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Desde una visión técnica hacia un espacio social

En la literatura técnica, de hace ya algunos años, se presenta una tríada vial


que describe cómo está compuesto el tránsito. Esta trilogía o triangulo vial es
utilizado también para el estudio y análisis de los siniestros viales.

Al pensar en una situación vial reconocemos, al menos, tres factores que


interactúan: humano, ambiental y el vehicular.

Factor humano: está constituido por las personas y


su comportamiento en los diferentes roles que
desarrollan (peatón, pasajero, conductor y
acompañantes). La conducta vial de una persona
está regida no sólo por sus conocimientos y
capacidades sobre la conducción, la circulación en el
espacio público y las pautas culturales, sino también
por el entorno y las circunstancias que atraviesa. No
es lo mismo transitar nervioso o apurado por llegar, que hacerlo con tiempo
suficiente y prestando atención a lo que sucede en el entorno.

Este factor es una de las principales causas de siniestros viales, por eso la
conducción responsable implica cerciorarnos de que nuestro estado físico y
mental es el adecuado para manejar.

Factor vehicular: refiere a los vehículos que circulan por la vía pública (autos,
colectivos, motos, carros, bicicletas, etc.). Las condiciones y el estado general
de la mecánica constituyen el factor vehicular.

Por eso, es importante realizar los controles y mantenimientos periódicos que


sean necesarios para garantizar una conducción segura. Los vehículos que
circulan deben cumplir con una serie de requisitos establecidos por las normas
de tránsito que fija el Estado (condición de los neumáticos, cinturones de
seguridad, luces, guiños, amortiguadores en buen estado, frenos, dirección y
suspensión, matafuegos, etc.).

La responsabilidad estatal se visibiliza en la cantidad y calidad de los controles


que ejerce, mientras que la responsabilidad individual se observa en el
cumplimiento de las condiciones técnicas del vehículo. Se recomienda revisar
el vehículo antes de salir de viaje: controlar motor, frenos, cubiertas,
amortiguadores, batería, luces y tren delantero. Además, en las provincias
donde es obligatorio, se debe realizar en forma anual la Verificación Técnica
Vehicular (VTV).

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Factor ambiental: hace referencia al estado de las rutas y caminos, como
también a los fenómenos climáticos que se dan en los diferentes contextos
geográficos del país.

La Organización de las Naciones Unidas ha determinado que la intervención


humana es responsable del 88% de los siniestros de tránsito; mientras que el
6% corresponde al factor vehicular, y otro 6% al ambiental. No obstante los tres
componentes interactúan y están siempre presentes en el momento de ocurrir
un siniestro. Por eso, el buen funcionamiento del tránsito depende de que estos
factores funcionen correctamente entre sí.

Según las estadísticas, el 77% de


los siniestros suceden cuando existe
buen tiempo, y el 23% restante
cuando existen otras condiciones
climáticas, tales como: neblina,
lluvia, nieve, granizo, viento fuerte,
etc.

Además, el 70% ocurre de día,


contrariamente a lo que se suele
creer.

Otros datos indican que: el 93% de los


siniestros se producen en zonas
urbanas y suburbanas, y solamente el
6,9% en zonas rurales.

No obstante, el 63% de los siniestros se


dan en calle y el 23% en avenidas,
mientras que el 6% en rutas nacionales
y 2% en rutas provinciales.

Con este panorama es sumamente necesario tomar conciencia y comprender


que muchos de los usos que hacemos del tránsito corresponden a cuestiones
culturales que están muy arraigadas en nuestra sociedad, y por eso se
naturalizan y estereotipan.

Accidente vs Siniestro – “Si se puede evitar no es un accidente”

Las estadísticas antes mencionadas nos llevan irremediablemente a trabajar en


todos los aspectos que se naturalizan en el tránsito y que no permite que se
tome conciencia al respecto, incrementando así la inseguridad vial.

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La manera en que nombramos los hechos viales repercute en el sentido que
les otorgamos y, a su vez, en las posibilidades de modificar o naturalizar
nuestras formas de transitar. Al hablar de “accidentes de tránsito” se les otorga
a estos hechos una connotación que alude a episodios inevitables, azarosos,
sin responsables directos, como una cuestión inexorable de la tecnología y el
mundo moderno. No se reconoce la intervención humana en estos fenómenos
y, de esa forma, se pierde la certeza de que es posible prevenirlos.

Los siniestros viales se han naturalizado como si fueran parte de un caos y de


una inseguridad cotidiana imposible de cambiar. De esta manera, sustituir la
categoría “accidente” por “siniestro” permite visibilizar la responsabilidad
humana y vincular el hecho a una situación multicausal, donde interviene la
voluntad humana y, por eso, es de carácter prevenible.

Conceptualización de siniestro:

 Es un problema de salud pública.


 No es accidental.
 Es controlable.
 Es evitable.
 Es un proceso.
 Es una consecuencia.
 Es prevenible.

Conceptualización de accidente:

 Escapa de nuestro control.


 Es imprevisto.
 No depende de nosotros.
 Es inevitable.
 Es fortuito.
 Es cosa del destino “Designio divino”.
 Obedece al azar.

Derechos y obligaciones al transitar

En la vía pública convergen derechos, obligaciones y responsabilidades. Vivir,


gozar de buena salud, transitar libremente, movilizarse y permanecer en el
espacio público, son derechos fundamentales que están plasmados en la
Constitución Nacional Argentina. La misma, en el artículo 14 establece los
derechos individuales de los que gozan todos los habitantes de la Nación, entre
ellos el de transitar. Estos son los derechos que deben ejercerse conforme a
las leyes que los reglamentan, impidiendo de ese modo un ejercicio abusivo de
los mismos.

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La regulación de los derechos plasmados en nuestra carta magna se denomina
poder de policía, que es la facultad legislativa que posee el Estado para cumplir
con su rol principal de bregar por el bien común.

En nuestro país no hay una homogeneidad normativa porque la Constitución


Nacional establece el federalismo como forma de gobierno, por lo que cada
provincia en uso de su autonomía, regula ciertas materias que le son propias,
una de ellas es la materia de tránsito, facultad no delegada al gobierno
nacional. La misma, expresa en el artículo 121 que las provincias conservan
para sí todo el poder no delegado. Es por eso que, en este aspecto,
encontramos una normativa nacional y otras provinciales.

No obstante, existe un marco normativo nacional comprendido por dos leyes


que el Congreso Nacional sancionó invitando a todas las provincias a
adherirse.
Es así que, el 23 de diciembre de 1994, se sanciona la Ley 24.449,
reglamentada por el decreto 779/95. Dicha ley y su norma reglamentaria
regulan el uso de la vía pública y son de aplicación a la circulación de
personas, animales y vehículos terrestres en la misma. Además, en el año
2008, se firma un convenio federal sobre acciones en materia de Transito y
Seguridad Vial, dando lugar a la sanción de la Ley 26.363, reglamentada por
decreto 1716/2008, por la cual se crea la Agencia Nacional de Seguridad Vial
como autoridad de aplicación de las políticas y medidas de seguridad vial
nacionales teniendo como misión la reducción de la tasas de siniestralidad vial
en todo el territorio de la república.

Desde la sanción de las leyes 24.449 y 26.363, varias provincias han adherido
a un sistema normativo unificado que fue creado y pensado para ser aplicado
en todo el país. Siendo éste, un ejemplo típico de un federalismo de
concertación o federalismo cooperativo sobre el que es conveniente seguir
trabajando para lograr los objetivos planteados en dichas normas.

Ambas leyes tienen como objetivo unificar criterios en materia de tránsito y


seguridad vial. Este es un proyecto que actualmente está en desarrollo y que
apunta a mejorar la seguridad vial ciudadana, tales como la creación de la
Licencia Única de Conducir, el Sistema Nacional de Infracciones y de
Antecedentes de Tránsito, la unificación normativa, el establecimiento de
protocolos unificados para realizar control de tránsito y verificar faltas, entre
otros.
Conocer como se regula el tránsito el nuestro país permite que podamos
transitar en forma libre, segura y responsable. Además, brinda la posibilidad de
hacer un análisis del tránsito más acertado que incluya todos los aspectos que
en él están involucrados.

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Como venimos trabajando, las leyes son esenciales ya que toda norma tiene
sentido en función de las problemáticas y los conflictos reales que cada lugar
presenta, según sus características en la población, en la infraestructura del
lugar y por su idiosincrasia. Sin embargo, no es lo único: las normativas
resultan realmente efectivas a partir del grado de apropiación que los
ciudadanos hacen de cada una de ellas. Claro que no es una tarea sencilla;
requiere un trabajo personal, y un ejercicio cotidiano que lleva tiempo. No
obstante, es central ir en esta dirección para un abordaje efectivo y eficaz de la
problemática.

Video complementario para esta unidad

Cuerpos metálicos. Serie Canal Encuentro, micros:


Cuerpos metálicos. Serie Encuentro, micros.

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