Selección: Perlas para el Alma

Tema: El Sufrimiento de los Justos

Por: Amiel Yerena

Dicen nuestros jajamim (sabios) que una de las preguntas más antiguas
del mundo es: ¿Porque tienen que sufrir tanto los piadosos? ¿Por qué, en
cambio, tienen tanta suerte los malvados? Así está documentado en el Pirke
Avot 2:16:

“Las respuestas son múltiples: La primera es que no podemos

determinar quien es perfectamente piadoso y quien perfectamente perverso.
Ocurre a menudo que algunas personas aparentan ser piadosas y buenas,
mientras que en el secreto de sus vidas son grandes pecadoras. También las
hay que tienen mala fama mientras que, en realidad , hacen tanto bien y tan
discretamente que sus infracciones públicas de las Leyes Divinas se ven así
compensadas. Sólo El Eterno que puede escudriñar lo más recóndito de
nuestro ser conoce los misterios del corazón humano ”.

Luego agrega el texto:

“La segunda respuesta es que nuestra apreciación de la felicidad y de la

desgracia puede se errónea porque las apariencias suelen engañarnos ”.

Entonces, según el texto referido anteriormente por nuestros jajamim, se

nos presentan dos vertientes en forma de contra pregunta:

• ¿Quien es verdaderamente justo? o ¿Quien es verdaderamente

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 perverso?
• ¿En que consiste la verdadera felicidad? o ¿En que consiste la
verdadera desgracia?

De modo que, entonces todo se reduce a la percepción que tengamos de

la realidad. La manera como yo entiendo los mecanismos de funcionamiento
de este mundo y su estrecha vinculación con la Divinidad.

Pero es necesario entender que dicha percepción de la realidad, siempre

dependerá del conocimiento adquirido por cada individuo o grupos de
individuos, así como de la escala de valores a las que él mismo se apegue,
para ejercer tales conocimientos.

Principalmente aquellos valores que provienen de la moral y ética

enunciada en las Sagradas Escrituras, de donde se puede adquirir el
conocimiento y una serie de códigos (morales y éticos) así como de un sin
número de experiencias que servirán de guía o de ejemplo para su
implementación.

Consecuentemente, los valores a los cuales se apega cada individuado y

la conducta que se deriva de los mismos, determinará finalmente ante La
Presencia Divina quien es piadoso y quien es malvado, así como el objetivo de
la verdadera felicidad y de las desgracias.

Sin embargo, no es, sino hasta el final de la vida de un hombre que tal
juicio se emite. Puesto que mientras viva, siempre existirá la posibilidad que
aquel quien se ha mantenido piadoso, se desvíe del camino; así como aquel
quien se ha mantenido malvado, retorne a las Sendas de Luz.

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 Por otro lado, es necesario entender que tanto piadosos como malvados,
todos experimentan sufrimientos. Algunos por causas sentimentales o
emocionales, otros por las cosas materiales, otros por causas físicas o
biológicas y otros en su alma. Por lo que siempre los sufrimientos llegaran a
todos (piadosos y malvados) por causa de los cuatro componentes que
determinan la vida del hombre: Físico-biológico, emocional, mental y
espiritual.

De modo que los sufrimientos constituyen entonces una parte del

sistema de redención, como mecanismo establecido por El Eterno en este
mundo para desarrollar y alcanzar el verdadero propósito por el cual fuimos
introducidos en este tiempo y como parte del cosmos.

Por esta razón es nuestra responsabilidad, como parte de nuestro

desarrollo y crecimiento, encontrar en cada sufrimiento y en cada desgracia,
la oportunidad para desarrollarnos y crecer como individuos.

Nunca un sufrimiento y una desgracia vendrá a nosotros en alguno de

los cuatro componentes antes descritos, con el propósito de satisfacer los
deseos de un dios, a la manera de la mitología greco-romana, NO. En ninguna
manera

Cuando un sufrimiento llega a nosotros, busquemos en el al Eterno y no

solo hallaremos la consolación que necesitamos, sino también la oportunidad
y recursos (materiales y espirituales) para trascender a un nivel o una acción
a la que, sin ese sufrimiento, jamas llegaremos a alcanzar.

¿Porque entonces llegan los sufrimientos a justos y malvados sin

distinción?

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 Una respuesta simple es: Como oportunidad de trascender. De cambiar,
de orientarnos hacia nuestro verdadero propósito.

Y aquí es necesario enfatizar lo siguiente: El propósito que El Eterno

tiene para el hombre, siempre sera bueno y para bien. Para vida, como está
escrito:

“Habréis de cumplir mis leyes y guardaréis mis estatutos para vivir

según ellos; yo soy el SEÑOR vuestro Elohim. Por tanto, guardaréis mis
estatutos y mis leyes, por los cuales el hombre vivirá si los cumple; yo soy el
SEÑOR”. (Vaikra 18:4-5)

Por tanto, la Palabra del Eterno está como garantía para que sepamos Su
Plan siempre será para vida, aunque nos resulte dificil de asimilar o de
aceptar.

Porque acontece muy a menudo que cuando las situaciones nos

favorecen, decimos que son del Eterno sin problemas y las aceptamos con
alegría; pero cuando son de sufrimiento, entonces, es difícil para nosotros
aceptar que vienen del Eterno y que son para bien.

Consecuentemente, nuestra percepción según nuestro entendimiento y

emuna (fe), por los valores morales y éticos que provienen de los códigos
Bíblicos, determinaran la manera cómo asimilaremos nuestros sufrimientos y
cómo los canalizaremos para nuestro bien, encontrando en ellos los recursos y
fortalezas para trascender y alcanzar nuestro propósito por el cual fuimos
introducidos en este tiempo y en este mundo.

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 Está escrito en la Torah, las Escrituras Sagradas, lo siguiente:

“A Adam, dijo: Puesto que has atendido la voz de tu mujer, comiendo

del árbol del que te ordené diciendo: ¡No comerás de él!, maldecida será la
tierra por tu causa, con esfuerzo comerás de ella todos los días de tu vida. 18.
Espinos y cardos te producirá y comerás las plantas del campo. 19. Con el
sudor de tu rostro comerás pan, hasta que vuelvas a la tierra - pues de ella
procedes- ya que polvo eres tú, y al polvo habrás de volver ”.

(Bereshit 3:17-19)

He aprendido de mis maestros que “el sudor de tu rostro” al que se

refiere el texto, son las aflicciones y el sufrimiento en este mundo.
Por lo tanto, desde el descenso espiritual o caída de Adam, con la cual
fue sumergida toda su descendencia: La humanidad (Los hombres), entonces
Ya no se puede experimentar los beneficios del disfrute, del huerto, llamado
Gam Edem y en consecuencia del placer de participar de las manzanas
sagradas, en alusión a la Presencia Divina; al menos de la manera que El
Primer Hombre lo hizo.

Por eso es que ahora estando en los lugares mas bajos, el hombre tiene
que trascender para alcanzar la posición con la cual El Primer Hombre,
ADAM, tuvo al principio; por medio del “sudor de tu frente”, en alusión a los
sufrimiento del mundo abajo.

Dicha trascendencia es facilitada a todos los hombres, según el programa

de Di-s de redención, si adhieren sus almas al alma de nuestro santo maestro
Ieshua el Melej aMashía. Quien fue establecido por El Eterno como cabeza de
Su Pueblo, (al judío primeramente y también a los de origen gentil, como fue

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documentado por el RaShTa (Rav Shaul de Tarso) en la carta a los creyentes
en Italia. Así dice el RaSHTA en nombre de Su Majestad Ieshua El Melej
aMashíaj:

“16 Porque no me avergüenzo de esa promesa de la redención, porque

es poder de Di-os para salvación a todo aquel que cree; al judío
primeramente, y también al griego”.

(Romanos 1:16)

Y agrega:

“20 1a cual se manifestó en Mashíaj, resucitándolo de entre los muertos

y sentándole a Su diestra celestial, 21 sobre todo principado y autoridad y
poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no solo en este edad
presente, sino también en el mundo por venir; 22 y sometió todas las cosas
bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a Su congregación, 23
la cual es su cuerpo 12, la plenitud de quien todo lo llena en todo ”.

(Efesios 1:20-23)

Por tanto para evidenciar nuestra adición al Mashíaj Ieshua, nuestro

santo maestro, el hombre debe establecer una estrecha relación entre sus
pensamientos, dichos y hechos. Lo mental y emocional, reflejado en un
comportamiento y estilo de vida nuevo, según el programa de vida establecido
por El Eterno para cada individuo, por cuanto está escrito:

“17 De modo que si alguno está en Mashíaj, nueva creación es; las cosas

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viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas ”

(2 Corintios 5:17)

Y tal nivel de adición permitirá entonces que cundo lleguen los

momentos del “sudor de nuestras frentes”, en alusión a los sufrimientos de
este mundo; podamos con mayor facilidad alcanzar la fortaleza y la sabiduría
para trascender a la estatura del Mashíaj, como fue dicho por el RaSHTa en
nombre de Su Majestad Ieshua, El Melej aMashía:

“17 para que habite Mashíaj por la fe en vuestros corazones, a fin de

que, arraigados y cimentados en amor, 18 seáis plenamente capaces de
comprender con todos los escogidos, cuál sea la anchura, la longitud, la altura
y la profundidad, 19 y de conocer el amor de Mashíaj, que excede a todo
conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Di-os ”

(Efesios 3:17-19)

Y luego agrega:

“13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento

pleno del Amado de Di-s, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la
plenitud de Mashíaj”

(Efesios 4:13)

Y es entonces, cuando alcancemos tal nivel de trascendencia, que los

sufrimientos de este mundo, serán el medio que tendremos para llegar a las
esferas celestial, en unión con nuestro santo maestro y así cumplir con

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nuestro propósito o misión en la vida.

Por lo tanto el que esté por el mal camino, retorne a EL quien es amplio
en perdonar, como fue dicho por el profeta Ieshiaju en nombre del Eterno:

“6 Buscad a El Eterno mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que

está cercano. 7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus
pensamientos; y vuélvase al Eterno, el cual tendrá de él misericordia, y al
Elohim nuestro, el cual será amplio en perdonar ”.

(Isaías 55:6-7)

Y todo aquel que esté por el buen camino, entonces crezca en aquel que
es la cabeza para que sus obras sean manifiestas por la Luz y entonces los
hombres glorifiquen al Eterno, como fue dicho:

“15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel

que es la cabeza, esto es, Mashíaj”

(Efesios 4:15)