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LA "SEMANA DE EXTREMADURA EN LA

ESCUELA", PROYECTO DIDACTICO


DE CARACTER SINGULAR

FLORENTINO BLAZQUEZ ENTONADO


GUADALUPE DE LA MAYA
Universidad de Extremadura
I.C.E.

CAMPO ABIERTO, n.8 9 - 1992,


RESUMEN

Este artículo pretende resumir una experiencia educativa denomi­


nada "Semana de Extremadura en la escuela" que, desde hace 15 años,
trata de promover el sentimiento de identidad regional en la Comunidad
Autónoma de Extremadura, desde la edad escolar. Difícil de ser reducida a
estas páginas, por su carácter eminentemente vivencial, lo tratamos desde
el punto de vista pedagógico como un proyecto didáctico de carácter singu­
lar. Desde la perspectiva de una protagonista escolar y un miembro de su
organización se tratan sus objetivos, métodos, estrategias organizativas,
recursos y evaluación.

SUMMARY
EXTREMADURA WEEK IN THE SCHOOL

This article tries to summarize an educational experience named


"Extremadura week in the school", which for 15 year has tried to promote
the regional identity feeling in the autonomous community of Extremadura
from as early as school age.
This is very difficult to be reduced to these pages. That is why we
treat it from the pedagogic point of view as a didactic project, with a singular
character. Its objectives, methods, organizational strategies, resources and
assessments are treated from the perspective of a school protagonist and
members of its organizaron.

1. INTRODUCCION
El trabajo que ahora presentamos desea ser un reconocimiento a
cuantos niños y docentes han destacado por su aportación al conocimiento,
estudio y difusión de nuestra tierra a través de la escuela en Extremadura. Lo
hacemos con la doble finalidad de dejar constancia de una experiencia educa­
tiva que ya ha cumplido quince años y con la de testimoniar, desde el análisis
didáctico, las vivencias que como organizador uno y como antigua alumna par­
ticipante de la propia "Semana" la otra de sus autores han vivido durante años.
Quedan de ella testimonios gráficos y periodísticos, pero no un análisis didácti­
co que permita dar a conocer a profesores y especialistas en educación una
visión analítica y estructurada de la misma desde ia perspectiva pedagógica.
La denominada "Semana de Extremadura en la escuela" es una
experiencia escolar ciertamente singular que, con el fin de promover el senti­
miento de identidad regional, surgió en esta tierra hace una quincena de

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años. Iniciativa de un grupo de profesores de a pie con el apoyo del Instituto 2. UNA NE«
de Ciencias de la Educación (institución regional, a la sazón responsable en
EN EL T
aquella época de acoger las iniciativas del profesorado) es regido por una
asamblea de profesores representantes de las distintas comarcas de la
Comunidad Autónoma y apoyado, en variable medida según la época, por Un Prc
distintas instancias regionales, aunque acaso nunca es lo suficiente por lo es vivo, ha d<
que significa, ya que el movimiento aglutina en su celebración a un alto por­ desea servir,
centaje del profesorado y alumnado extremeño de E.G.B. necesidad, la
Además de las posibilidades que de acuerdo con los objetivos que,aunque o
intenta conseguir, este movimiento ha ido llenando el total vacío que, para El me
sentirse extremeña, necesitaba nuestra escuela. Comunidades
En d istin ta s ocasiones y con m otivo de actos propios de la
cultades de n<
Semana, ésta ha sido ensalzada en páginas de carácter literario o por
identidad, que
bellas perífrasis que han descrito poéticamente las perspectivas desde la
adaptarse a la
que puede ser glosada la Semana de Extremadura en la Escuela. Nuestra
cedentes no e
sencilla prosa no pretende más que trazar unas pinceladas de aproxima­
Aunqi
ción a los indudables valores didácticos que dicha actividad encierra.
en sus límite;
Este fenómeno de sensibilización regional puede ser analizado,
embargo, que
efectivamente, desde la perspectiva pedagógica, como experiencia escolar
regional entre
que sin duda es y admitiría el tratamiento de Proyecto didáctico, como
la época com
cualquier trabajo escolar técnicamente realizado: un diseño coherentemente
Cáceres y mo
estructurado, acomodado a la realidad para la que se elabora, que cuenta
Siglos
con objetivos claros, un método, determinados recursos y estrategias organi­
de institución
zativas, así como unos criterios de evaluación, que ha permitido alimentar
regional en M
positivamente todo el proceso y ha mantenido en actitud de revisión perma­
nal, tampoco
nente el proyecto, tal como se viene haciendo desde su puesta en marcha.
unidad y horro
Vamos a intentar, pues, delimitar brevemente los más importantes
un extremeño
perfiles que configuran el Proyecto docente "SEMANA DE EXTREMADU­
RA EN LA ESCUELA".

Sierrn
Tornavacas
nuestra ¡den:

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0 del Instituto 2. UNA NECESIDAD CLARAMENTE SENTIDA
sponsable en EN EL TEJIDO SOCIAL EXTREMEÑO
¡gido por una
narcas de la
la época, por Un Proyecto de tipo didáctico basado en una pedagogía activa, si
iciente por lo es vivo, ha de nacer demandado por la sociedad a la que tal proyecto
a un alto por- desea servir. Por ello, lo que procede hacer de entrada es justificar una
necesidad, la de Extremadura en búsqueda de su identidad como región
los objetivos que, aunque obvia, parece oportuno resumir.
cío que, para El m om ento en el que se c o n fig u ra el E stado e spa ñ ol en
Comunidades autónomas deja claramente al descubierto las enormes difi­
ropios de la
cultades de naturaleza política, económica y, fundamentalmente de propia
iterario o por
identidad, que habrían de superar regiones como la extremeña para lograr
ivas desde la
adaptarse a las exigencias ''autonómicas" de los nuevos tiempos. Los ante­
;uela. Nuestra
cedentes no eran en absoluto optimistas.
de aproxima-
Aunque desde el siglo XV se encuentra Extremadura configurada
icierra. en sus límites muy próxima a la situación actual, ello no significa, sin
,er analizado, embargo, que ni siquiera se hubiera iniciado el camino de sensibilización
iencia escolar regional entre los hombres y mujeres extremeños. Así circulaban dichos de
láctico, como la época como : "Dividirse en bandos como los extremeños" o "nacer en
iherentemente Cáceres y morir en cualquier parte", que no necesitan mayor explanación.
a, que cuenta Siglos más tarde, y a pesar de existir en el siglo XVIII un conjunto
3tegias organi- de instituciones (Real Audiencia de Extremadura en Cáceres, Intendencia
itido alimentar regional en Mérida, Capitanía General en Badajoz...) todas de ámbito regio­
jvisión perma- nal, tampoco suponía que se hubieran superado los problemas de falta de
1en marcha. unidad y homogeneidad entre los naturales de la región, hasta el punto que
is importantes un extremeño de entonces escribía:
EXTREMADU-
"Espíritu desunido
anima a los extremeños,
jamás entran en empeños
ni quieren tomar partido.
Cada cual en sí metido
y contento en su rincón
huyen de toda instrucción;
y, aunque es grande su viveza,
vienen a ser, por pereza,
los indios de la nación".

Siempre nos ha faltado, y ello parece una variable determinante de


\Tornavacas
nuestra identidad, una idea clara de la unidad regional, una conciencia mar­

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cada del espíritu y sentido extremeñista, una voluntad colectiva en defensa
de los intereses de la región, un alma auténticamente regional y un espíritu
unitario contra las agresiones recibidas, sea desde colectivos sociales, sea
desde el estado central. (García Rodríguez, 1988).
Nos ha caracterizado, junto a innegables valores y unión en la críti­
ca defensiva ante problemas comunes, la más radical desunión y diversi­
dad de opiniones cuando se trata de defender los intereses particulares de
provincias, ciudades, aldeas, linderos...
Más de un lector de este trabajo será testigo, sin duda, de más de
una disensión de este tipo que contará tal vez entre sus lamentables expe­
riencias vitales.
En esta atmósfera de interrogantes e incertidumbres ante el hecho
autonómico, en medio de otras iniciativas con mayor o menor fortuna, des­
de el inquieto mundo docente es manifiesta la necesidad: procede tomar
iniciativas desde la base que vayan rompiendo esa especie de trayectoria
histórica ennegrecida. Existe la firme convicción de que la escuela sería un
factor decisivo para hacer vivenciar a cualquier sociedad el sentido de su
identidad como pueblo.
Se poseía la certeza de que al agrupar desde la escuela a los niños
extremeños alrededor de creencias, acciones, vivencias y valores comunes,
se iniciaría un movimiento integrador que podría asegurar bases sólidas
para la formulación de un más esperanzador sendero común.
Y surge el proyecto, nace un movimiento escolar de base o, mejor,
una apasionante aventura educativa basada en la participación y centrada en
el descubrimiento, estudio y ánimo de transformación de nuestra comunidad.

3. OBJETIVOS

Crear sentido regional y encauzar la conciencia extremeña, fomen­


tar el espíritu de unidad, desterrar nuestra apatía consustancial, fortalecer
actitudes de solidaridad y asumir responsabilidades como gente de nuestra
tierra, eran tareas ineludibles desde la escuela.
Hay que conformar el espíritu extremeño: hacerle pasar de la crítica
defensiva de los problemas al planteamiento ofensivo y a las alternativas de
solución de los mismos; y de la radical separación ante intereses provincia­
nos a la solidaridad proyectada con mentalidad constructiva y de futuro. En
definitiva, terminar de abrir generosamente mentes empobrecidas por años
de atraso cultural.
Fue cierto la creencia de que una iniciativa basada en las inquietu­
des y aspiraciones colectivas de la sociedad extremeña iba a tener una
favorable acogida
Por e llo , desde la e scu e la , el m o vim ien to "S em ana de

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lyo del Instituto Extremadura" plantea -más de modo implícito que explícitamente- los
esponsable en siguientes objetivos:
regido por una - Sentar las bases para despertar, desde la solidaridad nacional, una con­
omarcas de la ciencia regional sincera, aceptando la trayectoria histórica y proponiendo
i la época, por nuevos esquemas de comportamiento regional.
uficiente por lo - Estimular el conocimiento y comprensión de nuestra realidad autonómica
i a un alto por- para sobre ella despertar actitudes de convivencia, colaboración, unidad y
superación.
i los objetivos - Encauzar el orgullo de ser extremeño a través del conocimiento del carác­
'acío que, para ter de nuestro pueblo, de sus valores y sus problemas.
- Profundizar el conocimiento de la tierra a través de la investigación: locali­
propios de la zando, interpretando y valorando información siempre escasa y pocas
literario o por veces correcta.
;tivas desde la - Implicar efectiva y afectivamente al ciudadano del futuro en la tarea
;cuela. Nuestra común de "hacer Extremadura": conociendo su pasado, analizando su pre­
s de aproxima- sente y construyendo su futuro, como ha rezado uno de sus más logrados
jncierra. slogans.
ser analizado, Este breve listado, resumido por nosotros de las múltiples formula­
íriencia escolar ciones encontradas en los trabajos de la Semana, constituye un elenco de
dáctico, como objetivos que supone todo un reto no sólo para la Escuela, sino para el con­
¡oherentemente junto del pueblo extremeño. "La Semana" sabía a donde iba.
>ra, que cuenta
rategias organi-
nitido alimentar 4. METODOS
revisión perma-
ta en marcha, Entre las variables más significativas que enhebran un diseño peda­
lás importantes gógico, es el método el que más lo define, ya que un bonito diseño puede
EXTREMADU- resultar papel mojado si el procedimiento de llevarlo a cabo, el método, desvir­
túa los propios principios que lo originan. Ese método es el punto neurálgico,
el que aporta virtualidad a una acción educativa. En él nos vamos a detener.
La metodología de la Semana se incardina a nuestro juicio entre los
denominados métodos activos, experienciales o de Escuela-Abierta, ya que
aparte del medio, de la aproximación al mismo, de la experiencia personal
del alumno para elaborar sus contenidos, realizar sus actividades, manifes­
tarse en las distintas formas de expresión...
Penetremos en el rico concepto de medio al que deseamos referir­
nos, cuya adecuada explotación, desde nuestra perspectiva, constituye el
más significativo valor didáctico de esta actividad escolar.
Desde las conferencias de Estocolmo (1972) y Tiblisi (UNESCO,
1978) se habla del medio/entorno como "ecología cultural". En consecuencia
la noción de medio, al menos desde el punto de vista didáctico-pedagógico,
comprende además de los aspectos físico-naturales, los elementos históri­
Tornavacas cos, literarios, artísticos, legislativos, técnicos, científicos, económicos, tradi­

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ciones y costumbres populares, organización social y política..., es decir,
"todo lo que es exterior al ser humano, lo que le rodea más o menos inme­
diatamente, el conjunto de acciones y de influencias que se ejercen sobre él
y a las cuales reacciona".
A esta concepción global de medio como conjunto de elementos bio-
físicos y culturales, relaciones, acciones e influencias de todo tipo que actú­
an dialécticamente en una comunidad dada, es necesario añadir, para que
se constituya en valor educativo, el que "los alumnos se sientan implicados
en él directamente, tanto física y emocional como intelectualmente". De este
modo el entorno se convierte "en un gran aula abierta, con un doble signifi­
cado: lugar de aprendizaje y fuente de obtención de datos".
Esto ha querido ser nuestra Semana. Y esta metodología que se funda en el
medio y parte del mismo como centro de interés, tal cual implica esta iniciati­
va, reúne los requisitos psicológicos y didácticos más adecuados para el
desarrollo mental y la evolución de los aprendizajes del ser humano.
Efectivamente, estudios psicológicos, etnográficos, antropológicos, sociológi­
cos, etc., demuestran que la dimensión educativa del individuo se configura
en una adecuada relación con el entorno; de ahí el decisivo papel que juega
el contacto positivo con el mismo para la futura formación de una personali­
dad responsable, crítica, coherente, colaboradora y solidaria.
Desde este fundamento se ha de reconocer la utilidad psicológica y
didáctica del estudio de la comunidad a la que se pertenece, a la vez que su
importancia social al crear un vínculo dinámico entre la educación institucio­
nal y la propia comunidad.
Sentado esto, baste reafirmar una vez más que la Semana, su
metodología, el acercamiento permanente a nuestra realidad, para que se
torne en un valor didáctico, debe durar todo el curso, como permanentemen­
te se ha defendido entre sus promotores, aunque sean luego siete los días
en los que se concentre su manifestación más externa.
La tarea, no obstante, no es fácil. La escuela continúa estando,
obsesionada a lo largo del curso por otros objetivos, bastante al margen de
la vida, a pesar de los deseos tan pregonados de preparar para la misma.
Las rémoras tradicionales no permiten comprender que más que los textos o
la lección del maestro, es el estudio del medio físico, social y humano el
mejor recurso didáctico para el desarrollo de la inteligencia práctica, la for­
mación del pensamiento científico, para despertar interés por la comunidad
en la que se vive, y el deseo de ser útil participando en su desarrollo.
El estudio de la comunidad, por otro lado, no debe limitarse a una
disciplina (es frecuente disculpar esta tarea en los colegas de "Sociales").
Partir de nuestra ciudad, nuestras producciones y carencias, de nuestros
problemas, nuestra geografía y demás aspectos de la porción extremeña
que nos envuelve supone toda una actitud. Y cualquier disciplina del currícu­
lum se ha de esforzar por facilitar al alumno no sólo conocimientos, sino más

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bien instrumentos adecuados para interpretar de un modo crítico y fecundo
lente- los la realidad natural y la sociedad que circunda, enseñándole al mismo tiempo
a administrar ese medio por medio de decisiones apropiadas y responsa­
, una con- bles. Mecanismos de aprendizaje esos que, por cierto, no sólo facultan para
sponiendo el conocimiento óptimo de lo inmediato sino para la aprehensión más eficaz
de otras realidades o sociedades lejanas.
utonómica Nuestra escuela, la escuela que propugna la Semana, deber ser
, unidad y cada día más un elemento de tensión dialéctica en el seno de la sociedad
que la envuelve, no limitándose a transmitir, sino a elaborar, además, una
del carác- cultura extremeña. Y debe proporcionar al alumno no sólo conceptos científi­
camente más adelantados sobre el medio natural o humano o las aportacio­
ión: locali- nes positivas de nuestras generaciones pasadas, sino un método de análisis
a y pocas objetivo de su propio entorno con la capacidad crítica necesaria para promo­
ver su calidad, de acuerdo con las necesidades actuales de la humanidad.
n la tarea La explicación científica de los interrogantes que la observación del
do su pre- medio plantea al alumno es uno de los atractivos que introducen los siste­
s logrados mas educativos contemporáneos, en contraste con el desvaído panorama
de algún tipo de enseñanza, que continúa utilizando métodos tradicionales.
¡s formula- No es cierto que todo tenga que enseñarlo el maestro, ni siquiera en
elenco de edades tempranas. Una persona, cualquiera que sea su edad, está capaci­
ara el con­ tada naturalmente para aprender por sí misma, como resultado de su intera-
ción con la realidad circundante. Es una evidente razón para que la escuela
salga más a la calle, como quiere la Semana. Los trabajos de los más signifi­
cados especialistas de nuestro campo confirman que la investigación directa
del niño logra la asimilación de auténticos aprendizajes, utilizables obvia­
mente en situaciones nuevas, además de ser vehículo idóneo para nuevos
seño peda- aprendizajes y estimular el desarrollo de renovadas estructuras cognitivas
eño puede (SHULMAN Y KEISLAR, 1974).
xio, desvir- No es, por tanto, extraña la idea de que desde la escuela primaria
neurálgico, hay que fomentar el espíritu explorador y la búsqueda personal del alumno.
detener, La indagación o investigación de lo inmediato, basada en la motiva­
io entre los ción intrínseca del niño que le ofrece su natural curiosidad, aún bajo la forma
rta, ya que de juego exploratorio, le irá proporcionando conocimientos válidos y estimu­
a personal lará el desarrollo de las estructuras precisas para alcanzar más tarde el pen­
s, manifes- samiento formal que le permita extender la capacidad científica a otros ámbi­
tos de su vida. Quedan cosas en nuestra tierra para estimular tales aprendi­
nos referir- zajes. Debe ser Extremadura, cada pedazo de nuestra tierra, sus hombres y
>nstituye el sus paisajes los que sirvan de plataforma de formación de nuestros jóvenes.
Por ahí quiere ir la Semana. Esos serían sus métodos.
(UNESCO,
5. RECURSOS Y ESTRATEGIAS ORGANIZATIVAS
nsecuencia
edagógico, He aquí el flanco débil del Proyecto que comentamos. La escasez
itos históri- de recursos ha sido su más preocupante carencia.
licos, tradi-
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- 1992,335
Una de las lagunas claramente sentida, de la que la Semana de
Extremadura siempre fue consciente, ha sido la escasez o la inexistencia de
materiales que pudieran contribuir a la expansión del movimiento, a suministrar
ideas a profesores y alumnos cara a los trabajos de estudio y descubrimiento de
lo extremeño: material escolar adecuado a niveles y edades, del que aún no se
dispone, a pesar del esfuerzo realizado.
Los premios anuales instituidos para profesores y alumnos han sido un
canal que, a nuestro juicio, se debe continuar potenciando, ya que han dado
lugar a la producción de material de notable valor didáctico. La restringida tirada
de las unidades didácticas publicadas producto de dichos concursos no ha per­
mitido más que el acceso de uno o a lo sumo dos ejemplares por Centro, núme­
ro a todas luces insuficiente para etapas, ciclos, niveles y aulas de clase, cual
sería deseable. Lo mismo sucede con vídeos, material informático, etc.
La escasez de otros elementales medios para facilitar las comunicacio­
nes, reuniones de trabajo, etc., han provocado a veces que los mejores materia­
les, los inmejorables recursos humanos que supone el magisterio extremeño,
particularmente los infatigables e inquebrantables coordinadores de zona, des­
fallezcan paulatinamente ante la imposibilidad de llevar a cabo tantas ¡deas
aparcadas por falta de los apoyos necesarios. Puesto que de recursos humanos
tratamos, hemos de aclarar que el movimiento, al amparo del I.C.E. de la
Universidad de Extremadura, es un movimiento autogestionado de ilusionados
maestros que en representación de las distintas zonas de la región, diseñan,
gestionan y evalúan cada año las distintas actividades en sus propias comar­
cas, así como la concentración anual de profesores y niños, que cada año se
disputan las más importantes ciudades de la región.
En los últimos años la Presidencia de la Junta de Extremadura ha reco­
gido el Proyecto y coordinado los apoyos, aportando un fortalecedor presupues­
to, que ha evitado la anual angustia por recabarlos. Acierto supone, además, al
continuar permitiendo todo el margen de iniciativa a la asamblea de coordinado­
res, que es su órgano principal.

Juan Carlos
Rodríguez
Ibarra.

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ia de
;ia de
íistrar Se necesitan además, sin embargo, renovadas estrategias de actua­
ito de ción, para levantar desánimos de zonas que han estado siempre sin calor en la
no se Semana, de compañeros que dudan de su eficacia, de autoridades que pueden
multiplicar su apoyo a la misma... Es un problema de fe. Y de audacia, de cora­
¡ido un je, de compromiso con la tierra, de visión a largo plazo...
dado La variable recursos, tanto de los humanos que aún pueden aumentar,
i tirada como de los materiales, es todavía la precaria del Proyecto y sin ellos, ni méto­
ha per- dos, ni objetivos, ni ilusiones, ni acaso provechoso trabajo y quehacer extreme­
, núme- ño. El compromiso por esta noble acción debe aún ser tarea de todos los que
se, cual creemos en la Semana.

inicacio-
materia- 6. EVALUACION
;remeño,
>na, des­ La Evaluación que cada año examina y fortalece las acciones, a
as ideas pesar de que muchos no concedían tan larga vida al proyecto, resulta ser el
humanos postrer punto de un diseño pedagógico y por tanto de nuestro proyecto
;.E. de la didáctico.
jsionados Críticos de este movimiento señalan que en muchos casos todo se
, diseñan, queda en la epidermis. A su parecer, las actividades se ciñen sólo a lo fol­
as comar- klórico, a la hojarasca, a pasar una semana con relajo de las tareas más
da año se severas de la escuela... Tales opiniones deben movernos a la reflexión críti­
ca y a la revisión permanente, en absoluto al desánimo.
ra ha reco- No se ha realizado, efectivamente, una evaluación externa de las
presupues- actividades que origina esta actividad, durante la misma semana y/o fuera
además, al de ella. Tanto menos de sus rendimientos, muchos de los cuales sólo han
;oordinado- de esperarse a largo plazo, pero aunque toda obra es perfectible, parece
indudable que se están logrando una muy notable parte de los objetivos que
al principio se establecieron. Y es cierto que no en todos los casos puedan
ser las cosas como se proyectan, pero nos caben nobles dudas de si un
niño de Gata hubiese conocido la arquitectura de Olivenza, los de Fregenal
hubieran sabido del recinto am urallado de G alisteo o chavales de
Talarrubias pudieran haber descubierto la industria corchera de San Vicente
o Valencia de Alcántara, sin las actividades propuestas por la Semana, aun­
que la Semana consistiese solamente en eso, en los viajes, en el folklore...
Pero es que es más. Es una semana de pensar, hablar, trabajar y girar la
tarea escolar en torno a Extremadura. A la escuela se acercan los poetas,
ios economistas y los agricultores extremeños y se recuerdan las migas o el
gazpacho, se rememora la historia, se proyecta hacia el futuro...
Los fines siguen siendo válidos. Algunas particularidades, qué
duda cabe, pueden y deben mejorarse, tal vez ahondando en la metodolo­
gía que hemos expuesto.
En nuestra opinión la Semana viene siendo, además una afortuna­

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da válvula para que la Escuela extremeña vaya rompiendo la rigidez de sus
muros y se proponga salir a la calle, a las fábricas, a los monumentos, a las
cooperativas agrícolas y a las industrias..., aunque éstas aún sean escasas.
Faltaba este pequeño empuje a los maestros, materia prima de la que sí
que somos ricos.
No todas las instancias oficiales han facilitado como se hubiera
deseado, sin embargo, esa escuela abierta, sensible a la sociedad, a la
vida, en definitiva. Existen restos de antiguos recelos de cuanto supone
romper muros, experimentar, salir a la calle, recoger sus problemas...
Además de algunos recursos falta cierta audacia. Y eso no se compra con
dinero.
La Semana de Extremadura resulta, por otro lado, un movimiento
pedagógico espontáneo y, como tal, sano, legítimo, digno de ser estimula­
do. La Administración regional no se ha apoderado de él, y en expresión de
sus responsables, que desde nuestra modestia aplaudimos, no tiene por
qué tratar de hacerlo si cumple los fines como movimiento de base.
Frente a esta loable ausencia de bastardos intereses creemos debe A ' ^
mantenerse la pureza de intención, la asepsia en el trabajo, la determina­
Convicencias
ción de buscar y ofrecer cuantas posibilidades aún se encierran de cara a
que la Escuela extremeña entre más en su sociedad y la sociedad extreme­
ña más en su escuela. Cuando la administración extremeña posea un día
las transferencias que le permitan diseñar los curricula adecuados a nues­ NOTAS
tra Comunidad, será el momento de replantear, a nuestro juicio, estructuras
alternativas, si sirven para mejorarla. O, acaso, podría ser la hora de poner * CONFERENCIA DE EST
* GARCIA RODRÍGUEZ
fin a la singladura del movimiento si la nueva Administración educativa en el Colegio "W ge r x G
logra, con suficiente imaginación, "meter" a Extremadura en la escuela. O * SHULMAN. LS v <E SL
conectar mucho más la escuela a la región, que sería equivalente. * UNESCO (1968 Docu
Aún en tal caso creemos que en esa labor de ajuste, programación medio ambiente er a esc.
y diseño de medios, muchos elementos de la Semana, pueden continuar
resultando de la mayor utilidad.
Aquella escuela de la que cada vez quedan menos ejemplos, ape­
gada al uso exclusivo del libro y del examen, hueca de experiencias vitales,
ajena a los problemas extremeños, alejada de la sabiduría del hombre de
pueblo, ignorante del quehacer del artesano, distanciada de la abuela
observadora y perspicaz, despreciadora del ama de casa conocedora de
mil recetas, ignorante del pastor sabio en naturaleza... Esa escuela está
cambiando y la Semana de Extremadura, por su propia naturaleza, va a
continuar impulsando,sin duda en importante medida, dicho cambio.
Los profesores arraigados en ella, los que innovan, crean y traba­
jan por Extremadura y los alumnos creativos, imaginativos, con sensibilidad
hacia su tierra, a los que felicitamos, continúan siendo el mejor testimonio
de que la Semana de Extremadura continuará aportando, sin duda, sabia y
sabor regional no sólo a la escuela sino a toda la Sociedad extremeña.

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>la rigidez de sus
lonumentos, a las
ún sean escasas,
'ima de la que sí

-orno se hubiera
la sociedad, a la
e cuanto supone
sus problemas...
o se compra con

3, un movimiento
de ser estimula-
' en expresión de
ios, no tiene por
de base.
es creemos debe
ijo, la determina-
Convicencias
:¡erran de cara a
sciedad extreme­
ña posea un día
ecuados a nues- NOTAS
uicio, estructuras
* CONFERENCIA DE ESTOCOLMO (1972): "Sólo una tierra". Vicens Vives. Barcelona
la hora de poner * GARCIA RODRIGUEZ, J (1988): "Sobre la identidad extremeña". Conferencia pronunciada
ación educativa en el Colegio "Virgen de Guadalupe". Badajoz.
en la escuela. O * SHULMAN, L.S. Y KEISLAR, E (1974): "Aprendizaje por descubrimiento". Trillas. México.
alente. * UNESCO (1968): Documento base para la conferencia internacional sobre "Estudio del
íe, programación medio ambiente en la escuela". UNESCO. Ginebra.
ueden continuar

s ejemplos, ape-
eriencias vitales,
3 del hombre de
Ja de la abuela
conocedora de
sa escuela está
laturaleza, va a
cambio.
i, crean y traba-
con sensibilidad
nejor testimonio
in duda, sabia y
extremeña.
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