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1.

INTRODUCCIÓN A LA CIENCIA CÓSMICA

“LOS PASOS DEL AVATAR”

ENSEÑANZAS EXTRATERRESTRES
TOMO VI

KARENKA

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2.

INTRODUCCIÓN A LA CIENCIA CÓSMICA

“LOS PASOS DEL AVATAR”

ENSEÑANZAS EXTRATERRESTRES
TOMO VI

KARENKA

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“LOS PASOS DEL AVATAR”

INFORMACIÓN LEGADA A LOS HABITANTES DE ESTE


PLANETA POR EL MAESTRO
“HILARION DEL MONTE NEBO”.
DICTADA EN FORMA TELEPÁTICA EN CÓRDOBA,
ARGENTINA, A LA SEÑORA
“JOSEFA ROSALÍA LUQUE ÁLVAREZ”

RECOPILACIÓN DE DATOS HECHA EN MÉXICO POR


‘KARENKA’
BAJO LA SUPERVISIÓN DE SUS MAESTROS:

“HILARION”
“RAM-KAR”
“SRI-YUKTESWAR”

A QUIENES AGRADEZCO EN FORMA CONSTANTE SU


AMOROSA GUÍA Y VALIOSA COLABORACIÓN.

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¿Para quiénes ha sido escrito este libro? Para los buscadores de la Verdad.
Para los que no tienen más religión que la Justicia, la Verdad y el Bien.
Y finalmente para los que conociendo la grandeza y eternidad del espíritu humano, buscan
su felicidad cultivándolo hasta el más alto grado de perfección que es posible sobre el
plano terrestre.
Los lectores que no estén circunscritos en esta órbita, no sólo no lo comprenderán sino que
su lectura los dejará tan vacíos como antes de haberlo abierto.
Hablo pues en esta portada con aquellos que pueden comprender y asimilar esta lectura.
En primer lugar me preguntaréis: “¿Si esta obra relata hechos acaecidos miles de años
antes, o sea muchos milenios antes de que la visual de la Historia recogiera y conservara
los hechos de los hombres, cómo los ha recogido y conservado el autor?”
¿Habéis estudiado las obras de ese gran explorador celeste de los tiempos modernos, de
Camilo Flamarión, llamado el Poeta de los Cielos, o de otro de esos incansables viajeros
estelares que han hecho de los espacios infinitos el campo de acción de todas sus
actividades científicas?
Si los habéis leído, sabréis que la Luz es el gran archivo del Universo y que colocado el
observador en el punto marcado por las leyes astrales y etéricas, se produce el hecho
perfectamente natural y lógico de que siguiendo los rayos de luz emitidos sobre la Tierra
en cualquier época, por remota que ella sea, presenciará clara y nítidamente los hechos
ocurridos.
Otro punto que acaso resulte algo dificultoso para los análisis de algún lector, son las
manifestaciones extraterrestres o supra-normales que abundan en este libro y también
preguntará:
¿Por qué en aquella época se producían tales hechos con relativa facilidad y hoy no se
producen sino rarísima vez?
En primer término partamos de la base de que soy enemigo declarado del “milagro” como
se llama comúnmente a los hechos que no se pueden explicar por las leyes físicas
conocidas en la actualidad; y soy enemigo sencillamente porque la palabra “milagro” ha
denotado siempre la anulación o destrucción de las Leyes Inmutables del Universo, lo cual
está plenamente fuera de la Verdad, como por ejemplo que un ser muerto vuelva a la vida,
que las aguas de un mar se abran como dos murallas para dejar un ancho camino seco; y
esto por la palabra de un hombre y para el tiempo que ese hombre lo quiera.
Esto es sencillamente del dominio de la fábula sólo aceptada por mentalidades demasiado
estrechas que, sin razonamiento de ninguna especie, se dejan conducir por los dirigentes
de las religiones que medran en la ignorancia de las muchedumbres inconscientes.
Quien lea esta obra, de seguro no encontrará tales maravillas, pero sí muchos hechos que
la ciencia positiva y materialista niega porque no lo sabe explicar por medio de las leyes
que hoy por hoy le son conocidas.
La fuerza eléctrica y la fuerza magnética han dado al mundo sorpresas admirables en el
último siglo. La fuerza mental, o sea la del pensamiento humano las daría mayores, si la
humanidad terrestre se dedicara a cultivarla, como la han cultivado diversas instituciones
científicas y filantrópicas de la más remota antigüedad y hasta en los países y continentes
ya desaparecidos y de los cuales apenas hoy empiezan a encontrarse rastros muy vagos y
confusos.
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Pues a esta fuerza mental potentísima, cuyas leyes son conocidas sólo por un reducido
número de cultores, se deben casi todos los fenómenos o hechos supranormales que
aparecen en esta obra.
El lector podrá preguntar: ¿Por qué es reducido el numero de los cultivadores de esa gran
fuerza que tanto bien podría hacer a la humanidad? Es reducido en primer lugar, porque
para desarrollarla es necesaria la depuración del alma de forma que haya llegado al
dominio de todas las bajas pasiones propias de esta atrasada humanidad.
Y siendo como es tan escasa la evolución espiritual y moral de la humanidad terrestre, es
justicia de la Ley Eterna de Armonía y Equilibrio Universal, que en medio de estas
humanidades tan nuevas, el desarrollo de la fuerza mental se mantenga sólo como
patrimonio de las pocas agrupaciones de seres cuya evolución los pone en condiciones de
hacer de ellas el uso debido.
Las fuerzas mentales al alcance de todos los ambiciosos, los egoístas y los malvados,
serían peor mal para esta humanidad que todos los medios de destrucción que las
pasiones humanas ponen en juego en favor de sus mezquinos y viles intereses.
Creo con esto dejar satisfecho al lector respecto de las manifestaciones extra-terrestres
que se realizaban en medio de los Kobdas de la época prehistórica a que se refiere este
libro.
Los dominios de la mente humana son tan amplios como los espacios infinitos; y el
hombre sumergido en la espesa bruma de sus bajezas, cercanas aún a la animalidad, no
es apto para comprender y menos para producir hechos que requieren como base
indispensable una pureza de vida; y una elevación de pensamientos y de deseos que
puedan formar un campo de acción perfectamente equilibrado y armónico.
¡Y si hasta la más insignificante maquinaria que está sujeta a leyes para producir aquello a
lo que fue destinada, cuánto más lo estará ese principio inteligente que es luz y vida en
cada ser y que hace de él una chispa, una parte, un reflejo de la Eterna Energía creadora y
conservadora de mundos en la amplitud inconmensurable del Universo!
Lector que buscas sinceramente la Verdad; lector que no tienes ni quieres más religión que
el Bien, la Verdad y la Justicia; lector que quieres descubrir el secreto de la paz y la
felicidad humana en esta Tierra que habitas, medita bien las reflexiones que te presento
en la portada de este libro y entra sin temor en los senderitos iluminados por el sol del
Amor fraterno que hará iguales y felices a todos los hombres, cuando hayan comprendido
y practicado la palabra del Gran Maestro guía de este planeta: “AMAOS LOS UNOS A LOS
OTROS COMO EL PADRE OS AMA A TODOS POR IGUAL, PORQUE ÉSA ES TODA LA LEY”.

HILARION

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“MENSAJE DE “JHASUA” SUPREMO COMANDANTE DEL PLANETA TIERRA PARA TODOS SUS
HABITANTES”
“¡Mi Luz, Mi Paz y Mi Amor os envuelven hoy y siempre amados Hijos de Dios, hechos a Su
imagen y semejanza, por lo tanto hermanos míos!
¡Hermanos que buscáis la Luz de la Verdad; que habéis transitado a través de muchas
vidas por caminos errados, pero que hoy, guiados por la Luz de Mi Amor, habéis entrado
en un Sendero; y aún en medio de la oscuridad en que os encontráis, deseáis
ansiosamente encontrar ese faro de Luz que os conducirá hasta la meta final!
¡Duro es el Sendero en verdad, pero si tenéis seguridad que transitáis por terreno firme,
pronto llegaréis a entender cuán grande es y qué maravilloso es encontrar a vuestro
Maestro!
¡Cuántas veces He estado en este planeta; y también cuántas a pesar de que me habéis
conocido, no habéis entendido Mis enseñanzas!
¡Hoy veo en vuestro interior un rayito de luz que unido a la fe, a la seguridad, puede
guiaros a encontrar la verdad de muchos misterios que rodean vuestras vidas; misterios
para vosotros, porque Seres más adelantados que han dejado sus huellas, las que vosotros
seguís, entienden ya que no hay misterio en el Cosmos; que no hay misterio cuando el
espíritu inquieto busca por medio del conocimiento la Luz de la Verdad!
¡Yo, hace 2.000 años vine a dejaros normas de vida, vine a plantar una nueva semilla,
pero esa semilla desafortunadamente fue recogida por unos pocos y he ahí que plantada
en terreno fértil, ha dado frutos que a través de los siglos y con la constancia de esos
Seres de Luz, ha podido traer ese germen hasta vosotros!
¡Oh hijos míos!... ¡En Cuántas oportunidades ha sido traspasado Mi corazón por una saeta
de dolor cuando contemplo al hombre, ese ser a quien tanto he amado, a ese pedazo de
Mí mismo, transitar por el planeta sin darse cuenta de que hay algo más grande que lo
espera; que no sólo los placeres mundanos, la riqueza, la abundancia de cosas superfluas,
es lo que en realidad lo hace feliz. Ésta es una felicidad pasajera; y el fin de todo ser
creado es buscar algo grande, sublime, hermoso y duradero como es llegar nuevamente
hasta el Padre, quien lo espera lleno de amor para mostrarle toda su heredad!
¡Sois egoístas en verdad porque os hemos dado mucho amor y vosotros, desentendidos, lo
dais y lo desperdiciáis en algo muy diferente!
¡Hijos míos ... Está muy cerca para vosotros la hora de partida! Y esto significa que debéis
dar cuenta a vuestro Patrón de la parte que se os encomendó; si no habéis luchado por
hacerla progresar, qué dura será la prueba en adelante. ¡Porque pobre humanidad! Se va
a ver abocada a muchos sufrimientos; no porque el Maestro o el Padre sean castigadores
como equivocadamente se ha enseñado. i el Padre, el Maestro, son sólo Amor!
“Amor os han dado y os han rodeado de cosas muy bellas. Habéis desperdiciado el tiempo
tontamente; va a llegar el momento de la separación. ¡Los que habéis cumplido seguiréis
conmigo! los que no, seréis trasladados a planetas inferiores para continuar la evolución;
no a retroceder, no, porque todos los seres que empiezan su ascensión no retroceden
jamás; pero sí para seguir adelante purificándoos por medio del sufrimiento; buscando de
nuevo el progreso que estáis buscando ahora, pero que por estar estancados, por no
buscar el progreso por medio del estudio, del desprendimiento, de la ayuda mutua,
mereceréis ser trasladados, sí; ya os dije, no a empezar de nuevo pero sí a seguir.”...

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“Entonces como dije antes: ¡Será el llanto y crujir de dientes! ¡Porque ya de nada valdrá el
arrepentimiento!
En cambio, qué grato será para el que sí escuchó Mis palabras, entendió Mis enseñanzas y
las puso en práctica! No en balde vine Yo a tomar un cuerpo físico, a vivir como vosotros,
a vivir entre vosotros y a daros normas de vida, normas de vida Eterna, porque bien dije
que “LOS TIEMPOS PASARÁN, PERO MIS PALABRAS NO PASARÁN!” ...
“Seguid pues hijos míos por el sendero que habéis elegido. ¡Grandes son las cosas que os
esperan; muchas sorpresas, todo dentro de la Norma Divina!
Os falta mucho por saber; no desperdiciéis el tiempo en cosas vanas si no queréis tropezar
y lastimar vuestra vestidura que ha empezado a emblanquecer!
¡Volad como el águila y el cóndor; muy alto, hacia las altas cumbres, allá donde al aire ya
purificado, donde sopla el viento que ayudará a vuestras alas a remontaros, sí más y más!
Sí hijos míos, volad con las alas del conocimiento, con las alas del Amor, de la
comprensión. Volved hermoso vuestro plumaje para que no os canséis en el camino y no
os confundan las cosas falsas y pasajeras!
¡Fuera de vosotros la vanidad y el orgullo. .. ¡Sed libres hijos míos, con la libertad que da
al espíritu el desprendimiento de todo lo terreno! ¡Deshaced ya esas amarras que os
impiden volar hacia lo Infinito, hacia Mí; y hacia todos los Seres de Luz que os esperan!
¡Cuánto quisiera deciros ahora: Venid Conmigo hacia la Luz eterna!... ¡Pero sí puedo
deciros hijos míos: Seguid por el Sendero hacia donde os espero!”...
“¡No olvidéis que debéis tender la mano a quienes imploran ayuda; si necesitan
enseñanzas hay que darlas; si tienden su mano pidiendo una limosna no la negaréis; si
buscan abrigo dad abrigo; si buscan Amor dad Amor; si tienen sed dadles de beber; si
buscan sabiduría dadles sabiduría; todo esto lo encontráis en las fuentes maravillosas que
vienen desde vuestro Creador, puesto que Él os lo ha dado!
¡No neguéis todo esto a quien lo necesita; no tendréis de qué avergonzaros por amar al
pobre, por ayudar al humilde, al harapiento! Porque ‘Todo lo que con ellos hagáis lo haréis
Conmigo’.
¡Irradiad Luz, irradiad Amor donde quiera que vayáis; que donde quiera se plante vuestro
pie nazca una flor que dé color y aroma a vuestro paso; nada os hará volver atrás si todo
esto lo cumplís, porque a medida que ayudáis a vuestros hermanos, sentiréis más ansias
de hacerlo; y esto, oh Hijos Míos, os acerca más hacia la Luz, cada vez más y más!
¡Si todos cumplís a cabalidad con todo esto, grandes serán las cosas que podréis realizar.
Proponeos vosotros que ya tenéis vuestros corazones inquietos, que deseáis encontrar un
sendero corto para llegar Al Padre!
Os dejo una vez más Mi bendición y sea La Luz en vuestras mentes y la tranquilidad en
vuestros espíritus” ...

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JUNO
MAGO DE LAS TORMENTAS

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Primera Jornada Mesiánica 37.500 años antes de ABEL.

“JUNO”
“VESTHA”

Sus guías Espirituales: ARIEL y AHELOÍN.


Conocido en la época Lemuriana como “Mago de las Tormentas”.

Originario del País de Nuculandia, en el Cabo Tronador de Lemuria. Nuculandia era un


puerto de pescadores de ballenas.
Huérfano de padre y madre desde muy pequeño, Juno es adoptado por un pescador viudo
que vivía con su única hija casi ciega llamada Vestha.
Al cumplir el segundo decenio de edad, se casa con ella y su padre le regala como dote un
gran barco que Juno no trabaja en la pesca sino realizando comercio entre los puertos del
Mar Borrascan, ganándose la confianza de los altos dignatarios de la región y la enemistad
de los piratas Aztecas que navegaban por los tres mares: Mar Sereno mar Atlante y el mar
Borrascan, comerciando con seres humanos.
Juno salva de las garras de dichos piratas a miles de niños que en aquel entonces eran
robados y vendidos a los potentados Lemurianos quienes los servían cocinados en sus
festines.
Realizó esta misión en compañía de su esposa y tripulación, desde los 22 hasta los 45
años. Siempre lo acompañaron 12 marinos...
Los piratas atacaron y hundieron su barco; y tanto ellos como la tripulación murieron
ahogados, pues los piratas los amarraron al mástil central del barco y esperaron hasta
verlos sumergirse bajo las olas.

Ésta es la primera Jornada Mesiánica que el Divino Avatar realiza en éste su planeta. Su
misión no fue de enseñanza de Sabiduría Eterna sino de ejemplo de rectitud, amor y
justicia ante aquella humanidad.
Revelaciones sobre ésta Su primera etapa de vida física le fueron dadas más tarde en Su
Séptima Jornada como Moisés, el Gran Vidente del Sinaí.

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NUMÚ
DIOS PASTOR DE LOS ANTIGUOS KOBDAS

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Segunda Jornada Mesiánica 25.000 años antes de ABEL

“NUMÚ”
“VESPERINA”

Sus Guías Espirituales: ISIS y ORFEO.


Conocido como el “Dios Pastor de los Antiguos Kobdas”.

EI Último Rey de la Dinastía de los Hakiosaris, origen de la raza Tolsteka en Lemuria, tenía
su gran palacio en el País de los Gegantes cuya capital era Mirtaymari.
Las construcciones Lemurianas siempre fueron monumentales, talladas en piedra. El
palacio del rey tenía en el pórtico doce gigantescas figuras de hombres tomados de la
mano como símbolo de gran fuerza y poderío.
EI País de los Gegantes se llamaba así debido a las incursiones de gigantes provenientes
del tercer planetoide de Saturno llamado Titán o Titanius. De ellos aprendieron los
sistemas de construcciones gigantescas o piramidales que aparecen en diferentes puntos
del planeta. Ejs.: Egipto, Perú, Bolivia, Pascua y en el México actual, países que formaban
parte del Continente Lemuriano. (Ver el Mapamundi de esta Época).
El rey tenía una única hija clarividente llamada Vesperina (reencarnación de Vestha,
esposa de JUNO), quien en sus sueños veía al Hijo de Sirio llegar a ella desde el País de las
Siete Lunas. (Constelación de Sirio, CAN MAYOR, cuna de los 70 Avatares o Mesías
conductores de humanidades).
Para elegir esposo, fueron traídos al reino muchos altos dignatarios, pero la princesa
esperaba al amado de sus sueños a quien un día desde su ventana del palacio vio pasar
frente a ella con un cordero entre sus brazos.
Era NUMÚ el Pastor, a quien inmediatamente reconoció e hizo entrar a palacio y ordenó
que fuera ataviado ricamente para presentarse ante el rey.
“Éste es mi esposo elegido, el Hijo del Rey Sirio del País de las Siete Lunas”, dijo a su
padre. El rey se vio cautivado por la maravillosa presencia de este gran príncipe e
inmediatamente realizó los esponsales.
Como NUMÚ y Vesperina lo sucederían a su muerte, el rey empezó a instruírlos en el
gobierno del vasto reino. Viendo NUMÚ que existían muchas normas y leyes que no se
ajustaban a la igualdad y la justicia, sugirió al rey cambiarlas.
En aquellos tiempos y más adelante como veremos, se adoraba la persona de los reyes
como a verdaderos dioses sobre la Tierra; por lo que NUMÚ convenció al rey de postrarse
él mismo y hacer postrar a su pueblo ante el Eterno Dios Invisible, el Supremo Creador
como única adoración. Esta Ley fue implantada, así como otras de justicia y abolición de la
esclavitud.
Fue grande la consternación de allegados y ministros, pues alegaban que si era así el
gobierno de Sirio, en Mirtaymari y demás países lemurianos, era imposible llevarlo a cabo
pues los conduciría a la carencia absoluta de poder y hacia la ruina.

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Así empiezan las grandes luchas del rey, su hija y NUMÚ, para hacer implantar leyes de
amor y justicia ante la ambición y egoísmo ya existentes; sin embargo, todos los pueblos
oprimidos de entonces los aclamaban con amor.
Al segundo año de estos cambios, se desata una epidemia; el rey es atacado y muere.
NUMÚ y Vesperina instalan un gran hospital en palacio y personalmente atienden junto
con doce allegados... a todos los necesitados.
Son combatidos y arrojados de palacio y se refugian en unas antiguas ruinas de una
ciudad entre las altas montañas. Este lugar se llamaba Crosfúa, donde NUMÚ había pasado
su niñez cuidando su rebaño de ovejas. El nombre obedecía a que lo único que quedaba
de la ciudad era una gigantesca cruz tallada en piedra.
Sus seguidores reconstruyen y se instala ahí el primer Santuario entre las montañas de
roca. Grandes facultades psíquicas se despiertan e incrementan en ellos, así como entre
sus doce íntimos. Surgen de ahí los Flamenes Lemurianos, quienes instalan La Primera
Escuela de Eterna Sabiduría.
FLAMENES: “Hombres Flama”, “Llamas”, “Lamas”, quienes se diseminan antes del
hundimiento del Continente hacia diferentes puntos que en la actualidad se conocen como:
EI Alto Perú, Bolivia, Centro-América, México; y hacia los Himalayas en el país de Altai, hoy
La India, donde se conocen más tarde como “los Vedas”, en Neghadá, vasta región del
alto Egipto donde se conocen como los Kobdas del Nilo o los Kobdas de NUMÚ; en los
Altos montes Mauritanios después conocidos como Atlas; y en las altas cordilleras después
conocidas como Montañas del Sinaí.
Siempre buscando altas montañas por seguridad futura pues conocían los cambios
geológicos por venir.
La Escuela de Eterna Sabiduría fundada por NUMÚ se vio amenazada de desaparecer pues
sucedió que los ministros del palacio de Mirtaymari quisieron adquirir los grandes poderes
psíquicos y espirituales que poseían los Flamenes; y al no podérselos “dar”, apresaron a
NUMÚ y a Vesperina y los arrojaron desde lo alto del Palacio de los Gigantes, su antiguo
hogar.
En sus cuerpos etéricos, vistiendo túnicas azules, se presentaron ante sus seguidores
instruyéndolos sobre cómo debían diseminarse hacia otros lugares en vista del muy
próximo hundimiento y desaparición de casi la totalidad del continente.
Vistieron siempre túnica azul y también se les conoció como los Kobdas Azules. Su gran
doctrina de amor y sabiduría la vemos aparecer y florecer durante la Quinta Jornada
Mesiánica del Divino Avatar, como ABEL.

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“CONSTELACIÓN CAN MAYOR”
“El País de los Siete Soles”

Setenta Estrellas Primarias; cada una lleva el nombre de las SETENTA ALMAS GEMELAS,
MESÍAS HERMANOS, AVATARES.

ESTA SUBLIME CONSTELACIÓN ES LA CUNA DE SETENTA GUÍAS O INSTRUCTORES DE


HUMANIDADES QUE PUEBLAN LOS SISTEMAS SOLARES QUE COMO EL NUESTRO
PERTENECEN A ELLA.

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Tercera Jornada Mesiánica 14.000 años antes de ABEL.

“ANFIBIÓN”

“ODINA”

Sus guías Espirituales: ISIS y ORFEO


Conocido en Atlántida como: “El Profeta Blanco”
Sus Padres: Senegaldo y Wilfrida, reyes de Otlana, país Atlante con capital en Orozuma.
El continente de Atlántida estaba conformado por los países:
Al Norte: Poseidonia, Otlana, Cerro de Oro, Theos-kandia y Dyaus. (Este último, hoy
México).
Al Sur: Mauritania, Cerro Negro, Valle de Oro y Mayolandia.
En el resquebrajamiento del Continente Atlante, el fragmento de Mauritania
encalló en Tierra Negra, hoy África, en ese tiempo esta sección era un mar y
lleva el mismo nombre en la actualidad.
El actual desierto del Sahara lleva ese nombre en recuerdo del Rey Atlante
Saharón, monarca de Poseidonia.

ANFIÓN, último Rey de la raza Tolsteka, destacada en la historia por sus grandes
mentalistas quienes forjan el engrandecimiento de Atlántida.
ANFIÓN fue el hijo primogénito. Su hermano menor Alpha-Huari, siempre lo envidió desde
pequeño y durante toda su vida le hizo la guerra para quedarse con el trono. (Más tarde,
reencarna en Kaíno, medio hermano de ABEL).
El rey de Otlana y el rey de Dyaus tenían concertado el matrimonio de sus hijos ANFIÓN y
ODINA para su mayoría de edad.
ANFIÓN era estudiante de la Escuela-Santuario dirigida por SPHANO-SAN, el Patriarca de
los Profetas Blancos quien bendijo el matrimonio. SPHANO-SAN, originario de Sirio, herma-
no Mesías de ANFIÓN, había pedido reencarnar antes que él para servirle de guía físico en
su misión. Su nombre mesiánico es: BETH (el que une corazones), siempre fue su
Consejero en el reinado ya que poseía grandes facultades y sabiduría.
Alpha-Huari siempre envidioso y malvado, al enterarse del futuro matrimonio de su
hermano, pide consejo a un mago negro al respecto; y juntos elaboran un siniestro plan.
Pide humildemente al rey ser él quien vaya a traer de Dyaus a la princesa Odina a quien
promete guardar celosamente.
Emprende el viaje de 8 meses con una gran caravana y es recibido con todos los honores
en Dyaus. En el viaje de regreso empieza a obsequiar a la princesa y a enamorarla. Al
verse rechazado decide atentar contra su vida.
Todo esto había sido de conocimiento de SPHANO-SAN quien en secreto había enviado a
dos de los más brillantes servidores del Santuario, sensitivos y videntes, para evitar el
daño. En el momento en que Alpha-Huari va a realizar su crimen, es apresado por ellos y

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lo entregan como traidor al rey, quien decide encarcelarlo sin decir nada de todo esto a
ANFIÓN.
Se celebra la boda y como regalo, los contrayentes piden al rey que sean liberados todos
los prisioneros, sin saber que su hermano estaba ahí. El rey habla con su hijo menor y es
enviado en secreto al país de Theos-kandia, donde deberá vivir y fungir como monarca de
esas tierras.
A la muerte del Rey Senegaldo, ANFIÓN y Odina toman el trono y dan a su pueblo gran
abundancia y prosperidad, justicia y amor. En cambio su hermano en Theos-kandia tenía
sólo problemas por su gran ambición y maldad. Armó un gran ejército para ir a Orozuma a
quitar a su hermano del trono. Al llegar los soldados a las puertas de la ciudad, ANFIÓN ya
había sido avisado por Sphano-San y salió a recibirlos solo, sin armas, con los brazos
extendidos; ante lo cual los soldados cayeron postrados a sus pies y el traidor tuvo que
huír, pues sus súbditos pidieron asilo al rey y no quisieron regresar a su país.
La labor de Odina como reina fue maravillosa, pues organizó los hospitales, dispensarios,
escuelas y santuarios para mujeres; a su muerte todo el país la lloró amargamente.
ANFIÓN, ya solo y viudo, reina aún 7 años más y decide renunciar al trono en favor de su
hermano, evitando así más guerras y muertes.
El Patriarca SPHANO-SAN le designa un destierro en un castillo abandonado en PORT-OFIR
a la orilla del mar. Llega ahí solo en una barca, pero ya lo esperan fieles seguidores que se
destierran voluntariamente por amor a su rey.
La gente de los alrededores ve todas las tardes a un ser muy alto vestido de blanco
deambular solitario en profunda meditación, muchos lo creen un ángel por su belleza; y
más aún cuando al contemplarlo a distancia todos los enfermos se curan. La región florece
a la sombra de aquel Gran Genio Tutelar.
A la muerte del Patriarca del Santuario-Escuela, es designado ANFIÓN como su sucesor.
Éste es el origen de los Profetas Blancos Atlantes.
Muere el Hombre-Luz de esa etapa a los 50 años, dejando un recuerdo imborrable en
todos los corazones Atlantes, pues desde que su hermano tomó el trono y aconsejado por
los magos negros aztecas, llevan al país a la degradación y al vicio, al derrumbe moral y
económico, social y espiritual.
Todos estos relatos fueron dictados en forma telepática siglos más tarde al Apóstol y Evan-
gelista JUAN y a su prometida María, diez años después de la crucifixión del Divino
Redentor en su novena Jornada Mesiánica como JHASUA, el Cristo.

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Cuarta Jornada Mesiánica 8.400 años antes de ABEL

“ANTULIO”

La etimología de su nombre es ANTE-LUX, que significa “Frente a la Luz” o “La Luz de


Frente”.
Nació en Zeus, país Atlante, en su capital Manh-Ehtel “Manantial de Estrellas”, durante el
reinado del Rey Ateneas .
Su padre: Haman-Arasat; y su madre: Wilkiria.
Sus primeros Maestros de Sabiduría fueron los Profetas Blancos de ANFIÓN que tenían un
Santuario-Escuela en una montaña denominada Cerro Grande. Llegó a ser su director
debido al desarrollo de sus facultades, su enorme capacidad; y el aporte de valiosísimos
conocimientos científicos y de orden espiritual que investigó y difundió durante toda su
vida. Esta escuela se denominó después “Atlas”, por la gran altura de enseñanzas que
emanaron de ahí. También al Gran Maestro de Luz se le conoció con este nombre.
Tanto él como sus discípulos vistieron la túnica blanca de los Profetas Blancos para
simbolizar su estrecha unión con la Logia Blanca de Planos Superiores.
ANTULIO se vio siempre atacado y perseguido por los pontífices Atlantes, quienes eran
politeístas y vivían en la opulencia, hacían comercio con seres humanos y los esclavizaban;
por lo tanto combatían las enseñanzas de Gran Sabiduría que se impartían en el Santuario-
Escuela, que no sólo estaban relacionadas con las ciencias, como el estudio de plantas
medicinales, alquimia, matemáticas, astronomía y astrología; sino que también se
impartían Leyes de Evolución a través de la reencarnación. Fue el primero en hablar de la
Trilogía de Planos Superiores coexistentes.
Todo este caudal de Sabiduría Eterna no podía ser manejado, dirigido y menos aún
comprendido, por los pontífices, quienes lo tomaron preso y lo torturaron en varias
ocasiones; pero su discípulo Hilkar, Príncipe de Talpaken, reportaba al Rey Ateneas todas
estas injusticias; y era liberado.
Una noche fue apresado en secreto con algunos de sus discípulos y fue torturado
duramente porque no quería “retractarse” de “las enormes mentiras que enseñaba” e
inquietaban enormemente al pueblo. Se le sirvió una copa de veneno que lo obligaban a
ingerir; al ver esto, uno de sus amados íntimos se lanzó sobre ella y la hizo pedazos,
cayendo convulsionado de horror, impidiéndole este estado ver que le servían una segunda
copa; y al tomar su contenido murió presa de horribles martirios. (A este discípulo amado
que intentó salvar a su Maestro aún a costa de su propia vida, lo vemos aparecer más
tarde en el grupo de doce íntimos de JHASUA en su novena Jornada Mesiánica, como el
apóstol y evangelista JUAN).
ANTULIO se aparece en la escuela ante su madre y sus discípulos y les dice que deberán
abandonar inmediatamente el país, debido a las grandes persecuciones y el hundimiento
inminente que se acercan; deberán dirigirse por mar rumbo a Ascuzay (la Escocia de hoy);
y después de entrar por el Mar Grande, recientemente conformado (ahora Mar

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Mediterráneo), deberán buscar los santuarios escuela de los Kobdas Azules o Flamenes de
Numú, quienes se habían establecido en las altas cimas de las distintas cordilleras en el
Ática.
Deberían diseminarse con su doctrina y llevarla a la “Casa de Numú” o santuario de
Neghadá, donde su Dirigente Servidor BOHINDRA, les proporcionaría todo.
Wilkiria y discípulos huyen cumpliendo todas las instrucciones del Maestro, llevando
consigo el copioso archivo de crónicas escritas tanto por Hilkar, como primer notario de
Antulio, como por su madre.
Durante su vida, acompañado por su madre e íntimos, realizaron innumerables
desplazamientos hacia todos los planetas del Sistema Solar, guiados naturalmente por
SIRIO y OKMAYA, anotando sus múltiples grados de evolución; desde las más altas
jerarquías solares, hasta los mundos de reciente conformación y sistemas de vida
rudimentarios; y otros más, que el Maestro calificó como mundos oscuros de expiación,
donde sus habitantes vivían en horribles condiciones de dolor. (Como guía de orientación
para estos estudios, podemos recurrir a La Divina Comedia del Dante).
Igualmente hizo grandes relatos sobre Planos de Luz Superiores, Moradas Logóicas o
diferentes Cielos, Dimensiones Divinas; y en especial de su lugar de origen: el Sol Central
de la Constelación de Sirio.
Toda esta valiosísima información, basada en experiencias vividas, dan a esta humanidad
las bases de la Astronomía y la Astrología.
Una vez llegados a Neghadá (Siglos más tarde Alejandría), BOHINDRA y sus profetas
hacen traducciones y minuciosos estudios sobre toda esa Gran Sabiduría, haciendo las
relaciones existentes con lo que ellos conservaban del Dios Numú y su antigua doctrina
Lemuriana.
Las crónicas Antulianas fueron escritas originalmente en lengua Tolsteka, traducidas por
los Kobdas o Flamenes a diferentes lenguas.
Por orden de ANTULlO, su amado discípulo debería cambiarse el nombre por el de DAC-
THYLO y así perder sus rastros, llamándose así sus discípulos y seguidores quienes se
diseminaron por todos los Santuarios como Instructores.
Milenios después, éstas fueron las bases de la doctrina de los sabios Hierofantes de los
antiguos templos de Memphis, Luxor, Tebas, On, pues se hicieron copias de lo traído de
Neghadá a jeroglíficos secretos que sólo conocían los Altos Sacerdotes. MOISÉS los estudió
y constató con su gran videncia toda esa sabiduría.
También los Maestros de Antiquísimas Escuelas de Eterna Sabiduría de Golconda y de
Madura, de donde KHRISNA las tomó, antes de ser perseguido por los Brahamanes en la
India (arrogante Casta Sacerdotal) ya que se promulgaba la abolición total de castas; y
llevadas todas estas enseñanzas a las cimas nevadas de los Montes Himalayas y a las
impenetrables selvas de Tíbet y Nepal, de donde las tomaron los maestros de la antigua
Persia.
También de los Dacthylos Antulianos surge más tarde la gran escuela Ptolomeísta de
Alejandría, proveniente de Ptolomeo I (fundador de la ciudad) discípulo de Aristóteles, éste
de Platón, a su vez de Sócrates, los Grandes Filósofos Griegos.
Sócrates, Platón, Aristóteles y Ptolomeo, son los cuatro reflectores postreros de la
Sabiduría Antuliana.

19
Después, en el tiempo de JHASUA, de esta escuela surge Filón de Alejandría (quien en
diferentes encarnaciones fue: el Kobda Babel, Nathan, Profeta Consultor del rey Salomón,
José hijo del Patriarca Jacob; y Esen, hijo adoptivo de Moisés, fundador de la Fraternidad
Esenia.)

20
8.300 A.C.

“ADAMÚ Y EVANA”
“Adán y Eva”

Personajes centrales de la Civilización Adámica o Abeliana

ARBOL GENEALÓGICO DEL DIVINO AVATAR EN ESA ERA

Bisabuelo Materno Primera Esposa del Patriarca Kobda.


BOHINDRA SADIA

Abuelo Materno, Capitán de la Guardia Abuela Materna, Hija de Noephastro de


Real Otlana.
JOEVÁN SOPHÍA

EVANA DE ETHEA
“Eva”

Abuelo Paterno Abuela Paterna, doncella de la Princesa


Capitán Sophía
ALDIS MILCHA

ADAMÚ DE ETHEA
“Adán”

Padre Madre
ADÁN EVA

“ABEL”

Al enviudar Bohindra, se recluye en el Santuario Kobda llamado: “La Casa de NUMÚ”, “El
Templo de las Sombras”, “El Edén del Silencio”, situado en Neghadá (milenios después
Alejandría), capital del País de Ahuar, (milenios después Egipto); que estaba habitado por
Kobdas solitarios que, huyendo de las sociedades humanas, legaban sus fortunas para
obras sociales de gran importancia que se realizaban desde ahí; y se dedicaban por entero
a la vida espiritual, al estudio de Eterna Sabiduría, al renunciamiento total de lo material; y
al desarrollo de facultades mentales y espirituales, llegando a ser su Patriarca y Director.

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Noephastro, es el padre de Sophía, la Princesa Atlante que se enamora en secreto y se une
con Joeván.
Al ser amenazada por el hundimiento bajo las aguas esa sección del Continente Atlante, se
construye el gran buque-palacio (Arca de Noé) y una numerosa flotilla para emigrar hacia
el Continente; viajan durante 8 meses y van en dirección al País del Ática prehistórica (La
Grecia de hoy), donde Noephastro piensa unir en matrimonio a su hija Sophía con el
heredero del trono de aquel país; y con ello realizar una alianza protectora para su pueblo.
Al llegar al Ática, la princesa Sophía y Joeván roban un barco de la escolta; y acompañados
por Milcha su fiel doncella y de su esposo Aldis, también capitán de la guardia real, salen
huyendo, navegando por el Golfo Cícladas (Mar Egeo); y después pasaron de isla en isla
por el Mar Grande (Mediterráneo) recientemente conformado.
Aldis y Joeván, instalan a sus dos esposas embarazadas en una cueva de un lugar solitario
y salen en busca de mejores condiciones de vida para ellas, ya que se avecinaba el fuerte
invierno.
Son apresados por un barco de piratas que comerciaba con esclavos; y como eran jóvenes,
fuertes y apuestos, piden por ellos un fuerte rescate que es pagado por el Santuario de
Neghadá.
Sus condiciones físicas y mentales son deplorables, necesitan atención médica e ingresan
al hospital o “jardín de reposo” del Santuario para ser curados.
En el Santuario, se hacían profundos estudios sobre plantas medicinales que cultivaban,
existían aguas termales irradiadas que, activadas por las plantas y por el sonido de la “lira
mágica” de Bohindra, ejercían en todos los enfermos, ya fuera del cuerpo o del alma, un
restablecimiento total. Así pues, Aldis y Joeván, son sometidos a un largo tratamiento.
Cuando recobran la consciencia, Joeván cuenta a los Kobdas las tribulaciones de ambos
jóvenes, quienes al ser presentados al Patriarca Bohindra, éste lo reconoce como su
amado hijo; y les ofrece que, una vez restablecidos, les facilitará los medios para reunirse
con sus esposas.
Todas las noches se realizaban en los Santuarios, horas de meditación y contacto con
Entidades de Luz de Planos Superiores; y entre los Kobdas Azules, existían seres con
poderosas facultades superiores, como eran: el Kobda Agnis (posteriormente Joanán, el
Bautista) y Tubal (posteriormente Arjuna, discípulo de Khrisna). Ellos visualizaron el lugar
donde se encontraban las mujeres. Asímismo, tuvieron el aviso espiritual de que sus
esposos no se volverían a reunir con ellas en el plano físico. Más tarde se les daría la
ubicación exacta de la “Caverna de Gaudes”, donde se encontraban, ya que de ellos
nacería el Hombre-Dios, el Divino Avatar, ABEL.
Mientras tanto, Sophía y Milcha son guiadas espiritualmente por un sabio ermitaño llamado
Gaudes hacia una cueva abandonada, éste se convierte en su guía tutelar desde cuarta
dimensión. Se instalan y dan a luz.
Sophía a EVANA
y
Milcha a ADAMÚ

22
Joeván y Aldis, desde el Santuario, ya que para el verdadero amor no existen barreras ni
distancias, tienen encuentros dimensionales con sus esposas, ya que una vez pasadas las
veinte lunas de pruebas por las que todo aspirante a vestir la túnica Kobda debía pasar,
participaban en las reuniones de contactación y meditación de sus maestros; y ahí, por
Orden Superior, se les permite conocer la verdad.
En los primeros años de la vida de Adamú y Evana, muere Sophía; después de haber
escrito toda su historia en su lengua Atlante sobre hojas de palmera, la que legaría a los
pequeños para que en el futuro conocieran su origen.
Cuando contaban con diez años, muere Milcha; y quedan los dos pequeños acompañados
únicamente por renos salvajes domesticados por Gaudes, quien representará para ellos su
constante Guía junto con otras Entidades de Luz (Arcángeles), que los niños veían en
materializaciones, así como a sus madres.
Por lo tanto, sabían que no estaban solos más que en el aspecto físico, ya que habían
realizado largos recorridos por los alrededores en todas direcciones; y nunca habían visto a
otro ser humano.
Cuando contaban con trece años, en uno de sus largos paseos vieron acercarse a una
barca que navegaba sobre el río con un pequeño recién nacido que lloraba; y su madre a
un lado muerta. Lo adoptan amorosamente y lo llaman Kaíno (Canighi, según los libros
sagrados hebreos).
A los cuantos meses, nace de ellos ABEL; y este gran acontecimiento para toda la
humanidad de entonces, es conocido por los Iluminados del Santuario, quienes emprenden
un viaje de búsqueda, pues ya tenían el s¡tio exacto donde se encontraban.
Joeván había muerto en el Santuario casi al mismo tiempo de morir Sophía en Ethea; y ya
se les permite unirse en un plano superior; pero vivían Aldis, ya como segundo Patriarca,
padre de Adamú; y Bohindra, Primer Patriarca, Abuelo de Evana.
Se realizó pues el encuentro maravilloso de la sagrada familia; y los Kobdas Azules,
quienes tenían otro Santuario cerca del Lago Van, donde se juntaban los ríos Éufrates e
Hildekel (Tigris), llamado “El Edén de la Paz”, adonde se dirigen y desde donde Bohindra
ejercerá su mandato como Kobda-Rey y Supremo Patriarca de la Santa Alianza de
Naciones de los Tres Continentes que ya he mencionado.
Ahí está relatada la infancia y juventud del Divino Ungido del Padre, el Hombre-Luz, cuya
presencia física marcará una Nueva Era o Civilización en el Planeta.

NOTAS:
Aldis, en la época del Divino Mesías como JESUS DE NAZARETH, reencarnó como LUCANO
o Lucas médico, después uno de los evangelistas.
Milcha reencarna como el tercer hijo de la Reina Shiva y se convierte en discípulo de ABEL.
En la Novena Jornada Mesiánica, al lado de JHASUA, es su discípulo íntimo, el Apóstol
Pedro.

23
Quinta Jornada Mesiánica 8.300 años antes de Cristo

“ABEL”

Sus Guías Espirituales: VENUS Y KAPELLA.


ABEL: significa “Bello como el Sol”.
Nació en el País de Ethea, en el sitio marcado como “Caverna de Gaudes” en el mapa
titulado “Región de los Cinco Mares”.
El advenimiento del “Hombre-Luz” en esa época, marcó el inicio de una nueva civilización
en la humanidad civilizada del planeta: “La Civilización Adámica o Abeliana”.
Los países del Nilo, los de las costas del Mar Grande (Mediterráneo), los bañados por el Río
Éufrates y los del Norte hasta Ponto Euxino (Mar Negro); y Mar del Hielo (Mar Báltico)
hasta las faldas de la Cordillera del Cáucaso, conformaban lo que se llamaba entonces “los
3 Continentes”, países casi todos afiliados a la Santa Alianza de los Kobdas Azules, pues su
benéfica influencia cubría a todos con un manto de hermandad, amor y prosperidad.
La palabra “Kobda” significa: “El que extrae del fondo de todas las cosas lo más hermoso
que hay en ellas”. El color azul de sus túnicas venía desde los Flámenes Lemurianos de
NUMÚ.
Vimos ya cómo las enseñanzas de profunda sabiduría, tanto de los Flámenes como de los
Dacthylos ANTULlANOS, se funden en una sola verdad traída a la humanidad en distintas
etapas por el mismo “Avatar Divino”.
Bohindra, el Kobda-Rey, conocido también como “el mago del amor”, genio organizador y
tutelar de sociedades humanas, era el bisabuelo materno del “Divino Ungido” ABEL, quien
desempeñaría su Quinta Jornada Mesiánica elevando el nivel moral y espiritual de la
humanidad de entonces.
Al tener aviso el rey, tanto por vías espirituales como por vías físicas, de que el Supremo
Avatar había tomado ya posesión de una materia física y se encontraba viviendo al lado de
sus padres Adamú y Evana, en una caverna alejada de todo contacto con el mundo civili-
zado; y de que es hijo de Evana, quien a su vez era hija de su hijo Joeván, emprende
personalmente su intensa búsqueda.
Al encontrarlos viviendo en una caverna y acompañados tan sólo por renos salvajes que
habían domesticado, creyendo que eran los únicos habitantes del planeta, fue grande su
alegría al descubrir que había otros seres vivientes además de ellos.
En la caravana del Kobda-Rey, venía también el Patriarca Aldis, padre de Adamú y abuelo
o “pangrave” paterno de ABEL.
Se daba el nombre de “Edén” a todos los Santuarios-Escuela fundados por los Kobdas; y
una vez reunida la sagrada familia, se instalan en el Edén de La Paz, desde donde
Bohindra, el Kobda-Rey, ejerce su reinado; y donde su amado bisnieto ABEL, el Hombre
Luz, pasará su niñez y juventud.
A la edad de 12 años es tal su claridad mental, que sus maestros lo autorizan a tomar la
túnica azul de los Kobdas, como símbolo de Iniciación, que le daba derecho a participar en

24
Las investigaciones y estudios de Eterna Sabiduría; y tomar parte en las ceremonias de
contacto que se llevaban a cabo entre sus iluminados maestros y los Seres de Luz de
Planos Superiores.
A los 18 años ya tenía plena consciencia no sólo de sus existencias anteriores, sino de
todas las maravillosas enseñanzas científicas y religiosas que, como Supremo Guía e
Instructor de la humanidad, había legado a ella.
No implantó una nueva doctrina, sino que afirmó las bases dadas antes por Él mismo. A
partir de esa edad, pide a Bohindra; y éste le concede, viajar con un grupo de maestros
Kobdas y recorrer hasta el último rincón de los 3 continentes, llevando su mensaje de
amor y de sabiduría; y a nombre del rey, ver que las leyes de justicia e igualdad fueran
respetadas y aplicadas; realizando su maravillosa presencia curaciones masivas y
despertando el amor fraterno en todos los seres, esto lo hace ganarse la admiración y el
amor al punto de veneración de todos.
A la muerte de Bohindra, el Gran Thidalá de la Santa Alianza de Naciones, ABEL contaba
con 28 años; y fue elegido en delirante ovación de las multitudes como su sucesor, ya que
tanto Él como el Kobda-Rey, habían encontrado en el amor fraterno el secreto de la dicha
humana.
La Paz, el amor y la prosperidad que reinaban en todas las comarcas y países de la Gran
Alianza, permanecen hasta que el Hombre Dios llega a la edad de 33 años cuando muere
asesinado.
Su hermano adoptivo Kaíno, siempre receloso de la brillante personalidad de ABEL, huye
del Edén de La Paz a los 18 años; y va hacia las montañas donde se erige como caudillo de
nómadas y perseguidos por la justicia, siendo sus guías los “anillos” de la “Serpiente Roja”,
que era el nombre dado, desde las remotas épocas Sumerias, a una organización de
magos negros que como augures se infiltraban en las sociedades y gobiernos,
envenenando con sus malas artes a todo aquel que les impidiera su maligna acción.
Era de conocimiento común que “La Serpiente Roja” se infiltraba en forma secreta y con
gran astucia para esparcir su veneno. Éste es el origen de la leyenda de “La Serpiente del
Mal en el Paraíso” o Edén.
La humanidad actual, por carecer de la verdad y por no preocuparse de analizar e
investigar las supuestas bases, erigidas sobre los relatos maravillosos e inverosímiles que
ha recibido como herencia equivocada por milenios, deberá utilizar su razonamiento
basado en la lógica más elemental, para vislumbrar la luz de la verdad.
Kaíno planeó varios atentados fallidos contra la vida de su hermano adoptivo, hasta que,
desde las montañas del país vecino de Nairi, tendió una emboscada en la que cayeron
presas como rehenes su madre Evana y la Reina Ada, esposa viuda de Bohindra.
Estando ABEL en el Santuario de La Paz; y enterándose de estos hechos; y conociendo el
gran peligro en que se encontraban, emprende una caravana para ir en su rescate,
resuelto a pactar con Kaíno sobre las terribles condiciones que seguramente le exigiría a
cambio de la vida de Evana y de Ada.
Los arqueros de la fortaleza desde donde Kaíno realizaba sus fechorías; y en donde tenía a
las prisioneras, tenían orden de atacar a los emisarios de La Paz y concentrar su puntería
sobre la persona de su hermano ABEL, quien al acercarse a realizar el pacto de paz y

25
evitar más guerras y matanzas entre dirigentes y guerreros, recibe una puñalada por la
espalda que le atraviesa el corazón.
¡Así, una vez más, es sacrificado el Divino Ungido del Padre, el Hombre Luz de esta
humanidad ciega a Su infinito amor!
Estos relatos fueron legados milenios después al Divino JHASUA en su novena Jornada
Mesiánica al planeta. Fueron 80 rollos de papiros escritos por el ya mencionado Patriarca
Aldis, padre de Adamú, quien fue testigo presencial de cada instante de la vida del Hombre
Dios en su Quinta visita física a este planeta.

NOTAS
El advenimiento del Dios Niño en una caverna, al lado de sus humildes padres Adamú y Evana y
rodeado de bestias domesticadas, corresponde precisamente a esta época.
Una vez, estando en el Santuario “Edén” de La Paz, las mujeres Kobdas tejieron un bello tapiz que
regalaron a Adamú y a Evana, simbolizando el hecho maravilloso como recuerdo. De él se tejieron
infinidad de copias que fueron enviadas a los Santuarios.
Seguramente alguna de ellas cayó en manos de los llamados “historiadores” de la época de
JHASUA y cayendo en un error que implicaba milenios de diferencia entre un advenimiento y otro,
se generó la leyenda del “pesebre” y la sagrada familia de Joseph y Myriam.
¡La presencia de los “Reyes Magos” implica también un grave error pues en la época de ABEL no
existieron!

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KHRISNA

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Sexta Jornada Mesiánica 3.000 años antes de Cristo

“KHRISNA”

Sus Guías Espirituales: ARIEL y AHELOHIN


El significado de “Khrisna” es: “Secreto Guardado en las Sombras”

Su Padre: Vasuveda, Segundo hijo del Rey Vado-Van Ugrasena, de Madura, Península
Indostánica.
Su Madre: Devanaguy.

El advenimiento del Hombre Dios de esta etapa, se realiza 5.300 años después de ABEL.
Es nombrado “Príncipe de la Justicia y de la Paz”.
En todo el Dekán (Península Indostánica) se había extendido el nefasto poder de La
Serpiente Roja, magos negros que actuaban secretamente a través de sus “anillos” (cada
uno compuesto por 4 magos), estratégicamente distribuídos en todos los reinos, existiendo
en toda la India una gran ignorancia, esclavitud, hambre y opresión hacia la mayoría del
pueblo, que conformaba las castas inferiores o proletarias, las que se veían privadas de
todos los derechos humanos por las castas divinas, superiores o sacerdotales de los
Brahamanes.
Existían también dos fuertes corrientes: los Indraístas y los Agniístas. Indra: “el aire” quien
tenía a su disposición “el rayo”, exigía víctimas para calmar su furia, que niños fueran
colgados de los árboles hasta morir de hambre; y que el viento recogiera sus lamentos. A
su vez, Agnis: “el fuego”, exigía que fueran quemados en hogueras. Había pues gran
persecución de niños para ser sacrificados.
Los magos negros infiltrados en la corte del rey Ugrasena, aconsejan a su hijo primogénito
Kansas, destronar a su padre y encarcelarlo en una torre. ¡Devanaguy, esposa de su
hermano Vasuveda, también es encarcelada, pues los magos saben que de ella nacerá el
Gran libertador; y quieren aniquilarlo al nacer!
Poco antes del advenimiento, son liberados, tanto el rey como Devanaguy; y escondidos
por los monjes solitarios ocultos en las montañas, nada menos que una rama de los
antiguos Flámenes Lemures, quienes en forma secreta habían hecho alianza espiritual con
los Kobdas Azules; y tenían ocultas sus escuelas de Sabiduría Etema, ya fuera en las
montañas inaccesibles o en la Isla de Bombay, donde habían sido construídas desde
milenios antes 49 torres ciclópeas, rememorando el Gran Santuario Lemuriano de NUMÚ,
Lina-Pah-Kanh.
Cada torre era un templo de estudio, concentración y cultivo de los poderes mentales y de
las fuerzas superiores del Espíritu. Estas torres se conocieron después como “Las Torres
del Silencio”.
En aquel entonces, todos creían que la Isla estaba poblada por demonios; y tenían gran
temor de acercarse. Los solitarios nunca pensaron en desmentir a nadie, ya que esto les
proporcionaba seguridad.

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Todas las torres estaban comunicadas por subterráneos, donde pasaban la mayor parte
del tiempo, prácticamente sin salir a la superficie, para no ser descubiertos.
Fue ahí donde el rey destronado y el Divino Khrisna, fueron llevados; y donde el Avatar-
Niño es instruído desde pequeño, en la alta Sabiduría y desarrollo de grandes poderes.
Por muchos años fueron intensamente buscados por sus enemigos, hasta que los mismos
magos, viendo amenazadas sus vidas por no encontrarlos, inventaron que los habían
mandado asesinar, presentando a Kansas cadáveres muy parecidos pero descuartizados;
es así como cesa la búsqueda.
Khrisna, tenía un gran desarrollo físico; a los 15 años parecía que tenía 23 y su brillantez
mental era tal como la de sus amados maestros, a los que naturalmente superó en poco
tiempo.
Se había realizado una gran alianza espiritual entre los seguidores de NUMÚ, los Flámenes
(Flamas, Llamas, Lamas), los Dacthylos Antulianos y los Kobdas Azules de ABEL, fundiendo
todos los conocimientos en una sola doctrina, cuyos seguidores se llamarían los “Kobdas-
Flamas” que significa: “Corona de Llamas”.
Todos ellos sabían de su gran responsabilidad como ayudantes de la delicada misión que el
Divino Avatar venía a desempeñar en esa era: abolir la injusticia y el crimen, combatir la
ignorancia en que estaban sumidos los pueblos atemorizados por La Serpiente Roja,
devolver el trono a su abuelo; y con esto implantar leyes que acabaran la gran esclavitud
con la abolición de las castas; y llevar a todos los pueblos a una vida de paz, amor y
prosperidad.
Por lo tanto, por primera vez en la historia, los Kobdas-Flamas dejan sus túnicas amarillas
y toman sus arcos y flechas y se cubren con pieles de animales salvajes. Se proponen
quitar a Kansas del poder. Éste, al verse cercado una noche por miles de lobos rugientes,
huye despavorido hacia el mar; y se embarca con una gran cantidad de oro, en un barco
cuyo capitán lo asesina. También lograron asustar a sus allegados quienes huyeron hacia
los montes.
El rey Ugrasena vuelve a su fortaleza en unión de su amado nieto, quien contaba ya con
18 años (con apariencia de 30), e inicia una campaña de amorosa justicia; cambia las leyes
y suprime “las castas”; y permite que KHRISNA salga hacia todas las provincias,
recorriendo desde Ceylán hasta el Tíbet, en misión de amor y de enseñanza, así como
comprobando personalmente que las nuevas leyes fueran aplicadas, ganándose con esto
como era de esperar, el gran amor de los pueblos y el odio de muchos enemigos.
KHRISNA nunca fue un guerrero como lo presentan los historiadores; muy por el contrario,
sus únicas armas fueron sus palabras de sabiduría y amor, sus grandes poderes curativos;
y su vida ejemplar de justicia y hermandad. Tanto luchó su amor contra el mal y la
ignorancia, que su cabello encaneció totalmente a la edad de 25 años.
Para proteger a los niños de morir en sacrificios humanos que ya mencioné, mandó
construír una gran fortaleza para albergar a todas las mujeres embarazadas, que acudían
allí para proteger la vida de sus futuros hijos. Sus enemigos proclaman que el Príncipe de
Madura era poseedor del mayor serrallo jamás soñado por rey alguno.
Malwa, la única hija del rey de Golkonda, es abandonada por el futuro padre de su hijo; y
acude secretamente a KHRISNA en busca de ayuda. Éste pide autorización al rey su abuelo

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para tomarla como esposa, ocultando así su deshonra y la pena mortal que su padre le
hubiera impuesto.
Gustosos, los reyes celebran los esponsales de sus príncipes herederos, estableciendo con
esto una poderosa alianza entre los dos reinos.
Estando ya a solas, KHRISNA promete a Malwa reconocer a su hijo como propio y le pide a
cambio su entera colaboración para que en Golkonda se establezcan las leyes de amor y
justicia. “No podré darte el amor de esposo que esperas, pues lo tengo ya dado a la
humanidad que me rodea.” dijo a Malwa, “Tendrás siempre mi amorosa protección y
nuestro hijo será el futuro rey de Golkonda y de Madura”
Este gran secreto los acompañó hasta la tumba, pues ni aún Devanaguy, madre de
KHRISNA, se enteró de la verdad.
Al morir el rey Ugrasena, KHRISNA es coronado sucesor y su hijo Shanyan como príncipe
heredero; Malwa, la dulce compañera del Hombre Luz de esa era, trabajó incansablemente
junto a Él por el amor y la justicia.
El viejo rey de Golkonda enferma; y pide a Malwa traerle a su nieto Shanyan, para ser
presentado como heredero. Emprenden el viaje.
KHRISNA queda en su fortaleza al lado de sus amados Consejeros y discípulos: Arjuna,
Zenda, Adgigata y Paricien, quienes siempre lo acompañaron desde sus primeros años en
los Santuarios o Lamasterios. Todos ellos también dotados de grandes poderes mentales y
espirituales, de tanto en tanto practicaban retiros de prolongadas meditaciones al lado de
sus maestros. Es ahí donde KHRISNA escribe el BHAGAVAD-GITA y los UPHANISHAD.
Los Libros Sagrados Hinduístas de: los Vedas, los Puranas, el Mahabharata, el Righveda; y
el Zenda Avesta de los Persas, originalmente contenían el KHRISNAÍSMO puro, pues
fueron recopilaciones que hicieron sus discípulos.
Más tarde, al llegar a manos de múltiples intérpretes y traductores, sufrieron graves
adulteraciones, hecho que veremos repetirse en relación con escritos sagrados legados a la
humanidad y distorsionados por ella misma.
Todos los originales y copias autorizadas, existían en los archivos secretos de los
Santuarios; escritos ya fuera en jeroglíficos sagrados, o en lenguas completamente
inaccesibles para los profanos, que fueron quienes los hicieron públicos.
Una noche, la fortaleza se ve rodeada por guerreros que disparan sus flechas,
sorprendiendo a sus habitantes, que empiezan a morir por no estar preparados para la
guerra. Pasan varios días en resistencia defendiendo a su rey, quien para evitar matanzas
quería entregarse desde el primer día de ataque, pero sus consejeros se lo impedían.
Querían salir y dar su vida a cambio de la de su amado rey; y quizá con ello pactar la paz.
KHRISNA, no pudiendo resistir más el dolor de ver más heridos, sale solo, en busca de
poder realizar un pacto por desventajoso que fuera, para evitar el derramamiento de
sangre, pero sale a su encuentro una flecha que le atraviesa el corazón.

Tanto esta biografía como los originales de los Libros Sagrados de los Hindúes; y copias
autorizadas por los Kobdas-Flamas, fueron estudiadas milenios después por el Divino Maestro y
sus Instructores Esenios, quienes las conservaban en sus archivos entre las rocas, en absoluto
secreto.
ZENDA, discípulo de Khrisna, reencarna después como el Rey Mago Baltazar.

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MOISÉS
EL VIDENTE DEL SINAÍ

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Séptima Jornada Mesiánica 1.500 años antes de Cristo

“ATON MOSES”
Sus Guías Espirituales: AELOHÍN y ARIEL
Abuelo: el Faraón Setí Ramsés I.
Abuela: La Reina Epuvia Aísa, Hija de Sfaz de Mauritania.
Madre: Princesa Av-Isis-Thimetis, Hija única del Faraón Ramsés I (Reencarnación de
Wilkiria, madre de ANTULlO)

La raza Egipcia desciende de la raza Tolsteka, semi-dioses, sabios y grandes mentalistas


Atlantes. En lengua Tolsteka “ATON” significaba “La Mayor Altura”. “ATON-MOSES”,
significaba “Sol de la Noche”.
Thimetis, la Princesa, es presentada al pueblo Egipcio por su padre Ramsés I, como
heredera del trono. Para tal evento, hace venir a palacio al mejor joyero hebreo, para
adaptarle alhajas reales a su corta estatura. Se enamoran; y son unidos en matrimonio
secreto por el Patriarca Eleázar, padre de Amram.
Al saberse embarazada renuncia al trono de Egipto; y pide a su padre su retiro al castillo
del Lago Merik, ubicado a unas horas de distancia en góndola, navegando por un canal del
río Shior o Nilo. Obtiene para Amram el nombramiento de Capitán de su Guardia Real; y
elige un gran cortejo de doncellas con sus familias como acompañantes y servidores.
Asímismo, pide a los Pontífices Pthamer y Membra, Hierofantes de los Grandes Templos de
Isis y de Menfis, que la acompañen en su destierro voluntario y sigan sirviéndole como
Maestros de Sabiduría, ya que desde su niñez, recibía sus sabias enseñanzas salidas de los
Libros Sagrados, como llamaban a las crónicas, leyes y ordenanzas, copias del Archivo
Milenario, que conformadas por papiros en jeroglíficos sagrados, se guardaban en los
subterráneos del Gran Templo de Menfis. Estos tesoros en escritos, fueron trasladados al
Lago Merik; y fueron la base de las enseñanzas de Divina Sabiduría que recibiera el Divino
Hijo de Dios, en su niñez y primera juventud.
Una vez instalada en su castillo, da a luz a su hijo ATON-MOSES, quien es registrado en
secreto en los Libros Sagrados del Templo. Este nacimiento es mantenido en el más
absoluto de los secretos a los ojos de su corte; y el niño permanece oculto por una
doncella.
Ramsés I era un ser cruel y depravado; formaba parte de su Consejo de Gobierno un
grupo de magos negros que sagazmente se habían introducido; y quienes lo manejaban a
su antojo, obligándolo a cometer horribles crímenes, satisfaciendo sus propias venganzas.
En esa forma, convencen al Faraón de que la raza hebrea en Egipto representa una
amenaza de dominio para su pueblo, ya que es una raza fuerte y culta, en cuyas manos
estaban la mayor parte de negocios y talleres. A través de todos los Intendentes del
Gobierno, se decreta la persecución y matanza de todos los niños hebreos.
La Princesa Thimetis visita a su padre en su palacio; y en combinación con su doncella,
hace aparecer por un canal del río una cesta que contiene al niño. Sale de paseo con sus

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doncellas y aparenta el encuentro. Decide adoptarlo y hace la presentación oficial ante su
padre, llamándolo OSARSIP, que en lengua egipcia significa “salvado de las aguas”.
Hace venir a Jacobed, madre de Aarón; quien es tía de Amram, para servir de nodriza para
su pequeño OSARSIP. Es así como los dos niños se crían juntos en el castillo del Lago
Merik; y reciben la misma instrucción de los Grandes Hierofantes Egipcios.
OSARSIP muestra desde pequeño su radiante inteligencia; y a la edad de 18 años recibe
su Primera Iniciación en el Templo. Es entonces cuando sus padres le revelan su origen; y
el Gran Pontífice le anuncia sus grandes designios como Guía e Instructor de la
Humanidad.
Ramsés I había contraído segundas nupcias con una princesa Gala, de quien tuvo dos
hijos. A su muerte, sube al trono su hijo mayor Amenhepat, como Ramsés II. Como es
todavía menor de edad, su madre, mujer ambiciosa y malvada, siempre aconsejada por los
magos negros, temerosa de que Thimetis o su Hijo le arrebataran el poder, decide
eliminarlos.
Amenhepat y Osarsip eran de la misma edad, e ignorando el joven Faraón las intenciones
de su madre, nombra a su real sobrino como Superintendente Virrey, ya que aunque
habían crecido separados, sentía una fuerte atracción hacia él y hacia su madre Thimetis; y
puesto que ellos desde el Lago Merik realizaban tan maravillosas obras en bien del pueblo,
éste los seguía con adoración.
Osarsip es Superintendente Virrey por corto tiempo, pues a los 20 años, sus amados
Maestros Membra y Pthamer le aconsejan salir de Egipto, pues ellos sí estaban al tanto del
gran peligro que corría su vida.
Sale rumbo a Madian, provincia de Parán en el desierto de Arabia; allá deberá reunirse con
Jetró, tío de su madre.
En el camino, pasa por las ruinas del Gran Templo de Luxor, donde asiste en sus últimos
días al Hierofante Neferkeré, quien en clarividencia lo reconoce como el Divino Mesías; y le
hereda el archivo sagrado del Templo con toda la documentación recopilada de la
antigüedad, referente a los Orígenes de la Civilización Adámica, llamados también
Escrituras del Patriarca Aldis (abuelo de ABEL).
Su tío Jetró, antiguo Hierofante del Templo de Karnak, vivía en Parian, en un Oasis
llamado Pozo Durba. Tenía en su poder el archivo sagrado del Templo, que consistía en
papiros que contenían la gran sabiduría de ANFIÓN y ANTULlO; con escritos y crónicas
sobre Astronomía, Astrología, Alquimia, Medicina, desarrollos espirituales, que eran
legados del antiguo Sabio Atlante Dacthylos o Hilkar, Príncipe de Talpaken, primer notario
del Maestro ANTULlO.
Al llegar MOISÉS donde su tío; y trayendo consigo el archivo heredado en el Templo de
Luxor, deciden dedicar todo su tiempo durante diez años al estudio de esos tesoros
escritos, atar cabos sueltos entre las distintas Jornadas Mesiánicas; y en concentraciones
diarias, en una bóveda subterránea que construyeron para tal fin, realizar regresiones y
vivir las gloriosas existencias físicas que el Divino Avatar, como Guía e Instructor de
humanidades de este planeta, había realizado antes, así como integrar el gran legado de
Divina Sabiduría que había hecho en cada una de Sus visitas.
Primeramente, en el Continente de Lemuria, sus personalidades de JUNO y NUMÚ, en
Atlántida como ANFIÓN y ANTULlO; en Ethea y Neghadá como ABEL; y en las Torres del

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Silencio de Bombay, como KHRISNA. Seis Jornadas anteriores en las cuales el Hombre-
Dios, el Hombre Luz, volcó Su Gran Sabiduría y Amor sobre este planeta.
Deciden formar la Primera Escuela Iniciática del Desierto; y hacen venir a su lado a viejos
sacerdotes de los Templos Egipcios, que deseando huír de las ruinas en que se habían
convertido sus Templos, servirían como Instructores para los numerosos discípulos, hijos
del Desierto, que empezaron a llegar.
En su primera juventud, MOISÉS conoció a su Alma Gemela; una niña llamada Merik, hija
del médico de Thimetis. No se unió en matrimonio con ella, debido a que cuando Él se
encontraba en el desierto, la niña murió de un ataque al corazón. MOISÉS lloró mucho su
muerte; y en Sus oraciones pidió a Su Padre que le concediera encontrarse con ella en los
Planos Superiores. Merik lo acompañará durante Su vida como un Ángel Protector.
Es así como al contar con 30 años de edad, sus Guías Espirituales lo hacen dirigirse a la
soledad del desierto, rumbo a una gruta en el Monte Horeb, donde recibió Su Gran Consa-
gración como excelso Vidente.
Para ello, tuvo una preparación que duró siete días en absoluto silencio y recogimiento.
Después de esto, tomó ligeras provisiones para los siete días que debería permanecer en
la gruta. Al llegar a ella, en el umbral encontró a Merik y a sus amados Guías ARIEL Y
AELOHÍN, quienes envueltos en un poderoso halo de luz, lo invitaron a entrar.
Es ahí donde el Maestro de Luz descorrió los velos secretos del Eterno invisible; en siete
días de sueño profundo, habiendo visto desfilar ante su alma extática la creación de un
Universo de millares de mundos; y luego la evolución del planeta Tierra, en épocas cuya
duración le era imposible fijar.
¡Cuando se despertó, encontró que había envejecido veinte años. Sus párpados caídos y
sus cabellos grises lo hacían parecer como un hombre de cincuenta años!
Unos días después, escribió MOISÉS esta magnífica visión y la llamó “el Libro de los Princi-
pios” o “Génesis”. Fue su primer libro que nadie conoció hasta muchos años después.
El original fue escrito por MOISÉS en el estilo jeroglífico secreto, usado únicamente en los
antiguos Templos Egipcios, con todos sus cantos, salmos y profecías. Estos papiros fueron
conservados en severa custodia por los Ancianos del Gran Santuario de Moab de la
Fraternidad Esenia y sólo permitieron sacar copias a personas de absoluta confianza. Estas
copias fueron declaradas apócrifas siglos después; y sustituídas por el Pentateuco que se
conoce y se atribuye a MOISÉS.
Diez años antes, llegó al Oasis de Pozo Durba una mujer ultrajada y violada por los piratas,
pidiendo protección al Gran Patriarca Jetró. Su nombre era Séphora. MOISÉS se había
apiadado de su gran dolor y había pedido a su tío que los uniera en matrimonio. Este gran
sacrificio del Divino Ungido de Dios, le fue altamente compensado, pues al adoptar como
propio al hijo que Séphora traía en sus entrañas, tuvo aviso de sus Guías Espirituales de
que era un Gran Ser de Luz.
Su nombre era GHESEN O ESSEN; y fue el Fundador de la Gran Confraternidad Esenia a la
muerte de su Padre; siete años después de acaecida, en unión con su tío Aarón y sus
hijos, inician la construcción subterránea del Gran Santuario del Moab, ubicado frente a la
gruta del Monte Nebo que el Maestro de Luz eligió para morir; y donde se conservaban sus
restos. Los papiros originales de sus otras obras: el Grandioso Decálogo y el Deuteronomio
o Libro de Números, también fueron conservados por esta Orden Secreta, que permaneció

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oculta hasta el regreso a la vida física del Divino Avatar como JHASUA DE NAZARETH,
1.500 años después.
Vemos aparecer a Essen en reencarnaciones posteriores como: Nathán, Profeta Consultor
del Rey Sabio Salomón; como José, hijo del Patriarca Jacob; y como el Gran Maestro Filón
de Alejandría, en el tiempo de JHASUA.
A los 31 años, MOISÉS regresó a Egipto con su esposa Séphora y su hijo Essen a reunirse
con su madre, la Princesa Thimetis.
Muerta la madre del Faraón Ramsés II, ésta posee diabólicamente a su hijo, quien sufre
enormes torturas. Entre los Pontífices Membra, Pthamer, Thimetis y MOISÉS, lo exorcizan
y salvan de la influencia nefasta, convirtiéndose después en un gran iluminado.
El Faraón renuncia a todas las injusticias que se cometían política y físicamente contra el
pueblo Judío en Egipto; cambia todas sus leyes; y logra obtener su primera Iniciación en el
Gran Templo de Om, haciendo votos de gran sumisión, eliminando el dolor al que todo su
pueblo había estado sometido durante la vida de su madre.
Pide a MOISÉS que vuelva a ser su Superintendente Virrey, pero Él se niega a recibir el
título; en cambio, pide al Faraón reestructurar todos los Templos que se encontraban en
ruinas e instituír en ellos Escuelas de Sabiduría Divina “de puertas abiertas”, aceptando a
todos los aspirantes por igual, no sólo a las altas clases privilegiadas. Esto se lleva a cabo y
queda el Gran Templo de Om, como sede de Karnak, Luxor, Tebas y Menfis.
MOISÉS viaja en busca de secretos Santuarios Kobdas ocultos en las montañas, para
reunir nuevamente a los poseedores de Eterna Sabiduría; y junto con los Iniciados de Pozo
Durba, son puestos como Instructores en los diferentes Templos.
Durante sus largos recorridos por las montañas encontró que existían Santuarios Ocultos
en: los Montes Atlas Mauritanios, en Sinaí, Hor, Nebo y Gondar; así como en Etiopía
encontró Kobdas descendientes de los Flámenes Lemures, Hijos de NUMÚ. También
existían Santuarios KHRÍSNICOS, dirigidos por “Llamas” o “Lamas”, descendientes de los
Dacthylos, seguidores del antiguo Sabio Atlante Hilkar, primer notario de ANTULlO.
El eterno ideal de MOISÉS, ya de regreso en Egipto, era elegir a todo un pueblo e iniciarlo
en la Gran Sabiduría; a través del Templo de Om convoca a muchos a seguirlo en ese
ideal, para lo cual el Faraón le da todo su apoyo.
Sale del Valle de Ghesen con 600.000 seres rumbo a nuevas tierras donde poder realizar
su ideal; lo siguen personas de diferentes razas, no sólo hebreos; y la gran comitiva tarda
3 meses en llegar a las faldas del Sinaí (conglomerado de los Montes: Hor, Nebo y
Gondar).
MOISÉS se adelanta y llega 7 días antes que su pueblo al Santuario oculto con los
anacoretas Kobdas, pues en el camino, su Guía Aelohin, le había anunciado que, en
reunión con esos hermanos, recibiría instrucciones divinas.
En la primera sesión de contacto se presentan Aelohin y Ariel y le anuncian que están
reuniendo a un numeroso grupo de ángeles y arcángeles, quienes dirigiendo poderosas
corrientes magnéticas, realizarán un alumbramiento total de los montes, como si
estuvieran cubiertos en llamas, para demostrar a su pueblo el Gran Poder del Eterno
Invisible, único Dios a quien deberían seguir. A la llegada de la caravana, el suceso se
realiza y el pueblo cae postrado ante tal revelación.

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Desde entonces, el pueblo consideró a los montes como sagrados; y nadie se atrevía a
subir, solamente el Maestro, su hijo y algunos de sus discípulos allegados lo acompañaban
hasta el santuario oculto; además, los anacoretas Kobdas habían suplicado a MOISÉS
mantener en secreto su existencia.
Tras una preparación espiritual que duró 7 días, el Excelso Maestro, recibe “La Ley”, el
portentoso decálogo que deberá quedar grabado en las consciencias de los hombres. ¡La
Ley inexorable e incorruptible que no admite correcciones, ni modificaciones, ni
transformaciones, porque es la concepción eterna del Supremo Poder Legislador, para
todos los globos del Universo!
A continuación, lo transcribo tal como fue recibido en su forma original.

1. “Ámame sobre todo cuanto exista, porque YO Soy tu Dios y tú eres Mi Hijo”.
2. “No tomarás Mi Nombre para falsedad ninguna, porque YO Soy la Verdad”
3. “Me consagrarás un día en la semana para descanso de tu cuerpo y alegría de tu
Espíritu”.
4. “Después de Mí, darás a tus padres los dones de tu reverencia y de tu amor en
todos los días de tu vida”.
5. “No matarás a ningún semejante tuyo, porque YO Soy el dueño de la Vida”.
6. “No cometerás adulterio, ni acto alguno que ofenda el poder y la dignidad
humanos”.
7. “No tomarás nada ajeno sin la voluntad de su dueño”.
8. “No levantarás calumnia ni falso testimonio en contra de tus semejantes”.
9. “No desearás los bienes ajenos, ni pondrás tu deseo en nada que pertenezca a tu
prójimo”.
10. “No harás, nunca jamás, lo que no quieras que se haga contigo”.

¡Después de este maravilloso suceso el Supremo Maestro reposa en un sueño hipnótico


que dura catorce días!
Durante la ausencia del Maestro, llegó a su pueblo una caravana de extraños mercaderes
profanos que hicieron correr la voz de que MOISÉS había muerto en la altura de los
Montes. Iniciaron la promiscuidad y festines, lo que HUR, uno de sus discípulos íntimos,
trató de impedir y fue apedreado y agonizaba.
Bajó el Maestro de la montaña trayendo consigo “La Ley” grabada en tablas de arcilla; y
ése fue el cuadro que vio. Se llenó de cólera contra el pueblo y quería matar a los
responsables, pero HUR, moribundo, le recordó el “No matarás”. El Maestro, rompió las
Tablas Grabadas y se sumió en profunda desilusión.
¡Cuántas lágrimas derramó el Supremo Maestro, por su eterno ideal de un pueblo
elegido!... Empezaron a disgregarse hacia pueblos vecinos, huyendo de las estrictas
normas de vida que imponía. Al principio, estas huídas le ocasionaron profundo dolor, pero
después, Él mismo les ayudó a marcharse, tan sólo les pedía llevar consigo copias de “La
Ley”, la que fue conocida en todos los alrededores.

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MOISÉS, se había entrevistado con los gobernantes de Palestina, quienes conociendo su
maravilloso ideal, le habían ofrecido albergar a su pueblo en sus tierras, siempre y cuando
vinieran acompañados por Él. Al morir el Maestro en el desierto, los de su amado pueblo,
llenos de ambición, se convirtieron en furiosos guerreros, olvidaron cuanto habían
aprendido al lado del Maestro y realizaron grandes matanzas en reclamo de las tierras.
Éstos conformaron las doce numerosas tribus que menciona la Biblia; y fueron ellos los
que a los 200 años de desaparecido el Maestro ya habían deformado totalmente sus
Enseñanzas, convirtiéndolas en voluminosos “libros sagrados” que se conocen como: el
Éxodo, el Levítico o Libro Sacerdotal, Deuteronomio y Génesis. ¡En la actualidad, se
conocen como Pentateuco Mosaico estas obras ATRIBUÍDAS a MOISÉS, el Divino Hijo de
Dios; quien dedicó su vida entera a su grandiosa misión de amor y redención para la
humanidad!
Como se dijo antes, ESSEN, Aarón y sus hijos, así como los DOCE íntimos discípulos del
Maestro, tuvieron que ocultarse durante siete años en el santuario de los anacoretas
solitarios, ya que sufrieron grandes persecuciones, fundando así la Secreta Orden Esenia.
Sus doce discípulos lo siguieron durante años, habían sido instruídos directamente por el
Maestro y sentía por ellos un amor entrañable. Los llamaba “Mis doce columnas” de Su
Templo de Sabiduría, “Mis doce retoños”, del Gran Árbol de Saber; y para simbolizarlos,
grabó dos jeroglíficos.

Símbolos de Dios “El Eterno Invisible”

Estos símbolos fueron más tarde “utilizados” por el pueblo de Palestina y transformando su
alto significado, se conocen como símbolo de las doce tribus ...

Transcribo a continuación las palabras del Gran Maestro Esenio Hilarión de Monte Nebo,
quien nos ha permitido conocer todas estas revelaciones:

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“Permíteme que cierre con un broche de diamante este álbum de relatos mosaicos
extraídos de los Eternos Archivos de La Luz. Y lo llamo broche de diamantes porque la más
brillante lógica lo hace invulnerable.
Si has leído comprendiendo y meditando, habrás llegado a la convicción de que MOISÉS no
sólo no ha sido reconocido por sus historiadores como el hombre genial designado por el
Eterno Padre Invisible como Legislador, Conductor y Guía de la humanidad. Y tan es
verdad que no lo han reconocido, que lo han hecho autor de las más ruines bajezas y
horribles crímenes, como son las matanzas en masa que dicen que ordenó en diversas
oportunidades; y sobre ciudades y países cuyos habitantes nativos se defendían de la
invasión que los israelitas pretendían ejercer.
En una Biblia editada en Buenos Aires en el año 1.946 por respetables eclesiásticos
católicos, afirman lo siguiente:
“Durante el transcurso de los siglos, la Biblia ha sido traducida muchas veces. La más
famosa entre las versiones griegas es la llamada “de los Setenta” por presumirse que
éste fuera el número de los traductores, los cuales comenzaron su trabajo hacia el
año 286 antes de Jesucristo; y lo terminaron mucho antes del ciento treinta”.
Muy respetables escritores ingleses afirman que esos setenta traductores eran Doctores de
Israel y los designan pertenecientes a la Tribu de Judá, que siempre fue a la cabeza de
todas las expediciones guerreras de la raza, según su propio historiador Flavio Josefo, en
su extensa y minuciosa obra “Las guerras de los Judíos.
La más estricta y razonable lógica nos permite presumir también que esos traductores
quisieron justificar las matanzas horribles y salvajes realizadas por el pueblo de Israel en
su avance hacia la Palestina, atribuyéndolas a una orden de MOISÉS, quien recibió del
cielo la Divina Ley del Amor Fraterno entre cuyos diez mandatos aparece aquel “NO
MATARÁS”, como escrito con fuego ardiente.
Si bien se medita esa sublime y eterna Ley, también la lógica nos permite presumir que el
que recibió y vivió esa Ley cuyos diez números son un vivo reflejo de amor desde el
primero hasta el último, pues tienden todos a evitar todo daño o mal a nuestros
semejantes, no podía ni debía, ni lo hizo jamás, mandar exterminar con crueles
degollaciones a hombres, mujeres, ancianos y niños de los países y ciudades por donde
debían pasar las huestes israelitas, como en efecto lo hicieron, según lo relata la Biblia
editada en 1.946 en Buenos Aires”.
Hilarión de Monte Nebo.
FRATERNIDAD ESENIA.

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Octava Jornada Mesiánica 600 años antes de Cristo

“BHUDA”

Sus Guías Espirituales: ISIS y ORFEO


SHIDARTA GAUTAMA, Príncipe de Kapilavastu.
Su padre: Suddhodana.
Su madre: Maya, generalmente llamada Mayadevi.

Ambos procedentes de la noble estirpe de los SAKYAS, aristocráticos gobernantes de un


pequeño territorio de las vertientes del Himalaya, en el Nepal. Su capital era Kapilavastu.

El Eterno Invisible elige el Asia Oriental para enviar una vez más a la Tierra su poderoso
Rayo de Luz, Sabiduría y Amor, en la persona física de SHIDARTA.
El reino de Kapilavastu, el más poderoso en cuanto a riqueza material existente en Oriente,
es la cuna del Hombre-Luz de esa etapa, pasando su niñez y parte de su primera juventud
entre las murallas que rodeaban al estupendo palacio de su padre.
Sus maestros, Lamas poseedores de gran Iluminación, deberán prepararlo para ser el
futuro gobernante; ellos, reconociendo en el niño al Divino Avatar, desbordan su sabiduría
obtenida a través de largos años de estudio y dedicación en los Santuarios Escuela,
fundados por los discípulos de KHRISNA: Arjuna, Zenda y Paricien, quienes a la
desencarnación de su Maestro y Rey, huyeron hacia el Tíbet y Nepal, de las persecuciones
de los Brahamanes.
La claridad infinita se hace en su mente desde la primera edad; y poseedor de las
Enseñanzas de sus maestros, al cumplir su segunda edad desea conocer qué hay más allá
de cuanto lo rodea, pues en sus largas horas de meditación escucha voces llamándolo,
suplicándole entre amargos sollozos. Es así que decide salir en busca de aquellos que
claman por Él.
Secretamente abandona el palacio; y es así como Su alma se estruja de sufrimiento al
primer contacto con el dolor humano. Se acerca a los miserables, contempla con horror a
los enfermos y ve de cerca a infinidad de seres hambrientos y muertos de frío.
Presa de terribles vorágines internas y de una fiebre muy alta, regresa a su palacio bañado
en llanto. Se encierra y no quiere ver a nadie, desea morir horrorizado.
En los delirios de la fiebre, vuelve a ver a todos los rostros deformes, angustiados,
llorosos; y escucha incesantemente sus voces llamándolo. Reconoce así que debe salvar su
vida a toda costa y dedicarla a toda esa humanidad doliente.
Mediante un documento que firma, deja un aviso a sus padres, haciendo renuncia de sus
derechos, provocándoles con esto una gran indignación.
Durante la noche, por un pasadizo secreto, sale de palacio un hombre vistiendo un tosco
sayal de ermitaño ... ¡El que utilizará toda su vida como única vestimenta!

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Conozcámoslo más íntimamente a través de sus maravillosas pláticas, realizadas siempre
en el templo natural de los bosques, a la vera de cantarinos arroyos, que sirvieron de
fondo musical a su maravillosa doctrina de anulamiento del yo inferior del hombre,
habiendo comprendido, por Ley Divina e Iluminación Interna, que los dolores humanos
tienen por causa “el deseo”.

“¿Qué es el dolor sino un deseo no satisfecho?


Desea el que ama, desea el que odia, desea
El rey y desea el vasallo, el rico y el pobre,
El joven y el viejo, el sano y el enfermo,
El vencedor y el vencido.

Y de toda esta efervescencia de tumultuosos y


contrarios deseos, forma el hombre tan horrenda
y lóbrega bóveda psíquica, que hace imposible
La filtración de toda luz, de todo conocimiento,
de toda paz y de todo bien”.

Por eso, Bhuda buscó el bien de la humanidad en la anulación del deseo; y al extremar la
medida del renunciamiento, probó que cualquier hombre puede limitar sus deseos a lo
justo, para aniquilar el mal y propender al bien sobre la Tierra. En otros términos, la vida
de Bhuda fue el cumplimiento perfecto de aquel eterno: “Ama a tu prójimo como a ti
mismo”.
El renunciamiento abrió a Bhuda los cielos infinitos, convirtiéndolo en un metafísico
profundo, Maestro de Maestros, no de multitudes.
Como ANTULlO en sus transportes siderales, vio en sus meditaciones lo que es la
Divinidad, cúmulo infinito de energías, de poderes, de fuerzas y de amor. Océano sin
riberas, formado por millares de raudales, cada uno de los cuales fue individualidad en su
hora; hoguera sin fin, formada por millares de millones de llamas vivas que fueron
individualidades en su hora. Y comprendiendo el proceso evolutivo de las almas, Bhuda
pudo afirmar que es pueril; y propio de seres con mentalidad infantil, la idea de un “ser”
representación de la Divinidad, de una sola Inteligencia, marcando rutas a mundos y
seres; de una sola mano gigantesca, sosteniendo en su palma el peso de los mundos.
Todos los “seres” tuvieron principio, Sólo el Eterno Invisible no lo tuvo. Luego “no es un
ser”.
Y comprendida en la meditación, la profunda y estupenda verdad, Bhuda dijo sin temor de
ser desmentido: “Dios es el conjunto de Inteligencias perfectas”, el más breve camino para
esa dicha suprema, es el vencimiento del deseo o sea el renunciamiento completo.
Dios es la suma de todos los poderes, de todas las energías, de todos los conocimientos,
de todas las perfecciones, de todos los amores. Formidable Suma de millares de millones
de unidades que, estrechamente unidas, forman la infinita fuerza creadora que llamamos
“Dios”.
BHUDA instituyó siete virtudes básicas para los buscadores de la perfección, mediante la
unión íntima con La Divinidad:

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1. La caridad con el prójimo.
2. La pureza de vida, en pensamiento, palabra y obra.
3. La paciencia en todas las circunstancias de la vida.
4. Valor para perseverar en el sendero elegido, no obstante las opiniones
diversas del mundo.
5. La concentración espiritual o meditación, buscando el propio conocimiento y la
Energía de la Eterna Potencia.
6. Consagración a la ciencia, que nos descubre las Obras y Leyes de Dios y nos
hace útiles a la humanidad.
7. El desinterés.

“El Mahavastu” y “los Upanishad” son los textos más completos que sobre Su Divina
Sabiduría se escribieron. Los originales de estos escritos, se encuentran en Santuarios o
Lamasterios de Nepal.
De las copias que se sacaron, discípulos y seguidores traductores y demás, quisieron
“interpretarlos”, dando sus propias versiones, adulterándolos o cambiando totalmente el
significado original (Éste es uno de los errores más graves que la ciega e ignorante
humanidad terrestre ha cometido con escritos sagrados a lo largo de milenios; y es ésta la
razón por la cual las doctrinas han sido lastimosamente deformadas). ¡La Doctrina de
Verdad, Sabiduría y Amor del Divino Avatar ha sido y será siempre la misma!
Multitud de seres quisieron seguir al Excelso Maestro, pero al practicar el total
renunciamiento y enorme austeridad, se arrepentían y lo abandonaban. Sin embargo
siguen sus pasos primero cinco y después doce íntimos, quienes serán los que a su
muerte, se dispersen a difundir su Doctrina en Oriente. Los buscadores de la Verdad,
encontrarán la gran similitud entre ésta y la Doctrina de KHRISNA.

650 años después de la muerte de BHUDA, el Apóstol Juan, el Evangelista, discípulo de


JHASUA en su Novena Jornada Mesiánica, escribe sobre “LAS SIETE VIRTUDES DE LA
VIDA PERFECTA”. Lo que aquí transcribo es su “TEXTO ORIGINAL” (Hacer las
comparaciones con lo que actualmente se difunde).

Primera.- “LA CARIDAD CON EL PRÓJIMO”: Vista a través de la mente divina del Cristo
Señor Nuestro, no es la moneda en la mano tendida a nuestro paso, ni la túnica nueva
para quien la lleva desgarrada, ni el pan y el vino sobre la mesa, ni la lumbre en el hogar.
Es ante todo y por encima de todo, la palabra suave que consuela y alienta, la piedad
misericordiosa que perdona y oculta los pecados del hermano para que el mundo malévolo
no le arroje piedras ni lo lleve al patíbulo; es abrirle camino de justicia y rectitud iluminado
por el amor y la fe, florecido de esperanza y alegría para desenvolver su vida en el marco
sagrado y bendito de la Ley Eterna. Es apartarle las piedras del camino cuando las fuerzas
no le alcanzan para saltar las barreras que se le oponen al deber; es arrojarle una tabla al
mar de su vida borrascosa para salvarlo del naufragio; es tenderle las manos para sacarlo
de un abismo sin avergonzarlo por haber caído en él.

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Es entonces cuando se cumple la palabra del Santo entre los santos cuando dijo: “BUSCAD
PRIMERAMENTE EL REINO DE DIOS Y SU JUSTICIA, QUE TODO LO DEMAS VENDRÁ POR
AÑADIDURA”.
Es, en una palabra, el amor que se da generosamente en pensamientos, palabras y
acciones, sin pedir nada y sin esperar ninguna recompensa.

Segunda.- “LA PUREZA DE VIDA EN PENSAMIENTO, PALABRA Y OBRA”: No es


seguramente el yermo áspero y solitario sin alma viviente que conviva a nuestro lado. “NO
ESTÁ BIEN QUE EL HOMBRE ESTÉ SOLO”, dice una frase de Jehová Creador, en el Génesis
de MOISÉS. La Eterna Idea no borra jamás lo que diseñó una vez en lo Infinito del tiempo
y del espacio. La vida pura no es pues la soledad absoluta. Es la convivencia con nuestros
semejantes, familiares o amigos, sin causarnos el menor daño unos a otros, ni en la honra,
ni en los bienes, ni en los sentimientos o afectos y menos aún en la vida que la Eterna
Potencia ha reservado a su sola Voluntad Soberana.
Es impura la vida del que lucra con las fuerzas físicas de sus hermanos sin la justa
remuneración; el que lastima, ofende y hiere los sentimientos de sus semejantes con
pensamientos, deseos o actos impúdicos y lascivos; el que esparce con la palabra, el pincel
o la pluma, ideas o costumbres corrosivas que atentan contra el pudor y la honestidad; el
que abusa de un modo o de otro de la mal llamada LIBERTAD DE DERECHOS para
someter por la fuerza del poder la dignidad de la criatura humana, con un alma inmortal
de sublimes destinos.
“Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios” dijo un día el Divino
Maestro. iOh sí! Lo verán, lo sentirán y lo poseerán en la tranquilidad de sus corazones, en
la paz de sus hogares, en la serena calma de sus días iluminados siempre por el iris
radiante de la paz y del amor.

Tercera.- “LA PACIENCIA” en todas las circunstancias de la vida. Es la mansedumbre o


paciencia, una virtud que lleva en sí misma un poder conquistador invencible.
“LA PACIENCIA TODO LO ALCANZA” era el axioma de los Maestros de la antigua sabiduría.
Los Flámenes Lemures de JUNO y de NUMÚ la hicieron savia fecunda de su vida
extraordinaria de actividades exteriores y de quietud interior.
El hábito de la paciencia en todos los momentos de la vida, es lo único que puede
hermanarse con la inalterable armonía interior, necesaria para vencer todas las dificultades
que entorpecen el justo desenvolvimiento de las energías del espíritu que llegó a la vida
física en seguimiento de un ideal superior.
La impaciencia, la rebeldía interior, los arrebatos de la cólera, despedazan y desgarran en
un instante los velos sutiles de los pensamientos protectores que amigos invisibles, aliados
eternos, tienden amorosamente sobre sus hermanos encarnados. Y de aquí la mayoría de
los fracasos espirituales o materiales que acarrean desastres irremediables, dolores
múltiples, pesimismo aplastante para el alma, que en sus momentos de lucidez comprende
haber sido ella misma la causante de todos sus males.

Cuarta.- “PERSEVERANCIA” en el sendero elegido, no obstante las opiniones diversas del


mundo.

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“El que pone la mano en el arado y vuelve la cabeza atrás, no es apto para el Reino de los
Cielos” decía el Divino Maestro.
La corona del triunfo no la conquista el que comienza bien, sino el que termina bien el
viaje de la vida planetaria.
Los juicios humanos pesan mucho; y de ordinario marcan derroteros equivocados a las
almas vacilantes y temerosas. Y no es fácil adquirir el valor de arrostrar las críticas necias
de tantos inconscientes que jamás se detuvieron a pensar en lo que son ellos mismos, ni
en su origen divino ni en sus destinos eternos.
Gozar de la vida lo más posible es su único ideal. ¡Pobre y desgraciado ideal que amarrado
a los goces groseros de la materia, conduce las almas a caminos de perdición, por los
cuales descienden hasta el abismo del crimen!
Las claridades de la Ley Divina desaparecen en esos horizontes donde sólo resplandece la
luz fatua de los placeres mezquinos, fugaces, enloquecedores.
“Los que sirven al mundo no son míos”, decía el dulce Maestro Nazareno y añadía más:
“No se puede servir a dos señores, a Dios y al Mundo”. “YO SOY LA LUZ DE ESTE MUNDO
Y EL QUE ME SIGUE NO ANDA EN TINIEBLAS”.
La Divina Sabiduría abre la senda de la rectitud y de la justicia según su Ley Eterna, en
acuerdo con las necesidades del corazón humano, de modo que no están reñidos con ella,
ni las dulces ternuras de la familia, ni las bellezas de la amistad, ni la dicha inefable del
amor correspondido.
En medio de un mundo donde prevalece el egoísmo, la corrupción y el vicio en todas las
formas de la degradación humana, se necesita un gran valor para resistir a la maligna
corriente que lo avasalla todo; y para llegar a esa perseverancia que resiste a todas las
sugestiones y falsos pretextos tendientes a eludir la rectitud y honestidad en el obrar.

Quinta.- “CONCENTRACIÓN ESPIRITUAL”: Buscando el propio conocimiento y la energía


de la Eterna Potencia.
Para trabajar en “algo”, es indispensable el conocimiento a fondo de ese ‘algo’ en que se
quiere ocupar tiempo y esfuerzo.
Así sea el cultivo de un jardín, pulir una piedra, cincelar un metal, pintar un lienzo o
arrancar hermosas melodías de un instrumento musical, es necesario ante todo conocer a
fondo aquello a que nos dedicamos.
Cuando queremos entregarnos a cultivar nuestro yo íntimo, nuestro espíritu, esa fuerza
impulsadora de nuestra vida, debemos tratar de estudiarlo y conocerlo en todos sus
aspectos buenos y malos; agradables y desagradables, elevados y ruines, generosos y
mezquinos.
Y este conocimiento sólo podemos adquirirlo mediante la concentración en nosotros
mismos, o sea la meditación.
Débese tener en cuenta que “meditar no es rezar”, o sea pronunciar plegarias, súplicas en
demanda de salud, de ayuda y protección en cualquier orden que sea. Meditar es penetrar
en el santuario íntimo de nuestra consciencia, donde descubrimos qué impulsos hacia el
bien o hacia el mal nos dominan con más frecuencia; qué debilidades, gustos o
inclinaciones aparecen más definidos y fuertes en nosotros, a fin de prestarles más

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atención, tal como hace el buen jardinero con una amada planta de su jardín, que observa
día por día si un sol abrasador, o las lluvias excesivas o los vientos helados la perjudican y
la agotan.
Y como el buen jardinero con amor y sólo por amor a su plantita que quiere ver
embellecida en abundante floración, la poda, la riega y hasta lava su raíz, con igual amor
piadoso por nuestra alma cautiva en la materia, hemos de apartarle todo aquello que
perjudique su crecimiento, su progreso y justa actuación en el plano de evolución en que
por Ley Divina está colocada.
Gran cosa es en verdad adquirir el hábito de la concentración espiritual o meditación,
porque ella significa encender una potente luz en las tinieblas, entre las cuales veremos
claramente los peligros y tropiezos que pueden interrumpir la evolución y romper las
alianzas y pactos que hayamos hecho en colaboración con los grandes apóstoles de la
redención humana.

Sexta.- “CONSAGRACIÓN A LA CIENCIA”: Que nos descubre las obras y las leyes de Dios
y nos hace útiles a la humanidad.
La vida espiritual no está reñida con la adquisición de conocimientos superiores mediante
el estudio de la Naturaleza, que es el gran libro del Eterno Invisible que se nos manifiesta
a cada instante en la estupenda grandeza de sus obras, de sus Elementos, de sus
múltiples creaciones.
“Los cielos y la tierra proclaman tu grandeza iOh Jehová! Soberano Creador de Mundos y
de seres”, exclama la palabra augusta de las más viejas y Sagradas Escrituras.
Consagrar voluntad y tiempo a estudiar la ciencia de Dios y de sus obras, es hacer al
espíritu capaz de ser maestro y guía de las porciones de humanidad que la Eterna Ley nos
designe, para conducirlas hacia los caminos de la justicia, de la paz y del amor, donde
encontraremos todos la felicidad buscada.

Séptima.- “EL DESINTERÉS”: Hemos llegado a la cumbre de la Montaña Santa; allí donde
llegan las almas generosas, heroicas y sublimes que después de realizar toda una vida
llena de merecimientos, de obras de bien y de justicia, de obras coronadas de belleza y de
amor, se acercan a su Yo Superior y su pensamiento hecho rayo de luz les dice
prosternado en profunda humillación: “Padre mío Infinito: ¡Aquí tienes tu insignificante
criatura que sólo ha podido traerte en ofrenda el pequeño vaso de su corazón ardiendo en
amor hacia Ti para siempre!”
¿Qué pide esa alma?
Continuar sirviendo a Dios y a todos sus semejantes.
¿Qué quiere para sí misma?
¡Amar y ser amada hasta lo infinito!...
iOh eterna grandeza del alma que penetró en los portales de la vida espiritual sin pensar
nada más que en darse en ofrenda permanente a su Yo Superior, sin buscar ni pedir
compensación alguna en la Tierra, porque tuvo la luz para comprender que se hace dueño
de los tesoros divinos quien con desinterés absoluto se entrega al cumplimiento de la
Voluntad Divina.

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Es el desinterés la virtud por excelencia de los héroes y de los santos, que sacrifican
cuanto tienen y cuanto son, en bien de sus semejantes. ¿Qué hará la Suprema Majestad
en su generosa largueza con almas semejantes? ¿Las mirará con indiferencia, las relegará
al olvido, las confundirá con la muchedumbre que juega, ríe y pierde el tiempo en fugaces
velocidades? ..
iOh eterna grandeza del alma humana entregada por amor al divino Servicio!...
Los Ángeles del Señor bajan de los cielos a contemplar tu belleza; y sueltan a todos los
vientos sus cánticos de gloria y de amor: “¡Gloria a Dios en los cielos infinitos y paz y amor
a las almas de buena voluntad!”

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JHASUA
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Novena Jornada Mesiánica Hace 2.000 años

“JHASUA”

Sus Guías Espirituales: AELOHÍN y ARIEL


Su Padre: Joseph de Nazareth.
Su Madre: Myriam de Jericó.

PANORAMAS SIDERALES

“¡La Hora se Acerca!”…


Los dos planetas más grandes de nuestro Sistema Solar: Júpiter y Saturno, se acercan con
soberana majestad de Astros de Primera Magnitud en magnífica conjunción; y se dirigen
hacia Dominios Zodiacales de Piscis.
El Supremo Consejo de Regencia Planetaria, conformado por los Delegados de los doce
planetas en este Sistema Solar; y presidido por el Excelso Señor RA, se reúnen en
Asamblea.
Dirijámosnos allá y observemos desde el ventanal abierto a todos los puntos luminosos
que, centelleando en la obscuridad de la noche cósmica, siguen el curso de su evolución,
flotando en el infinito espacio, como suspendidos por hilos invisibles.
¡En algunos de ellos, hay humanidades que claman por ayuda, que gimen con llanto
desgarrador!. ..
El Padre Eterno, Principio y Fin de todas las Evoluciones, escuchando el grito doloroso de
todos Sus hijos que pueblan esos puntos luminosos, ha determinado que se efectúe la
Magna Asamblea, para despedir a los 24 Avatares Radiantes que, como mártires
voluntarios, se dirigirán a esos mundos a realizar, por medio de Su infinito Amor, la más
bella de las misiones: “LA REDENCION” ...
Ellos son: Venus, Alpha, Cástor, Pólux, Orfeo, Diana, Jhuno, Beth, Horas, Resay, Hehalep,
Régulo, Virgho, Ghimel, Thipert, Schipho, Shemonis, Pallus, Kapella, Zahín, Adonai,
Ghamma y Shedanial.
¡Con ellos está JHASUA, el Divino Avatar, el Ungido de Dios, que vuelve una vez más al
planeta Tierra! Tomará por Novena vez una envoltura física, para hacer palpable Su
Radiante Luz de Sabiduría y Amor ante los hombres ...
¡A su lado, los dos Guías Espirituales que ha elegido como inmediatos Consejeros: ARIEL y
AELOHÍN, quienes lo habían guiado en etapas anteriores como JUNO, KHRISNA y MOISÉS,
quienes por ser originarios como Él de Ciriazul, segundo Sol de la Constelación de Sirio,
conocida como KHAN MAYOR, lo acompañarán en esencia desde los “Planos Radiantes” en
su heroico sacrificio!

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JHASUA, es el nombre original en esos Planos, ha visitado por su propia voluntad
diferentes planetas de nuestro Sistema Solar, en cuyo paso ha dejado la siembra dorada
de Su Sabiduría y Amor.
Después de la Solemne e imponente despedida, con la presencia del Señor RAWAK, punto
inicial de Evoluciones de este Sistema, beben por última vez de la Copa del Eterno Amor,
en nombre de quien los bendice antes de emprender el Gran Viaje!...
La Esencia Divina de JHASUA, se dirige a través de los espacios siderales que conforman
esferas concéntricas luminosas u obscuras, dependiendo de la evolución de los globos
planetanos. Es acompañado por Sus Guías y una Legión de Arcángeles, hasta el Portal Azul
Turquesa que da a la esfera astral del planeta Tierra.
Una vez dentro, será sometido a un sueño preliminar, en espera del momento en que Su
Esencia tome posesión de la materia que ha elegido.
Otros Seres de Radiante Luz, que han estado vinculados estrechamente con Él en su paso
por éste y otros mundos en diferentes etapas, han tomado una materia con anterioridad,
para aguardar Su llegada y acompañarlo en Su delicada misión.
Entre ellos, la dulce Myriam, con tiernos ojos de Siriana, como un rayo de luna sobre la
serenidad de un lago dormido; la Bella Myriam en su casta virginidad, hija de Joachín y
Ana, fue el vaso elegido por La Suprema Ley de esa hora solemne, para depositar la
materia que usaría el Verbo Divino en su gloriosa Novena Jornada Mesiánica.
Ha sido ya avisada desde niña por su Yo Superior; por cantos de Ángeles; y más tarde,
visitada por uno de los Arcángeles de la Legión que aguarda y vela el sueño del Divino
Redentor en el Plano Astral, de la llegada del Hombre-Dios que nacerá de su vientre...

ESCENARIO TERRESTRE
En el planeta Tierra, corría el año 8,967 de iniciada la Civilización Adámica, o 747 desde la
fundación de Roma.
La mayoría de sus habitantes, ajenos e ignorantes de cuanto se ha venido preparando
desde Planos Superiores, se debate en los eternos conflictos humanos tan conocidos en
todas las edades de la Tierra.
¡Sin embargo, existen grupos aislados que reciben “de lo alto” el aviso del Gran
Acontecimiento! La llegada del Hombre-Dios, del Profeta de La Luz que, anunciado 600
años antes por el Profeta Isaías, sería el Salvador del pueblo de Israel!
Los astrónomos, astrólogos y cabalistas de aquella época, conocedores de la Conjunción
de Astros de Primera Magnitud en los Dominios de Piscis, habían pronosticado Grandes
Cambios en los destinos de la Humanidad. El pueblo hebreo esperaba con gran temor los
grandes cataclismos que señalarían el “fin del mundo”. Había expectación general entre
todos los seres civilizados de aquella época. Corrían de boca en boca los más elucubrados
rumores en cuanto a lo que habría de suceder.
El Imperio Romano tenía sometidos a millones de seres, entre ellos al pueblo hebreo que
sufría enormemente este dominio; esperaban al Libertador de Israel desde hacía mucho
tiempo. !Vendría triunfante a aplastar a la raza dominante!
El Profeta Isaías, había anunciado también que el Divino Enviado sería descendiente de la
Casa de David, por lo que los miembros del Sanhedrín, casta sacerdotal del Templo de

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Israel, oficialmente tenían hechas todas las investigaciones pertinentes entre las familias
de alcurnia que creían reunir este requisito, ignorando por completo, que cuando Isaías
hiciera tal anuncio, se refirió al grupo de Esenios, únicos auténticos seguidores y
practicantes de Las Leyes Mosaicas.
El Rey David era un humilde pastorcillo con dotes telepáticas que fue colocado en el Trono
de Israel por designios Divinos, promulgados por Sarnuel Esenio, Profeta de Israel.
Vayamos ahora a las Escuelas de Silencio, ocultas entre las agrestes montañas, en donde
se encontraban los Santuarios Esenios desde donde emanaban las enseñanzas de
Sabiduría Divina; donde se guardaban celosamente los archivos secretos en lozas, papiros,
pieles, tablillas de arcilla,etc., que habían sido trasladados a través de los siglos, desde la
prehistoria, desde lugares remotos como los países del desaparecido Continente de
Atlántida.
¡Los profundos conocimientos eran transmitidos a los miembros de esta Gran Fraternidad,
según iban ascendiendo de grado y en absoluto secreto, ya que por siglos habían sido
víctimas de grandes persecuciones por parte del gobierno y miembros del sacerdocio, que
se decían poseedores de la verdad!
Existían en la región de Judea varios de estos Santuarios; el del Monte Hebat, para los
habitantes de Samaria; los de los Montes Quarantana, Carmelo y Tabor, para los Galileos;
y el del Monte Hermón para los Sirios.
El Gran Santuario Madre, era el de las Montañas del Moab, al Oriente del Mar Muerto. Los
setenta moradores que conformaban la Dirección de la Gran Fraternidad, eran ancianos
servidores consagrados al estudio de la Sabiduría Divina. Poseedores de mentes
clarificadas, todos pertenecían al Grado Séptimo de Iniciación de Misterios Mayores; que
los hacía Maestros del más alto grado de Suprema Sabiduría en el planeta Tierra.
En este Gran Santuario Subterráneo, que empezó a construírse siete años después de la
muerte de MOISÉS, el Gran Legislador de la humanidad, se encontraba el original de las
Dos Tablas en piedra, que grabara en el Monte Sinaí de Arabia, conteniendo el Grandioso
Decálogo que recibiera en forma directa de Jehová. Estas tablas, habían sido colocadas
sobre un gran pedestal en el salón principal de meditación del Santuario, donde se
celebraban las Grandes Ceremonias de Iniciación y Maestría: y donde se escuchaba en
forma directa la palabra y guía de MOISÉS, el portentoso Vidente del Sinaí, así como de los
Grandes Profetas Esenios: Samuel, Daniel, Ezequiel, Isaías, Elías, Elizeo, Jeremías, Jonás,
Malaquías, etc.
En los archivos incrustados en las rocas, se guardaban también los originales de los
manuscritos realizados en jeroglíficos egipcios que escribiera el Gran Legislador sobre: “El
GÉNESIS o LIBRO DE LOS PRINCIPIOS” con sus salmos y profesías; “EL ÉXODO”, un breve
relato con la nómina de los hebreos que entraron en Egipto con el Patriarca Jacob; “EL
LEVÍTICO o LIBRO SACERDOTAL”, en el cual MOISÉS nombraba a su hermano adoptivo
Aarón y sus cuatro hijos como Primeros Sacerdotes de la Tribu de Leví, para realizar los
cánticos sagrados, oraciones y ofrendas a Jehová, donde describía la Ceremonia de
Consagración, de acuerdo con indicaciones que le fueron dadas desde el mundo espiritual;
“LIBRO DE LOS NÚMEROS”, donde anotó la suma exacta de todos los componentes de la
nación hebrea tal como se encontraba en los últimos años de MOISÉS; y finalmente: “LA
LEY” o sea los Diez Mandamientos, con algunas breves explicaciones aclaratorias,
tendientes a la buena y perfecta interpretación que debía darse a dicha Ley.

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¡El Gran Pentateuco Mosaico, que ahora consta de numerosos volúmenes, en su forma
original constaba de unos cuantos papiros que fueron recogidos por Essen, hijo adoptivo
de MOISÉS, quien los encontró encerrados en una pequeña bolsita de cuero; en total
CINCO PEQUEÑAS CARPETITAS que contenían papiros! La bolsita estaba entre la túnica de
su amadísimo padre al expirar en la Gruta del Monte Nebo.
¡Todos los documentos de que constaban los copiosos archivos de Moab, fueron
minuciosamente estudiados y revisados por JHASUA y Sus Maestros los Servidores Esenios,
al cumplir Sus 21 años, después de haber sido Consagrado como Maestro de Maestros!

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“GRANDES ESCUELAS DE SABIDURÍA”

Así como en Judea existían los Santuarios subterráneos como Centros de Enseñanza de
Sabiduría Divina conducidos por los Servidores Esenios, en otros puntos distantes se
encontraban Cuatro Grandes Escuelas que impartían profundos conocimientos de Sabiduría
heredada desde tiempos remotos; conformando en total Cinco Religiones que, sin saberlo
entre sí, habían sido dadas por el mismo Avatar Divino en Sus diferentes Jornadas
Mesiánicas al Planeta.
El Maestro Filón de Alejandría (reencarnación de Essen, hijo de MOISÉS), Ptolomeísta en
sus principios fundamentales, lo que es igual a Aristotélico, pues Ptolomeo fue discípulo de
Aristóteles y éste de Platón, que a su vez lo fue de Sócrates, Grandes Iluminados de la
Grecia Prehistórica; donde los Dacthylos conservaron y difundieron durante siglos la
Sabiduría de los Profetas Blancos: ANFIÓN Y ANTULlO, el Gran Filósofo Atlante.
Melchor de Herrópolis, Príncipe de Horeb en Arabia, quien dirigía la Escuela Kobda-
Mosaica, situada en las Montañas de Horeb y Sinaí. Sus enseñanzas, venían de los Kobdas
de NUMÚ, el Dios Pastor, más tarde seguidores de ABEL, el Hombre-Luz.
Baltazar de Susa, en Persia, difundía una derivación del Khrisnaísmo Indostánico; dirigía
una Escuela de Meditación y Sabiduría, en donde también se impartían terapias a los
aspirantes mediante el estudio de plantas medicinales. Aquí, se seguían las enseñanzas
dejadas en Libros Sagrados como “los Vedas”; “el Baha-Vad-Ghita”, “los Puranas”, “el
Mahabharata”, “los Uphanishad” y el “Righveda”, que eran recopilaciones hechas por los
íntimos discípulos de KHRISNA, el Príncipe de la Justicia.
La otra gran rama de Enseñanza Divina, se encontraba en manos de la Fraternidad Esenia,
donde se impartía la Sabiduría del Supremo Legislador de la humanidad, MOISÉS.
Gaspar, Príncipe de Bombay, Bhudista; por lo que al igual que el Príncipe Shidarta, había
abdicado de todos sus bienes y se dedidaba a la Divina Sabiduría que enseñaba en su Gran
Escuela; y que obtenía de los Sagrados textos “el Mahavastu”, que contenía la palabra del
Excelso Señor BHUDA.
¡Separadamente, los astrónomos, cabalistas, videntes e iluminados que pertenecían a
estas Escuelas de Investigación Divina, habían recibido “avisos de lo alto”, en cuanto a la
llegada a la Tierra del Avatar Supremo; y señalaban al pueblo hebreo en Judea, como
elegido para recibirlo!
Con base en estos “avisos”, desde Arabia el Príncipe Melchor mandó a un enviado de su
Escuela a entrevistarse con el Maestro Filón, quien desde hacía años estaba en contacto
con Terapeutas Esenios y con ellos había realizado viajes para intercambiar conocimientos
Mosaicos con los Dirigentes de algunos Santuarios.
Al constatar el Maestro Filón que se trataba de los mismos avisos que él había recibido,
regresó con el enviado a la Escuela de Melchor; y decidieron unirse a una caravana que
venía de lejanas tierras rumbo al Norte.
En esa caravana venían Baltazar y Gaspar, que desde Persia y la India, recibieron también
el mismo “llamado” que Melchor y Filón. Esta Gran Luz Espiritual que los iluminó, fue más
tarde simbolizada por una estrella en el firmamento.
Emprendieron el gran viaje sin conocerse, pero impulsados por los mismos designios.

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Entonces los viajes eran muy largos; y los conductores de caravanas, plantaban tiendas
para que los extranjeros se reunieran y compraran mercaderías. Nuestros amigos no
tenían este interés y en una de las paradas decidieron retirarse a examinar sus
manuscritos y a hacer su meditación en las faldas del Monte Hor.
Ahí se reunieron por primera vez las cabezas de las Grandes Escuelas. Después de algunos
ensayos, adoptaron el idioma Sirio-Caldeo para entablar sus conversaciones y establecer
así una Gran Alianza, que con los mismos ideales, duraría hasta su muerte.
Durante el largo viaje, cada uno expone el origen y la esencia de sus enseñanzas,
reconociendo la Sabiduría Divina en todas ellas. Filón y Melchor hablaron de Moisés, quien
en su destierro de Egipto había estudiado con los Solitarios Anacoretas descendientes de
los Kobdas y su origen; Gaspar habló de la esencia de la Gran Sabiduría de Bhuda y
Baltazar el Persa, de la gran escuela de amor de Khrisna.
Los cuatro eran poseedores de grandes facultades telepáticas y reconocieron de inmediato
la razón de su encuentro. El largo viaje les dio oportunidad de adentrarse en sus
investigaciones y darse cuenta de que eran las mismas enseñanzas, las mismas esencias,
luego debían haber sido dadas por el Mismo Ser, el Hombre-Dios que se manifestaba en
diferentes etapas.
La caravana seguía; y ellos se separaron en un lugar llamado Thoreb, pues a partir de ahí
ya no seguirían en camello sino en mulos, adentrándose en los montes.
Decidieron parar ahí; y un terapeuta Esenio que dirigía un refugio de leprosos, los invitó a
hospedarse con él, advirtiéndoles que sus enfermitos estaban a distancia. Los viajeros
aceptaron gustosos y se quedaron dos días.
El terapeuta Esenio, también poseedor de facultades desarrolladas, percibió en los viajeros
cierta particularidad; y les preguntó hacia dónde se dirigían. Le explicaron que, viniendo de
tierras muy lejanas, donde habían recibido anuncios divinos sobre la llegada a la Tierra del
Divino Mesías; iban a la populosa Jerusalén, pues de seguro ahí obtendrían noticias.
¡Nuestros amigos viajeros creían que todo el país estaba sobre aviso; y que lleno de
regocijo aguardaba también el Gran Suceso! Pero el Esenio les dijo que el pueblo no sabía
nada al respecto, que el Divino Mesías anunciado por los Profetas de Israel, Enviado de
Jehová, había nacido ya en Bait-Lahm. “Yo tuve la inmensa dicha de verlo, cuando fue
presentado al Templo por Joseph su padre, que es un varón de familia sacerdotal y por
Myriam, su madre, quien por algunos años había servido en el Templo con las Vírgenes de
Sión”, les dijo con gran sigilo.
El maravilloso hecho se mantenía en absoluto secreto; por lo tanto, si querían llegar hasta
Él, deberían hacer sus ofrendas en el Templo y buscar a Simeón, Esdrás o Eleázar, quienes
oficiaban ahí ocultando su grado Esenio; y darles “la clave” para ser conducidos
secretamente. Ésta era: “Que estas ofrendas sean agradables al Salvador del Mundo y que
nos muestre Su Rostro”.

LLEGADA A JERUSALÉN
Herodes el Grande, Rey de Judea, tenía a su servicio a un mago caldeo llamado Rabsacés,
quien le informó que ya había nacido en Judea un Gran Ser Superdotado, que sería el
Salvador del pueblo Judío. Herodes temeroso de que ese Gran Ser viniera a arrebatarle su
trono, ordenó a Rabsacés enviar espías por toda Judea para investigar.

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Cuando los viajeros llegaron al Templo, Rabsacés se ofreció como guía a los turistas que
con tanto equipaje, dejaban sus cabalgaduras fuera del Templo, intuyendo que algo
importante los había llevado hasta ahí. Baltazar recibió una advertencia espiritual y no le
permitieron unirse a ellos.
Los sacerdotes Simeón y Esdrás oficiaban una ceremonia; durante su oración recibieron un
mandato del Profeta Jeremías de conducir a los cuatro viajeros hasta JHASUA, el Divino
Enviado. Éstos pronunciaron “la clave”; y después de la ceremonia recibieron indicaciones
de salir por un pasadizo secreto, pues ya habían sido advertidos de la presencia de los
espías del rey.
Esdrás dio la orden a un hombre de confianza para sacar las cabalgaduras de la ciudad y
enviarlas a Bethania; en esta forma los espías quedaron consternados, pues
desaparecieron de su vista tanto los importantes viajeros como sus voluminosos equipajes.
El pasadizo secreto del Templo era conocido únicamente por los tres sacerdotes Esenios;
constaba de varios kilómetros subterráneos y daba salida fuera de la ciudad, a un
cementerio alejado.
Permanecieron varios días ocultos en la casa de un comerciante Esenio (padre de Lázaro),
al cabo de los cuales, los disfrazó de vendedores de semillas y frutas y los envió a Bait-
Lahm.
En la pequeña caravana, iban también José de Arimathea y Nicodemus, Esenios del cuarto
grado. Ellos presentarían a los viajeros con Myriam y Joseph en la casa de Sara y Elcana,
tíos de Myriam. Ese santo hogar había sido elegido para recibir la llegada de JHASUA, el
Divino Ungido.
¡Sara y Elcana eran personas que vivían con una posición económica muy desahogada; el
Divino Niño fue recibido con todas las atenciones y comodidades posibles y no nació en un
pesebre entre las bestias, como lo hacen aparecer los historiadores!
Los espías del rey no reconocieron en aquella humilde comitiva a los Grandes Filósofos de
Oriente, quienes entre las semillas ocultaban grandes tesoros que traían como ofrenda al
Divino Niño.
Cuando por fin llegaron a Su presencia, antes de ser presentados cambiaron sus humildes
vestimentas por sus mejores galas; graves y severas vestiduras usadas en sus respectivas
Escuelas para los días de mayor celebración. Se pusieron sus diademas incrustadas de
diamantes conformando estrellas de cinco puntas, tantas como grados Iniciáticos habían
ascendido.
El Divino Ungido contaba ya con 10 meses y 25 días de edad. Sus padres y sus tíos
estaban sorprendidos y maravillados de ver tanto esplendor en los visitantes, quienes
después de realizar sus meditaciones en cadena y cerciorarse de que el pequeño JHASUA
era en efecto el Divino Redentor bajado a la Tierra, depositaron ante Él sus ricas ofrendas
entre conmovidos sollozos y con ojos bañados en llanto.
Una vez realizado el gran encuentro, los viajeros se dirigieron rumbo al Gran Santuario
Madre del Moab, ansiosos de confrontar sus manuscritos con los de los Sabios Ancianos
Esenios. Ellos los esperaban con inmenso amor y les dieron alojamiento durante los varios
años que tomarían aquellas importantísimas confrontaciones.

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Mientras el Divino Niño crecía, ellos establecerían la gran alianza entre las diferentes ramas
y creencias religiosas y se estipularon bases firmes que dieran todo el apoyo al Excelso
Avatar en Su delicada misión de esa hora.
Maravillosas sesiones fueron realizadas en la Sala Principal del Gran Santuario, donde
tuvieron las visiones del Mesías Redentor en sus OCHO ANTERIORES ENCARNACIONES; y
escucharon de Sus labios la Eterna Doctrina del Amor que a través de tantos milenios lo
había impulsado hasta este planeta.
Al concluír sus trabajos y partir cada uno hacia su país, llevaban ya la Divina Esencia en
sus labios y la transmitirían a través de sus Escuelas, estableciendo con esto la Santa
Alianza entre sus países y las multitudes que los poblaban.

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MYRIAM Y JOSEPH. INFANCIA DE JHASUA.
Joseph, carpintero de Nazareth, quedó viudo con cinco hijos pequeños; y se dirigió al
Templo de Jerusalén en busca de ayuda. Dos sacerdotes eran sus familiares y conocían su
gran prestigio de rectitud y bondad; le sugirieron tomar una nueva esposa entre “Las
Vírgenes de Sión”, doncellas que vivían en el Templo a quienes sus familias depositaban
ahí para ser debidamente preparadas para la vida futura, dentro de la más alta moral.
Al morir Joachín y Ana habían encargado a su pequeña hija Myriam a la custodia de una
hermana que fungía como Directora.
Myriam pasó ahí su infancia y adolescencia. ¡Era una bella niña retraída que acostumbraba
pasar largas horas en oración y recogimiento en las que escuchaba “La Voz”, que desde su
interior le había anunciado prepararse en cada instante de su vida, pues en el futuro
nacería de ella la materia excelsa que había elegido el Hijo de Dios, para venir a la Tierra!
Myriam se deleitaba con aquellos coloquios internos; y sus bellos ojos se llenaban de
lágrimas aguardando “el gran momento”, haciendo juramentos ante las radiantes visiones
de Seres Luminosos que endulzaban sus oídos con cantos celestiales.
Ya en Nazareth, cuando fue presentada a los pequeños huerfanitos, los besó tiernamente y
les prometió ser una segunda madre para ellos, lo que cumplió a lo largo de toda su vida.
Unos meses antes del nacimiento de JHASUA, pidió a su muy amado esposo que la llevara
a Bait-Lahm (Betleheml) para dar a luz en casa de su tío Elcana, casado con Sara,
hermana de su madre. Joseph siempre deseoso de complacer en todo a su adorada
compañera, dispuso el viaje hacia el Sur en la próxima caravana.
Sara y Elcana los recibieron con inmenso amor y rodearon a Myriam de todos los cuidados
posibles.
En el gran alumbramiento, fueron únicos testigos Joseph, Sara, Elcana y la dulce Myriam,
quienes cayeron en un suave sueño hipnótico, debido a la poderosa irradiación que se
efectuó desde Planos Superiores; ya que los Hermanos Mesías de JHASUA, Ariel y Aelohín,
acompañados por un Cortejo de Arcángeles y Ángeles, permanecieron unidos al Divino
Ungido, hasta que tomó posesión de Su materia en el plano físico.
Este maravilloso hecho, tuvo lugar la séptima noche del Equinoccio de Invierno, a la hora
precisa de la Conjunción de Astros de Primera Magnitud que ya he descrito.
Bait-Lahm se encontraba cercana al Gran Santuario del Moab, donde se esperaba el gran
acontecimiento entre los ancianos Servidores Esenios, que en número de 70, conformaban
la Regencia de los demás Santuarios. Entre ellos se encontraban encarnados algunos seres
que habían estado estrechamente ligados con el Divino Mesías en jornadas anteriores. ¡En
sus horas de meditación habían recibido “el divino llamado”; y se preparaban para
brindarle nuevamente todo su amoroso apoyo para la difícil misión que había de realizar!
¡Los de menos edad, que pudieron efectuar el viaje, se desplazaron con grandes sacrificios
para poder contemplar Su rostro; y con infinita ternura de abuelos, depositaban un beso
en la frente del Divino Niño, con los ojos inundados en llanto!
Al tener noticias en todos los Santuarios de las horribles matanzas que el rey Herodes
había decretado en contra de los niños de Judea, fueron los terapeutas Esenios los que se
encargaron de ocultar en las montañas durante varios años a todos los pequeños de
familias Esenias para salvarles la vida.

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Fueron ellos quienes, con gran habilidad, hicieron desaparecer a Joseph, Myriam y al
Divino JHASUA, preparando encrucijadas; y solamente unos cuantos fueron enterados de
la verdadera dirección que tomaron hacia Tiro, refugiándose en la Torre de Melkart, que
era un hospital de leprosos. Con muy justa razón, se pensó que sería el último lugar donde
sería buscado, ya que nadie se atrevía a acercarse a esos lugares.
¡La sola presencia del Divino Mesías en ese lugar, hizo que poco a poco todos los enfermos
fueran recuperando su entera salud!

EN EL SANTUARIO DEL MONTE HERMÓN


La torre Melkart, estaba conectada por subterráneos secretos con el Santuario del Monte
Hermón. Los Ancianos Servidores que en él habitaban, hacían frecuentes visitas al Divino
Niño y desbordaban su infinita ternura en juegos y bellísimos relatos, con los que iban
depositando su gran sabiduría en la mente del pequeño.
JHASUA y sus padres permanecieron al lado de los ancianos hasta que el niño cumplió 7
años. Tanto los amaba y se había acostumbrado a su adorable compañía, que sufrió su
primer dolor cuando su familia emprendió el viaje de regreso a Nazareth.
Myriam y Joseph sabían que su pequeño JHASUA era un Gran Ser de Luz, algo así como
los Profetas de la antigüedad; los ancianos Esenios no podían revelarles el gran secreto
que ellos conocían, pues se hubieran aumentado sus angustias al saber que nunca se
librarían del horrible peligro con que JHASUA se vio amenazado toda su vida: ¡La
persecución y el crimen!
Los padres habían notado en el niño ciertas particularidades que los tenían muy
preocupados, ya que en medio de sus risas y juegos, pronunciaba palabras de Gran
Sabiduría que ellos no comprendían, por lo tanto temían que su amado hijo sufriera algún
padecimiento mental. Consultaron el hecho con algunos terapeutas, quienes convencieron
a Myriam de llevarlo donde los ancianos del Monte Carmelo, quienes poseedores de
maravillosas facultades curativas, seguramente obtendrían su curación.
Myriam no permitió de ninguna forma separarse de su hijo, por lo que decidió viajar ella
también, llevando a Josuelín el hijo menor de Joseph; y permanecer en el Santuario con
los dos pequeños todo el tiempo que fuera necesario para obtener la completa curación de
su muy amado.

EN EL MONTE CARMELO
Este Santuario, oculto en la agreste montaña, había sido la casa del Profeta Elías. JHASUA
tenía diez años cuando llegó acompañado de su hermano Josuelín y de su madre; los
Ancianos Servidores lo esperaban con gran regocijo.
La alegría del Niño fue enorme al abrazarlos y reconocer a algunos de ellos como sus
grandes amigos y maestros del pasado.
Al Anciano Azarías le dijo: “Tú, me pusiste un día una túnica celeste y te quedaste muerto
sobre mi pecho; no me pongas túnica ahora ni tampoco vayas a morirte”... ¡Se refería a
Senio, su amado compañero de juegos en la Casa de NUMÚ, quien había sido elegido
entre los Sabios Kobdas para colocarle a los doce años la túnica Kobda, en su personalidad
de ABEL, 8,300 años antes! \

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A otro, lo abrazó amorosamente y le dijo: “Aarón, me gusta encontrarte aquí. ¿Cómo es
que no fuiste ninguna vez a Nazareth? “Porque estuve en un país muy lejano...
precisamente ahí donde MOISÉS y Aarón glorificaron a Jehová con hechos maravillosos.
Ahí está Essen, que MOISÉS amaba y que hoy se llama Filón de Alejandría” le respondió.
JHASUA replicó Firmemente: “¡Yo iré a encontrar a Essen en la Tierra de las Pirámides!”
¡Los ancianos se quedaron como paralizados ante esa magnífica manifestación de lucidez
espiritual! Mas como estaban ahí Myriam y Josuelín, que no habían llegado a estos
conocimientos, callaron.
Myriam lloraba amargamente. “El niño empieza de nuevo a decir inconveniencias” les
decía. “No padezcas hermana por este niño”, le dijo el Servidor con gran dulzura, “no es
que delire, es que recuerda... ¿No has oído leer la Sagrada Escritura que hace referencia a
los Profetas, que en momentos dados tenían presentes el pasado y el futuro? Ya es hora
de que vayas comprendiendo que éste tu hijo es de la Alta Escuela de los Enviados y no
debe extrañarte lo que ves en Él”.
Los Ancianos comprendieron al iniciar sus trabajos, que JHASUA no estaba bien centrado
en su nueva personalidad, motivo por el cual fluctuaba entre las anteriores; sobre todo las
de ANTULlO, ABEL y MOISÉS, que eran los que mayores adelantos acumularon en Su Yo
Superior. En Su larga carrera mesiánica, habían sido los tres vuelos decisivos, por estar
vinculados con comienzos o terminaciones de ciclos o etapas gloriosas de nuevas
civilizaciones.
Sabían que como Maestros, les tocaba desligar las etapas anteriores y centrarlo en la
personalidad de JHASUA.
Iniciaron sus trabajos de instrucción leyendo en Su presencia las actividades espirituales de
ANTULIO, considerado Maestro y Padre de los Profetas, por haber sido el primero que se
lanzó a la exploración de los mundos y sus conformaciones a partir de luminosas nebulosas
y su evolución.
Estos escritos habían sido realizados por Wilkiria su madre; y habían sido después
traducidos a la lengua fenicia por los Profetas Elías y Elizeo.
El Divino Niño escuchaba atentamente algunas veces; y en otras caía en profundo sueño;
y al despertar relataba sus magníficos “sueños” ¡Sobre la gestación del Sistema Solar! Sus
Maestros, le explicaban amorosamente que debido a su edad espiritual que era
inmensamente grande, a través de sus sueños debería recordar poco a poco hechos ya
vividos como ANTULlO y como MOISÉS.
Le hicieron comprender la importancia de callar cuando sintiera el impulso de repetir
aquello que Jehová le decía al oído, ya que ante los seres profanos o poco preparados, lo
calificarían como desequilibrado o enfermo. En el caso de Myriam su madre, aún no
alcanzaba el Segundo Grado de Enseñanza Esenia, que era donde comenzaba la Sabiduría
Divina a explicar el “porqué” de todas las cosas.
Fue al lado de los Sabios Ancianos Esenios del Monte Carmelo donde el Supremo Avatar
recibió en Su mente divina, toda la consciencia de Su personalidad como el Gran Filósofo
Atlante ANTULlO; después de algún tiempo, debería ser llevado al Santuario de los Montes
Tabor, donde se encontraban todos los papiros, telas y tablillas grabadas en arcilla, que
conformaban el copioso archivo referente a los Orígenes de la Civilización Adámica, lo que
lo llevaría a encontrarse con ABEL, el Apóstol del Amor entre los hombres; y más adelante,

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se encaminaría hacia el Gran Santuario Madre de los Montes del Moab, para su encuentro
con MOISÉS, el Gran Legislador que marcó rutas inmutables a la humanidad con los Diez
Mandamientos, grabados en tablas de piedra.
¡Las lecturas sumergían en las profundas quietudes del éxtasis, tanto a los Ancianos que
las escuchaban como a JHASUA mismo, que momento a momento se iba despertando a la
consciencia propia de esa hora solemne de Su vida de Mesías lnstructor de Humanidades!
Después de su permanencia entre los Sabios Ancianos Esenios del Carmelo, JHASUA
regresó a Nazareth con Josuelín y Su madre. Estaban por llegar las pascuas; y Joseph
tenía todo dispuesto para llevar a su familia a Jerusalén a estas celebraciones.
Se hospedarían con su parienta Lía, quien los esperaba con enorme júbilo y gran amor, ya
que no había vuelto a tener entre sus brazos al Divino Ungido, desde hacía doce años
cuando fue hecha Su presentación en el Templo.

EL GRAN TEMPLO DE ISRAEL


El Grandioso Templo de Salomón fue reconstruído pomposamente por los Israelitas, a
costa de altísimos impuestos que subían constantemente y que tenían oprimido al pueblo
hebreo que, a costa de grandes sacrificios, sustentaba las fastuosas fortunas del Grupo
Sacerdotal llamado Sanhedrín, que de año en año aprovechaba las fiestas para formar una
especie de Ateneo, donde los Doctores de la Ley y sus propios representantes,
demostraban al pueblo a través de interminables discursos, cuán grande era su “sabiduría”
y su poderío. Puesto que Israel era el pueblo elegido de Jehová, debería cumplir las
ordenanzas o dogmas y nuevas leyes que de año en año aumentaban, emitiendo terribles
amenazas del ‘justiciero Jehová y su espantosa ira’, si éstas no eran cumplidas.
JHASUA oía hablar tanto sobre las grandes celebraciones, que ardía en deseos de llegar al
Templo, por lo que pidió a sus padres el permiso para ir con Lía a la ceremonia que se
celebraría a la primera hora de la mañana.
Desde Su llegada, quedó extático ante el esplendor del monumental recinto: escalinatas de
mármol, cúpulas de bronce y plata que con los primeros rayos solares lo hacían aparecer
con un resplandor enorme. En el interior, encortinados de damasco, millares de
candelabros de oro; los sacerdotes ataviados con altos turbantes, tiaras, tricornios y
diademas con piedras preciosas. También lucían vestiduras bordadas con oro y perlas,
diamantes, rubíes y demás costosas gemas, sostenidos por báculos con arcos de
esmeraldas y rubíes.
No pudo menos que llevar su amoroso pensamiento hacia los Santuarios Esenios en el
interior de las rocosas montañas; y la verdadera brillantez que veía surgir de sus
moradores, los Sabios Ancianos que por toda indumentaria vestían una túnica blanca.
El gran ceremonial se inició con salmos cantados por las Vírgenes de Sión, en donde se
hacía la imploración a Jehová de Su Luz y Sabiduría Divina; e inmediatamente, los
sacerdotes y doctores instalados en sus sitios de honor, empezaron a tratar asuntos civiles
relacionados con hebreos que habían incurrido en desórdenes y se les sometía a juicio
ante los representantes de Jehová.
Se inició un discurso que se titulaba “Terribles castigos de Jehová a los ¡nfractores de Su
Ley” que dejó aterrado al auditorio.

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Surgieron después discusiones ante los sacerdotes, entre los cuales se encontraban José
de Arimathea, Nicodemus y Eleázar ocultando naturalmente que eran Esenios de cuarto y
quinto grado. Al escuchar JHASUA sus voces, se fue acercando lentamente y al verlo de
pronto entre ellos, una voz dijo: “Este niño quizá nos pueda aclarar las cosas, muchas
veces Jehová se vale de la boca de un niño para hablar y hacer conocer Su verdad”.
JHASUA se situó en medio de ellos y con gran firmeza dijo: “¡Jehová os contestará por Mi
boca!”
“No me conoce ni me comprende quien habla de mi cólera y mis
castigos. Yo soy una esencia, una luz, una vibración permanente y
eterna. ¿Puede encolerizarse la esencia, la luz, la vibración?
Vosotros os encolerizáis; y bajo el impulso de la cólera, castigáis,
mas Yo no soy un hombre revestido de vuestra grosera
materialidad”.
“Así dice Jehová, el Inmortal que no tuvo principio ni tendrá fin”.
Y el niño guardó silencio. Los Doctores se miraban unos a otros; y los que ocultamente
eran Esenios, comprendieron con luz meridiana que aquel niño era un vaso que contenía
un raudal de luz divina que se derramaba sobre la Tierra.
La Sabiduría habla por tu boca, niño -dijo el Gran Sacerdote- Hacedle pues las preguntas
conducentes a la aclaración de las cuestiones que se tratan.
“Sin que hagáis ninguna pregunta, Yo hablaré, porque Jehová dirá lo que Él quiere que
sepáis.” Dijo el niño resueltamente.
“Vosotros no conocéis al Padre Celestial porque sois cobardes y estáis llenos de miedo”.
¡Niño!... se oyeron varias voces.
“No lo toméis a ofensa, porque Jehová nunca ofende, sino que dice la verdad”. -Continuó
impasible JHASUA- “Sí, estáis llenos de cobardía y de miedo; y a la Divina Sabiduría no la
conquistan los miedosos, sino los valientes para colocarse frente a frente con lo
desconocido, con el Eterno Enigma, no de potencia a potencia y con insólito orgullo, sino
con el amor de hijos que ansían conocer a su padre. Y entonces el Padre se les descubre y
les dice: “Aquí estoy. Conocedme para que podáis amarme como dice la Ley, más que a
todas las cosas de la Tierra”.
“¿No véis que es un contrasentido que ordene a sus criaturas amarlo sobre todas las cosas
de la Tierra; y luego se encolerice y animado de ira y de furor, las castigue
despiadadamente como hace un mal amo con sus infelices esclavos?”
“Temerás a Dios más que a todas las fuerzas y formas del mal que
hay en la Tierra”.
“Os digo que tenéis miedo de escudriñar la verdad divina; y por eso
sigue ella siendo una diosa escondida y esquiva que no quiere
mostrarse a los hombres. Sabéis que Dios es inmutable y os permitís
hablar de su ira y de su cólera. Encolerizarse es mudarse, es cambiar
de estado y ésto es otro contrasentido, porque si en momentos dados
se llena de ira y de furor, “no es inmutable” y es una blasfemia
atribuír al Altísimo tan grave imperfección, propia de las atrasadas
criaturas de la Tierra”.

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“Dios es inmutable y porque lo es, permanece impasible ante todos
los errores humanos, ante todas las hecatombes de mundos y
humanidades”.
“Dios sabe que las inteligencias encarnadas, recién llegadas a los
dominios de la inteligencia y de la razón, están aún bajo el gobierno
de la fuerza bruta que es la materia en humanidades primitivas.
¿Cómo pues ha de encolerizarse contra el orden establecido por Él
mismo, o sea que todas las humanidades adquieran lenta y
paulatinamente el conocimiento, la sabiduría y la bondad?”
“Si la Ley Divina dice: “Amarás al Señor Dios tuyo con toda tu alma,
con todas tus fuerzas y sobre todas las cosas”, es evidente que Él
quiere como único don el amor de todas sus criaturas de todos los
mundos; y por tanto lo que más lo complace, es que sus criaturas se
esfuercen en conocerlo, porque nadie ama lo que no conoce”.
“En resumen, todo lo bello y bueno nos viene de Dios que es nuestro
Padre Universal; y todo lo malo tiene su origen en nuestros errores,
en nuestra ignorancia y en nuestras inquietudes”.
Y el niño que había ido adquiriendo más y más animación, calló de pronto y juntando sus
manos sobre el pecho y levantando a lo alto su rostro como iluminado de suave claridad
exclamó:
“¡Padre mío! Señor de los cielos, haz que los hombres te conozcan
y sólo así te amarán!. .. y cayó de rodillas e inclinó su rostro a la
tierra en la forma de oración profunda que acostumbraban los
hebreos cuando oraban con el corazón.

La Asamblea quedó como paralizada, extática; cayeron en profundo silencio, mientras


JHASUA salió silenciosamente por una puerta lateral sin que nadie se percatara de ello.
¡Ésta fue la primera vez que Su maravillosa voz se oyó en el Templo; y la Profunda
Sabiduría del Altísimo llegó a los oídos de todos los presentes, que cuando lo buscaron ya
el niño había desaparecido!
Tan sólo nuestros amigos Esenios sabían quién era el pequeño y callaron.
Se iniciaron entonces las conjeturas de todos; unos diciendo que debía ser Elías el Profeta,
otros que era Moisés, otros que era Samuel; sólo unos cuantos llegaron a pensar que quizá
sería el anunciado Mesías, Salvador del pueblo de Israel.
José de Arimathea y sus compañeros se dirigieron a la casa de Lía buscando a Myriam y a
Joseph, quienes habían sido enterados de lo sucedido en el Templo; y se encontraban
atemorizados por las consecuencias que aquel incidente pudiera acarrear. Fueron
tranquilizados por los doctores Esenios, quienes pidieron permiso para llevar a JHASUA a
una reunión que tendría lugar en un cenáculo o comedor en casa de Nicolás de Damasco,
donde estarían reunidos veinte Doctores y Sacerdotes de Israel, quienes buscaban una
mayoría en el Grupo Sacerdotal del Sanhedrín, mediante un acuerdo armónico al que
deseaban llegar sobre diversos principios que no estaban bien definidos.

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Estaban ya todos reunidos, cuando llegaron con JHASUA, el Profeta Niño que podría
servirles de intermediario entre la Divina Sabiduría y los pobres mortales que la buscaban
con afán.
Nuevamente volvieron a entrar en conjeturas sobre Su Divina Identidad, hasta que
JHASUA con gran resolución, se apoyó sobre los brazos de sus amigos y dijo:
“Yo estoy aquí porque vosotros queréis que la Divina Sabiduría baje a
vosotros por la boca de un párvulo que apenas si sabe cuándo sale el
sol”.
“Si tenéis puro y sencillo el corazón, Yo bajaré a vosotros con toda Mi
Claridad”.
“Y aquellos que me busquen en espíritu y en verdad, me encontrarán
en todas las cosas que viven y que mueren, desde los soles que
brillan en el espacio azul, hasta la oruga que se arrastra por la tierra”.
“Yo he arrancado un pedazo de Mí mismo -dice Jehová- y es el
Mesías que os mando. Es mi Verbo, Mi palabra Eterna grabada en las
olas de los mares que os dan la carne de sus peces y el esplendor de
sus perlas; grabadas en las montañas que os dan piedra para
vuestras viviendas y oro para vuestro regalo y vuestro bienestar;
grabadas en los árboles que os dan sus maderas y sus frutos; en las
bestias todas de la Tierra que os sirven para vuestra vida”.
“Yo soy el Poder, la Energía, la Fuerza que véis en todo cuanto vive;
y mi Mesías es una vibración de ese Poder, de esa Energía, de esa
Fuerza que está por encima de todos”.
“Él ha surgido de Mí; y vive en Mí; y piensa y siente en Mí, ahora y
mañana por toda la eternidad”.
“Él os lleva mi mensaje de Amor y de Luz, pero vosotros haréis con Él
como lo habéis hecho con todos aquellos que en Mi nombre os
llevaron la Verdad”.
“¿Y qué os dirá Moisés si es Él quien irá hacia vosotros? “Mi Mensaje
llevado por Él fue Mi Ley; está sepultada bajo una montaña de
prescripciones y de mandatos que habéis ido acumulando, con lo cual
no habéis hecho sino encadenar las consciencias y cargar de temor y
espanto las almas, que no saben cómo poner de acuerdo la debilidad
y miseria propia de su escasa evolución con los furores de Jehová, el
terrible Dios tirano y déspota que habéis creado en vuestras
monstruosas alucinaciones, en vez del Dios-Creador por su Amor
Omnipotente que se dá continua y eternamente a todo cuanto vive y
alienta en el Universo”.
“Soy Uno, pero tan grande que dentro de Mí se mueven todos los
mundos y todas las humanidades que viven en estos mundos”.
“La Luz que os alumbra y el aire que respiráis son emanaciones mías;
y vosotros mismos que a veces os creéis tan grandes, no sois más
que una vibración de Mi Energía Eterna”.

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“Dentro de Mí vivís, os movéis y estáis aún sumergidos entre el oleaje
pesado de vuestro atraso y grosera materialidad”.
“Si un día por Moisés os dí como primera Ley el Amor hacia Mí, por el
Mesías que ahora esperáis y llamáis, no os daré otra Ley sino aquella
misma, llevada a la altura suprema del Amor por encima de todas las
cosas creadas”.
“Y porque soy inmutable y eterno; y soy el aliento de toda la vida,
veo, sé y percibo cuanto pensáis y obráis y sentís; y ninguna de
vuestras obras malas me afecta ni siquiera como el ondular de un
cabello. “¡INMUTABLE!”... “¡ETERNO!”... son frases, cuyo significado
está más allá del alcance de vuestra mentalidad”.
“¡Qué horrible blasfemia pronunciáis cuando habláis de la ira de Dios,
de la cólera de Dios, del furor de Dios!”
“Mi justicia que es inexorable -dice Jehová- no es ejercida ni por la
cólera, ni por el furor, sino por la Ley Suprema de causas y efectos,
que rige invariablemente en todos los mundos del vasto Universo”.
“Y si vosotros que sois imperfectos amáis a vuestros hijos, a vuestras
obras, a vuestras ideas, a vuestros pensamientos, subiendo en la
escala de lo infinito encontraréis claramente demostrado mi amor
eterno y en grado infinito, sin límites, para todo lo que surgió de Mí
mismo; y es como una prolongación Mía, como un hálito Mío, como
un resplandor de mi Luz Eterna”.
“Las inteligencias llegadas a la perfección más completa en todas sus
facultades, son Mi Idea, Mi Pensamiento, Mi Voluntad, Mi Verbo, Mi
Palabra Eterna, Mi Amor inconmensurable. Ellas están en Mí y Yo en
Ellas formando así la maravillosa Unidad Divina que es Luz, Energía y
Amor”.

Y JHASUA apoyándose de nuevo en sus amigos que tenía a ambos lados, se sentó
demostrando una suave laxitud, como si la fuerza vital hubiese disminuído en Él.
Un silencio pavoroso se había hecho en la vasta sala; y el más profundo asombro dejó a
todos como hipnotizados por una extraña fuerza, que por fin pudieron definir con esta
frase que salió de todos los labios: “El Espíritu Divino ha soplado en este recinto.
Adorémoslo con la prosternación de nuestras almas”.
Y cuando todos estaban con la frente inclinada hacia la tierra, el niño salió silenciosamente
al jardín de la casa, desde el cual le llegaban los gorjeos de los pájaros y el perfume de un
naranjo en flor.
Dos días más tarde, JHASUA fue llevado por sus padres a la ceremonia mayor en el
Templo. Esperaba ese día con gran ansiedad, pues de seguro se dibujaría el Rostro del
Padre Celestial ante todos los presentes en el momento solemne señalado; y su corazón
latía fuertemente.
Desde cuando había hablado ante los Doctores y Sacerdotes de Israel, se encontraba
dominado por una exaltación religiosa muy poderosa; y escuchaba constantemente la Voz

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del Padre Celestial que le decía: “¡Tú estás en Mí; y Yo estoy en Ti, porque somos Una
misma Esencia!”
¡Grande fue su espanto cuando en vez de la visión de Dios que Él esperaba, se encontró
con una horrible carnicería, un feroz degüello de toros, terneros, carneros, indefensos
corderillos blancos, palomas que aleteaban espantadas, mientras se les llevaba a los
altares de los sacrificios!
Los Sacerdotes, vistiendo sus mejores túnicas y ricos turbantes, estaban armados de
grandes cuchillos y aparecían con sus ropas y sandalias mojadas en sangre que corría por
los altares e iba a vaciarse en un estanque de mármol construído en un patio interior,
donde había grandes mesas de piedra en donde se depositaban las reses descuartizadas y
listas para el reparto entre la numerosa familia sacerdotal, que era la que podía, según la
ley, aprovecharse de aquellas carnes humeantes.
JHASUA temblaba de pies a cabeza, estaba bañado en sudor por el terror que le había
causado aquella matanza infame, resonaba fuertemente en su interior aquel: “No matarás”
de Moisés.
Cuando pudo dominar el gran espanto que lo invadía, dijo a Myriam: “¡Madre, aquí no está
el Padre Celestial, porque Él no gusta de ofrendas de sangre y de muerte, sino de amor y
de vida! Sácame por favor de este infierno, donde esos hombres con cuchillos y vestidos
manchados de sangre, me parecen demonios escapados de un antro!” y soltándose de su
mano, echó a correr rápido como un cervatillo asustado; salió por la puerta trasera, vió la
vendimia de las carnes, cómo los comerciantes entregaban bolsas de oro por ellas y...
cómo se apiñaban mendigos en busca de alguna limosna; y cómo eran dispersados con un
látigo.
Exaltado de horror lo encontró el Sacerdote Eleázar, quien trató de calmarlo, pero a su
vez, se estremecía ante los justos reclamos del pequeño.
De pronto llegó su madre angustiada por su desaparición, al verla el niño, dijo
resueltamente: “Madre, quiero quedarme aquí, debo enseñar a esos hombres su gran
equivocación, el Padre me pide que lo haga”.
“¿Y quién eres tú, pobre niño mío, para venir a poner leyes en el Templo de Jerusalén?
¿No ves que serías tomado por un niño loco o poseído por los demonios?”
“¿No ves que los Ancianos, con toda su Sabiduría y Altos Poderes Espirituales, se ocultan
en el fondo de las rocas para no exponer inútilmente sus vidas?”
“Tienes razón”, exclamó después de un rato de silencio; y secando Sus lágrimas, decidió
volver al hogar...

EN EL SANTUARIO DEL MONTE QUARANTANA


Algunos Esenios del Quarantana, habían venido a las festividades de las Pascuas en
Jerusalén. Obtuvieron el consentimiento de Myriam y Joseph para llevar a JHASUA a pasar
una corta temporada en el Santuario, ya que la mayoría de los Ancianos, por su edad
avanzada, no habían tenido la dicha de ver al Divino Ungido desde su nacimiento.
Ahí vivía Jhoanán su primo, más tarde conocido como el Bautista. Al encontrarse con Él,
fue inmensa su alegría pues juntos salían a hacer largos recorridos por los alrededores,
llevando las ovejas del Santuario.

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En las horas de descanso tenían ratos de éxtasis, en que sus iluminadas mentes
dialogaban sobre el pasado, el presente y el futuro. JHASUA reconoció en su primo al Gran
Profeta Elías y JHOANÁN reconoció en JHASUA al Portentoso Moisés.
Sabían que aunque se encontraban en el presente dentro de los cuerpos de dos
adolescentes, sus vidas habían estado ligadas por Alianzas Divinas; y que en esa hora, los
dos deberían cumplir con la delicada misión de arrancar a la humanidad de la
inconsciencia, del egoísmo, de la maldad, de la ignorancia y la ceguera; y darle la brillante
claridad de la Ley Eterna:
“Amar a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo”.
Hicieron consciencia de que así como habían sido sacrificados en el pasado todos los
Enviados por el Altísimo, ellos serían también devorados por las fieras hambrientas y
sedientas de sangre; que su sacrificio haría brotar muchos apóstoles del amor fraterno
que, igual que ellos, caerían segados como espigas maduras; y cuyas vidas sucesivas en
interminable cadena, irían escribiendo en las consciencias: ¡“Ama a tu prójimo como a ti
mismo”, hasta que los hombres, cansados de padecer, se abracen por fin a esa Ley
Inmortal y Eterna, que es el Código Supremo en todos los mundos y para todas las
humanidades!
Los Ancianos les pidieron participar en las horas de lectura de los Sagrados Libros. Durante
ellas, caían en profundo éxtasis y tuvieron grandiosas manifestaciones tanto de MOISÉS
como de ELÍAS, quienes les pedían renovar sus votos de indestructible lealtad hechos en
tiempos ya remotos, ya que en la hora presente, deberían dar todo su amoroso apoyo a
los dos Divinos Enviados del Padre; y las tortuosas etapas que deberían afrontar en el
cumplimiento de sus delicadas misiones.
Los Esenios cubiertos en llanto, levantaban su diestra sobre las cabecitas de JHASUA y
JHOANÁN, que habían caído dormidos en profundo sueño hipnótico.
JHASUA tenía entonces 14 años y JHOANÁN 15.

EL SANTUARIO DE LOS MONTES TABOR


El Santuario del Tabor resplandecía con la claridad esplendorosa de grandes inteligencias
reunidas ahí por la Fraternidad Esenia, que para estar más en contacto con el Verbo Divino
encarnado, habían ido llegando de diferentes lugares lejanos.
Se encontraban representantes de la vieja Escuela de Sócrates y de Platón, que desde
tiempo atrás habían ingresado a la Fraternidad Esenia; igual que algunos otros de la
antigua e ilustre Escuela de Alejandría.
Alejandría, lumbrera del mundo civilizado desde la época del primer Faraón de la Dinastía
de los Ptolomeos tres siglos antes, había recogido en su célebre Museo-Biblioteca toda la
Sabiduría de los antiguos Kobdas.
Ahí habían sido enviados algunos Esenios de diferentes Santuarios para hacer traducciones
y copias de los antiguos escritos que conformaban los copiosos archivos. Por lo tanto,
existía una verdadera alianza espiritual de Sabiduría entre los Santuarios, Liceos,
Bibliotecas-Museos y Escuelas, que como ya hemos dicho, dirigían los Grandes Filósofos de
Oriente: Melchor en Arabia, Gaspar en la India y Baltazar en Persia.

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JAHSUA dejó Nazareth después de algunos años de vivir al lado de sus padres; donde ya
tenía perfectamente organizadas entre las mujeres y los huérfanos del lugar, casas-asilo
donde había derramado su inagotable dulzura sobre todos los seres necesitados.
Contaba con 16 años de edad cuando ingresó al Santuario del Tabor, para iniciar sus
estudios e identificarse con ABEL.
Las informaciones que se han dado sobre esta época maravillosa del Hombre-Luz de esa
hora, han sido relatadas en los capítulos “ADAMÚ y Evana” y “ABEL”, en su Quinta Jornada
Mesiánica.
A los veinte años de edad, la personalidad de JHASUA era ya conocida en todos los
alrededores. Las poderosas facultades que tenía ya en pleno desarrollo, supervisadas y
dirigidas por sus Maestros Esenios, le habían permitido realizar milagrosas curaciones; y en
sus numerosos viajes no desperdiciaba nunca la oportunidad de salir en busca de las
cuevas oscuras donde se ocultaban los leprosos fuera de las ciudades, para ir en su ayuda
y devolverles la salud.
Asímismo, asistía a las piscinas de Siloé, que eran baños termales donde se aglomeraban
enfermos de toda la región para sumergirse entre las aguas que contenían poderosas
corrientes irradiadas; y que en determinadas épocas del año eran más benéficas. .
La sola presencia de JHASUA les hacía pensar que “el famoso Ángel” estaba ante sus ojos
llenos de asombro.
Él tan sólo les pedía dirigir al Padre Eterno sus oraciones e implorarle su salud. Mientras
ellos oraban, el Avatar Supremo levantaba sus brazos en alto y con Su maravillosa mirada
iba recorriendo uno por uno a todos aquellos seres deformes, que en ese momento se
llenaban de fé y de amor.
Y decía en voz alta: “Padre nuestro, Señor de la Misericordia, que tu Divino Amor sea
derramado sobre todos Tus Hijos”.
Bajaba Sus brazos; y se retiraba asegurándoles que después de unas horas estarían
completamente restablecidos pues el Padre en Su Infinita Bondad, había escuchado sus
palabras.
Pasado el tiempo señalado y al descubrir que sus profundas llagas habían desaparecido y
que todos estaban completamente curados, seguían pensando en “el Ángel”, ya que
JHASUA nunca les dijo ni su nombre...
Era uno de los grandes principios Esenios, realizar obras y callar el nombre de quien las
hacía. Más tarde el Cristo Ungido del Amor, haría suyo ese sublime principio cuando decía:
“Que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha”, quintaesencia del olvido de Sí
mismo a que llegó el Hombre-Luz en su doctrina de amor fraterno y renunciamiento
personal.
A los 21 años, JHASUA decidió cumplir la promesa hecha de visitar al Maestro Filón en la
Biblioteca de Alejandría. Lo acompañaron sus amigos Esenios José de Arimathea, Nicolás
de Damasco y Nicodemus.
El Gran Filósofo Alejandrino vivía con el pensamiento fijo en el Verbo Encarnado, en el
Divino Avatar de sus ensueños radiantes y profundos; y había ya recibido el aviso de
JHASUA anunciándole su visita.

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Veinte largos años había esperado volver a verlo, sumido en fecunda labor, recopilando un
valioso tesoro de ciencia antigua que abarcaba inmensas edades pretéritas, de las cuales
el mundo moderno apenas tenía vagas noticias.
Estaba en constante comunicación con el Príncipe Melchor; y juntos habían realizado
estupendos descubrimientos que abrían horizontes vastísimos. Las Escuelas de Filón y
Melchor fueron recogiendo viejísimos manuscritos en papiros conservados, acaso sin
conocer su valor, por los antiguos reyes africanos que eran los únicos señores en todo el
Norte de Africa.
JHASUA a su vez, le traía como regalo copias de “Las Escrituras del Patriarca Aldis”
obtenidas en el Santuario del Tabor. En ellas se encontraba toda la historia referente a los
Orígenes de la Civilización Adámica, relatada por Aldis, el pangrave o abuelo de ABEL.
Al acercarse el barco a las costas Alejandrinas, JHASUA se encontraba solo en cubierta;
sintió que el corazón se le desbordaba al ver dibujarse las primeras líneas de la costa.
Regresó mentalmente al lejano pasado, cuando ABEL visitó el Gran Santuario de Neghadá;
veía sus torres perfiladas en el horizonte; y con los ojos llenos de lágrimas exclamó:
“Hermano Adonai, he regresado nuevamente a tus brazos según lo prometido”. ¡Se refería
al Phara-Home del antiguo Santuario Kobda, con quien Su alma se identificó plenamente
8,300 años antes! Las voces de sus amigos lo hicieron regresar del profundo éxtasis...
Sabiendo Melchor que JHASUA estaría en Alejandría al lado de Filón, decide emprender el
viaje acompañado de Buyabén, el Caudillo más poderoso de la raza de los Tuareghs; y su
hijo Faqui, con quienes tenía una gran amistad.
Durante tantos años habían oído hablar a Melchor del Divino Mesías que ardían en deseos
de conocerlo; deseaban postrarse ante Él y ofrecerle sus reinos y sus vidas si hubiera sido
necesario. Ese día JHASUA inició con Faqui una amistad maravillosa que lo acompañó
hasta los últimos instantes de Su vida.
Filón tenía entonces 45 años; y llevaba muy adelantada su obra magna: la revisión y
comentarios de los cinco Libros de MOISÉS (Recordemos que era la reencarnación de su
hijo muy amado Essen).
Tenía una gran sorpresa reservada para JHASUA y sus amigos; hacer un corto viaje hasta
el Valle de las Pirámides y realizar una excavación, en un lugar preciso que el Arquitecto
del Museo tenía ya señalado.
Al excavar, vieron que se trataba de un hipogeo que había mandado construír Mizraím de
Tanis, un Kobda prehistórico considerado como un Genio Tutelar de la raza Egipcia.
Penetraron al interior y fueron abriendo uno a uno los sarcófagos que encontraban,
descifrando las inscripciones que describían todo lo referente a los seres cuyos cadáveres
contenían; y sacando los rollos de Escrituras, encerrados en tubos de cobre, que relataban
su historia.
JHASUA se encontraba extasiado, pues todos aquellos seres habían sido Sus compañeros
de misión en su personalidad de ABEL. Se encontraban ahí las momias de: el Gran
Patriarca Bohindra, figura central de la Civilización Adámica, del Patriarca Aldis, abuelo de
ABEL, quien había escrito los 80 rollos de papiros que ya hemos mencionado; y finalmente
la momia de Adamú, padre de ABEL, el último Phara-Home del Santuario de Neghadá,
antes de su total desaparición después de la invasión de los Bárbaros.

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Se postró reverente ante sus momias y después de pronunciar en silencio una oración,
exclamó conmovido: “iAdamú!... iAdamú!... ¡Estamos contemplando tu materia muerta
reducida a un trozo de piedra. ¿Donde estará tu espíritu vivo, resplandeciente de genio y
de amor con 83 siglos más de evolución?... Qué no daría Yo por encontrarte para realizar
alianza contigo!”...
José de Arimathea, que estaba escribiendo en su cuaderno las inscripciones, recibió la
contestación.
“Arcángel de Jehová, Ungido del Amor, no estoy lejos de ti, lo que el Eterno ha unido
nadie lo puede separar. Soy el Scheiff Ilderín, estoy en mi oasis al Sur de Etiopía, llamado
“Huerto de Las Palmas”, Soy el Adamú que deseas encontrar y que te espera para
abrazarte Hijo Mío”.
Al terminar su estancia en Alejandría, después de haber pasado una temporada revisando
todos los Escritos, JHASUA realizó el viaje para encontrarse con el Scheiff Ilderín y
establecer con él una amorosa alianza que duró también hasta su muerte.
A su regreso a Palestina traía varias epístolas de presentación de sus amigos, para altos
personajes, en donde se les pedía el absoluto secreto, la adhesión a la Magna Obra que el
Divino Salvador del pueblo de Israel realizaría.
Uno a uno fue visitándolos y estableció así una gran alianza de seres que estaban
dispuestos a ofrecer sus fortunas cuantiosas en bien del grandioso Ideal de liberación.
Desafortunadamente, todos creían que se trataba de una alianza de guerra contra el
opresor romano, para la cual estaban todos preparados desde hacía tiempo; y cuando el
Divino Mesías les hacía conocer sus propósitos de amor y de paz, caían en un gran
desconsuelo, hasta que eran convencidos por JHASUA de que sólo a través del amor
podrían superar todos los sufrimientos y salvarse todos los abismos.
Su gran Ideal era preparar a los seres humanos para salvarse de la ignominia, de la
opresión, de la esclavitud y del dolor en que se encontraban, a través de los caminos de
amor y de paz que conducen al ser a la superación humana.
Sin embargo, a todos pidió establecer en sus respectivas regiones una sucursal de “La
Santa Alianza”, que eran refugios para los desvalidos, hospitales para enfermos, escuelas y
asilos para todos los desamparados, obra en la cual todos cooperaron.

EL GRAN SANTUARIO DEL MOAB

“CONSAGRACIÓN DE MAESTROS DE DIVINA SABIDURÍA”

Nos dirigimos ahora en unión de JHASUA y de JHOANÁN, que a la edad de 21 y 22 años


respectivamente, iban rumbo al Gran Santuario Madre donde los esperaban los Setenta
Ancianos Dirigentes de la Gran Confraternidad Esenia, para llevar a cabo las Asambleas
donde serían Consagrados como “MAESTROS DE DIVINA SABIDURÍA”.
En la Gran Sala Central del Santuario, se encontraban reunidos los Setenta Sabios,
subdivididos en Siete Consejos que constaban de diez miembros cada uno. Cada Consejo

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tenía a su cargo el examen de una de las Siete Cuestiones que abarcan toda la Ciencia de
Dios.
1a. DIOS.
2a. LOS MUNDOS.
3a. LAS ALMAS.
4a. LA LEY DE LA EVOLUCIÓN.
5a. LA LEY DEL AMOR.
6a. LA LEY DE LA JUSTICIA.
7a. LOS MESÍAS O INTELIGENCIAS INSTRUCTORAS DE HUMANIDADES.

Ambos jovencitos, sentados ante aquel venerable Tribunal formado en semicírculo, daban
la exacta impresión de dos niños ante un Consejo de Sabios que buscaban la complacencia
espiritual, intelectual y moral, de contemplar de cerca la elevada evolución de aquellas dos
Almas, ancianas ya, en los caminos de la vida eterna.
JHASUA, perteneciente por su orígen espiritual a “La Legión de los Amadores”; y
JHOANÁN, por igual razón a la de “Espíritus de Justicia”, los ancianos, atentos en su
observación, escucharon durante siete noches seguidas las disertaciones brillantísimas de
los dos aspirantes a la Suprema Consagración.
iJHASUA!... El Serafín del séptimo cielo, bajado en medio de esta humanidad terrestre
compuesta en su mayor parte de seres egoístas, malvados y viciosos que ni con un
milagro, si el milagro fuera posible, podrían ponerse a tono con esta Arpa Viva, cuya
vibración de amor y de armonía envolvía toda la Tierra.
iJHOANÁN!. .. A su vez, al llegar su exposición sobre la “Ley de la Justicia”, apareció en
verdad como el Arcángel de Fuego que era; venido junto al dulce JHASUA para consumir
un tanto la escoria de los caminos que el Verbo de Dios debía recorrer.
Escuchemos nosotros también algunas de estas disertaciones, donde se encierra toda la
Sabiduría existente en el Cosmos.

Cómo desarrolló JHASUA de Nazareth, el Cristo Encarnado, los temas que le fueron
propuestos para su consagración de Maestro de Divina Sabiduría.

Primera Cuestión.

DIOS
“Cada pueblo, cada raza; y aún puede decirse cada alma, piensa, siente y expresa de un
modo diferente la palabra única, la frase augusta, sagrada y profunda que puede expresar
lo que palpita y vive en lo más hondo del propio ser: EL ALTÍSIMO, el Sin Nombre, el
Eterno, el Invisible, el Invencible, el que Todo lo Sabe, todo lo puede y todo lo ve. ¿Quién
es Él? ¿Cómo es Él?”
“Mi mente se apaga como una candela expuesta al vendaval”.
“La palabra enmudece en la garganta y la mirada se tiende al espacio infinito como tímida
avecilla aturdida por la inmensidad”.

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“¿Qué frase humana puede expresar o definir ese algo que no tuvo comienzo y que no ha
de terminar jamás? ¿Qué mente humana puede comprender esa estupenda genealogía
que, como poseída del ansia infinita de darse, de prolongarse, de difundirse en millares de
formas de vida y de amor, arranca de sí misma hebras, retazos, jirones; y los impulsa a
vivir en el espacio infinito, que lleno en absoluto de ese gran todo que lo inunda con su
infinita fecundidad, cumple el mandato supremo y se convierte en seno materno de
nebulosas, de mundos, que son estrellas y soles donde germinan, viven, crecen millares y
millones de humanidades de seres, de embriones, de gérmenes que son vida y que serán
también AMOR?”
“¿Qué palabra humana puede definir este supremo enigma, ni humana inteligencia podría
comprender este hondo misterio que sobrepasa los límites a donde puede llegar la humana
inteligencia encarnada?”
“Pensad, venerables maestros míos, que esta avecilla recién salida del nido y cuyas alas no
tienen aún el crecimiento indispensable para lanzarse a tan grandes vuelos, difícilmente
podrá abarcar una inmensidad semejante. No esperéis de mí nada más que un grito de
amor a esa Energía Suprema que lanza mundos, seres y cosas, como lanza mi corazón un
suspiro apenas perceptible que se esfuma sin ruido en el insondable vacío”.
“Mas, forzado por el mandato de nuestra Ley, me limitaré a esbozar figuras, emblemas,
símbolos alegóricos creados por mi inquieta imaginación que los extrae de todo lo visible y
palpable en el Universo, con el ansia suprema del que busca luz, verdad y conocimiento”.
“¿Cómo es Dios?, preguntaba a la Luz Eterna el alma extática de un Kobda poeta en
versos que nos han transmitido los papiros amarillentos de archivos prehistóricos; y la luz,
maga de los cielos infinitos, le contestaba:
Luego Dios es la Luz, es la ingente claridad en que viven y son todos los mundos, seres y
cosas que viven, mueren y se disgregan en ellos. Y esa Luz es también Potencialidad
ilimitada, Energía fecunda, Justicia irrevocable, Amor que no se agota jamás”.
“Todo este conjunto de estupendas grandezas, es según mi entender, el ETERNO
INVISIBLE que sólo se deja ver en sus obras magníficas, en la vida que da generosamente
a todo cuanto vive en el vasto Universo”.
“A su mandato surgen, crecen y llegan a la plenitud los mundos en millones de siglos; y de
Sí Mismo emergen, como chispas de un incendio, millares de millones de átomos animados
de eterna vida y destinados a poblar los mundos en una infinita variedad de vidas
inorgánicas primero y orgánicas después, hasta convertirse en reinos, en especies, en
razas, en familias”.
“¡Potencialidad eternamente creadora!...
iEnergía eternamente renovadora!...
¡Amor que se da eternamente a todas sus creaciones, grandes o pequeñas, en cuanto les
es necesario para su vida de evolución permanente!”
“Las percepciones de los grandes clarividentes de distintas épocas de nuestra vida
planetaria nos describen las Inteligencias ya perfeccionadas, que surgieron millones de
siglos antes como chispas de la ingente Llama Viva; y nos presentan en jerarquías
interminables, radiantes legiones en escalas que van hasta lo infinito. Y tales percepciones
llegan hasta las “Antorchas Eternas” y los “Fuegos Magnos”... ¿Qué hay más allá? La visión
mental de los clarividentes se eclipsa como tras de una nebulosa radiante que los

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deslumbra y los anonada. Y es entonces cuando mi pobre mente comienza a soñar en un
arrobador delirio que se asemeja al vértigo de las cumbres”.
“Me figuro, incrustada en el abismo azul del vacío, una inmensa esfera luminosa,
transparente, irradiando luz, calor, energía y vida a todo el Universo. Cada hálito suyo es
una nebulosa que surge, como un seno materno donde se gestan mundos; y cada mundo
es morada de vidas en infinita variedad de formas. ¿Será eso el Eterno Invisible?”
“¿Cómo es Dios?, preguntaba el poeta de los Kobdas a la Luz, que le responde: “Como Tú
cuando vibres como Yo”.
“Y aquella Esfera radiante de mis sueños, vierte luz inextinguible que lo envuelve todo y da
vida a todo y lo mueve todo, porque su vibración eternamente poderosa basta y sobra
para mantener en equilibrio perfecto los millones de millones de globos como burbujas de
luz emanadas de aquel Principio Generador”.
“¿Cómo nació, de dónde vino? .. ¡Venerables maestros míos!... Permitidme prosternar mi
frente en el polvo ante esa Suprema fuerza desconocida; y en vuestra presencia, porque
soy avecilla recién salida del nido y no han crecido mis alas lo bastante para llegar hasta
Ella y ser capaz de definirla y comprenderla”.
El Gran Servidor dió un suave golpe de martillo en el gong de cobre que tenía en el
pupitre, que era la señal de que el solemne Jurado se daba por satisfecho.
Y todos los Ancianos tendieron su diestra sobre la cabeza inclinada de JHASUA que
esperaba la aprobación de sus grandes maestros.

Segunda y Tercera Cuestiones.

“LOS MUNDOS Y LAS ALMAS”

“LAS ESTRELLAS Y LAS ALMAS SE PARECEN”, dice la antigua filosofía de nuestros mayores
sin darnos más amplias explicaciones, como si hubiesen querido que nuestra mente
ahonde en sus meditaciones sobre tan profunda cuestión”.
“…Y mi mente de joven recién iniciado en los caminos de la Luz, se ha asomado
tímidamente a esos insondables abismos y ha creído descubrir el porqué los Kobdas
prehistóricos tenían grabado en sus papiros: “Las estrellas y las almas se parecen”.
“Los mundos emergen de la Potente Energía Central como una casi imperceptible burbuja
al poderoso contacto de los pensamientos de cien Querubes puestos en acción por la
amorosa fuerza de Su voluntad. Y las almas surgen así mismo de igual origen, como
chispas ígneas que pasados millares de millones de siglos van respondiendo al mandato
imperioso de la Ley de Evolución hasta llegar a una glorificada perfección”.
“El pensamiento de los Querubes fecunda el éter en los inmensos vacíos siderales y surgen
así las nebulosas, cada una de las cuales da origen a un sistema planetario, compuesto a
veces de un sol central alrededor del cual giran, en equilibrio y armonía perfectos, planetas
del primero, segundo y tercer orden, que los astrónomos terrestres califican de estrellas
fijas o errantes, satélites y asteroides. Todos son mundos que, después de inmensas
edades de transformaciones continuas por movimientos y cataclismos que el hombre
terrestre no puede precisar, llegan a las condiciones necesarias para albergar en su corteza

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exterior vidas inorgánicas primeramente, orgánicas después; y por último vidas humanas
animadas por el alma inmortal dotada de inteligencia, que comprende y piensa, de
memoria que recuerda y de voluntad que ama”.
“¿Cuál es el estado perfecto de los mundos? La evolución de los mundos corre pareja con
la evolución de las humanidades que los habitan; y las transformaciones se efectúan en
ciclos de veinticinco mil años”.
“Llegado un final de ciclo, la Legión de Inteligencias de Justicia aparta la porción de
humanidad que quedó retardada en su progreso ascendente y la traslada a un mundo de
menor evolución a fin de que no entorpezca la vida superior a la cual entra el planeta y la
humanidad adelantada que lo habitará en adelante. Este proceso se va repitiendo muchas
veces hasta que el mundo y la humanidad llegan a la absoluta perfección que consiste en
la diafanidad o sutilización de la materia, que se transforma en sustancia radiante, donde
el pensamiento y el amor quedan como dueños absolutos del mundo y de la humanidad
que lo habita”.
“Éstos son los “cielos” y “paraísos” de que hablan todas las religiones que ofrecen como
premio y compensación a los justos; así como los mundos primitivos adonde son apartadas
las almas retrasadas en la evolución, son los “infiernos” o “mundos inferiores” que también
las religiones anuncian como castigo a los que viven sus vidas carnales en la depravación y
en el crimen, condenados por la Ley Divina impresa en el alma humana desde que llega el
razonamiento: “NO HAGAS A NADIE LO QUE NO QUIERAS PARA TI”.
“¿Cómo se efectúa el proceso del traslado de porciones de humanidad retardada de un
mundo a otro? Los grandes clarividentes de nuestras Escuelas de Sabiduría Divina lo han
percibido de la siguiente manera:
La purísima y glorificada Legión Espiritual de los QUERUBES, que es una jerarquía de las
ANTORCHAS ETERNAS, es la que facilita estos pavorosos y casi incomprensibles procesos,
que realizan bajo su auspicio y dirección las Legiones de la Justicia en diversas formas y
con varios elementos que fueron percibidos en lejanas épocas por algunos clarividentes,
según se desprende de antiquísimas escrituras que dicen: “Los Ángeles del Señor
levantaron los mares que se vaciaron sobre ciudades y pueblos; resquebrajaron planetas
que cayeron en trozos, convirtiendo en ruinas todo cuanto era vida sobre la tierra;
desataron los torrentes que en horrendas cataratas se precipitaron sobre los animales y los
hombres; y los fuegos planetarios de globos que ya decrépitos se disgregan; y los fuegos
de la tierra abierta en cien volcanes, no dejaron nada con vida sobre la faz de este
mundo”.
“Son también los Querubes quienes permiten y dirigen las comunicaciones interplanetarias,
cuando algunos planetas de un mismo sistema han llegado a condiciones precisas para
realizarlas”.
“La Ley de la Armonía Universal ha permitido y permite, en épocas determinadas y con
fines de progreso y depuración de humanidades y de mundos, las relaciones
interplanetarias, ya sean de orden espiritual, moral o material, según las necesidades que
va marcando la Ley de la Evolución de globos y de seres. Y con esto queda descubierto el
gravísimo error de algunas escuelas materialistas, que careciendo absolutamente del divino
conocimiento, niegan la posibilidad de que el pensamiento de Inteligencias Superiores
pueda ser percibido por mentes debidamente preparadas para ser receptoras de las ondas
vibratorias emitidas por aquéllas”.

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“Todo está medido y admirablemente equilibrado en las rutas eternas de los mundos; y la
fuerza de atracción que ejercen unos globos hacia otros, los acerca en épocas
determinadas hasta tocarse la esfera astral que los envuelve y es entonces cuando
cataclismos múltiples o movimientos sísmicos combinados en aire, tierra y mares,
producen por millones las desencarnaciones súbitas de los seres que deben ser trasladados
a un globo inferior. Y los millares de almas desencarnadas van a despertar de su turbación
en la nueva morada que la Ley Eterna les concede para continuar su progreso”.
“El globo o mundo que acaban de abandonar se ilumina con una luz nueva como si fuera
otro sol el que lo alumbra, otro aire el que refresca sus praderas, otro azul más diáfano el
que recorta sus horizontes”.
“Todos los ruines y bajos pensamientos delictuosos, egoístas, lascivos, fueron eliminados
para siempre y desaparece con ellos esa pesada atmósfera que enferma y mata a los seres
de mayor evolución. Es el cielo de los justos. Es la glorificación de los héroes y de los
santos. Es la aureola eterna de paz, de dicha y de amor que soñaron y buscaron por tanto
tiempo y en tantas vidas; y que habiendo llegado ellos mismos a la completa purificación,
la Eterna Ley les otorga, no como privilegio, sino como conquista gloriosa alcanzada por
esfuerzos inauditos de siglos, por vencimientos heróicos realizados en vida tras vida, por
renunciamientos sublimes en aras del deber, por “saltos sobre abismos”, que a veces la
Ley exige a las almas decididas a seguir el ideal, que las ha levantado de las ciénagas para
convertirlas en ángeles revestidos de carne”.
“Venerables Maestros míos, tal es la comprensión a que mi pobre mente ha llegado,
guiada por las percepciones de nuestros gloriosos clarividentes y por la luz que la Eterna
Potencia se ha servido otorgarme”.
El gong del Gran Servidor volvió a sonar en el solemne silencio del sagrado recinto; y
JHASUA, iluminado por la interna luz que lo envolvía, dobló su frente esperando el
veredicto de aprobación del severo Tribunal que lo escuchaba.

Cuarta Cuestión.
“LA LEY DE EVOLUCIÓN”
“La transformación ininterrumpida y continua de todo cuanto vive en el vasto Universo es
Lo que se ha llamado EVOLUCIÓN”.
“Mares que se secan para convertirse en peñascos desiertos; valles que se convierten en
ríos por inesperadas filtraciones de agua que brota de una grieta abierta en la roca viva;
arenales resecos que se tornan en turbulento oleaje por la abertura de una montaña que
da a las aguas del océano, nos hablan de esta inexorable ley de transformaciones y de
mudanzas que, a través de edades y siglos, presenta a la pequeñez humana, muda de
asombro, el espectáculo de ciudades, pueblos y continentes sumergidos bajo las aguas de
mares ilimitados; y otras tierras levantándose del fondo de los abismos en espera de
nuevas vidas que acudan a poblarlas”.
“La grandiosa e inflexible Ley de la Evolución permanente, extiende su poder omnipotente
y eterno sobre todos los seres y sobre todas las cosas, sin que lo más grande ni lo más
infinitamente pequeño quede eximido de su dominio”.
“En el estudio de la Naturaleza en la infinita multiplicidad de sus formas y aspectos, en sus
engendros maravillosos, en sus génesis estupendas que a la pequeñez humana le

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producen vértigos, vemos como clara visión la majestad suprema de la Evolución
perfeccionándolo todo, como artista genial que estudia todos los detalles hasta hacer
completa y perfecta su obra”.
“Nada hay muerto en la Creación Universal. Hasta en la inmóvil y pesada roca, cuya negra
silueta se recorta en el horizonte; hasta en el tronco de un árbol seco caído a lo largo del
camino, en la descarnada osamenta de hombre o de bestia arrojada en los campos bajo la
lluvia y el sol, en la negrura de las tumbas, en los escombros de ruinas olvidadas, en la
amarilla hojarasca que los vientos arrastran en otoño; en todo, absolutamente en todo,
está el principio de la vida, el minúsculo germen de una vida o de múltiples vidas que un
día formarán legiones de seres imperceptibles que en transformaciones continuas,
permanentes, que ninguna fuerza podría detener, llegarán a través de inmensas edades a
individualizarse en especies, en razas, en familias”.
“Y la Botánica los llamará “Reino Vegetal” y estudiará su conformación, sus propiedades,
sus colores y aspectos, sus condiciones de vida y modo de reproducción. Seres
inanimados, pero vivos, que perciben los ardores quemantes del sol, la frescura de las
lluvias y la mordedura de los hielos”.
“Y más tarde la Zoología los llamará “Reino Animal” y los estudiará como a las plantas y las
flores; y los encontrará capaces de sentimientos de amor, de odio, de ira, de deseos. Los
amaneceres de una inteligencia que impulsa a obrar, a buscar defenderse, a lo cual
llamará “instinto”, precursor del día radiante y pleno de la inteligencia cuando la Ciencia
maravillada pueda por fin llamar a toda esa maravillosa multiplicidad de vida “Reino
Humano”.
“¡Qué inmensa cadena de edades, de siglos y de años ha necesitado el principio de vida
palpitando imperceptible en el inmóvil peñasco que recorta su negra silueta en el
horizonte, para transformarse de guijarro en insecto, de insecto en colibrí, en ave del
paraíso, en cóndor de las montañas nevadas, en cisnes y ánades de las aguas serenas, en
mansas majadas de las praderas o en bestias feroces de la selva!”
“Y cuando por fin el Reino Humano ha coronado triunfante tan lentos pero seguros
prodigios de transformación ascendente, aún continúa imperturbable la majestad poderosa
de la Evolución, porque sabe que no ha terminado su obra... ¿Qué falta aún a la maga
invencible y eterna de la EVOLUCIÓN para hacer perfecta su obra?”
“iLe falta transformar el hombre-tiniebla de ignorancia, en hombre-luz que piense y
razone, en hombre-amor que sienta y que ame; en hombre-ángel que camine con sus pies
sobre la tierra y su alma, Chispa Divina e Inmortal, vuele a las alturas del Ideal Supremo
del que surgió en un remoto pasado sin medida; y adonde debe tornar como una llama
viva atraída por la Eterna Claridad del Infinito!”
El sonoro golpe del gong ha resonado en el sagrado recinto y JHASUA, con su faz radiante
como si un halo de luz solar nimbara su cabeza, miró al Gran Servidor y su mirada
interrogaba...
“¡Sí, Hijo de Dios!... Sí. La verdad está en Tus palabras. Eres Ungido de la Verdad Eterna.
Y Dios es la Verdad”.

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Quinta Cuestión.
“LA LEY DEL AMOR”
“Hemos visto cómo la chispa errante, de origen divino y destinos eternos, ha corrido
durante largas edades subiendo en ascenso ininterrumpido por la infinita escala que le
presenta la Ley de la Evolución, por donde la hace llegar por fin a la gloriosa coronación
del “ser humano que piensa y que ama”.
“Nos corresponde, pues, analizar lo que es esta conquista: CAPACIDAD DE AMAR, o sea,
qué cosa es el amor”.
“El libre albedrío, que es la primera facultad que se abre paso en el mundo interno del ser
apenas adquiere los primeros asomos de comprensión, le permite usar y abusar de todo
cuanto existe a su alrededor, tal como si la Eterna Potencia Creadora repudiara cualquier
especie de esclavitud en los seres conscientes y buscara y pidiera la ofrenda libre y
voluntaria de todo lo noble, bello y bueno que es posible ejecutar en la vida”.
“Mas el ser humano abusa también de la capacidad de amar”.
“Y profana ese nombre: ¡Amor!”
“¡Y entorpece sus finalidades! Y ensucia su clámide blanca entre el lodo y la sangre de
horrendos delitos que nada tienen en común con ese divino sentimiento, emanación del
Eterno Infinito que lo sembró en la humana naturaleza para su dicha y su gloria; y ella
hace de él abominable engendro de depravación, de dolor y de muerte”.
“Mas perdonadme, venerables Maestros míos, que no avance por ese camino demasiado
oscuro y pavoroso para un jovenzuelo que apenas alcanza a contemplar la vida desde la
tranquila terraza del hogar paterno y desde el pórtico sagrado de los Santuarios Esenios”.
“Templo ha sido para mí el primero y templos han sido y son los segundos. Y a través de
este prisma que tiñe de amatista y oro el crepúsculo suave del amanecer, sólo puedo
pintar en mi lienzo el diseño de los grandes y nobles amores que he visto vivir en torno a
mí y que yo mismo he vivido como hombre en los breves veinte años que cuento de vida
en la Tierra”.
“¿Qué es pues el Amor, sentimiento que vive y reina como un soberano en el alma
humana? Yo lo defino como el lazo invisible y suavísimo que acerca las almas unas a otras,
que las estrecha y las une hasta ponerlas al mismo tono en sus vibraciones más íntimas,
en el pensar y en el sentir”.
“Y unas veces se llama AMISTAD y es una virgen pura que viste de blanco y lleva en la
frente corona de rosas y madreselvas. Su corazón, que se abre como un loto en las aguas
serenas, no albergó jamás la falsedad, la deslealtad ni el engaño. Comparte la dicha de los
felices y enjuga el llanto de los que lloran”.
“¿Qué tesoro puede compararse con el tesoro de una amistad leal, sincera, manifestada a
través de abnegaciones y ternuras que irradian luz de un cirio en las tinieblas; y alumbra
nuestros pasos en horas de vacilaciones y de incertidumbre?”
“¡Es la amistad un cristal de aguamarina en el prisma maravilloso del amor; es un zafiro
azulado, límpido como el azul de los cielos en el cual van apareciendo, como estrellas en
noche serena, la confidencia alentadora, el aplauso sincero, el consejo sabio y oportuno en
momentos de ofuscación, la mano suave que aparta el escollo y deja caer una flor en el
camino; y señala el oasis al peregrino en el desierto!...”

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El joven Maestro se detuvo un momento en su discurso, porque una dulce y suave
evocación lo transportó como una ráfaga de brisa a la casita de piedra cercana al Tabor
donde una hermosa adolescente, que jugaba con una gacela, le había hecho sentir la
celestial suavidad de un amor inocente... Pensó en Jhoanán que pocas noches antes le
hablaba de corazón a corazón, con profunda sabiduría, como la de un anciano que
enciende luz en su ventana para alumbrar a un viajero que pasa...
El tribunal de Maestros respetó aquel silencio, porque bien comprendió que respondía a
una o muchas tiernas evocaciones.
Y la disertación continuó deslizándose como un vuelo sereno del pensamiento alado del
joven Maestro.
“Es el AMOR como un árbol gigantesco plantado a la vera de un caudaloso río de
inagotables aguas. Y la AMISTAD es una de sus ramas exuberantes cuyas flores y frutos
producen el bienestar, la dicha y la paz de innumerables almas que tuvieron la dicha de
cobijarse a su sombra. Mas... Triste es decirlo: ¡Cuán pocos son los seres que en este
mundo han alcanzado la evolución necesaria para que se abra en ellos esta flor del cielo
que llamamos AMISTAD!”
“El más perfecto inegoísmo; el más absoluto desinterés que no busca ni pide el derecho de
posesión ni compensación alguna como no sea la dulzura misma del afecto, de la
comprensión y afinidad completa de las almas que se asemejan como gotas de agua de un
mismo manantial. Tal es la esencia pura que da vida a ese nobilísimo sentimiento que se
ha llamado AMISTAD”.
“En muchos de sus aspectos se podría comparar con el amor maternal sin egoísmo, sin
interés, dispuesto siempre al sacrificio con una abnegación sin límites ni medida. Todo por
el bien, la dicha y la gloria del amigo, sin que ni los celos, ni la desconfianza, ni la duda,
pongan jamás una sombra entre los que se encontraron un día en los caminos de la vida,
se sintieron afines, vibrando al mismo tono y andando en el mismo nivel”.
“EL AMIGO VERDADERO -decía un grabado mural del Santuario Kobda de Neghadá- ES UN
TESORO QUE SI HUBIERA DE COMPRARSE, NO HABRÍA EN LA TIERRA TESOROS
BASTANTES PARA PAGARLO”.
“¿Qué es pues la AMISTAD? Maestros míos: vosotros lo sabéis bien. En mis breves veinte
años me veo envuelto en la suavidad de su manto de seda que aparta de mí todas las
asperezas, todas las espinas, todas las tinieblas. Y debido a eso no puedo hacer otro
esbozo del amor de amistad que la copia exacta de lo que mi corazón de hombre ha visto,
vivido y sentido en el corto tiempo de mi actual existencia terrestre. Es la amistad lo que
más se asemeja, en mi concepto, al amor del Padre Celestial por sus criaturas, que todo lo
da y nada pide ni espera sino su bien, su dicha, su eterna felicidad”.
“El árbol frondoso del Amor plantado a la vera de un río de caudalosas aguas, tiene en
verdad múltiples ramas, cuya variedad es casi infinita. Afectos profundos reconocen como
origen los vínculos de la sangre y ellos forman LA FAMILIA, ese pórtico, digámoslo así, del
santuario excelso del Amor hacia el cual la Suprema Potencia conduce a las humanidades
de todos los mundos existentes; y de las que existirán en el futuro sin fin de la eternidad.
Mas es necesario reconocer que los vínculos de la sangre que forman la familia, no
siempre traen consigo la afinidad de las almas, que es la base fundamental de todo amor
verdadero”.

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“Cuando en el andar de la vida se encuentran dos seres de igual evolución; y un gran
amor los une en sagrado matrimonio, darán vida seguramente a seres que por afinidad
con sus progenitores se acercan a ellos. Y es entonces cuando aparecen esos hogares
templos del amor, de paz y de dicha que tan rara vez se encuentran en la humanidad
terrestre, cuyo bajo nivel de evolución no atrae en su gran mayoría a los espíritus de
avanzado progreso espiritual y moral”.
“Y como una inmensa esfera luminosa y radiante, aparece sobre todos los amores
humanos, el amor al Eterno Ideal, símbolo y promesa de todo lo más bello, lo más bueno y
lo más grande que puede concebir la humana inteligencia. Y las primitivas y menos
avanzadas han buscado y buscan, desde los albores de la razón, algo superior a ellas
mismas para rendirle el homenaje de su veneración y de su amor. Y escogieron algunas de
las magnificencias de la Naturaleza: el fuego, el aire, los astros, un árbol, un pájaro, una
flor, un insecto”.
“Las inteligencias adelantadas, en largas meditaciones, ahondan en lo profundo de la
infinita Inmensidad desconocida; e imploran, con la voz silenciosa del YO interno, agua
fresca que apague la sed de conocimientos; luz que ilumine las tinieblas”.
“Y el alma humana que ha escalado cimas de evolución, presiente a la Divinidad, adivina
sus perfecciones, su infinita grandeza, su ilimitado poder, la rectitud soberana de su
justicia y sobre todo su Amor Eterno que le está repitiendo con voces sin sonido pero
claramente perceptibles: “iÁMAME SOBRE TODAS LAS COSAS VISIBLES E INVISIBLES,
PORQUE YO SOY TU DUEÑO, TU PADRE, TU HACEDOR. POR MÍ RESPIRAS VIVES Y
SIENTES, PORQUE YO SOY TU VIDA, TU DICHA, TU BIEN, TU INMORTALIDAD!... Y el
alma del hombre por la comprensión que ha encontrado de la causa y fin de su vida, ese
algo Supremo y Eterno a quien rendir lo más puro, noble y excelso de su adoración y de su
amor, ha encontrado por fin al Ideal Eterno y ante Él se vuelve átomo que se diluye
suavemente, gota de agua que se esparce hasta secarse”.
“Y en un delirio de suprema dicha, de gloria, de amor extático, le dice cual si lo palpara
con sus manos y en sus pupilas se hubiera grabado su imagen: “Como un cirio que arde
ante Ti sin consumirse, quisiera yo ser en Tu Presencia iOh Supremo Ideal encontrado por
fin después de tanto soñarte y buscarte!”
“¡Este cirio no te habla, no se queja, ni te pide nada! ¡Tan sólo levanta hacia Ti su
temblorosa llama para decirte que él vive, tiembla, siente y palpita ante Ti ardiendo
siempre! ¡Que los vendavales de la vida no han podido apagarlo! iNi los helados témpanos
de abandonos e ingratitudes, ni los huracanes internos de Psiquis atormentada por la
duda, ni el frío de la soledad, pudieron extinguir esta llamita de oro que parpadea ante Ti
como un silencioso beso de fuego de mi alma a tu Suprema Existencia, Luz Eterna y
radiante que me inunda de vida, de claridad y de amor!”
“Y el hálito de fuego de este amor soberano impulsa al alma a dar saltos formidables sobre
todos los abismos que la incomprensión del mundo que la rodea le opone como insalvables
obstáculos .. Y detrás del espanto y el horror naturales que el sacrificio causa a la humana
naturaleza, este infinito amor le presenta la áurea visión de la Divina Presencia, de la
Eterna Belleza, de la Bondad Suprema con la que se unirá en un abrazo eterno que nadie
le podrá arrebatar jamás”.
“¡Mas aún, adquiere la certeza de que será dueño de los poderes mismos de la Divinidad
para impulsar humanidades a su evolución y su progreso; para descender a los tenebrosos

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mundos de dolor y de expiación a donde fueron arrastradas por la Ley de Justicia
innumerables almas que un día le pertenecieron en herencia; y cuya larga cadena de vidas
delictuosas y en abierta oposición a la Ley Divina, les abrieron aquellos abismos de horror
y sufrimiento!”
“¡Oh!... Paréceme también que la transforma como un pájaro errante volando por los
ilimitados campos del Infinito sin cansarse jamás, en busca de almas que tengan fibras de
redentores para sacrificarlo todo y hasta la vida misma, con el solo fin de salvar criaturas
de Dios de la vorágine espantosa donde las sumerge durante largas edades el
quebrantamiento de la Eterna Ley”...
JHASUA exhaló un gran suspiro de indefinible significado. ¿Sería ascensión del éxtasis,
visión inefable de su espíritu absorbido por la potencialidad del Divino Ideal a quien
cantaba un himno de suavísimas notas?...
“Basta hijo mío ... -díjole el anciano conmovido- el Amor Divino habla por tu boca en los
más bellos tonos. Si el Tribunal piensa a tono conmigo, eximiremos a este aventajado
aspirante de explicarse sobre la Ley de Justicia porque de antemano sabemos que para Él
la Justicia Divina es también una gloriosa faceta del Amor excelso del Eterno Poder para
todas sus creaciones”.
Todos los Ancianos levantaron su diestra, señal acostumbrada de acuerdo perfecto.

“Explicadnos cómo comprendéis a las Inteligencias Superiores, o Mesías Conductores de


Humanidades” añadió el Gran Servidor. JHASUA se explicó de esta manera:
“Entiendo que las Inteligencias llegadas a la perfección desarrollan actividades estupendas,
maravillosas, que sobrepasan en mucho las capacidades y poderes propios de los seres
encarnados en mundos de mediana evolución”.
“Y para que mi débil mente de encarnado en esta Tierra no se desoriente ni divague ante
el panorama de infinitas proporciones que se le presenta ante la sola enunciación del
tema, me circunscribiré a una sola vida mesiánica: la vida excelsa de nuestro Padre
Común, SIRIO, que ha dado nombre a la magnífica constelación que vierte sus eternos
esplendores en el Universo de mundos visibles desde nuestro plano físico”.
“Hablar de una Vida Mesiánica es hablar de todas las Inteligencias que han llegado a los
estrados augustos de la Divinidad”.
“Son los Semi-dioses de la fe de los pueblos en todas las religiones de todos los mundos”.
“Las más antiguas Escrituras Sagradas que he alcanzado a estudiar en mis breves veinte
años, me han dicho todo cuanto mi débil mente y pobre comprensión es capaz de
asimilar”.
“Hablar de nuestro Padre Sirio me anonada casi hasta diluírme en un mar inconmensurable
donde todo es luz, belleza y amor”.
“Las humanidades de siete mundos gloriosos son sus hijas; son creaciones suyas en sus
formas físicas de variedad infinita. Y en su faz espiritual son como el diamante en bruto
arrancado de las entrañas de la roca y bruñido y pulido hasta darle el resplandor de una
estrella”.
“¿Qué millones de millones de siglos ha necesitado la constancia invencible de un Mesías
para que unas algas marinas, un puñado de corales, las luciérnagas de las noches de estío,

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las mariposas de los jardines, los pajarillos de los bosques, toda la vida que se agita en su
entorno, llegue a través de largas edades a una mente lúcida donde puedan reflejarse las
verdades y bellezas del Infinito? ¿Para que lleguen a formar humanidades que pueblen los
mundos que la Eterna Potencia les ha confiado, como da un padre a sus hijos un campo
para sembrar?”
“Educar a un pueblo y conducirlo a la verdad, al bien y a la paz, nos parece obra de
gigantes. ¿Qué será, para nuestra débil mente, abarcar la grandeza casi infinita de un ser
que ha sido capaz de forjar, a fuerza de inauditos sacrificios y dolorosas inmolaciones, las
humanidades de varios mundos, hasta hacerlas entrar en la pléyade gloriosa de los que
viven en la paz, la justicia y el amor universales?”
“Y refiriéndome en particular a las siete esferas radiantes que forman la Constelación de
Sirio, sólo puedo circunscribirme a los magníficos relatos procedentes de inteligencias
hermanas, que desde aquellos luminosos cielos han hecho llegar a esta Tierra sus
mensajes iluminadores, plenos de amor, de paz y de sabiduría”.
“Uno de los numerosos hijos espirituales de Sirio había terminado con grandes méritos una
existencia física en la personalidad de NORTHIA; y le fue concedido un descanso en su
mundo de origen, una de las Siete Estrellas de la Constelación de Sirio. Y en un instante de
amor y de luz, dió a los Kobdas del Mar Hircanio este mensaje -y JHASUA leyó en un
pergamino-:
iHermanos de la Tierra! En mi ansiosa búsqueda de un ser terrestre a quien anunciar la
maravillosa vida, que la Eterna Potencia me concede como un descanso en mi mundo de
origen, encuentro la serena quietud de vuestro templo para pediros que me prestéis
atención. Almas justas consagradas a la vida intermedia entre los cielos y la tierra, podréis
comprender mis pensamientos que trataré de emitir con la mayor claridad posible. Quiero
que el conocimiento de las compensaciones divinas para todos los esfuerzos realizados con
amor y para el bien de nuestros hermanos, sea un poderoso estímulo para todas vuestras
energías”.
“Saber que este estado de intenso amor y de inefable dicha será de corta duración, no
mengua en nada su real grandeza”.
“Ora asisto a espectáculos grandiosos de Inteligencias radiantes que se unen en un
concierto de melodías, de amor, de dicha infinita; y mi pobre mente comprende que se
prepara algo así como una recepción a alguien muy grande, muy superior, que llega a lo
excelso”.
“Es la entrada triunfal de un alma compañera que se ha desprendido de su cuerpo material
en algún mundo en el que ha soportado enormes dolores; después de haber realizado el
mayor bien que puede hacer un ser a toda una humanidad. Ha luchado como un héroe...
ha padecido como un mártir; y ha recogido como compensación en aquel mundo a donde
fuera enviado, las más viles ingratitudes y una desencarnación de tragedia y de horror.
¡Pero ha vencido! iEs un triunfador!”
“Y como a un héroe, a un mártir de su deber, a un triunfador invencible, lo reciben en su
Alcázar Eterno sus hermanos de evolución”.
“Este cielo está de fiesta. Y yo participo de esta gloria, de esta grandiosa recepción, sin
haber hecho nada para merecerla. Recogemos flores divinas con belleza, colorido y
perfumes de jardines que no se ve dónde empiezan ni dónde acaban; y las esparcimos al

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espacio ilimitado con la idea fija de que cada flor sea un efluvio del Amor Universal y
Eterno para cada ser inteligente que lo reciba en cualquiera de las múltiples esferas que
pueblan el infinito Universo. Son como flores vivas que llevan en sí un mensaje: las unas
de amor, otras de piedad, de indulgencia, de perdón, de desinterés, de inegoísmo
absoluto, de consuelo, de esperanza”.
“Y yo pregunto: ¿Qué es ésto que hacemos? ¿Por qué lo hacemos y cuáles son los fines,
resultados y efectos?”
“Y como estos interrogantes vibran en muchas mentes en iguales condiciones que la mía,
veo telones diáfanos que se descorren para dejar al descubierto panoramas y escenas
como recortes de planos físicos donde poderosos seres encarnados están por decretar
muertes, guerras, exterminio en masa; por medio de explosiones, de envenenamiento del
aire o de las aguas... Luchas fratricidas entre países, razas, pueblos, que ignoro dónde
están y quiénes son. Pero veo y comprendo que nuestras flores, como luminosas y calladas
mensajeras, se esparcen como chispas y van y llegan”.
“Y cual si tuvieran magia de amor, de bien, de todo lo bello y bueno que llevan en sí
mismas, realizan aquello para lo que fueron enviadas. Y veo y comprendo más aún: Veo
que forman como coraza o envoltura alrededor de seres determinados que viven vidas de
justos, de santos, en med¡o de aquellos pueblos amenazados por los odios de poderosos
magnates. Y la Luz Divina, como si tuviera voz, me hace sentir esta expresión: “POR AMOR
A ELLOS, LA ETERNA POTENCIA DETIENE TODOS ESOS HORRORES QUE LOS GENIOS
DEL MAL DECRETAN UNOS EN CONTRA DE LOS OTROS”.
“Y un día... si es que puedo dar tal nombre a un momento, a una hora en la que distingo
un luminar radiantísimo que no sé si se me acerca o yo me acerco a él; y todos sentimos
como un desfallecimiento de ternura, de amor, de inefable y dulcísima dicha”.
“De otra opuesta dirección, se acerca otro radiante luminar como inmenso disco
resplandeciente. Veo que ambos tienen contornos como de cuerpos humanos
transparentes, sutiles. Luego percibo la faz de divina belleza; y la vibración de paz y
serenidad que irradian en su entorno”.
“Se encuentran, se abrazan con indecible amor; y al expresarse sus recíprocos
pensamientos, aparecen de súbito largas filas de seres en pos de cada uno de ellos”.
“¿Qué es ésto? Pregunto maravillado de tan inexpresable conjunto de belleza”.
“Y como siempre, hay una voz que contesta a todos los interrogantes; siento que dice:
“SON DOS MESÍAS QUE SE ENCUENTRAN Y EL UNO HACE ENTREGA A SU COMPAÑERO
DE SIGLOS, DE LA PORCIÓN DE ALMAS QUE LE AYUDARÁN EN LA REDENCIÓN Y
EVOLUCIÓN DEL MUNDO QUE DEBE PROHIJAR Y CULTIVAR EN ADELANTE”.
El joven Maestro dejó el pergamino sobre el pupitre y continuó su disertación:
“Las Inteligencias purificadas son Creadoras, Instructoras y Conductoras de los mundos
que han poblado primero de vidas embrionarias, que a través de largas edades llegan a
vidas humanas, a seres conscientes dotados de un espíritu inmortal que piensa y ama; y
que un día entrarán también al Santuario Eterno de las Inteligencias Purificadas y
Perfectas”.
“Y así, de escalón en escalón, de cumbre en cumbre, de cielo en cielo, van escalando esos
grandes seres hasta llegar a la Suprema Unidad Divina, después de millares de existencias

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físicas y actividades estupendas que producen vértigo a nuestra débil mentalidad, hasta
llegar a preguntarnos:
¿Cómo pudieron realizar tales maravillas y prodigios, seres que como nosotros estuvieron
revestidos de una materia física que sufre todas las contingencias de la humana
naturaleza; y toda la incomprensión y la maldad de las humanidades que los rodean?”
“Venerables Maestros míos. Os confieso francamente que me siento infinitamente pequeño
para continuar este sencillo esbozo de un principiante, de lo que son las actividades, las
capacidades y aptitudes espirituales y morales de esas grandes Inteligencias que en unión
perfecta con el Eterno Invisible, con la Suprema Potencia, con el Infinito Amor, forman
parte de su gloriosa Eternidad, de su Potencialidad Suprema, de su Eterno e Infinito
Amor”.
“Lo que este humilde alumno no sabe acaso expresar, lo ha expresado hace ya muchos
siglos un filósofo vidente de la perdida Atlántida, que nuestras Escrituras llaman ANTULIO,
cuyas exploraciones siderales lo capacitaron para pintar magníficos cuadros en que las
Grandes Inteligencias llegadas a su plenitud como “ANTORCHAS ETERNAS” y “FUEGOS
MAGNOS” viven sosteniendo el infinito Universo de Mundos con el Poder, la Sabiduría y el
Amor con los cuales la Eterna Espiral incomprensible, el Eterno Invisible, los envuelve,
satura y anima continua y perdurablemente”.
El Gran Servidor se puso de pie y no con el martillo sobre el gong, sino con sus manos que
temblaban, aplaudió sonoramente y todos los Ancianos juntamente con él.
El examen de JHASUA DE NAZARETH había terminado y dócilmente se entregó al tierno
abrazo de sus viejos Maestros....

CONSAGRACIÓN DE JHASUA COMO MAESTRO DE ALMAS


Después de las Siete Asambleas en que tanto JHASUA como JHOANÁN dieron amplísimas
pruebas de haber superado la alta ciencia a que las Escuelas de Conocimento Superior
estaban dedicadas, se procedió a Consagrarlos como “Maestros de Almas”, con una
ceremonia plena de símbolos en extremo emotivos.
Revestidos todos con sencillas túnicas de un violeta casi negro, sujeta la cintura por un
cordel de cáñamo, todo ello símbolo de penitencia y humillación, cantaron al compás de
salterios el Salmo 57, en el cual el alma se abandona plenamente a la inmensidad del amor
misericordioso en espera de la Luz, de la Fuerza, de la Esperanza y del Consuelo que sólo
de Dios pueden venir.
Era además la ayuda espiritual que los Ancianos ofrecían a los que iban a ser Consagrados
“Maestros de Almas”, Conductores de grandes o pequeñas porciones de humanidad, a fin
de que fueran iluminados sobre las grandes responsabilidades que aceptaban en esos
solemnes momentos.
Y JHASUA tuvo entonces la más tremenda visión que le dió a conocer claramente su
camino en medio de la humanidad.
Lentamente fue cayendo en ese estado extático, en que el Amor Eterno sumerge en un
total abandono a las almas que se le entregan plenamente, en completo olvido de sí
mismas para no buscar ni querer sino la Divina Voluntad.
Se vió de pie al borde de un abismo inconmensurable y tan oscuro, que sólo con grandes
esfuerzos pudo ver lo que allí acontecía. Como repugnantes larvas, como menudos
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gusanos, cual sucios animalejos revueltos en una charca nauseabunda formada de lodo y
sangre, de piltrafas putrefactas, vio a la humanidad terrestre con ansias de muerte y entre
estertores de una agonía lenta y cruel, donde los padecimientos llegaban al paroxismo; y
el egoísmo y la ambición se tornaban en la locura fatal del crimen.
Una décima parte de los humanos eran verdugos vestidos de púrpura, oro y piedras
preciosas, que entre la inmunda charca se divertían en aplastar como a hormigas a las
nueve partes restantes, sometiéndolas a las torturas del hambre, de la fatiga, de las
epidemias, de la desnudez, del frío, del fuego, de la horca, de las mutilaciones, de la
esclavitud y de la miseria en sus variadísimas formas.
En las negras rocas que flanqueaban aquel abismo vio, en pequeñísimos grupos, algunas
lucecitas como de cirios que ardían y sus llamitas exangües se levantaban como pequeñas
lenguas de luz elevadas a lo alto.
Mas eran tan pocas, que no alcanzaban a dar luz a la espantosa tiniebla.
Vió en la inmensidad del infinito, mundos apagados rodando fuera de sus órbitas que se
precipitaban a esos vacíos del espacio, que la Ciencia Oculta ha llamado “cementerios de
mundos muertos”; y comprendió que en su vertiginoso rodar arrollarían al planeta Tierra,
cuyas corrientes de Bien y de Mal estaban en completo desequilibrio, pues el Mal era
inmensamente mayor que el Bien; y como un cuerpo orgánico, su descomposición eral tal,
que la destrucción final se hacía inminente momento a momento. Comprendió que la visión
le mostraba un futuro más o menos cercano.
“Los mundos y las almas se parecen” -pensó el extático vidente- “Una misma es la Ley de
Evolución que los rige”.
Acto seguido, vió levantarse del fondo mismo de aquel negro abismo, una blanca claridad
como una luna de plata que subía y subía. Aquel disco luminoso se ensanchó de pronto,
disipando las tinieblas; y en el centro de ese disco se dibujó un negro madero con un
travesaño en su parte superior. Era una cruz en la forma usada para ajusticiar a los
esclavos que huían de sus amos; y a los bandoleros asaltantes de las caravanas; y a los
piratas bandoleros del mar.
En aquel madero aparecía un hombre ensangrentado y moribundo, cuyos ojos llenos de
llanto miraban con piedad a la muchedumbre insconsciente y bárbara, que aullaba como
una manada de lobos hambrientos.
¡Y JHASUA, espantado, se reconoció en el hombre que agonizaba en aquel madero de
infamia!
Angustias de muerte hacían desfallecer su materia, que apareció semitendida en la
banqueta de juncos en la penumbra del Santuario Esenio.
Una divina claridad apareció sobre Él; y la voz dulcísima de uno de sus Guías le dijo: “Ése
es el altar de tu sublime holocausto en favor de la humanidad que perece. Eres libre aún
de tomarlo para tí o dejarlo. Ninguna Ley te obliga. Tu libre albedrío es señor de tí mismo.
El amor es quien decidirá. Elige”.
Y luego se vió subiendo a alturas luminosas inaccesibles o incomprensibles para la mente
encadenada a la materia; y que arrastraba en pos de sí a la mayor parte de aquel informe
laberinto de larvas y gusanos, que eran seres humanos sumidos en la asquerosa charca en
el fondo del abismo.

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“¡Elige!” Insistió la voz. “Es el momento decisivo de tu glorificación final. Es el triunfo del
Amor sobre el Egoísmo. De la Verdad sobre la Mentira; del Bien sobre el Mal”.
“iLo quiero para mí, lo elijo para mí!... ¡Yo soy ese hombre que muere en la infamia, para
salvar de la infamia a toda la humanidad!”... gritó JHASUA con un formidable grito que
oyeron todos los que estaban presentes; y hubiera rodado como una masa inerte sobre las
esteras del pavimento, si los Ancianos que lo rodeaban no se hubieran precipitado a
levantarlo en sus brazos.
Al siguiente día y cuando el sol estaba en el cenit, todos los moradores del Gran Santuario
de Moab, vestían túnicas de lino y coronas de mirtos y de olivo.
Y el Gran Servidor, después de quemar incienso en la hoguera del altar donde estaban las
Tablas de la Ley y los libros de MOISÉS y de los Profetas, hacía a JHASUA este
interrogatorio:
“JHASUA DE NAZARETH, hijo de Myriam y de Joseph, de la descendencia real de David:
¿Quieres ser consagrado Maestro de Almas en medio de la humanidad?”
“¿Aceptas los Diez Mandatos de la Ley inspirada por Dios a MOISÉS; y la reconoces como
la única eficiente para conducir a la humanidad al amor fraternal que la salvará?”
“Acepto esa Ley en todas sus partes; y reconozco su origen divino y su capacidad para
salvar a los hombres”.
“¿Aceptas voluntariamente todos los sacrificios que tu misión divina de Maestro te
impondrá en adelante?”
Entonces todos los Ancianos levantaron su diestra sobre la cabeza inclinada de JHASUA y
pronunciaron en voz alta las solemnes palabras de la “Bendición de Moisés” por la cual
pedían para Él su dominio de todas las fuerzas corrientes y elementos de la Naturaleza,
obra magnífica de Dios.
Un formidable:

“DIOS TE SALVE UNGIDO, SACERDOTE ETERNO, SALVADOR DE LOS HOMBRES”

Resonó como un concierto de voces varoniles bajo la austera bóveda de rocas del
Santuario de Moab. Los Esenios todos, con sus rostros venerables bañados de lágrimas
abrazaron a JHASUA uno por uno...
Con igual ceremonial fue Consagrado como “Maestro de Almas” JHOANÁN, al día siguiente
a la misma hora; y en solemne momento de la invocación de la Divina Luz, se dibujó en su
mente la terrible escena de una gran orgía en medio de la cual una malvada mujer exhibía
ante las miradas horrorizadas de los presentes, la cabeza de un hombre recién degollado,
que sostenía de los rizados cabellos obscuros, destilando gran cantidad de sangre del
cuello; y que con un alfiler de oro le atravesaba los ojos abiertos y la lengua, profiriéndole
horribles insultos en medio de sonoras carcajadas. *

*Este horrible crimen fue perpetrado diez años después por la madre de la bella Salomé llamada Herodías, la
depravada amante del rey Herodes Antipas, cuya vida de vicios y crímenes fue públicamente condenada por
JHOANÁN, el Excelso Profeta de la Luz que, como ya se ha dicho, era perteneciente a la Legión de
Arcángeles de la Justicia.

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Al igual que JHASUA, se reconoció en el semblante de aquel desventurado ser y fue presa
de un desfallecimiento.
Y a la hora de hacer el solemne Juramento ante sus amados Maestros, aceptó en la misma
forma que JHASUA, el horrible sacrificio que le imponía su alta misión como Apóstol de la
Verdad ante la humanidad. Ya que los dos no ignoraban que “LA MUERTE POR UN IDEAL
DE REDENCIÓN HUMANA ES LA SUPREMA CONSAGRACIÓN DEL AMOR”.
Durante la estancia de JHASUA y JHOANÁN en el Gran Santuario; y del “encuentro” que
tuvieron con MOISÉS, el Portentoso Vidente del Sinaí, procedieron a hacer la revisión de su
Gran Obra; los Cinco Libros que ya se han descrito antes.
Terminado el trabajo, volvieron a separarse para iniciar los primeros pasos en su delicada
misión.
JHASUA realizó viajes a diferentes puntos para la institución de “La Santa Alianza” que,
como ya sabemos, eran refugios de sostén para necesitados; así como para visitar a los ya
establecidos por sus amigos y aliados.

EN ANTIOQUÍA
Volvió a visitar al Scheiff Ilderín en el “Huerto de Las Palmas”, el oasis donde vivía el
poderoso caudillo. Ahí fue recibido con grandes festividades entre las que había sido
programada una exhibición de regatas. Era tal la afluencia de gente a dicha celebración
que, sin tomar las debidas precauciones, se embarcaron en tumulto en las pequeñas
embarcaciones y ocasionaron el hundimiento de una de ellas en medio del lago.
El Maestro había quedado en tierra conversando con su padre de antaño (recordemos que
era la reencarnación de Adamú). ¡Y al oír las voces de alarma, salió corriendo en su ayuda;
y al llegar a la orilla del lago, ante los ojos asombrados de todos, se movió a gran
velocidad sobre las aguas que sus pies casi no tocaban; y fue así como llegó hasta ellos y
los salvó de perecer ahogados!
La Santa Alianza, empezó a cobrar una gran fuerza debido a que en todos los locales
donde se proveía a todos los necesitados de cuanto requerían, secretamente se habían
instalado arsenales repletos de armas; esto naturalmente era ignorado por el Divino
Mesías. Sus amigos y seguidores se habían encargado de reclutar un numeroso ejército en
cada país, para que a una sola orden, salieran a combatir contra el tirano opresor y colocar
a JHASUA como Soberano de Israel.
En cada lugar que visitaba se organizaban reuniones secretas donde el Divino Salvador
atendía en forma personal a los enfermos e iba sembrando la dorada semilla del amor
fraternal en cada corazón.

EN EL VALLE DEL ÉUFRATES


Fue en la ciudad de Thipsa, a la orilla del río Orontes, donde JHASUA se entrevistó de
nuevo con sus amados protectores, los filósofos de Oriente Gaspar de Shrinhagar y
Baltazar de Susán.
Al tener noticias de que el Verbo Encarnado se encontraba en el Valle del Éufrates,
emprendieron el viaje a pesar de su avanzada edad, pues durante los veintiún años que

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habían transcurrido desde que lo habían besado en la cuna, no habían vuelto a tener la
inmensa dicha de verlo, sólo obtenían de Él emotivas epístolas que llenaban sus vidas de
luz. Baltazar contaba ya con ochenta años; y la única esperanza que albergaba su corazón
era morir en los brazos del Divino Ungido.
Después de realizar reuniones secretas en las que JHASUA les revelara las terribles
visiones que había tenido en el Moab; y los sabios filósofos mostrarle sus respectivas
carpetas de anotaciones donde también habían sido avisados de las horribles
persecuciones y torturas que esperaban a su Divino Protegido, Baltazar, el Astrólogo Persa
agravó y murió en unas horas.
“Estoy a tu lado padre mío”, le decía JHASUA estrechando su mano contra su pecho,
“nuestro Dios-Amor ha permitido que nos diéramos el último abrazo”.
“Hijo de Dios”, “Hijo también de mis sueños y de mi amor, has venido y estás a mi lado.
Recibirás mi último aliento, mi última mirada y luego cerrarás mis ojos”. “¿Qué más puede
desear este siervo del Señor?”
“¡Hijo de Dios, mi espíritu libre te seguirá como una chispa de luz en todos los pasos de tu
vida mesiánica sobre la Tierra, Te acompañaré en tu vida y en tu muerte, en la hora de tu
victorioso final; seré el primero que te recibirá en el Reino de Dios, mi corazón que te ama
tanto, te bendice ahora cuando va a dejar de latir!”
Un suspiro largo fue el último; y los ojos ya sin vida quedaron clavados en el bello rostro
del Hombre-Luz.
JHASUA reposó su doliente cabeza sobre aquel pecho mudo para siempre; y dejó que el
hombre desahogara sus sentimientos de hombre. Lloró sobre el pecho del anciano Baltazar
como lloramos todos sobre los despojos mortales de nuestros seres queridos.
“!Es el Hijo de Dios y llora!”, exclamaba Gaspar contemplando el emotivo cuadro de
JHASUA arrodillado junto al lecho mortuorio de su anciano amigo; y llorando
silenciosamente.
“¡Padre Mío!”... dijo JHASUA cuando su alma pudo serenarse. “¡Era Tuyo! ¡Has recogido lo
Tuyo!... ¡Lo que te perteneció por voluntaria consagración en todos los momentos de tu
vida! iQue tu Claridad Divina lo siga en lo Infinito como lo siguió en la Tierra y que Tu
Amor Soberano le dé la compensación merecida!”
En vida, los tres filósofos habían hecho un pacto, el de legar sus cuantiosas fortunas en
dos partes: una a los miembros de sus escuelas; y la otra a la santa obra que realizaría el
Hijo de Dios; al morir uno de ellos, los otros dos, Melchor y Gaspar, se encargarían de
cumplirlo. Convinieron reunirse con JHASUA cada dos años en el Santuario del Hermón.
Gaspar cumplió con la cita sólo en dos ocasiones, pues fue el siguiente en abandonar su
materia. El Príncipe Melchor de Horeb, acompañó al Verbo Divino hasta sus últimos
momentos. Las grandes fortunas recibidas de ellos, fueron invertidas en las obras de
caridad que realizaba la Santa Alianza de las Naciones Unidas.

LA REUNIÓN DE LOS DOCE DISCÍPULOS GALILEOS


Se acercaba el año treinta en la vida de JHASUA. Se encontraba en Nazareth al lado de su
madre, recién viuda, cuando Sus Guías Espirituales le anunciaron que había llegado la hora
de iniciar su vida pública como Misionero de la Verdad; y debía reunirse con los doce
hombres ya señalados para acompañarlo.

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Aquel día, se dirigió hacia las orillas del Lago de Galilea para realizar una curación a la
madre de sus amigos Simón y Andrés de Tiberíades.
Ésa fue la hora señalada desde Lo Alto para establecer la Alianza entre Sus seguidores de
antaño, que se encontraban encarnados entre las familias esenias que vivían en las orillas
del Lago, dedicados al comercio de la pesca.
Fueron llegando uno a uno, pues habían sido avisados de la presencia del Maestro y
quisieron venir a saludarlo, ya que todos eran amigos suyos desde la infancia. Entre ellos
existían lazos de parentesco o de amistad, ya que se reunían de año en año en las
Ceremonias del Santuario; y habían escuchado por boca de sus Maestros Esenios de todos
los prodigios que realizaba, así como de Su Consagración como Maestro de Divina
Sabiduría; y sentían por Él una admiración y un cariño entrañables.
Ellos eran:

PEDRO (Simón) De Tiberíades, su hermano


ANDRÉS De Tiberíades
JUAN De Tiberíades y su hermano
SANTIAGO De Tiberíades
FELIPE De Cafarnaum
JUDAS TADEO De Cafarnaum
JAIME (o Santiago el menor) De Cafarnaum
BARTOLOMÉ De Cafarnaum y su pariente
JUDAS DE KERIOTH De Cafarnaum
ZEBEO (Nathaniel) De Tolemaida
TOMÁS De Tolemaida
MATHEO De Acre.

Al abrazarlo, iban relatándole cómo a través de “sus sueños” o de un poderoso “impulso”,


habían sentido que el Maestro “los llamaba” para unírsele en el cumplimiento de su
delicada misión. JHASUA fue escuchando la historia de cada uno, para cerciorarse de que
no tenían compromisos conyugales y de que el bienestar de sus familias no dependía de su
trabajo, ya que el Maestro no deseaba por ningún motivo llevarlos consigo y dejar atrás
una huella de sufrimiento entre los suyos.
El Maestro les iba anunciando uno a uno, que era llegada la hora de unirse a Él para no
separarse jamás. Ellos, muy asombrados, aceptaban dichosos aquel enorme privilegio,
tanto, que Simón propuso salir de pesca para celebrar con un gran festín semejante
acontecimiento.
JHASUA les anunció que todos los pobres de la región también serían invitados, por lo que
dispusieron catorce embarcaciones y sus tripulantes cantaban alegres canciones al dirigirse
al sitio exacto que el Maestro les había indicado para tirar sus redes.
A los que no fueron de pesca, los envió a la ciudad para comprar cantidades de ropa que
sería también distribuída entre los necesitados.

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Aquella tarde se hizo la recolección de peces más fabulosa, pues se juntó gran cantidad de
personas que asistieron felices a la repartición que se hizo de alimentos y de vestidos.
Después de la alegre cena en casa de Simón, el Maestro se dirigió a ellos diciéndoles:
“Levantaos amigos míos, que tenéis toda la humanidad terrestre y veinte siglos por
delante, para difundir hacia los cuatro puntos cardinales, mi Enseñanza de Amor Fraterno
fundada en las últimas palabras de La Ley:
“AMA A TU PRÓJIMO COMO TE AMAS A TI MISMO”
“Nuestra reunión de este instante, no debéis creerla casual y como ocurrida al acaso, sino
como una vieja alianza a la cual habéis respondido con fidelidad.” “iFelices aquellos que
oyen la voz Divina del Amor Eterno, cuando les habla con Su voz sin ruido y en un
momento determinado y decisivo, les dice: “¡YA ES LA HORA!”
Les dió unos días para dar el aviso en sus hogares y después se reunieron en la casa de
Simón y Andrés, que sería su primer hogar común durante tres meses, durante los cuales
el Maestro examinó minuciosamente sus conocimientos y el grado de su adelanto
espiritual.
Después, los llevó al Santuario del Tabor para que fueran instruídos por los Solitarios
Esenios por setenta días. ¡Y Él se dirigió al Valle del Jordán para encontrarse con su primo
Jhoanán, que enseñaba a multitudes la Verdad Eterna y les anunciaba la llegada del Dios
Vivo!

OVACIÓN EN EL TEMPLO DE ISRAEL


Llegaban las grandes fiestas de Pascuas; y el Maestro con sus doce íntimos se dirigían
hacia el Templo de Jerusalén para asistir a las llamadas sagradas cátedras del cenáculo
que ya se han mencionado.
Teófilo, miembro de la Gran Academia de Doctores de Israel, hijo del Rabí Hanán cabeza
del Sanhedrín, empezó esa mañana su oratoria abriendo el libro Deuteronomio atribuído a
Moisés que en su Cap. 32 v. 17 comienza así: “No ofrecisteis sacrificios a Dios, sino a los
diablos, a dioses ajenos, que no conocieron ni temieron vuestros padres. Y volvió Jehová y
encendiose de ira por el menosprecio de sus hijos e hijas. Y dijo: Esconderé de ellos mi
rostro y veré entonces cuál será su postrimería: Porque fuego se encenderá en mi furor y
arderá hasta lo profundo; y devorará la tierra y sus frutos; y abrasará los fundamentos de
los montes. Yo allegaré males sobre ellos. Consumidos serán de hambre; y comidos de
fiebre ardiente y de amarga pestilencia. Dientes de bestias enviaré sobre ellos y veneno de
serpientes”. Y continuó blasfemando en los mismos términos.
Los amigos del Profeta Nazareno le lanzaban miradas, comprendiendo que aquel lenguaje
hería profundamente su corazón, cuando de pronto lo vieron dirigirse al estrado y pedir
autorización para ocupar la tribuna.
¡Después de irradiar a través de su palabra todo el Amor, Bondad Infinita y Misericordia
del Padre Eterno hacia todos sus hijos, levantó los brazos en alto y en Su nombre hizo una
invocación para que, al salir del Templo, todos los presentes se vieran libres de
enfermedades y de dolor!
Empezaron a escucharse gritos de personas que en forma instantánea habían obtenido su
curación; y la aclamación del pueblo fue tal, que el Profeta Nazareno fue levantado en alto
y llevado fuera del Templo en medio de aplausos, hosannas y aleluyas.
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Los sacerdotes del Sanhedrín y Doctores de la Ley no pudieron tolerar tal ofensa, pues
desde que JHASUA predicaba ante las multitudes, las ofrendas al Templo habían
disminuído; y sus arcas, que antes contenían cuantiosos tesoros, se encontraban casi
vacías. Y con feroces gritos y anatemas horribles exclamaban: “Esto debe terminar, este
blasfemo hijo de Satanás llevará todo a la ruina”.
Fue así como en forma inmediata se decretó la persecución del Divino Mesías, a quien
seguían grandes multitudes hacia los Montes a escuchar Su palabra de amor y de
sabiduría, pues los sacerdotes encolerizados, cerraron las puertas del Templo como
símbolo de agravio.
¡En múltiples ocasiones el Divino Maestro tuvo que salir a través de pasadizos
subterráneos para no caer en manos de sus agresores que como perros rabiosos, lo
perseguían a todas partes! Y ésto mantenía en indescriptible angustia a su Madre y a todos
sus seguidores.
Así, realizó viajes hacia diferentes puntos, durante los cuales efectuaba curaciones
asombrosas individuales o masivas, enseñando a sus amados discípulos la forma de
realizarlas.
Hubo ocasiones en que permanecía durante días enteros entre los leprosos y decía a sus
íntimos: “Si no tenéis fe de no contagiaros, no entréis conmigo pues de inmediato
adquiriríais el mal en vuestros cuerpos”.
¡Al penetrar en las oscuras cuevas presenciaban hechos que los hacían temblar de horror,
pues el Maestro transmitía su hálito divino de boca a boca a aquellos seres deformes y
pestilentes; y permanecía durante interminables minutos infiltrando poderosos hálitos en
sus sanguinolentas bocas; y repetía el procedimiento con uno tras otro!
¡Cuán pequeños y cobardes se sentían entonces aquellos hombres que en ningún
momento se creían capaces de realizar las obras que hacía su Maestro. Salían de allí
bañados en llanto por su manifiesta pequeñez y falta de fe, presas de desfallecimientos
producidos por la gran repulsión que aquello les ocasionaba!
Al salir el Maestro, cubierto en sudor y con una palidez casi sepulcral por la gran pérdida
de energía que estas curaciones le ocasionaban, se encontraba con sus amados íntimos
cubiertos en llanto, incapaces de levantar sus ojos para mirarlo a la cara, avergonzados en
extremo y totalmente desprovistos del habla.
¡El Divino Profeta se tendía a su lado para recobrar sus fuerzas, con la mirada fija en las
últimas estrellas del alba; y con sus ojos dulces y húmedos de inefable ternura,
desbordaba su inmenso amor y comprensión hacia aquel puñado de hombres que se
comportaban como niños!
Las jornadas de viaje eran largas y penosas, todos desfallecían mientras que el Maestro,
casi sin probar alimentos y sin dar descanso a su materia, se erguía diciéndoles: “Vamos
amigos míos, que aún nos falta mucho por recorrer y mucho es el dolor que hay que
remediar”.
En todas las ciudades por donde pasaba, iba haciendo su dorada siembra de amor y de
sabiduría, obteniendo así multitud de seguidores y aliados en su santa obra, así como
grandes enemigos que, pertenecientes al Sanhedrín y por temor a este poderoso cuerpo
sacerdotal, le cerraban las puertas de sus sinagogas; y en forma secreta y anónima, salían
disfrazados hacia las puertas de la ciudad a escuchar su palabra. ¡Algunos de ellos, eran

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presa de terribles remordimientos; y regresaban a sus casas exhalando fuertes sollozos
que ocultaban cobardemente ante los suyos, pues era más importante para ellos mantener
su seguridad y su adhesión a los poderosos, que afrontar públicamente sus miserias y
equivocaciones internas!
Era ya una verdadera multitud de seres que no resistían separarse de Él y lo seguían hasta
caer extenuados por el frío, el hambre y el cansancio.
¡Entre ellos algunos sabuesos del Sanhedrín, a quienes JHASUA reconocía de inmediato, al
verse también curados de enfermedades y cautivados por su divina palabra, se unían a Él
de todo corazón y olvidaban la encomienda que tenían de apresarlo! Los encumbrados
sacerdotes perdían fuerza de día en día y su cólera iba en aumento; la palabra del
Salvador del Pueblo de Israel y su doctrina de amor los aplastaba por completo.
En Jerusalén se efectuaban a diario reuniones de los altos dignatarios de la iglesia y
doctorado, a donde asistían nuestros amigos José de Arimathea y Nicodemus. Ya no les
era posible tratar de hacerlos razonar; el odio y la amenaza de muerte acechaban muy de
cerca al Divino Redentor.
Presas de gran angustia, enviaban secretos correos a sus poderosos aliados y los
mantenían alerta del tremendo peligro en que se encontraba la vida del Maestro. Como
recordaremos, existía ya un poderoso ejército armado y bien adiestrado en todos los
refugios de la Santa Alianza, tan sólo esperando la orden definitiva para atacar.
El Maestro también recibía estas misivas secretas donde le hacían encarecidas súplicas y le
proporcionaban todos los medios para abandonar el país y mantenerse oculto, a lo que Él
respondía: “¡No os preocupeis por mi vida, que la hora señalada por Mi Padre aún no es
llegada”! y seguía valerosarrente desempeñando su maravillosa misión...

HACIA JERUSALÉN. AÑO 33.


¡El Maestro se encaminó por fin hacia Jerusalén! ¡Estaba decidido a exponer sus principios
de Fraternidad humana ante todo Israel reunido, sin que la presencia de los grandes
magnates del templo coartara su libertad!
Antes de volver al Padre, debía levantar la pesada cortina de tiniebla con que había sido
cubierta la Divina Ley promulgada por Moisés. Aquellos diez Mandamientos sublimes,
simiente y corona de la pefección humana, yacían sepultados bajo un enorme catafalco de
prescripciones y ordenanzas, a cuyo cumplimiento estaban obligados todos los israelitas
bajo las más severas penas.
Sus aliados, príncipes de países vecinos y otros dirigentes que se habían afiliado a la Santa
Alianza de Naciones Unidas, salieron a su encuentro para exponerle sus planes, habían
trabajado inmensamente y estaban seguros del triunfo. ¡Todo estaba dispuesto para
proclamarlo Rey, desde Idumea hasta Fenicia y desde el Mar Mediterráneo hasta Arabia!
¡Todos los países vecinos se verían favorecidos por sus grandiosos poderes sobrenaturales,
ya que mandaba sobre los elementos, las enfermedades y la muerte!
Todos exclamaban: “Sin ser nadie ha realizado un sinnúmero de maravillosas obras. ¿Qué
no hará siendo Rey?”
Todos los reyes de la Tierra le pedirán su amistad y acaso el César mismo se convertiría en
súbdito suyo para merecer su protección... Andaba sobre las aguas, el mar le obedecía, se
transportaba como un rayo de luz de una parte a otra, traspasaba murallas, contenía la
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furia de los malvados; la espantosa lepra huía ante su sola presencia y hasta la misma
muerte era dócil a su voz ... ¿Qué sería pues, este mundo gobernado por Él? ...
Las confidencias y comentarios privados de sus familiares y amigos íntimos eran como un
eco de aquellos murmullos de ansiedades y deseos.
Su gran alma de sensitivo, percibía profundamente todas aquellas intensas vibraciones,
que le hicieron sufrir un verdadero martirio durante los últimos días que precedieron a su
muerte.
¡Esperaban verlo sobre un trono; y Él subiría a un patíbulo de infamia! iEsperaban que los
salvaría de la dominación extranjera, de los honerosos tributos del César, del Rey del
Sanhedrín judío; y Él mismo caería inmolado, como una víctima de aquellos tres poderes
arbitrarios, injustos, despóticos!
Él escuchaba en silencio todos los comentarios y pensaba para sus adentros:
“Ellos no pueden comprender -se decía- que el beso de mi sangre inocente a la Tierra
lavará sus crímenes; y arrastrará a la humanidad hacia un nuevo camino, aunque ese
camino sea tan largo de andar como el pasaje lento de veinte centurias de luchas y
martirios”.
“Ellos no pueden comprender el valor infinito que tiene la ofrenda de la vida, en aras del
Ideal Supremo del Amor Universal que Es Dios mismo, en todos los seres y en todas las
cosas” .
“Tampoco alcanzan a comprender que en esta hora solemne de la evolución humana, la
Eterna Ley de Justicia hará la separación de los réprobos de los justos, según que hayan
aceptado o no, la Voluntad Divina manifestada por el Verbo Eterno encarnado”.
“Ay de los que cerraron su corazón a la palabra divina, mensajera de la verdad y del
amor”. '''Ay de los que pronuncien la sentencia de muerte para el Verbo de Dios”.
“La maldición y el odio de los hombres los seguirá a todas partes; y en todos los puntos de
la Tierra serán extranjeros; y hasta el pan, el agua y la lumbre les sabrán como usurpados
a aquéllos, cuyas maldiciones los seguirán como el eco terrible de millares de voces
hostiles:
¡Desventurados!”
“Padre Mío” ... “iPerdónalos porque no saben lo que se hacen!”
“Mi corazón se estremece de espanto ante la tremenda visión del dolor que les aguarda
para millares de siglos, en mundos de tinieblas, destinados por Tu Eterna Justicia para
expiación de aquellos que derramen sangre inocente a sabiendas, que corten la vida a un
mensajero Tuyo”.
Se acercaban ya al Monte de los Olivos y el Maestro quiso hacer una parada, más que por
cansancio físico, por apartarse un poco de todo aquel bullicio; y sumido en estas
meditaciones, pidió a su Padre saber lo que haría la Eterna Justicia Suya con aquellos que
llevasen su rebeldía en contra del Amor Universal, hasta ahogar en sangre y muerte la voz
de su Verbo Encarnado.
Y sus Guías Espirituales, Ariel y Aelohín, descorrieron los velos de los arcanos divinos.
Recostado su cuerpo físico sobre piedras cubiertas de musgo; y desprendido su espíritu en
el éxtasis, vió su muerte como la vió en la visión de Moab en la víspera de ser Consagrado
Maestro de Divina Sabiduría; y vió a los que lo condenaron a muerte y al populacho judío,

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comprado con oro para pedir a gritos su ejecución sobre el madero en cruz, tal como se
hacía con los esclavos rebeldes. Vió su entrada triunfal en el Reino de su Padre, acogido
con inefable amor por millares de espíritus luminosos que lo aclamaban como a un
vencedor.
Y desde aquellas supremas alturas, vió rodando en un tenebroso abismo un mundo más
tenebroso aún, que envuelto en una nebulosa de llamas y de humo, giraba
vertiginosamente a la vez que corría a gran velocidad por la inmensidad de un espacio
vacío, tal como si huyera despavorido en busca de salida de aquel infinito campo de
oscuridad.
Y cual si la visión se acercara más y más hacia el vidente, percibió con claridad la
superficie árida de tierras volcánicas de aquel mundo en formación, donde aguas cálidas y
fangosas servían de habitación y de lecho a monstruosas bestias marinas, cuyas fauces
rojizas sobresalían a flor de agua esperando presas para devorar.
Vió escasos grupos de habitantes humanos que en las cimas de las áridas rocas
escarbaban con las uñas, para arrancar larvas y moluscos que devoraban hambrientos.
Otros saltaban por los peñascos tratando de atrapar unos feos animalejos semejantes a
murciélagos, que devoraban crudos, a mordiscos salvajes.
Y vió por fin, con espanto y horror, que otros descuartizaban el cadáver de un muerto
reciente; y devoraban sus carnes y vísceras ensangrentadas y tibias aún. Las continuas
erupciones volcánicas los corrían de un lado a otro, sin poder encontrar un sitio seguro
donde levantar una mísera choza de piedras y ramas.
Los vió gemir desesperados, porque un torrente de lava hirviendo se desbordó sobre una
vertiente de agua fresca que brotaba de la grieta de un peñasco; y quedarían sin agua
hasta que después de mucho andar entre aquellos interminables peñascales, encontrasen
otro hilo de agua para aplacar la sed.
“Desventurados” ... “iInfelices!”... “¿Qué habéis hecho para que la Justicia de Dios os trate
de esta manera?” Interrogaba el vidente, espantado de lo que veía.
Algo como un vendaval de humo negro y pesado llevó lejos el mundo aquel, sumido en
tinieblas; y la visión del Gólgota apareció de nuevo clara y vívida; y en una cruz, un
hombre joven y hermoso, pero exhausto y agonizante que tuvo aún fuerzas para clamar:
“¡Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen!”…
Muchas veces escuchó el vidente que decían: “Ahí tienen lo que hicieron aquellos
habitantes del tenebroso mundo que has contemplado”.
“Yo los perdono también a ellos. ¡Yo quiero salvarlos!”... “¿Quién me impedirá salvarlos?”
Contestaba con suprema angustia el vidente.
“Nadie te lo impedirá, -contestaban las voces divinas- pero todas las expiaciones tienen su
tiempo fijado en la eternidad; y mientras esa hora no haya sonado, nadie puede salvarlos”.
“¿Qué hora es ésa que mi Amor no puede romperla?” Insistía el alma piadosa del vidente.
“Es la hora del arrepentimiento de los culpables”. Contestaban las voces celestiales que
sostenían con el Cristo este diálogo en el Infinito.
“Y como son libres de arrepentirse o no, la hora de su libertad la marcan ellos mismos; y si
ellos no tienen prisa, menos la tiene Dios que es Eterno”...

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¡Una bruma de oro y rosa envolvió el cuerpo del vidente para fortificarlo con suaves
efluvios; y que no sintiera en su materia los terribles efectos de las angustias que había
sufrido!....

EN BETANIA
Las voces de sus amigos lo volvieron a la realidad, lo buscaban para continuar el viaje.
“Vamos” les contestó sin volver aún a su estado normal.
El Maestro tendría su residencia en Betania en la casa de Marta y Lázaro. Ahí lo esperaba
su madre, ansiosa de estrecharlo entre sus brazos; y una gran cantidad de amigos y
aliados que desde lejanas tierras habían venido para ponerse de acuerdo en la realización
de sus planes.
El Príncipe Melchor de Horeb, ya con 90 años de vida, Filón de Alejandría, el Scheiff Ilderín
y muchos más, celebrarían una Asamblea con JHASUA para poner a su disposición sus
fortunas y miles de soldados armados.
Dicha reunión fue celebrada; y ante todos los ofrecimientos tan sólo iba anotando en
silencio las cifras que indicaban los hombres de armas que cada Jefe de Estado le ofrecía.
¡Sumaban cuatrocientos mil seiscientos hombres!
“¡Cuatrocientas mil seiscientas vidas humanas, que representan otros tantos hogares,
exponéis a morir para que yo sea Rey de Israel! Y os llamáis hijos del Dios de Moisés, cuya
Ley dice:
“NO MATARAS”.
“¿O creéis que las legiones del César os esperarán con los brazos cruzados o tocando
cítaras y laúdes? El rey David, del cual decís que desciendo, devastó y asoló los países
desde el Éufrates hasta el Mar Rojo para ensanchar sus dominios y colmar sus ambiciones
de poder y riquezas”.
“Si desciendo o no de David, no lo sé, ni me interesa, pero sí sé que vengo del Padre
Universal de los mundos y de las almas, para exterminar el odio y sembrar el amor sobre
la Tierra”.
“Creo que el medio que me proponéis no está de acuerdo con la Voluntad Divina respecto
de mí. ¡Soy el Mesías anunciado por los Profetas!”
“Mi poder es eterno sobre todas las almas que vienen a este mundo; y nadie las arrancará
de mis brazos porque son mías desde inmensas edades; y mías serán por toda la
eternidad. Pero mi reinado no se impondrá con las armas ni con la violencia y el
exterminio”.
“El Supremo Señor a quien yo represento, no es el Jehová de los ejércitos que los Doctores
y Príncipes de Israel vislumbraron, a la luz de relámpagos y entre el brillar de las lanzas y
el silbido de las flechas”.
“Es el Dios que dijo a Moisés desde la cumbre del Sinaí: “ÁMAME SOBRE TODAS LAS
COSAS Y AL PRÓJIMO COMO A TI MISMO”.
“ÁMAME SOBRE LA LUZ DEL SOL QUE VIGORIZA TODA LA VIDA Y CUYA FUERZA DE
ATRACCIÓN MANTIENE EL EQUILIBRIO DE LOS MUNDOS DE ESTE SISTEMA”. “¡ÁMAME
SOBRE EL AGUA DE LAS LLUVIAS CON QUE FECUNDO TUS CAMPOS PARA QUE TENGAS
ACEITE Y TRIGO EN TUS BODEGAS Y VINO EN TUS LAGARES!” “¡ÁMAME SOBRE EL AIRE

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QUE RESPIRAS, LA LUZ QUE TE ALUMBRA, LA TIERRA QUE TE SOSTIENE, LOS BOSQUES
QUE TE DAN FUEGO, LOS HUERTOS QUE TE OFRECEN SUS FRUTOS Y LOS JARDINES
QUE TE CORONAN DE MIRTOS Y ROSAS!” “ÁMAME SOBRE TODAS LAS COSAS, PORQUE
SOY TU CREADOR Y TU DUEÑO; Y AMA A TODOS LOS SERES SEMEJANTES A TI, PORQUE
SOY EL PADRE DE TODOS; Y TODOS SALlSTEIS DE MI SENO PARA SER JUSTOS Y
FELICES EN LA POSESIÓN ETERNA DE MI AMOR”.
“Si el concepto que tenéis del Dios a quien adoráis, es diferente del que acabo de esbozar,
creedme que estáis engañados”.
“Mi reinado no se impondrá con las armas, ni con el exterminio; he dicho y añado aún
más:
Mi manto blanco de Maestro de Divina Sabiduría, no se manchará con sangre de
hermanos, ni se mojará en el llanto de ancianos desolados, de viudas desamparadas; ni de
huérfanos ambulantes por los caminos”.
“¿El Eterno Dador de la vida me habría ungido acaso para levantarme un trono de oro a
costa de innumerables vidas y de infinito dolor humano? ¿Creéis que Dios Omnipotente,
que hizo surgir millones de mundos de sí mismo, necesita que mueran asesinadas en los
campos de batalla multitud de sus criaturas, para levantar un enviado suyo como rey de
una nación determinada?”
“Mi reinado es eterno sobre este mundo, que el Padre Celestial me dió en heredad desde
inmensas edades; y yo sabré mantener este divino legado por los siglos de los siglos”...
“Mi trono estará formado de corazones amantes, amigos míos... Mi corona real será
forjada en diamante, por todos los que habrán triunfado sobre la mentira y la ignorancia; y
vendrán a mí con sus manos puras y sus frentes coronadas de rosas”.
“Mi túnica de lino y mi manto de púrpura, serán tejidos por las manos que visten al
desnudo y secan el llanto de los doloridos”.
“Esperad en paz y alegría de espíritu, que cuando el Padre me haya levantado a donde
debo subir, lo que ahora no comprendéis será claro para vosotros como la luz del
mediodía”.
Las frentes se habían inclinado pensativas, las palabras de JHASUA con su irresistible
lógica, no admitían réplica alguna.
Él mismo se había reconocido como el Mesías anunciado por los Profetas; y Ungido del
Eterno para la salvación de la humanidad. iHabía declarado eterno su reinado sobre la
Tierra, que era la heredad que el Padre le dió; y había añadido que Él sabría mantener ese
divino legado por los siglos de los siglos!
Luego JHASUA era mucho más grande en su misión y en su capacidad de lo que ellos se
habían figurado. A través de sus palabras podía comprenderse que había venido con
potestad divina sobre todo este mundo; y que era demasiado mezquino el nombre
asignado por ellos: “Rey de Israel”.
Así pues, los desarmó de inmediato hasta el punto de sentirse avergonzados. ¡Esperarían
del Padre Eterno su Divina Bondad y de Su amado Hijo el hecho maravilloso que
seguramente se realizaría en el momento más inesperado para beneficio de todos!
¡Sus amados íntimos estaban también en la absoluta seguridad de que “ese hecho” se
realizaría y fue así como lo acompañaron hasta el último instante de su vida, esperando

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que ese algo sucediera para exterminar el odio y el crimen; y restableciera la paz y la luz
sobre la Tierra!
El último discurso que JHASUA pronunció ante el pueblo israelita congregado para
escuchar su palabra, fue el hecho decisivo que señaló el Padre para la terminación de sus
días; y así se lo anunció.
¡El Divino Cristo estuvo a punto de comunicarles a todos lo que sucedía en su corazón de
hombre, pero al sentir las vibraciones intensas de todos a su alrededor, no se atrevió!

MUERTE Y RESURRECCIÓN DEL DIVINO UNGIDO


Después de las infamias que ha relatado la historia en cuanto a la captura,
encarcelamiento, torturas y muerte del Divino Redentor, los Archivos de la Luz Akashica
nos permiten verlo triunfador ante la vida y la muerte, presentarse ante sus seguidores
que se encontraban sumidos en indescriptible dolor.
Se sentían huérfanos. Y sabedores de la terrible persecución que se desataba en su contra,
habían quedado enmudecidos por el llanto y la pena y no acertaban qué camino tomar;
carecían de toda fuerza para actuar.
Se habían dispersado en diferentes grupos. ¡El Maestro Divino hizo su radiante aparición
ante ellos y les indicó salir de inmediato hacia Galilea donde volverían a encontrarse!
Al llegar a la casita de Myriam, ésta se dirigió a su pequeña habitación esperando
encontrar la muerte de un momento a otro, pero al abrir la puerta, un enorme resplandor
que casi la cegó, envolvía como una nube de fuego la figura de los dos seres que más
había amado: a JOSEPH y a JHASUA, quienes sonrientes le dijeron:
“Mujer bienaventurada”... “¡No estás sola en el mundo, porque el Amor Eterno unió
nuestras vidas a la tuya; y unidos estaremos por toda la eternidad! ¡Lo que Dios ha unido,
nadie puede separarlo!”...
Estas radiantes apariciones se repitieron diariamente, ya a unos, ya a otros, de todos
aquellos en cuyas almas ardía como una llamarada viva el amor puro y desinteresado al
Cristo Mártir. Ya en las horas de la comida al partir el pan, ya en las reuniones del
cenáculo para orar en conjunto, ya en las orillas del Lago Tiberíades, o sobre una barca, o
andando sobre las aguas, o en lo alto de algún monte donde antes Él oraba junto con
ellos, alrededor del fuego, en la playa del mar cuando se disponían a asar pescado y
recordaban con inmenso amor al Divino Ausente ... Allí se les aparecía Él como un arrebol
de la aurora, como un crepúsculo del ocaso, o como blanca claridad de la luna bajo la
sombra de los árboles, donde antes se cobijaban de los ardores del sol.
“iLa paz sea con vosotros!” Les repetía siempre al aparecer.
“¡Os dije que no os dejaría solos. Que estaría con vosotros hasta el final de los tiempos;
que mi Padre y Yo estamos allí donde el amor recíproco florece en eterna primavera!”...
Y cuando se cumplían los cuarenta días del Domingo de Pascua en que comenzaron las
apariciones, los mandó reunirse todos en la más solitaria orilla del mar, al sur de Tiberias,
a la hora en que se confunden las últimas claridades del ocaso con las sombras primeras
de la noche.

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Allí acudieron también los solitarios del Tabor y del Carmelo y en pocas palabras, al
aparecer el Maestro les hizo una síntesis de cuanto les había enseñado en los días de su
predicación.
“Yo vuelvo a mi Padre -les dijo- y vosotros como aves viajeras iréis por todos los países de
la Tierra donde viven seres humanos, que son hermanos vuestros, a enseñar mi doctrina
del amor fraterno, confirmada por todas las obras de amor que me habéis visto realizar”.
“¡Desde mi Reino de luz y de amor, seguiré vuestros pasos, como el padre que envía sus
hijos a la conquista del mundo; y espera verlos volver triunfantes a recibir la corona de
herederos legítimos, de verdaderos continuadores de mi doctrina sostenida al precio de mi
vida!”
“Como Yo lo hice, lo podéis hacer vosotros, porque todas mis obras están al alcance de
vuestra capacidad, si hay en vosotros amor a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como
a vosotros mismos”.
Y extendiendo sus manos radiantes de luz sobre todos sus amados, puestos de rodillas
sobre la arena de la playa, los bendijo diciéndoles:
“iHasta siempre!”
La esplendorosa visión final se esfumó como el sol entre las primeras sombras de la noche,
que continuó avanzando lentamente como un hada sigilosa que tendiera sus velos negros
salpicados de estrellas...
Nadie se movía en aquella playa silenciosa; y todos los ojos estaban fijos en el sitio donde
la visión amada había desaparecido.
No había en ellos tristeza ni dolor; y no obstante lloraban con esa emoción íntima y
profunda, sólo conocida por las almas de oración y recogimiento, que conocen la suavidad
infinita del Amor Divino que se desborda como un manantial de luz y de dicha, sobre
aquellos que se le entregan sin reservas.
Los Ancianos solitarios del Tabor y del Carmelo, fueron los primeros en reaccionar de aquel
estado semi-extático en que todos estaban; y el más anciano entre ellos les dijo:
“Ya sabéis, que ocultos en nuestros Santuarios de rocas vivimos para Él y para vosotros,
en cuanto podáis necesitar de nuestra ayuda espiritual y material”.
“Lejos de las miradas del mundo que no Lo ha comprendido, abriremos horizontes a
nuestras vidas, para que seamos un reflejo de lo que fue nuestro excelso Maestro en
medio de la humanidad”.
“EI Cristo martirizado y muerto sosteniendo su doctrina, será siempre la estrella polar que
marcará nuestra ruta entre las tinieblas y la incertidumbre de la vida terrestre”.
“¡Todos somos viajeros eternos! Y una sola luz alumbra nuestro camino:

“EL CRISTO DEL AMOR, DE LA FRATERNIDAD Y DE LA PAZ”.

“¡Sigámosla!”…

“Sigamos también nosotros LOS PASOS DEL AVATAR”.

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