Professional Documents
Culture Documents
1. HOMBRE DE DIOS
2. HOMBRE DE LA ORACION
Jesús pudo llevar a cabo su misión gracias a su unción total con el Padre porque era Uno
con El; en su condición de peregrino por los caminos de nuestra tierra estaba ya en posesión
de la meta a que debía conducir a los otros.
Para poder continuar eficazmente la misión de Cristo, el sacerdote debe también él, llegar
de algún modo, haber llegado allí a donde quiere conducir a los otros: a ellos a través de la
contemplación asidua del misterio de Dios, nutrido por el estudio de la Escritura, un estudio
que se despliega en la oración.
3. HOMBRE DE LA CRUZ
Como Mediador, el Señor Jesús fue, en todas lasdimensiones de su ser, el hombre para
Dios y para los hermanos, de igual modo el sacerdote, y ésta es la razón por la que se le
pide consagrar toda su vida a Dios y a la Iglesia, en lo profundo de su ser, de sus facultades,
y de sus sentimientos. El sacerdote que, en la elección del celibato, renuncia al amor
humano para abrirse totalmente al amor de Dios, se hace libre para la corriente de la
caridad, que proviene de Dios, es libre para todas las tareas que requiere el cuidado de las
almas. He aquí, esbozada, en algunos rasgos, la fisonomía esencial del sacerdote, tal como
nos ha sido legada por la tradición vulnerable de la Iglesia, ella posee un valor permanente
ayer, hoy y mañana.
El anuncio del Evangelio, de todo Evangelio, a cada clase de cristianos y también a los no
cristianos, ha de adquirir un lugar muy importante en nuestra vida. Los fieles tienen
derecho a ellos, en este ministerio de la Palabra de Dios sobresalen notablemente la
catequesis, que ha de ser capaz de alcanzar el corazón y el espíritu de vuestras
compatriotas, y la formación de catequistas, religiosos y laicos. Y sed educadores de la fe y
de la vida cristiana según la iglesia, en el ámbito personal, familiar y profesional.
7. HOMBRE DE LA COMUNIDAD
8. HOMBRE DE LA ESPERANZA
En todo este trabajo pastoral, las dificultades inevitables no deben mermar vuestra
confianza. Es necesario que el sacerdote sepa ofrecer a sus hermanos, a través de la palabra
y el ejemplo, motivos convincentes de esperanza. Y puede hacerlo porque sus certezas no
están fundadas en opiniones humanas, sino en la roca sólida de la Palabra de Dios.
9. HOMBRE DE DISCERNIMIENTO
Debe ser, sobre todo en nuestra época, un hombre de discernimiento. Y esto porque como
sabemos todos, el mundo entero ha realizado grandes progresos en el campo del saber y de
la promoción humana, pero éste se halla también anunciado de un gran numero de
ideologías y de pseudo valores, que, a través de un lenguaje falaz, logra muy a menudo,
seducir y equivocar a muchos de nuestros contemporáneos. No sólo no sucumbir ante ellos,
esto es demasiado evidente sino que la función de los Pastores es también formar el juicio
cristiano de los fieles (cf 1Tim 5,21; Jn 4,1) para que también ellos sean capaces de
sustraerse de la fascinación engañosa de estos nuevos ídolos.
Trabajar pues queridos hermanos para hacer comprender a todo el pueblo de Dios la
importancia de las vocaciones y hacer rogar por ello; cuidad de que la llamada de Cristo sea
bien presentada a los jóvenes; ayudar a aquellos a quienes el Señor llama al sacerdocio o a
la vida religiosa a discernir los signos de su vocación; sostenedlos a lo largo de toda su
formación: estáis persuadidos de que EL PORVENIR DE LA IGLESIA DEPENDERA DE
SACERDOTES SANTOS, porque el sacerdocio pertenece a la estructura de la Iglesia, tal
como el Señor lo ha querido.
Finalmente queridos hermanos ¿O creéis que el Señor se servirá en primer lugar del
ejemplo de nuestra vida, generosa y esplendente para suscitar otras vocaciones?
Hermanos queridísimos, TENED FE EN VUESTRO SACERDOCIO. Es el sacerdocio de
siempre porque es una participación en el sacerdocio eterno de Cristo, "que es el mismo de
ayer hoy y siempre" (Heb 13,8; Apoc 1, 17ss), Sí, si las exigencias del sacerdocio son muy
grandes, y si a pesar de eso no he dudado en hablaros de ellas, entonces es que son las
consecuencias de la proximidad del Señor de la confianza de que da testimonio a sus
sacerdotes. "Ya no os llamo siervos, sino que os digo amigos" (Jn 15,5)
Que la Virgen María sea siempre vuestro apoyo en el camino y que ella nos conduzca a
todos cada día antes que nada, en la intimidad del Señor.