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Haciendo alusión a las generaciones propias de finales del siglo XX, de las cuales yo formo parte, ya
se nos enseñaba desde la primaria las ideas evolutivas de Darwin con una gran naturalidad. Términos
tan rimbombantes como “adaptación” se han manejado sin recelo y se continúan empleando en
expresiones que realmente no tienen que ver con su verdadero significado, al menos, en términos
evolutivos. Curiosamente, el manejo coloquial de las ideas evolutivas de Darwin y Wallace por medio
de la selección natural, se han manejado más con una direccionalidad Lamarckiana que Darwiniana
que, históricamente hablando, va muy afín a los avances de la biología evolutiva con respecto al
cambio de las especies a través del tiempo.
La adaptación es el mecanismo que habilita a la poblaciones para resolver problemas que les presenta
el ambiente, pues hace que una población adquiera características favorables en términos de
sobrevivencia y fertilidad con respecto a un medio dado. Tradicionalmente se le consideró como una
muestra de perfección divina. Sin embargo, no basta con entender la selección natural para explicar la
adaptación, y para eso, Fisher, Haldane y Wright, conjugaron la genética de Mendel con la teoría de
Darwin para poder expresar objetivamente el proceso de adaptación, dando lugar a la genética de
poblaciones, la cual trata de explicar en términos cuantitativos y predictivos el proceso de adaptación.
A partir de una genética simple en la cual la mayoría de los organismos son diploides, se trata de
comprender el comportamiento de los genes con ayuda de la Ley del equilibrio de Hardy-Weinberg, la
cual establece que de una generación de apareamiento al azar, las frecuencias genotípicas de un solo
locus puede ser representado por una función binomial. Y para que el equilibrio se cumpla, es
necesario que se cumplan cuatro condiciones: a) que el tamaño de la población sea muy grande, si no
es así, ésta sería afectada por efecto de la deriva génica, la cual cambiaría de manera azarosa las
frecuencias alélicas; b) que todos los apareamientos sean al azar, si ésto no se cumple, estarían
actuando los efectos de la endogamia o consanguinidad; c) que todos los alelos sean igualmente
competentes para dejar descendencia, si esta condición no se cumple, estaríamos hablando de
selección natural, y por último; d) que no lleguen alelos de fuentes externas, puede verse incumplida al
entrar nuevos individuos de otras poblaciones o, formar nuevos alelos a partir de los efectos de la
migración y la mutación respectivamente.
En conclusión, si se cumplen estas cuatro condiciones, la población se encuentra en equilibrio Hardy-
Weinberg, es decir, que no cambian las frecuencias alélicas; y, si los genetistas de poblaciones han
definido a la evolución como el cambio en las frecuencias alélicas, un equilibrio Hardy-Weinberg nos
estaría hablando de que no hay evolución.
La genética de poblaciones nos ayuda a entender los procesos evolutivos, en particular, el proceso de
adaptación. Pero no solo se queda ahí, la genética de poblaciones también ha ayudado en el
mejoramiento de especies, en la epidemiología de enfermedades hereditarias, cuidado de especies en
peligro de extinción, entre otras. En principio parece fácil deducirla a partir de relaciones matemáticas,
sin embargo, es muy compleja, simplemente por la relevancia de las distintas fuerzas evolutivas que
llegan a cambiar las frecuencias alélicas, y que no se encuentran aisladas unas de otras, sino llegan a
interactuar o incluso a actuar en conjunto, lo cual hace de la genética de poblaciones muy intrincada.
En este artículo, los autores siguieron los cambios evolutivos de 12 poblaciones de Escherichia coli
propagadas por 10,000 generaciones en medios idénticos. Midieron morfología (tamaño de la célula) y
su aptitud (medido en competencia con el ancestro). Éstas evolucionaron rápidamente en las primeras
2000 generaciones, pero posteriormente se mantuvieron más o menos estáticas a partir de las últimas
5000 generaciones. Comentan en principio en sus resultados, que aunque las poblaciones de
bacterias fueron evolucionando en medios idénticos, las poblaciones replicadas divergieron
significativamente una de otra tanto en su morfología, como en su aptitud media. Por lo que terminan
deduciendo que hubo una evolución paralela principalmente por el hecho de que las poblaciones
evolucionaron en ambientes idénticos y porque posiblemente los grandes tamaños poblacionales,
dieron lugar a mutaciones idénticas en poblaciones replicadas. Más adelante comentan en sus
conclusiones que las 12 poblaciones bacterianas tenían trayectorias similares para el tamaño celular y
la aptitud, para después afirmar lo contrario, que las poblaciones también divergieron en la relación
funcional entre el tamaño celular y la aptitud, lo cual no me queda claro. Igual y puede ser porque la
variación entre las poblaciones en cuanto a la aptitud media persiste durante miles de generaciones,
incluso después de que la mejora en la aptitud media se ralentiza a un ritmo casi imperceptible. Para
esto, hacen referencia al modelo de topografía adaptativa de Wright proponiendo que las poblaciones
replicadas encontraron su camino en diferentes picos de aptitud; algunas poblaciones pudieron haber
incorporado mutaciones que fueron beneficiosas a corto plazo pero que condujeron a callejones sin
salida evolutivos.
Algo interesante que mencionan, fué una posible dinámica casi puntuada que se espera cuando la
selección depende de nuevas mutaciones, lo cual pudo haberse manifestado por un período de
cambio evolutivo rápido y renovado en una población que previamente había estado en o cerca de
estasis. Esto posiblemente lo asocian a que 12 poblaciones y 10,000 generaciones fueron muy pocas
para alcanzar a ver estos eventos raros. Y aunque esta interpretación posteriormente la descartan
porque no hubo variación inicial y la mutación es un proceso continuo, a mi parecer, sería un punto
interesante para seguir exponiendo.
Y por último, ya involucrandonos estrictamente en el tema de selección natural, mencionan que podría
sugerirse que la estasis eventual en el tamaño celular fue una consecuencia de una selección
estabilizadora, aunque no está claro por qué la selección estabilizaría las poblaciones replicadas en
diferentes tamaños.
Aunque aún no me queda del todo claro cómo fue posible que las bacterias continuaran latentes en el
registro fósil como para que lograran observar estas pequeñas divergencias, es curioso como ciertos
aspectos de gran escala como lo es el registro fósil puede mantener un registro casi intacto a partir del
cual se puede inferir el ambiente y sus posibles cambios en el tiempo. Como a diferencia de lo que uno
supondría, hay ocasiones como esta en la que las poblaciones permanecieron casi homogéneas a lo
largo de miles de generaciones, literalmente viajaron en el tiempo para poder manipular estas
poblaciones con respecto a su historia y ambiente, regresando en el tiempo 5 años atrás (más de
10000 generaciones), en un esfuerzo por forjar un vínculo experimental entre micro y macroevolución.
Gabriela Hidalgo Estrada
Biología, Facultad de Ciencias, UNAM
Evolución I. Endogamia.
Genética de la conservación: Leones vemos, genes no sabemos.
Luis E. Eguiarte y Daniel Piñero
A partir del excesivo crecimiento de la población humana como grupo taxonómico, hemos
perjudicado directamente a otras poblaciones de especies incidiendo en su cambio poblacional a partir
de actividades meramente antropogénicas. Desde el punto de vista genético, la conservación de las
especies tiene implicaciones importantes puesto que los genomas de estas especies, son archivos de
información genética que han acumulado patrones de desarrollo y de ciclos de vida de gran interés.
También existen porciones de su genoma que no se expresan, pero que está demostrado que son la
base del concepto de preadaptación o exaptación, que son la materia prima de la futura evolución de
diversos linajes. Pero para todo esto, si no queremos que se pierdan estos pool’s genéticos ya sea por
interés político, económico, social, ético o científico, es necesario determinar si sólo nos interesa
preservar, es decir, pretender mantener vivos a algunos individuos de una especie ex situ; o conservar
in situ, y permitir que estos individuos tengan la oportunidad de seguir evolucionando, es decir, que
continúen con sus procesos de adaptación y especiación; que a mi parecer sería lo más lógico,
conservar de manera socialmente responsable todo un ecosistema y permitir el libre desarrollo
evolutivo de los individuos. Es muy común, de acuerdo a cómo definen los términos en el artículo, que
los métodos de preservación se llevan a cabo más comúnmente en zoológicos, laboratorios, etc., que
son medios distintos al acostumbrado por los organismos, que al final las poblaciones resultantes,
pueden llegar a ser tan diferentes de las originales que a veces ya no pueden ser reintroducidas con
éxito a su hábitat original. Además de que terminar siendo de elevado costo económico y, en el caso
de la población, de elevado costo genético, por una clara disminución en la proporción de heterocigos
que se expresa como aumento en el coeficiente de consanguinidad.
En la actualidad se tienen relativamente pocos datos de la incidencia de endogamia en poblaciones
naturales, particularmente se tienen cuando sabemos que alguna población en particular ha pasado
por un cuello de botella o una disminución drástica por cambios ambientales.
Lo contrario a la endogamia sería la exogamia, en la cual los individuos producto de cruzas entre
individuos provenientes de distintas poblaciones (lejanas), tendrán una adecuación menor que los
individuos resultado de una cruza de progenitores no-exógamos de la misma población. Esto sería
debido a la diferenciación genética entre poblaciones, generada por un flujo génico restringido entre
ellas y su adaptación a ambientes particulares.
Me pareció muy interesante el término de heterosis propuesto por G.H. Shull en 1918, el cual hace
referencia al fenómeno de la mayor adecuación de los individuos resultados de apareamientos
exogámicos. En otras palabras, la heterosis se puede entender como lo contrario a la depresión
endogámica. Ésta puede ser explicada por dos hipótesis: a) la de la dominancia o de los recesivos
deletéreos, la cual dice que las mutaciones espontáneas generan continuamente alelos recesivos
letales o deletéreos y estos se expresan en individuos homocigos, por lo que funcionan mejor los
individuos heterocigos para un mayor número de genes; b) la de la sobredominancia o ventaja del
heterocigo, la cual dice que la condición de heterocigo da ventajas por sí misma, pues un individuo
heterocigo funciona mejor que los dos homocigos para un locus dado; los heterocigos entonces,
tendrían la información de los dos homocigos, y por lo tanto podrían funcionar mejor en un mayor
rango de condiciones que los homocigos, por lo que deben ser más estables. Pareciera que
estuviéramos hablando de una selección balanceadora, en lugar de los efectos de exogamia. Lo cual
podría suceder, aunque es sumamente difícil, si el proceso se lleva a cabo muy lentamente la
selección natural podría ir eliminando los genes deletéreos.
El que la heterosis se deba a una u otra causa, tiene interesantes consecuencias para la conservación.
Y bueno, para terminar, me pareció preciso mencionar una pequeña explicación que hace alusión al
título del texto, el caso de los leones de la reserva de Gir en India. A principios de los años 80s los
leones del zoológico de Sakkarbaug en la India, comenzaron a presentar gran cantidad de problemas
para procrear, básicamente debidos a que cada vez era mayor la proporción de machos infértiles o
con fecundidades muy bajas. Con el debido interés para preservar y conservar esta población de
leones, se realizó un estudio por Wildt en 1987, en el cual comparaba la fisiología reproductiva de los
leones del zoológico, con otras dos poblaciones de leones africanos. Al parecer los principales factores
que provocaron estos problemas para procrear en los leones de la India estaban asociados a que una
población silvestre había sufrido un cuello de botella y por tanto su tamaño poblacional se había
reducido drásticamente, a su vez, ésta población ha estado aislada de otras poblaciones de leones
durante mucho tiempo, por lo que los efectos de endogamia y deriva génica posiblemente estaban
estrechamente relacionados con estos problemas de pérdida de variación genética. Por ende, estas
cruzas endogámicas que se comenzaron a dar después del cuello de botella, representan un grave
problema para la conservación de estas poblaciones de leones.
El Flujo génico es esencial para entender el potencial evolutivo y sus mecanismos en diversas áreas
de la biología evolutiva. Una de ellas es comprender los procesos responsables de la propagación
rápida y extensa de especies exóticas o invasoras y su futuro manejo.
Las invasiones de plantas en hábitats no correspondientes, se han visto facilitadas por la asociación
de estas especies con el comercio y los viajes humanos. Han desarrollado la capacidad de dispersarse
a lo largo de las redes regionales de transporte como lo son los bordes de los caminos, canales,
ferrocarriles, etc.; y la dinámica local de extinción y colonización. Por lo cual, predecir sus posibles
impactos y desarrollar estrategias de control eficientes, son de gran ayuda para evaluar los riesgos
impuestos por estas especies invasoras.
Las zonas ribereñas son particularmente vulnerables a la invasión de especies exóticas como
resultado de la red interconectada del curso del agua que facilita la dispersión de semillas. Esta
dispersión de semillas a larga distancia puede determinar los niveles de variabilidad genética
intrapoblacional y la diferenciación genética entre poblaciones.
Hay factores que afectan la distribución de especies invasoras de plantas ribereñas, como lo es la
actividad humana que conduce a múltiples introducciones en las cuencas hidrográficas, los fuertes
efectos fundadores y la deriva génica posterior como resultado de las dinámicas frecuentes de
extinción/colonización.
El análisis genético de la población puede proporcionar información sobre los factores que configuran
la distribución de especies invasoras mediante la identificación de introducciones independientes y la
dispersión a larga distancia, aislamiento por distancia y evidencia de eventos locales fundadores.
Para evaluar los posibles mecanismos de dispersión, los autores investigaron la estructura genética
poblacional de una de las malezas ribereñas invasoras más extendidas en el noroeste de Europa,
Impatiens glandulifera. Para esto, utilizaron marcadores de microsatélites para investigar la estructura
espacial en tres cuencas vecinas en el noreste de Inglaterra. Lo interesante es que las semillas de I.
glandulifera, se encuentran a la venta. Los autores compararon sus resultados con los de H.
mantegazzianum presente en las mismas cuencas.
Al final, los autores encontraron poca evidencia de la homogeneización entre las poblaciones, lo que
significa que los niveles de variación genética no son bajos, y que al parecer no hay mucho flujo
génico. Estos resultados son un poco raros puesto que debería ser posible por la hidrocoria de largo
alcance, pero tambien depende mucho de la viabilidad de la semilla. Cabe resaltar que la actividad
humana sigue siendo, y al parecer seguirá siendo un dispersor por excelencia de plantas invasoras
ribereñas, y no ribereñas también.
El artículo me trajo nostalgia, puesto que uno de los programas que utilizaron para llevar a cabo las
correlaciones entre la distancia genética y geográfica, así como los resultados de la Fst, fue el de
ARLEQUÍN, a partir de ese momento, fue que lo entendí todo.