Professional Documents
Culture Documents
Hola amigos. Hoy me gustaría hablaros sobre composición, tanto en pintura como en
fotografía. Antes de nada deciros que no os encorsetéis en las mal llamadas “reglas
fotográficas” ya que son mentira.
Puede que muchos os rasguéis las vestiduras y digáis “sea condenado a la hoguera”
pero si leéis este artículo en su totalidad comprenderéis mi intención.
Valores fotográficos
Una imagen puede transmitir más información en un segundo que cualquier otro
canal de comunicación, y el valor que prime en la fotografía es el que reforzará
nuestro mensaje. La fotografía cumple el principio de superioridad pictórica (una imagen
puede transmitir información mucho más deprisa que un texto).
El lenguaje visual
Es importante destacar que los conocimientos que vamos a adquirir cuando
empezamos a estudiar composición pueden provocar cambios profundos en el
autor, o por lo menos, a mí me ocurrió y todavía me sigue sucediendo.
No voy a entrar en explicar todas las herramientas heredadas de los grandes pintores
(los cuales podían pasar una media de 15 años estudiando composición) como son el
uso de formas básicas, las líneas, los pesos en la imagen, uso de ejes o las distintas
proporciones, ya que hay muy buenos artículos sobre ello aquí y seria repetitivo, pero
lo que sí pretendo es que, si todavía no os habéis animado y seguís componiendo con
4 o 5 reglas básicas, profundicéis en ello.
Si me gustaría poneros algunos ejemplos para mostrar que el lenguaje visual no son
reglas:
• ¿Por qué no puedo centrar al sujeto y siempre tengo que ponerlo en los puntos de
fuerza de la imagen? Si yo quiero transmitir un valor de tranquilidad y de armonía,
la mejor manera que tengo en el lenguaje visual es creando simetría y ello puedo
conseguirlo centrando el sujeto creando un eje central, reforzando así mi mensaje.
• ¿Por qué, si yo quiero provocar una sensación negativa en el espectador, no
puedo desequilibrar una foto para crear esa incomodidad?
• Y de la misma manera, ¿Por qué tengo que dejar todos mis horizontes a 1/3 y no
me permite otra composición que refuerce más mi mensaje?
Las mal llamadas reglas no son más que proporciones agradables a la vista.
Incluso podría jugar con dos valores más bien ambiguos.
Mi intención con esta foto era mostrar que estaba disfrutando de la soledad en la
que me encontraba en esa playa. Para ello, me centré en el espacio del espigón
totalmente vacío para transmitir esa soledad y ese dramatismo del cielo. Sin
embargo, también quise mostrar estabilidad y simetría centrando el espigón y
usando la forma de varios triángulos estables, siendo el principal el que forma el
propio espigón que es equilátero y cuya base se encuentra posicionada de manera
estable.
Si algo he aprendido de uno de mis maestros, Peter Manschot, es intentar leer dentro
de mí qué sentimientos tengo cuando me enfrento a un paisaje y cómo
transmitirlos, y ese lenguaje, ese alfabeto, es el lenguaje visual. Por ello, creo
firmemente que estudiar composición es tremendamente importante para
cualquier artista, del mismo modo que para hablar debo conocer las palabras para
poder construir frases con sentido.
Creo que ahora sí comprenderéis por qué he empezado este articulo diciendo que las
reglas son mentira, no porque no funcione para un propósito, sino porque
dependiendo lo que yo quiera transmitir, ese valor compositivo funcionará o no.
Sabemos que todos los grandes maestros de la pintura pasaron años estudiando
composición, y que los fotógrafos pictóricos nos educamos con sus hallazgos, pero, y
si fuera al revés, ¿podríamos decir que la fotografía ha influenciado a la pintura?...
Sin embargo, el pintor tiene su lienzo vacío y por tanto, todo lo que pinte en él y la
manera en que lo haga, lo ha tenido que poner él con un propósito.
Es por eso que me llama profundamente la atención la obra de Sorolla, maestro de la
luz mediterránea con un conocimiento enorme tanto de técnica como de
composición, cuyos cuadros me han dejado estupefacto en alguna ocasión. Espero
que a vosotros también.
Vemos cómo en estos cuadros se encuentran todos y cada uno de los “errores”
compositivos o ambigüedades propios de los fotógrafos que prefieren el valor del
momento.
!
Esos cortes y esos encuadres, incluso cierta distorsión provocada siempre por un
angular, hacen que para mí, Sorolla, con una maestría y un riesgo increíbles, refuerce
en su pintura el valor del momento irrepetible propio de la fotografía. Si la imagen
está descompensada, aparece una parte muy pequeña de cielo, corta una persona o
no deja suficiente aire en un margen, ha tenido que plasmarlo el autor, mostrando un
conocimiento espectacular del lenguaje visual y cómo utilizarlo en su favor.
No sé si sería muy arriesgado afirmar que, Sorolla, podría considerarse el Cartier-
Bresson de la pintura, por lo menos en estos ejemplos que hemos visto.
Y ahora es cuando os digo que mi única intención con este artículo es provocar
inquietud en vosotros al igual que me la provocaron a mí para estudiar
composición. No tiene por qué ser en una escuela, sino por vosotros mismos, poco a
poco, tranquilamente en vuestra casa o en un museo, ir educando poco a poco nuestra
percepción, adaptándola a la abstracción del lenguaje visual.
Espero que esto os ayude como me ayudo a mí a intentar transmitir más mensaje en
mis fotografías, conociendo cómo funcionan los elementos y usándolos en vuestro
provecho. La composición no son cuatro reglas, es algo mucho más complejo y
dinámico. Estoy deseando ver cómo os comunicáis y os expresáis con el mundo por
medio de vuestras imágenes pero teniendo más claro cómo hacerlo.
Algunos nacen con un sentido innato de la estética, una habilidad especial para
comunicarse a través de un pincel, una guitarra o un lápiz. Otros, sin embargo,
estamos obligados a profundizar de forma consciente en dichos mecanismos de
expresión, debemos conocer cuáles son las herramientas disponibles, cómo se utilizan
y qué efectos tienen.
¿Recordáis el artículo “El impacto que tienen los diferentes formatos en tus fotos y
cómo sacarle el máximo jugo”? En él profundizábamos sobre la lógica que nos
hace decantarnos por un tipo de formato u otro, cómo puede ayudarnos a sentar
las bases del diseño fotográfico, las bases sobre qué seleccionar dentro del amplio
marco de una escena y cómo organizar los elementos dentro del cuadro para formar
un diálogo lógico.
Bien, vamos a considerar la elección del formato como la “herramienta base” de la que
disponemos los fotógrafos para comunicarnos, pero no deja de ser un lienzo en
blanco. ¿Cómo pintamos los fotógrafos sobre éste? ¿Te interesa? ¡Sigue leyendo!
Una simple búsqueda en internet puede mostrarnos infinidad de ejemplos donde “el
punto” sea protagonista y sería interesante fijarse en alguna obra contestando la
batería de preguntas que os propongo. ¿Qué os parece si pasamos a diseccionar sus
implicaciones expresivas? ¡Vamos a ello!
¿Qué aspecto determinará la tensión visual del punto como elemento gráfico?
Aterrizamos directos en su consideración principal: la ubicación.
¿Qué provoca la tensión visual en las posiciones excéntricas del punto? Un objeto
aislado que cumpla las características gráficas de “punto” establece dos relaciones
básicas con el encuadre:
• Existen fuerzas implícitas provocadas por su distancia a cada lado y cada esquina
de la imagen
• También surgen líneas implícitas que sugieren una división horizontal y vertical del
fotograma.
En ésta ocasión, la posición excéntrica del punto queda justificada por el cambio de
color en la zona inferior de la imagen equilibrando los pesos.
Aparición de Varios Puntos
Cuando nos enfrentamos a composiciones de imagen en la que aparecen varios
puntos, las propiedades de éstos cambian y se pierde la simplicidad general de la que
hemos hablado a lo largo del artículo.
!
Cuando aparecen dos o más puntos surgen líneas implícitas que los unen
El recorrido visual de una imagen con varios puntos comienza en el que posee mayor
presencia
Tal y como podemos observar, las propiedades emergentes tras la aparición de dos o
más puntos son importantes y deberemos tenerlas muy en cuenta en los siguientes
artículos de la serie, ¡No las perdáis de vista! Aún nos quedan por ver los diferentes
tipos de líneas, triángulos, círculos y rectángulos, ¿os animáis? ¡Hasta la próxima!
Descubre el Significado de las Líneas y Mejora
Tu Composición Fotográfica
Este puede ser el caso de muchas imágenes pero cuando hablamos de las líneas de
la fotografía, podemos ir mucho más allá. Las líneas pueden estar formadas
por formas geométricas, por sombras, por espacios vacíos o incluso por
diferentes sujetos de la fotografía. Y lo que es más importante: no es necesario que
las líneas sean el centro de atención de nuestra fotografía, pueden ser, simplemente,
un mero apoyo a la composición o la expresividad de ésta.
Sea como sea, es importante saber distinguir las líneas de una fotografía porque son
como autopistas para los ojos que ven la imagen. En cuanto nuestra mirada identifica
una línea, automáticamente la sigue para ver hasta dónde llega. Si las líneas de
una fotografía están bien distribuidas a lo largo de la imagen, pueden llegar a guiar los
ojos por todo el encuadre. Así que, después de leer este artículo, tus deberes antes de
hacer una fotografía serán buscar y potenciar las líneas que en ella aparezcan.
A continuación, vamos a ver qué transmiten y cómo son las líneas en función de su
posición en la fotografía:
Para ello existen las reglas de composición, que nos ayudarán a distribuir las líneas de
manera agradable a la vista y consiguiendo efectos más diversos. Por ejemplo, para
evitar que una línea como el horizonte nos divida la fotografía en dos partes
completamente simétricas, podemos recurrir a la regla de los tercios y a situar la línea
en un lugar del encuadre que no sea su centro matemático.
Por otro lado, para enfatizar las líneas horizontales, la mejor opción será utilizar un
encuadre horizontal. Sin embargo, si lo que quieres es conseguir un contraste visual
alto en tus fotografías, puedes intentar buscar las líneas horizontales y hacerlas entrar
en un encuadre vertical. Puede ser interesante, ¿no?
Por norma general, la vista empieza leyéndolas desde arriba, así que pueden llegar
a dotar las imágenes de un gran dinamismo, pues los ojos "caerán" por ellas hasta
llegar al borde inferior de la imagen.
• Dirección ascendente. Se dará cuando las líneas estén colocadas de manera que
el ojo empiece a leerlas desde la esquina inferior-izquierda y se dirija hacia la
esquina superior-derecha. Al tratarse de una dirección (metafóricamente)
ascendente, dará más sensación de esfuerzo, de lentitud, de poder.
• Dirección descendente. Cuando las líneas estén colocadas de forma que el ojo
empiece a leerlas por la esquina superior-izquierda y las siga hasta la esquina
inferior-derecha conseguiremos una dirección de lectura de la fotografía
descendente (de nuevo, metafóricamente, claro). Así, este tipo de líneas nos darán
más sensación de velocidad, de movimiento suave y continuo.
Además, las líneas diagonales también son perfectas para crear profundidad en
tus composiciones, pues la perspectiva hace que unas líneas rectas y paralelas
terminen convirtiéndose en líneas diagonales convergentes.
• Y por último (pero no por ello menos importante...), las líneas curvas. Si al principio
hemos dicho que las líneas de una fotografía eran como autopistas para los ojos, las
líneas curvas serían el equivalente a los carriles de aceleración. Las líneas curvas
son tremendamente atractivas para la vista porque el movimiento que provocan
es inesperado, así que invitan a seguirlas con la mirada. Son perfectas para
dar profundidad y para terminar de darle sentido y dirección a cualquier
composición. Las líneas curvas más atractivas de todas son aquellas con forma
deS, ya estén colocadas en una posición vertical, horizontal o diagonal.
Como siempre, recuerda que la lectura y análisis de esta entrega es sólo un primer
paso, que luego debe ser afianzado con la práctica y experimentación de lo que aquí
hayas aprendido. ¡Empecemos entonces por el primer paso!
Lo primero que vamos a ver es el papel que desempeñan las líneas en una fotografía,
que como ya avanzamos en la primera entrega del bloque, es la de guiar la mirada de
la persona que observa la foto.
Así que todo aquel que quiera mejorar sus fotos debe ser consciente de que las líneas
conducen al que mira la fotografía. De modo que habrá que situar al final de las
líneas aquellos objetos sobre los que se desea llamar la atención, ¿no crees?
Por otro lado, en ocasiones las líneas son el verdadero motivo y, como veremos a
continuación, debemos saber interpretar, en función de su disposición, el
significadoque tienen las líneas en nuestras fotografías.
Si te parece vamos a dedicar un apartado a hablar de cada uno de los tipos de líneas
que podrás incluir en tus composiciones.
A la hora de ubicar estas líneas en tus composiciones es importante que recuerdes las
recomendaciones de la regla de los tercios, situándolas en las líneas fuertes de la
fotografía y no en el centro, ¿de acuerdo?
Y si quieres romper la monotonía de las líneas, ubica algún elemento cerca de estas
líneas sin olvidar colocarlos en los puntos fuertes de la regla de los tercios. En la
imagen de la derecha puedes ver como la caseta del socorrista está colocada
precisamente en uno de esos puntos.
Observa, por ejemplo, la fotografía de la derecha. Como puedes ver, la torre ocupa la
línea fuerte vertical izquierda. Si probases a situar la torre en el centro de la imagen,
te garantizo que el resultado sería mucho peor.
Puedes encontrar más información sobre las líneas verticales en Líneas Verticales:
Mejorando tu Composición Fotográfica.
Pero recuerda, esto consiste en probar, probar y probar, o, en este caso, disparar,
disparar y disparar. Sacar tu cámara, poner en práctica lo que te cuento y luego
examinar el resultado de las fotos y obtener tus propias conclusiones. ¡Adelante!
Líneas Diagonales: ¡Guía La Mirada del que Ve la
Foto!
En el caso de la primera foto, el objeto de interés (el barco) está al final de la línea
(recorrida de izquierda a derecha), mientras que en el de la segunda ("los paseantes"),
el objeto de interés está al principio de la línea. En este caso, tú decides donde
situarlo, eso sí, no olvides colocarlo en un punto fuerte de la imagen.
Por último, hay veces que giramos la cámara buscando convertir en diagonales
aquellas líneas que en la imagen son horizontales o verticales. Sobre todo
solemos hacerlo con edificios, con la escusa de que no caben con un encuadre
"normal".
Si quieres saber más sobre estas líneas, ya sabes, échale un vistazo a Potencia tu
Composición Fotográfica Gracias a las Líneas Convergentes.
En Resumen...
Con la entrega de hoy has visto gran parte de la información y
recomendaciones que debes considerar a la hora de incluir líneas en tus fotografías.
Conoces el significado de los distintos tipos de líneas, has recibido consejos sobre
dónde situar las líneas en tus composiciones y además has podido ver imágenes
ejemplificadoras de cada uno de los tipos, ¿qué más se puede pedir?
Bueno, siempre se puede pedir más, aunque por mi parte no puedo darte mucha más
información. Simplemente confiar en que hayas podido asimilar toda la información de
esta entrega y de los numerosos enlaces relacionados, y que puedas empezar, lo
antes posible, a poner en práctica todo lo que hayas aprendido y así mejorar tus
fotos. Ya sabes... ¡Ahora te toca a ti!
Aprendiendo Lenguaje Visual: Líneas
Horizontales
La Línea Horizontal
Tal y como comentábamos en la introducción, las líneas entran dentro del segundo
grupo de elementos simples según su grado de complejidad, las agrupaciones de
varios puntos producen un efecto de unión y nos conducen directamente a éstas.
Empezaremos con las líneas horizontales por las implicaciones naturales que nos
ofrecen, donde la visión humana tiene mucho que ver.
¿Alguna idea sobre las implicaciones de las líneas horizontales? Suele ser un buen
ejercicio intentar deducirlas por uno mismo.
La otra razón de “peso” (nunca mejor dicho) será la relación de éstas con la fuerza de
la gravedad. Éste fenómeno físico natural nos invita a considerar las líneas
horizontales como una “base” en la cual poder sostener objetos, una base estable,
pesada, de calma y descanso. Por tanto, las implicaciones de las líneas que nos
ocupan serán:
Aunque en la imagen aparecen los tres tipos de líneas rectas (verticales, horizontales y
diagonales) me gustaría ejemplificar cómo las líneas se crean por medio del contraste,
el dibujo decreciente gracias a la perspectiva también aporta cierto interés.
El horizonte y las líneas horizontales creadas por la vegetación acuática se ajustan
perfectamente al formato panorámico de ésta imagen. A su vez, la inclusión de los
troncos de árboles que emergen del río equilibran muy bien la composición
oponiéndose a la horizontalidad planteada previamente.
Continuamos la serie con el segundo de los artículos, líneas verticales, más velocidad
y movimiento, ¿Lo vemos?
La Línea Vertical
La principal característica de las líneas verticales será su orientación. Este simple
cambio implicará una serie de propiedades únicas que la definirán y diferenciarán
respecto al resto. Al igual que hicimos en el artículo anterior de la serie, ¿qué os
parece si tratamos de averiguarlas antes de continuar?
Por otro lado, olvidaba que ciertas formas verticales pueden actuar como
“barreras”diferenciando zonas dentro del encuadre, obtienen un gran poder de
división que les confiere fuerza y poder. Parece que las líneas verticales y horizontales
poseen propiedades intrínsecas opuestas, por tanto, la última de las implicaciones
será conjunta, la aparición de ambas orientaciones de líneas se equilibran de
forma natural, una detiene a la otra. ¿Lo resumimos?
En ésta ocasión me gustaría resaltar (aunque nos salgamos del tema a tratar) la
correcta utilización de un triángulo para conseguir adentrarnos en el bosque, las bases
de los árboles en perspectiva conducen nuestra mirada hacia el punto de fuga.
¿Recordáis cuando hablábamos sobre la complejidad ascendente de las formas
simples? Una consecución de puntos formará una línea. Éste es un claro ejemplo de la
característica más básica de las líneas, la colocación de las rocas en perspectiva y
hacia el sol crean una perfecta línea vertical que guía la mirada a través de la imagen.
Aquí terminamos con las líneas verticales pero, ¡aún nos quedan las diagonales y las
curvas! Nos encontramos en el siguiente capítulo.
Aprendiendo Lenguaje Visual: Líneas Diagonales
y Curvas
Continuamos la serie con el tercero y último de los artículos, líneas oblicuas y curvas,
velocidad y dirección en su máximo exponente, ¿Lo vemos?
Implicaciones Expresivas
Al tratarse de grupos claramente diferenciados, trataremos las implicaciones
expresivas por separado, comenzamos con las diagonales:
Diagonales
En los artículos donde abordábamos horizontales y verticales comprobábamos que
existía cierta correspondencia con las líneas del marco, esto derivaba en un mejor
ajuste a determinadas proporciones de encuadre. Bien, las líneas diagonales rompen
dicha asociación no precisando alinearse y permitiendo una variedad de ángulos
compleja que no poseían verticales y horizontales. Surge entonces una variable
intrínseca a las diagonales: el grado de inclinación, ¡muy importante! Dicha
inclinación provoca tensión compositiva otorgando propiedades muy
marcadas: dinamismo, velocidad y dirección más allá de la expresión de una
vertical, más actividad y vida en la imagen. El máximo ángulo que podremos
conseguir (a camino entre una vertical y una horizontal) será de 45º, convirtiéndose en
una potente herramienta para expresar el máximo de actividad.
En esta imagen tan solo encontramos dos puntos de referencia que, por otro lado,
crean una perfecta diagonal gracias a la ley gestáltica de continuidad
Curvas
Cambiamos la tónica general de la serie para sumergirnos de lleno en un tipo de líneas
algo diferentes. Hasta ahora habíamos tratado las líneas como rectas pero, en esta
ocasión, añadimos una variable más, la curvatura. ¿Qué implica esto? La principal
característica de las líneas curvas será su progresivo cambio de dirección y,
como tal, aportará ritmo y movimiento como no habíamos visto hasta ahora.
Las curvas son una potente herramienta en la creación de puntos de fuga, todas las
líneas en la imagen superior convergen en el mismo lugar
De nuevo puntos que forma líneas. El ángulo escogido nos conduce a la torre a través
de la curva ejercida por las farolas
El semicírculo formado por el túnel actúa como cierre: todo objeto que se encuentre
dentro captará protagonismo
Con las líneas curvas acabamos esta serie de tres artículos, espero que os haya
resultado interesante y, sobre todo, que hayáis aprendido algo del imprescindible
lenguaje visual, ¡nuestro alfabeto fotográfico!
Potencia tu Composición Fotográfica Gracias a
las Líneas Convergentes
Uno de los principales elementos compositivos con el que cuentas a la hora de hacer
una foto son las líneas. Y un tipo concreto de líneas son lo que se denominan líneas
convergentes. Si no sabes lo que son, cómo utilizarlas, o simplemente quieres
refrescar conceptos o coger ideas para mejorar tus fotos, este es tu artículo.
Cuando estamos haciendo fotografía de paisajes, uno de los elementos que más
utilizamos a la hora de componer nuestra foto, muchas veces sin darnos cuenta, son
las líneas convergentes.
Y es que las líneas son uno de los elementos visuales más fuertes de los que
disponemos en la naturaleza para ayudarnos a dar más interés a nuestra foto. Y si
además contamos con varias líneas que conducen al mismo punto, dispondremos de
una herramienta infalible para conducir la atención del espectador.
Para que entiendas el concepto de líneas convergentes utilizaré el que probablemente
sea ejemplo más recurrente para esta técnica: las vías del tren.
Si te colocas sobre las vías del tren (comprobando antes que no venga ningún tren en
ninguna dirección) y miras en la dirección de las vías, comprobarás como las dos vías
tienden a juntarse según se alejan en el horizonte, hasta perderse en el infinito, donde
se unen en un punto.
Realmente sabemos que las vías trascurren paralelas, pero el efecto óptico que se
produce es que las líneas convergen en un punto. Acabas de entender
el significado de líneas convergentes.
Si haces una foto a las vías del tren y se la enseñas a alguien, la reacción natural de
cualquiera que vea la foto será siempre la misma: seguir con la vista las vías en la
dirección que convergen.
Este efecto se va a producir siempre con cualquier ejemplo de líneas que transcurran
paralelas hasta converger en un punto en la lejanía: carreteras, peldaños de escaleras,
vallas, ...
Otra opción es situarte a un lado de las líneas convergentes, de modo que éstas
crucen la fotografía. Un buen recorrido sería que partieran de una de las esquinas
inferiores y fueran a converger en la esquina superior opuesta, cruzando toda la foto.
Esta disposición diagonal de las líneas genera una imagen más dinámica.
3. Posiciona la Convergencia
Uno de los elementos a tener en cuenta cuando trabajes con líneas convergentes es
que, como ya he explicado, dirigen la atención de la vista hacia el punto en el que
convergen. Por tanto, ese punto será, salvo excepciones, el centro de interés de la
foto.
Cuando estés haciendo la foto, párate a pensar cual es la mejor posición de ese punto
en el encuadre de tu foto.
Ten en mente elementos compositivos como la Regla de los Tercios, buscando que el
punto de convergencia se encuentre en una de las cuatro intersecciones que forman
los tercios al aplicar la regla.
4. Añade Interés al Punto de Convergencia
Muchas veces lo que querrás es añadir interés al punto donde se unen las líneas.
Como el ojo se va a dirigir a la convergencia, es un buen recurso para situar ahí el
elemento central de la fotografía. Puede ser un tren que se acerca, o una persona que
se encuentra en un camino, ...
Si además sitúas el punto aplicando la regla de los tercios, tienes captado el centro de
atención con un efecto magnético que hará que no puedas retirar la mirada de ese
objeto.
Aprendiendo Lenguaje Visual: Triángulos
Las formas básicas que encontraremos (el resto serán derivaciones más complejas de
éstos) son tres: triángulos, rectángulos y círculos. Un triángulo estará formado por
líneas diagonales (con todo lo que ello implica), un rectángulo se construye a partir de
líneas verticales y horizontales y un círculo se compone de líneas curvas. Poco a poco
nos vamos sumergiendo en una forma más elaborada de comunicar, ¿qué os parece si
nos adentramos directamente en el análisis del triángulo como forma simple? ¡Vamos
a ello!
El Triángulo
El triángulo es la forma más simple de construir: bastan tres puntos no alineados
para crear una composición triangular mediante líneas implícitas. La única
estructura de tres puntos que no formaría triángulo sería la línea recta. Dicha forma
básica es, por tanto, una de las más útiles en el momento de hablar mediante
imágenes por su facilidad de creación y sencillez.
• Triángulo estable: Es aquel que consigue ubicar dos de los puntos que lo
componen cerca de la base de nuestro encuadre, quedando el tercero en la zona
superior con función de fuga. Resulta una técnica exitosa para distribuir elementos
donde las diagonales consiguen romper con el peso inicial planteado en forma de
pirámide. Ésta formación suele ir asociada a imágenes tomadas con angular en la
que escogemos un ángulo de visión ligeramente picado hacia arriba.
• Triángulo invertido: La configuración en triángulo invertido es contraria a la
anterior, la base de éste queda en la zona superior de la imagen y el vértice
apuntaría hacia abajo. Perdemos de forma inmediata la estabilidad propuesta en el
ejemplo anterior, ganando agresividad, movimiento y tensión visual, muy habitual en
bodegones. Este tipo de configuraciones se proyectan cuando realizamos ligeros
contrapicados, es decir, ángulos de visión enfocados hacia abajo.
Triángulo invertido
Siendo la forma geométrica más simple con tan solo tres lados, los triángulos son
quizá la estructura visual más útil al expresarnos mediante imágenes, ¿repasamos sus
implicaciones expresivas? ¡Sigue leyendo!
Convergencia vertical
Si en los triángulos contábamos en la mayoría de los casos con líneas diagonales, los
rectángulos se componen de líneas verticales y horizontales y los círculos de
líneas curvas. ¿Qué propiedades emergentes presentan? ¿Dónde podemos
encontrarlos de forma natural? Tendremos siempre en cuenta un aspecto: resultan
más interesantes cuando se insinúan. Un círculo puede estar formado por dos líneas
curvas opuestas que no llegan a tocarse, sin embargo, nuestra mente tiende a cerrar
la “forma” interpretando la escena como un perfecto círculo, continuidad. ¿Los vemos
en profundidad? ¡Adelante!
El límite de la estructuras que protagonizan esta imagen crean una lectura circular muy
marcada
Considerablemente más estática que cualquier otra forma simple, los rectángulos
también son útiles (dependiendo de nuestra intención) debido a su perfecta
correspondencia con el propio encuadre de nuestras cámaras y la necesidad de
alinearse completamente a las verticales y horizontales del propio marco. En ésta
ocasión no podemos enumerar las propiedades de las verticales y horizontales para
deducir las implicaciones de los rectángulos, pero si podemos subrayar que de la
combinación de ambas (o más bien de su compensación) derivará la expresión
marcada por los rectángulos.
Ordenación espacial del interior de una casa. La mayor parte de estructuras
arquitectónicas creadas por el hombre se ajustan a la forma de los rectángulos
Los rectángulos serán, por tanto, estructuras de gran estabilidad, peso y solidez
gracias a su relación con la fuerza de la gravedad. También son limitados,
estáticos e inflexibles. Un último aspecto que deberíamos tener en cuenta: para
representar rectángulos como tales deberemos de cuidar el ángulo de disparo, pues la
más mínima variación oblicua puede convertirlo en trapezoide por efecto de
deformación de la lente, un aspecto muy cuidado en fotografía de interiores.
De la mano de los rectángulos terminamos la serie que nos ocupa, esperamos que os
haya resultado interesante pero, antes de despedirnos, ¿Qué tal un ejercicio?
¡Ponlo en Práctica!
En alguna ocasión he propuesto ejercicios para perezosos, no es el caso. Os invito a
que salgáis a la calle y busquéis puntos, líneas (verticales, horizontales, diagonales o
curvas) y formas (triangulares, rectangulares o circulares) y nos las mostréis.
Teleobjetivos
Los teleobjetivos poseen distancias focales largas, ángulos de visión estrechos y por
tanto cierta visión selectiva de las escenas a las que nos enfrentamos. Su empleo
pueda llevarnos a una forma de “ver” muy diferente y personal… ¿Qué podemos decir
de ellos?
• Perspectiva cromática: Actúa mediante contraste y establece que los tonos cálidos
tienden a ser más cercanos, mientras que los fríos los percibimos lejanos. Si
queremos reforzar las perspectiva debemos ubicar sujetos cálidos sobre fríos. Si
nuestra intención es debilitarla y acercar los diferentes planos, lo lógico sería ubicar
sujetos fríos sobre cálidos.
• Procura fijar el encuadre sobre zonas que muestren variedad de planos (desde
objetos muy cercanos a muy lejanos)
• Emplea lentes angulares, potenciarán la perspectiva lineal
• Si tienes la oportunidad, fija objetos del mismo tamaño en diferentes profundidades
del paisaje (recordad la perspectiva decreciente)
• Ubica sujetos de tonos cálidos frente a sujetos de tonos fríos.
• Coloca el foco de la imagen en primer plano
• También ayudará a reforzar la perspectiva la aparición de objetos brillantes sobre
fondos oscuros
• Aprovecha la perspectiva aérea que proporcionan las nieblas
Hasta aquí hemos llegado en este nuevo capítulo sobre lenguaje visual, espero que os
haya resultado interesante y no dejéis de leer “El ojo del fotógrafo” de Michael
Freeman si os interesa el tema, publicación en la que me apoyo para construir la serie
y el regalo perfecto para navidades, cumpleaños o fechas señaladas. ¡Hasta la
próxima!
Aunque convendría repasar cada uno de los capítulos al respecto, ¿qué os parece si
hacemos un breve resumen antes de continuar? Para conseguir imágenes de un alto
contenido gráfico deberíamos centrarnos en:
• Círculos: Los círculos constituyen los elementos gráficos con mayor capacidad para
contener objetos, cualquier elemento que se encuentre en su interior cobrará
especial protagonismo. Al igual que las curvas, ofrecen un progresivo cambio de
dirección, ritmo y movimiento.
• Rectángulos: Son estructuras de gran estabilidad, peso y solidez gracias a su
relación con la fuerza de la gravedad. También son limitados, estáticos e inflexibles.
• Tono de color: El contraste de colores (ver artículo Cómo usar el color para
potenciar la historia en nuestras fotografías) también proporciona cierto grafismo a
nuestras imágenes si sabe emplearse de forma contundente.
• Reflejos: La simetría es un elemento geométrico más. Acude a lagos y zonas de
ríos donde el cauce no sea excesivamente rápido y obtendrás simetrías, una
oportunidad perfecta para incentivar vuestras imágenes gráficas.
• Sombras: Fotografiar sombras es retratar formas, perdemos los detalles de los
objetos para centrarnos en sus características gráficas.
Hola amigos. Hoy volvemos a hablar sobre composición, pero esta vez vamos a
centrarnos en un elemento compositivo difícil de percibir pero que puede sernos
útil para expresar carga emocional en nuestras fotografías. Ese elemento no es
otro que el espacio.
Siempre tendemos a buscar un sujeto con fuerza y claro, buscar formas básicas que
llamen la atención, llenar el encuadre de elementos....etc. Pero muchas veces se nos
pasa por alto qué es lo que realmente queremos expresar y, a veces, nos basta con
mostrar una línea o un espacio vacío para que el espectador entienda qué es lo que
pasa por nuestra cabeza.
Esta foto la compuse pensando en dar protagonismo al espacio de mar que hay entre
las montañas, y a su vez, intentando establecer una relación entre la V que forma la
montaña y la U que forma la entrada del mar en la roca. Si trasladamos esa distancia,
es aproximadamente la misma. También quise marginar los extremos de roca para no
darles importancia e intentar centrar la atención en el mar.
Para ello también usé un polarizador quitando reflejos y contrastando más el mar y el
cielo y acentuar esa importancia en el agua, ese espacio. Intenté ejecutar una
composición bastante simétrica para reforzar esa estabilidad entre los elementos,
contando ese espacio de mar como un elemento más y compensar su peso visual
como tal.
Espacio vacío como protagonista
Podemos apreciarlo cuando tenemos un espacio muy marcado entre dos o más
sujetos.
Esta foto pertenece a una serie en la cual di importancia en otras tomas al acantilado,
pero me pareció interesante crear una diagonal con este espacio de mar que entendí
merecía ser el protagonista de mi foto.
En esta primera imagen intenté reforzar la soledad del lugar como sentimiento
negativo para crear incomodidad en el espectador con todos los elementos que
encontré a mi disposición, empezado por la creación de un triángulo invertido para
crear tensión, ya que parece que se cae, que no es estable al no encontrarse acostado
sobre su base.
También creo que ayuda el dramatismo del cielo al amanecer y, por supuesto, la
obturación lenta para el agua, manteniendo parte de ese movimiento que pienso
dramatiza más todavía la imagen al verse tan emborronado. En el momento de hacer
la foto no lo entendí así, pero el elemento que se encuentra en el centro del triángulo
rodeado de ese gran espacio, cuando la vi en el ordenador, me transmitió una
profunda sensación de soledad.
Me encantaría saber que opináis vosotros sobre esto y si os transmite lo mismo que a
mí, pero pienso que ese espacio que lo rodea se trata de un fondo homogéneo que es
el que provoca el aislamiento.
En esta otra imagen sin embargo intenté mostrar todo lo contrario: pretendía jugar
con la sensación de aislamiento de un sujeto en un espacio negativo como es el
cielo, pero para provocar una sensación positiva de libertad (gaviota en cielo). A
posteriori, pensé que a lo mejor debía haber sacado más cielo y centrar al sujeto para
dar más armonía a la composición, al mismo tiempo que jugando con la escala dar
más protagonismo al espacio abierto. Opino también que con un fondo sin nubes
habría conseguido aislar más al sujeto ¿opináis lo mismo?
Pero componer imágenes no es tan sencillo como pueda parecer y, muchas veces, la
composición es la encargada de transformar una fotografía que no llame
especialmente la atención en algo de lo que no podamos sacar el ojo de encima. En
dZoom ya hemos hablado alguna vez de la importancia de las líneas dentro de la
composición fotográfica, hoy vamos a ver otro elemento que nos ayudará a la hora de
crear nuestras imágenes: el peso visual.
¿Qué hace que algo tenga más peso visual que otro elemento?
• El tamaño. Un elemento grande tiene más peso visual que un elemento pequeño.
• La posición. Un elemento en una posición baja, tiene más peso que uno en una
posición alta. Además, un elemento situado a la derecha, tiene más peso que uno
situado a la izquierda.
• La textura. Un elemento con textura tendrá más peso que uno que no la tenga
(osea de textura lisa).
• La forma. Las formas cerradas, geométricas, regulares y/o reconocibles tendrán
más peso visual que el resto de formas.
• El color. Los colores cálidos tienen más peso visual que los colores fríos. Los
colores saturados pesan más que los desaturados. Y los colores oscuros pesarán
más que los colores claros.
• El contraste. Un elemento que genere contraste respecto al resto de elementos,
tendrá más peso visual.
¿Cómo Gestionar el Peso Visual para Conseguir
Imágenes Atractivas?
Una imagen atractiva visualmente suele ser aquella que tiene sus pesos visuales bien
distribuidos, esto es, que está equilibrada. ¿Cómo podemos saber si una imagen está
equilibrada? Se trata, por norma general, de percepciones bastante subjetivas y que
necesitan de un ojo bastante entrenado en este aspecto. Sin embargo, es tan sencillo
como convertir una imagen a simples figuras geométricas:
Entonces, ¿sólo se trata de mantener los pesos visuales equilibrados? ¡En absoluto!
Una fotografía puede estar perfectamente equilibrada y, sin embargo, no ser atractiva
(o, al menos, ser menos atractiva que otra imagen igual de equilibrada). Tomando
como referencia el ejemplo anterior:
Ambas imágenes están, más o menos, equilibradas. Pero la imagen de la izquierda es
más atractiva visualmente que la de la derecha. ¿Por qué? Primero porque el sujeto
principal de la imagen de la izquierda está situado en uno de los puntos fuertes de la
regla de los tercios y esto será atractivo para el ojo humano. Además, la fotografía de
la derecha es demasiado estática, con un solo golpe de vista el ojo ve todos los
motivos perfectamente. Por el contrario, en la foto original, el ojo puede hacer un
recorrido natural para leer toda la fotografía:
Como el ojo occidental está acostumbrado a empezar a leer los textos por arriba a la
izquierda, a la hora de leer las fotografías, ocurrirá lo mismo. Así que, para la imagen
de la izquierda, ese es el recorrido que hará el ojo para leerla: empezará por la
esquina superior izquierda y terminará en el centro de atención, la lámpara, sin dejar
de recibir información en ningún momento. En la imagen de la derecha, al encontrarse
todos los elementos centrados, con un simple golpe de ojo al centro de la fotografía,
quedará leída completamente y no habrá más información que el ojo pueda leer aún
moviéndose por la imagen. En conclusión, suele pasa que una imagen que provoque
cierto movimiento del ojo será más atractiva visualmente. El centro no llama la
atención y las imágenes estáticas, por norma general, aburren al ojo.
Teniendo todo esto en cuenta, podemos aprovecharnos del peso visual para expresar
aquello que más nos interese, por ejemplo:
• El movimiento por hacer. Si quieres intentar transmitir movimiento pero sin que
éste todavía se haya consumado, o no del todo, quizás la mejor opción sería situar
tu sujeto principal en el punto situado abajo a la izquierda de tu encuadre. El hecho
de colocarlo a la izquierda y no a la derecha es por la dirección de lectura del mundo
occidental. Como ya hemos visto, el ojo verá, en un primer momento, el sujeto y
luego seguirá leyendo la composición, dándose cuenta de que queda mucho
espacio para ser recorrido.
• El movimiento ya hecho o muy rápido. De la misma manera que en el caso
anterior, el modo de lectura occidental nos ayudará a colocar el sujeto para que éste
transmita ese movimiento. Si colocas el centro de atención en el punto situado abajo
a la derecha, el ojo pasará por todo el cuadro antes de llegar al sujeto, lo que dará
sensación de camino recorrido. Como en el caso anterior, si, además, existen líneas
diagonales que recorran la imagen desde la esquina superior izquierda a la inferior
derecha, la sensación de movimiento será mucho más acusado y cuanto más
cercano al borde esté el sujeto, más veloz parecerá.
Debe, por lo tanto, carecer de detalles que llamen la atención. Debe pasar
desapercibido. Aunque, eso sí, y esta es la segunda característica del espacio
negativo,debe tener presencia. Es cierto que acabamos de decir que el espectador
no debería sentirse llamado a mirar el espacio negativo, pero si éste está bien utilizado
en la imagen, el espacio negativo estará siempre presente, aportando significados y
matices a la imagen.
Como hemos dicho, el espacio negativo no debería tener información relevante pero
esto no significa que esté vacío de significado. Un espacio negativo bien utilizado
puede transmitir muchas cosas. Y esto, ¿cómo puede ser?
Resulta que el espacio negativo, pese a su poético nombre, también tiene peso
visual. Esto significa que, por lo tanto, debemos ser muy conscientes de dónde lo
colocamos dentro de la composición, pues en función del espacio que ocupe,
significará una cosa u otra.
Por ejemplo: si colocamos el espacio negativo por encima del sujeto, puede parecer
que "aplasta" al elemento principal de la imagen o que le da el espacio suficiente para
volar, con lo que el sujeto recibe cierta "libertad". Si se encuentra, por el contrario, por
debajo, el protagonista de nuestra foto puede parecer que "flota" y, por lo tanto, el
espacio negativo nos regalará una sensación de ligereza.
El color del espacio negativo también es importante. Por norma general, un espacio
negativo de color claro nos llevará a la cabeza imágenes de ligereza y paz, mientras
que un espacio de color oscuro, será más fácil que lo relacionemos con un gran peso o
angustia. Pero esto, si recuerdas, ya nos pasaba con las fotografías en clave alta y en
clave baja.
Sea como sea, el espacio negativo tiene dos grandes funciones respecto al sujeto
principal de nuestra imagen:
Pero, ¿no hemos dicho que el espacio vacío también tenía significado?, ¿que
aportaba, también, cierta información? Entonces... ¿no sería posible rellenar el
encuadre con, aunque suene paradójico, espacio vacío? En mi opinión personal, sí.
Siempre que seamos conscientes de lo que estamos haciendo y no se trate de un
espacio negativo "gratuito". Si el espacio negativo que estamos incluyendo en nuestra
composición nos sirve para explicar algo, tendrá presencia propia, tendrá sentido y por
lo tanto, nos ayudará a rellenar el encuadre.