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Universidad Católica Andrés Bello

Facultad de Derecho

Consejo de la Facultad

A LA OPINIÓN PÚBLICA

Considerando

Que el 31 de mayo de 2017, la Sala Constitucional dictó la sentencia número 378


mediante la cual resolvió la “demanda de interpretación” planteada en relación con
el alcance de los artículos 347 y 348 de la Constitución.

Considerando

Que en esa decisión la Sala Constitucional consideró que “…no es necesario ni


constitucionalmente obligante, un referéndum consultivo previo para la
convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente, porque ello no está
expresamente contemplado en ninguna de las disposiciones del Capítulo III del
Título IX” y en consecuencia, que el Presidente de la República en Consejo de
Ministros, de conformidad con la democracia representativa, puede convocar dicha
Asamblea.

Considerando

Que para llegar a tal decisión la Sala Constitucional partió de una interpretación
sesgada y errada de los artículos 347 y 348 constitucionales, contraria a su
interpretación literal y al thelos de dichas normas, al pretender sostener que aun
cuando de acuerdo al primero de esos artículos el pueblo de Venezuela es el
depositario del poder constituyente originario y, en tal condición le corresponde la
convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente, puede el Presidente de la
República convocarla sin previa consulta al pueblo, al ser éste representante del
pueblo.

Considerando

Que tal interpretación de la Sala Constitucional es abiertamente contraria al


principio fundamental contenido en el artículo 5 de la Constitución, que preceptúa
que “la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce
directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e
indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder
Público”, pues al permitir que el Poder Ejecutivo asuma la convocatoria a una
Asamblea Constituyente pretende la transferencia irrevocable de la soberanía del
poder constituyente un poder constituido, cuyas potestades se limitan a las que
expresamente le otorga el ordenamiento jurídico.

Considerando

Que tal interpretación de la Sala Constitucional también es abiertamente contraria


al principio de democracia participativa y al derecho fundamental a la participación
ciudadana en los asuntos públicos, cuya máxima expresión es precisamente la
participación del pueblo en la decisión de convocar o no a una Asamblea Nacional
Constituyente para darse un nuevo ordenamiento constitucional. Por ende, es una
falacia señalar que para esa convocatoria no hace falta la participación popular –
democracia participativa- pues es suficiente la actuación del Presidente de la
República, el cual actúa en ejercicio de la representación que se le ha otorgado en
el marco de la democracia representativa.

Considerando

Que el Presidente de la República únicamente “representa” a los ciudadanos


cuando ejerce la función de gobierno y la función ejecutiva en estricto apego al
marco constitucional y legal, sin que pueda entenderse que “representa” al pueblo
soberano al sustituir a éste en su voluntad de convocatoria a una Asamblea
Nacional Constituyente.

Considerando

Que la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente es un acto


constituyente, pues implica la decisión de derogar la Constitución vigente, la cual
solo le corresponde al poder constituyente originario, que en democracia es
únicamente el Pueblo, quien se manifiesta a través del ejercicio del sufragio en
referéndum convocado a tal efecto.

Considerando

Que no es sostenible el argumento de la sentencia en el sentido de que “existen


circunstancias objetivas sobrevenidas que ambientan el proceso de instalación de
la Asamblea Nacional Constituyente, como es la aguda situación de la crisis
política actualmente enfrentada…” que justifican que la decisión de convocatoria a
una Asamblea Nacional Constituyente no sea sometida a un referendo de acuerdo
con el artículo 71 constitucional, pues por el contrario, el ejercicio de la soberanía
popular mediante la decisión de convocar o no a una Asamblea Constituyente no
puede jamás relajarse por “circunstancias objetivas sobrevenidas”, las cuales
precisamente refuerzan la necesidad de la expresión popular mediante el derecho
al sufragio y el derecho a la participación ciudadana en asuntos públicos.
Considerando

Que en el caso concreto el punto central a dilucidar no era, como consideró


erradamente la sentencia, si debe o no haber referendo consultivo en los términos
del artículo 71 constitucional, sino por el contrario si de acuerdo al artículo 347
eiusdem es necesaria la expresión de la voluntad popular como constituyente
originario mediante sufragio universal, directo y secreto para convocar a una
Asamblea Nacional Constituyente.

Considerando

Que tal como se expresó en los Comunicados de este Consejo de Facultad del 2 y
30 de mayo de 2017, el proceso constituyente “convocado” por el Gobierno
Nacional, obviando la consulta popular e imponiendo a los electores las bases
comiciales sesgadas a favor de quienes hoy ejercen el Gobierno Nacional, resulta
un fraude a la Constitución de 1999, en franca violación a los artículos 5, 62, 63 y
347 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, violando las
bases del Estado democrático, tanto de la democracia participativa como la
democracia representativa, de acuerdo con lo establecido en Tratados y Acuerdos
Internacionales de Derechos Humanos, incluyendo la Carta Democrática
Interamericana.

Resuelve

Primero: Manifestar el expreso rechazo de este órgano universitario en relación a


la sentencia de la Sala Constitucional número 378 del 31 de mayo de 2017, cuyo
contenido lesiona abiertamente el principio fundamental de soberanía popular, la
democracia participativa, la esencia misma del Poder Constituyente originario y
por ende el Estado Democrático de Derecho.

Segundo: Rechazar que la Sala Constitucional, quien de acuerdo a los artículos


334 y siguientes constitucionales ejerce la jurisdicción constitucional y por ende
debería ser la máxima y última garante de la supremacía constitucional y de la
sumisión de los Poderes Públicos al Estado de Derecho, haga un uso abusivo de
sus competencias jurisdiccionales, en este caso del denominado recurso de
interpretación constitucional, para pretender dar fundamento jurídico a actuaciones
fraudulentas e ilegítimas del Poder Ejecutivo Nacional, que consolidan el golpe de
Estado permanente que la propia Sala Constitucional inició en diciembre de 2015.

Tercero: Ratificar lo expresado en los comunicados de este Consejo de Facultad


de fechas 2 y 30 de mayo de 2017, en el sentido de rechazar cualquier
convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente que realice directamente el
Presidente de la República o cualquier otro de los órganos del poder público
establecidos en el artículo 348 de la Constitución, en abierta violación a esa norma
constitucional y a la contenida en el artículo 347 eiusdem, pues tales órganos
carecen de competencia y de legitimación democrática para realizar tal
convocatoria, la cual, al realizarse, viola el principio democrático e implica que el
proceso constituyente y su eventual resultado tengan una grave ilegitimidad de
origen.

Cuarto: Exigir el restablecimiento inmediato del Estado Democrático de Derecho,


el respeto al principio de supremacía constitucional (artículo 7, constitucional), al
principio de separación de poderes (artículo 136, constitucional), a las normas
constitucionales que regulan los supuestos, límites y procedimiento a seguir para
la convocatoria a una asamblea nacional constituyente, y a los derechos
fundamentales a la participación ciudadana, al sufragio y a ser electo para el
ejercicio de cargos públicos (artículos 62, 63, 64 y 65, constitucionales) postulados
constitucionales inescindibles y a los cuales deben someterse todos los órganos
del poder público y los ciudadanos.

Aprobado en Caracas, al primer (1°) día del mes de junio de dos mil diecisiete
(2017), en la sesión n.º 840 del Consejo de la Facultad de Derecho de la
Universidad Católica Andrés Bello.

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