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Humanismo poder y no violencia

Resumen Ejecutivo
La presente exposición se puede resumir en tres aspectos: En primer lugar, describe la situación
de violencia generalizada en que vive el mundo actual. Expresada en diferentes formas de
violencia: violencia física, violencia económica, violencia religiosa, violencia moral, violencia
política, violencia psicológica y la violencia de género. Esta situación de violencia se expresa en
lo económico a través de la explotación, la pobreza y la desigualdad.

Un segundo aspecto hace énfasis en el tema de la violencia económica expresada inicialmente


en el alejamiento de la ética y la economía, de tal manera que el egoísmo y el individualismo
son asumidos como elementos impulsores del bienestar. Sin embargo si está imposición de
valores a través de los medios no funciona para imponer un determinado sistema económico, la
amenaza, la represión y la invasión han sido las herramientas para avanzar en este cruel
propósito de imponer un sistema donde el negocio de las armas y la concentración de poder son
aspectos que configuran un sistema deshumanizante.
Ambos protagonistas de la denominada guerra fría, un capitalismo salvaje, y un “Socialismo
real”, contribuyeron a la desestructuración del tejido social, mediante la imposición de
regímenes dictatoriales, la amenaza y las invasiones.

En este mismo ámbito de violencia económica, se hace mención a la desigualdad económica, los
datos de concentración económica, muestra entre otros que el 1% más rico de la población
mundial posee más riqueza que el 99% restante de las personas del planeta.

Esta situación de imposiciones de sistemas económicos, violación de derechos humanos , una


imposición del individualismo y el egoísmo como base de desarrollo, ha posibilitado una
sociedad violenta, donde su tejido social está cada vez más desestructurado mientras que la
concentración del poder político, económico va en aumento.

Un tercer aspecto hace referencia, al clamor de la sociedad de rechazar toda forma de violencia
y a un planteamiento de una progresiva desconcentración del poder hacia la misma base social y
el reconocimiento de nuevas necesidades humanas urgentes que permitan avanzar en
transformaciones de carácter humanista y no violento como el desarme nuclear, la renuncia a la
guerra como forma de resolver conflictos y la reducción de la pobreza
Finalmente, la exposición sintetiza, los fundamentos de la actitud humanista y la no violencia
activa.
Lic. Alan Roger Bravo Medrano
De profesión economista titulado de la UMSA, ha realizado una Maestría en Gestión
Financiera, en el IICCA de la UMSA y actualmente está en los últimos módulos de la Maestría
en Investigación Científica de la UPEA
Tiene Diplomado en Educación Superior y en Didáctica de la matemática.
Es docente Universitario en la UPEA y también participa en Consultorías sobre evaluación de
proyectos y Líneas Base.
Ha realizado un Diplomado en Gerencia Política en la UNIVALLE en convenio con la CAF.
Integra el Movimiento Humanista desde hace 25 años, participando activamente en diferentes
actividades entorno a la No violencia, y al humanismo Universalista, desde Foros
latinoamericanos, seminarios de temáticas políticas, Festivales Culturales y la Primera Marcha
mundial por la Paz y la no violencia que se realizó desde el 2 Octubre de 2009 hasta el 2 enero
de 2010

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Quisiera empezar realizando un breve diagnostico desde una perspectiva humanista haciendo
énfasis en la catastrófica situación de violencia en la que estamos inmersos en el mundo.
Una situación de violencia que se expresa en todos los campos, en lo económico, la explotación,
, dependencia material, discriminación del trabajo de la mujer, trabajo infantil, imposiciones
injustas, desigualdad , pobreza, etc.), en la política (el dominio de uno o varios partidos, el
poder del jefe, el totalitarismo, la exclusión de los ciudadanos en la toma de decisiones, la
guerra, la revolución, la luchas armada por el poder, etc.), en la ideología (implantación de
criterios oficiales, prohibición del libre pensamiento, subordinación de los medios de
comunicación, manipulación de la opinión pública, propaganda de conceptos de trasfondo
violento y discriminador que resultan cómodos a la élite gobernante, etc.), en la religión
(sometimiento de los intereses del individuo a los requerimientos clericales, control severo del
pensamiento, prohibición de otras creencias y persecución de herejes), en la familia (explotación
de la mujer, dictado sobre los hijos, etc., etc.,).

“Cuando se habla de violencia, generalmente se hace alusión a la violencia física, por ser ésta la
expresión más evidente de la agresión corporal. Otras formas como la violencia económica,
racial, religiosa, sexual, etc., en ocasiones pueden actuar ocultando su carácter desembocando,
en definitiva, en el avasallamiento de la intención y la libertad humanas. Cuando éstas se ponen
de manifiesto, se ejercen también por coacción física.”.

Los poderes establecidos siempre tienen recursos para utilizar en el interior de los países, o
desde afuera para amenazar y extorsionar ante el mínimo intento de “desobediencia”. Amenaza
de invasión y de guerra para imponer condiciones. Así la cadena de violencia que se inicia en un
lugar, sobre un sector o sobre un pueblo, no encuentra límite en su despliegue en el afán de
concentración de poder político y económico. Si a esto le sumamos el ingrediente de que el
poder económico a nivel mundial se apoya en uno de los negocios más rentables como es la
fabricación de armamentos, el panorama está completo.

Uno de los aspectos que han caracterizado a la historia económica es la visión economicista se
ha caracterizado por el alejamiento de la ética y la economía. Este tipo de valoración de un
sistema económico, constituye parte de una forma de interpretar a la economía como una
ciencia que debería prescindir de valoraciones éticas.

El proceso teórico culmina en Adam Smith, considerado por muchos como el fundador de la
ciencia económica moderna. La ética ha desaparecido de los objetivos de la economía, y
también del análisis económico. En efecto, Adam Smith plantea que la economía se caracteriza
por hechos constantes y uniformes que se repiten y constituyen leyes. Es así que formula como
principios y leyes principales de la economía para el logro de sus objetivos de generar riqueza:
a) el interés propio como motor de la actividad; b) la competencia como impulsor de la
eficiencia;
En este sentido, para el sistema capitalista el egoísmo es el instinto fundamental de la economía.
Adam Smith aseveró que debemos agradecer el egoísmo de los hombres que les lleva a producir
lo que nosotros necesitamos, en el marco de la división social del trabajo. Desde este punto de
vista, el afán de lucro, defendido por la escuela clásica como el motor del adelanto económico,
no es más que una manifestación del egoísmo individual. Lo mismo puede decirse de la
competencia. O de la acumulación. O del ahorro. O del espíritu de empresa. O de las fuerzas del
mercado. La economía es el escenario de las acciones egoístas del hombre.

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El actual sistema promueve ideológicamente una atmósfera cruel, cuyos paradigmas son el
consumismo irracional y la ley del más fuerte, inhibiendo aún más el acercamiento y la apertura.
En este sentido, si el egoísmo constituye el motor del bienestar, de acuerdo a esta concepción, la
sociedad se encuentra ante el extremo de antivalores, puesto que los tres negocios más
“rentables” que tiene como base al egoísmo , son la industria de las armas , El tráfico de drogas,
y la Trata de menores. En un caso se fabrican armas que serán utilizadas para matar personas,
bajo la creencia de que esa arma da seguridad o respeto, el negocio de la droga que genera
muerte y adicción entre los jóvenes.

Los niveles de gasto militar han llagado A extremos inimaginables Estados Unidos 319
millones de habitantes. 40% del gasto militar mundial: 607.000 millones de dólares. China
1.360 millones de habitantes. 85.000 millones de dólares. Rusia 5 millones de unidades: 70.000
millones de dólares. Reino Unido: 65.000 millones de dólares. Francia: 65.000 millones de
dólares. El gasto militar de estos países suma un total de 892.000 millones de dólares al año,
que equivale al 60% del PIB Total de 48 países que integran África al sur del Sahara haciendo
un total de 1.498.000 millones. Incluyendo países como Rwanda, Togo, Congo, Uganda,
Camerún, Madagascar, Zambia, Kenya, Senegal, Nigeria, Sudáfrica, Angola, Guinea, Etiopía,
Mozambique, Somalia y Tanzanía,

Por si fuera poco, las necesidades económicas, enmarcadas por la precarización globalizada de
fuentes de sustento, convierten al otro en potencial rival, sustrayéndolo de la esfera de posibles
alianzas.

En un análisis más amplio, se hace evidente la desestructuración del mundo político surgido de
las revoluciones burguesas del siglo XVIII-XIX y sus posteriores reacomodamientos, guerras
mundiales, la Batalla de la economía mundial entre las visiones de Hayek, ideólogo del
liberalismo económico y la de Keynes, con un planteamiento de una economía de mercado con
participación del Estado en la economía, con amplia influencia en las políticas económicas hasta
la década de los 70s donde surgen las crisis de la deuda y del petróleo, situación que da lugar al
surgimiento de la corriente neoliberal; la bipolaridad de la Guerra “Fría”, unipolaridad y
globalización corporativa, multipolaridad emergente.

Sin embargo el proceso de imposición de sistemas económicos, se caracterizó por ser también
violento, no solamente como expresión misma de la violencia económica, sino con la
generación de proceso dictatoriales como el caso de Chile, el cruento golpe militar y posterior
régimen de dictadura, de Augusto Pinochet, que mediante un régimen del terror impuso el
modelo económico de la denominada escuela de Chicago, un modelo de liberalización
económica total. En otros casos como respuesta a las crisis generadas por los mismos poderes
económicos (Crisis petróleo y deuda). Las imposiciones de un modelo globalizador fueron
generadoras de invasiones a países para controlar los sus recursos, amenazas, apoyo y
financiamiento de golpes.

No se puede obviar los excesos y violaciones de Derechos Humanos, protagonizada por los
protagonistas de lo que podemos denominar como “socialismo real”, fundamentados en
ideologías que, paradójicamente, proponían la construcción de un hombre nuevo en una nueva
sociedad. Genocidios históricos, en la búsqueda de imponer determinados sistemas políticos y
económicos como el caso de los millones de muertes producidas en la Unión Soviética durante
más de medio siglo, o las invasiones de países como Checoeslovaquia , Hungría y otros.

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Sin embargo, la violencia no solo se utilizó para imponer sistemas económicos, sino también
para “disciplinar” a las sociedades en el marco de la concentración de poder político y
económico. En algunos casos desde los grandes conglomerados económicos, generando una
especie de “Paraestado” sometiendo todas la políticas económicas a los intereses hegemónicos
del gran capital financiero internacional.

De esta manera, este poder económico se concentra en una ínfima minoría que controla no sólo
la economía mundial, sino la jurisprudencia (a través de tratados), la cultura (a través de los
medios) y por supuesto la política (a través del financiamiento). Según el Estudio del Poder
2014, realizado por el Transnational Institute (TNI, 2014), “40 de las 100 mayores economías
del mundo son corporaciones. “ Algo más adelante el mismo informe señala que “el 1% de las
empresas transnacionales –en su mayoría, entidades financieras– controla el 40% de los
negocios mundiales.” Actualmente, tan sólo ocho personas (concretamente ocho hombres),
poseen la misma riqueza que la mitad más pobre de la población mundial, 3.600 millones de
personas. Además el 1% más rico de la población mundial posee más riqueza que el 99%
restante de las personas del planeta. Los datos también muestran que los ingresos del 10% más
pobre de la población mundial han aumentado menos de 3 dólares al año entre 1988 y 2011,
mientras que los del 1% más rico se han incrementado 182 veces más.

Esta situación de imposiciones de sistemas económicos, violación de derechos humanos , una


imposición del individualismo y el egoísmo como base de desarrollo, desigualdad económica
extrema ha posibilitado una sociedad violenta, donde su tejido social está cada vez más
desestructurado mientras que la concentración del poder político, económico va en aumento.

Silo en el diccionario del Nuevo Humanismo define la violencia como: “El más simple,
frecuente y eficaz modo para mantenerse en el poder y la supremacía, para imponer la propia
voluntad a otros, para usurpar el poder, la propiedad y aún las vidas ajenas.”, para más adelante
expresar: que “Una tarea especial de las fuerzas auténticamente humanistas consiste en superar
los rasgos agresivos de la vida social: propiciar la armonía, la no –violencia, la tolerancia y la
solidaridad”

Esta es la actitud humanista que se expresa en una actitud de rechazo generalizado por la
violencia. Esto requiere de una acción combinada de la comunidad internacional, de cada
gobierno e cada pueblo y de cada persona,
Finalmente, es preciso además problematizar en este contexto el concepto de “poder”.
Habitualmente “poder” significa la condición de tomar decisiones que afectan a otras personas
que están sometidas a esta influencia. No hablamos aquí de la obvia relación de
interdependencia humana según la cual todo aquello que hacemos afecta a nuestro entorno, sino
de aquel tipo de relación que presupone la discrecionalidad de una parcialidad y la enajenación
(de “ajeno”) de un conjunto a las decisiones de esa parcialidad. Desde una óptica humanista,
que privilegia la comprensión de la humanidad desde su capacidad intencional, esta concepción
de “poder”, al cosificar al otro negando su intencionalidad, puede denominarse “violencia”.

En ese contexto, la descentralización efectiva del “poder” hacia su disolución a favor de una
efectiva realización de la plena intencionalidad humana aparece como un horizonte utópico de
interés, no solamente desde la coyuntura de asfixia producto de un poder hiperconcentrado, sino
como base paradigmática sólida en la construcción de nuevas realidades.

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La violencia puede instaurarse y perpetuarse gracias al manejo del aparato de regulación y
control social, esto es: el Estado. En consecuencia, la organización social requiere un tipo
avanzado de coordinación a salvo de toda concentración de poder, sea esta privada o estatal.
Cuando se pretende que la privatización de todas las áreas económicas pone a la sociedad a
salvo del poder estatal se oculta que el verdadero problema está en el monopolio u oligopolio
que traslada el poder de manos estatales a manos de un Paraestado manejado no ya por una
minoría burocrática sino por la minoría particular que aumenta el proceso de concentración.

El planteo humanista: político, económico y cultural plantea por tanto la progresiva


desconcentración del poder hacia la misma base social. Base social que necesita recomponer
lazos de comunidad para ejercerlo. Tales lazos no podrán ser reconstruidos sobre la base de
valores caducos, sino en función del reconocimiento de las nuevas situaciones y necesidades
humanas.
Resumiendo al máximo, se requiere:
- El desarme progresivo y proporcional del armamento convencional y el desarme nuclear.
- La renuncia a la guerra de todas las naciones del mundo como forma de resolución de
conflictos.
- La atención prioritaria de todas las naciones para reducir la pobreza a su mínima expresión y la
exigencia del derecho a la supervivencia universal.
- El compromiso de todos los estados del mundo para atender de forma consciente e intencional
el problema del deterioro medioambiental y el requerimiento de sustentabilidad.
- El respeto a la diversidad personal y social en expansión y el clamor por su reconocimiento y
expresión.
- La caída de valores anteriores frente a nuevos escenarios y la necesidad de una nueva moral
compartida y válida.
Para terminar quisiera mencionar los Puntos fundamentales del Humanismo Universalista
Debemos establecer, previamente, una diferencia entre el humanismo como corriente y el
humanismo como actitud. Esta última ya estaba presente en diferentes culturas antes de que la
palabra “humanismo” fuera acuñada en Occidente. La actitud humanista es común a las distintas
culturas, en ciertas etapas de su historia y se caracteriza por: 1.- La ubicación del ser humano
como valor central; 2.- La afirmación de la igualdad de todos los seres humanos; 3.-El
reconocimiento de la diversidad personal y cultural; 4.- La tendencia al desarrollo del
conocimiento por encima de lo aceptado como verdad absoluta; 5.- La afirmación de la libertad
de ideas y creencias y 6.- El repudio de la violencia.
La “no-violencia” es una actitud frente a la vida cuya característica fundamental es el rechazo y
el repudio a todas las formas de violencia. Su metodología de acción es la “no-violencia activa”.
Esta metodología impulsa una profunda transformación de las condiciones sociales que generan
sufrimiento y violencia sobre los seres humanos. Los antecedentes históricos más conocidos
encuentran a las figuras de León Tolstoi, M. K. Gandhi y Martin Luther King, como precursores
ejemplares y más conocidos de la lucha no-violenta frente a la violencia instituida.

La “no-violencia”, en cuanto metodología de acción personal y social, promueve acciones


concretas a fin de crear conciencia del problema de la violencia, de sus verdaderas raíces, de sus
diferentes formas de manifestación como violencia física, racial, económica, religiosa,
psicológica y moral, a la vez que impulsa acciones ejemplares que tiendan a erradicar las
prácticas violentas de la faz de la Tierra.
Esto es lo que puedo aportar, como una mirada humanista de la realidad actual.
Gracias

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