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REVISIÓN

Fisiopatología de la placa de ateroma


y sus implicaciones en la imagen
Gabriel C. Fernández • Francisco M. Tardáguila • Carmen Trinidad López • María Velasco* • Pilar San Miguel** • Ana de la Fuente**
Servicio de Radiología. Hospital POVISA. Vigo. *Servicio de Radiología. Hospital de La Princesa. Madrid. **Servicio de Anatomía Patológica.
Hospital POVISA. Vigo. España.

Physiopathology of the
atherosclerotic plaque and
imaging methods findings
Objetivo: Revisar y explicar los mecanismos fisiopatológicos que To review and describe the physiopathological findings in the gene-
se producen en la génesis y desarrollo de la enfermedad aterosclerótica sis and behavior of atherosclerotic plaque with special focus in the
y su previsible repercusión en el diagnóstico por imagen. diagnosis with radiological imaging methods.

Palabras clave: Placa arteriosclerótica. Resonancia Magnética. TC Key words: Atherosclerotic plaque. MRI. MDCT.
multidetector.

L a arterosclerosis y sus complicaciones cardiovasculares, re-


presentan un gran problema de salud pública del mundo de-
sarrollado, y constituyen una de las mayores, sino la mayor, cau-
de la luz del vaso y no de la pared, a diferencia de la ecografía
intravascular, que obtiene información de la pared y la luz del
vaso, sin embargo ambos métodos son invasivos. La ecografía
sas de muerte en los países industrializados. La enfermedad ate- externa informa de la presencia de estenosis y del grosor de la
rosclerótica, o más correctamente denominada aterotrombótica, pared, identificando la relación entre el grosor de la íntima-me-
ha de entenderse como una enfermedad generalizada que implica dia como factor de riesgo cardiovascular, pero tiene escasa capa-
a distintos territorios vasculares. Por su repercusión, la enferme- cidad de caracterización tisular y no es aplicable a todos los te-
dad cuando afecta a las coronarias recibe una gran relevancia, y rritorios vasculares2. El Electrom-Beam CT (EBCT) es una téc-
a su diagnóstico y tratamiento se destinan gran parte de los re- nica debatida en la actualidad debido a su escasa especificidad
cursos, sin que los enfermos sean evaluados en busca de afecta- que no supera el 49%3, lo que provoca un elevado número de
ción de otros territorios vasculares. Sin embargo la asociación falsos positivos implicando la realización de estudios adiciona-
sincrónica o metacrónica de afectación en varios territorios es les. Están por evaluar las nuevas TC multicorte con programas
común, así, la mitad de los pacientes con claudicación intermi- específicos para la detección y cálculo del índice de calcio en las
tente tiene enfermedad coronaria asociada, y un 9% de ellos tie- coronarias4,5.
nen también enfermedad cerebrovascular. De los pacientes con
Recientemente, la resonancia magnética (RM) ha sido utiliza-
infarto, el 10% tiene claudicación intermitente y el 6-7% tiene
da en trabajos experimentales como método de diagnóstico pre-
enfermedad cerebrovascular. Si el primer accidente es cerebro-
coz de la enfermedad arterial, fundamentalmente coronaria, in-
vascular, la cuarta parte de estos enfermos tiene claudicación y
troduciendo conceptos nuevos que informan sobre las distintas
un 38% enfermedad coronaria. Además cuando varios territorios
fases evolutivas del desarrollo de la placa de ateroma, sobre todo
vasculares están afectados la mortalidad aumenta, de tal manera
en estadios subclínicos6-8. La aparición de conceptos nuevos co-
que el 90% de los pacientes con enfermedad coronaria sobrevi-
mo el de placa de ateroma en fase vulnerable o de alto riesgo ya
virán a los cinco años, pero si se asocian o en el tiempo se aña-
no basan su importancia en el porcentaje de estenosis de la luz
den nuevos territorios la supervivencia disminuye hasta el 62%1.
sino, y sobre todo, en caracterizar la placa seleccionando pacien-
Los distintos métodos de imagen han ido encaminados al tes tratables antes de la aparición del ataque isquémico. Esto per-
diagnóstico de la enfermedad cuando ésta provoca disminucio- mite distinguir lesiones reversibles con tratamiento médico de
nes sintomáticas del aporte sanguíneo. La angiografía es el es- aquellas susceptibles de tratamiento quirúrgico o endovascular.
tándar oro de la imagen, sin embargo, sólo muestra información La RM permite además el control evolutivo de la placa de atero-
ma y su respuesta al tratamiento9.
La mayoría de los trabajos recientes sobre el papel de la RM
en la caracterización de la placa de ateroma han sido publicados
Fernández GC, Tardáguila FM, Trinidad López C, et al. Fisiopatología de la pla- fuera del ámbito de la bibliografía radiológica, sin embargo, es
ca de ateroma y sus implicaciones en la imagen. Radiología 2003;45(3):107-14. del todo previsible que los cambios que ellos implican en el
Correspondencia: diagnóstico de esta enfermedad, sean aplicables en su totalidad
GABRIEL C. FERNÁNDEZ. Servicio de Radiología. Hospital POVISA. C/ al diagnóstico por imagen, haciendo necesario que los radiólo-
Salamanca, 5. 36211 Vigo (Pontevedra). España. E-mail: gafernandez@wanadoo.es gos nos familiaricemos con su fisiopatología. Este trabajo trata
Recibido: 8-VII-2002. de resumir y explicar los avances recientes en el conocimiento
Aceptado: 7-XI-2002. de esta importante enfermedad.

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Fig. 1.—Clasificación clínica de la placa de ateroma. La franja supe-


rior (fondo claro) indicaría las placas subclínicas, mientras que la infe-
rior (fondo oscuro) las placas que producirían clínica. Modificado de Fig. 2.—Esquema fisiopatológico de la formación de la placa de
Fuster et al10. ateroma.

FASES EVOLUTIVAS DE LA PLACA DE ATEROMA mar la placa de ateroma, esto explica la alta prevalencia de pla-
cas en las bifurcaciones vasculares. Un segundo factor es el de-
Hay que entender la placa de ateroma como un proceso activo nominado biológico y donde se consideran los factores de riesgo
y focal, que afecta a la pared del vaso y particularmente a la ínti- cardiovascular, como la hipercolesterolemia, el tabaco, la diabe-
ma. La American Heart Association Committee on Vascular Le- tes, agentes infecciosos, etc. Ambos mecanismos provocarán un
sions clasifica las placas de ateroma en distintos estadios. Fuster daño endotelial que produce un aumento de su permeabilidad y
et al10 han simplificado esta clasificación en distintas fases evo- con ello la entrada del colesterol-LDL hacia la pared del vaso. El
lutivas, en relación con la progresión morfológica y clínica de la LDL tiene una razón para entrar en los lugares de mayor turbu-
placa (fig. 1). lencia y es que forma parte de la membrana de la célula muscu-
lar lisa. Cuando aumenta la permeabilidad por cualquiera de los
factores de riesgo arriba mencionados, el incremento de llegada
Fase 1: Hiperplasia intimal del LDL produce un engrosamiento del interior de la pared del
vaso que sirve de mecanismo de defensa, reforzando estos luga-
Representa el inicio de la placa. Existen dos factores generales res para que la arteria no se rompa y pueda soportar este flujo.
que producen un daño endotelial. El primero es debido al efecto Sin embargo, si entra más grasa de la que se necesita el LDL se
reológico del flujo vascular. Aquellos sitios donde existen turbu- oxida. Este LDL oxidado actúa como agente quimiotáctico del
lencias serán los lugares donde el endotelio soporte un mayor es- monocito que circula en la luz del vaso, el cual acude a la llama-
trés y donde lógicamente con mayor probabilidad, se pueda for- da adhiriéndose mediante unas proteínas generadas en el endote-

A B
Fig. 3.—(A) Pieza macroscópica de la aorta abdominal mostrando las estrías grasas como formaciones ligeramente sobreelevadas en la pared vascular
(punta de flecha). (B) Imagen microscópica mostrando las estrías grasas (asterisco) como áreas vacuoladas en la íntima de la pared del vaso. Ob-
sérvese la lámina elástica interna (puntas de flecha) que separa la íntima de la media.

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lio (factores de adhesividad). El monocito comienza a fagocitar reacción a cuerpo extraño. Al conjunto de macrófagos muertos,
los LDL oxidados y se convierte por ello en una célula especiali- cargados de lípidos y a las células multinucleadas con restos de
zada, es decir se transforma en macrófago (fig. 2). Es por tanto macrófagos y lípidos se le denomina núcleo lipídico (fig. 7). Es-
un primer mecanismo de defensa de la pared, recibiendo la ayu- te centro lipídico está rodeado por una capa de tejido conectivo
da de otros factores como el HDL que colabora en la limpieza de que se conoce como cápsula fibrosa. Esta placa se denomina
este exceso de LDL oxidado. El exceso de grasa fagocitada (cé- vulnerable, ya que presenta riesgo de ruptura (fig. 8). Hay que
lulas espumosas) y retenida en la pared del vaso, producirá cam- resaltar que en esta fase, el componente lipídico de la placa pue-
bios macroscópicos visibles como estrías grasas, que pueden es- de reducirse cuando se instaura tratamiento con estatinas12.
tar ya presentes en jóvenes e incluso en niños. (figs. 3A y 3B).
El endotelio dañado también inducirá otros dos mecanismos
Fases 3-4: Ruptura de la placa
de defensa: uno es la vasoconstricción, observado en ocasiones
en el transcurso de estudios angiográficos o de reparación vascu-
Este tipo de placa vulnerable puede romperse hacia la luz del
lar (angioplastia, etc.) y un segundo mecanismo, más importante,
vaso vertiendo el contenido lipídico y desencadenando la activa-
es la adhesión de las plaquetas al endotelio, las cuales liberan un
ción simultánea de varios factores de la coagulación, producién-
factor que atrae a las células musculares lisas del interior de la
dose la trombosis vascular que es responsable del problema car-
pared trasladándose a la íntima y formando tejido conectivo,
diovascular agudo. Este centro lipídico tiene por tanto una im-
produciendo una hiperplasia intimal (figs. 4A y 4B). Glagov et
portante capacidad trombótica debida a un alto contenido de
al, observaron cómo el engrosamiento intimal en muchos casos
factor tisular, que es producido por el macrófago apoptótico.
engrosaba la pared pero no reducía la luz del vaso. Esta respues-
ta arterial se denomina «remodelamiento positivo» y por tanto Pero recordemos que el núcleo lipídico está rodeado por un
estos cambios no pueden ser demostrados en estudios angiográ- muro, la cápsula fibrosa. Esta cápsula puede ser gruesa (menos
ficos11 (fig. 5). peligrosa) o fina, esta última se puede romper fácilmente. La ra-
zón por la que la placa tiende a su ruptura espontánea se debe a
que los macrófagos apoptóticos liberan una enzima llamada me-
Fase 2: Placa vulnerable taloproteinasa, que favorece la lisis de los tejidos circundantes,
en este caso la cápsula fibrosa13-15. Yuan et al, estudiaron las ca-
Por tanto, existe un mecanismo de limpieza del LDL en la pa- rótidas de 53 pacientes con accidentes cerebrales isquémicos,
red del vaso, realizado fundamentalmente por los macrófagos y observando como el 75% presentaba placas con cápsula fibrosa
el HDL tratando de evitar la progresión de la enfermedad. Pero rota o fina, mientras que sólo un 9% tenía placas de ateroma con
si se sigue produciendo la entrada de más LDL, favorecido por cápsula fibrosa gruesa. Valorar estos hallazgos es de extraordina-
los factores de riesgo ya mencionados, se producirá un exceso de ria importancia, ya que la presencia de una cápsula fibrosa rota o
LDL oxidado que los macrófagos no podrán eliminar. Cuando fina conlleva un riesgo de accidente cerebrovascular isquémico
esto ocurre el sistema de limpieza queda sobrepasado y se llega 23 veces superior a aquellos pacientes con placas que tienen una
a un desorden celular. Los macrófagos llenos de colesterol se cápsula fibrosa gruesa16.
mueren, produciéndose la apoptosis (suicidio celular). Microscó-
picamente se ven los macrófagos perdiendo textura y disminu-
yendo el tamaño de su núcleo para desaparecer en un magma de Fase 5: Placas fibrosas
restos celulares y ésteres de colesterol (fig. 6). Comienzan a apa-
recer células multinucleadas que fagocitan a los macrófagos Las placas de ateroma en las distintas fases descritas hasta
apoptóticos e incluso a cristales de colesterol en un último inten- ahora, representan aproximadamente el 70% del total de las le-
to reparativo, produciéndose los hallazgos histológicos de una siones ateromatosas que podemos encontrar. Sin embargo un

A B
Fig. 4.—Hiperplasia intimal. (A) Estudio macroscópico de la aorta abdominal donde se aprecian elevaciones focales de la pared en las salidas de las
arterias lumbares (flecha). (B) Estudio histológico mostrando el aumento focal de la íntima (asterisco).

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Fig. 6.—Estudio histológico del núcleo lipídico. Los macrófagos apop-


tóticos (puntas de flecha) muestran núcleos pequeños e irregulares y al
destruirse forman un magma lipídico (asterisco) que forma el núcleo
lipídico.

contrado una menor proporción de macrófagos en este tipo de


placas y por tanto un menor contenido en metaloproteinasas, por
eso son más estables, tendiendo menos a la ruptura y llegando en
la mayoría de los casos a la calcificación.

Fig. 5.—Esquema mostrando la remodelación de la pared del vaso.


CONSIDERACIONES GLOBALES

Una vez conocida la evolución normal de las placas de atero-


30% son placas totalmente fibróticas y aunque también se han ma, debemos tratar de diferenciar aquellas que tienen un centro
encontrado en procesos cardiovasculares agudos, dependen más lipídico (placa vulnerable), las cuales tienen un alto riesgo de
del porcentaje de la estenosis que producen y son responsables
de gran parte de la enfermedad ateromatosa crónica que ha sido
tradicionalmente estudiada con imagen (angina estable, claudi-
cación intermitente, etc.). Este tipo de placa es la evolución de
las anteriores en la cual la fibrosis se ha seguido produciendo
crónicamente. No suelen ser responsables de problemas trombó-
ticos, si bien pueden ocurrir, aunque en una proporción menor
que las placas con alto contenido lipídico. Fuster et al17 han en-

Fig. 7.—Imagen histológica de una placa de ateroma vulnerable. Fig. 8.—Esquema de la placa vulnerable.

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provocar trombosis y por tanto un riesgo evidente de producir un


problema cardiovascular agudo18. De aquí se desprende una con-
sideración diagnóstica de gran importancia para los radiólogos,
que es la siguiente: el radiólogo no sólo debe informar de la
existencia de la placa y del porcentaje de estenosis, sino también
de la sospecha de existencia de un centro lipídico que implica el
diagnóstico de una placa vulnerable.
Las placas exclusivamente fibróticas, con o sin calcio, pueden
también romperse, probablemente debido a un problema reológi-
co o de flujo, formándose una ulceración conocida como «úlcera
penetrante» (fig. 9), traduciendo un daño más profundo de la pa-
red que alcanza a la media y que se acompaña invariablemente
de un hematoma intramural. Si esta acción del flujo es suficien-
temente importante o persistente desencadenará una disección o
debilitará tanto la pared que acabará dando lugar a un aneurisma.
Cualquiera de las tres circunstancias, úlcera y hematoma, disec-
ción o aneurisma, pueden desencadenar la ruptura de la pared.
Nosotros estamos convencidos de que, este tipo de afección
con la que los radiólogos estamos tan familiarizados, implica ne-
cesariamente dos factores:
1. La afectación de la pared, que comenzando en la íntima
llega a alcanzar la media debilitando a la pared.
2. Que el flujo tiene que ser de gran magnitud, provocando
grandes turbulencias. Esto último explicaría por qué estos acon-
tecimientos son casi exclusivos de la aorta.
Otro aspecto importante es que este proceso de formación de
la placa puede reproducirse de manera permanente, así una placa Fig. 9.—RM angiográfica de la aorta mostrando una imagen de suma-
vulnerable que rompe su centro lipídico y provoca trombosis ción en la pared producida por una úlcera penetrante (flecha). Obsér-
puede, en ocasiones y en función del sitio al que afecta, pasar ve-
desapercibida clínicamente. El trombo se organiza y fibrosa for- se el hematoma intramural asociado (punta de flecha).
mándose una estructura que es de nuevo reendotelizada produ-
ciendo un crecimiento rápido de la placa y dando lugar a una es- lesiones pequeñas existen unos aspectos generales que debemos
tenosis, lo que a su vez origina trastornos de flujo que vuelven a de tener en cuenta a la hora de seleccionar una secuencia:
dañar el nuevo endotelio reiniciándose el ciclo. Esto permite ex-
— El plano de corte más útil es el transversal.
plicar a Corti et al18 lo que ocurre tras una angioplastia, en la
cual siempre se produce un daño endotelial que pone en marcha — El espesor de corte debe ser fino y oscilar entre 2-3 mm.
el proceso que desemboca en una reestenosis arterial, y les ha
— Las matrices de alta resolución.
permitido demostrar que utilizando inhibidores del factor tisular
se consigue retrasar la progresión de la reestenosis. Un derivado
de la ciclosporina (rapamicina) se ha mostrado eficaz en evitar la
reestenosis después de la angioplastia, debido a que este fármaco
modifica el ciclo celular en la proliferación de las células muscu-
lares lisas para producir tejido conectivo.

IMPLICACIONES DEL PROCESO EN EL


DIAGNÓSTICO CON RESONANCIA MAGNÉTICA
En múltiples exploraciones diagnósticas realizadas, los radió-
logos estamos habituados a encontrarnos con placas de ateroma.
Hasta ahora hemos visto que existen distintas fases evolutivas de
las lesiones con implicaciones pronósticas muy diferentes, por
tanto hay que preguntarse si ante una determinada lesión pode-
mos identificar aspectos clave como el núcleo lipídico o la cáp-
sula fibrosa. Para contestarnos esta pregunta hemos realizado
RM de aorta de cadáveres con las cuales hemos comprobado
que, al menos in vitro, somos capaces de identificar las distintas
capas de la aorta cuando realizamos cortes finos (fig. 10), así co-
mo el engrosamiento intimal (figs. 11A y 11B) y también hemos Fig. 10.—RM, imagen potenciada en T2 de una necropsia de una mu-
podido identificar el núcleo lipídico y la cápsula fibrosa. Por tan- jer joven. La pared tiene un grosor homogéneo y con señal intermedia,
to, debemos de tratar de trasladar los hallazgos a la imagen in vi- observado en varios territorios vasculares (cayado aórtico, troncos su-
vo (figs. 12A y 12B). Es evidente que al tratarse de imágenes de praaórticos, aorta abdominal y coronarias).

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A B
Fig 11.—RM, imagen potenciada en T2. (A) Pieza de necropsia de la aorta abdominal mostrando una zona de hiperplasia intimal con la característi-
ca hiperintensidad de señal. Obsérvese cómo pueden diferenciarse las distintas capas de la pared y cómo, en esta fase, el daño afecta exclusivamen-
t e
a la íntima. (B) Pieza macroscópica de la bifurcación aorto-ilíaca, apreciándose el engrosamiento intimal.

A B
Fig. 12.—RM in vivo, imagen potenciada en T2 de la aorta abdominal. (A) pared normal. (B) Hiperintensidad de la pared vascular en la zona de la
bifurcación representando la hiperplasia intimal. Nótese cómo esta alteración de la señal afecta a la capa más interna de la pared de la íntima.

— Para evaluar las paredes de los vasos hay que seleccionar


secuencias de sangre negra.
— Evitar los artefactos de flujo mediante bandas de satura-
ción a lo largo de la dirección de flujo o utilizando un doble pul-
so de inversión selectivo.
— Utilizar saturación grasa para suprimir la señal alrededor
del vaso y valorar adecuadamente la pared.
— Utilizar sincronismo cardíaco en territorios vasculares pró-
ximos al corazón.
Las secuencias que han demostrado gran utilidad en la caracte-
rización de la placa vulnerable son las secuencias T2 turbo o fast
con doble eco (fig. 13), el primero entre 10-20 ms (DP) y el se-
gundo entre 40-80 ms (T2). El núcleo lipídico al estar compuesto
de ésteres de colesterol tienen un tiempo T2 corto y será hipoin-
tenso en T2 e hiperintenso en DP, lo que permite diferenciar la
grasa del calcio que sería hipointenso tanto en DP como en T2
(figs. 14A y 14B). La cápsula fibrosa es hiperintensa en T2 con
respecto al núcleo lipídico. Las secuencias eco de gradiente tam- Fig. 13.—RM in vivo, imagen potenciada en T2, mostrando una placa
bién ayudan a identificar la cápsula fibrosa que rodea al núcleo li- vulnerable. El centro lipídico tiene una señal hipotensa, mientras que
pídico. No se ha comprobado la utilidad de las secuencias en fase la cápsula fibrosa que la rodea es hiperintensa.

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A B
Fig. 14.—RM de la aorta abdominal (pieza de necropsia). (A) Secuencia potenciada en T2, mostrando el centro lipídico con una señal baja. (B) Se-
cuencia de densidad protónica, donde el centro lipídico tiene una señal alta no diferenciándose de la cápsula fibrosa.

y fuera de fase en la caracterización del núcleo lipídico. Las pla-


cas fibrosas son hiperintensas en todas las secuencias (fig. 15).
Los estudios de la bibliografía han demostrado una sensibilidad
de la técnica de 74% (IC: 50-90%) con una especificidad de 85%
(IC: 62-97%) en la caracterización de las placas vulnerables. La
prueba es altamente reproducible con un índice de acuerdo inte-
robservador muy bueno (85%), además de ser una técnica que no
irradia, pudiendo repetir y observar la progresión o regresión de
la placa de ateroma tras el tratamiento realizado8.
Otro aspecto relevante que puede tener influencia en la carac-
terización de la placa vulnerable es el uso de contraste, ya que
los conceptos comentados demuestran que en la pared del vaso
se produce un fenómeno inflamatorio con presencia de ma-
crófagos que puede ser demostrado con el uso de Gd al mostrar
la captación del mismo por el núcleo lipídico (figs. 16A y
16B). También se ha demostrado esta captación con el uso de
otros contrastes como el USPIO (ultra small superparama-
Fig. 15.—RM, imagen potenciada en T2 mostrando una placa fibrosa gnetic iron oxided particles) que es captado por el sistema mo-
con señal hiperintensa en la arteria carótida primitiva derecha (flecha). nonuclear-fagocítico y por tanto por los macrófagos de la placa

A B
Fig. 16.—Placa de ateroma vulnerable en la arteria carótida. RM precontraste (A) y poscontraste (B). Se aprecia un aumento de realce del centro li-
pídico pudiendo diferenciarse de la cápsula fibrosa que la rodea (cápsula fibrosa fina).

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de ateroma, como demostraron Schmitz et al, quiénes lo ob- 3. Shavelle DM, Budoff MJ, LaMont DH, Shavelle RM, Kennedy JM,
servaron incidentalmente en las exploraciones realizadas para Brundage BH. Exercise testing and electron beam computed tomo-
estadificar las adenopatías de pacientes con neoplasias vési- graphy in the evaluation of coronary artery disease. J Am Coll Car-
diol 2000;36:32-8.
co-prostáticas19. Este hallazgo refleja la capacidad de la RM
para demostrar la actividad de la placa de ateroma y en es- 4. Budoff MJ, Lane KL, Bakhsheshi H, Mao S, Grassmann BO, Fried-
man BC, et al. Rates of progression of coronary calcium by electron
pecial la de los macrófagos contenidos en ese centro lipídi-
beam tomography. Am J Card 2000;86:8-11.
co. Sería por tanto un marcador de actividad de la placa. Este
comportamiento abre importantes expectativas de futuro, al 5. Vogl TJ, Abolmaali ND, Diebold T, et al. Techniques for detection of
coronary atherosclerosis: Multi-detector row CT coronary angio-
observar como influyen los distintos tratamientos en la acti- graphy. Radioloy 2002;223:212-20.
vidad y por tanto progresión o regresión de la placa de ate-
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la caracterización de la placa de ateroma en diferentes territorios Radiology 2201;219:403-10.
vasculares. Además identifica las placas de alto riesgo que pre- 9. Helft G, Worthley SG, Fuster V, Fayad Z, Zaman AG, Corti R, Fa-
ceden a la aparición del episodio cardiovascular agudo, abriendo llon JT, Badimon JJ. Progression and regression of atherosclerotic
importantes expectativas en un tratamiento de prevención antes lesions. Monitoring with serial noninvasive magnetic resonance ima-
de que la enfermedad isquémica ocurra. ging. Circulation 2002;105:993-8.
Las secuencias potenciadas en T2 muestran con mayor resolu- 10. Fuster V, Badimon L, Badimon J, Chesebro J. The pathogenesis of
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Sin embargo, no está exenta de limitaciones, debido al calibre de
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Nuevas técnicas diagnósticas como la TC multicorte permitirán
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Agradecemos a nuestros técnicos de la Unidad de Resonancia
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