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La germinación es el proceso mediante el cual un embrión se desarrolla hasta convertirse en una planta.

Es un proceso
que se lleva a cabo cuando el embrión se hincha y la cubierta de la semilla se rompe. Para lograr esto, toda nueva planta
requiere de elementos básicos para su desarrollo: temperatura, agua, dióxido de carbono y sales minerales. El ejemplo
más común de germinación es el brote de un semillero a partir de una semilla de una planta floral o angiosperma. Sin
embargo, el crecimiento de una hifa a partir de unas esporas micóticas se considera también germinación. En un sentido
más general, la germinación puede implicar todo lo que se expande en un ser más grande a partir de una existencia
pequeña o germen. La germinación es un mecanismo de la reproducción sexual de las plantas.

características
La semilla se desarrolla desde un anterozoide situado en el interior del tubo polínico de una flor. Éste llega al ovario ingresando por la
micropila al óvulo, donde se produce la fecundación. Posteriormente, el óvulo se transforma en semilla y el ovario en pericarpio o fruto. En
el desarrollo de la semilla se pueden distinguir tres estados después que se ha efectuado la polinización:
Se llama germinación al proceso por el que se reanuda el crecimiento embrionario después de la fase de descanso. Este fenómeno no se
desencadena hasta que la semilla no ha sido transportada hasta un medio favorable por alguno de los agentes de dispersión. Las
condiciones determinantes del medio son: Aporte suficiente de agua, oxígeno, y temperatura apropiada. Cada especie prefiere para
germinar una temperatura determinada; en general, las condiciones extremas de frío o calor no favorecen la germinación. Algunas semillas
necesitan pasar por un período de dormancia y, después de éste, también un tiempo determinado de exposición a la luz para iniciar la
germinación.
Durante la germinación, el agua se difunde a través de las envolturas de la semilla y llega hasta el embrión, que durante la fase de
descanso se ha secado casi por completo. El agua hace que la semilla se hinche, a veces hasta el extremo de rasgar la envoltura externa.
Diversas enzimas descomponen los nutrientes almacenados en el endospermo o en los cotiledones en sustancias más sencillas que son
transportadas por el interior del embrión hacia los centros de crecimiento. El oxígeno absorbido permite a la semilla extraer
la energía contenida en estos azúcares de reserva, y así poder iniciar el crecimiento.
La radícula es el primer elemento embrionario en brotar a través de la envoltura de la semilla. Forma pelos radicales que absorben agua y
sujetan el embrión al suelo. A continuación empieza a alargarse el hipocótilo, que empuja la plúmula, y en muchos casos el cotiledón o los
cotiledones, hacia la superficie del suelo.
Los cotiledones que salen a la luz forman clorofila y llevan a cabo la fotosíntesis hasta que se desarrollan las hojas verdaderas a partir de
la plúmula. En algunas especies, sobre todo de gramíneas, los cotiledones no alcanzan nunca la superficie del suelo, y la fotosíntesis no
comienza hasta que no se desarrollan las hojas verdaderas; mientras tanto, la planta subsiste a costa de las reservas nutritivas
almacenadas en la semilla. Desde que comienza la germinación hasta que la planta logra la completa independencia de
los nutrientes almacenados en la semilla, la planta recibe el nombre de plántula.
La germinación

Se llama germinación al acto por el cual la semilla en estado de vida latente entra de pronto en actividad y origina una nueva
planta. Dado que el embrión contenido en la semilla presenta diferentes características dependiendo de si pertenece a
las monocotiledóneas o a las dicotiledóneas, deberemos estudiar la germinación de cada una por separado.

Germinación y plántula de dicotiledóneas (poroto)

En primer lugar la semilla de arveja se


hincha debido a que absorbe agua a través
de la micrópila. Esto le permite ablandar los
tejidos internos y el tegumento para que
pueda asomar la radícula.

Luego, el hipocótile asoma hacia la


superficie pero, como los cotiledones aún
permenecen bajo tierra, se curva un poco
formando una estructura conocida como asa
germinativa.
La radícula cambia su anatomía y se transforma en la raíz
primaria.

El tegumento de la semilla se rasga permitiendo que


asomen los cotiledones. Los cotiledones - cuando
son epígeos - emergen a la superficie (en el caso de que
sean hipógeos permanecerán bajo tierra) protegiendo al
primer par de hojas juveniles.
La raíz primaria comienza a ramificarse lateralmente
formando las raíces secundarias.

Los cotiledones se abren permitiendo el crecimiento


de la plúmula o gémula, que originan el primer par
de hojas. Hasta que estas hojas puedan generar el
alimento para la plántula, los cotiledones se vuelven
verdes y pueden realizar fotosíntesis durante cierto
tiempo.
Las raíces secundarias continúan su crecimiento
aún después de haberse detenido el desarrollo de
la raíz primaria. Estas son las que soportarán a la
planta cuando esta sea adulta.

La plántula sigue desarrollándose y se diferencian


diferentes segmentos a lo largo del talluelo (se
lo llama así hasta las primeras hojas). Por debajo
de los cotiledones se distingue el hipocótile y
por encima de éstos, el epicótile. Las primeras
hojas se expanden y comienzan a fotosintetizar,
dejando expuesto el meristema apical (desde
donde se desarrollará el resto de la planta).

Los cotiledones se marchitan y caen dejando una


cicatriz en el talluelo que corresponde al nudo
cotiledonal.

A partir del meristema apical aparecerán el tallo


y las demás hojas que, a partir de ahora,
serán trifoliadas (la lámina se encuentra
dividida en tres partes).

En primer lugar el fruto de maíz se hincha como


consecuencia de la absorción de agua lo que
genera que un ablandamiento
del pericarpio (cobertura del fruto) y de los
tejidos internos. En este momento
la coleorriza se rasga permitiendo que asome
la radícula hacia el exterior.

Luego, el coleoptile se abre paso hacia la


superficie a través de la tierra protegiendo a la
plúmula en su interior. En el caso del maíz el
cotiledón permanece siempre bajo tierra.

La radícula cambia su anatomía y se transforma


en la raíz primaria.

El coleoptile se rasga permitiendo que asomen


las primeras hojas.
A los siete días aproximadamente la
raíz primaria deja de crecer, se seca y
muere. Comienzan a aparecer
entonces otras raíces a nivel del nudo
cotiledonal llamadas raíces
adventicias.

Las primeras hojas se expanden y


comienzan a fotosintetizar pero
permanecen envolviendo
al meristema apical (desde donde se
desarrollará el resto de la planta).

A partir del meristema apical se


desarrollan nuevas hojas
envainadoras las cuales marcarán
diferentes sitios de localización de
los nudos. Estos nuevos nudos difieren
del nudo cotiledonal.

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