivas. Siempre queremos ir más aprisa, volar más
defectuoso. Estudiamos el ojo valiéndonos del ojo mismo. Y sin embargo la
alto, llegar más lejos y con más fuerza. Mas ¿deseamos realmente correr,
información que éste nos da muestra al parecer la inferioridad del ojo. Es
subir, avanzar y resistir sin límite alguno? Por supuesto que no. Son
éste uno de los muchos casos en los que los científicos muerden la mano
precisamente los límites de las funcionalidades los que hacen interesante el
del que los alimenta.
juego de la vida. (Esta es la razón de la proliferación de competiciones entre
El diseño es un asunto de componendas. No es cuestión de añadir o
discapacitados). Un jugador de fútbol de más de cien kilos y tres metros de
mejorar diseños ya existentes mediante la incorporación de funcionali-
altura con la fuerza de un gorila y la agilidad de un leopardo sería
dades adicionales. Sería muy bonito conseguir toda la funcionalidad del ojo
instantáneamente descartado de todo encuentro deportivo, pues
humano sin el pequeño punto ciego. Sería muy deseable alcanzar la plena
precisamente al emplear en el juego toda su habilidad, semejante jugador
funcionalidad de los sistemas respiratorio y alimentario a la par que se
sería una apisonadora que aplastaría en su camino a todos los jugadores
reducía la incidencia de los ahogos. Sería maravilloso contar con toda la
normales que le salieran al paso.
funcionalidad de nuestras espaldas y una incidencia menor de los dolores
Los admiradores de este animal podrían asistir a tal competición por el
de lumbago. Sería muy bueno obtener toda la funcionalidad de la pelvis acicate de la novedad o por satisfacer una especie de instinto sádico, pero
femenina junto con una mayor facilidad de alumbramiento. Sería deseable un jugador como éste destruiría hasta el drama competitivo del partido. En
alcanzar la máxima funcionalidad de nuestros dientes sin soportar los muy poco tiempo, este super-jugador acabaría con seguridad con todo y
dolores de las muelas del juicio. Mas cuando se nos plantea la objeción de con todos los que deseasen participar en el juego, con lo cual dejaría de ser
la debilidad del hombre, invariablemente nos topamos sólo con las un juego. Del mismo modo, un super-predador en un ecosistema acabaría
funcionalidades adicionales mencionadas, pero sin que se con todas las presas, tras lo cual él mismo acabaría
64
DISEÑO
INTELIGENTE
roceso evolutivo muy imperfecto como medio para corregir los excesos
de un universo pródigo y hacerlo volver a su sentido. Pero ésta es una idea
a explorar en otro libro.
Nos hemos alejado un largo trecho de la ciencia, y por una buena
razón. Al sostener que la naturaleza no podía ser diseñada por con-
tener dentro de sí diversos sistemas biológicos que son subóptimos,
ios oponentes del diseño inteligente han trasladado los términos de la
discusión desde la ciencia a la teología. En lugar de preguntarse ¿cómo
puede ser específicamente perfeccionada una estructura biológica exis-
tente? La cuestión se torna en ¿podría una deidad que se respetase a
sí misma crear realmente una estructura como ésta? Jay Gould era un
maestro en el arte de provocar-y-atacar. Por ejemplo, en El pulgar del
panda escribía:
Si Dios hubiera diseñado una bella máquina que reflejase su
sabiduría y poder, seguramente no habría utilizado una colección
de partes en general diseñadas para otros fines... Antiguos
ordenamientos y cómicas soluciones constituyen la prueba de la
evolución —caminos que un Dios sensible no hubiera jamás
recorrido pero que un proceso natural, obligado por la historia,
recorre forzosamente.
N. T.: Finalista.
69
68 DlSF.ÑO I El argumento del designio
\TKUGb;\TE
atributos de una inteligencia diseñadora responsable de aquellos aspectos teórico del diseño que se propusiese investigar sobre el diseño inteligente
(a la que Paley identificaba con el Dios de los cristianos). real de ese mismo ecosistema podría replicar, «Esa es una intrigante
El campo de estudio de Paley era la teología natural. El del diseño afirmación teológica. Tal vez deba meditar horas y horas sobre ella. Pero
inteligente es mucho más modesto: tratar de identificar signos de in- lo que ahora me preocupa es buscar las fuentes de información para esta
teligencia que generen perspectivas científicas. Así, en lugar de buscar variedad».
signos de inteligencia para obtener resultados teológicos, como hizo Paley, Con vistas a clarificar algo más la distinción entre el argumento del de-
el diseño inteligente se limita a investigar signos de inteligencia como parte signio y el diseño inteligente, repasemos la historia de los argumentos de
estricta de la ciencia. Ciertamente, dentro de la teoría del diseño inteligente, este género. En primer lugar, es preciso que el argumento del designio sea
cualquier recurso a un diseñador inteligente puede ser considerado como distinguido de un compromiso metafísico anterior con dicho designio. Por
un instrumento valioso para entender el mundo. Interpretado de este ejemplo, en su diálogo Timeo, Platón (427-347 a.C.) propuso un Demiurgo
modo, el diseño inteligente no da importancia alguna a cuestiones como la (vale decir, un artesano) que configuró el mundo físico. Esta propuesta de
de si una teoría del diseño es verdadera en última instancia, o la de si el Platón no obedeció a que el mundo físico mostrase características que no se
diseñador existe realmente, o cuáles sean sus atributos. dejasen explicar sin la presencia del Demiurgo. Platón conocía perfec-
El diseño inteligente es compatible con lo que los filósofos de la ciencia tamente la obra de los atomistas griegos, quienes no emplearon ningún
llaman un enfoque empirista constructivo de la explicación científica. El recurso explicativo de este tipo. Dentro de la filosofía de Platón, es el
empirismo constructivo considera a las entidades teóricas de la ciencia de mundo de las formas inteligibles lo que constituye la realidad última, de la
manera pragmática más que realista. Y de acuerdo con ello, la legitimidad cual el mundo físico no es más que un débil reflejo. Platón introdujo, por
de una entidad científica está ligada no a su realidad última, sino a su tanto, al Demiurgo para explicar de qué modo el diseño inherente al
utilidad para promover la investigación y las perspectivas científicas. mundo de las formas intervenía en el mundo físico.
Según esta postura, las entidades teóricas son constructos cuyas Con frecuencia han operado conjuntamente el argumento del designio
consecuencias empíricas son científicamente útiles según el grado en que y un compromiso metafísico con éste. Esto ha sido cierto sobre todo en la
expliquen adecuadamente un dominio de fenómenos. tradición cristiana, en donde se utiliza el argumento del designio para
Los científicos empleados en la tarea de fabricar entidades teóricas establecer la existencia de una causa inteligente, y luego un compromiso
como quarks, cuerdas, y materia oscura fría, podrían considerar por tanto metafísico con el Dios de los cristianos identifica a esa causa inteligente con
al diseñador como una entidad teórica más en el conjunto de su caja de
Dios. El argumento del designio y el compromiso metafísico con éste han
herramientas. Ludwig Wittgenstein adoptó este mismo enfoque. En Cultu-
tendido también a aparecer combinados en la tradición cristiana, de suerte
ra y valor escribió, «Lo que un Copérnico o un Darwin realmente lograron
que el argumento del designio aparece con frecuencia elevándose
no fue el descubrimiento de una nueva teoría, sino un nuevo y fértil punto
directamente desde aspectos del mundo físico hasta el Dios Uno y Trino de
de vista». Si el enfoque del diseño inteligente no consigue conquistar una
la Cristiandad.
nueva y fecunda perspectiva que inspire frescas y excitantes áreas de in-
Argumentos del designio perfectamente construidos se encuentran a
vestigación científica, entonces (incluso aun siendo verdadero) serviría de
nuestra disposición desde los tiempos clásicos. Tanto las causas finales de
bien poco. Mas antes de que se lo descarte, el diseño inteligente merece que
Aristóteles (384-322 a.C.) como las razones seminales de los estoicos fueron
se le otorgue una clara oportunidad de triunfo.
tipos de causación inteligente inferida al menos en parte del evidente orden
Por otra parte, la validez del argumento del designio no depende tanto
e intencionalidad del mundo físico. Cicerón (106-43 a.C.) ofrece un
de la fertilidad de las ideas del diseño teórico para la ciencia como del
argumento de este género en su diálogo Sobre la naturaleza de los dioses, en
caudal metafísico y teológico que sea posible obtener del diseño. Un
donde coloca en boca de un filósofo estoico un argumento en pro del
teólogo natural podría apuntar a la naturaleza y decir, «Claramente, el
designio del universo basado en la precisión mecánica y el orden del
diseñador de este ecosistema premió la variedad sobre la pulcritud». Un
movimiento de los cuerpos celestes. El filósofo estoico de Cicerón atribuye
este diseño a una razón que es «trascendente y divina».
70
DISEÑO INTELIGENTE
sujeto a controversia. La estrategia usual para refutar tales argumentos en universos inobservables y causalmente desconectados, entidades que por su
pro del designio cosmológico es invocar el efecto de la selección. Según esto, misma definición no pueden ejercer ninguna influencia observable sobre
la sintonía cosmológica no necesita explicación puesto que sin ella no nosotros? Su principal misión parece ser la de cortocircuitar el argumento
existirían tampoco los observadores humanos que apreciaran su ausencia. del designio (véase capítulo quince).
Como ocurre en el juego de la lotería, en donde el ganador se ve gratamente Será útil conservar en la mente una distinción final relativa al argu-
sorprendido por haber ganado, del mismo modo los observadores humanos mento del designio. Los argumentos de este género pueden centrarse sobre
se ven gratamente sorprendidos por encontrarse en un universo tan la cuestión de si el universo como totalidad es diseñado. O, alter-
maravilloso. No se requiere designio alguno para explicar el éxito en la nativamente, cabe preguntarse si los casos de designio han tenido lugar
lotería; del mismo modo, tampoco se lo necesita para explicar que los dentro de un universo ya dado. El universo suministra un escenario causal
observadores humanos residan en un universo tan finamente ajustado. bien definido. (Los físicos actuales lo conciben como un campo caracterizado
Así establecido, el argumento anti-designio por efecto de la selección por las ecuaciones de campo). Aunque cabe preguntar si ese escenario es a su
es fácilmente refutable. Lo que hace del azar una alternativa viable contra el vez diseñado, igualmente podría uno preguntarse si los sucesos y objetos
designio en su analogía con la lotería, es la existencia de otros participantes que se den en él son también diseñados. Esta cuestión alberga dos tipos de
en el juego. La razón de que los ganadores en la lotería se sorprendan ante diseño: en primer lugar el diseño del universo como totalidad, y en segundo,
su buena fortuna está en que la mayoría de los restantes jugadores salen instancias de diseño dentro del universo.
perdiendo. Supongamos que esa persona haya comprado sólo un billete y, Para ilustrar la diferencia entre los dos tipos de diseño, consideremos la
por tanto, que la probabilidad de que ese billete salga ganador es analogía de una pintura al óleo. Un cuadro al óleo está pintado de ordinario
infinitamente pequeña. ¿Qué ocurre si esa persona gana en la lotería? En tal sobre un determinado lienzo. Uno puede preguntar a su vez si el lienzo es
caso, se seguiría una inferencia de designio. Y ésta es exactamente la diseñado. Y alternativamente, cabe preguntar si alguna configuración de la
situación en que nos encontramos respecto al universo. Toda nuestra pintura sobre el lienzo es diseñada. El diseño de los lienzos correspondería
evidencia empírica apunta a que hay justamente un solo jugador en la gran al diseño del universo como totalidad. Y el diseño de alguna configuración
lotería cósmica: el universo en donde habitamos. determinada de la pintura correspondería a alguna instancia de diseño
Pero, ¿hay solamente un universo? Para que un efecto de selección dentro del universo.
refute con éxito un argumento de designio basado en una fina sintonía En esta analogía, el universo es un lienzo sobre el cual está representada
cosmológica, necesitamos una enorme cantidad de universos en la que la la historia natural. Cabe preguntar ahora si el lienzo mismo es diseñado.
gran mayoría son perdedores en nuestra búsqueda de observadores Igualmente cabe preguntar a su vez si los sucesos de la historia natural
humanos. Mas esta hipótesis requiere aumentar la propia ontología, con la pintados en ese lienzo son diseñados. En biología, por ejemplo, puede uno
consiguiente opacidad de la física y la metafísica, lo cual es en sí preguntar si una maquinaria bioquímica tan irreductiblemente compleja
problemático. El Dios de la mayoría de las religiones teístas es al menos como el flagellum bacterial es diseñada. Aunque el designio continúa siendo
concebido como un ser causalmente activo dentro de nuestro universo. Pero un tópico ampliamente discutido en cosmología (¿es el universo como
los restantes universos situados más allá del nuestro, no pueden ser totalidad diseñado?), al interesarse el diseño inteligente por la biología, la
observados por definición ni ejercer un impacto de un modo u otro. (Para la mayoría de las discusiones y controversias actuales se centran en ella
ilegítima afirmación de que la infinidad de los mundos ejerce una influencia (¿existe diseño en el universo y, específicamente, en biología?).
causal sobre el nuestro a través de la interferencia de efectos, véase la sección
2.8 de mi libro No Free Lunch). Según ello, estos universos se parecen mucho
más a un objeto de fe que la propuesta de un diseñador que pretendiera
influir en nuestro universo. ¿Por qué proponer algo tan fantasioso como un
conjunto de
PARTE DOS
DETECTANDO
DISEÑO
8
L INFERENCIA
A DI $ E Ñ O
\D ¿Qué es la inferencia de diseño? ¿En
E qué difiere la inferencia de diseño del
i argumento del designio?
equipo concluyó que Schón era ciertamente culpable. Por otra parte, Schón
no era sólo el primer autor de los artículos en cuestión, sino el único entre 9
sus coautores que tenia acceso a los mecanismos que producían la
desconcertante coincidencia de los resultados experimentales. Y más aún: AZAR Y NECESIDAD
todos los protocolos experimentales cuya responsabilidad de
1y ¿Cómo concibe la comunidad científica
mantenimiento recaía en el mismo Schón, desaparecieron misteriosamente
\ y ias causas naturales, y por qué
cuando los controladores expresaron su deseo de revisarlos.
\ / no figuran entre ellas las causas
La inferencia de diseño realizada por el equipo independiente en el
inteligentes?
caso de Schón ilustra a las claras la diferencia existente entre la inferencia
de diseño y el argumento del diseño. El argumento del diseño está en la
base de toda argumentación filosófica y teológica. Con él se pretende
establecer la existencia y atributos de una causa inteligente que subyace al
mundo y que está basada en ciertas características del mundo. En cambio,
la inferencia de diseño es un razonamiento genérico para identificar los
efectos de la inteligencia, con independencia de las particulares LA COMUNIDAD CIENTÍFICA ENTIENDE las causas naturales en términos de azar,
características de ésta y con independencia también de dónde, cómo, y por necesidad, y la combinación de ambas cosas. El biólogo Jacques Monod
qué actúa la inteligencia. (Esa inteligencia puede ser animal, humana, escribió un libro, El azar y la necesidad, para subrayar este punto. ¿Por qué
extraterrestre, singular, plural, inmanente o trascendente). La inferencia de la comunidad científica limita las causas naturales al azar y a la necesidad,
diseño se centra en un rasgo particular —la complejidad especificada— y excluyendo así al diseño? Para muchos profesionales de las ciencias
lo utiliza como base para inferir un tipo de inteligencia. Así, cuando un naturales, el diseño, en tanto que acción de un agente inteligente, no es una
suceso, objeto, o estructura del mundo exhiben complejidad especificada, fuerza creativa fundamental de la naturaleza. Lo que más bien se piensa es
uno infiere que tras esa complejidad hay una inteligencia responsable. que las ciegas fuerzas naturales, caracterizadas por el azar y la necesidad,
Dicho en otras palabras, se realiza una inferencia de diseño. son suficientes para realizar toda la obra creativa de la naturaleza.
Tres objetos bastarán para ilustrar lo que está en juego con el azar y la
necesidad: una calculadora, una ruleta y un instrumento agitador. Una
calculadora opera por necesidad. Pulsemos 2 + 2 y la única respuesta
posible será 4. Decir que algo es necesario es lo mismo que decir que ese
algo tiene que suceder y que eso ocurrirá de una sola y única manera. Es
necesario que el agua se hiele por debajo de los cero grados. Es necesario
que los objetos sólidos dentro de un campo gravitacional se atraigan
movidos por las fuerzas gravitacionales. Es necesario que dos más dos
sumen cuatro.
Lo opuesto a la necesidad es la contingencia. Decir que algo es con-
tingente es afirmar que ese algo puede suceder de más de una manera.
Cuando impulsamos la rueda de una ruleta, por ejemplo, la bola puede
detenerse en cualquiera de las treinta y ocho casillas (numeradas de uno a
treinta y seis más el cero y el doble cero). El lugar preciso en el que la bola
se detenga es por tanto contingente. La contingencia presupone un
84 Dist \o I N reí icr\iTE
/COMPLEJIDAD
[ESPECIFICADA
\ ¿ Qué es la complejidad especificada,
y cómo se determina si algo exhibe
complejidad especificada?
11
EL FILTRO EXPLICATIVO
¿De qué modo funciona la complejidad
especificada como criterio de detección de A diseño?
sí
al primer nodulo de decisión nos lleva inmediatamente al segundo. ¿Qué gecuencias regulares aritméticas que surgen durante el desarrollo de los
ocurre aquí? Ante 10 billones de posibilidades de combinación de las que gistemas biológicos —secuencias que en cambio deberían ser atribuidas a
sólo una es la correcta, sería absolutamente insensato pensar que una larga necesidades naturales. Por ejemplo, la serie de Fibonacci (en la cual cada
serie de giros del dial en una y otra dirección podría llevarnos finalmente número es la suma de los dos anteriores) que caracteriza la ordenación de
hasta ella. En la práctica, descubrir el modo de abrir la caja es las hojas en los tallos de las plantas deriva de un «proceso perfectamente
extremadamente complejo e improbable. (En rigor, la probabilidad tendría natural».
que ser menor que el límite de la probabilidad universal, pero, como ya se La contradicción aquí es sólo aparente. El error no proviene del filtro
dijo en el capítulo anterior, a efectos prácticos esto es más que suficiente). Explicativo sino de un equívoco acerca del término natural. ¿En qué sentido
El procedimiento para abrir la caja llega por tanto al tercer nodulo de la secuencia de Fibonacci deriva de un «proceso natural perfectamente
decisión. Lo crucial aquí es la cuestión de decidir si este suceso es también organizado»? O ¿es natural el origen de ese proceso? El hecho de que la
especificado. Si fuera sólo complejo pero no especificado, la apertura de la operación de algo sea natural, no significa que su origen también lo sea. Es
caja del banco podría entonces ser legítimamente atribuida al azar. (El azar éste un punto ampliamente olvidado. De hecho, el ejemplo de Korthof dice
explica también la absoluta complejidad aparte de la especificación). Pero sólo que los sistemas biológicos son naturales, no que lo sea su origen. Pero
el suceso que nos ocupa es sin duda especificado. Efectivamente, la misma el origen, y por tanto el diseño, de sistemas biológicos que exhiben el
construcción de la cerradura especifica cuál de entre los diez billones de comportamiento de Fibonacci está a su vez en cuestión. El ejemplo de
combinaciones es la que abre la caja. Así pues, este suceso es tanto complejo Korthof es lógicamente equivalente a un programa de computador que
como especificado. Y como tal exhibe una complejidad especificada con lo produce la serie de Fibonacci. Una vez convenientemente programado, el
que pasa al nodulo terminal «diseño». De este modo llegamos formalmente computador opera por necesidad. En consecuencia, cuando sus resultados
a lo que cualquier empleado de un banco reconocería inmediatamente: que alimenten al filtro acabarán desembocando en el nodulo de la necesidad. La
alguien supo y eligió de antemano la combinación correcta del dial. serie de Fibonacci generada por el computador deriva, como diría Korthof,
El Filtro Explicativo ha sido objeto de innumerables críticas tanto en la de un «proceso perfectamente natural». Pero ¿de dónde procede el
prensa como en Internet. Quisiera por tanto responder aquí brevemente a computador que ejecuta el programa? Y ¿de dónde el programa mismo?
las principales objeciones. Una de ellas, expresada por gentes que sólo de Toda la mecánica y la inteligencia del computador en nuestra experiencia
oídas conocen algo sobre el filtro, es que el tal filtro asigna al diseño sucesos ordinaria están propiamente referidas no a la necesidad sino al diseño.
o cosas que son meramente improbables. Pero es evidente que no es éste el Las críticas de Korthof sugieren que las conclusiones extraídas por el
caso en modo alguno, porque además de identificar la complejidad o la Filtro Explicativo dependen de manera crucial de los sucesos que intro-
improbabilidad, el filtro ha de identificar también una cierta especificación duzcamos en él. Para examinar cualquier pretendido diseño que pueda
antes de atribuir diseño al objeto de su examen. Otra crítica consiste en permanecer oculto tras la serie de Fibonacci, el objeto de nuestro interés no
afirmar que el filtro asignará al diseño objetos geométricos regulares como es la programada operación de los sistemas biológicos que produzca la serie
los cristales de hielo en forma de estrellas que se producen en el frío de Fibonacci (que, tratada como tal, acabaría en el nodulo de la necesidad
invierno. Esta crítica es sencillamente inapropiada, pues tales formas no son del Filtro Explicativo). El centro de nuestro interés es, más bien, la
más que una cuestión de necesidad física por la simple razón de las estructuración del suceso que organice los sistemas biológicos de modo tal
propiedades del agua. (Así pues, el filtro asignará los cristales a la necesidad que puedan producir en primer lugar la serie de Fibonacci. Verificar que
y no al diseño). Consideraciones similares son aplicables a los sistemas este suceso conduce al nodulo del diseño en el Filtro Explicativo es sencillo.
auto-organizativos en general. En efecto, el «programa biológico» que produce la serie de Fibonacci es
Según el crítico de Internet Pert Korthof (www.home.planet.nl/ - probablemente bastante simple y podría incluso estar basado en fuerzas
gkorthf/ kortho44,htm), el filtro atribuye erróneamente diseño a ciertas puramente naturales como la presión selectiva. Sin embargo, el «hardware
biológico» más simple para manipular este
98 DISEÑO El filtro explicativo 99
INTELIGENTE
programa es una célula funcional. Y la célula funcional más simple es una mayor que 1 sobre 10 billones. Concedamos que tal cosa podría suceder.
célula asombrosamente compleja que acumula capas sobre capas de Pero del mismo modo podría suceder también que el mecanismo exigiera
complejidad especificada y por tanto de diseño. introducir tan precisa y limpiamente la combinación correcta, que la
La incapacidad de Korthof para distinguir entre la operación legifor- probabilidad de abrir la caja por azar fuera realmente aún menor que 1
me o «natural» de una cosa y su origen diseñado está muy extendida. sobre 10 billones. Un ulterior examen del mecanismo de apertura podría
Desgraciadamente, esta confusión no muestra signos de debilitamiento. por tanto trastocar o reforzar una inferencia de diseño.
Michael Polanyi la retrotrae a los años 1960 cuando distingue entre la La perspectiva de que un conocimiento adicional pudiera trastocar una
operación mecánica de los organismos y sus aspectos maquinistas (véase inferencia de diseño significa un riesgo para el Filtro Explicativo. Pero es
capítulo veinte). Analicemos esta distinción con un ejemplo par- un riego endémico en toda tarea de investigación científica, pues no es más
ticularmente simple. Imaginemos una imagen gráfica en carretera que que un reestablecimiento del problema de la inducción, o sea, que podemos
advierte sobre una intensa nevada caída en el entorno del restaurante Eat estar equivocados respecto a las regularidades (tanto probabilistas como
at Frank dejando al mismo anuncio semicubierto de nieve. A su vez, el necesarias) que operaban en el pasado y que siguen teniendo aplicación en
propio anuncio ha caído al suelo como resultado de fuerzas naturales no el presente. Wilkins y Elsberry se comportan realmente como si ningún
dirigidas. Sobre esta base, el filtro no podría atribuir al diseño la impresión volumen de investigación sobre un fenómeno fuera suficiente para
dejada en el suelo por ese anuncio. Sin embargo, hay en todo esto un suceso desterrar razonablemente las necesidades naturales y los procesos de
relevante cuyo diseño ha de ser afirmado: la estructura de la imagen cambio como causa de ellas. Pero si el diseño en la naturaleza es real, las
grabada (bien sea en la nieve o bien en el anuncio). Este suceso ha de ser recomendaciones de estos autores nos aseguran que nunca lo
referido a la actividad del que construyó el anuncio, y el Filtro Explicativo descubriremos (véanse los capítulos veintiséis y treinta y dos).
lo adscribe correctamente al diseño. Las fuerzas naturales pueden servir de Frente a Wilkins y Elsberry, el riesgo de que un conocimiento posterior
conductos para el diseño. Pero tal vez una simple inspección de esas pueda trastornar la inferencia de diseño, no tiene nada que ver con la
fuerzas no suministre ninguna evidencia de diseño, y en tal caso habrá que fiabilidad del filtro. Esta fiabilidad está referida a su precisión en la
explorar a más profundidad. El uso del Filtro Explicativo para identificar detección de diseño, supuesto que le hayamos introducido con toda
el diseño exige introducir en el filtro los correctos sucesos, objetos y exactitud las probabilidades en cuestión (véase capítulo doce). Wilkins y
estructuras. El hecho de que un determinado dato no revele ningún diseño, Elsberry se proponían criticar la fiabilidad del filtro pero lo que de hecho
no significa que otro mejor elegido tampoco pudiera descubrirlo. están criticando es su aplicabilidad (véase capítulo catorce). Son como una
En un artículo titulado «Las ventajas de la cara sobre la cruz: La persona que tacha de no fiable una calculadora ante un amigo que intenta
inferencia del diseño y la argumentación a partir de la ignorancia», averiguar cuánto son nueve veces nueve y que obtiene una respuesta
aparecido en la revista Biology and Philosoplu/ (2001), John Wilkins y Wesley errónea porque accidentalmente marcó «6 x 6». Si esa persona se empeñara
Elsberry sostienen que el filtro no es un indicador fiable de diseño. Central en seguir negando la utilidad de la calculadora pero se viera obligada a
para su argumento es la idea de que si nos declarásemos incapaces de admitir que su amigo era el responsable del error, entonces podría insistir
caracterizar el entero abanico de necesidades naturales y procesos de en que nadie puede estar absolutamente seguro de que usa correctamente
cambio que pudiesen cooperar en la explicación de un fenómeno, la calculadora. Esto es en esencia lo que Wilkins y Elsberry han hecho con
podríamos omitir con ello toda causa natural indirecta que pudiese el Filtro Explicativo.
aumentar la probabilidad del fenómeno y con ello la posibilidad de una Negar así la aplicabilidad del Filtro favorece indirectamente las causas
explicación adecuada con independencia del diseño. Así, con respecto a las naturales y las torna inmunes a la invalidación. La ciencia es
probabilidades de abrir por azar la caja del banco acabada de considerar, supuestamente una empresa arriesgada. Nos acercamos a la naturaleza
para estos autores sería una construcción muy precaria una caja cuya para descubrir sus secretos porque no sabemos cuáles son hasta que no la
posibilidad de apertura por azar fuera mucho examinamos. De lo cual se sigue que lo que la naturaleza nos revela
1
98 DISEÑO INTELIGENTE
may°r que 1 sobre 10 billones. Concedamos que tal cosa podría suceder. Pero
del mismo modo podría suceder también que el mecanismo eXigiera
introducir tan precisa y limpiamente la combinación correcta, que la
probabilidad de abrir la caja por azar fuera realmente aún menor que 1
sobre 10 billones. Un ulterior examen del mecanismo de apertura podría
por tanto trastocar o reforzar una inferencia de diseño.
La perspectiva de que un conocimiento adicional pudiera trastocar una
inferencia de diseño significa un riesgo para el Filtro Explicativo. Pero es
un riego endémico en toda tarea de investigación científica, pues no es más
que un reestablecimiento del problema de la inducción, o sea, que podemos
estar equivocados respecto a las regularidades (tanto probabilistas como
necesarias) que operaban en el pasado y que siguen teniendo aplicación en
el presente. Wilkins y Elsberry se comportan realmente como si ningún
volumen de investigación sobre un fenómeno fuera suficiente para
desterrar razonablemente las necesidades naturales y los procesos de
cambio como causa de ellas. Pero si el diseño en la naturaleza es real, las
recomendaciones de estos autores nos aseguran que nunca lo
descubriremos (véanse los capítulos veintiséis y treinta y dos).
Frente a Wilkins y Elsberry, el riesgo de que un conocimiento posterior
pueda trastornar la inferencia de diseño, no tiene nada que ver con la
fiabilidad del filtro. Esta fiabilidad está referida a su precisión en la
detección de diseño, supuesto que le hayamos introducido con toda
exactitud las probabilidades en cuestión (véase capítulo doce). Wilkins y
Elsberry se proponían criticar la fiabilidad del filtro pero lo que de hecho
están criticando es su aplicabilidad (véase capítulo catorce). Son como una
persona que tacha de no fiable una calculadora ante un amigo que intenta
averiguar cuánto son nueve veces nueve y que obtiene una respuesta
errónea porque accidentalmente marcó «6 * 6». Si esa persona se empeñara
en seguir negando la utilidad de la calculadora pero se viera obligada a
admitir que su amigo era el responsable del error, entonces podría insistir
en que nadie puede estar absolutamente seguro de que usa correctamente
la calculadora. Esto es en esencia lo que Wilkins y Elsberry han hecho con
el Filtro Explicativo.
Negar así la aplicabilidad del Filtro favorece indirectamente las causas
naturales y las torna inmunes a la invalidación. La ciencia es
supuestamente una empresa arriesgada. Nos acercamos a la naturaleza
para descubrir sus secretos porque no sabemos cuáles son hasta que no la
examinamos. De lo cual se sigue que lo que la naturaleza nos revela
100 DISK ÑO INTELIGENTE
Las cosas que son diseñadas quedarán prendidas en ella. A nosotros nos
gustaría que la red atrapara mucho más de lo que pesca, sin omitir nada
que fuera debido al diseño. Pero dada la habilidad del diseño para
mimetizar causas no inteligentes e incluso la posibilidad de que nosotros
mismos sigamos ignorando cosas que son diseñadas, este problema no
puede ser remediado. No obstante, quisiéramos estar absolutamente
seguros de que todo lo que la red capturase incluiría sólo aquello que
nosotros pretendemos capturar, o sea, cosas que son diseñadas. Si éste es el
caso, podemos confiar entonces en que todo lo que el criterio de
especificación-de-complejidad atribuya al diseño será con seguridad algo
diseñado.
¿Cómo es posible comprobar que la complejidad especificada es un
criterio fiable para detectar diseño? O dicho en otras palabras: ¿cómo
podemos constatar que el criterio de especificación-de-complejidad sabe
desechar sabiamente los positivos falsos? El cumplimiento de esta as-
piración se realiza mediante una generalización claramente inductiva: en
toda instancia que manifieste a las claras la presencia de una complejidad
especificada, y cuya historia causal sea perfectamente conocida (es decir,
cuando no se trate justamente de disponer de una evidencia circunstancial,
sino, por el contrario, cuando se cuente con una cámara de vídeo para que
todo pretendido diseñador pueda ser inmediatamente desenmascarado),
sucede que el diseño también está presente. Esta afirmación es verdadera
aun para el caso en que la persona que estuviera utilizando el filtro no
tuviera acceso a una información de primera mano. Es ésta una
fundamental y valiente afirmación, por lo cual la reestableceré de otro
modo: Cuando sea posible una corroboración empírica y directa, el diseño estará
realmente presente siempre que la complejidad especificada lo esté también.
Aunque esta justificación de la fiabilidad del criterio de especificación-
de-complejidad para detectar diseño pueda parecer un tanto facilo- na, no
lo es realmente. Si alguna cosa exhibe una genuina complejidad
especificada, entonces no se la puede explicar en términos de todos los
mecanismos materiales (no sólo de los que son conocidos, sino de todos
ellos, apoyándose en la probabilidad universal ligada a ese 1 contra 10 150;
véase capítulo diez). Ciertamente, atribuir complejidad especificada a
alguna cosa significa que la especificación a la cual esa cosa se conforma
corresponde a un suceso que es enormemente improbable con respecto a
todos los mecanismos materiales que pudieran dar lugar al suceso en
cuestión. Así pues, elijamos: consideremos al elemento en cuestión como
fiabilidad del criterio 105
especificada puede y ciertamente debe prescindir de tales mecanismos. Jiacer un fertilizante más eficaz que otro en un determinado cultivo. Los
(Una complejidad especificada quedaría inmediatamente trastornada si mecanismos de combinación, sin embargo, son otra historia. Los
alguna distribución de probabilidad inducida por mecanismos conocidos mecanismos materiales conocidos (en este caso las leyes de la física)
que operan a su vez de maneras conocidas tornaran lo que tratamos de prescriben dos posibles movimientos de combinación: rotaciones en el
explicar en algo razonablemente probable. Recordemos el ejemplo del sentido del reloj y rotaciones en contra. Sin embargo, estos mecanismos no
musgo bajo los árboles). Pero puesto que la complejidad especificada exige pueden prescribir el número exacto de giros que abra la cerradura. La
eliminar también toda distribución de probabilidad inducida por geometría y simetría del cierre no permiten que los mecanismos materiales
mecanismos materiales que pudieran ser operativos, sin olvidar siquiera a puedan distinguir una combinación de otra. O sea, que una de ellas es tan
los desconocidos, ¿cómo puede la complejidad especificada prescindir de buena como cualquier otra desde la perspectiva de los mecanismos
éstos? materiales.
La complejidad especificada puede prescindir de mecanismos ma- Las cerraduras de combinación exhiben muchos grados de libertad en
teriales desconocidos supuesto que existan razones independientes para sus posibles combinaciones. De hecho, son precisamente esos grados de
pensar que las explicaciones basadas en mecanismos materiales conocidos libertad lo que garantiza la seguridad de la caja fuerte. Cuanto más grados
no van a ser tergiversadas por mecanismos desconocidos aún no de libertad, mayores serán las combinaciones posibles y mayor la
identificados. Tales razones independientes adoptan típicamente la forma seguridad. Los mecanismos materiales son compatibles con estos grados
de argumentos a partir de la contingencia que invocan numerosos grados de libertad y nos aseguran que cada posible combinación es físicamente
de libertad. A veces toman la forma de argumentos desde el agotamiento: realizable. Mas precisamente porque cada posible combinación es físi-
tras intentar una y otra vez obtener un resultado (digamos la camente realizable, los mecanismos materiales como tales no pueden
transformación de plomo en oro), los investigadores acaban convencidos imponer una combinación con exclusión de otras. Para eso necesitamos
de la imposibilidad de conseguirlo. No es infrecuente que se trate de condiciones iniciales y fronterizas. Estas condiciones describen las
reforzar este tipo de argumento con fundamentos teóricos. La alquimia, por circunstancias precisas bajo las cuales pueden actuar los mecanismos
ejemplo, había sido ampliamente descartada antes de que la química materiales. Por ejemplo, que una cerradura de combinación se abra de una
proporcionara fundamentos teóricos sólidos para su rechazo. Pero fue el manera particular depende del modo en que estén organizados los seguros
surgimiento de la química moderna, con su teoría de los elementos, lo que (es decir, de sus condiciones iniciales).
acabó definitivamente con la alquimia. (Con el término alquimia me Así pues, para establecer que ningún mecanismo material explica un
refiero, por supuesto, a la transformación masiva de una determinada fenómeno, se establece típicamente que ese mecanismo es compatible con
sustancia mediante una serie de toscas intervenciones, como aplicación de los conocidos mecanismos materiales implicados en su producción,
calor y de pociones, y no por reconstrucción átomo a átomo de una aunque esos mecanismos permiten también cualquier número de alter-
determinada sustancia valiéndose de sofisticados aparatos tales como los nativas a éste. (Es decir, que los mecanismos permiten un amplio rango de
aceleradores de partículas). condiciones iniciales y fronterizas, y estas condiciones son las que
conforman los grados de libertad con los que los mecanismos materiales
En cualquier caso, necesitamos contar con una buena base de re-
pueden operar). Por ser compatible con los conocidos mecanismos ma-
levantes distribuciones de probabilidad antes de poder atribuir con cierta
teriales implicados en su producción, aunque no requerido por éstos, un
confianza una complejidad especificada. Que podamos o no hacernos con
fenómeno se torna irreducible no sólo a los mecanismos conocidos sino
semejante bagaje ha de ser establecido sobre la base de casos individuales
también a cualquier mecanismo desconocido. ¿Por qué razón? Porque los
—un punto sobre el que he insistido en The Design Inference. En esta obra
mecanismos materiales conocidos pueden decirnos de manera conclusiva
contrasté el resultado de un experimento en agricultura con la apertura de
que un fenómeno es contingente y que permite muchos grados de libertad.
una caja fuerte con un mecanismo de combinación. En el experimento de
Cualquier mecanismo desconocido tendría entonces que respetar esa
agricultura, nos faltaba simplemente el suficiente conocimiento de los
contingencia y aceptar los grados de libertad ya descubiertos.
mecanismos subyacentes que pudieran
108 DISEÑO INTELIGENTE
1
La construcción de la realidad social. Las realidades sociales son objetivas en ^mOS en una flecha que acierta en el blanco. El blanco es un modelo
el sentido de que regulan los acuerdos intersubjetivos y expresan hechos Independientemente Jado y por tanto una especificación. Pero el blanco
(en lugar de meras opiniones) sobre el mundo social en el que habitamos. lepresenta también un suceso —la flecha que acierta en el blanco— y ^te
Pero estos hechos se dan dentro de una matriz social, que a su vez suceso encierra una cierta probabilidad.
presupone sujetos y por tanto comporta subjetividad. Por ser condicionalmente independientes de los resultados que des-
Searle suplementa la distinción objetivo-subjetivo con una distinción ISHÍbe, las especificaciones son, dentro del esquema de Searle, epistémi-
ontológico-epistémica (ontología hace referencia a lo que existe, epistemo- jgftynente objetivas. Además, una vez que se ha dado una especificación
logía a lo que conocemos). |f>el suceso que representa ha sido identificado, la probabilidad de ese
¡quitado es ontològicamente objetiva. Consideremos, por ejemplo, un
Objetivo sperimento en mecánica cuántica en el cual se envía una luz polarizada a
través de un filtro polarizador cuyo ángulo de polarización es de 45 grados
con respecto al de la luz. Imaginemos que la luz es enviada por el filtro fotón
a fotón. Según la mecánica cuántica, la probabilidad de que un fotón
Ontològico Epistémico atraviese el filtro es de 50 por ciento, y la probabilidad de que cada fotón
logre atravesarlo es probabilisticamente independiente de los otros. Este
experimento de mecánica cuántica sirve de modelo a la tirada de una
moneda bien equilibrada (cara = fotón que pasa por el filtro; cruz = fotón
Subjetivo que no pasa a través de él), aunque sin la posibilidad de un determinismo
subyacente que pudiera eliminar el azar (asumiendo que la mecánica
Figura 2. Realidades sociales de John Searle. cuántica pueda arrojar verdadero azar).
Representemos ahora a un fotón que pasa por el filtro con un 1 (en lugar
Según esto, la solidez es ontològicamente objetiva, pues depende del de cara) y a un fotón que no pasa por el filtro con un cero (en lugar de cruz).
estado ontològico de la naturaleza con independencia de los seres humanos Consideremos la especificación 11011101111101111111..., o sea, la secuencia
o de otros sujetos. Y alternativamente, la belleza es epistémicamente de los números primos en notación unaria. (Donde la serie de sucesivos
subjetiva, pues depende del estado epistémico de los humanos u otros unos separados por un cero está representando a cada uno de los números
sujetos, y su valoración puede variar de sujeto a sujeto. Por otra parte, las en dicha secuencia). Por razones de brevedad consideremos la serie de
propiedades que reflejan realidades sociales como el dinero, el matrimonio números primos situados entre 2 y 101. Esta representación de los números
y las hipotecas, son ontològicamente subjetivas pero epistémicamente primos es ontològicamente subjetiva en el sentido de que depende de
objetivas. Así, el matrimonio es ontològicamente subjetivo en el sentido en sujetos humanos que conocen la aritmética (y específicamente los números
que depende de las convenciones sociales de los sujetos humanos. Pero al primos y su notación a base de unos). Es también epistémicamente objetiva
mismo tiempo, el matrimonio es epistémicamente objetivo: toda disputa en la medida en que la aritmética es un aspecto universal de la racionalidad.
sobre la condición de casado de algún sujeto puede ser objetivamente Además, una vez establecida esta especificación de números primos, la
dilucidada sobre la base de estas convenciones sociales. probabilidad precisa de una secuencia de fotones que pasen por el filtro y
¿Cómo se aplican las categorías de Searle a la complejidad espe- coincidan con él es ontològicamente objetiva. En efecto, esta probabilidad
cificada? En dos partes, que se corresponden con las dos partes que dependerá solamente de las propiedades físicas propias de los fotones y los
componen la complejidad especificada. La complejidad especificada filtros polarizadores. Por tanto, la complejidad especificada es a la vez
comporta una especificación, un modelo condicionalmente independiente epistémicamente objetiva (respecto a la especificación) y ontològicamente
de algún resultado observado; pero incluye también una asignación de objetiva (en lo que concierne a la complejidad una vez que se cuenta con
complejidad (improbabilidad) al suceso asociado con ese modelo. Pen- una especificación).
114 DISEÑO INTELIGENTE
1
La complejidad especificada está por tanto a salvo de la acusación de
subjetividad epistémica, que, de ser cierta, relegaría la complejidad
especificada al capricho, al gusto o a la opinión del sujeto. Pero la
complejidad especificada no se limita a evitar sin más esta acusación. Más
positivamente, muestra también dos formas deseables de complejidad:
especificaciones que son epistémicamente objetivas, y medidas de
complejidad basadas en estas especificaciones que son ontológicamente
objetivas. ¿Sería suficiente esto para justificar la complejidad especificada
como instrumento legítimo para la ciencia? Para responder a esta pregunta
consideremos qué podría suceder con la complejidad especificada si se
prescindiera de ella como instrumento legítimo en la ciencia.
Según David Berlinski, en las especificaciones está el problema. En el
número de Commentary de Diciembre de 2002, en un artículo titulado «Has
Darwin met his match?», escribía Berlinski:
Una especificación es un gesto humano. Puede ser ofrecido o
contenido, aplazado o diferido; puede ser preciso o incompleto,
parcial o único. El reloj de Paley puede así ser especificado en
términos de sus propiedades para medir el tiempo, pero también
puede serlo en términos de la ordenación o enumeración de sus
partes; y a su vez estas partes pueden ser igualmente especificadas
en términos horológicos, mecánicos, moleculares, atómicos, o
incluso sub-atómicos. Cada especificación introduce un cálculo de
probabilidades diferente. El reloj de Paley puede ser improbable
bajo una especificación, pero probable en otra.
Un gesto es la expresión de un pensamiento que centra su atención en
una cosa con exclusión de otras. Bien, demos por sentado que las es-
pecificaciones son gestos. De aquí no se sigue que todos los gestos hayan
sido creados iguales o que ninguno de ellos pueda ser legítimamente
empleado para realizar inferencias de diseño. La crítica de Berlinski
homogeneiza arteramente todos los gestos. Si todo lo que yo pudiera hacer
con el reloj de Paley (véase el capítulo siete) fuera gesticular ante el número
de sus partes, entonces no tendría lugar la menor inferencia de diseño. Por
otra parte, si yo gesticulo ante su complejidad funcional y la integración de
sus partes a fin de marcar el tiempo, entonces estaré realizando una
inferencia de diseño.
El objetivo de Berlinski es mostrar que diferentes especificaciones
pueden producir diferentes resultados de probabilidad. Así, una especi-
ficación podría justificar una inferencia de diseño, pero tal vez otra no.
Objetividad y subjetividad 115
Mas ¿por qué este hecho sobre la especificación tendría que disminuir la
capacidad de la complejidad especificada para realizar una inferencia de
diseño válida? Imaginemos dos blancos con una flecha clavada en el
corazón de los círculos que uno y otro tienen pintado en su centro.
Supongamos que el corazón de uno de los blancos es amplio y el del otro
muy pequeño (lo cual implicaría que clavar la flecha en el centro del
corazón amplio sería razonablemente probable, mientras que la pro-
babilidad de acertar con el pequeño sería mínima). Supongamos además
que los blancos fueron colocados con independencia de la trayectoria de la
flecha. En este caso señalaríamos al diseño como responsable de la
trayectoria de la flecha. Ciertamente, la flecha alojada en el centro del
pequeño exhibiría una complejidad especificada con lo cual desen-
cadenaría una inferencia de diseño. En cuanto a la flecha alojada en el
centro del grande, es irrelevante el hecho de que no haya en este caso
ningún indicio de complejidad especificada. Para extraer una inferencia de
diseño válida es suficiente con hallar al menos una especificación para la
cual el elemento en cuestión exhiba una complejidad especificada. (El
fracaso en otras especificaciones corre en paralelo con este punto).
Tampoco significa esto que, con independencia del elemento en cuestión,
podamos encontrar siempre una especificación para la cual éste exhiba una
complejidad especificada. La complejidad especificada necesita es-
pecificaciones de baja complejidad especificacional, y éstas son escasas y
distantes entre sí (recordemos el capítulo diez).
Pero las especificaciones no son el problema. Es cierto que, aunque
epistemológicamente objetivas, las especificaciones no son ontològica-
mente objetivas. Pero esta carencia de objetividad ontològica, no les impide
sin embargo desempeñar un papel legítimo en las ciencias naturales. En
biología, las especificaciones aportan independientemente modelos
funcionales que describen la conducta orientada a un fin de los sistemas
biológicos. El flagellum bacterial, por ejemplo, es un motor propulsor
bidireccional que situado en la espalda de ciertas bacterias las hace moverse
a través de su entorno acuoso.
Esta descripción funcional es epistémicamente objetiva, pero en cual-
quier interpretación naturalista de la ciencia debe ser considerada como
ontològicamente subjetiva. Si, como el naturalismo exige, la naturaleza es
un nexo cerrado de causas naturales no dirigidas, entonces la naturaleza no
sabe nada sobre semejantes descripciones funcionales. Y sin embargo la
biología como ciencia sería imposible sin ellas. Por su parte, los conceptos
mismos de supervivencia y reproducción, de los cuales
116 DISEÑO INTELIGENTE
antes de aceptar la complejidad especificada como herramienta legítima un sistema biológico, por ejemplo, o bien ejemplifica o bien no puede
para la ciencia. Mas la exigencia de una prueba estricta, aunque legítima gjgjnplificar la complejidad especificada. Este último punto merece ser
en la matemática, es absolutamente inviable en las ciencias naturales. Estas subrayado. La atribución de complejidad especificada no es nunca una
ciencias establecen afirmaciones cuya base es empírica, y tales afirmaciones afirmación sin sentido. Bajo el supuesto de que en la producción de algún
son siempre falsables. (Incluso la mecánica de Newton, que durante un suceso no hay implicado el menor vestigio de designio o teleología, ese
tiempo definió a la física, acabó viéndose falsada). Errores en las suceso tiene una cierta probabilidad basada en mecanismos causales. Esa
mediciones, conocimiento incompleto, penetración teórica limitada y el probabilidad a su vez se organiza en una medida asociada de complejidad
problema de la inducción arrojan una sombra sobre las afirmaciones (véase capítulo diez). Que el nivel de complejidad sea lo suficientemente
científicas. La sombra de la falsabili- dad no incapacita sin duda a la ciencia. alto como para cualificar al suceso de instancia de complejidad especificada,
Pero sí se proyecta sobre las pretensiones de la ciencia que (a diferencia de depende de las condiciones físicas que rodeen al suceso. En todo caso, es
la matemática) es sólo experimental. Y por ello nos recomienda un hecho definido de la materia la cuestión de conseguir o no la
constantemente prestar una rigurosa atención al modo en que las complejidad especificada.
pretensiones científicas están justificadas. Así pues, cualquier problema en la adscripción de complejidad
Una breve reflexión nos hará ver que la pretensión de los escépticos especificada a ese suceso no reside, por tanto, en su coherencia como
de eliminar la complejidad especificada, no puede estar justificada sobre la concepto significativo: la complejidad especificada está bien definida. Si
base de la práctica científica. En efecto, el escéptico impone sobre la hay un problema, éste ha de residir, como ya antes se dijo, en lo que los
complejidad unos requisitos mucho más severos que los que se le exigen a filósofos llaman su afirmabilidad pragmática. La afirmabilidad epistémi-
cualquier otro aspecto de la ciencia. Si los niveles de justificación científica ca, tal como fue definida anteriormente, se refiere a nuestra justificación
se hubieran colocado demasiado altos, jamás habría prosperado una obra para afirmar las manifestaciones que hacemos. Una manifestación es
científica interesante. La ciencia equilibra por tanto sus niveles de afirmable si estamos justificados para afirmarla. Así, para afirmar que pi es
justificación con los requisitos de auto-corrección a la luz de ulteriores regular, tendremos que construir una proposición verdadera. Pero sin una
evidencias. Esta posibilidad de auto-corrección , prueba matemática de la regularidad de pi, carecemos de justificación para
a la luz de ulteriores evidencias está ausente de la matemática y los > afirmar que pi es regular. La regularidad de pi es, al menos hasta ahora, no
resultados de ésta exigen el más alto nivel de justificación, a saber: una afirmable. Mas ¿qué decir sobre la complejidad especificada de los diversos
estricta prueba lógico-deductiva. Pero la ciencia no avanza por este sistemas biológicos? ¿Existen sistemas biológicos cuya complejidad
camino. especificada sea afirmable?
La cuestión clave para la presente discusión es, por tanto, el modo ' de Los críticos del diseño inteligente sostienen que una atribución de
justificar la adscripción de complejidad especificada a estructuras | naturales. complejidad especificada a un sistema natural no puede ser afirmable
Para comprender lo que aquí hay en juego, consideremos además la analogía nunca. Su argumentación comienza observando que si algún sistema
existente entre la regularidad de los números y la I complejidad especificada natural ejemplificara una complejidad especificada, entonces debería ser
de las estructuras naturales. Es necesario tener ¡ muy claro dónde se da esta altamente improbable para todos los mecanismos puramente naturales
analogía y en qué momento se rompe. La j analogía está presente en la medida que pudieran encontrarse en estado operativo, producir esa complejidad.
en que tanto la complejidad especi- | ficada como la regularidad muestren Pero eso significaría el cálculo de una probabilidad para cada uno de tales
pretensiones definidas sobre algún hecho objetivo subyacente. En el caso de la mecanismos. Y esto, continúa la argumentación, es una tarea imposible. A
regularidad, lo que subyace es un hecho matemático: las expansiones lo sumo, la ciencia podría mostrar que un sistema natural dado es
decimales de números o bien ejemplifican o bien no aciertan a ejemplificar la enormemente improbable con respecto a los mecanismos conocidos que
regularidad. En el caso de la complejidad especificada, lo que hay detrás es un operan de modos conocidos y para los que la probabilidad puede ser
hecho físico: i estimada. Pero este argumento omite, en primer lugar, los mecanismos
conocidos que operan de modos conocidos y para los cuales no puede
122 DISEÑO INTELIGENTE "
seguir siendo improbable incluso después de que hayan sido contabili- dicen que el mundo que nos rodea parece bastante limitado. Ciertamente,
zados todos los recursos probabilistas relevantes. Si el suceso continúa tamaño, duración y composición del universo conocido son tales que JO150
siendo improbable y si es también especificado, entonces el suceso en es un número transfinito en el sentido de Kauffman. Por ejemplo, g¿ el
cuestión exhibe complejidad especificada. universo fuera un computador gigante, no podría realizar más que este
En el universo observable, los recursos probabilistas se presentan en número de operaciones. (Recurriendo a la superposición de estados
cantidades limitadas. De hecho, es posible mostrar que un suceso especi- Cuánticos, la computación cuántica enriquece las operaciones realizables
ficado de probabilidad menor que 1 por 10 150 seguirá siendo improbable por un computador ordinario, pero no puede cambiar su número). Si el
incluso después de que todos los recursos probabilistas concebibles del Universo se dedicara por entero a generar especificaciones, este número
universo observable hayan sido contabilizados (véase capítulo diez). Una ytrfa el límite máximo. Si los criptógrafos se limitaran a los métodos de Jas
probabilidad de 1 por 10150 es por tanto un límite de probabilidad universal. fuerzas brutas para comprobar claves criptográficas, el número de claves
Un suceso especificado cuya probabilidad sea menor que este límite de que tendrían que examinar sería siempre inferior a ese mismo número.
probabilidad universal no podría tornarse en algo razonablemente Pero, ¿qué ocurriría si el universo fuera de hecho mucho más grande
probable aun en el caso de que todos los recursos probabilistas disponibles que el universo conocido? ¿Qué pasaría si el universo conocido no fuera
en el universo conocido se concitaran contra él. más que un punto infinitesimal dentro del universo real? Y alternati-
Implícito en el límite de una probabilidad universal de 1 contra 10150 vamente, ¿qué ocurriría si el universo conocido no fuera más que uno de
está el hecho de que el universo es un lugar demasiado pequeño para los muchos universos, siendo cada uno de ellos tan real como el universo
generar complejidad especificada por total agotamiento de las posibili- conocido pero causalmente inaccesible para nosotros? De ser así, ¿acaso
dades. Stuart Kauffman desarrolla ampliamente este tema en su libro tendrían los recursos probabilistas que eliminar tal vez el azar
Investigations (Oxford University Press, 2000). En uno de sus ejemplos (y masivamente aumentado, y no la validez de ese 1 por 10 150 como límite de
hay muchos semejantes a lo largo del libro), considera el número de probabilidad universal puesto en cuestión? Esta línea de razonamiento ha
posibles proteínas de longitud 200 (esto es, 20 200 o aproximadamente 10260) encontrado amplia acogida entre los científicos y filósofos de los años
y el máximo número de colisiones paritarias de partículas a lo largo de toda recientes. Pero de hecho, esta línea de pensamiento adolece de un fatal
la historia del universo (Kauffman estima en 10193 la cifra total de colisiones defecto. Es ilegítimo intentar rescatar el azar invocando recursos
suponiendo que la tasa de reacción para las colisiones está medida en probabilistas externos al universo conocido. Semejante intento aumentaría
femtosegundos). Y finalmente concluye que el universo conocido no ha artificialmente los recursos probabilistas propios.
tenido tiempo desde el big bang de considerar todas las posibles proteínas Para evaluar las hipótesis del azar, sólo se pueden emplear legítima-
de una longitud de 200 ni siquiera una vez. Para subrayar este punto, mente los recursos probabilistas del universo conocido. En particular, los
observa que construir todas las posibles proteínas de longitud 200 le
recursos probabilistas importados desde el exterior del universo conocido
hubiera costado más de 1067 veces el tiempo requerido para la expansión
son incapaces de alterar el límite universal de probabilidad del 1 por 10 150.
del universo. Kauffman tiene incluso un nombre para designar esos
La razón para esta afirmación es clara: nunca será suficiente postular
números tan enormes que están más allá del ámbito de las operaciones
recursos probabilistas para apuntalar meramente una hipótesis de azar que
realizables dentro del universo: los transfinitos.
se tambalea; lo que se necesita más bien es la evidencia independiente de
Kauffman dice a menudo que el universo es incapaz de agotar un
que existen suficientes recursos probabilistas para tomar el azar plausible.
determinado conjunto de posibilidades. Pero otras veces le añade un
Consideremos, por ejemplo, la lotería estatal. Supóngase que no
adjetivo a la palabra universo y sostiene que es el universo conocido el que es
tenemos la menor noticia del número de billetes vendidos, sino que
incapaz de agotar un cierto conjunto de posibilidades. ¿Hay alguna
simplemente estamos informados de que hay un ganador. Supongamos
diferencia entre el universo (sin adjetivo alguno) y el universo conocido o
además que la probabilidad de que cualquier billete de la lotería pro-
universo observable (con adjetivo)? Con seguridad, no hay ninguna di-
ferencia empírica. Nuestras observaciones científicas más afinadas nos
1
lentado en una base física empírica? Puede ser propuesto sin como
hipótesis metafísica. Realmente como hipótesis metafísica realizando día a
día una obra inmensa, no siendo la menor la impedir toda forma de
designio o diseño trascendente. Un uni- infinito asegura los recursos
probabilistas, y éstos a su vez nos -ten prescindir del designio en la
naturaleza. Por su parte, los -s probabilistas ilimitados nos permiten
explicar absolutamente por referencia al azar —no sólo los objetos naturales
que real- fueron resultado del azar ni tampoco los objetos naturales que
|^ecen diseñados, sino también los objetos artificiales que de hecho Um
diseñados. Y con esto no quiero decir que podamos justificar un Objeto
artificial diciendo que su diseñador fue una mera conjunción 00 átomos de
energía, de entorno y de genética que hicieron que el cerebro y las partes
corporales de ese diseñador se movieran de un modo tal que produjeron
ese objeto artificial. Éste es precisamente el punto en cuestión. En cualquier
caso, seguimos hablando de un diseñador que, desde al menos un punto de
vista práctico, se dispuso conscientemente a crear el objeto artificial.
La idea de un número infinito de universos causalmente separados
permite una posibilidad aún más extravagante. ¿Era Arthur Rubinstein un
gran pianista, o fue justamente eso que cuando se sentaba al piano, sucedía
por azar que ponía sus dedos sobre unas determinadas teclas y producía
una música maravillosa? Podría haber ocurrido por azar, y que existiera
algún rincón de un universo infinito (es decir, algún mundo posible) en el
que todo fuera exactamente como en nuestro mundo, salvo que la
contrapartida de Rubinstein fuese incapaz de leer o apreciar la música pero
que se sintiera increíblemente feliz siempre que se sentase al piano (al igual
que si un mono teclease por azar y en un único intento el Paraíso perdido de
Milton). Los ejemplos como éste pueden ser multiplicados. Hay mundos
posibles en los que yo no supiera una palabra de aritmética y sin embargo
pudiera sentarme ante mi computador y escribir extensos tratados
probabilistas sobre el diseño inteligente. Tal vez Shakespeare fuera un
genio, o tal vez fuera sólo un imbécil que justamente por azar acertó a
conjuntar una larga serie de frases perfectas. Los recursos probabilistas
ilimitados aseguran no sólo que jamás podremos conocer, sino tampoco
poseer, una base racional para preferir una posibilidad sobre otra.
Mas no vayamos tan aprisa. Ante una fuente ilimitada de recursos
probabilistas, hay al parecer un camino para refutar semejante escepti
138 DISEÑO INTELIGENTE?
P AR TE TR E S
INFORMACIÓN
NFORMACIÓN Y MATERIA
«¿Está usted loco?», le gritó el joven, usted se está burlando de mí. «Pero esto jltargen de formas, es fundamental para nuestra comprensión del mundo.
vale billones». «Démelo» gritó el escultor, y tomando el disco de la mano de Esta relación es válida igualmente para todos los artefactos humanos. Esto es
Gates se acercó a un computador cercano. Después de algunos intentos y cierto no sólo para los artefactos humanos compuestos de un material físico
golpes de ratón, el escultor se volvió a Gates. «¡Este disco está en blanco! (como los bustos de mármol de Beethoven), sino también para los artefactos
¡Déme el sistema operativo!». «Pero, mi querido amigo» le respondió Gates humanos encarnados en una sustancia más abstracta (como Ja poesía o la
posando su mano sobre el hombro del escultor, «le desafío a que encuentre matemática). Ciertamente, el material bruto para muchas invenciones
una sola y única molécula del sistema operativo que no esté contenida en este humanas no consiste en ninguna sustancia física, sino en un ©bjeto mucho
disco. Usted no tiene más que eliminar el exceso de policarbonato y ahí lo más abstracto, como son los caracteres alfabéticos, las notas musicales y los
tendrá». números. Por ejemplo, el material bruto para un soneto de Shakespeare
Esta historieta ilustra la diferencia existente entre información y ma- consiste en veintiséis letras del alfabeto. Así como el busto de Beethoven está
teria. La materia es la sustancia en bruto capaz de adoptar cualquier número solo potencialmente en un trozo de mármol, del mismo modo un soneto de
de formas. La información es lo que da forma a la materia, fijando una forma Shakespeare está sólo potencialmente en las veintiséis letras del alfabeto.
con exclusión de otras. Ambas palabras, materia e información derivan del Corresponde al escultor actualizar el busto de Beethoven, y corresponde a
latín. El nombre materia se refería en latín a la madera que se utilizaba para Shakespeare organizar adecuadamente esas veintiséis letras para que surja
construir las casas. Más tarde designó cualquier material con el potencial uno de sus sonetos.
para asumir diferentes figuras, formas o configuraciones. Información (del La relación entre materia e información que aquí estamos describiendo
verbo latino informare) significa literalmente dar forma o figura a algo. A es vieja y así fue entendida por los antiguos griegos, especialmente por los
diferencia de la materia inerte o pasiva, que necesita ser actualizada, la estoicos. Y aún más, nada se ha dicho hasta ahora sobre la relación entre
información es activa. La información actúa sobre la materia para darle su materia e información que sea especialmente controvertido. El mundo
forma, figura, configuración o estructura. (Quisiera advertir que utilizo aquí consiste en un inmenso depósito de material en bruto a la espera de ser
estos nombres de manera vaga e intercambiable). Aristóteles habría adecuadamente configurado. Está la materia, la sustancia pasiva e inerte que
distinguido la forma, en el sentido de forma sustancial o esencia, de la mera espera ser ordenada, y está la información, un principio activo o agencia que
figura u ordenación. Sin embargo, para mis presentes propósitos basta con realiza ese ordenamiento. Esta es una manera perfectamente clara y eficaz de
que esa forma o configuración sea correlacionada con la forma en el sentido dividir la experiencia y darle sentido al mundo. Una buena parte de nuestro
de Aristóteles. Así, para que el mármol sea capaz de expresar la forma de la conocimiento del mundo depende de que se entienda la relación entre
apariencia de Beethoven ha de ser esculpido o configurado de maneras muy materia e información.
particulares. Sin embargo, la relación entre materia e información se torna con-
Como decorador de interiores, usted pagaría al escultor para que trovertida tan pronto le añadimos una nueva dimensión. Esto sucede cuando
«informase» un bloque de mármol —para que tomase un bloque de mármol
combinamos materia e información con diseño y naturaleza.
y le diese la forma o figura de Beethoven. Que el escultor le conteste que el
cubo de mármol contiene ya el prometido busto de Beethoven (sólo tendría
Información
usted que eliminar algunos trozos de mármol) es por tanto totalmente
inaceptable. Eso era precisamente lo que usted pagaba al escultor por su
trabajo. Efectivamente, el cubo de mármol tiene el potencial de convertirse
Naturaleza Diseño
en un busto de Beethoven. Pero también tiene el potencial de tomar
incontables formas distintas. Era tarea del escultor dar al mármol la forma
que usted le pedía.
Materia
La relación entre materia, con su potencial para asumir cualquier posible
forma, e información, con su restricción de posibilidades a un estrecho
Figura 3
1
148 D ISEÑO INTELIG ENTE
INFORMACIÓN EN
BIOLOGÍA
¿ Cuál es el problema de la información en
biología, y cómo tratan los biólogos de
resolverlo ?
¿e cierta temperatura. Tal vez el agua haya sido diseñada de este modo.
|>!ero los procesos que se apoyan en una necesidad están considerados
más como hechos brutos de la naturaleza que como productos del diseño,
gl problema no es el de explicar que algún objeto que es resultado de
proceso necesario imposibilita el diseño, sino que decisivamente el
objeto no puede implicar nunca diseño, n . Consideremos ahora el azar.
Si alguna estructura biológica es razonadamente verosímil no hay razón
alguna para invocar el diseño. El azar it.ya se trate del puro azar o del azar
combinado con la necesidad— se ©cupa de este caso sin dificultad alguna.
Del mismo modo, si alguna estructura biológica es increíblemente
improbable pero se resiste a ser especificada, tampoco hay razón alguna
para invocar al diseño como explicación de ella. Por ejemplo, la disposición
exacta de los lunares e imperfecciones en la piel de la espalda es altamente
imprecisa, pero no hay ningún patrón que la especifique. Su modelo no es
independiente, sino arbitrariamente dado.
Acabamos de sostener que la complejidad especificada es una con-
dición necesaria para detectar diseño biológico. Así, para descartar que un
determinado sistema biológico pueda ser un producto de fuerzas
puramente naturales, hemos tenido que mostrar que el sistema es con-
tingente, complejo y especificado. En tal caso decimos que el sistema exhibe
una complejidad especificada. En capítulos anteriores afirmé que la
complejidad especificada era un criterio fiable para detectar diseño. Según
lo que acabamos de decir, se puede afirmar ahora que la complejidad
especificada no es sólo una condición necesaria sino también suficiente
para la detección de diseño.
Ahora bien, según vimos en el capítulo diecisiete, la complejidad
especificada es también un tipo de información. Además, es el único tipo
de información capaz de detectar diseño de manera fiable. Pues a menos
que algo sea contingente, complejo y especificado, tendrá que ser atribuido
a la necesidad, al azar o a la combinación de ambos. Sin complejidad
especificada, toda la explicación biológica queda reducida a mecanismos
naturales (es decir, mecanismos que solamente invocan necesidad, azar o
su combinación). La complejidad especificada es por tanto la clave para
resolver el problema de la información en biología.
En consecuencia, si la complejidad especificada es manifiesta en los
actuales sistemas biológicos, estamos justificados en atribuir al diseño tales
sistemas. Pero esto no quiere decir que todos los aspectos de
1
158 D ISEÑO INTELIGENTE
abrasadora.
Mas de alguna manera, a partir de unos simples componentes
inorgánicos en la joven tierra carente de vida, comenzaron a emerger
formas de vida que requerían unas biomacromoléculas increíblemente
complejas. ¿Cómo ocurrió tal cosa? ¿Cómo pudo haber sucedido y cuál fue
la causa de que aquello sucediera? Ahora podemos conjeturar que las ciegas
fuerzas naturales por sí mismas hicieron que sucediera. Pero si realmente
fue así, ¿cómo podemos saberlo? Y si no lo fue, ¿cómo podemos afirmarlo?
Según la teoría del diseño inteligente, la complejidad especificada que
exhiben las formas vivientes demuestra de manera fehaciente que las ciegas
fuerzas naturales no pudieron haber producido por sí mismas aquellas
formas, pues su emergencia requería además la contribución de una
inteligencia diseñadora.
El diseño hallado en la naturaleza demuestra que ésta es incompleta.
Dicho en otras palabras, la naturaleza exhibe un diseño que la propia
naturaleza es incapaz de explicar. Y más aún, puesto que el diseño en la
naturaleza es identificable mediante la complejidad especificada, y puesto
que la complejidad especificada es una forma de información, y dado
además que esta forma de información excede a
166 DISEÑO
INTELIGENTE
CUESTIONES COMO ÉSTA HAN SIDO particularmente inquietantes desde los tiempos
de René Descartes para la comunidad científica. El propio Descartes era una
sustancia dual. Y como tal dividió la realidad en dos sustancias primarias:
la física y la espiritual (o no física). El principal problema que se le plantea
al dualismo cartesiano es el de explicar cómo interactúan coherentemente
lo físico y lo espiritual. Para Descartes, el mundo físico consistía en una
multitud de cuerpos extensos que interactuaban entre sí por la vía del
contacto directo. Así pues, que una dimensión espiritual interactuase con el
mundo físico sólo podía significar que lo espiritual causaba el movimiento
de lo físico. Al sostener que los seres humanos eran un compuesto de
espíritu y materia, Descartes tenía que argumentar en favor de un punto de
contacto entre espíritu y materia. Y situó ese punto en la glándula pineal
pues era éste el único lugar del cerebro en el que, por lo que él mismo
alcanzaba a ver, se rompía la simetría y hacia el que todas las cosas
convergían. (La mayoría de las partes del cerebro tienen contrapartidas
derecha e izquierda).
Aunque los argumentos de Descartes no suelen ser conclusivos, el
problema que trata de resolver sigue teniendo vigencia y aflora regu-
larmente en las discusiones sobre el diseño inteligente. El mundo físico
consiste en materia bruta, y para que un diseñador no físico pueda influir
en la ordenación de esa materia se requiere al parecer que ese diseñador
170
DISEÑO
1
INTELIGENTE
IA LEY DE CONSERVACIÓN
D LA INFORMACIÓN
E ¿Qué significado tiene decir que se
conserva la complejidad especificada o
información compleja especificada?
EN LOS LÍMITES DE LA CIENCIA, PETER MEDAWAR define una ley de conservación para
los procesos deterministas a la que llama «La Ley de Conservación de la
Información». Según esta ley, cuando se pone en marcha un proceso
determinista (tanto si se trata de un proceso natural como de un algoritmo
para computador), la cantidad de información que el proceso arroja no
puede ser nunca mayor que la cantidad de información de la que partió. Lo
cual podría ser establecido del siguiente modo: Los procesos deterministas no
pueden generar información.
Tomemos un ejemplo simple: suponga el lector que desea una copia de
un libro agotado que está en la biblioteca de la universidad. El lector
registra el libro y lo fotocopia. La fotocopiadora actúa como un proceso
determinista (o aproximadamente al menos) que produce una copia del
libro. El lector se guarda la copia y devuelve el original a la biblioteca. Al
actuar así, el lector no obtiene más información que anteriormente — la
copia no contiene más información que el original — . Ni para lo que aquí
nos interesa los dos ejemplares juntos contienen más información que uno
cualquiera de ellos. La matemática que justifica estas afirmaciones es
evidente.
Ahora bien, la versión de Medawar de la Ley de Conservación de la
Información era determinista, y por eso no hacía referencia alguna ni al
azar ni a la acción conjunta del azar y la necesidad. Tampoco sería
generalizable esta versión al caso no-determinista. El problema está en que
el azar puede generar una gran cantidad de información nueva. (No hay
más que tomar una moneda y empezar a arrojarla. Tras una
180 DISEÑO
INTELIGENTE
•I CUESTIONES QUE
PLANTEA
EL NATURALISMO
A*IEDADES DEL
NATURALISMO
¿Es el naturalismo compatible de algún
modo con el diseño inteligente?
rj
,gL NATURALISMO REVISTE CUATRO principales formas: antiteleológica, meto- ,0ñoiea.
antisupernaturalista y pragmática. De estas cuatro, sólo las dos jjtftimas son
compatibles con el diseño inteligente, y sólo la última lo es ¡también con el
teísmo cristiano. El naturalismo, como la palabra misma mugiere, enfoca
su punto de mira sobre la naturaleza. Bajo todas sus formas, el naturalismo
se interesa por el modo de comprender adecuadamente la naturaleza.
El naturalismo antiteleológico es la forma predominante —es el
sgnificado que usualmente se da al término naturalismo. Para el na-
turalismo antiteleológico, todo lo que existe es naturaleza y considera que
ésta, a nivel de sus conexiones y articulaciones, actúa puramente por ciegas
causas naturales. Estas causas están caracterizadas por el azar y la
necesidad y gobernadas por leyes naturales inquebrantables. H
naturalismo antiteleológico no deja espacio para ningún principio
teleológico fundamental que pueda operar dentro de la naturaleza. Y por
tanto destierra al diseño inteligente no sólo por ser científicamente
problemático, sino también por no contar con ningún concebible asidero
en la realidad. Si el naturalismo antiteleológico es verdadero, entonces no
puede haber ningún designio fundamental o teleología que sea inherente
a la naturaleza. Tal designio o teleología sería resultado de leyes más
básicas controladas en última instancia por el azar y la necesidad. Jacques
Monod, en El azar y la necesidad, adoptó el naturalismo antiteleológico e
hizo de él un principio fundamental para la ciencia: «La piedra angular del
método científico es el postulado que afirma que la naturaleza es objetiva.
Dicho en otras palabras, la negación sistemática
de que el «verdadero» conocimiento pueda ser alcanzado interpretando los
fenómenos en términos de causas finales —es decir, de "propósito"»
El naturalismo metodológico acepta la afirmación de Monod como
principio regulativo para la ciencia pero, contra Monod, busca garantizar
que la realidad pueda contener algo más que azar y necesidad. El
naturalismo metodológico no se ocupa de lo que podamos creer en el fondo
de nuestra alma. Pero en bien de la ciencia, el naturalismo metodológico
insiste en que los científicos den por verdadera la posición del naturalismo
antiteleológico. Nancey Murphy ha bautizado esta postura con el nombre
de ateísmo metodológico. La idea aquí subyacente es qUe la ciencia es un
método para investigar la naturaleza, y que para entender a la naturaleza,
los científicos han de invocar solamente «procesos naturales». En este
contexto, la expresión «procesos naturales» significa procesos que se
desarrollan regidos absolutamente por leyes naturales inquebrantables y
que están caracterizados por el azar y la necesidad.
Como principio regulativo de la ciencia, el naturalismo metodológico
es una regla para mantener a la ciencia dentro de sus propios límites y
prevenir cualquier tipo de desvío hacia lo sobrenatural u oculto. Una de las
consecuencias del naturalismo metodológico es la exclusión de la ciencia
del diseño inteligente. Teleología y diseño, aunque tal vez reales en algún
sentido metafísico, no son, según el naturalismo metodológico, materias
adecuadas para la investigación en las ciencias naturales. Hablar de
detectabilidad empírica del diseño inteligente es por tanto un oxímoron*
desde la perspectiva del naturalismo metodológico. Algo es empíricamente
detectable y por tanto abierto a la investigación empírica sólo si es resultado
de procesos naturales que por definición hacen al diseño y a la teleología
empíricamente indetectables.
Para la práctica científica, naturalismo metodológico y naturalismo
antiteleológico son efectivamente equivalentes. Aunque el naturalista suele
ser ateo (como Daniel Dennett o Richard Dawkins) y el naturalista
metodológico puede ser teísta (como muchos cristianos de la Afiliación
Científica Americana), la ciencia de unos y otros es indistinguible. El
naturalista antiteleológico puede pensar que Darwin dio en el clavo al
explicar la evolución de la vida por selección natural. Del mismo modo, el
naturalista metodológico puede pensar también que Darwin acertó cuando
explicó la evolución de la vida por la selección natural, pero si es
* N. T.: Del griego oxys, agudo, y moros, romo. Figura literaria que alude al absurdo por
combinación de dos términos contrapuestos.
'dades del naturalismo 191
lógicos David Ray Griffin. Él mismo define su posición como na- ismons
(cuyo suscrito ns significa aquí «no-supernaturalista») en -jitraste con lo
que él mismo llama naturalismosam (cuyo suscrito sam referencia al trío
«sensacionista-ateo-materialista»), que en esencia »4o que yo estoy
llamando naturalismo antiteleológico. Howard Van i también un
proponente del naturalismo religioso, prefiere al parecer termino
naturalismo teísta. (Obsérvese bien cuál es aquí el nombre y el adjetivo).
^E1 objetivo que anima al antisupernaturalista o naturalista religioso
doble: en primer lugar, abrir la realidad a un conjunto más rico en
fusibilidades que las que ofrece el naturalismo antiteleológico (y con ello
¡fundamentar la experiencia religiosa genuina, que típicamente presupone
glgún último propósito subyacente a la realidad); y, en segundo lugar,
mantener la realidad firmemente anclada en los principios que gobiernan ^
naturaleza. Los escritos de Griffin son instructivos en este respecto. Según
él, el naturalismo antiteleológico es incapaz de dar cuenta de la vida
después de la muerte, de los fenómenos paranormales y de la emergencia
de la complejidad biológica. Tal como él lo ve, el mundo actúa de acuerdo
con un conjunto de principios bastante más numerosos que el azar y la
necesidad; y estos principios hacen posible la vida después de la muerte, los
fenómenos paranormales y la emergencia de la complejidad biológica. Sin
embargo, aunque más ricos que las leyes y principios causales del
naturalismo antiteleológico, estos principios son inviolables. Dios mismo
(que en tanto que proceso evoluciona juntamente con el mundo, en el caso
de Griffin) está también sujeto a estos principios. Así Griffin insistirá una y
otra vez en que la única cosa que el naturalismo proscribe es la intervención
sobrenatural (de aquí su énfasis sobre un «naturalismo no-
supernaturalista»). La intervención sobrenatural exigiría que Dios violase
los principios naturales que gobiernan la realidad.
Desde esta caracterización del naturalismo religioso o antisuperna-
turalista podemos ver por qué esta posición es directamente compatible con
el diseño inteligente, aunque incompatible con el teísmo cristiano. En lo que
respecta a su compatibilidad con el diseño inteligente, puesto que el mundo
del naturalista religioso actúa según principios que son más numerosos que
el mero azar y la necesidad, no tendría inconveniente en incluir también
principios teleológicos. Los efectos de estos principios podrían ser
perfectamente distinguibles de los efectos del azar y la necesidad. Uno de
esos principios podría ser que la naturaleza
194 DISEÑO IMELIGI
196
(La cuestión de que Dios pueda verse obligado por su propia naturaleza no
es aquí un problema mientras la naturaleza de Dios no se revuelva contra
el propio Dios. Tomás de Aquino, por ejemplo, identificaba l a esencia o
naturaleza de Dios con su propia existencia). Tales principi 0s de fuerza
cósmica son, sin embargo, anteriores a Dios. Pero en este caso la realidad
última no es ya Dios, sino esos principios. Elijamos: o bien la realidad última
es el Dios personal único, o bien lo es alguna otra cosa, como las formas de
Platón o el proceso de Whitehead. La primera opción conduce al teísmo, la
segunda al naturalismo.
No es accidental que Griffin abrazase el naturalismo, pues éste asume
los principios que gobiernan el mundo (y sobre todo al proceso evolutivo).
Y esto es lo principal para él. En la idea de proceso que sustenta Griffin,
Dios no es más que un actor entre otros muchos. Dios no es la realidad
última. (Esta idea aparece repetidamente en las discusiones teológicas en
las que el carácter último de Dios cede el paso a algunas otras ultimidades).
En cambio, para el teísmo cristiano, Dios ha sido siempre la realidad última.
Mas tan pronto como Dios aparece de alguna manera como limitado, lo que
limita a Dios se convierte en la realidad última.
Por tanto, la única manera de mantener que Dios es la realidad última,
consiste en identificar a Dios con la naturaleza y los principios que la
gobiernan (como en el panteísmo y la filosofía de Baruch Spinoza) o admitir
que Dios es un ser personal absolutamente libre (como en el teísmo
ortodoxo cristiano). El panenteísmo, o idea de que el mundo está
intrínsecamente en Dios, no es aquí una opción, pues hace depender a Dios
de una realidad aún más profunda (como los principios que gobiernan el
mundo). La elección se mueve, por tanto, entre adjudicar la condición de
última a la naturaleza o a la persona divina. El teísmo cristiano opta por la
segunda, haciendo de Dios una naturaleza personal, no impersonal. La
teología Trinitaria coloca la personalidad de Dios dentro de la vida una y
trina. El Dios Padre crea a través del Hijo el poder del Espíritu Santo.
Mediante un acto libre que refleja las relaciones personales intrauterinas,
Dios crea un mundo de criaturas finitas (que incluye tanto a los seres físicos
como a los espirituales, a los humanos como también a los ángeles).
Anteriormente observé que la teología del proceso y el naturalismo
religioso que la sustenta resuelven el problema de la teodicea al considerar
que Dios es bueno pero no lo suficientemente poderoso para prevenir el
mal. (Los principios que gobiernan a la naturaleza en este
197
del naturalismo
198
haber sido diseñados por una inteligencia. Esta inteligencia podría <
E.T. o un principio télico inmanente en la naturaleza o un agente perso*
nal trascendente. Todas estas posibilidades son, al menos inicialmente
opciones vivas. El problema con E.T. es, por supuesto, que implica
regreso: ¿de dónde vino E.T.? Esta misma cuestión no es aplicable, al
menos no en el mismo sentido, a los principios télicos o a los agentes
personales trascendentes porque los términos de la explicación son di*
ferentes. E.T. es una inteligencia encarnada, y esa misma encarnación
necesita explicación. Los principios télicos y los agentes trascendentes son
desencarnados. Y esto plantea sus propios interrogantes, aunque todos
ellos forman un conjunto diferentes de cuestiones.
Supóngase ahora que la investigación sobre diseño inteligente
descubre una inteligencia o múltiples inteligencias que no pueden ser
reducidas a espacio, tiempo, materia y energía. Olvidémonos del térmi
no sobrenatural y del bagaje informacional que éste lleva consigo. ¿Qué
ocurriría si la (o las) inteligencia(s) responsable(s) de la complejidad
biológica no pudiera(n) estar confinada(s) en los objetos físicos? ¿Por
qué esta eventualidad haría saltar los límites de la ciencia? La ciencia
tiene ciertamente al mundo físico como objeto propio de estudio. La
ciencia estudia e intenta explicar las cosas que están sucediendo en el
mundo físico. Pero si el estudio del mundo físico es el único criterio
para determinar si una determinada explicación es realmente científica,
entonces el diseño debe constituirse en parte de la ciencia, porque la
complejidad especificada que el diseño inteligente estudia se encuentra
instanciada en el mundo físico, notablemente en los seres vivos, y tales
seres son una parte integral de este mundo. Cuando se acusa al dise-
ño de no ser propiamente una parte de la ciencia no es, sin embargo,
porque haga de las criaturas vivas un objeto de estudio, sino más bien
porque atribuye las cosas vivas a causas no naturales —a diseñadores
sobrenaturales— y considera por ello que esas causas no naturales son
igualmente objetos de estudio.
Antes de responder a esta crítica, quisiera aclarar primeramente que
el diseño inteligente no necesita recurrir a milagros en el sentido de que
sean violaciones de la ley natural. Así como los hombres no realizan
milagros cada vez que actúan como agentes inteligentes, así tampoco hay
razón alguna para asumir que la actuación de un diseñador en tanto que
agente inteligente implica la violación de las leyes naturales. Conviene
tener presente que en esta cuestión se da un importante contraste. La
ciencia, sostienen la mayoría de los naturalistas, estudia causas naturales,
sobrenatural 211
r
I0DOS CONOCEMOS LOS EFECTOS de los diseñadores encarnados o corpó- jgos.
Nuestros compañeros humanos constituyen el mejor ejemplo de teles
diseñadores. Confiamos igualmente en poder identificar también IQS
efectos de unos diseñadores encarnados que no son ni animales Hi
humanos, como las inteligencias extraterrestres (tal como las de las
películas Contad y 2001: Una odisea del espacio). Mas ¿qué pensar de los
diseñadores desencarnados o incorpóreos? En lo que respecta al diseño
inteligente en biología, por ejemplo, Elliott Sober desearía conocer qué tipos
de sistemas biológicos deberían esperarse de un diseñador desenjaulado.
Sober sostiene que si un teórico del diseño se muestra incapaz de responder
a esta cuestión, el diseño inteligente será inestable y por lo tanto inútil para
la ciencia.
Pero demandar esto de la hipótesis del diseño es un mal planteamiento.
Todos inferimos regular y confiadamente el diseño sin necesidad de
conocer las características del diseñador o del ser capaz de establecer lo que
supuestamente hace el diseñador. Aunque es realmente interesante saber
si el diseñador es un ser encarnado, la encarnación de un diseñador carece
de evidencia significativa para determinar si una cosa ha sido o no
previamente diseñada. La cuestión de la encarnación es irrelevante para
detectar diseño en lo que siempre hemos atribuido al diseño sobre la base
de una inferencia que parte de datos empíricos, y nunca sobre la base de
un encuentro directo con el proceso mental de un diseñador.
214 D ISEÑO INTELI
EL REGRESO AL INFINITO
EN EL DISEÑO
Si la naturaleza exhibe diseño, ¿quién o
qué diseñó al diseñador?
EL RESO
ID E \ ENCIA
/ ¿Reivindica invariablemente el progreso
científico al naturalismo y opera en
contra del diseño inteligente?
DESAFÍOS
TEÓRICOS
AL DISEÑO
INTELIGENTE
ARGUMENTO DESDE LA
IGNORANCIA
Al atribuir diseño a los sistemas biológicos,
¿no está el diseño inteligente
argumentando a partir de la ignorancia?
unos diez genes del flagellum son homólogos a los genes que codifican
un cierto tipo de bomba (conocido como tipo III de sistema secretor).
¿Fue por tanto esta bomba un precursor evolutivo del flagellum? Tal
vez, aunque Milton Saier de la Universidad de California en San Diego
sostiene, sobre la base de una secuencia de comparaciones filogenéticas,
que el sistema secretor tipo III evolucionó a partir del flagellum y no a
la inversa. (Y puesto que el flagellum es considerablemente más com-
plejo que el sistema secretor tipo III, explicar al último en términos del
primero no ayuda a explicar la emergencia de la complejidad biológica).
Mi postura aquí es que el hecho de descubrir subsistemas funcionales
dentro de algún otro sistema más amplio, no nos autoriza a decir que este
último sistema es un producto evolutivo de los anteriores subsistemas
mediante mecanismos darwinianos o de cualquier otro tipo naturalista.
Al igual que tampoco se podría afirmar que una motocicleta fuera el
producto evolutivo de unos mecanismos darwinianos mostrando sim-
plemente un motor y una bicicleta. En uno y otro caso, sería necesario
descubrir un camino verificable antes de poder justificar una explicación
darwiniana de su emergencia.
244 D ISEÑO INTEL IGENfg
lio sólo habría fingido ignorar a la otra mujer que estaba en la cama con él,
sino que se hubiera vuelto contra su propia esposa acusándola ¿<e
adulterio. En términos freudianos: los darwinistas que acusan al diseño
inteligente de argumentar desde la ignorancia son culpables de proyección
al igual que de negación. Los darwinistas no poseen clave idguna del modo
en que sistemas como el del flagellum bacterial pudieran haber
evolucionado. Por otra parte, sabemos que la inteligencia capaz de diseñar
sistemas de alta tecnología como el del flagellum, pero son los teóricos del
diseño los culpables de argumentar desde la ignorancia y los darwinistas
los que saben lo que sucedió realmente. La ironía aquí encerrada es
deliciosa.
El diseño inteligente contiene muchas más cosas que el mero argu-
mento desde la ignorancia. Pero aunque la totalidad del diseño inteligente
se hubiera reducido a una argumentación desde la ignorancia, eso mismo
sería de por sí significativo. Se admite ampliamente que la teoría de Darwin
ha resuelto el problema de la complejidad biológica. Ahora descubrimos
que esta pretensión a la fama es insostenible. No hay otros mecanismos
materiales esperando a ser elegidos cuando los mecanismos darwinianos
desaparezcan. Los materialistas convencidos pensarán sin duda que el
diseño inteligente está exagerando los actuales problemas de la biología y
que con el tiempo se podrá encontrar una solución materialista. Pero sigue
en pie el hecho de que no existen modelos detallados y comprobables del
modo en que los mecanismos materiales pueden generar complejidad
biológica —sólo una variedad de especulaciones fantasiosas.
INDUCCIÓN ELIMINATIVA
,Vy I Si la inferencia de diseño no es
\ / cabalmente un argumento desde la
\ Ignorancia, ¿en qué sentido es superior a '
• este tipo de argumento?
D ISEÑO INTELIGENTE
LA CRÍTICA DEL DISEÑO INTELIGENTE realizada por David Hume está super-
valorada. Sin embargo, esta crítica, sobre todo en manos de sus actuales
discípulos, ha sido altamente eficaz para cerrar las discusiones sobre el
diseño. En estas páginas voy a revisar la crítica de Hume, mostrar el modo
en que sus discípulos modernos la han puesto al día y describir luego la
respuesta que le dio a Hume su contemporáneo Thomas Reid. En mi
opinión, esta respuesta de Reid es decisiva. Si la hubieran estudiado más
filósofos, Hume no hubiera demolido al diseño. Porque Reid demolió a
Hume.
La crítica del diseño de Hume se encuentra en sus Diálogos sobre la
religión natural, publicados en 1779, tres años después de su muerte. A
diferencia de la de Darwin, la postura de Hume contra el diseño es
puramente filosófica. Darwin argumenta contra el diseño sobre bases
científicas proclamando que puede aportar un mecanismo material que
podría explicar la presencia de diseño en la naturaleza. Hume, por su parte,
argumenta contra el diseño declarando que encuentra en él ciertos defectos
lógicos, y afirma correctamente que los teólogos naturales británicos
sobrevaloraron excesivamente el argumento del diseño. Es cierto que no
hay ninguna cadena inferencial válida que conecte la apariencia de diseño
en la naturaleza con el principal personaje de la Biblia o incluso con alguna
versión debilitada de este Dios bíblico. Hume sostiene que aún en el caso
de que pudiera ser inferido un diseñador a partir de la
252 DISEÑO I N T E iGENf
L
con esto algo sobre los propósitos de esa inteligencia y sus motivos para ni siquiera tenemos que saber que el reloj es un instrumento para medir
enviar la serie de primos? ¿Conoceríamos algo sobre la tecnología el tiempo. Los arqueólogos desentierran a veces herramientas cuya
empleada? ¿Conoceríamos algo sobre su estructura física? ¿Sabríamos función desconocen, pero aún así realizan razonablemente la
siquiera que era física? Nuestra evidencia de diseño sería en este caso inferencia de que esas cosas son de hecho herramientas. («Testability»,
enteramente circunstancial. Nos encontraríamos confrontados con un
I
1999 presidential addres to the American Philosophical Association).
efecto pero incapaces de remontarnos hasta su causa.
Consideremos otro ejemplo aún más extremo. Imaginemos un me- * En tanto que ligado a la tradición inductiva humeana, Sober piensa q&e
canismo que emite ceros y unos y que nuestra mejor ciencia nos dice que todo nuestro conocimiento del mundo es una extrapolación de la
se trata de bits independientes e idénticamente distribuidos con una ®fcperiencia pasada. Así pues, para que el diseño sea explicativo, debe
probabilidad uniforme. (El mecanismo es por tanto una especie de gücajar con nuestras preconcepciones; y si no encaja con ellas será porque
máquina tragaperras idealizada). Observemos que la mecánica cuántica carece de justificación empírica. Según Sober, para predecir lo que un
nos ofrece un mecanismo de este tipo bajo la forma de un disparo de diseñador haría tendríamos que examinar la experiencia pasada y
fotones contra un filtro polarizador cuyo ángulo de polarización es de 45 determinar lo que los diseñadores del pasado hicieron de hecho. Y sin
grados en relación con la polarización de los fotones: la mitad de los fotones embargo su comentario sobre relojeros y relojes desmiente esta opinión,
atravesarán el filtro y contarán como «uno»; los otros no lo atravesarán y püesto que él mismo admite que nosotros podríamos saber que los relojes
contarán como «cero»). Ahora bien, ¿qué ocurriría si una vez controlada eran diseñados incluso sin saber nada sobre relojeros, y que esos misteriosos
toda posible interferencia física con este mecanismo, la cadena de bits por instrumentos eran diseñados aunque desconociéramos la existencia de sus
él emitida produjera un archivo de texto escrito en código ASCI que fabricantes o incluso la función precisa de tales instrumentos. Dentro de la
resolviera famosos problemas matemáticos, explicara la curación del tradición inductiva humeana, los diseñadores se encuentran en el mismo
cáncer, y delineara tecnologías hasta ahora inimaginables? El producto de barco que las leyes naturales, con su poder explicativo localizado en una
este mecanismo sería por tanto no sólo diseñado (lo cual obviamente es), extrapolación de la experiencia pasada. Con seguridad, los diseñadores, al
sino que superaría también a todo diseño humano conocido. Pero nuestra igual que las leyes naturales, pueden comportarse de manera predecible.
mejor ciencia se muestra incapaz de ofrecer incluso una explicación causal (Los diseñadores instituyen a menudo políticas que otros diseñadores
del modo en que este diseño fue creado. Según la lógica de Hume, obedecen obligatoriamente). Pero a diferencia de las leyes naturales, que
tendríamos que encogernos de hombros y exclamar, «¡Dios santo, esto no
son universales y uniformes, los diseñadores son también innovadores. La
es producto de la naturaleza!»
innovación, la emergencia de verdadera novedad, escapa a lo que es
Pero el hecho es que nosotros inferimos diseño repetida y fiablemente
predecible. Y de esto se sigue por tanto que el diseño no puede ser
sin conocer las características del diseñador o sin ser capaces de afirmar lo
subsumido dentro de un marco inductivo humeano. Los diseñadores son
que un diseñador puede hacer. En sus momentos de debilidad, los
inventores. No podemos predecir lo que haría un inventor antes de haberse
discípulos de Hume admiten esto. Tomemos a Elliott Sober. Antes de
manifestado como tal.
admitir el diseño inteligente en biología, Sober desea conocer las carac-
Pero el problema es aún más profundo. La inducción humeana no sólo
terísticas del diseñador, la evidencia independiente de la existencia de tal
es incapaz de domeñar el carácter impredecible del diseño, sino que
diseñador y el tipo de sistemas biológicos que puede esperarse de él. Según
tampoco puede explicar cómo reconocemos el diseño a primera vista. Sober,
Sober, si el teórico del diseño se muestra incapaz de responder a estas
por ejemplo, considera que la hipótesis del diseño en biología es estéril e
cuestiones, entonces el diseño inteligente es inestable y por tanto inútil para
inestable porque se muestra incapaz de adjudicar una probabilidad
la ciencia. Pero en una nota a pie de página que merece formar parte del
comprobable a las proposiciones biológicamente interesantes. Pero
texto principal, Sober admite:
tomemos un ejemplo diferente, digamos de la arqueología, en el 9ue una
Para inferir un relojero a partir del reloj tenemos que conocer hipótesis de diseño relativa a ciertos aborígenes predice unos
exactamente lo que el relojero tenía en mente; ciertamente,
258 D ISEÑO INTELIG ENTE
Vi Según Reid, atribuimos diseño como una inferencia que parte de 'gnos
de inteligencia (o «a partir de las señales de sabiduría y de inteligencia en
los efectos», como él mismo dice). No penetramos en la mente ■fie los
diseñadores y por ello le atribuimos diseño. Lo que hacemos es más bien
reconocer su inteligencia examinando los efectos de sus acciones y
determinando si esos efectos muestran signos de inteligencia. Según esto,
cuando nos proponemos atribuir diseño sobre la base de una inducción,
hemos presupuesto ya una capacidad para identificar el diseño con
independencia de la inducción.
Tomemos a un antropólogo que observa a un isleño nativo golpeando
una piedra. ¿Es este nativo un fabricante de puntas de flecha y por tanto un
diseñador? Si nuestro antropólogo estuviera viendo al nativo aporrear la
piedra con una segunda roca ideal para fabricar puntas de flecha mientras
observaba muy atentamente la piedra, eso no probaría por sí mismo que el
nativo estuviese diseñando alguna cosa. Incluso aunque el nativo, tras
descubrir al antropólogo, comenzara a disertar en un exquisito inglés sobre
el antiguo arte de fabricar puntas de flecha, el antropólogo seguiría sin saber
que la piedra que estaba siendo golpeada era un objeto diseñado, y mucho
menos una punta de flecha. Si durante aquella exquisita conferencia, el
antropólogo mirara hacia el suelo y descubriera que la piedra había sido
golpeada hasta ser reducida a polvo que luego dispersó el viento, por todo
lo que el antropólogo pudo recoger de este polvo al parecer inútil, el nativo
podría haber estado golpeando las piedras meramente para aliviar sus
frustraciones. Si, por otra parte, el antropólogo dirigiera su mirada al suelo
después de la exquisita conferencia del nativo y encontrara una magnífica
punta de flecha digna de un rey, este hecho demostraría, mejor que los
movimientos o las palabras del nativo, que el objeto producido era de hecho
un objeto diseñado y que el nativo era realmente un fabricante de puntas de
flecha, y por tanto un diseñador.
En resumen, reconocemos a la inteligencia por sus efectos, no por una
percepción directa de ella. Un ser humano que continuamente masculla la
misma serie de sílabas sin sentido no muestra inteligencia alguna y
260 D ISEÑO IN TELIGM
a gran valla que muestra un blanco fijado en ella. La valla define clase
de referencia de posibilidades (todos los lugares en los que la \jgecha se
podría alojar), y el blanco corresponde a la región de rechazo, suponemos
que dar en el blanco (o sea, que la muestra caiga en la -ión de rechazo)
tiene para la flecha una probabilidad suficientemente :ueña, entonces la
hipótesis de azar queda rechazada. En nuestro .terior ejemplo del juego de
la moneda, la clase de referencia estaba lada por todas las posibles
secuencias de caras y cruces, la región de ■’hazo eran todas las secuencias
que empezaban con diez caras en una *, la muestra, una secuencia de diez
caras en una fila, y la hipótesis ée azar la presunción de una moneda
normal.
¿Hay algo equivocado en este cuadro? Aunque esta descripción se ha
mostrado bastante eficaz en la práctica, Fisher ha olvidado algo deseable en
la formulación de su construcción. Tres son las principales dificultades: en
primer lugar, ¿cómo precisar lo que significa que una región de rechazo
tenga una probabilidad «suficientemente pequeña» con respecto a una
hipótesis de azar? En segundo, ¿cómo hay que caracterizar las regiones de
rechazo a fin de que una hipótesis de azar no quede automáticamente
rechazada en un caso en el que realmente esté interviniendo? Y en tercero,
¿por qué una muestra situada en una región de rechazo tendría que ser
contada como evidencia en contra de una hipótesis de azar?
La primera cuestión es usualmente establecida en términos de fijar un
«nivel de importancia». El nivel de importancia prescribe un grado de
improbabilidad por debajo del cual la región de rechazo elimina una
hipótesis de azar cuando la muestra está por debajo de ese grado. Los
niveles de importancia en las ciencias sociales tienen usualmente un peso
de .05 o .01. Mas ¿de dónde provienen estas cifras? De hecho, son
enteramente arbitrarias. Esta arbitrariedad ha acompañado al enfoque
fisheriano desde el principio. No obstante, hay un modo de evitarla.
Consideremos nuevamente nuestro ejemplo de arrojar una moneda
diez veces y conseguir diez caras en una fila. La región de rechazo, que
refleja esta secuencia de tiradas de moneda, establece por tanto un nivel de
importancia de .001. Si conseguimos diez caras en una fila, podremos
considerar por tanto este resultado como evidencia en contra de la nor-
malidad de la moneda. Pero ¿qué sucede si no tiramos la moneda diez veces
en una sola sesión, sino que la arrojamos diez veces en múltiples ocasiones?
Si su comportamiento fuera enteramente el que uno esperaba de una
moneda normal la mayoría de las veces en que la arrojásemos,
266
1
DISEÑO INTELIGENTE
selecciones introducidas por Caputo en las listas de candidatos. S consta de selección tan extremas como la de Caputo). Pero entonces ¿de dónde surgió
una secuencia de 41 selecciones de Demócratas y Republicanos, con una este suceso compuesto? La respuesta es evidente dentro de un marco
proporción de 40 a 1 en favor de los Republicanos. Por razones de claridad, fisheriano: S* es la región de rechazo (y por tanto la especificación) que
asumamos que la lista de selecciones de Caputo aparecía como sigue. (Que contabiliza el número de Demócratas seleccionados en 41 listas y totaliza al
yo sepa, los periódicos que cubrían la información no publicaron nunca la menos tantos Demócratas como las selecciones de Caputo en las listas
secuencia real). electorales. Es decir, lo que el tribunal y los bayesianos utilizaron. Sin
DDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDRDDDDDDDDDDDDDDD embargo, los bayesianos no ofrecen explicación alguna sobre su modo de
identificar los sucesos a los que asignan probabilidades. Si los únicos
Así pues, suponemos que para las primeras 22 posiciones iniciales,
sucesos que ellos consideraran fueran resultados elementales, no habría
Caputo seleccionó a los Demócratas; luego en la posición 23, colocó a un
ningún problema. Pero éste no es el caso. Los bayesianos consideran
Republicano; tras lo cual, para los restantes puestos, eligió a los
rutinariamente tales sucesos compuestos. En el caso de las inferencias de
Demócratas.
diseño bayesianas (y los bayesianos deseaban claramente realizar una
Si Demócratas y Republicanos hubieran tenido las mismas opor-
inferencia de diseño con respecto a la lista de selecciones de Caputo), estos
tunidades de ser elegidos (como Caputo sostenía), una lista como ésta
sucesos compuestos vienen dados mediante especificaciones.
habría tenido una probabilidad de 1 contra 2 trillones. Cosa muy
Delineemos este mismo cuadro de manera más escueta. Consideremos
improbable, ciertamente, pero no suficiente para acusar a Caputo de fraude.
un suceso elemental S. Supongamos que inicialmente no divisamos ningún
Después de todo, sucesos altamente improbables ocurren por azar en todo
modelo que pudiera inducirnos a esperar un agente inteligente que
tiempo. Cualquier secuencia nivelada de cuarenta y un Demócratas y
produjera ese suceso. Pero luego, rebuscando en nuestro conocimiento de
Republicanos sería igualmente improbable. ¿Qué habría que añadir
fondo, descubrimos repentinamente un modelo que comporta diseño en S.
entonces para confirmar el fraude (y con ello el diseño)? Para imputar a
Bajo un análisis bayesiano, la probabilidad del suceso S dada la hipótesis
Caputo no basta con anotar meramente la preponderancia de Demócratas
de diseño se abre camino rápidamente. Pero esto, sin embargo, no nos
sobre Republicanos en alguna secuencia de las listas de selecciones. Lo que
autoriza todavía a inferir diseño. Como es usual en el esquema bayesiano,
más bien deberíamos advertir es que una preponderancia tan extrema como
necesitamos comparar una probabilidad condicional de diseño con otra
ésta es altamente improbable. Dicho en otras palabras, no era la
probabilidad condicional de azar. Mas ¿para qué suceso calculamos estas
improbabilidad del suceso S (la lista real de selecciones de Caputo) lo que
probabilidades? Resulta ser que no las calculamos para el suceso elemental
los bayesianos tenían que calcular, sino el suceso compuesto S* formado
S, sino para el suceso compuesto S*, que está formado por la totalidad de
por todas las posibles listas de selección que exhibieran al menos tantos
resultados elementales que exhiben ese modelo significativo de diseño. No
Demócratas como Caputo seleccionó. Este suceso compuesto, S*, constaría
es realmente una buena estrategia sostener que S es resultado de un diseño
de 42 posibles listas de selección y tendría una improbabilidad de 1 contra
sobre la base de algún determinado modelo a menos que la entera colección
50 billones. Fueron este suceso y esta improbabilidad los causantes de que
de resultados elementales que exhiben ese modelo sea a su vez improbable
el Tribunal Supremo de New Jersey enfocara correctamente el asunto y se
bajo la hipótesis de azar. Los bayesianos necesitan por tanto comparar la
decidiera a deliberar sobre si Caputo era realmente culpable de fraude. Por
probabilidad condicional de E* bajo la hipótesis de diseño con la
su parte, éste es el suceso que los bayesianos tienen que identificar y cuya
probabilidad condicional de E* bajo la hipótesis de azar.
probabilidad necesitan calcular para realizar un análisis bayesiano.
La línea fundamental es ésta: el enfoque bayesiano de la racionalidad
Mas ¿cómo identifican realmente los bayesianos un suceso como éste?
estadística parasita al enfoque fisheriano y sólo puede ser apropiadamente
Aclaremos que la simple observación no nos brindará nunca sucesos
englobado entre las hipótesis que el enfoque fisheriano no ha podido
compuestos como S*, sino sólo resultados elementales como S (esto es, la
eliminar. En particular, el enfoque bayesiano no ofrece explicación alguna
selección electoral real de Caputo, pero no un conjunto de líneas de de su modo de llegar a los sucesos sobre los que realiza un análisis ba-
280 D ISEÑO INTELIG ENTE
DEMANDA DE DETALLES:
TU
QUOQUE
L D A R W I N I S¿No
MesO
el colmo de la hipocresía que los
teóricos del diseño acusen al darwinismo de
no ofrecer detalles sobre la emergencia de la
complejidad biológica cuando tampoco los
ofrece su propia teoría del diseño
inteligente?
EL DESPLAZAMIENTO
Y EL PRINCIPIO
DEL «NO FREE LUNCH»
¿Cómo pueden los teoremas del No Free
Lunch competir con la teoría darwiniana y
apoyar el diseño inteligente?
DADO EL TÍTULO DE MI LIBRO, NO Free Lunch, no es de extrañar que los críticos vean
en él una dependencia crucial de los teoremas llamados «No Free Lunch»
(NFL) de David Wolpert y William Macready. Mi título aludía por
supuesto a esos teoremas. Pero el uso real que yo le he dado a los teorema
NFL ha sido siempre bastante limitado, y jamás he sostenido que estos
teoremas hayan significado una franca refutación del darwinismo o que
sean una confirmación directa del diseño inteligente. De hecho, la clave de
mi recurso a los teoremas NFL no está referida a estos teoremas sino a un
resultado más general que yo llamo desplazamiento. Los teoremas NFL son
una instancia particular de desplazamiento.
La idea básica oculta tras este desplazamiento es la siguiente: supón-
gase que necesitamos encontrar un espacio de posibilidades. El espacio es
tan amplio y las posibilidades individuales tan improbables que no es
viable una búsqueda exhaustiva, y que sería muy inverosímil que una
búsqueda al azar pudiera coronar con éxito semejante empresa. Conse-
cuencia de ello es la necesidad de introducir algunas restricciones en la
búsqueda, alguna información que ayude a dirigir la búsqueda hacia una
solución. (Piénsese en la búsqueda de un huevo de pascua en la que no se
facilita ningún tipo de clave o guía frente a otra en la que alguien lo dirige
a uno diciendo «caliente», «más caliente» y «que quema»). Todo este tipo
de información auxiliar se almacena en un espacio de búsqueda: un espacio
informacional. Así pues, la búsqueda del espacio original
0 desplazamiento y el principio del «No Free Lunch: 287
aquí una adaptación mínima, sin que haya límite alguno para el tamaño de
esta adaptación). Cada medida de adaptación constituye así una unidad
de información que limita la búsqueda, que de otro modo sería ilimitada,
en el espacio de búsqueda original.
Los teoremas NFL se presentan en una variedad de formas según la
clase de medidas de adaptación que vayan a ser calculadas. Los dos
teoremas originalmente publicados por Wolpert y Macready («No Free
Lunch Theorems for Optimization», 1996, disponibles en www.citesee.
nj.nec.com/wolper96no.html) consideraban todas las medidas de adap-
tación para un espacio dado (teorema 1) al igual que todas las medidas
indexadas por el tiempo en un espacio dado (teorema 2). Obsérvese que
con estos dos teoremas, las medidas de adaptación de un tipo dado
quedaban totalmente libres: todas las medidas de adaptación de un tipo
dado (no indexadas en el teorema 1, e indexadas por el tiempo en el
teorema 2) estaban presentes. Y aún más, los algoritmos evolutivos que
empleaban estas medidas eran algoritmos «sin conocimiento a priori». La
expresión «sin conocimiento a priori» significa simplemente que el
algoritmo no posee ninguna información adicional para encontrar una
solución distinta a la que obtendría con las medidas de adaptación. En
general, las clases máximas de medidas de adaptación, que son arbitrarias
y libres, parecen llevar anejo un teorema de «No Free Lunch» según el cual
los algoritmos evolutivos no pueden realizar generalmente una búsqueda
ciega.
La manera obvia de intentar evitar los NFL consiste en partir limitando
las medidas de adaptación. Digamos, por ejemplo, que no nos convienen
las medidas de adaptación dependientes-del-tiempo que varían con
independencia del progreso del algoritmo evolutivo hacia una solución; en
tal caso, manipulemos esta clase de medidas de adaptación para que
dependan del progreso hacia la solución. O pensemos que no nos agradan
las medidas de adaptación cerradas bajo permutación (véase Christian Igel
y Marc Toussaint, «On Classes of Functions for Which No Free Lunch
Results Hold», en citeseer.nj.nec.com/528857. html); entonces
concentrémonos en clases que no sean cerradas bajo permutación. Sin
embargo, todas estas estrategias y manipulaciones imparten información.
Supuesto que esta información sea compleja y especificada, yo demuestro
en No Free Lunch que estos procesos evolutivos no producen nunca una
complejidad especificada mayor que la que les fue programada mediante
las constricciones del espacio de información que los sostenía.
gl desplazamiento y el principio del «No Free Lunch 289
ocurrir dentro del curso de una generación dada, pero nunca a lo largo de Los biólogos actuales tienden a creer profundamente que la
varias generaciones). Otras formas de cambio fortuito engloban el selección natural es la mano invisible que modela formas per-
movimiento generacional, la transferencia lateral de genes y la acción de fectamente construidas. Puede parecer una exageración, aunque
genes regulativos en desarrollo. no lo es tanto, afirmar que los biólogos consideran a la selección
Los biólogos evolucionistas discuten sobre el papel preciso y el alcance como la única fuente de orden en biología. Si la biología actual
de la transmisión hereditaria y del cambio fortuito. El debate puede ser tiene un canon central, es éste.
muy agrio a veces. Véase, por ejemplo, la introducción al libro de Margulis
Acquiring Genomes, en la cual se ataca al neo- darwinismo por tener una Aunque crítico de la teoría evolucionista darwiniana y escéptico
imagen errónea del cambio fortuito. (Según esta introducción, el cambio respecto a la selección natural como la gran coordinadora del cambio
genético, y no la mutación azarosa genética, es la forma primaria de cambio fortuito en biología, Kauffman no encuentra sin embargo ninguna al-
fortuito que dirige la evolución). Sin embargo, Ernst Mayr, uno de los ternativa naturalista a la selección natural.
arquitectos de la síntesis neo-darwiniana de los años 1930 y 1940, escribió Y por la misma razón, Alvin Plantinga ha afirmado que si el ma-
un caluroso prefacio al libro de Margulis. ¿Por qué habría de escribir un terialismo es verdadero, entonces el darwinismo es «el único juego en la
proponente del neo-darwinismo un prefacio a un libro que es ciudad» (en una conferencia titulada «Naturalim, Theism and the Scientific
decididamente crítico del neo-darwinismo? La respuesta está en que Enterprise», pronunciada en la Universidad de Tejas en Austin el 22 de
Margulis no ataca al sancta sanctorum del darwinismo: la selección natural. febrero de 1997). Y a su vez Phillip Johnson escribe:
Ciertamente, en el fondo de su corazón Margulis es tan darwinista como
Si el materialismo es verdadero, entonces una teoría como el
Mayr. El propio Darwin no tenía muy claro cuáles eran los mecanismos de
darwinismo tiene que ser también verdadera, prescindiendo de la
la transmisión hereditaria y del cambio fortuito. Pero fuera cual fuera la
evidencia. El materialismo exige que los elementos químicos
forma que tomaran, Darwin estaba convencido de que la selección natural
tengan la capacidad de formar organismos vivos, y que un
era la clave para dominarlos. Ditto pro Mayr. Ditto pro Margulis. Ésta es la
Replicador principal sea capaz de hacer evolucionar todas las
razón de que en la actualidad se escuchen repetidamente referencias a la
características de plantas y animales sin la ayuda de un Diseñador.
teoría de Darwin de la selección natural, pero no a las teorías darwinianas
Así pues, la evolución debe ser un proceso ciego que parte de un
de la variación o de la herencia. azar (una mutación) y se sirve de algo capaz de diseñar estructuras
Ciertamente, sin diseño inteligente, ¿qué otra cosa aparte de la se- complicadas (la selección natural). Es decir, que si el darwinismo
lección natural podría pretender jamás coordinar los cambios fortuitos que no es verdadero, entonces el proyecto materialista carece de una
la transmisión hereditaria traslada de una generación a la siguiente? Por sí historia de la creación. («Dogmatic Materialism», Boston Review,
mismos, los cambios fortuitos no pueden ser responsables del incremento Febrero, 1997; www.bostonreview.net/br22-l/ johnson.html).
masivo de la complejidad biológica acaecido en la historia natural. Incluso
aunque se incluyeran la simbiogénesis, la transferencia genética lateral, la En resumen, la biología evolutiva necesita un diseñador que coordine
acción de los genes reguladores en el desarrollo, y otros procesos capaces los cambios fortuitos que la transmisión hereditaria traslada desde una
de inducir un sensible cambio evolutivo en el curso de una sola generación, generación a la siguiente, y para eso sólo hay sobre la mesa un candidato
esos cambios tendrían que continuar siendo acumulados y coordinados a naturalista: la selección natural. Ciertamente, no es un accidente que las
lo largo de las sucesivas generaciones. Aparte del diseño inteligente, sólo palabras selección e inteligencia estén etimológicamente relacionadas: la
hay en principio un proceso natural capaz de acumular y coordinar tales sílaba lee en selección tiene la misma raíz que la sílaba lig en inteligencia. Y
cambios: la selección natural. las dos derivan de la misma raíz indo-europea que significa «reunir» y por
Y por esta razón escribiría Stuart Kauffman en At Home in the Uni- verse: tanto «seleccionar». Antes de Darwin, la capacidad de selección estaba
principalmente confinada en las inteligencias diseñadoras, es
298 DISEÑO INTELIGENTE
UN NUEVO TIPO
DE CIENCIA
37
ASPIRACIONES
¿Qué espera la ciencia obtener del diseño
inteligente, y qué puede hacer el diseño
inteligente por la ciencia?
306
MECANISMO
Si el diseño inteligente no es una teoría
mecanicista del origen y desarrollo de la
vida, ¿cómo puede ser científica?
plicación parece razonable hasta que tratamos de conocer los detalles. Los El crítico del diseño Kenneth Miller piensa que estos tipos de es-
únicos ejemplos bien documentados a los que hemos tenido acceso vienen cenarios no son sólo absolutamente plausibles sino también de gran
de la ingeniería humana. Por ejemplo, un ingeniero en electricidad podría relevancia para la biología. (De hecho, él mismo juguetea regularmente con
desear reunir los componentes de un microondas, de una radio y de una una ratonera modificada de este tipo). Para los proponentes del diseño, en
pantalla de computador para construir un televisor. Pero en este caso, cambio, tales escenarios no son más que pura pacotilla. Y por la siguiente
contamos con un agente inteligente que conoce todo lo relativo a aparatos razón: en primer lugar, en tales escenarios la mano del diseño humano y su
eléctricos y a televisores en general. intención aparecen por todas partes. Los biólogos evolucionistas nos
Pero la selección natural no sabe absolutamente nada sobre flagelos aseguran que algún día descubrirán el modo en que el proceso evolutivo
bacteriales. Así pues, ¿cómo va la selección natural a recoger partes ya puede asumir el control de los pasos correctos y necesarios sin la mano
existentes de proteínas y reunirlas para formar con ellas un flagellum? El mediadora del diseño. Todas estas seguridades presuponen, sin embargo,
problema es que la selección natural sólo es capaz de seleccionar a partir que se puede prescindir de la inteligencia en la explicación de la
de una función preexistente. Puede seleccionar, por ejemplo, los pinzones complejidad biológica. Sin embargo, la única evidencia que tenemos de una
de picos más fuertes cuando las nueces disponibles son difíciles de romper. colaboración fecunda nos viene de la ingeniería y confirma que la
Pero en este caso, el pinzón ya existe y la selección natural se limita a
inteligencia es indispensable para la explicación de estructuras complejas
potenciar su funcionalidad actual. La selección natural puede incluso
como la de la ratonera y, por implicación, la del flagelo. Sabemos que la
adaptar una estructura preexistente a una nueva función; por ejemplo,
inteligencia tiene el poder causal de producir tales estructuras. Pero aún
podría partir de pinzones con picos adaptados para romper nueces y
seguimos esperando los prometidos mecanismos materiales.
acabar con picos adaptados para comer insectos.
La otra razón por la que los teóricos del diseño no se muestran
Pero en el caso de la reunión de elementos diversos para formar una
entusiasmados por la colaboración está conectada con la limitación del
estructura como la del flagellum bacterial, no estamos hablando de
mecanismo darwiniano. La tesis principal del mecanismo de selección
potenciar la función de una estructura existente o de reasignar a una
darwiniano es que, en un espacio de configuración biológica, es posible
estructura existente una diferente función. De lo que estamos hablando es
obtener cualquier cosa a partir de cualquier otra, supuesto que se den pasos
de reasignar a una serie de estructuras previamente dedicadas a diferentes
pequeños. Pero ¿de qué tamaño? Lo suficientemente pequeños para que
funciones una nueva estructura dedicada a una nueva función. Incluso el
puedan ser razonablemente probables. Mas ¿qué es lo que nos garantiza
flagellum bacterial más simple requiere unas cuarenta proteínas para
que una secuencia de pasos diminutos pueda conectar dos puntos
asegurar su reunión y estructura. Todas estas proteínas son necesarias en
cualesquiera en el espacio de configuración?
el sentido de que la ausencia de una sola impediría la funcionalidad entera
El problema no es simplemente una cuestión de conectividad. Para que
del flagellum.
el mecanismo de selección de Darwin conecte el punto A con el punto B en
La única vía que le quedaría entonces a la selección natural para formar
el espacio de configuración, no basta con que exista sin más una secuencia
una estructura como ésta, consistiría en ir reuniendo gradualmente partes
de pasos diminutos que conecten los dos puntos. En adición a esto, cada
de proteínas existentes con estructuras en evolución a fin de que ambas
fuesen evolucionando conjuntamente. Podríamos, por ejemplo, imaginar paso individual tiene que ser en un cierto sentido «acertado». Dicho en
una especie de ratonera formada por cinco partes: una plataforma, un términos biológicos, cada paso requiere un incremento de idoneidad
resorte, un martillo, una barra y una trampilla que se comporta como sigue: medida en términos de supervivencia y reproducción. La selección natural
partiendo de una puerta de entrada (aquí representada meramente por la es, después de todo, la fuerza motivadora oculta tras cada uno de los
plataforma), se transforma luego en una especie de ligazón (que une el pequeños pasos, y la selección elige sólo aquello que es más beneficioso
resorte y el martillo a la plataforma) y luego (al incluir también la barra y para el organismo. Así pues, para que el mecanismo darwiniano conecte
la trampilla) se transforma finalmente en una verdadera ratonera. dos organismos, tiene que darse entre ellos una secuencia de afortunados
pasos mínimos que los una.
D I S E Ñ O INTELIGENTE
316
TESTABILIDAD
¿Es testable el diseño inteligente? ¿Es
testable el darwinismo?
ésta es la cuestión de la refutabilidad. Si las máquinas bioquímicas refutabilidad demasiado alto. Es ciertamente posible mostrar que no sería
irreduciblemente complejas de Behe obedecieran repentinamente a me- razonable esperar que algún camino darwiniano pudiese conducir a una
canismos materiales, el diseño se tornaría superfluo y desaparecería de la estructura biológica tan irreduciblemente compleja como es la del flagellum
discusión científica. Y así quedaría refutado. Obsérvese que etimoló- bacterial. Pero lo que los darwinistas pretenden es algo aún más radical:
gicamente, la palabra refutación no tiene nada que ver con las palabras verdad mostrar que ningún camino darwiniano concebible podría haber conducido
o falsedad. La idea raíz de refutación es la de chocar o golpear (como en nunca a esta estructura. Una demostración así requiere una búsqueda
«rebotar» o «entrechocar cabezas»). Las teorías quedan refutadas cuando, exhaustiva de todas las posibilidades conceptuales que efectivamente es
por una u otra razón, son derrotadas y rechazadas —no porque sean imposible realizar. Pero sigue en pie el hecho de que ningún biólogo ha
demostrablemente falsas. conseguido, o está muy cerca de conseguir, la reconstrucción de su historia
La refutabilidad se mide por grados. Las teorías se tornan más en términos darwinianos (y no solamente su historia actual sino
refutables según el grado en que una nueva evidencia pueda tornarlas cualesquiera otras alternativas comprobables). ¿Está con esto refutada la
inaceptables. Obsérvese que la refutabilidad se interesa por el grado en que teoría darwiniana? Difícilmente. El darwinismo está perfectamente
las teorías pudieran ser refutadas, no por el grado en que han sido acostumbrado a racionalizar sus fracasos y a seguir pausadamente su
realmente refutadas. Así pues, la refutabilidad juzga la sensibilidad que las camino.
teorías muestran en principio hacia la refutación sin basarse en alguna La refutabilidad se centra en la evidencia negativa contra una teoría —
evidencia particular. Cuanto más sensible se muestra en general a la en este caso, ¿qué podrían perder el diseño inteligente y el darwinismo? Y
evidencia, más refutable es la teoría. Según Popper, uno de los signos de ¿cuál sería la evidencia positiva para el diseño inteligente y para el
una buena teoría científica es que se muestre altamente refutable en darwinismo? Desde la perspectiva del teórico del diseño, la evidencia
principio mientras que en la práctica la evidencia la hace consistentemente positiva en favor del darwinismo está confinada en los cambios evolutivos
a pequeña escala, como es la resistencia de los insectos a los insecticidas.
irrefutable. Las mejores teorías son precisamente aquellas que han
Esto no significa negar que haya cambios evolutivos a gran escala, pero sí
provocado entre los científicos un gran interés por refutarlas aunque todos
es negar que el mecanismo darwiniano pueda dar cuenta de ellos. Que los
sus esfuerzos han resultado vanos. En el esquema popperiano de la
insectos desarrollen una resistencia a los insecticidas confirma el
racionalidad científica, las teorías quedan corroboradas en el mismo grado
mecanismo selectivo darwiniano para cambios a pequeña escala pero
en que se resisten a la refutación.
difícilmente garantiza la gran extrapolación que la teoría de Darwin
Preguntémonos ahora, ¿es refutable el diseño inteligente? ¿Es refutable
requiere. Para empezar, es un inmenso salto el que el mecanismo
el darwinismo? Hay que responder sí a la primera cuestión, no a la segunda.
darwiniano ha de dar para pasar desde el desarrollo de anti-insecticidas por
El diseño inteligente podría en principio ser fácilmente refutado. La
parte de los insectos hasta la propia emergencia de ellos por ese mismo
complejidad especificada en general y la complejidad irreducible en
mecanismo.
biología son, dentro de la teoría del diseño inteligente, marcadores clave de
Los darwinistas minimizan la extrapolación desde la pequeña escala a
una agencia inteligente. Si pudiera mostrarse que sistemas biológicos
la evolución a gran escala diciendo que es la incapacidad imaginativa de los
maravillosamente complejos, elegantes e integrados —como el flagellum
críticos del darwinismo lo que les impide apreciar el maravilloso poder de
bacterial— podrían haber sido el producto de un gradual proceso
construcción del mecanismo darwiniano cuando dispone de las enormes
darwiniano (con lo cual su complejidad especificada sería una ilusión),
escalas de tiempo bajo las que opera. Desde la perspectiva del teórico del
entonces el diseño inteligente quedaría refutado sobre la base de que no hay
diseño, sin embargo, no estamos ante un caso de imaginación fallida, sino
que invocar causas inteligentes cuando causas naturales espontáneas
ante el nuevo traje del emperador. Sí, hay una evidencia positiva en favor
pueden realizar el trabajo. En este caso, la navaja de Occam acabaría
del darwinismo, pero la fuerza y relevancia de esta
limpiamente con el diseño inteligente.
DISEÑO INTELIGENTE
somos o podemos ser jamás. Los darwinistas se han limitado a cambiar una
forma de adoración por otra. Pero no la han eliminado.
Dicho brevemente, no es objeción alguna el hecho de que a estas alturas
no entendamos aún cómo un diseñador no evolucionado pudo producir
sistemas biológicos que exhiben complejidad especificada, del mismo
modo que teníamos que recurrir a una inferencia de diseño relativa a las
pirámides antes de que los arqueólogos nos ofrecieran una explicación
razonable sobre la manera en que fueron conjuntadas tan enormes
estructuras. Sabemos que la complejidad especificada está efectivamente
correlacionada con los efectos de la inteligencia. La única razón de insistir
en encontrar explicaciones no finalistas que den cuenta de las estructuras
complejas especificadas de la biología es un compromiso anterior con el
naturalismo que excluye por fuerza a los diseñadores extraterrestres. Es
claramente un fraude declarar bajo fundamentos a priori que tales
entidades no existen o sostener que si existen no pueden tener ninguna
relevancia para lo que ocurre en el mundo. Tal compromiso previo es
improcedente en la práctica de la ciencia. La complejidad especificada
confirma el diseño con independencia de que el diseñador responsable sea
evolucionado o no evolucionado.
Otro aspecto de la contrastabilidad es la predictibilidad. Se nos dice
que una buena teoría científica es una teoría que predice cosas. Si predice
cosas que no suceden, entonces se la somete a un test y se la declara
deficiente. Si predice cosas que suceden, se la somete a test y se la considera
acertada. Mas ¿qué sucede si no predice nada? En las teorías que tratan de
explicar características de la historia natural, la predicción es con frecuencia
generalizada para incluir en ella la retrodicción, con lo cual la teoría
especifica también la apariencia del pasado. Se dice que el darwinismo trata
retrodictivamente a los registros fósiles y predictiva- mente a los
experimentos que colocan a los organismos bajo presiones de selección
para inducir en ellos cambios adaptativos.
Pero de hecho el darwinismo no retrodice el registro fósil, y mucho
menos predice un cambio adaptativo de incremento-de-la-complejidad.
Pero esto no quiere decir que el darwinismo especifica un modelo parti-
cular del registro fósil o un modelo particular de incremento adaptativo de
complejidad y obtiene algo incorrecto. En realidad, el darwinismo no
especifica ninguna de estas cosas (ni correcta ni incorrectamente). Por
ejemplo, la selección natural y la variación azarosa aplicadas a organismos
de una sola célula no pueden ofrecer la menor pista de lo
Testabilidad 325
ni retrodecir los caminos precisos que los organismos recorren durante el rápidos. Pero de lo que aquí estamos hablando es de la elaboración y mejora
curso de la historia natural. de una tecnología existente, no de su real invención. Los diseñadores son
Mas ¿qué puede decirse del poder predictivo del diseño inteligente? El inventores o creadores. Y nosotros no podemos predecir lo que un creador
diseño inteligente ofrece una predicción obvia: que la naturaleza debe va a inventar.
sobreabundar en complejidad especificada y que tendrá que contener por El diseño inteligente está por tanto reñido con la ciencia mecanicista,
tanto numerosos indicadores de diseño. Esta predicción se ve que sólo obedece a causas naturales indirectas regidas por leyes naturales
incesantemente confirmada. Y lo que es más, una vez que contemos con inmutables. Estas leyes no sólo permiten, sino que de hecho exigen, la
sistemas diseñados operacionales e interactivos, el diseño inteligente predicción de los fenómenos que caen bajo su esfera. En cambio, las causas
predice algunos modelos de evolución tecnológica, siendo los más notables inteligentes, aunque a menudo sujetas voluntariamente a ciertas reglas o
la emergencia repentina, la convergencia local óptima y la extinción. leyes, en última instancia no pueden sentirse nunca ligadas por éstas. Al
Aunque la investigación en este área acaba de empezar, las indicaciones tomar en serio las causas inteligentes, el diseño inteligente está recusando
preliminares sugieren que la biología confirmará estos modelos de con ello el énfasis indebido que la ciencia mecanicista pone en la predicción.
evolución tecnológica. No deja de ser significativo el hecho de que ninguno Sin duda, el diseño inteligente predice acertadamente la presencia de
de esos modelos es darwiniano. diseño en la naturaleza y en la evolución tecnológica de diseños ya
La investigación de Genrich Altshuller es seminal en este respecto. existentes. Pero el diseño inteligente no predice, no puede predecir, ni tiene
Altshuller, un ingeniero y científico ruso, analizó unas 400.000 patentes de obligación de predecir casos particulares de diseños particularmente
diferentes campos de la ingeniería. Lo que especialmente le interesaba era nuevos.
trazar la evolución de los sistemas tecnológicos. Por las tendencias Finalmente, volvamos al último aspecto de la contrastabilidad: el poder
observadas dedujo que la evolución de los sistemas de ingeniería no explicativo. Según Darwin, la gran ventaja de su teoría frente a la teoría del
discurría al azar sino que obedecía ciertas leyes. Altshuller codificó esas diseño de William Paley era que la suya explicaba una diversidad de
leyes bajo el acrónimo TRIZ. Este acrónimo, TRIZ, corresponde a una frase hechos biológicos mucho más amplia que la que podía cubrir la teoría de
rusa que significa «teoría de la resolución inventiva de problemas» (que a Paley. Así pues, la teoría de Darwin tenía un poder explicativo mayor que
veces origina el acrónimo TIPS). Aun cuando TRIZ es empleado la de Paley, y esta ventaja relativa podía ser considerada como un test
ampliamente en la industria, sus aplicaciones a la biología sólo ahora están conjunto de ambas teorías. Subyacente al poder explicativo hay una visión
empezando a revelarse. de la explicación conocida como inferencia a la mejor explicación, en la cual
Pero incluso así, hay un sentido en el cual la requerida predicción del una «mejor explicación» presupone siempre al menos dos explicaciones
diseño inteligente malinterpreta fundamentalmente la agencia y el diseño competitivas. En consecuencia, la «mejor explicación» es aquella que
inteligentes. Exigir del diseño inteligente que prediga nuevas instancias resulta vencedora en una competición con otras explicaciones. Los teóricos
específicas de diseño en la naturaleza es colocar al diseño en el mismo barco del diseño ven los avances en las ciencias biológicas y de la información
que las leyes naturales, pues funda su poder explicativo en una como una reposición del diseño en el lugar que le corresponde,
extrapolación de la experiencia pasada. Y esto es cometer un error desplazando así al darwinismo y logrando con ello que en la actualidad sea
categorial. Con seguridad, los diseñadores, al igual que las leyes naturales, el diseño, más que la selección natural, la mejor explicación sobre la
pueden comportarse de manera predecible. (Los diseñadores siguen con complejidad biológica. Por supuesto, los darwinistas ven la cuestión de
frecuencia políticas y convenciones y adoptan rutinas de solución de manera muy distinta.
problemas). Pero, a diferencia de las leyes naturales, que son universales y Pero lo que yo deseo resaltar aquí no es, sin embargo, el contraste entre
uniformes, los diseñadores son también innovadores. Las innovaciones el darwinismo y el diseño inteligente frente al amplio cuerpo de datos
específicas no se dejan predecir. Como mucho, lo que puede predecirse son biológicos, sino la cuestión de verificar cuál de las dos teorías puede admitir
ciertas corrientes, como sucedió, por ejemplo, con Intel y su garantizada en principio mayor número de posibilidades biológicas. Ni el darwinismo
invención de chips de computador cada vez más ni el diseño inteligente son sólo teorías que ofrezcan
"1
328 DISEÑO INTELIGENTE
ésta, cosa que el darwinismo no podría hacer jamás. De esto se sigu e que
un arsenal de instrumentos teóricos podría arrojar luz sobre hechos
biológicos que de otro modo permanecerían por siempre invisibles si sólo
dispusiéramos de un equipamiento estrictamente darwiniano. Esta
posibilidad se torna en un test conjunto del darwinismo y el diseño
inteligente que decisivamente se inclina por el diseño inteligente — si no
como portador de la verdad sí al menos como opción teórica viva que no
debe ser excluida por razones filosóficas a priori como el naturalismo. De
hecho, este ejemplo indica que hay buenas razones prácticas para tomar en
serio al diseño inteligente. Nos encontramos en un punto de transición a
una revolución bioingenieril cuyos efectos pueden incluir probablemente
el bioterrorismo. Así pues, podemos esperar asistir a la emergencia de un
bioterrorismo forense como disciplina científica práctica. ¿Cómo van a
distinguir los expertos los diseños biológicos terroristas de otros diseños
biológicos?
Resumiendo, el diseño inteligente no merece la acusación de no ser
contrastable o de no haber aportado ningún «modelo susceptible de ser
contrastado». Las afirmaciones del diseño inteligente acerca de la
complejidad especificada y reducible están fundadas en su estrecho
contacto con los datos de la biología e igualmente abiertas a la refutación y
a la confirmación. Y aún más, como arsenal de instrumentos para la
investigación científica, el diseño inteligente es mucho más potente y
sensible a las posibilidades que la naturaleza podría ofrecernos que el
darwinismo, que está obligado a contemplar todas las cosas bajo los an-
teojos del azar y la necesidad y a adoptar un enfoque reductivo respecto a
todos los signos de teleología que ofrece la naturaleza.
40
LA IMPORTANCIA
DE MICHAEL BEHE
¿Por qué piensan los biólogos evolucionistas
que la obra de Michael Behe sobre la
complejidad irreducible ha quedado
desacreditada?
explicaciones así, los críticos no tendrían más que citarlas y el diseño evolucionistas cuando nos aseguran que están empeñados en una bús-
inteligente quedaría enterrado. queda francamente estéril de unos caminos indirectos que expliquen la
Los críticos de Behe están en este punto dispuestos a recurrir al ar- complejidad irreducible.
gumento-de-la-ignorancia, pero este tipo de estrategia no está justificada Si tras repetidos intentos no hallamos lo que esperábamos encontrar
como crítica. Una manera usual de formular esa crítica consiste en decir: después de haber examinado todos los lugares sin obtener nunca la menor
«La ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia». Pero como ocurre evidencia de que la cosa buscada hubiese existido nunca, entonces
con todas las expresiones demasiado utilizadas, ésta requiere algunos tendríamos razones para pensar que lo que buscábamos no existía en
matices. Ciertamente, este dictum caracteriza adecuadamente muchas absoluto. Y ésta es precisamente la posición de Behe ante los caminos
circunstancias cotidianas. Imaginemos, por ejemplo, a alguien que busca indirectos darwinianos. (Véase su capítulo en Darwin s Black Box titulado
desesperado las llaves del coche por toda la casa, mirando bajo cada objeto, «Publish or Perish»). No se trata sólo de que no conozcamos tales caminos
revolviendo los cajones, volviendo a mirar una y otra vez y luego, a la para, digamos, el flagellum bacterial (la irreducible máquina bioquímica
mañana siguiente, cuando ha perdido todas sus esperanzas, las encuentra que se ha tornado en la mascota del movimiento en pro del diseño
fuera sobre el techo de su coche. En este caso, la ausencia de evidencia antes inteligente). Se trata de que no conocemos ningún camino para ninguno de
del hallazgo de las llaves del coche no era evidencia de ausencia. Pero con tales sistemas. La ausencia es aquí omnipresente y sistèmica. Ésta es la
las llaves del coche ante él, había en primer lugar una independiente razón de que críticos del darwinismo como Franklin Harold y James
evidencia de su existencia. Shapiro (ninguno de los cuales defiende el diseño inteligente) sostengan
Mas ¿qué ocurriría si no estuviéramos ni siquiera seguros de la que proponer para tales sistemas caminos indirectos darwinianos aún no
existencia de unas llaves del coche? La situación en la biología evolutiva es descubiertos son «especulaciones fantasiosas».
incluso más extrema que ésta. Podríamos no estar seguros de la existencia La cuestión lógica de Behe es que la complejidad irreducible hace que
de nuestro hipotético juego de llaves, pero al menos tenemos la seguridad las estructuras biológicas sean demostrablemente inaccesibles para los
de que generalmente existen llaves de coche. Los caminos indirectos caminos directos darwinianos. Su cuestión empírica es que la incapacidad
darwinianos se parecen más a los supuestos duendecillos que según el de la biología evolutiva para descubrir caminos indirectos darwinianos que
pequeño Juan están ocultos en su habitación. Imaginemos que este niño se conduzcan a estructuras biológicas irreduciblemente complejas es
encontrara tan alterado y fuera de sí que consiguiera que todo Scotland omnipresente y sistèmica, y una incapacidad así es razón suficiente para
Yard e incluso los mejores cerebros de la época se pusieran a buscar afanosa dudar de que los caminos indirectos darwinianos sean la respuesta a la
y meticulosamente década tras década esos supuestos duendecillos o complejidad irreducible. La reunión de las cuestiones lógica y empírica
alguna evidencia sólida de su anterior estancia en el dormitorio del constituye una recusación devastadora del mecanismo darwiniano, que
pequeño. Imaginemos entonces que durante todas aquellas décadas, los rutinariamente ha sido considerado capaz de resolver todos los problemas
detectives, dominados, por ejemplo, por la fiebre del oro del tesoro de los de la complejidad biológica tan pronto como una forma inicial de vida ha
duendecillos, no cejaron nunca en su búsqueda ni en postular nuevos entrado en escena. Y aún así, los enfoque lógico y empírico conjuntamente
modos de avistar un duendecillo, de descubrir un cabello, una huella o no dan tampoco una respuesta sobre el modo de pasar desde la incapacidad
cualquier muestra sólida de ellos. Tras muchas décadas, sin ninguna clave del darwinismo para explicar los sistemas ireduciblemente complejos a la
concreta que diera cuenta de su trabajo, ¿cómo diríamos a los ancianos legitimidad de emplear diseño para dar cuenta de ellos.
padres del chico ahora también viejo que nunca había habido ningún Y aquí es donde el tercer punto principal del proyecto de Behe entra en
duendecillo en la habitación del chico? ¿Sería lógico chasquear los dedos escena: su propia explicación. Las explicaciones científicas adoptan muchas
ante los padres y decirles, «La ausencia de evidencia no es evidencia de formas y estilos, pero lo que no les puede faltar nunca es la adecuación
ausencia. Dejemos por tanto que los expertos vuelvan a su trabajo»? Una causal. Una explicación científica está obligada a invocar los suficientes
respuesta totalmente absurda. Sin embargo, esto es lo que esencialmente poderes causales para explicar el efecto en cuestión. De otro
hacen los biólogos
338 DISEÑO INTELIGENTE
cionar por caminos darwinianos directos, y que los caminos indirectos, que
siempre han tenido un fundamento bastante menos estable, carecen
definitivamente de apoyo científico.
Resumiendo, Behe es importante en el debate entre diseño inteligente
y darwinismo porque nos ha sabido mostrar la manera de evaluar los
méritos relativos de cada uno de los dos enfoques. Y esto lo ha conseguido
mediante su concepto de complejidad irreducible y su explicación sobre el
modo de emplearlo. Al analizar cuidadosamente y desentrañar las
implicaciones lógicas, empíricas y explicativas de la complejidad
irreducible para el mecanismo darwiniano, Behe ha demostrado por lo
menos que el diseño inteligente es un competidor viable en todo intento de
explicación de la complejidad irreducible de los sistemas bioquímicos. Y
más aún, Behe nos ha mostrado la manera de tender un puente entre la
teoría científica del diseño y nuestras intuiciones del sentido común sobre
el diseño. En los informes sobre el diseño que ofrecen los medios, se oye
con frecuencia el siguiente sonsonete: «La vida es demasiado complicada
para ser producto de las fuerzas naturales, así pues tiene que haber sido
diseñada». Estas palabras capturan las intuiciones que sobre el diseño
tienen muchas personas, pero son demasiado simplistas para los
propósitos científicos. Behe nos ha indicado también el modo de interpretar
el sentido de esta declaración si sustituimos la vaga e indefinida frase
demasiado complicada por la expresión rigurosamente definida
irreduciblemente complejo, mostrándonos a la vez con ello cómo razonar a
nuestra manera sobre lo inadecuadas que son para el diseño las fuerzas
naturales no dirigidas.
41
EVALUACIÓN PARITARIA
O EL FALLO DE LOS
EXPERTOS
Si el diseño inteligente es nn programa de
investigación científica, ¿por qué los
teóricos del diseño no publican ni ven
citados sus trabajos en las bibliografías de
evaluación paritaria?
LA AFIRMACIÓN DE QUE LOS TEÓRICOS DEL DISEÑO no publican ni ven sus obras citadas
en las revistas bibliográficas es falsa. De hecho, es falsa en cualquiera de los
sentidos en que se la interprete. La International Society for Complexity,
Information and Design (ISCID) ha surgido como sociedad profesional de la
comunidad del diseño inteligente. (Véase www.iscid. org). En la época en
que se redactó este libro, esa sociedad tenía unos cincuenta miembros
investigadores. Los miembros de esta sociedad incluyen antiguos
profesores procedentes de centros como la Oxford Univerity de Inglaterra,
la Princeton University de Estados Unidos, la University of New Brunswick
en Canadá, la University of Sydney en Australia, la University of Auckland
en Nueva Zelanda, la Hanyang University en Corea, la Helsinki University
of Thechnology en Finlandia y la State University of Applied Sciences en
Frankfurt, Alemania. (Véase www.iscid.org./fellows.php).
Los miembros de la ISCID cubren una amplia gama de disciplinas,
entre las que se incluye el entero ámbito de las ciencias naturales. Todos sus
asociados son distinguidos investigadores por derecho propio y han
publicado extensamente en la literatura de pre-publicación de sus
respectivas disciplinas. Fritz Schaefer, el inventor de la química cuántica
computacional, es una figura señera. Con unas novecientas pre-publica-
ciones evaluadas, es el tercer químico más citado del mundo y ha sido
342 DISEÑO INTELIGENTE
propuesto cinco veces para el Premio Nobel. No se trata pues de que los
teóricos del diseño publiquen y tengan su obra citada en los boletines
bibliográficos. Todos ellos son científicos y académicos reconocidos.
Por supuesto, la cuestión real es la de si los teóricos del diseño publican
obras que defiendan el diseño inteligente en la literatura especializada.
Tampoco hay aquí ningún problema. Los lectores pueden consultar la
bibliografía de la ISCID (en www.iscid.org./bibliogra-
phy/bibliography.php) para un listado de las obras de los teóricos del
diseño que defienden el diseño inteligente. (Obsérvese que se trata de una
bibliografía de la literatura relevante para el diseño inteligente y por tanto
incluye también referencias a obras de científicos que no son teóricos del
diseño). En lugar de ofrecer un listado de tales obras, tal vez sea más
instructivo describir el proceso de evaluación de mi libro The Design
Inference, porque ilustra el progreso del diseño inteligente en sus esfuerzos
por atravesar la barrera de la pre-crítica como también los obstáculos que
nos salieron al paso.
The Design Inference apareció en la serie monográfica Cambridge
Studies on Probability, Induction and Decisión Theory de la Cambridge
University Press. Esta serie es el equivalente de una revista. Tiene un editor
general, Brian Skyrms (que es miembro de la National Acade- my of
Sciences). Igualmente cuenta con un consejo editorial, que en la época de
esta publicación constaba de los siguientes miembros: Ernest Adams, Ken
Binmore, Jeremy Butterfield, Persi Diaconis, William Harper, John
Harsanyi (que en 1994 compartió el Premio Nobel de Economía con John
Nash, el protagonista de A Beautiful Mind), Richard Jeffrey, Wolfgang
Spohn, Patrick Suppes, Amos Tversky y Sandy Zabell. Este consejo editorial
es un verdadero «quien es quién» en el mundo de la estadística y del
razonamiento inductivo.
The Desing Inference pasó por el control de tres evaluaciones anónimas
durante un duro y penoso proceso de revisión que duró un año. La primera
evaluación fue decididamente positiva. El balance de la segunda fue
negativo, aunque el (o la) informante ofrecía algunas sugerencias positivas
sobre el manuscrito. El editor general deseaba que el libro figurara en su
serie y por tanto le entregó el manuscrito a un tercer evaluador para que
rompiera el empate. Esta tercera evaluación fue muy positiva pero sugería
una serie de importantes revisiones. (El informe constaba de siete páginas
escritas a un espacio). Yo accedí a introducir aquellas revisiones, tras lo cual
se envió el ejemplar al Cambridge Syn- dicate, que a su vez redactó entonces
el correspondiente contrato de
Evaluación paritaria o el fallo de los expertos 343
con mis papeles a otra parte y publiqué el libro en la editorial Rowman and
Littlefield.
Mi propia experiencia con el proceso de evaluación paritaria confirma
una observación de Paul Gross: «Tener razón no es suficiente. Lo que usted
diga, por correcto que sea, ha de ser dicho en un lenguaje normalmente
aceptable, no debe violar demasiado brutalmente el gusto al uso, y debe
resaltar de alguna manera su pertenencia a un respetable club profesional»
(www.mbl.edu/publications/Gross/Heilbrunn). Yo era una entidad
desconocida cuando publiqué The Design Inference, y el libro no se refería a
las implicaciones de la inferencia de diseño para la biología. Sin embargo,
una vez que aquellas implicaciones se hicieron claras, conseguir que mi
trabajo fuera publicado en las revistas bibliográficas se hizo más difícil —
aunque ciertamente no imposible. Tengo, por ejemplo, otro libro a punto
de salir en la Cambridge University Press titulado Debating Design que
coedité con Michael Ruse. Seis de los siete evaluadores lo aprobaron con
entusiasmo, y el único disconforme admitió que el libro se vendería muy
bien.
Para la investigación dentro de un marco aceptado, la evaluación
paritaria es bastante útil para el control de calidad. Pero para las nuevas
ideas radicales y el pensamiento independiente, este tipo de evaluación es
con más frecuencia un obstáculo que un apoyo. Y esto no debería
sorprender dada la naturaleza de la evaluación paritaria. Este tipo de eva-
luación está primariamente orientado a velar por que las pautas, normas y
prácticas de un gremio establecido sean respetadas. Sólo después de que
estas prácticas hayan sido respetadas, la cuestión de la originalidad y la
innovación será digna de consideración. La evaluación paritaria es
esencialmente conservadora. Por lo tanto, será el último lugar en el que
cabría esperar que una revolución científica fuese vindicada.
La historia de la evaluación paritaria lo pone de manifiesto. Como
Frank Tipler me ha indicado, la misma idea de una evaluación paritaria
como piedra de toque para la verdad y excelencia científicas es una
invención introducida tras la Segunda Guerra Mundial. En física, por
ejemplo, las revistas que utilizaban la evaluación paritaria no fueron la
norma hasta después de 1950. En Alemania, durante los «Años Gloriosos»
(el período en el que la mecánica cuántica estaba siendo inventada allá por
los años 1920), una de las más prestigiosas revistas de física alemanas, el
Zeitschrift für Phi/sik, no utilizaba la evaluación paritaria: cualquier
miembro de la Sociedad Alemana de Física podía publicar allí simplemente
con enviarles su artículo.
Evaluación paritaria o el fallo de los expiertos 345
Así pues, el que tuviera una idea realmente revolucionaria, todo lo que
tenía que hacer para que fuera publicada era pedirle a un miembro de la
Sociedad Alemana de Física que remitiera por él su artículo. Por supuesto,
si usted era miembro de ella, no tenía que recurrir a nadie para remitirlo.
Werner Heisenberg publicó su artículo sobre el principio de incertidumbre
en esta revista, y Alexandre Friedmann publicó también en ella el suyo
sobre el universo de Friedmann (en la actualidad, el modelo cosmológico
estándar). Nada de evaluaciones por parejas, sólo abundancia de físicos
brillantes.
Todas estas observaciones sobre la historia y naturaleza de la eva-
luación paritaria son sin duda muy interesantes, pero los críticos del diseño
inteligente no son propicios a dejarse impresionar. Está muy bien decir que
los teóricos del diseño publican sus trabajos en la literatura evaluativa
paritaria que apoya al diseño inteligente. Pero el foco principal del diseño
inteligente es la biología. ¿Aparecen citados en la literatura biológica sujeta
a evaluación paritaria los teóricos del diseño que publican y trabajan sobre
el diseño inteligente? Dicho en otras palabras, ¿estamos en la actualidad
abriendo caminos en la corriente principal de la biología? Críticos del
diseño como Eugenie Scott, Paul Gross y Barbara Forrest afirman
públicamente con frecuencia que los teóricos del diseño han publicado
exactamente cero artículos en la literatura biológica que apoya al diseño
inteligente y utiliza la evaluación paritaria.
¿De dónde sacan el número cero? Tengo ante mí una serie de artículos
publicados en los Proceedings of the National Academy of Sciences, en el Journal
of Molecular Biology, en el Journal of Theoretical Biology, en Origins ofLife and
Evolution of the Biosphere y en la Annual Review ofGenetics. (En esta última se
cita explícita y favorablemente mi libro No Bree Lunch). Todos ellos han sido
escritos por teóricos del diseño y aparecen citados en las listas bibliográficas
del ISCID (www.iscid.org/bibliography/bi- bliography.php). En mi opinión
y en la de los propios autores, todos ellos apoyan el diseño inteligente. Mas
éste es justamente el problema. ¿Cómo puede ninguna cosa apoyar el
diseño inteligente?
Críticos como Eugenie Scout, Paul Gross y Barbara Forrest no se
limitan a negar que los teóricos del diseño hayan publicado algunas obras
en la literatura que utiliza la evaluación paritaria y que apoya el diseño
inteligente. Niegan también que exista en absoluto evidencia alguna capaz
de apoyar al diseño inteligente. Sí, los artículos que tengo ante mí están
escritos por teóricos del diseño. Y esos artículos figuran ciertamente en la
literatura biológica que utiliza la evaluación paritaria.
346 DISEÑO INTELIGENTE
Sin embargo, según estos críticos, tales artículos no pueden apoyar al diseño
inteligente. Pero entonces, ¿no hay ninguna evidencia que apoye al diseño
inteligente? ¿O es más bien que la plenitud de evidencia que lo apoya está
catalogada como inadmisible por razones a priori? El apriorismo ocupa un
infortunado lugar en la historia de la ciencia. Por ejemplo, la ciencia en los
días de Kepler creía que las órbitas de los planetas teman que ser circulares.
(Su contemporáneo Galileo era un firme defensor de esta creencia). Así, la
evidencia de órbitas elípticas presentada por Kepler fue juzgada inadmisible
porque la ciencia «sabía de antemano» que las órbitas tenían que ser
circulares. Finalmente, Kepler fue vindicado y la ciencia apriorista de su
tiempo tuvo que dar marcha atrás. Éste es siempre el peligro del apriorismo
en ciencia.
Los críticos del diseño inteligente que sostienen que el número de
artículos en la literatura biológica que apoyan el diseño inteligente es cero
están representando el papel perdedor. Esa ficción se está tornando cada vez
más difícil de mantener. Pero incluso así, creo que aún perdurará durante
algún tiempo. El problema es que para conseguir que un trabajo sobre
diseño inteligente aparezca en la literatura biológica que se apoya en la
evaluación paritaria, los biólogos que son teóricos del diseño tienen que
jugar sus cartas con mucho cuidado. Como Michael Behe comentó en una
entrevista con la Harvard Political Review (www.
hpronline.org/news/251835.html), si un biólogo cuestiona a Darwin pone en
peligro su carrera: «Hay buenas razones para sentir miedo. Incluso aunque
uno no se vea despedido de su trabajo, quedará fácilmente olvidado en las
promociones futuras. A los estudiantes recién graduados que son escépticos
respecto a la teoría darwiniana, les advertiría enérgicamente que se
guardasen mucho de manifestar públicamente sus propias opiniones».
En el actual clima intelectual, es imposible conseguir la publicación de
un artículo en la literatura biológica controlada por evaluación paritaria si
ese artículo afirma explícitamente el diseño inteligente o niega
explícitamente el darwinismo y otras formas de evolución naturalista.
Dudar de la ortodoxia darwiniana es comparable a oponerse a la línea del
partido de un régimen estalinista. ¿Qué haría usted si se encontrara en la
Rusia de Stalin y quisiera sostener que Trofim Lysenko estaba equivocado?
Podría señalar las paradojas y tensiones que quisiera en la teoría genética de
Lysenko, pero no podría decir que Lysenko estaba fundamentalmente
equivocado u ofrecer una alternativa que contradijera claramente a Lysenko.
Y ésta es la situación que nosotros vivimos. Para
Evaluación paritaria o el fallo de los expertos 347
vieja guardia no dirige nunca sus armas hacia una revolución científica; ha
invertido demasiado en el viejo paradigma. Las revoluciones más
importantes en ciencia desbordan enteramente el proceso de evaluación
paritaria y aparecen en los libros. El De Revolutionibus de Copérnico, el
Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo de Galileo, y los Principia de
Newton son casos punteros. Ninguna de estas obras fue evaluada
paritariamente. Como tampoco lo fue el libro de un biólogo retirado inglés
del siglo diecinueve: una obra poco convencional titulada Sobre el origen de
las especies.
42
LA «CUÑA»
¿No será realmente el diseño inteligente
una agenda política disfrazada de programa
de investigación científica?
TEMAS A INVESTIGAR
, ¿ Qué se supone que deba hacer, por
J la vía de la investigación científica, - ' u n
científico interesado en el diseño inteligente?
SON MUCHOS LOS CIENTÍFICOS QUE manifiestansu interés por el diseño inteligente
pero que no ven la manera de contribuir eficazmente a él. Recientemente
tuve una conversación con uno de estos científicos (un genetista cristiano),
y le pregunté «¿Qué tipo de trabajo real tendría que haberse realizado para
que usted se encontrara confortable dentro del diseño inteligente?» Su
respuesta fue reveladora: «Si yo supiera cómo enfocar científicamente la
cuestión que usted me propone, abandonaría todo lo que hasta ahora he
estado haciendo y dedicaría el resto de mi carrera a la búsqueda de una
respuesta. El hecho de que yo no tenga la menor idea sobre el modo de
empezar a reunir los datos relevantes que comprometieran a la comunidad
científica, es la verdadera razón de que no comparta su optimismo respecto
a la viabilidad de este enfoque».
O consideremos a Francis Collins, director del Proyecto del Genoma
Humano. Como creyente cristiano, está ligado al diseño en un sentido
amplio. Sin embargo en una reunión de la American Scientific Affiliation
(en la Universidad de Pepperdine, Agosto 2-5, 2002), expresó sus dudas
sobre el diseño inteligente como proyecto científico. Según Collins, el
problema era «la ausencia de un plan para la verificación experimental» del
diseño inteligente.
Yo estoy absolutamente convencido de que el diseño inteligente posee
el potencial de investigación necesario para satisfacer a estos científicos. Sin
embargo, ese potencial tiene que ser actualizado. ¿Cómo hacerlo? Lo más
importante ahora es que existe una corriente de buenas ideas y que se
cuenta con los recursos necesarios para implementarlas. En particular,
necesitamos reflexionar profundamente sobre los sistemas
Temas a investigar 355
biológicos. Esta reflexión tiene que generar una intuición profunda. Y esta
intuición necesita a su vez que le planteemos nuevos e interesantes
interrogantes susceptibles de ser catalogados como problemas de
investigación. Una vez en posesión de estos problemas, tenemos que
volvernos a la naturaleza para ver cómo los resuelve.
Yo soy sobre todo un teórico, y por tanto no estoy en posición de
presentar un conjunto detallado de problemas de investigación para el
diseño inteligente. Sin embargo, como interdisciplinario académico que
tiene contactos con científicos de muchas disciplinas, puedo proponer
algunos temas de investigación que tal vez resulten útiles para los científicos
que tratan de encontrar un camino que les permita contribuir pro-
ductivamente a la investigación sobre el diseño inteligente. Lo que sigue es,
por tanto, una lista de posibles temas de investigación. (Permítaseme
señalar que no tengo la menor pretensión de ser exhaustivo).
1. Detección de diseño. Técnicas, métodos y criterios para detectar
diseño son ampliamente utilizados en varias ciencias especiales (como en la
práctica forense, la arqueología, la criptografía y la búsqueda de inteligencia
extraterrestre, o SETI). En la actualidad se discute acaloradamente desde
todas las perspectivas sobre la validez del intento de detectar diseño real en
biología utilizando el criterio de complejidad irreducible de Michael Behe o
mi criterio de complejidad especificada. Los teóricos del diseño han de estar
en el centro de esta discusión.
2. Información biológica. Según su etimología latina, la palabra
información significa «configurar o dar forma» a algo. No es exagerado decir
que el origen de la vida y su complejidad subsiguiente han significado una
«revolución de la información» en la historia de esta materia. En efecto, la
materia ha de ser informada de modos muy especiales para que pueda dar
lugar a la vida. ¿Cuál es la naturaleza de la información biológica? ¿Cómo
se relacionan con ella la función y la adecuación? ¿Qué obstáculos han de
superar los mecanismos materiales para generar información biológica? Y
lo más importante de todo, ¿cuáles son los fundamentos teóricos y
empíricos para pensar que la inteligencia es indispensable en el origen de la
información biológica? En mi libro No Free Lunch empecé a identificar estos
problemas, pero este punto necesita mucha más elaboración.
3. Complejidad mínima. Los seres vivos son sistemas complejos que
constan de subsistemas igualmente complejos que contienen a su vez otros
subsistemas complejos y así sucesivamente hasta alcanzar un nivel de
organización químicamente simple (por ejemplo, los aminoáci
356 DISEÑO INTELIGENTE
Estas son, pues, mis recomendaciones para hacer del diseño inteligente
una ciencia disciplinada. ¿Seguirá el diseño inteligente estas
recomendaciones y se impondrá con ello como programa científico,
proyecto intelectual y movimiento cultural? Para bien de la comunidad
científica, el diseño inteligente está en la posición de un ratón que trata de
mover a un elefante mordiéndole los dedos del pie. De vez en cuando, el
elefante puede desplazar ligeramente su pie, pero no es verosímil que
ocurra ningún movimiento real o cambio fundamental. Pero a pesar de esta
situación, la comunidad científica parece sentirse extrañamente incómoda.
El ratón tiene que ser aplastado, y el elefante (como ocurre en los cómics) se
ha vuelto temeroso y parece a punto de iniciar una estampida empujado
por el pánico.
La imagen que para mí captura más acertadamente el modo en que el
diseño inteligente habrá de comportarse es, irónicamente, la de una
competición evolutiva en la que dos organismos se disputan un nicho
ecológico. (Pensemos en los mamíferos desplazando a los dinosaurios). En
algún momento, uno de los organismos gana una batalla crucial.
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Galilei, Galileo, 346, 348 Hunter, Cornelius, 47 Schrieffer, John, 233 Scott,
Gates, Bill, 145-6 Giberson, Hussein, Saddam, 118 Igel, Eugenie, 27, 345 Searle,
Karl, 27, Christian, 288 James, John, 111-3 Shakespeare,
350 William, 173 Jeffrey, William, 64, 137, 147, 272,
Godei, Kurt, 167 Goodwin, Richard, 342 Johnson, 283
Brian, 322 Gordon, Bruce, Phillip, 13, 27, 297, 350 Shannon, Claude, 151- 2,
27, Juan Pablo II, Papa, 54 154
351 Jung, Cari, 22 Kadanoff, Shapiro, James, 128, 241,
Gould, Stephen Jay, 55, 60, Leo, 15 Kafka, Franz, 25 337
65, 290, 300, 325, 368 Kanada, Yasumasa, 118 Sheldrake, Rupert, 202
Gregorio Nacianceno, 70, Kant, Immanuel, 11, 72, 252 Shermer, Michael, 27, 48,
168 Ray, Thomas, 71 Rea, 52-3, 58, 223, 226
Griffin, David Ray, 192-4, Michael, 269 Reid, Thomas, Skyrms, Brian, 342-3 Smith,
196, 241-2 Gross, Paul, 27, 70, 251, 258-60 Houston, 46 Smith, John
293, 344-5, 351 Guth, Alan, Rolston, Holmes, 164- 5 Maynard, 46, 155, 294
134 Haldane, J. B. S„ 16 Royall, Richard, 262 Smolin, Lee, 134 Sober,
Harold, Franklin, 227, 241-2, Rubinstein, Arthur, 137-9 Elliott, 27, 213, 226, 256-8,
305, 337 Harper, William, Ruse, Michael, 27, 100- 1, 262, 275- 6
342 Harsanyi, John, 342 344 Socrates, 52 Sparacio,
Hartshorne, Charles, 197 Sagan, Cari, 32-3' Micah, 28, 359
Haught, John, 45 Hegel, Saier, Milton, 243 Schaefer, Spiegelman, Sol, 290
Georg, 284 Heisenberg, Fritz, 341 Schleiermacher, Spinoza, Baruch, 167, 196
Werner, 231, 345 Friedrich, 167, 205 Spohn, Wolfgang, 342
Ho, Mae-Wan, 322 Hodge, Schneider, Thomas, 27, 292 Stalin, Joseph, 346 Stearn,
Charles, 70 Holmes, Schön, J. Hendrik, 80- 2 Colin, 231 Suppes, Patrick,
Sherlock, 247 Howson, Schopenhauer, Arthur, 16 342 Swinburne, Richard, 73
Colin, 262 Huber, Peter, 135 Takahashi, Daisuke, 118
Hume, David, 71-2, 240, Thom, René, 364 Thomas,
251-4, 256, 258, 260, 274 Dylan, 26
382 DISEÑO INTELIGENTE
Tipler, Frank, 172, 344 Wells, Jonathan, 13, 28, 366 Wittgenstein, Ludwig, 68,
Tomás de Aquino, 70, 148, Whitehead, Alfred North, 198, 212 Wolpert, David,
196, 252 Toussaint, Marc, 194, 196 Wiener, Norbert, 286, 288-9
288 Turing, Alan, 291-2 173 Wiester, John, 369 Wright, Ernest Vincent, 177
Tversky, Amos, 342 Urbach, Wilkins, John, 28, 98- 100, Yerxa, Donald, 28, 350
Peter, 262 Van Till, 254-5 Zabell, Sandy, 342 Zenón,
Howard, 168, 233-4 Wilson, D. Sloan, 329 247 Zimmer, Carl, 224
Watson, John, 367 Wilson, E. O., 55, 325
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