You are on page 1of 1

Y los espermatozoides se alborotaron tanto conmigo nuevamente que algunos se acercaron para darme,

por fin, la bienvenida, mientras unos aplaudían, otros se daban de golpes contra las paredes y los débiles

tomando en serio mis palabras, que seria el primero en fecundar el óvulo, se acicalaban sus colas, listos para

la carrera.

You might also like