Las organizaciones como nos podemos figurar ha ido evolucionando a lo
largo del tiempo y con ello han creado distintos enfoques que vistos ontológicamente y desde el punto epistemológico buscan conocerla, además de explicarla o comprenderla. Asimismo, para algunos autores, estos enfoques complementan, vinculan y van mejorando las posibilidades de entender y transformar a las organizaciones humanas, todo esto, gracias a que son apoyados en los cimientos de los estudios de la administración, la cual constituye una sólida disciplina que ha aportado por décadas a la sistematización de las mejores prácticas para conducir el desarrollo de las empresas. En este mismo orden de ideas, Montaño señala que “la organización, en tanto espacio social complejo, puede ser entendida como un punto de encuentro donde se entrecruzan diversas lógicas de acción –política, cultural, afectiva, racional, etcétera–, múltiples actores que propugnan por diversos proyectos sociales y, por lo tanto, distintas interpretaciones del sentido institucional, reflejando intereses particulares, pero también ilusiones, fantasías y angustias. Las fronteras –físicas y legales–, los objetivos y estructuras formales, los reglamentos, los organigramas y los planes representan sólo la parte visible de la organización; su verdadero significado reside en ámbitos no perceptibles a primera vista, fuera del conocimiento cotidiano que nos brinda la experiencia; de ahí la importancia del esfuerzo académico por hacerlo inteligible” (Montaño 2004:5).
Desde el punto de vista, el planeamiento dentro de las organizaciones, nos
propone una evaluación realista de la situación existente, es decir un autoanálisis, el que debe cubrir todos los aspectos de la organización y su entorno, ya que con ello se evalúa con el objeto de determinar la efectividad de las actuales operaciones, para obtener datos con el fin de modificar objetivos, para aumentar el conocimiento sobre el usuario/cliente y determinar sus expectativas, entre otros, para determinar la ventaja competitiva de la organización con la elaboración de un plan estratégico, definido tanto el análisis de los factores externos y de este modo enterarnos de lo que puede afectar la futura posición estratégica, es estar consciente de los cambios; así como el análisis interno de la organización, incluyéndonos, razonamientos de Dónde estamos? ¿Dónde queremos estar? O como lograrlo? A través de distintos factores, que pueden ser; Factores sociales, económicos, políticos y Factores , así como también el análisis interno donde se evalúan las debilidades y las fortalezas de la organización, así como el entorno brinda conocimiento de las amenazas y oportunidades. Pues bien, la planificación debe responder a la misión y a las metas que queremos alcanzar para la empresa, por lo mismo, es trabajar en el presente y tener en cuenta los objetivos futuros no sin antes de analizar las fortalezas y debilidades, las oportunidades y los riesgos, las metas determinan concentrar los recursos para alcanzar el éxito.
También una organización debe cumplir con un análisis financiero, ya que es
primordial para evaluar la situación y el desempeño económico y financiero real de una organización a modo de detectar dificultades y aplicar correctivos adecuados para solventarlas, a través del análisis o diagnóstico financiero se forma una herramienta efectiva para evaluar el desempeño económico y financiero a lo largo de un ejercicio específico y para comparar sus resultados con los de otras organizaciones del mismo centrándonos en la obtención de relaciones cuantitativas propias del proceso de toma de decisiones, mediante la aplicación de técnicas sobre datos aportados por la contabilidad que, a su vez, son transformados para ser analizados e interpretados. Todo esto nos permite identificar los aspectos económicos y financieros que muestran las condiciones en que opera la empresa con respecto al nivel de liquidez, solvencia, endeudamiento, eficiencia, rendimiento y rentabilidad, facilitando la toma de decisiones gerenciales, económicas y financieras en la actividad empresarial. Dicha herramienta facilita el proceso de toma de decisiones de inversión, financiamiento, planes de acción, permite identificar los puntos fuertes y débiles de la organización así como realizar comparaciones con otros negocios, ya que aporta la información necesaria para conocer el comportamiento operativo de la empresa y su situación económica- financiera, para lo cual se fundamenta en los datos expuestos en los estados financieros, que son utilizados para calcular y examinar los indicadores financieros. Eso si, se debe realizar en forma sistemática para que los resultados faciliten la posibilidad de analizar la evolución de la empresa en el tiempo, determinar la eficiencia en el uso de los recursos económicos y financieros y visualizar el desempeño de la gestión financiera de la empresa