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INTRODUCCIÓN

En el mundo ocurren sucesos o acontecimientos que provocan


propiamente una consecuencia. Dichos acontecimientos pueden ser
provocados por la acción de la naturaleza o por la acción de las
personas, al igual que sus consecuencias pueden o no tener incidencia
dentro del ámbito del derecho y provocar un cambio con respecto al
estado jurídico, y por último se hace significativo hacer referencia, en
caso de acción de la persona, a la voluntariedad del acto, pudiendo
denominarse el acontecimiento realizado como hecho jurídico, hecho
no jurídico o acto jurídico, según sea el caso, y como se verá a
continuación.
Hecho jurídico

Se denomina hecho jurídico a todo aquel acontecimiento dentro


del ámbito de derecho que modifica la situación inicial de un estado
jurídico, por lo que dicho hecho puede provocar el nacimiento, la
adquisición, conservación, transmisión o incluso la extinción de los
derechos y las obligaciones. Se encuentra como ejemplo de los hechos
jurídicos el nacimiento de una persona, debido a que desde el
momento en que la persona se considera como nacida, se le serán
otorgados sus respectivos derechos y obligaciones.

Con respecto a los hechos jurídicos, es posible clasificarlos en:

1. Hechos que fundamentan el efecto y hechos que no lo


fundamentan: Son los primeros el conjunto de hechos
responsables de la causa del efecto jurídico, por ejemplo, el
reconocimiento de un hijo natural o el otorgamiento de un
contrato. Los segundos son sencillamente una condición para
que otro hecho se encargue de la causa del efecto jurídico.

2. Hechos simples y complejos: Son simples aquellos hechos


formados por un solo suceso y no necesitan la realización de
otros. Por otro lado, son complejos aquellos que necesitan de la
realización de dos o más sucesos. Por ejemplo: un contrato de
donación, donde se requiere tanto de la oferta del donante como
de la aceptación de éste.

3. Hechos constitutivos, modificativos y extintivos: Ciertamente


estos consisten, bien reflejado en sus nombres, tanto en la
constitución, como en la modificación y la extinción de las
situaciones de derecho. Ejemplo de ellos son el acuerdo de
voluntades que da como nacimiento un contrato; el matrimonio,
debido a que éste puede modificar la capacidad de la mujer; y el
pago de una deuda, debido a que éste extingue la obligación de
la misma.

4. Hechos positivos y negativos: el hecho positivo es aquel que


consiste en la ejecución de un acontecimiento, la realización de
una acción; y el hecho negativo, al contrario, es aquel que
consiste en la falta de un acontecimiento, en no realizar una
acción. Ejemplo de los hechos positivos es el otorgamiento de
testamento, debido a la realización del acontecimiento. Y
ejemplo de los hechos negativos es la falta del pago de una
deuda, debido a la no realización del acontecimiento o la
obligación.

5. Hechos naturales y voluntarios: al primero se le denomina


hechos naturales, aunque bien podría llamárseles “hechos
involuntarios”, debido precisamente a que estos se producen por
causas extrañas al hombres, sin la intervención de éste,
pudiendo tomarse como ejemplo la caída de un rayo que pudiera
causar la muerte de un hombre. El segundo trata francamente de
los hechos producidos por la respectiva disposición del hombre,
como podría ser el matrimonio.

Hechos no jurídicos

Son, como contraparte de los hechos jurídicos, aquellos


acontecimientos independientes tanto de la persona como de su
acción. Debido a esto no producen una modificación del estado
jurídico y por lo tanto son hechos que no se integran propiamente al
derecho. Ejemplo de estos son: la puesta del sol, la lluvia o el leer.
Actos jurídicos

Tratan de aquellos hechos a los que les corresponden la acción


voluntaria del hombre y conforme al cual se producen efectos
jurídicos. Se diferencian de los hechos jurídicos en que estos no tienen
necesariamente que producirse a partir de la voluntariedad del
hombre, mientras que en los actos jurídicos la voluntariedad en el acto
del hombre es esencial y requerida. A partir de esto se puede explicar
que todo acto jurídico es un hecho jurídico, pero sin embargo, esto no
sucede a la inversa, ya que no todos los hechos jurídicos son
necesariamente un acto jurídico. Un ejemplo del acto jurídico es la
firma de un contrato, puesto que siempre precisan de la voluntariedad
de la persona.

Dentro de los actos jurídicos se encuentran sus debidas


características. Estas son:

 La voluntad: deben siempre de ser actos sometidos bajo la


propia decisión de la persona.
 La capacidad: deben poseer las condiciones requeridas para
poder realizar el acto jurídico. Por ejemplo: una persona debe
cumplir la mayoría de edad para trabajar.
 El objeto: referente a la razón, el motivo por el cual se ejecuta
el acto jurídico.
 La forma: referente al modo de exteriorizar la voluntad.

De igual forma, los actos jurídicos poseen sus respectivas


clasificaciones.

1. Actos lícitos e ilícitos: Los actos lícitos corresponden a aquellos


permitidos y aprobados por las leyes. Ejemplo: la realización de
una compraventa. En cambio los actos ilícitos son aquellos
contrarios a las leyes, aquel que se prohíbe y se le atribuyen
efectos con el fin de la protección de algo. Por ejemplo: la
destrucción de una cosa ajena.

2. Actos libres y actos debidos: Los primeros están representados


por aquellos actos en los que jurídicamente nada obliga a
realizar. Por ejemplo, el testar. Los segundos son los que se
realizan debido a que, en efecto, están establecidos como un
deber jurídico, como por ejemplo, el cumplimiento de un pago.
Sim embargo, a pesar de la clara diferenciación, ambos actos
son voluntarios. Esto se explica debido a que a pesar de que se
pueda establecer el cumplimiento de un pago como un acto
debido, la persona puede igualmente decidir no hacerlo, por lo
que la verdadera diferencia entre los actos libres y los actos
debidos se encuentra referida en que la conducta del individuo
sea exigida o no por las leyes.

3. Acto jurídico en sentido estricto: corresponde al preciso instante


de la realización del acontecimiento voluntario el cual provoca
una modificación o invalidación de las relaciones de derecho
entre las personas.
CONCLUSIÓN

En definitiva, se establece una clara diferenciación con respecto


a los conceptos entre los hechos jurídicos, los hechos no jurídicos y
los actos jurídicos. Debido a la poca importancia que poseen los
hechos no jurídicos dentro del ámbito del derecho, es posible
obviarlo. Con respecto a los hechos jurídicos y los actos jurídicos es
importante recalcar su diferencia, esto es debido a que los hechos
jurídicos corresponden a todo aquel acontecimiento que provoque
efecto jurídico y en ella no es necesaria la especificación de la
voluntariedad de la persona por la realización de dicho
acontecimiento, puede ser tanto voluntario como no voluntario. Sin
embargo, en el acto jurídico sí es importante que la realización del
acontecimiento posea la voluntariedad de la persona y no se toma en
cuenta la buena o mala intención que pudiera tener ésta, sino
únicamente su voluntad por realizar el acto. Esto quiere decir que un
acto jurídico es considerado un hecho jurídico, pero un hecho jurídico
no siempre es un acto jurídico.

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