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GENERO - ESTEREOTIPOS - CULTURA

“El concepto de Género se refiere a la construcción social y cultural que se organiza a partir de la diferencia sexual. Supone definici
ones que abarcan tanto la esfera individual, incluyendo la construcción del sujeto y el significado que una cultura le otorga al cuerp
o femenino y masculino, como a la esfera social, que influye en la división del trabajo, la distribución de los recursos y la definición d
e jerarquías y relaciones de poder entre hombres y mujeres” (Faur; 2007)

Es decir, cuando hablamos de género no estamos hablando solo de mujeres. A través del concepto de género es posible reflexiona
r acerca de las diferencias y principalmente, de las desigualdades sociales, culturales y económicas entre los géneros. Nos permite
entender el modo en el que estas desigualdades se fueron construyendo a lo largo del tiempo, los motivos que las generaron y có
mo se reproducen día a día.

La categoría de género permitió visibilizar y denunciar el hecho que sobre la base de una diferencia anatómica se establecía u
na desigualdad social, en la que las mujeres se encontraban en relaciones de subordinación respecto de los varones. Lo q
ue comienza a cuestionarse es la idea que varones y mujeres ocupamos determinados espacios y roles sociales, porque «naturalm
ente» estamos preparados/as para ellos. Existen múltiples formas y mecanismos a través de los cuales los distintos grupos human
os clasifican a sus miembros, y una de las más importantes ha sido la clasificación anatómica que establece, sobre esta base, dos
grandes géneros que corresponden a machos y hembras: masculino y femenino. Pero ¿cuál es la diferencia entre sexo y género?
¿Qué es lo masculino y qué lo femenino? ¿Por qué lo que se considera femenino en una cultura se considera masculino en otra? ¿I
ncluye el concepto de género a los niños y niñas? ¿Qué pasa entonces con las expresiones de género que no se corresponden con
la heterosexualidad? …. Y muchas preguntas más…. Para dar respuesta a estas preguntas iníciales, en términos generales se conc
eptualiza al sexo como el conjunto de características biológicas que determinan lo que es un macho y una hembra en la especie h
umana. Sin embargo, los cromosomas, las hormonas, las gónadas, las estructuras sexuales internas y los genitales externos prese
ntan una diversidad mayor de la que se cree, lo que evidencia que no habría una división estricta en dos sexos.

Estereotipos de género y mundo del trabajo Vemos como históricamente se establece la diferencia de jerarquías entre mujeres y v
arones, cada uno con sus propias características. Lo que conocemos como feminidad y/o masculinidad entonces, son construccio
nes sociales realizadas sobre la base de estereotipos de género elaborados a partir de una interpretación dicotómica de las pers
onas según el sexo con el que nacen. Desde que nacemos, la cultura, el lenguaje, la vida afectiva inculcan en todas las personas ci
ertas normas y valores profundamente arraigados en la sociedad, dados como naturales, por lo tanto, no se cuestionan. De un m
odo no consciente, por medio de la educación formal e informal, vamos aprendiendo y reproduciendo en nuestro andar cotidiano
estas representaciones, incorporándolas a nuestra vida, adecuándolas a nuestros cuerpos y trasmitiéndolas a nuestros/as hijos e hi
jas. Se va construyendo un modelo de femineidad distinto al de masculinidad, donde las mismas actitudes son califica
das/valoradas de manera diferente cuando las realiza un varón o una mujer:

Los estereotipos de género son construcciones sociales e históricas que establecen aquello que se espera del varón y la mujer. Está
n elaborados en base a prejuicios, actitudes y creencias aplicadas a todos los varones y las mujeres en general, e intervienen en la c
onstrucción social de la identidad de las personas. Los estereotipos de género constituyen SIMPLIFICACIONES EN BASE A UNOS P
OCOS RASGOS Y POR LO TANTO SON INSUFICIENTES PARA DAR CUENTA TODO EL UNIVERSO HUMANO EN SU COMPLEJIDAD.

Estilos de pensamiento. Binarismo/pensamiento complejo La forma en que se estructura el pensamiento de las sociedades mode
rnas se ha caracterizado por interpretar la realidad a partir de dualismos o pares de opuestos: razón/emoción; acti
vo/pasivo; pensamiento/sentimiento; cultura/naturaleza; entre otros. A los términos que componen estos dualismos se les ha atri
buido una jerarquía sociocultural. Esto quiere decir que los aspectos identificados con la masculinidad se encuentran sobrevalorad
os socialmente en relación con aquellos asociados a la feminidad: así, los varones han sido identificados con lo racional, lo activo,
el pensamiento, la razón, la cultura y el poder. Mientras que las mujeres resultaron proyectadas hacia el otro lado e identi
ficadas con lo irracional, lo pasivo, el sentimiento, la emoción, la naturaleza, la sensibilidad.

Si observamos la columna de lo que es esperable en una mujer en las sociedades patriarcales, veremos que se refieren a cierta pas
ividad y debilidad, sensibilidad y emocionalidad. Por el contrario en la columna de los hombres encontraremos rasgos
de fortaleza, provisión, pensamiento racional. Vamos a dar un ejemplo que entenderemos todxs porque nos ha tocado cuidar
y ser cuidados a lo largo de la vida. Si hacen memoria, quienes se han ocupado del funcionamiento de la casa: cocinar, limpiar, c
uidar enfermos, en la mayoría de los casos ¿Han sido mujeres u hombres?

Como dice Marlen Wayar “En cualquier discusión política que defina objetivos de cualquier tipo de micro o macro sociedad, lo que
importa es lo que no somos. Si estoy en el ejército y tengo que matar gente en una guerra, no quiero ser un hombre. Si soy violada,
no quiero ser mujer. Porque no quiero ser ni genocida ni víctima. Definir mi identidad como trans me permite ser creativa. ¿Quién
dice qué es ser trans? Yo. Lo trans es una posición política. Los chabones a los que les encantan las minitas puede ser trans. Las
minitas a las que les encantan los chabones pueden ser trans. Porque ser trans significa tener una ética y esa ética significa ser
s i e m p r e c r í t i c a s d e l m a n d a t o s o c i a l ” .

La reproducción naturalizada de estos estereotipos entonces ha gestado distribución del trabajo en función de rol
es preestablecidos. Donde la mujer ha quedado a cargo históricamente de esas “actividades indispensables para satisfac
er las necesidades básicas de la existencia y reproducción de las personas”. Según Laura Pautassi, especialista en temas…. El tema
del cuidado no es nuevo, sino que atraviesa la historia de la humanidad. Todas las personas, desde que nacemos hasta que nos m
orimos, requerimos cuidados, sobre todo al inicio y al final de la vida. En la vida adulta, pasamos a ser prestadores. Así, a lo largo d
el tiempo, tenemos este doble rol: dar y recibir cuidados. Esta situación ha sido atravesada por el modelo patriarcal, en el cual la c
apacidad de cuidar de las mujeres fue naturalizada, asociada a su capacidad reproductora. Sin embargo, este es y fue u
n rol asignado; no existe una predisposición natural, ni las mujeres somos innatamente mejores cuidadoras que los varones.
No existe instinto materno ni ninguna de esas construcciones que se han hecho de la mano del modelo patriarcal.

http://www.sn24.com.ar/noticia/salud/1728-el-pediatra-que-se-opone-a-las-vacunas-y-promueve-los-partos-en-casa-reportaje

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