Professional Documents
Culture Documents
TRABAJO INDIVIDUAL
Curso: Epistemología
SEMESTRE 2017-1
Problema:
Blaise Pascal, un filósofo de la modernidad, expone por qué deberíamos creer en Dios
de esta forma: "¿Por qué no creer en Dios? Si usted cree y resultara estar equivocado, no
habrá perdido nada. Pero si usted no cree y llega a ser malo, usted pierde todo. ¿No será
más seguro creer?" Considera que creer en Dios es una apuesta segura a hacer, puesto
que, cuando uno muera, si Dios existe, será recompensado con felicidad absoluta.
Además, sugiere que esta es la única vía para afirmar la existencia de Dios, vía la razón
será algo imposible. Evalúa este argumento respondiendo a si esta creencia en la
existencia de Dios es compatible con tener un juego de lenguaje (sistema de certezas)
según Wittgenstein. Además, compare esta propuesta con la idea de Clifford de que no
podríamos tener creencias sin evidencia suficiente para creerlas.
Ensayo
Como segunda observación, el objetivo de Pascal parece ser demostrar que se puede
creer de una manera “segura” en C3. No obstante, la conclusión de Pascal no puede ser
estrictamente una certeza puesto que para esto no tendría que ser objeto de justificación,
precisamente la que él da. Por el contrario, C1 no es cuestionada en ningún momento
por su razonamiento. Esto se explica porque cualquier persona que simpatice con lo
dicho por Pascal se está comprometiendo con P1, lo cual otorga significado contextual
al resto del argumento. Es decir, por ejemplo, Bobby tendría que rechazar primero toda
posibilidad de verificar o falsear la existencia de Dios para aceptar que esta creencia
será una apuesta. La certeza pasa de la demostración a la apuesta. Hasta aquí hallamos
el fundamento certero que requiere todo juego del lenguaje, haría falta identificar si
tiene efectos en las acciones o creencias de las personas en contextos comunicativos. En
ese sentido supongamos que Bobby simpatiza con el argumento de Pascal y aunque es
difícil de ser fiel a la propuesta original de Pascal también habríamos de suponer que
sea el Dios cristiano del cual hablamos. ¿Qué podría hacer Bobby que se siga de P1? No
solo tendría que estar convencido de la seguridad, en tanto creencia, de P1 sino también
de que las acciones que lleve a cabo estarán correctamente justificadas. Así, Bobby
rezará a un Dios, sin una investigación que requiera de mayores esfuerzos para obtener
“evidencia suficiente” que justifique sus creencias.
Ahora bien, aunque es objeto de debate de la ética de la creencia, o de la ética general,
la naturaleza del “derecho a la creencia”, es posible aunar a nuestro ensayo un enfoque
que se contrapone a las certezas de quien aceptaría la apuesta de Pascal. Para esto
recurriremos a Bobby y a nuestra imaginación una vez más: “Sussy y Bobby acaban de
viajar a Europa para hacer una maestría en neurociencias, poco después se desata la 3ra
Guerra Mundial. El clima político europeo, pues, nos hace recordar a los nacionalismos
de la primera mitad de S. XX. Los discursos de todo tipo y una gran cantidad de medios
de comunicación discurren negativamente del “enemigo-nacional” respectivo. En este
contexto, Bobby tiene la creencia de que los alemanes merecen la muerte (P), y es tal su
convicción que abandona sus estudios para enlistarse en la armada francesa. Pero antes
decide invitar a todos a tantos amigos como le sea posible a hacer lo mismo. Sussy
acepta la invitación, por tanto, la creencia P, tras la reiteración constante de otros amigos
como Bobby en su universidad. Sussy y Bobby llegan a Berlín entre los pelotones
victoriosos, pero ya habían conocido a cierta cantidad de alemanes personalmente.
Porque los habían interrogado como prisioneros de guerra, y no concordaba con las
descripciones dadas por los medios de Francia. Ahora, ambos se arrepiente de haber
creído P sin haber tenido evidencia suficiente de ello”. En este caso hipotético, aunque
basado en la historia de la humanidad, pretendo mostrar cuan implicada puede estar la
convicción en nuestras creencias cuando tomamos decisiones. Queda claro que los
estudiantes son responsables moralmente de sus acciones. Pero, qué diríamos acerca de
las creencias que las orientaron. Es obvio que no tenían mayor justificación que el
testimonio de unos cuantos personajes políticos y las publicaciones mediáticas del país
involucrado en el conflicto. W. Clifford enfatiza en este punto, pues piensa que “creer
algo basándose en una evidencia insuficiente es malo siempre, en cualquier lugar y para
todo el mundo.” Pese a que suena exagerada esta propuesta, para nuestros propósitos, la
aceptaremos parcialmente.
Según esta ética de la creencia solo tendríamos derecho a creer en alguien que no
miente ni es impreciso sobre lo que afirma, que previamente haya demostrado esto con
“evidencia suficiente” y que pueda demostrar lo mismo a cualquier otra persona. Por lo
anterior entiendo un concepto objetivista de la “evidencia” para Clifford: “Dejando a un
lado tal tradición, puesto que ha sido transmitida sin que se la compruebe durante
sucesivas generaciones, consideremos aquella que ha sido construida verdaderamente a
partir de la experiencia común de la humanidad [el conocimiento científico]” (1877:
121). Por razones prácticas todas nuestras creencias no podrían ser comprobadas de esta
manera. No necesitamos, y postulo que no debemos en un sentido ético, aprender de
bio-química para creer que nuestro jabón de baño es anti-bacterial o en físicos para creer
que mi TV realmente tiene una definición HD. Sin embargo, una ética de la creencia
que proponga ser escéptico sobre cuestiones que no sean privadas, como las anteriores,
sino públicas (guerras, elecciones gubernamentales, seguridad de una infraestructura,
etc.) será la ración del argumento cliffordiano que asiré para hilvanar mi análisis a la
apuesta de Pascal.