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Grupo 1EM
Ing. Electrónica
Unidad IV
Óxido - Reducción
“Los Electroquímicos”
Índice
2) Aplicaciones
a) Baterías
b) Corrosión
3) Anexos
4) Ejercicios
5) Conclusión
6) Bibliografía
Balanceo de ecuaciones Redox
En las reacciones Redox se transfieren electrones de una sustancia a otra. La reacción entre el
magnesio metálico y el ácido clorhídrico es un ejemplo de una reacción Redox:
Mg (s) + 2HCl (ac) → MgCl2 (ac) + H2 (g)
Las ecuaciones para las reacciones Redox como la anterior son relativamente fáciles de
balancear. Sin embargo, en la práctica nos enfrentamos con reacciones Redox más complejas.
Uno de los métodos más utilizados para el balanceo de ecuaciones de este tipo es el método del
Ion-Electrón. En este método la reacción global se divide en dos semirreacciones: la reacción
de oxidación y la de reducción. Las ecuaciones de estas dos semirreacciones se balancean por
separado y luego se suman para obtener la ecuación global balanceada.
En este caso, las especies químicas auxiliares que pueden aparecer son: H+, H2O y, por supuesto,
los electrones e-. Se parte del hecho de que se conocen los reaccionantes (reactivos agregados)
y los productos de la reacción química (reactivos producidos).
MnO-4 → Mn2+
c) Se iguala la cantidad de oxígenos. (Se anotan tantas moléculas de agua como oxígenos cede
el oxidante)
MnO4- → Mn2+ + 4H2O
f) Se suman electrones en los dos miembros para llegar a cero cargas en cada miembro
Esta es la semireacción de reducción ya igualada tanto desde el punto de vista de las especies
participantes como de sus cargas (electrones)
Cuando ocurren reacciones de óxido reducción, el número de cargas libres siempre es cero, ya
que las cargas que cede el agente oxidado, son las mismas que toma el agente reducido.
Una inspección final muestra que la ecuación resultante está “atómica” y “eléctricamente”
balanceada.
Cuando las reacciones en medio básico, los átomos se balancean, por cada ion H+ debemos
agregar un número igual de iones OH- en ambos lados de la ecuación. En el mismo lado de la
ecuación donde aparezcan iones H+ y OH- éstos se pueden combinar para dar agua.
Observemos un ejemplo:
(MnO4)- + I- → MnO2 + I2
Oxidación: I- → I2
Reducción: (MnO4)- → MnO2
c) Se suman las dos semirreacciones, teniendo en cuenta que tengan el mismo número de
electrones, para esto se multiplican por 3 y 2 (respectivamente)
3(2I- → I2 + 2e-)
2((MnO4 )- + 4H+ + 3e- → MnO2 + 2H20)
Por último, al combinar los iones H+ y OH- para formar agua, obtenemos:
Una comprobación final demuestra que la ecuación está balanceada en cuanto a los átomos y
las cargas.
Aplicaciones
Una de las aplicaciones más importantes de la óxido reducción son las celdas galvánicas, que
permiten por medio de dos soluciones unidas por un puente salino, crear una corriente
eléctrica. Figura 2.1
La corriente eléctrica fluye del ánodo al cátodo porque existe una diferencia de energía potencial
eléctrica entre los electrodos. El flujo de corriente eléctrica es análogo a la caída de agua en una
cascada debido a la diferencia de energía potencial gravitacional, o al flujo de gas desde una
zona de presión elevada a una de presión baja. La diferencia de potencial eléctrico entre el
ánodo y el cátodo se mide en forma experimental con un voltímetro.
El voltaje a través de los electrodos de una celda galvánica se llama voltaje de la celda o
potencial de la celda. Otro término común para el voltaje de la celda es fuerza electromotriz o
FEM, que, a pesar de su nombre, es una medida del voltaje, no de la fuerza. Figura 2.2
Baterías
Las baterías son un gran ejemplo de celdas galvánicas, solo que estas ya poseen en su interior
todos los componentes necesarios y no requieren aditamentos auxiliares, como los puentes
salinos.
Las celdas secas no tienen líquidos en su interior. El ánodo de la celda es un contenedor de zinc
en contacto con dióxido de manganeso (MnO2) y un electrólito. El electrólito es una disolución
de cloruro de amonio y cloruro de zinc en agua mezclada con almidón para que adquiera una
consistencia pastosa espesa y no haya fugas (figura 2.3). El cátodo es una barra de carbón
inmersa en el electrólito en el centro de la celda. La reacción es la siguiente:
Batería de mercurio
El acumulador de plomo
La batería, o acumulador de plomo, que se usa comúnmente en los automóviles, está compuesta
por seis celdas idénticas ensambladas en serie. Cada una tiene un ánodo de plomo y un cátodo
hecho de dióxido de plomo (PbO2) empacado en una placa metálica (figura 2.5). Tanto el cátodo
como el ánodo están sumergidos en una disolución acuosa de ácido sulfúrico, que actúa como
electrólito.
Cada celda produce una diferencia de potencial de 2V, conectadas en serie producen 12V. Estas
baterías tienen una capacidad de descarga bastante alta, lo suficiente como para cumplir la
demanda que exige un coche en el arranque.
Otra de sus ventajas es que son recargables, esta recarga se logra regresando a todos los
componentes a su estado inicial aplicando una corriente eléctrica en el sentido inverso al que
fue proporcionada por la batería. (A este proceso se le llama Electrolisis.)
Sin embargo también tiene desventajas, y es que al ser el electrolito un líquido, a temperaturas
muy bajas tiende a solidificarse, lo que causa que algunas veces las baterías no funcionen
apropiadamente en climas muy fríos.
Corrosión
Los electrones donados por el hierro reducen el oxígeno atmosférico a agua en el cátodo, que a
su vez es otra región de la misma superficie del metal:
Observe que esta reacción se lleva a cabo en un medio ácido; parte de los iones H+ provienen
de la reacción del dióxido de carbono atmosférico con el agua, en la que se forma H2CO3. Los
iones Fe2+ que se formaron en el ánodo se oxidan posteriormente gracias al oxígeno:
Esta forma hidratada de óxido de hierro (III) es lo que se conoce como herrumbre. La cantidad
de agua asociada con el óxido de hierro es variable, así que la fórmula se representa como
(Fe2O3) (xH2O). Figura 2.6
Anexos
Figura 2.1 Una celda galvánica. Formada por una disolución de ZnSO4 y una disolución de
CuSO4, unidad por un puente salino con una solución de KCl en su interior que
permite el libre paso de los electrones.
Figura 2.2 Medición del voltaje entre electrodos en las soluciones en condiciones normales
(25° y 1 ATM)
Figura 2.3 Sección interior de una batería de celda
seca.
Figura 2.5 Sección interior de un acumulador de plomo. Se pueden observar sus celdas
interiores.
Figura 2.6 Proceso electroquímico causante de la corrosión. Se observan las reacciones en
ánodo y cátodo.
Ejercicios
A modo de práctica, se realizaran los siguientes ejercicios.
Conclusión
El estudio de este fenómeno nos ayudó a comprender mejor muchos de los procesos
electroquímicos que vivimos a diario, que sin embargo, desconocíamos. El hecho de poder
identificar las reacciones electroquímicas en los procesos eléctricos es de gran utilidad para el
ingeniero electrónico, siendo este tema uno de los más importantes desde nuestro punto de vista.
Conocer más a fondo la composición de los diferentes tipos de baterías, nos ayuda a comprender
mejor su funcionamiento y varias de sus conductas en situaciones poco comunes.
El efecto de corrosión también tiene un peso muy importante en los conocimientos que debemos
adquirir a lo largo de nuestra preparación como profesionales, ya que nos permite adoptar
medidas para evitar este efecto.
Bibliografía