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ASESOR :
TRUJILLO-PERÚ
2018
UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS
ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO
ASESOR :
TRUJILLO-PERÚ
2018
DEDICATORIA
Al creador de todas las cosas, el que me ha dado fortaleza para continuar cuando a
punto de caer he estado; por ello, con toda la humildad que de mi corazón puede
emanar, dedico primeramente esta tesis a Dios.
A mi familia, gracias por estar siempre conmigo en todo momento. Gracias por la
paciencia que han tenido para enseñarme, por el amor que me brindan, sus cuidados.
AGRADECIMIENTO
A mis padres por darme la estabilidad emocional, económica; para poder realizar esta
tesis.
A mi profesora que compartió con nosotros sus conocimientos, por su tiempo y por
pasión por la actividad docente.
RESUMEN
Esta tesis “Razones para que la legislación considere solo un plazo de caducidad en los
procesos de divorcio por causal de adulterio” responde a una problemática al momento
de interpretar la normatividad. El adulterio se configura cuando uno de los cónyuges ha
mantenido relaciones sexuales con terceras personas. Esta figura pierde efecto a los
cinco años ocurrido el hecho, muchas demandas se pierden porque las pruebas no están
dirigidas a probar el acto sexual infiel, o solo se sustentan en seguimientos de detectives
que no aportan nada.
El Código Civil plasma dos plazos de caducidad para poder interponer la demanda, la
cual resulta confusa para los ofendidos; puesto que no saben exactamente en qué
momento actuar. Dentro de la percepción de nuestro ordenamiento legal, existe el deber
de defender la soberanía de la institución del matrimonio, no obstante existen
numerosos procesos promovidos sobre divorcio por causal de adulterio, donde inclusive
se ha adjuntado el acta de nacimiento del hijo adulterino habido entre el cónyuge
agresor con persona distinta a su matrimonio, pero no ha prosperado la acción, pues
también se proponen las excepciones de prescripción y por lo regular son declaradas
procedentes dichas articulaciones e infundadas las pretensiones. No obstante la ley
prevé circunstancias en las cuales no podría promoverse la acción sobre separación o
divorcio por la causal de adulterio cuando el cónyuge ofendido provocó, consintió o
perdonó esa conducta infiel; asimismo, tampoco podría hacerlo en caso de haber
cohabitado con el ofensor, con fecha posterior de haberse instruido de dicha infidelidad,
conforme lo señala el artículo 336 C.C; es decir en aplicación del dispositivo legal, tiene
negado el arbitrio de la separación o el divorcio. Se dan casos de negación del derecho,
cuando: el cónyuge del adulterio consintió o lo provocó; y cuando el cónyuge víctima
perdonó al agresor, significa que el perdón puede ser expreso o tácito.
Por otro lado, también prevé el artículo 339 del C.C, que dicha causal caduca a los seis
meses de conocido el adulterio por el cónyuge ofendido, o en todo casi a los cinco años
de producida. Cuando se trate de adulterio convivencial con persona ajena al
matrimonio, es decir que el cónyuge víctima podrá promover la acción por dicha causal,
en resguardo de su derecho, que ha sido vulnerado por la conducta inmoral de su
consorte.
ABSTRACT
The "Razones para que la legislación considere solo un plazo de caducidad en los
procesos de divorcio por causal de adulterio" responds to a problem when interpreting
the regulations. Adultery is set when one spouse has sex with third parties. This figure
loses effect after five years following the event, many claims are lost because the tests
are not designed to test the unfaithful sexual act, or just tracking are based on detectives
will do nothing.
The Civil Code plasma two installments expiration to file the application, which is
confusing to the offended; since they do not know exactly when to act. Within the
perception of our legal system, there is a duty to defend the sovereignty of the
institution of marriage, however there are many divorce proceedings brought on
grounds of adultery, which is attached including the birth certificate of the child
adulterous existed between the spouse aggressor person other than marriage, but the
action has not prospered because exceptions and limitations are also proposed usually
are declared from these joints and unfounded claims. However the law provides for
circumstances in which action might not be promoted on separation or divorce on the
grounds of adultery caused when the offended spouse, consented or forgave the
unfaithful conduct; It could not do so if there cohabited with the offender, with later date
having learned of this infidelity, as stated in article 336 CC; It is under legal provision,
has denied the discretion of separation or divorce. Cases of denial of the right are given,
when the spouse of adultery consented or caused it; as the spouse victim forgave the
perpetrator, it means that forgiveness can be express or implied.
On the other hand, also it provided for in Article 339 of the CC, that the causal expires
after six months of adultery known by the offended spouse or around almost five years
produced. In the case of coexistence adultery with someone outside the marriage, ie the
spouse victim can promote action for such cause, to safeguard their rights, which has
been violated by the immoral behavior of his consort.
INDICE
DEDICATORIA......................................................................................................3
AGRADECIMIENTO.............................................................................................4
RESUMEN.............................................................................................................5
ABSTRACT...........................................................................................................6
CAPÍTULO I:.......................................................................................................1
1 Realidad problemática:...............................................................................1
2 Problema:............................................................................................................3
CAPITULO II.........................................................................................................4
MARCO TEÓRICO................................................................................................4
EL MATRIMONIO.................................................................................................6
1. Antecedentes...................................................................................................6
2. Antecedentes peruanos.....................................................................................7
3. Sistemas patrimoniales.....................................................................................7
4. Definición.......................................................................................................9
5. Naturaleza Jurídica.........................................................................................10
7. Caracteres......................................................................................................14
EL DIVORCIO.....................................................................................................17
2. Antecedentes.................................................................................................17
3. Concepto.......................................................................................................19
CAPÍTULO III......................................................................................................30
METODOLOGÍA.................................................................................................30
BASE NORMATIVA.............................................................................................36
RESULTADO.......................................................................................................38
DISCUCIÓN........................................................................................................39
CONCLUSIÓN.....................................................................................................40
PROPUESTA........................................................................................................41
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.....................................................................42
CAPÍTULO I:
1 Realidad problemática:
La ley Civil enumera taxativamente las causales que pueden ser alegadas para el
divorcio absoluto, como para el relativo. Dentro de las cuales encontramos el
adulterio que es motivo de esta investigación; esta causal consiste en la relación
sexual de uno de los cónyuges con persona distinta de su consorte, no
interesando que de ese trato nazca o no un hijo. Definida la causal y dado que
para probarlo se requiere la prueba de las relaciones sexuales
extramatrimoniales, existe un consenso en considerar que resulta difícil de
probarla, ya que no todo trato infiel se considera adulterio; por eso que para
probar esta causal se recurre a medios como por ejemplo la partida de
nacimiento de un hijo extramatrimonial concebido y nacido fuera del
matrimonio.
Su fundamento se encuentra en una grave violación del deber de fidelidad que
origina la desarmonía haciendo insoportable la vida en común. El deber de
fidelidad es recíproco para los cónyuges, por eso desde el punto de vista moral,
el adulterio de la cónyuge podría asumir mayor gravedad.
La acción de divorcio por adulterio caduca a los seis meses de conocida la causa
por el ofendido, en todo caso, a los cinco a los de producida ésta. Con respecto
al cómputo del plazo de caducidad, existen muchas interrogativas como por
ejemplo ¿Desde qué momento se hace el cómputo del plazo? Un sector
mayoritario, sostiene que la continuidad en el adulterio, a través de una relación
permanente, impide que el término de caducidad transcurra; mientras que el otro
sector considera que esa situación no afecta el término legal, siendo importante
tan solo el momento del conocimiento de la ocurrencia del hecho invocado,
limitándose a una aplicación formalista de la ley.
No puede intentarse el divorcio cuando el cónyuge ofendido provocó, consintió
o perdonó el adulterio. Tampoco procede si después de tener conocimiento del
adulterio cohabitó con el cónyuge; por lo cual no solo será difícil de probarlo
sino que también requiere accionar oportunamente.
¿No sería mejor que la norma estableciera un solo plazo de caducidad?, Solo de
esta manera se sabría desde que momento comienza a correr el plazo de
caducidad, si a partir de la probable fecha del trato carnal uno de los cónyuges
con persona ajena al matrimonio o desde la fecha en que nació el hijo
extramatrimonial producto del adulterio; siendo este último el criterio acogido
en reiteradas ejecutorias de la Corte Suprema.
2 Problema:
¿Cuáles son las razones para que la legislación considere solo un plazo de
caducidad en los procesos de divorcio por causal de adulterio?
3 Hipótesis:
Facilitar al cónyuge ofendido un único plazo de caducidad para que
tenga conocimiento en que momento comienza a correr dicho plazo;
pudiendo accionar en el momento oportuno y a su vez obtener los
medios probatorios pertinentes.
4 Objetivos:
General :
Determinar las razones para que la legislación considere solo un plazo de
caducidad en los procesos de divorcio por causal de adulterio.
Específicos:
Explicar las ventajas al establecerse un único plazo de caducidad en el
nuestro ordenamiento jurídico.
Conocer acerca del matrimonio.
Determinar diversos puntos acerca del divorcio.
Analizar el adulterio como causal de divorcio.
CAPITULO II
MARCO TEÓRICO
1. Antecedentes:
2. Antecedentes peruanos
(LLanos, 2013) De la literatura que existe sobre el tema, se señala que al Inca le
era permitido la poligamia y el concubinato incestuoso. Hay quienes afirman que
el Inca se casaba con una hermana paterna según la costumbre basada en el
incesto del Sol y la Luna. La Colla era la mujer principal, pero el Inca se rodeaba
de concubinas de sangre real, pallas y de concubinas extrañas conocida
mamakunas. (ELOY, 2009)
El pueblo o hatunrunas se casaba en presencia de los tucuyricu, quien con
anticipación separaba las mujeres para la casa del saber. Se dice que el mismo
día el Inca obligada a enlazarse a las mujeres casaderas con los hombres de edad
núbil (24 a 26 años) del mismo ayllu, pero era necesario el consentimiento de la
autoridad política y de los padres.
En la época Virreinal, con el Real Cédula de Felipe I se introduce en 1564 el
sistema matrimonial católico para América, con sujeción estricta a la reforma
tridentina y es así que el matrimonio se concibe como sacramento y contrato.
En la época de la República la vigencia y validez de las normas del matrimonio
religioso católico con efecto civil subsistieron. El texto del Código Civil de
1852, sobre la naturaleza del matrimonio oficial en la legislación peruana, no
deja ninguna duda sobre la vigencia e influencia absoluta del Concilio de Trento
en el Perú, así el artículo 156 decía “El matrimonio se celebra en la República
con las formalidades establecidas por la Iglesia en el Concilio de Trento”
3. Sistemas patrimoniales
En el Derecho comparado existen diversos sistemas matrimoniales tales como el
indeterminado y el determinado. De acuerdo con el sistema indeterminado,
llamado también confesional, no exige formalidad única y específica para la
celebración del matrimonio, pues se trata de un régimen propio de los pueblos
antiguos que reconocían efectos jurídicos a todas las formas matrimoniales, así
por ejemplo a los católicos se les aplicaba las disposiciones del Concilio de
Trento, a los luteranos las suyas, a los judíos las de su religión. (LLanos, 2013)
Este sistema rigió en Bulgaria hasta antes de la Segunda Guerra Mundial.
El sistema determinado o único, a su vez, los siguientes subsistemas:
(MONTOYA CALLE M. , 2006)
El exclusivamente religioso que reconoce el matrimonio contraído según
la religión oficial del Estado, como ocurre en Grecia.
El exclusivamente civil, que reconoce efecto solo al matrimonio
celebrado por un funcionario público o autoridad competente, con
exclusión de la idea religiosa. Tal como acontece en Francia, Alemania,
Italia y en la mayoría de los países latinoamericanos.
El sistema mixto tiene a su vez dos modalidades: La facultativa, que
permite elegir entre la forma religiosa y las civil, pero ambas producen
los mismo efectos jurídicos, tal como ocurre en Inglaterra, Estados
Unidos de Norteamérica, Canadá, Nueva Zelanda, entre otros.
La subsidiaria, que considera una forma principal y otra accesoria , ya
sea solo para ciertos grupos de personas, ya para matrimonios mixtos u
otros caso donde los contribuyentes no pueden obtener una bendición
eclesiástica, como ocurrió en el sistema del Derecho español antes de
1981.
Nuestro Código Civil de 1984 define el matrimonio como una institución fundamental
del Derecho de Familia, que consiste en la unión voluntariamente concertada por un
varón y una mujer, legalmente aptos para ella y formalizada con sujeción a las
disposiciones legales a fin de hacer vida en común (Artículo 234).
El matrimonio como en varios ordenamientos jurídicos es una institución, la cual tiene
un nacimiento (celebración) y un fenecimiento (disolución), tiene sus requisitos,
impedimentos para su celebración, deberes y derechos entre los cónyuges, en fin todo
un estatuto, por eso se dice que con el matrimonio se forma una sociedad y una nación.
Resulta importante referirse también al matrimonio cristiano que no solo es contrato
humano, sino también sacramento y, como tal, acción de Cristo, quien da sus gracias a
los cónyuges para entregarse con generosidad el uno al otro en orden a su mutuo
perfeccionamiento y santificaciones personales, así como a la procreación y educación
responsable de sus hijos.
Por sacramento el matrimonio cristiano queda robustecido en su unidad e
indisolubilidad.
5. Naturaleza Jurídica
Luego de haber comentado el matrimonio en la historia, es necesario aclarar el
significado de la naturaleza jurídica de esta institución tan vital y trascendente en
toda la sociedad, de modo que pueda conocerse su connotación legal y por ende
darle el reconocimiento que le es inherente, por constituir una cédula viviente de
nuestra sociedad. (DAVID, 2001)
Acerca de la naturaleza jurídica del matrimonio existen varias teorías, siendo las
más conocida y reputadas aquella que conciben:
Al matrimonio como contrato
Al matrimonio como institución
A tenor del artículo 1351 del Código Civil el contrato es el acuerdo de dos o más
partes para crear, regular, modificar, extinguir relaciones jurídicas patrimoniales.
Por ello, las partes estarían facultadas a dejar sin efecto lo convenido por mutuo
disenso o por incumplimiento y, aún más, establecer condiciones a los deberes
recíprocos contraídos, con la solo restricción de lo relativo al orden público y a
las buenas costumbres. (DAVID, 2001)
El matrimonio supone un acuerdo de aplicación a la del matrimonio por las
siguientes razones:
El matrimonio supone un acuerdo de voluntades, ya que sin el
consentimiento de los cónyuges no es posible contraerlo, de dicho
acuerdo se derivan, más que relaciones de naturaleza patrimonial, otras
relaciones pero de índole personalísimo y de naturaleza ética, moral y
espiritual, que no son susceptibles de ser valoradas monetariamente, ya
sea en forma directa o indirecta.
En el matrimonio no es posible que se debe sin efecto alguno, a no ser
por causas predeterminadas legalmente; en tanto que los contratos sí
pueden ser dejados sin efecto, ya sea por causas previstas en la ley o por
decisión propia de los contratantes.
Los contrayentes están impedidos de imponerse recíprocamente
condiciones, lo que sí es viable en el área contractual.
Se puede apreciar, entonces que no puede asimilarse el acuerdo de voluntades, crucial
para el acto de matrimonio, el acuerdo de voluntades inherente a cualquier relación
contractual. Es más, el matrimonio, dada su peculiaridad, no puede ser estimada como
un contrato sui generis.
Para denominar el acuerdo de voluntades que es presupuesto para la celebración del
acto del matrimonio existen otros términos que pueden emplearse como, por ejemplo, el
de convención, el cual goza de una mayor amplitud conceptual que el de contrato, y
representa todo acuerdo de voluntades que vincula a todo aquel que lo celebra.
7. Caracteres
A. Institución familiar.- El matrimonio evidentemente es una institución
fundamental del Derecho de familia, en primer lugar, porque es su fuente
principal, ya que gracias a él se crea la figura básica que da origen a la familia de
base matrimonial y, luego, porque sin el matrimonio, no se concibe una
comunidad familiar fuerte, estable y duradera, al menos teóricamente.
Así, el matrimonio como institucionalización de la unión entre varón y mujer,
satisface finalidades que están ínsitas en la razón de ser de su reconocimiento
social y de su protección por el derecho, por eso, del casamiento no solamente
derivan una serie de derechos y efectos jurídicos de orden personal y patrimonial
para los cónyuges y los hijos, sino también permiten a los miembros del grupo
domestico mayor seguridad y moralidad, especialmente, para los hijos que llana
en esta institución las condiciones óptimas para su desarrollo integral.
B. Heterosexualidad.- Constituye un rasgo importante de la institución
matrimonial que consiste en la unión de un varón y una mujer que dan origen a
una familia de base matrimonial. Esta unión tiene, sin duda, carácter
heterosexual porque no permite el matrimonio de homosexuales, menos de
transexuales o personas que cambian sobrevenidamente de sexo. Excluye toda
forma de poligamia, poliginia, poliandria o poliviria. Tampoco se permite el
matrimonio grupal conocido actualmente como la “sexualidad en grupo” que, en
el fondo, está relacionado con la obscenidad.
Se trata, pues, de una unión intersexual monogámica, la cual implica la
preexistencia de un vínculo conyugal que impide la constitución de otro. El
artículo 234 recoge este carácter cuando dice, que el matrimonio es la unión
voluntariamente concertada por un varón y una mujer legalmente aptos para ella
y formalizada con sujeción a las disposiciones de este Código. Así también lo
establecen los artículos 241 inciso 4 y 274 inciso 3 cuando prescriben que no
podrán contraer matrimonio los casados, bajo sanción de nulidad, es decir, que
una persona casada no podrá contraer otro enlace de carácter civil.
C. Unidad.- Entendida como “comunidad de vida” y se refiere a la permanencia
necesaria de los cónyuges que deberán compartir de un mismo destino, esto es,
participar o gozar no sólo de las excelencias que brinda la unión conyugal, sino
también soportar el peso de la vida y afrontar cada una de las vicisitudes que
ofrece la existencia humana y la vida conyugal.
Se ha explicado que el matrimonio en nuestra legislación tiene como finalidad el
establecimiento de una plena comunidad de la vida, lo cual supone la no
necesaria procreación de hijos ni la limitación en la generación prole, sino el
hecho de traerlos responsable y conscientemente al mundo, en condiciones
adecuadas para su subsistencia, por todo lo que ya no se refiere a los aspectos
parciales de la vida, sino a la misma. Este carácter está vinculado a otros dos
aspectos como son la paternidad responsable y la inseminación artificial.
La Constitución Política vigente expresa que el Estado ampara la paternidad
responsable, lo que puede entenderse como a un cierto control de natalidad, que
es excesiva en el país o, a la planificación familiar con métodos y
procedimientos adecuados, lo cual implica concebir un número determinado de
hijos que esté en relación directa con las posibilidades económicas de los padres.
La paternidad responsable tiene incidencias directas sobre los niveles de pobreza
que padece la mayoría de la población.
La inseminación artificial se vincula también con la procreación no como uno de
los fines del matrimonio. Lo que se está planteando es el significado que se da al
acto procreador de un ser humano, a las bases mismas de la relación conyugal y
paterno-materno-filial y, en fin de cuentas, a la posición del hombre frente a la
gran interrogante de su propia especificidad, dignidad e intangibilidad y la
legitimidad o ilegitimidad moral de manipulación genética.
Deberes de fidelidad
Es la esencia del matrimonio y tiene su fundamento en la moral, este deber tiene
carácter reciproco, pues si se permitieran relaciones extraconyugales, la unión de
almas y de cuerpos se vería profundamente resquebrajada.
En el Perú el deber de fidelidad está consagrado como el primer deber reciproco, tal
como lo prescribe el artículo 288del código civil.
Deber de asistencia
Consiste en prestarse mutua ayuda económica y espiritual asistirse en las dolencias,
sufrir y aceptar las situaciones derivadas de la pobreza o enfermedades; es decir
compartir las alegrías y tristezas. El Código Civil Peruano se refiere al aspecto
económico o patrimonial de este deber recíproco en el artículo 290 el cual prescribe
que “Ambos cónyuges tienen el deber y el derecho de participar en el gobierno del
hogar”
Deber de hacer vida en común
Principal deber que nace del matrimonio .pues la cohabitación es indispensable y
está orientada al aspecto moral, amistoso y psicológico. Esto implica vivir bajo
un mismo techo denominado domicilio conyugal, compartiendo la “cama”
correspondiéndose los afectos es decir, comprende:-El amor conyugal reciproco,
La sexualidad, la fecundidad, la convivencia conyugal y familiar
Deber de alimentar y educar a los hijos
Obligación de ambos cónyuges, por el hecho de matrimonio, de alimentar y
educar a los hijos en los siguientes periodos. 1. Periodo prenatal- desde la
concepción del hijo, la gestación y alumbramiento 2. Periodo de la niñez y
adolescencia del hijo 3. Periodo de culminación de educación esta es una
excepción de la regla.
EL DIVORCIO
2. Antecedentes
El origen del divorcio se remonta a los más lejanos tiempos. Su forma primitiva
fue el repudio concedido generalmente a favor del marido y para aquellos casos
en que la mujer se embriagara, castigara a los animales domésticos, no tuviera
hijos o tuviera solamente mujeres.
Así aparece en el Derecho antiguo y las legislaciones de China, Persia e
inclusive Roma, donde Cicerón cuenta el caso del patricio Carvillo Ruga, que
repudió a su esposa por el sólo hecho de no haberle dado hijos.
En el Derecho romano el divorcio, tanto para el matrimonio de patricios como
para los plebeyos, en el primer caso, a través de una ceremonia denominada
disfarreatio, en la que el divorcio consistía en un acto formal que se efectuaba en
la que se departía un pastel de harina hecha con hiel, la que se cortaba y arrojaba
al río causales más conocidas fueron la infertilidad, el uso de venenos y la
sustracción de las llaves de las bodegas de vino; los litigios con la nuera y la
impudicia; el envenenador o violador de sepulcros.
Los germanos, antes de su primer contacto con el cristianismo, practicaron con
gran libertad el divorcio por mutuo convenio, según se deduce de los libella
repudi en los siglos VII y VIII, que funcionó generalmente por iniciativa del
marido, pero jamás a petición de la mujer, en razón de que por costumbre se
exigía fidelidad con la mayor severidad a ésta que al varón.
En el Derecho medieval, particularmente en el Derecho canónico, sobre la base
del evangelio de San Marcos: “no desate el hombre lo que Dios ha unido”, se
precisó y determinó el carácter sacramental e indisoluble del vínculo
matrimonial, lo que ha sido recogido en los concilios de Letrán y Trento, donde
por excepción se permite la separación de cuerpos, pero solo para los casos de
matrimonios desafortunados. Así, la lucha de la iglesia contra el divorcio duró
algo más de quinientos años y pese a las explicables resistencias que opusieron,
terminó con la imposición del punto de vista favorable a las ideas divorcistas.
(Placido, 1980)
3. Concepto
La palabra divorcio, etimológicamente deriva del término latino divortium, que a
su vez proviene del verbo divertere, que significa separarse o irse cada uno por
su lado. Otros, aseveran a su vez, que procede de divorcio o divertís que
equivale a separarse, disgregarse.
En sentido amplio, el divorcio, significa relajación de la íntima comunidad de
vida en que el matrimonio consiste, por ruptura del vínculo conyugal o por
separación de los consortes. La noción comprende tanto al denominado divorcio
absoluto y al divorcio relativo que responde todavía a la concepción clásica.
Ahora bien, tomando en cuenta el artículo 348 del actual Código podemos decir
que el divorcio es una institución del Derecho de Familia que consiste en la
disolución del vínculo matrimonial por decisión judicial, por causas establecidas
en la ley y que pone fin a la vida en común de los esposos. Ello implica la
ruptura total y definitiva del lazo conyugal.
4. Tesis del Divorcio
a. Tesis antidivorcista.- Esta doctrina considera el matrimonio como una
sociedad de por vida, por tanto, sustenta la tesis de su indisolubilidad,
cerrando paso al divorcio y obligando a los cónyuges a mantenerse
unidos, aun cuando en la práctica esa unión se haya roto.
Recusa el divorcio sustentándose en la doctrina sacramental, la
sociológica y la paterno filial.
Doctrina sacramental.- La doctrina de la Iglesia Católica
considera al matrimonio como un sacramento. Se funda en el
principio cristiano “lo que Dios unió, no lo separe el hombre”,
por tanto destaca su carácter indisoluble, lo cual supone que el
casamiento solo concluye con la muerte, sin embargo, como se
tiene dicho, esta doctrina acepta solo la separación de cuerpos por
causas sumamente graves, pero no autoriza el divorcio con
carácter definitivo.
Doctrina sociológica.- Esta doctrina, parte de la idea de que “la
sociedad es una gran masa donde las moléculas son las familias”,
vale decir, las células básicas de la sociedad, de tal modo, si el
divorcio destruye una de sus células, va destruyendo también la
sociedad, por consiguiente, admitir el divorcio significa el
reconocimiento jurídico de su propia destrucción. (MONTOYA,
2006)
Ello no solo determinará los plazos, sino también los costos, costas y demás
atingencias que rodean un procedimiento.
En el primero de los casos, se puede recurrir a un divorcio por mutuo
acuerdo siempre y cuando hayan transcurrido más de dos años desde que se
celebró el matrimonio. Adicionalmente se deberán cumplir los siguientes
requisitos:
Que la pareja no tenga hijos menos de edad o mayores con
incapacidad al momento de presentar la solicitud de divorcio. En
caso de tenerlos, es necesario que, de manera previa, se haya
determinado el ejercicio de los regímenes de patria potestad,
alimentos, tenencia y visitas; ya sea por medio de conciliación
extrajudicial o por sentencia judicial firme.
Que los cónyuges carezcan de bienes sujetos a Sociedad de
Gananciales; o si los hubiera, que exista escritura pública de
sustitución o liquidación del Régimen Patrimonial, inscrita en los
registros públicos.
De no cumplir los requisitos señalados, se podrá recurrir ante
alguna municipalidad autorizada por el Ministerio de justicia, o
una Notaria; para que en un plazo aproximado de tres meses,
declare disuelto el vínculo Matrimonial.
En el caso del divorcio por causal, este se tramita solo a través de
la vía judicial y se deberá peticionar al Juez competente para que
en su momento, declare disuelto el vínculo matrimonial en razón
de haber sido probada la causal invocada como justificante del
divorcio. Teniendo en cuenta que la demanda de Divorcio por
causal se tramita como un proceso de conocimiento, el trámite
tarda un aproximado de dos años en resolverse.
Los requisitos para instaurar el divorcio por esta causa son: a) que exista
un vínculo matrimonial de naturaleza civil, esto es que sea formal, b)
Que el adulterio sea real y consumado, pues tiene que haber
necesariamente cópula sexual y sea susceptible de comprobación, c) Que
sea consciente y voluntario, vale decir que medie el elemento intencional
por parte del cónyuge infractor del deber de fidelidad, d) Que constituya
grave ofensa para el otro cónyuge, pues es indispensable que el ofendido
no lo haya provocado, consentido, ni perdonado, de ahí que la
cohabitación posterior al adulterio impida iniciar o proseguir la acción, f)
Que no se sustente en hecho propio.
Con relación a la prueba del adulterio existen dos criterios: a) El de la
prueba indirecta, en razón de que el ayuntamiento carnal suele realizarse
a escondidas, sin que exista persona que pueda atestiguar tal hecho, de
donde resulta que su comisión deberá establecerse a través de indicios o
presunciones, b) El de la prueba directa, ya que su probanza será posible
a través de los medios probatorios establecidos en la ley procesal. Sin
embargo son pruebas idóneas las partidas de nacimiento de hijos
adulterinos, las cartas comprometores, etc. (M., 2002)
La acción de divorcio por adulterio caduca a los seis meses de conocida
la causa por el ofendido, en todo caso, a los cinco años de producida ésta.
Con respecto al cómputo del plazo de caducidad, un sector mayoritario,
sostiene que la continuidad en el adulterio, a través de una relación
permanente, impide que el término de caducidad transcurra; mientras que
el otro considera que esa situación no afecta el término legal, siendo
importante tan solo el momento del conocimiento de la ocurrencia del
hecho invocado, limitándose a una aplicación formalista de la ley.
CAPÍTULO III
METODOLOGÍA
1. Matriz de consistencia:
2. Métodos:
4. Operacionalización de variables:
6. Tipo de investigación:
Por su finalidad:
Básica: Ttiene como finalidad ampliar y profundizar el conocimiento de la
realidad. Busca el conocimiento por el conocimiento mismo, más allá de sus
posibles aplicaciones prácticas. Su objetivo consiste en ampliar y profundizar en
el saber de la realidad y en tanto este saber que se pretende construir es un saber
científico, su propósito será el de obtener generalizaciones cada vez mayores
(hipótesis, leyes, teorías).
Por su profundidad:
Por su diseño:
1. El adulterio.
10. La condena por delito doloso a pena privativa de la libertad mayor de dos años,
impuesta después de la celebración del matrimonio.
La acción basada en el artículo 333, inciso 1, 3, 9 y 10, caduca a los seis meses de
conocida la causa por el ofendido y, en todo caso, a los cinco años de producida. La que
se funda en los incisos 2 y 4 caduca a los seis meses de producida la causa. En los
demás casos, la acción esta expedita mientras subsistan los hechos que la motivan.
RESULTADO
Se obtuvo como resultado que el Artículo 339 del Código Civil Peruano, el cual refiere
directamente dos plazos para que llegue a caducar el derecho a interponer una demanda
bajo la causal de adulterio en contra del cónyuge culpable: seis meses de conocida la
causa por el cónyuge perjudicado o cinco años de producido el adulterio, acarrea
confusión. Asimismo, es necesario precisar que el plazo de seis meses de conocida la
causa se encuentra considerado dentro de los cinco años de producido el adulterio, por
lo que se entiende que, si el cónyuge perjudicado no procede a interponer su demanda
por adulterio dentro de los seis meses sub siguientes de conocido el hecho, podría
interponerlo dentro de los cinco años de producido el adulterio, entendamos que tiene 4
años 6 meses más para poder interponerlo una vez vencido el primer plazo.
Por lo que, se consideraría innecesario mantener regulado el primer plazo de caducidad,
si este no va ser cumplido por el cónyuge perjudicado o por la autoridad pertinente,
conllevando a una de las partes del proceso a un estado de indefensión; ya que al
solicitar la caducidad del derecho del cónyuge perjudicado de entablar una demanda de
divorcio por causal de adulterio por haber tomado conocimiento del hecho dentro de los
seis meses, declarando este pedido improcedente ya que la autoridad pertinente otorgará
la opción que el cónyuge perjudicado opte por el plazo de los cinco años de producida la
causal del divorcio por adulterio, por lo que se considera innecesario encontrar regulado
en nuestro ordenamiento jurídico un plazo que no va ser considerado, conllevando al
incumplimiento de un debido proceso y quedando el cónyuge culpable en un estado de
indefensión.
DISCUCIÓN