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DESCRIPCIÓN BREVE

El medio para defender los derechos

PRÁCTICA básicos y contrarrestar la arbitrariedad

Brenda Viridiana Corona Ponce.

FORENSE DE
AMPARO
Contenido
El JUICIO DE AMPARO ........................................................................................................................ 1
DEFINICIÓN...................................................................................................................................... 1
PRINCIPIOS DEL JUICIO DE AMPARO ............................................................................................... 2
Principio de instancia de parte Agraviada ................................................................................... 2
Principio de agravio personal y directo ....................................................................................... 3
Principio de definitividad ............................................................................................................ 3
Principio de estricto derecho ...................................................................................................... 4
Principio de relatividad de las sentencias de amparo ................................................................. 4
TIPOS DE AMPARO ............................................................................................................................. 5
JUICIO DE AMPARO INDIRECTO ...................................................................................................... 5
Suspensión del acto reclamado .................................................................................................. 9
Suspensión de oficio y de plano .................................................................................................. 9
Suspensión de oficio.................................................................................................................. 10
Suspensión a instancia de parte ................................................................................................ 10
Declaratoria general de inconstitucionalidad. .......................................................................... 12
JUICIO DE AMPARO DIRECTO ........................................................................................................ 14
RECURSOS ......................................................................................................................................... 15
RECURSO DE REVISIÓN .................................................................................................................. 16
RECURSO DE QUEJA ...................................................................................................................... 17
Tratándose del amparo indirecto. ............................................................................................. 17
RECURSO DE RECLAMACIÓN ......................................................................................................... 18

Tabla de ilustraciones
1. AMPARO INDIRECTO ...................................................................................................................................... 5
2. AMPARO DIRECTO ........................................................................................................................................ 14
1

El JUICIO DE AMPARO
DEFINICION
El juicio de amparo es un recurso procesal muy utilizado en México y que goza del
reconocimiento y el amparo de la constitución nacional de dicho país. Entonces,
dentro del ordenamiento jurídico mexicano, que es el conjunto de normas que
rigen al estado mexicano desde el punto de vista legal, el juicio de amparo es un
medio de utilización frecuente cuando el interesado que lo inicia se siente
perjudicado en alguno de sus derechos fundamentales por alguna autoridad.

Como sucede en casi todos los países que cuentan con una constitución nacional,
la misma se erige en ley suprema y madre del resto de las normas, es decir, el
resto de la normativa debe ajustarse y respetarla. Porque la constitución recoge y
estipula los derechos fundamentales de las personas.

Ahora bien, también sabemos que las violaciones a esos derechos es una
cuestión inevitable y recurrente aún a pesar de lo que estipula la constitución y por
ello es que en el caso de México se han creado los llamados recursos de amparo
para que aquel que se vea afectado por una violación a alguno de sus derechos
fundamentales pueda iniciar una acción que repare el daño en cuestión.
Aproximadamente hacia mediados del siglo XIX dicho medio procesal se puso en
práctica.

Un mecanismo de control constitucional e institucional

Podríamos decir que la misión primordial del juicio de amparo es la de controlar el


funcionamiento constitucional y en aquel caso en el que el correcto alcance es
afectado, se hará valer el derecho a través de este recurso.

Cualquier individuo, ciudadano mexicano que se sienta atacado o dañado en


alguno de sus derechos y garantías fundamentales podrá iniciar este juicio de
amparo contra aquellos responsables que le infligieron ese daño.

Para garantizar el estado de derecho y que los ciudadanos no sean porque sí


afectados por algún acto impropio por parte de las autoridades es que se crean
recursos como el del juicio de amparo y por caso resultan imprescindibles y una
enorme garantía y protección que tienen las personas ante el gigante estado.
2

Además de ser un derecho de los ciudadanos, el juicio de amparo de alguna


manera también ejerce un control sobre el actuar de los funcionarios y autoridades
que tienen la tarea de aplicar de manera satisfactoria y correcta la ley vigente.

Principios del Juicio de Amparo


El juicio de amparo se rige, según la doctrina, la constitución y la ley, por los
siguientes principios:2
• Principio de instancia de parte.
• Principio de agravio personal y directo.
• Principio de definitividad.
• Principio de estricto derecho.
• Principio de relatividad de las sentencias de amparo.
Tales principios son los más importantes que deben observarse la tramitación de
un juicio de amparo, es importante recordar que los principios previamente
señalados no son absolutos y aceptan ciertas excepciones. Cabe destacar que ni
la constitución ni la ley señalan expresamente los principios que rigen al amparo,
sino que la denominación de los mismos han sido otorgados por la doctrina; sin
embargo, ambos cuerpos normativos recogen tales principios al momento de
reglamentar al juicio de amparo.

Principio de instancia de parte Agraviada


El principio de instancia de parte agraviada se refiere a que el juicio de amparo
solamente podrá ser promovido por aquella persona que siente agraviada por el
acto reclamado. Es decir, si un determinado acto de una autoridad afecta los
derechos fundamentales de una determinada persona, solo esa persona podrá
acudir al juicio de amparo para el efecto de impugnarlo, siendo improcedente el
amparo que sea promovido por una persona diversa. Esto excluye la posibilidad
que el juicio de amparo inicie de oficio.
De igual forma, el principio de instancia de parte impone al quejoso la carga de dar
impulso procesal al juicio de amparo que haya interpuesto, pues solo él es quien
se encuentra interesado en salvaguardar sus derechos fundamentales. Una
excepción a esta característica sería cuando el quejoso se encuentre en uno de
los supuestos de suplencia de la queja, en los que el Juez de Amparo se
encuentra constreñido a recabar, incluso de oficio, pruebas que demuestren la
procedencia de la acción constitucional ejercida por el quejoso.
3

De la mano del presente principio va el de relatividad de las sentencias de


amparo, pues la sentencia que pudiere llegarse a dictar dentro de un juicio de
amparo solamente podrá afectar o beneficiar a la persona que haya pedido el
amparo, es decir, a quien lo promovió.

Principio de agravio personal y directo


Este principio impone que quien promueve el juicio de amparo debe ser aquella
persona que, en su concepto, sufre la violación a sus derechos fundamentales por
el acto de autoridad que impugna. De aquí se desprende la existencia de dos
conceptos un agravio, o perjuicio, que deriva en la existencia del interés jurídico o
legítimo, según sea el caso; es decir, el acto de autoridad que se estima violatorio
de derechos fundamentales de una determinada persona debe de incidir
directamente (interés jurídico) o indirectamente (interés legítimo) en su esfera
jurídica y perjudicar un derecho que se encuentra jurídicamente tutelado.
Una excepción al presente principio sería cuando nos encontramos ante alguno de
los actos que se encuentran prohibidos por el artículo 22 constitucional, exista
peligro de deportación, incorporación forzosa a las fuerzas armadas, destierro o el
quejoso ha sido incomunicado, ya que ante tales supuestos un tercero, incluyendo
menores de edad, pueden iniciar el juicio de amparo correspondiente. No obstante
lo anterior, el quejoso se encontrará obligado a ratificar la demanda interpuesta
por el tercero.

Principio de definitividad
El juicio de amparo es un medio de impugnación extraordinario, de lo cual se
deriva que el quejoso, previo a promover el juicio de amparo, se encuentra
obligado a agotar todos los medios ordinarios de defensas que existan contra el
acto que se estima violatorio de derechos fundamentales. En otras palabras, el
acto que sea impugnado en el amparo debe ser definitivo.
Existe un gran número de excepciones al anterior principio, siendo ellos los
siguientes:
• I. Los que afectan a personas extrañas al juicio o al procedimiento del cual
emanan;
• II. Los que dentro de un juicio, su ejecución sea de imposible reparación;
• III. Los administrativos respecto de los cuales, la ley que los rige, exija
mayores requisitos que los que prevé la Ley de Amparo, para suspender su
ejecución;
• IV. Los que importen una violación a las garantías consagradas en los
artículos 16, en materia penal, 19 y 20 de la Constitución Federal;
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• V. Leyes, cuando se impugnan con motivo del primer acto de aplicación,


supuesto en el cual es factible analizar las violaciones de legalidad respecto del
acto concreto de aplicación;
• VI. Los que importen peligro de la privación de la vida, deportación o
destierro o cualquiera de los prohibidos por el artículo 22 constitucional;
• VII. Actos o resoluciones respecto de los cuales, la ley que los rige no prevé
la suspensión de su ejecución con la interposición de los recursos o medios de
defensa ordinarios que proceden en su contra;
• VIII. Los que carezcan de fundamentación;
• IX. Aquellos en los que únicamente se reclamen violaciones directas a la
Constitución Federal, como lo es la garantía de audiencia; y
• X. Aquellos respecto de los cuales los recursos ordinarios o medios de
defensa legales, por virtud de los cuales se puede modificar, revocar o nulificar el
acto reclamado, se encuentran previstos en un reglamento, y en la ley que este
regula no se contempla su existencia.
Principio de estricto derecho
El principio de estricto derecho impone que el juez de amparo se encuentra
constreñido a analizar el acto reclamado a la luz de los conceptos de violación
hechos valer por el quejoso, es decir, el quejoso tiene la obligación de hacer valer
todos aquellos argumentos que estime necesarios para demostrar la
inconstitucionalidad del acto reclamado. La excepción al presente principio es la
suplencia de la queja, la cual consiste en que el juzgador de amparo se encontrará
obligado a estudiar el acto reclamado y, en su caso, declarar su
inconstitucionalidad con independencia de los argumentos que hubieren sido
vertidos por el quejoso.
Los supuestos que dan lugar a la suplencia de la queja se presentan cuando se
reclaman leyes declaradas inconstitucionales o su aplicación, en materia penal, a
favor del reo, en materia agraria, en materia laboral, a favor del trabajador, a favor
de menores e incapaces y en otras materias, cuando haya habido una violación
manifiesta de la ley.

Principio de relatividad de las sentencias de amparo


También conocido como "La Fórmula Otero", el principio de relatividad es una
consecuencia del principio de agravio personal y directo, puesto que las
sentencias de amparo solo podrán beneficiar al quejoso que hubiere promovido el
amparo correspondiente, incluyendo a los juicios de amparo en los que se hubiere
declarado la inconstitucionalidad de una ley. Es decir, aunque una ley hubiere sido
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declarada inconstitucional por virtud de un juicio de amparo, tal declaratoria solo


podrá beneficiar al quejoso que hubiere promovido el referido juicio.
Lo anterior, radica en el hecho que el juicio de amparo es un medio de control de
la constitucionalidad de actos concretos, por lo que el análisis que el mismo
impone es singular y respecto de un solo supuesto, por lo que no es factible
otorgarle efectos generales a una sentencia de amparo que, como se ha dicho,
analizó un solo supuesto de aplicación de un acto de autoridad.

TIPOS DE AMPARO
Juicio de amparo indirecto

1. AMPARO INDIRECTO

El juicio de amparo indirecto, por su forma y por su contenido es propiamente un


juicio. En lo formal, se inicia ante un juez de distrito, con una demanda, que debe
plantear una verdadera controversia sobre la constitucionalidad del acto de que se
trate, señalando el nombre del particular que impugna el acto, que es denominado
quejoso, la autoridad responsable, que es la que emitió el acto reclamado, las
garantías que se consideran violadas y los argumentos que demuestren la
violación a las garantías individuales, denominados conceptos de agravio.
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Conforme al artículo 107 de la Ley de Amparo, procede contra los siguientes tipos
de actos de autoridad (sean federales, estatales o municipales):
1. Leyes, tratados internacionales, reglamentos y en general contra cualquier
norma de observancia general y abstracta;
2. Contra actos emitidos dentro de un juicio, que afecten de manera
irreparable derechos sustantivos del gobernado (es decir, derechos como la vida,
la libertad personal, el patrimonio, de manera que la violación no se repare ni con
una sentencia favorable en el juicio en que se emitió el acto reclamado);
3. Contra actos emitidos fuera de juicio o después de concluido, incluyendo
actos para ejecutar una sentencia (con la limitante de que solo procederá contra la
última resolución dictada en el procedimiento de ejecución);
4. Contra actos que afecten a terceros extraños a un juicio (tanto quienes no
son parte en él como lo que siendo parte no fueron debidamente citados);
5. Contra actos que no procedan de autoridades judiciales, administrativos o
del trabajo.
El plazo genérico para intentar una demanda de amparo indirecto, es de quince
días hábiles contados a partir de que se tenga al gobernado como notificado del
acto, según la ley que rija el acto respectivo. Hay salvedades como el caso del
amparo contra leyes, en el que el plazo es de treinta días hábiles a partir de que la
ley entra en vigor (tratándose de leyes autoaplicativas, que son las que por su sola
entrada en vigor causan perjuicio al gobernado), o bien de quince días a partir del
primer acto de aplicación (tratándose de las leyes heteroaplicativas que por su
sola vigencia no causan perjuicio sino hasta que se produzca el primer acto de
aplicación de la ley). O bien, los casos del amparo en materia penal, en el que la
demanda se puede interponer en cualquier tiempo, y de los quejosos que
estuvieron ausentes del lugar en que se realizó el juicio, y que, si estuvieron
dentro de la República, cuentan con 60 días hábiles para proponer el amparo, o 90
días si estuvieron fuera del país.
El juez de distrito recibirá la demanda de amparo indirecto, sobre la cual resolverá
su admisión, desechamiento o prevención. El primero de los casos implica que el
juez tendrá por admitida la demanda, para lo cual señalará una fecha y hora para
la celebración de la audiencia constitucional y otorgará a las autoridades
responsables del acto un plazo de cinco días hábiles contados a partir de que
sean notificados del acuerdo admisorio para que envíen su informe justificado;
término que podrá ser prorrogable a consideración del Juez según la importancia
del caso. Tratándose de leyes declaradas inconstitucionales por la Jurisprudencia
de la Suprema Corte de Justicia y en asuntos penales el término será sólo de tres
días improrrogables. Si es admitida la demanda, el juez de distrito también se
pronunciará sobre las pruebas que hayan sido ofrecidas, las personas autorizadas
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para promover en el juicio, quienes deberán ser abogados, las personas que
podrán revisar el expediente judicial, oír y recibir notificaciones relativas al juicio,
las cuales no necesariamente tendrán que ser licenciados en Derecho, y el
domicilio para recibir notificaciones.
Para que un juez de distrito deseche de plano la demanda de amparo indirecto,
necesariamente tendrá que ser notoria, manifiesta e indubitable alguna causa de
improcedencia del juicio de amparo. Al respecto, la Suprema Corte de Justicia de
la Nación y Tribunales Colegiados de Circuito se han pronunciado mediante tesis
de jurisprudencia que las causales de improcedencia o sobreseimiento deberán
ser patentes y no podrán inferirse o presumirse. En caso de que una demanda de
amparo indirecto sea desechada de plano, el particular o quejoso podrá interponer
un recurso de revisión, el cual será remitido a un Tribunal Colegiado de Circuito
para su resolución.
El tercer supuesto que puede tener lugar, es que el juez de distrito prevenga al
quejoso. La prevención puede ser el resultado de alguna de las siguientes causas:
i) que el juez de distrito estime que la demanda no es clara o que los hechos son
contradictorios, ii) que se cumplan con los requisitos omitidos; y iii) que no se
hayan acompañado copias suficientes para correr traslado a las partes
(autoridades responsables y terceros perjudicados) y al ministerio público.
Cualquiera que sea el supuesto, la prevención debe ser notificada de manera
personal en el domicilio que haya señalado el quejoso. Cabe mencionar que el
escrito del desahogo de la prevención deberá ser firmado por el quejoso y no por
un abogado autorizado, y, además, deberá acompañar copias del escrito para
cada una de las partes y el ministerio público.
Si el quejoso no cumple con lo requerido en el plazo otorgado para ello o no
cumpliendo con la forma en que debe ser desahogado el requerimiento, el juez
tendrá por no presentada la demanda. Al igual que en el supuesto del
desechamiento de plano, el quejoso podrá interponer un recurso de revisión, el
cual será remitido a un Tribunal Colegiado de Circuito para su resolución
En el supuesto de que la demanda de amparo indirecto sea admitida, el quejoso
tendrá hasta la fecha y hora de la audiencia constitucional para ofrecer las
pruebas que estime pertinentes para acreditar:
• i) La existencia del acto reclamado, y;
• ii) La inconstitucionalidad del mismo.
Cabe señalar que el ofrecimiento de las pruebas pericial, de inspección judicial o
testimonial tienen reglas especiales para su ofrecimiento, pues a diferencia de las
documentales, este tipo de pruebas deben ser ofrecidas con cinco días hábiles de
anticipación a la audiencia, sin contar el día del ofrecimiento y el de la audiencia.
Una vez que las autoridades responsables son notificadas de la demanda de
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amparo, deben formular un informe justificado con los fundamentos, razones y


antecedentes que dieron lugar al acto reclamado que se les atribuye. En el informe
justificado, las autoridades responsable también podrán ofrecer las pruebas que
estimen pertinentes para justificar la legalidad o constitucionalidad de su acto.
Las partes, tanto el quejoso y las autoridades responsables, podrán ofrecer las
pruebas que estimen necesarias y formular sus alegatos hasta antes de la
audiencia constitucional o durante la celebración de la misma. Dependiendo del
caso, el juez podrá diferir la audiencia constitucional para señalar una nueva fecha
y hora, por diversas razones, como las siguientes: i) que el informe justificado no
haya sido ofrecido con ocho días hábiles de anticipación a la audiencia, ii) que la
prueba pericial o inspección judicial no haya sido desahogada; y iii) que el juez
requiera diversas pruebas a las partes para mejor proveer.
Una vez celebrada la audiencia, el juez de distrito puede dictar sentencia en la
misma audiencia o dictarla con posterioridad a la misma. Si el juez dicta sentencia
en la misma audiencia, el quejoso no será notificado personalmente de la
sentencia, sino que únicamente será notificado por lista. En cambio, si se dicta en
fecha posterior a la celebración de la audiencia, el juez de distrito deberá notificar
personalmente al quejoso.
La sentencia de amparo podrá ser dictada en tres sentidos: i) conceder el amparo,
otorgar protección al quejoso contra el acto reclamado, ii) negar el amparo, que
significa que la inconstitucionalidad del acto reclamado no fue demostrada, y iii)
sobreseer el juicio, que significa que el juez advirtió que se actualiza alguna causal
de improcedencia o sobreseimiento del juicio.
Es importante señalar que el juicio de amparo indirecto no es un recurso, porque
en lo formal, su planteamiento y su tramitación se realizan ante autoridad distinta
de la que ordenó el acto que se estima ilegal, y que salvo el caso del artículo 37
de la Ley reglamentaria, tampoco es su superior jerárquico; y en lo sustancial,
conduce específicamente a una definición sobre la constitucionalidad del acto
reclamado, pero sin confirmarlo ni revocarlo; en tanto que los recursos se
proponen ante la misma autoridad que dictó la resolución objetada, o ante su
superior jerárquico, y el resultado consiste en confirmar dicha resolución o en
sustituirla total o parcialmente por otra.
El juez de amparo nunca sustituye a la autoridad responsable del conocimiento
directo, ni en los trámites, ni en el fondo, del asunto en que se produjo el acto
reclamado, conocimiento de que sí conserva la autoridad que ordenó dicho acto,
cuando le compete el recurso interpuesto, o lo asume total o parcialmente su
superior jerárquico, si el recurso es de grado, cuando el amparo es concedido, la
autoridad responsable debe volver a ejercer sus atribuciones propias en una
nueva resolución que se ajuste a la decisión del juez constitucional; en tanto que
en los recursos, cuando proceden, su resolución sustituye lisa y llanamente, sin
más a la recurrida, salvo ciertos casos excepcionales, como cuando el recurso
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conduce a la reposición del procedimiento, y otros. Ni siquiera cuando el amparo


se intenta ante el superior de la autoridad judicial a quien se atribuye una violación
de garantías, en los casos que especifica el artículo 37 de la ley de la materia,
constituye un recurso, porque dicho superior no resuelve en grado, o sea, en
segunda instancia, sino precisamente como juez de distrito sustituido, y por tanto
con las mismas calidades y efectos que este.
La sentencia que conceda el amparo dejará sin efecto alguno el acto de autoridad
declarado inconstitucional, y ordenará a la autoridad responsable que vuelva las
cosas al estado que guardaban antes de interponerse la demanda, ya sea
invalidando de plano el acto lesivo y dictando en su lugar otro que se apegue a las
garantías violadas, ya sea para que la autoridad obre en el sentido en que omitió
hacerlo. Todo con el propósito de restituir al quejoso en el goce de la garantía
violada. Las sentencias que niegan el amparo o sobreseen el juicio, dejan
subsistente e intocado el acto con todos sus efectos, por lo que la autoridad puede
ejecutarlo.

Suspensión del acto reclamado


Una institución de suma importancia en el trámite del amparo indirecto es la
suspensión del acto reclamado. Mediante ésta, a solicitud del quejoso o bien de
oficio, el juez de Distrito ordena a la responsable mantener las cosas en el estado
que guardaban al interponerse la demanda, con el propósito de que se preserve la
materia del juicio y el acto no quede irreparablemente consumado durante la
tramitación del juicio de amparo en lo que atañe al fondo.
La suspensión que se solicite puede ser otorgada de oficio o a petición de parte.
Las situaciones jurídicas que son requeridas para que un juez conceda una u otro
tipo de suspensiones son distintas, situación por la cual será necesario hacer un
estudio minucioso por separado de cada una de estas.

Suspensión de oficio y de plano


La suspensión del acto reclamado se otorgará de oficio y de plano únicamente en
los casos previstos por el artículo 126 de la Ley de Amparo, siendo estos cuando
el acto reclamado importe peligro de privación de la vida, ataques a la libertad
personal fuera de procedimiento, incomunicación, deportación o expulsión,
proscripción o destierro, extradición, desaparición forzada de personas o alguno
de los prohibidos por el artículo 22 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, así como la incorporación forzosa al Ejército, Armada o Fuerza
Aérea nacionales. Es igualmente procedente la suspensión de oficio y de plano en
contra de cualquier acto que, por su trascendencia, sea equiparable a los
anteriormente señalados.
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Aunado a los casos ya establecidos, la suspensión se deberá otorgar de oficio y


de plano cuando se trate de actos que tengan o puedan tener por efecto privar
total o parcialmente, en forma temporal o definitiva, de la propiedad, posesión o
disfrute de sus derechos agrarios a los núcleos de población ejidal o comunal.3
Es el caso que, de acuerdo al propio artículo 126 de la Ley de Amparo, el juez
resolverá sobre la suspensión de plano en el auto que admita la demanda de
amparo, esto en el cuaderno principal del juicio de amparo correspondiente. Ahora
bien, se ha especulado por parte de tribunales federales la posibilidad de otorgar
la suspensión de oficio y de plano aun cuando se hubiere mandado requerir al
quejoso —previo a que sea admitida la demanda—, lo anterior toda vez que, de
acuerdo al criterio correspondiente, si los actos reclamados tienen una naturaleza
relevante en cuanto a su trascendencia, entonces se hace procedente que la
suspensión sea otorgada a pesar de no haber sido admitida la demanda
correspondiente, equiparándose esto a la excepción prevista en los artículos 15 y
48 de la Ley de Amparo, misma que permite que en casos urgentes las
autoridades jurisdiccionales del fuero común reciban la demanda de amparo y, sin
admitirla, resuelvan sobre la suspensión solicitada.4

Suspensión de oficio
Existen otro par de casos por virtud de cual el juez de Distrito deberá abrir el
incidente de suspensión de manera oficiosa, es decir, a pesar de no haber sido
solicitado por el quejoso, hipótesis que se encuentran previstas por el artículo 127
de la Ley de Amparo. Estos casos son cuando los actos sean relativos a la
extradición del quejoso o siempre que se trate de algún acto que, si llegare a
consumarse, haría físicamente imposible restituir al quejoso en el goce del
derecho reclamado.5
Es de destacarse que la ley menciona que la suspensión que se tramite de
acuerdo al supuesto previamente señalado se sujetará a las reglas de la
suspensión a instancia de parte. En otras palabras, la suspensión se otorgará solo
si con esta no se afecta ni el interés social ni el orden público y siempre que se
acredite el peligro en la demora y la apariencia del buen derecho.

Suspensión a instancia de parte


De acuerdo al artículo 128 de la Ley de Amparo, la suspensión a instancia de
parte es aquella que, para el efecto de que sea otorgada, requiere que el quejoso
la solicite expresamente en su demanda de amparo, que con la suspensión no se
sigan perjuicios al interés social ni se infrinjan disposiciones del orden público y
que con la ejecución del acto se cause una afectación de imposible reparación al
quejoso.6
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La solicitud de suspensión dará lugar a que el juez la conceda o niegue, en un


primer momento con carácter provisional, ello tomando como cierto únicamente lo
que hubiere sido narrado por el quejoso en su demanda de amparo, pero sin dejar
de considerar la apariencia del buen derecho y el peligro en la demora. Dentro del
mismo acuerdo en el que se resuelva sobre la suspensión provisional, el juez
señalará una fecha para la celebración de la audiencia incidental (audiencia en la
que se decidirá si la suspensión se levanta o bien se concede de forma definitiva
hasta el final del juicio) y solicitará a las autoridades responsables sus informes
previos (que versarán sólo sobre la aceptación o negativa de la existencia del acto
reclamado), dando también oportunidad al quejoso para que en esa audiencia
pruebe lo siguiente:7
• La existencia del acto reclamado.
• La existencia de un acto de ejecución derivado del acto reclamado.
• Que el referido acto de ejecución es susceptible de ser suspendido —no
haya sido ejecutado el acto—.
• La probable inconstitucionalidad del acto reclamado —de manera
indiciaria/apariencia del buen derecho—.
• La afectación irreparable que sufrirá el quejoso en caso de no verse
suspendida la ejecución del acto —peligro en la demora—.
La suspensión definitiva puede modificarse mediante el trámite de un incidente
específico, si en el mismo se prueba que cambiaron las circunstancias de hecho
que justificaron la concesión o negativa de la suspensión definitiva.
Cabe destacar que solo son susceptibles de suspensión los actos que involucran
ejecución material y no así los de tipo negativo o meramente declarativos.
Además, para que una suspensión provisional o definitiva siga surtiendo efectos
una vez concedida, se exige que el quejoso garantice (por depósito, fianza,
prenda, hipoteca o fideicomiso), los daños y perjuicios que se podrían causar con
la suspensión al tercero perjudicado, si éste existe y si el quejoso no obtiene al
final sentencia favorable en el amparo. El tercero perjudicado, si la naturaleza del
acto lo permite (es decir, si por ejecutarse el acto no queda consumado de manera
irreparable), puede a su vez otorgar contragarantía para obtener la ejecución del
acto no obstante la orden de suspensión, contragarantía que se aplicará en
beneficio del quejoso, si finalmente se concede el amparo. La suspensión dejará
de surtir sus efectos: si es provisional, una vez que se resuelva negarla en
definitiva; si es definitiva, una vez que se dicte sentencia negando el amparo, o; si
concedida provisional o definitivamente, el quejoso no exhibe la garantía requerida
respecto a los posibles daños y perjuicios para el tercero perjudicado, pues en tal
caso, la responsable queda en posibilidad de ejecutar el acto en tanto no se
exhiba la garantía.
12

Declaratoria general de inconstitucionalidad.


La declaratoria general de inconstitucionalidad es un medio de control de la
constitucionalidad de normas generales por sí mismo, independiente del juicio de
amparo. Este es un mecanismo de control directo de la constitucionalidad; es
decir, ésta figura tiene por efecto que el Tribunal Pleno de la Suprema Corte de
Justicia de la Unión haga un análisis en abstracto de la constitucionalidad de una
norma general y, así, determine su invalidez si se reúnen por lo menos 8 votos de
los ministros integrantes –tal como acontece en la acción de inconstitucionalidad-.
Así, de determinarse la invalidez de una norma general mediante la declaratoria
general, el efecto será privar de vigencia –no así derogar- la norma declarada
inconstitucional.
La declaratoria general de inconstitucionalidad no le otorga efectos generales a los
juicios de amparo indirectos en revisión en los que se ha determinado la
inconstitucionalidad de una norma general, sino que es un medio de control de la
constitucionalidad de normas totalmente independiente del juicio de amparo.
Ahora, es cierto también que se condiciona el ejercicio de este mecanismo a que
existan juicios de amparo resueltos con anterioridad, tal como se verá adelante,
mas ello no quiere decir que la declaratoria de marras otorgará efectos erga
omnes a lo determinado dentro de un juicio de amparo.
Ley de Amparo regula dentro de su capítulo correspondiente para la declaratoria
general de inconstitucionalidad dos supuestos distintos, de los cuáles solo uno de
ellos puede derivar en una declaratoria general, a saber:
• 1. Cuando el Pleno y las Salas de la Suprema Corte resuelvan la
inconstitucionalidad de una norma general al resolver por dos ocasiones un
amparo indirecto en revisión.
En este caso en particular, el presidente de la Sala o de la Suprema Corte, según
sea el caso, informará a la autoridad emisora de la norma sobre el resultado de las
resoluciones emitidas; no obstante, esta figura es letra muerta, pues no se
establece para efectos de qué se hace dicha notificación ni qué pasa si la
autoridad emisora es omisa en modificar de modo alguno la norma declarada
inconstitucional.
De este modo demostramos que es impreciso que esta facultad de notificación por
parte de la Corte sea regulada en el capítulo de la Ley de Amparo relativa a la
declaratoria general de inconstitucionalidad, pues la misma no tiene por efecto
analizar en abstracto y determinar con efectos erga omnes la inconstitucionalidad
de una norma general.
• 2. Cuando el Pleno o las Salas del Máximo Tribunal o los Tribunales
Colegiados establezcan jurisprudencia por reiteración en tal sentido al resolver
13

sobre la inconstitucionalidad de normas en amparo indirecto en revisión,


supuestos que dan origen a la procedencia de la declaratoria general de
inconstitucionalidad en los términos que se señalarán a continuación.
En esto es conveniente aclarar que la jurisprudencia que sea emitida, ya sea por
el Alto Tribunal o dentro de un Circuito, necesariamente debe derivarse de
amparos indirectos en revisión. Es decir, no es factible obtener una declaratoria de
ésta índole al resolverse ante un Juez de Distrito un amparo indirecto o cuando un
Tribunal Colegiado e, inclusive, la Suprema Corte, resuelva sobre amparos
directos o, en su caso, el recurso de revisión sobre estos últimos. Cabe destacar
que, para la procedencia de la declaratoria general de inconstitucionalidad, el
artículo 107, fracción II, tercer párrafo, de la Constitución General establece con
claridad que el único tipo de jurisprudencia que podrá ser tomada en
consideración para el efecto de la procedencia de la declaratoria general, es
aquella conformada por reiteración.
Continuando en el análisis de la figura de la declaratoria general de
inconstitucionalidad, vemos que ésta solo podrá ser efectuada por el Pleno de la
Suprema Corte siempre que se hubieren satisfecho dos requisitos; el primero de
ellos consiste en la existencia de la jurisprudencia en los términos establecidos por
el artículo 232 de la Ley de Amparo tratándose de las Salas y el Pleno de la Corte,
así como en términos del arábigo 233 de la ley en comento tratándose de
Tribunales Colegiados y el Pleno de Circuito correspondiente cuando estos lo
hubieren solicitado a la Corte.
Agotado lo anterior, el segundo requisito para la procedencia del ejercicio de la
declaratoria general de inconstitucionalidad, es que el Pleno de la Corte hubiere
notificado al órgano emisor de la norma y éste no hubiere procedido a la
modificación o derogación de la misma dentro del término de 90 días naturales,
ello en términos del segundo párrafo del artículo 232 de la Ley de Amparo.
En relación a lo anterior, debemos tomar en cuenta que, para efectos de la
procedencia de la notificación “preliminar” de los 90 días, no es necesario mayor
trámite ante la Suprema Corte, sino que es suficiente la mera existencia de la
jurisprudencia que declare la inconstitucionalidad de un precepto legal.
Así, una vez agotados los pasos señalados en los anteriores incisos, el Pleno del
Máximo Tribunal deberá determinar si se declara la inconstitucionalidad de la
norma correspondiente con efectos generales. Es hasta aquí cuando se ejerce la
facultad de control en abstracto de la norma cuestionada, lo es en abstracto toda
vez que, a diferencia del juicio de amparo, no se estudia a la luz de un acto
concreto de aplicación, sino que se efectúa un análisis en abstracto de la norma.
14

Juicio de amparo directo

2. AMPARO DIRECTO

El juicio de amparo directo tiene como finalidad la revisión de la legalidad y/o


constitucionalidad de una sentencia dictada por un tribunal ordinario. No obstante,
este tipo de juicio no sólo procede contra sentencias definitivas, sino también,
contra resoluciones que sin ser sentencias o laudos, pongan fin a un juicio. En
este juicio de amparo directo, se pueden reclamar también, violaciones cometidas
en el curso del juicio, que, habiendo sido impugnadas sin éxito en el curso del
mismo juicio y en la apelación en su caso, afecten las defensas del quejoso y
propicien un fallo desfavorable. La sentencia que se impugna a través de un juicio
de amparo directo debe ser la litis principal de juicio, por lo que las sentencias
interlocutorias no podrán ser impugnadas a través de juicio de amparo directo. Sin
embargo, las sentencias interlocutorias, una vez agotados los recursos ordinarios,
podrán ser impugnadas a través de un juicio de amparo indirecto.
Como su nombre lo indica, la demanda de amparo directo se interpone
directamente ante el tribunal que dictó la sentencia. A diferencia del juicio de
amparo indirecto, el amparo directo es resuelto por un tribunal colegiado de
circuito.
Al igual que el amparo indirecto, el tribunal colegiado podrá admitir, desechar o
prevenir sobre la demanda de garantías. Sin embargo, a diferencia del juicio de
15

amparo indirecto, el juicio de amparo directo no tiene una etapa probatoria, por lo
que no existe audiencia constitucional.
En el juicio de amparo directo, el tribunal que dictó la sentencia que se impugna
tiene la calidad de autoridad responsable, por lo que cuando envíe el expediente
judicial con la demanda de amparo al tribunal colegiado también deberá
acompañar un informe con justificación. Aunque en este caso el informe no es
extenso, pues el propio acto reclamado, es decir, la sentencia, expresa los
razonamientos y antecedentes mismos que pudieran ser pertinentes para el juicio.
La sentencia de amparo podrá ser dictada en tres sentidos: 1) conceder el
amparo, otorgar protección al quejoso contra el acto reclamado, 2) negar el
amparo, que significa que la inconstitucionalidad del acto reclamado no fue
demostrada, y 3) sobreseer en el juicio, que significa que el juez advirtió que se
actualiza alguna causal de improcedencia o sobreseimiento del juicio.
En el supuesto de que el tribunal colegiado otorgue el amparo, el tribunal que dictó
la sentencia reclamada deberá dictar una nueva sentencia siguiendo los
lineamientos señalados por el tribunal colegiado en su sentencia o, en su caso,
reponer el procedimiento si así fue ordenado.
Al igual que en el juicio de amparo indirecto, la sentencia dictada en un juicio de
amparo directo puede ser impugnada a través de un recurso de revisión. Sin
embargo, la procedencia de este recurso está seriamente limitada, por lo que se le
ha denominado revisión extraordinaria. Algunos de los requisitos de dicha revisión
es que existan cuestiones de constitucionalidad pendientes por resolver o que no
se hayan resuelto adecuadamente y que el tema de constitucionalidad sea
trascendental.
A pesar de que el juicio de amparo directo se ocupa de la revisión de una
sentencia, no es un recurso, por lo que no puede considerarse como una instancia
adicional. En este sentido se ha pronunciado la Suprema Corte de Justicia de la
Nación a través de jurisprudencia.

Recursos
Para el efecto de impugnar las determinaciones de fondo emitidas por los
tribunales de amparo —a excepción de aquellas tomadas por la Suprema Corte—,
así como para impugnar las determinaciones de trámite, la Ley de Amparo prevé
una serie de recursos tendientes a combatir las violación a la Ley de Amparo en
las que hubiere incurrido el órgano correspondiente.
16

Recurso de revisión
En caso de que el quejoso o las autoridades responsables —en sus respectivos
casos de procedencia— consideren ilegal la sentencia emitida por el juez de
Distrito o magistrado de un Tribunal Unitario tratándose de juicios de amparo
indirecto o por un Tribunal Colegiado tratándose del juicio de amparo directo,
podrán recurrirla mediante un recurso de revisión. Dicho recurso se interpone ante
el propio órgano jurisdiccional correspondiente en un plazo de 10 días hábiles
posteriores a la notificación de la sentencia.

El recurso de revisión interpuesto en contra de una resolución de amparo indirecto


es remitido a un tribunal colegiado de circuito. El tribunal colegiado podrá resolver
el fondo del asunto o únicamente pronunciarse sobre la procedencia del juicio de
amparo en caso de que se impugne un sobreseimiento. Para que el tribunal
colegiado se pronuncie sobre el fondo del asunto, es decir, la constitucionalidad
del acto reclamado, debe darse cualquiera de las siguientes hipótesis: i) que el
acto reclamado sea una ley estatal o reglamento estatal, ii) que sea una circular o
acto administrativo de observancia general, iii) que el acto reclamado sea un acto
administrativo dirigido especialmente al quejoso, pero solamente se alegue
violaciones a las garantías de fundamentación y motivación (artículos 14 y 16
Constitucionales), iv) que se impugne un reglamento federal, v) que el acto que se
impugna se encuentre apoyado en una ley que ya ha sido declarada
inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia de la Nación mediante
jurisprudencia, o se impugne la ley en sí.

Fuera de los casos señalados, una vez que el tribunal colegiado se pronuncie
sobre la procedencia del juicio de amparo, el recurso de revisión será remitido a la
Suprema Corte de Justicia de la Nación para que sea ésta la que resuelva sobre la
constitucionalidad del acto reclamado.

Por otro lado, será procedente el recurso de revisión en contra de una sentencia
emitida por un tribunal colegiado en un juicio de amparo directo únicamente
cuando las sentencias resuelvan sobre la constitucionalidad de normas generales
que establezcan la interpretación directa de un precepto de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos o de los derechos humanos establecidos en los
tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, u omitan decidir
sobre tales cuestiones cuando hubieren sido planteadas, siempre que fijen un
criterio de importancia y trascendencia.
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Recurso de queja
El recurso de queja se encuentra previsto por el artículo 97 de la Ley de Amparo y
procede en contra de las determinaciones relativas a lo siguiente:

Tratándose del amparo indirecto.

Las que admitan total o parcialmente, desechen o tengan por no presentada una
demanda de amparo o su ampliación;
Las que concedan o nieguen la suspensión de plano o la provisional;
Las que rehúsen la admisión de fianzas o contrafianzas, admitan las que no
reúnan los requisitos legales o que puedan resultar excesivas o insuficientes;
Las que reconozcan o nieguen el carácter de tercero interesado;
Las que se dicten durante la tramitación del juicio, o del incidente de suspensión,
que no admitan expresamente el recurso de revisión y que por su naturaleza
trascendental y grave puedan causar perjuicio a alguna de las partes, no reparable
en la sentencia definitiva; así como las que con las mismas características se
emitan después de dictada la sentencia en la audiencia constitucional;
Las que decidan el incidente de reclamación de daños y perjuicios;
Las que resuelvan el incidente por exceso o defecto en la ejecución del acuerdo
en que se haya concedido al quejoso la suspensión provisional o definitiva del acto
reclamado; y
Las que se dicten en el incidente de cumplimiento sustituto de las sentencias de
amparo.
Tratándose de actos de la autoridad responsable en el amparo directo:
Cuando omita tramitar la demanda de amparo o lo haga indebidamente;
Cuando no provea sobre la suspensión dentro del plazo legal, conceda o niegue
ésta, rehúse la admisión de fianzas o contrafianzas, admita las que no reúnan los
requisitos legales o que puedan resultar excesivas o insuficientes;
Contra la resolución que decida el incidente de reclamación de daños y perjuicios;
y
Cuando niegue al quejoso su libertad caucional o cuando las resoluciones que
dicte sobre la misma materia causen daños o perjuicios a alguno de los
interesados.
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El recurso de queja deberá interponerse ante el órgano jurisdiccional que conozca


del juicio de amparo dentro de los siguientes cinco días, este plazo será de dos
días tratándose de las determinaciones que resuelvan sobre la suspensión de
plano o provisional y podrá hacerse en cualquier tiempo cuando la autoridad
responsable omita dar trámite a la demanda de amparo directo.8

Recurso de reclamación
El recurso de reclamación está previsto por el artículo 104 de la Ley de Amparo y
procede únicamente en contra de los acuerdos de trámite emitidos por el
presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los presidentes de sus
salas o los presidentes de los tribunales colegiados.
Este recurso habrá de promoverse dentro de los tres días siguientes a aquel en el
que fue emitido el acuerdo impugnado y deberá ser resuelto por el pleno del
órgano jurisdiccional correspondiente en un plazo de 10 días, debiendo ser
ponente del asunto un magistrado diverso al presidente del tribunal.1
El efecto del presente recurso es dejar sin efectos la resolución reclamada y
ordenar al presidente la emisión de un nuevo acuerdo.

1
(LEY DE AMPARO, 2018)
A concepto........................................................ 14
agravio personal y directo .................... 1, 2, 3, 5 L
amparo indirecto
Ley de Amparo ..... 4, 6, 10, 11, 12, 13, 16, 17, 18
definición .........................................................6
P
E
Principio de definitividad ...........................1, 2, 3
estricto derecho.......................................... 1, 2, 4
Principio de relatividad de las sentencias de
I amparo. .......................................................... 2
instancia de parte .............................. 1, 2, 10, 11 R
J recurso ....................... 1, 7, 8, 9, 13, 15, 16, 17, 18
Recurso de revisión
juicio de amparo
DEFINICIÓN.................................................... 16
concepto ..........................................................1
juicio de amparo directo
Bibliografía
Atribución, C. C. (09 de Marzo de 2018). Obtenido de WIKIPEDIA:
https://es.wikipedia.org/wiki/Juicio_de_amparo

DEL CASTILLO DEL VALLE, A. (2013). Compendio de Juicio de Amparo. Ciudad de México: Porrúa.

LEY DE AMPARO. (ENERO de 2018).

nación, S. C. (Noviembre de 2014). Tesauro Jurídico de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.


Obtenido de Tesauro Jurídico de la Suprema Corte de Justicia de la Nación:
https://www.sitios.scjn.gob.mx/centrodedocumentacion/sites/default/files/tesauro_juridi
co_scjn/pdfs/12.%20TJSCJN%20-%20JuicioAmparo.pdf

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