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BENAVENTE
Hace ya bastante más de un lustro que me introduje en el mundo de las estufas de mampostería,
kachelofen, estufas rusas, etc. Mi primer contacto fue el documento editado por el INTA “La estufa a leña
de alto rendimiento”. En él te explicaban las ventajas de la calefacción con una estufa de mampostería
(una estufa de “ladrillos”, con un largo recorrido de los humos y gran peso, no metálica). Me cautivó por
su sencillez y practicidad, su alto rendimiento y cómo cumula esa energía calorífica en su enorme masa, y
la suelta de forma constante a lo largo de muchas horas. Era un estufa muy eficiente y ahorradora, y el
modelo de calefacción por radiación (con sus escasas diferencias de temperaturas y su reducido efecto de
mover el aire) era el más cercano al natural de la irradiación solar. Repartía de forma más eficaz y
adecuada el calor y mantenía mucho más la inercia térmica que una estufa metálica tradicional o un
sistema de radiadores. Este sistema radiaba la temperatura con una convección del aire muy débil.
Así las ventajas eran la homogeneidad de las temperaturas, el escaso movimiento del aire que además
apenas se estratifica, poder calentar por contacto, un confort óptimo, la no ionización del aire y un
buenísima combustión. Ventajas ecológicas, económicas y para la salud.
Luego fui leyendo otros más (“The missouri designed masonry stove”), muchas páginas web (MHA
Masonry Stoves Heater, las conexiones a otras desde ella, stove.ru, muchos blogs de autoconstructores,
las páginas de algunos constructores profesionales, páginas de empresas profesionales). Me encontré con
una escasísima literatura en español sobre el tema (sí encontré páginas como miqueridopinwino), salvo lo
relativo a la información comercial de las cocinas económicas o bilbaínas de toda la vida (nuestras
kachelofen).
Mi primer libro, conseguido por internet, fue “L´autoconstruction d´un poêle de masse”, De la Lourdeur
dans la Légèreté et de la Légereté dans la Lourdeur, de Ignatz Heizmaus. Ameno y profusamente
detallado con croquis y anécdotas, explicaba la construcción de un modelo concreto de estufa de
mampostería. También leí el nº 28 de invierno de la revista francesa Passerelle Eco con el artículo
“Chauffage e confort éco. Construire un Poêle de Masse”
Pedí por internet el “Heater Plan Portfolio” de la Masonry Heater Association Of North America, con 7
modelos(dos estufas finlandesas, una rusa de doble campana diseñada por Igor Kuznetsov y Alex Chernov
-sumamente avanzada en el aspecto de eficiencia de combustión-, otro modelo sueco, una Kachelofen,
otra en esquina y otra con horno y banco caliente) más una parte dedicada a detalles de construcción
(mortero refractario, techos de las estufas, toma de aire, uniones puertas metálicas-ladrillo).
1. Muchos incluían horno y un sistema para agua caliente sanitaria (ACS), pero parecía que el
sistema no era tan eficaz si incluía una placa de cocción (leí un modelo croata en internet). Yo
quería ser capaz de construir un modelo equivalente a nuestras cocinas económicas de toda la vida
(cocina, horno, agua caliente, calefacción) pero con las mejoras de estas estufas de mampostería.
Lo primero conseguí ir solucionándolo al entrar por casualidad en internet en páginas rusas originarias y
utilizar el cirílico en la búsqueda. Palabras como teplushka y русская печь (estufa rusa en cirílico)
comenzaron a ser habituales en mi navegador. Observé que allí aparecían numerosos, variadísimos
modelos, que en muchos casos incluían además una placa de cocción. Entre ellos, éste que nos ocupa
(más el de la cocina volkova y otros) parecía interesante por su sencillez y practicidad. ¿Podríamos
La segunda cuestión fue mejorando al leer (penosísimamente, con la ayuda del traductor de google, pues
no tengo ni idea de alemán) el “Kachelofenbau” de Bernd Grützmacher, amén de los cinco números
dedicados al respecto la colección “Einfälle statt Abfälle”. Mucho tiempo después, salió el libro
“Construcción de estufas de mampostería”, de Mateu Ortoneda (¡al fin un libro en español!). También
me encontré la hoja de Excel KO-CALC.xls que permitía (o también "simplified Kachelofen Calculator"),
introduciendo las necesidades energéticas en Kw, obtener diferentes magnitudes de la estufa (dimensiones
del hogar, cantidad de combustible, longitud de conductos, etc). Así, y de forma penosa, fui
comprendiendo su funcionamiento y lógica.
Después de todo ello, me animé a intentar llevarlo a cabo, y pude realizar este experimento, hacer
anotaciones de temperatura y extraer conclusiones.
Esto ha sido posible gracias a los libros que he adquirido, pero también (y sobretodo) a las aportaciones
de diferentes personas e instituciones que encontré en Internet. Esto facilita este aprendizaje; y ya que de
alguna forma me he beneficiado, pretendo también contribuir al conjunto de información correspondiendo
con mi grano de arena al respecto (este artículo). Que ayude a mejorar sus conocimientos sobre el tema a
muchas personas de habla hispana o del idioma que sea, que lo apliquen, que lo mejoren. Por ello saco el
pdf. Si se me cita o comenta, pues una alegría será para mí. Más aún si alguien construye este modelo, u
otro parecido, y estas instrucciones le resultan útiles. Si alguien tiene dudas, y está en mi mano, intentaré
ayudar.
Pretendo sacarlo ya (pese a sus defectos -muchos croquis mejorables, etc-) para que la gente pueda usarlo.
Pretendo reformarlo y mejorarlo mucho en el futuro cercano (Ahora, durante 2 o 3 meses no puedo hacer
más). También me gustaría publicarlo, de forma conjunta a otros artículos que tengo y estoy preparando.
En resumen: uso libre y gratuito de este material, que ninguna empresa ni particular con ánimo de lucro se
beneficie en exclusiva ni pretenda tener un beneficio lucrativo, es para todos.
La única condición es respetar mi derecho a publicarlo, es un trabajo mío (y seguiré dándolo igualmente
en pdf, gratis a quien lo necesite) y, pese a no ser original, si se caracteriza por combinar muchas
cuestiones diferentes (esa es su única originalidad) y me ha llevado muchísimo trabajo adquirir,
comprender la información necesaria (pese a sus muchos defectos), amen del gasto en libros y el propio
de la construcción de la estufa.
En realidad, el objetivo que pretendo (soy algo pánfilo e iluso), es conseguir que este artículo tenga una
difusión similar al primero que leí (la estufa rusa, del INTA) y la gente lo construya (éste y otros modelos
similares, basándose en estos trabajos míos, más los que hagan ellos al respecto) y le facilite la vida.
Destinatarios de este artículo pueden ser, desde miembros de comunidades rurales con escasa
electrificación, a personas que elijan voluntariamente esta forma de vida, o personas que quieran
calentarse de una forma alternativa y no por ello menos cómoda (permite combinarse con depósitos
acumuladores, suelo radiante, etc)
Así, entra en la filosofía de un mundo menos dependiente de las energías contaminantes y centralizadas,
controladas por poderosos grupos de interés y presión, que originan numerosas situaciones de abuso,
extorsión y conflictos armados por el control de las fuentes de energía. De un mundo más
autogestionable, más sensato, más justo y más autónomo e indiferente a influencias negativas y egoístas
de los grandes poderes.
Que sea un modelo barato, que las personas gasten menos dinero de su renta en calentarse, ducharse,
fregar y cocinar, y así puedan destinar ese dinero extra a otros fines también útiles (salud, cultura,
educación, ocio). Que sean menos esclavos, que con menos dinero vivan igual o mejor, que sean menos
Que TÚ, puedas construir (y reparar) este modelo con sencillos y baratos materiales (barro, ladrillos,
ladrillos refractarios, partes metálicas recuperadas de viejas cocinas) y no gastes un dineral en ello y
siempre andes esclavo de los bancos y sus créditos. Que no dependas tanto de la energía nuclear (la más
cara y peligrosa, ¿alguien lo niega?, ¡que mire Fukushima y palidezca de vergüenza!) ni del petróleo
(como combustible y materia prima de la industria química, altamente contaminante y centralizado su
control en pocas y no muy claras manos).
Que tu gobierno utilice el dinero de tus impuestos no para financiar la actual agricultura industrial
(altamente productiva, pero de enorme riesgo para la salud y de altísimo gasto en ínsumos) que sigue a la
revolución verde. Ese dinero público, que subvenciona una agricultura privada, no responde a tus
intereses locales. Que tu gobierno financie el agricultor, sí; pero que éste, además de producir para el
mercado y su interés, satisfaga el tuyo. Que la agricultura realizada sea ecológica, o al menos responda a
lo que se denomina producción integrada. Que plante arboles, y de ellos (intercalados razonablemente en
sus cultivos permitiendo la mecanización) satisfaga LOCALMENTE en la medida de posible tus
necesidades de materias primas y combustible para tus objetos cotidianos y calefacción. Que esos árboles
contribuyan a regular el ciclo hidrológico y alegrar nuestra vista. Que los productos agrícolas locales
tengan primero una difusión local; en cooperativas comarcales se pague al agricultor un precio justo, más
alto, y el consumidor adquiera allí y pague un precio justo, más bajo y luego, sólo luego, los sobrantes,
hagan un viaje. ¡Pero que no sea el de Marco Polo! (evitemos consumir productos lejanos y fuera de
temporada que podemos obtener en nuestra zona y con nuestros medios). Que el ganadero gestione su
biogás y lo ofrezca a la comunidad. Y etcétera.
Autosuficiencia, decrecimiento, sostenibilidad, racionalidad, respeto ¿es tan difícil?... Es lo más lógico.
Solo así viviremos bien nosotros, y los que nos seguirán.
Un modelo sencillo, que te permita cocinar, calentarte, calentar tu agua sanitaria, hornear, secar alimentos
con un gasto razonable y para una superficie de 32-45 m2 (según construyas la variante pesada o media
de la cocina rusa). Está al alcance de casi todos. Este lo combinarás con una arquitectura y bioclimática
adecuada (aprovechamiento de la orientación solar, básicamente, en forma de una adecuada relación de la
superficie de ventanas, invernaderos y/o muros trombe con la superficie de la vivienda).
Hasta un modelo más complejo (pero también económico), que te permita calentar unos 70-80 m2 y
hacerlo en parte por radiación directa de la cocina, en parte por suelo radiante combinado con la energía
solar (lo más razonable y eficiente) o por radiadores. Puedes construir el modelo sencillo, incorporando
ya las mejoras a nivel de eficacia del hogar e integrando la paila, y posteriormente (cuando tengas más
dinero), adquirir los depósitos acumuladores, paneles solares (comprados o autoconstruidos) e instalar
todo.
Voy explicando brevemente cómo lo hice (página 6), cómo funciona (página 9), los resultados de las
pruebas y mediciones (página 10).
Después amplío los temas: cómo calentar agua (página 20), cómo sacar más rendimiento con un
“satélite” (página 27), o con una paila-emparrillado (página 28), cómo calcular tus gastos energéticos
(página 29).
Por último, pongo mis esquemas y croquis (mejorables), para que te hagas una idea del modelo de
internet (pesado, diseñado para el duro clima ruso), modificado por mí (estructura media con paredes
aligeradas; con un hogar más eficiente y una segunda paila-parrilla para obtener unas calorías (página 32).
Mi variante está pensada para el clima de la meseta española.
También es interesante el modelo Volkova: русская печь волкова. Hay muchos. Yo trabajé con este por
su sencillez, economía y capacidad para admitir variables. Espero que te sirva.
Un saludo y ánimo.
CONSTRUCCIÓN
Este artículo pretende ser uno más dedicado a las estufas de mampostería, que tan de boga están
últimamente en Internet, la red maravillosa donde todos podemos aprender de los demás y contribuir con
nuestras experiencias, al conocimiento, del tipo que sea éste.
La única peculiaridad de este artículo respecto de otros es que, comenzamos por el final; me explico, la
mayor parte de los Blogs de la Red van dedicados al proceso de construcción y terminan una vez
concluida la obra. Éste no es nuestro propósito (de hecho no hice apenas fotos durante la fase de
construcción). Aquí nos ocupamos de lo que pasa después del “y fueron felices y comieron perdices”. Lo
que nos interesa es la temperatura que alcanzan sus superficies, los kilos de leña que gastamos (y por lo
tanto, saber si es rentable económicamente), el tiempo que tarda en calentarse y enfriarse, si calienta
eficazmente el agua, determinar el volumen de vivienda que podría calentar de modo eficaz, etc. Creemos
que esto es algo que nos gustaría encontrar en la Red cuando buscamos en artículos análogos, y eso es lo
que pretendemos.
En estas fotos observamos las diferentes pruebas con los revocos de barro (la arcilla hace la función del
cemento), arena (hace la función de la propia arena) y paja (cumple la misión que las armaduras de
tetracero hacen en el hormigón convencional). Puedes modificar la carga física (y por tanto térmica) de
la cocina con el revoque haciendo una capa más gruesa o más liviana.
Es interesante consultar al respecto la Parte V del libro “Casas de Paja, Una guía para
autoconstructores”, de las autoras Rikki Nitzkin y Maren Termens. Está en español.
Esta estufa es un modelo que aparece en internet bajo el nombre de “horno universal moscovita” y que
encontré después de rastrear numerosas páginas rusas. Como no tengo ni idea del idioma, me guíe por los
dibujos (muy claros) y por el macarrónico traductor del google. Repito lo dicho en la introducción: si
quieres encontrarlo teclea: estufa rusa, horno universal moscovita (русская печь
универсальная печь Москве, también es interesante el modelo Volkova: русская печь волкова) Así
encontrarás los planos. Si sigues rastreando encontrarás infinidad de modelos y posibilidades. A mí me
atraía la posibilidad de:
• Calentar la casa.
• Cocinar.
• Calentar el Agua Caliente Sanitaria.
• Secar frutas y embutidos.
• Todas las partes metálicas están en una cara, de modo que las otras tres paredes están limpias para
ser utilizadas como enormes radiadores en otras tres posibles estancias.
Y todo ello en un solo modelo, con la misma leña, sin necesidad de electricidad, y que se colocará en una
posición central en la casa. Además puedes combinarla con un calentador solar, que puedes construir tu
mismo con materiales baratos y/o reciclados. Yo utilicé adobes rotos como mortero. Primero los rompía
Aquí tenemos unas vistas de la cocina acabada. Sus dimensiones reales finales han sido de 88
centímetros de ancho, 64 centímetros de fondo y 220 centímetros de altura.
Es algo sencillo y barato, que podría interesar a muchas personas, y de construcción relativamente fácil.
La construí sólo (en mi pueblo: San Cristóbal de Entreviñas, al lado de Benavente) a ratos durante un mes
del verano del 2012, y utilizando ladrillos normales, ladrillos refractarios para el hogar, encargué las
puertas del hogar, de la placa de cocción, del horno, del cenicero, las cuatro puertas de limpieza y el
depósito de 18 litros de capacidad (se puede hacer perfectamente de 25 litros) a un herrero local (Óscar
Morán). El único mortero que utilice (como ya expliqué antes) fue el barro (el cemento solo en la primera
hilada, pues iba a quedar a la intemperie largo tiempo, y un forjadito de hormigón en el paso al segundo
nivel que se puede realizar con perfiles de acero en T), con arena gruesa irregular y paja trillada para el
revoco.
1) Antes de revocarlo hice una prueba de encendido y FRACASÉ: no tiraba y el humo se salía por
todas las grietas y las juntas sin rellenar entre algunos ladrillos.
3) Entonces le hice un gas slot o *gasschlitz de 28 cm2 (4 por 7 centímetros; según mis cálculos
debía ser de 21 cm2) y FUNCIONÓ SIN PROBLEMAS (*una ranura de pequeña superficie que
tiene el fin de iniciar el fuego cuando la estufa está fría realizando un recorrido más directo). Una
vez que arde de forma alegre, cierro la trampilla con un ladrillo (y la mano protegida por un
guante resistente a las altas temperaturas) y funciona perfecto, hace todo el largo recorrido de casi
6 metros dejando toda su energía repartida por toda la masa de ladrillos y barro, dispuesta para ser
utilizada en forma de calefacción radiante o calentar agua.
También puedes hacer un tiro para esta parte, y cerrarlo o abrirlo desde la frontal de la cocina, con toda
comodidad.
Otra mejora que introduje a posteriori fue la de cambiar el suelo del hogar (una placa refractaria con unos
Figura nº15
Tiro espectacular de la estufa.
Como apreciamos funciona
verdaderamente bien. El espacio
interior dedicado a la cocción no
está azulejado ni revocado. Eso
cada uno lo hará a su gusto.
Figura nº13 Figura nº 14
Cocina encendida y tirando. Detalle del hogar encendido.
Una vez hechas estas mejoras, me propuse esperar a las fechas navideñas para poder dedicar de dos a
cinco días para experimentar con la estufa, y ver si funcionaba de forma eficaz y calentaba tal y como yo
tantas veces había leído.
PRUEBAS Y MEDICIONES
Y la ocasión llegó el 23 de diciembre, en las vacaciones, en unos días nada fríos para las condiciones que
normalmente tenemos aquí en la Meseta del Duero, pero suficientes para comprobar si la cocina era útil.
Para pesar la leña me hice con una basculita (tenía muy claro que una cocina que gaste muchísimo ni es
ecológica ni barata) y con un termómetro láser que adquirí por 30 euros y me permitía medir la
temperatura superficial. Con mucha ilusión me dispuse a comenzar el experimento (ya que desde el
verano planeaba contároslo), ya con la cocina completamente seca y curada.
En el croquis de la figura nº 16 (página siguiente), podemos observar como cada zona está numerada.
Este croquis lo hice antes de comenzar con las mediciones con el fin de anotar cada valor de temperatura
tomado en cada momento temporal concreto con el termómetro láser y así poder sacar conclusiones (que
zonas se calientan más y cuáles menos y cuánto tardan en alcanzar la temperatura. No es muy bueno, pero
servir sirve. Además, durante la medición añadí algunas zonas más.
Podemos observar todas las zonas de la cocina (menos la parte superior, de la que no hice mediciones, y
la inferior, que está en contacto con el suelo).
Además, todas las portillas, puertas de hornos, tiros, etc, están en la parte frontal. Las otras tres caras
quedan perfectamente libres pudiendo ser utilizadas como muros radiantes en la habitación adyacente
(salón, dormitorio, baño). La cocina estaría situada en una posición central en la vivienda.
La parte inferior se puede aislar del suelo por medio de una plataforma de hormigón con arlita o
vermiculita. Se entiende que esa pequeña parte de la estufa que da a la bajante izquierda (sobre la portilla
de limpieza nº8) no perdería así calor. Pero creo que no es necesario. Por el cenicero (nº7) no compensa,
pues la temperatura es más baja y prácticamente no hay pérdidas. Tu eliges.
parte trasera-izquierda
Figura nº16: parte frontal-derecha
Figura nº17
En esta foto quise reflejar como el fuego llega a la pared
izquierda, con el gasschlitz cerrado, y emprende el camino
hacia abajo. Pero no se aprecia bien
Figura nº18
Detalle de hogar y encimera.
El día de autos (23 de diciembre del 2013) comencé la prueba. La temperatura a las 12´45 era de 8º
Id mirando, por favor, las temperaturas de la tabla que adjunto para que observéis como cada zona de la
cocina va cogiendo temperatura, y bajando, en su caso.
Como podéis apreciar, en la columna izquierda aparecen numeradas las partes indicadas en el croquis de
la Figura nº16 (y alguna más añadida a posteriori).
1 4 8 20 24 32 31 31 18 27 24 27 13 7 13 27
2 3 7 20 23 39 47 39 29 29 29 32 18 10 15 34
3 3 7 38 48 58 61 59 34 65 40 48 19 13 25 48
4 3 11 55 63 68 80 65 32 64 38 57 18 17 27 52
62 71 82 71 60 21 55 26 55 11 30 43 25
5 p placa 3 56 128 123 134 85 117 27 80 39 89 15 67 85 122
6 p hogar 4 113 308 263 270 151 263 24 116 33 151 13 129 193 283
7 4 12 34 63 71 56 54 13 21 20 19 8 32 25 71
cenicero
8 limp ab 3 35 51 56 60 49 60 17 35 22 45 12 33 40 64
9 limpiez 3 43 69 66 60 47 46 23 61 29 59 14 35 24 34
medio
10 paila 3 14 42 47 38 31 30 20 42 22 40 11 26 11 30
11 puerta 3 34 74 74 55 45 43 22 53 27 53 13 37 37 43
horno
12 5 7 36 39 22 16 8 10 33 15 28 10 17 10
limpieza
Figura 19
Comprende la tabla con todos los puntos marcados en el croquis y sus temperaturas.
Los números 33-37 se corresponden al horno superior, que como observarás, no alcanza temperaturas
muy elevadas, siendo sus posibilidades limitadas en ese aspecto. Pero puede servir (además de hornear
suavemente) para calentar los alimentos, para secar bayas, frutos y carnes o para cocinar suavemente
cuando tienes el hogar a máxima potencia y las temperaturas de la placa de hierro fundido destinada a la
cocción son muy elevadas.
El número 38 (en azul), se corresponde con una medición de la temperatura del agua que hice el último
día. Por eso lo añadí.
El número 39 se corresponde con la temperatura de salida de los humos por la chimenea. Como podemos
ver el rendimiento es magnífico, pues salen ya a muy baja temperatura.
El número 40 se corresponde con la temperatura de los ladrillos refractarios del hogar. Alcanza
temperaturas tremendas (esto es indicativo del elevado rendimiento). Por ello es necesario que el hogar
sea de ladrillos refractarios.
El indicado con la palabra “abajo” se corresponde con la temperatura tomada en la parte de bajada de
humos tras abrir la portilla de limpieza nº8.
El indicado con la palabra “interior” se corresponde con la temperatura tomada tras abrir la portilla de
limpieza nº9. Indica la inercia calorífica que guarda la cocina en su zona media. Por ejemplo, en las
primeras horas de la mañana del 24 de Diciembre estaba a 50ºC; esto quiere decir que disponías de un
depósito de agua caliente para ducharte o fregar de forma inmediata.
El indicado con la palabra “doblar” se corresponde con la toma de temperatura aproximadamente donde
está la flecha roja en la figura nº17 (sobre el ladrillito móvil).
Estas últimas casillas fueron añadidas a posteriori, y por ello hicimos muchas menos medidas. Además
también se da el caso contrario: algunas casillas aparecen subdivididas porque tomamos valores en otros
puntos cercanos para apreciar posibles diferencias.
A continuación describimos lo que hicimos el siguiente día: sólo dos cargas de leña (para ver que efectos
tenía sobre las temperaturas. Nos encontramos la cocina con una agradable temperatura interior (50ºC
abriendo la portilla de limpieza nº9 y tomando la temperatura; de modo que encendimos con suma
facilidad con el ladrillito puesto y la portilla a en posición abierta. Se nota mucho la facilidad de
encendido de la cocina cuando la masa térmica interior está suficientemente caliente. Desde la última
carga de leña a las 21:30 a la toma de temperatura a las 9:00 pasaron 11 horas y media.
Por último, introducimos 15 kg último día de la prueba y de forma sucesiva (de tres veces). La
El 25 de Diciembre dimos por concluida esta prueba (nos íbamos de vacaciones, y además, con la familia
no podía estar continuamente corriendo de un sitio a otro para tomar mediciones.
Al fin representamos en un gráfico tres de las tomas de temperaturas más significativas para poder hacer
una valoración:
• El lado lateral derecho inferior (nº14) al lado del hogar. Los resultados son similares al nº22:
consigue una temperatura a veces incluso demasiado elevada. Se mantiene durante la mayor parte
de la prueba por encima de los 35ºC.
• El lateral izquierdo inferior (nº18). Esta zona no es tan caliente, pero más o menos cumple. Para
obtener un mayor rendimiento térmico deberíamos adelgazar su espesor un poco.
• La trasera superior (nº27). La temperatura es superior al medio ambiente, pero no calienta
demasiado. Esta parte se debe aligerar también un poco en busca de una mayor eficacia.
La estufa, tal y como se pueden obtener los planos en internet, está efectivamente pensada para un duro
clima como el largo invierno ruso. En esas circunstancias, y con un uso masivo de leña (de 35 a 50 kg)
posiblemente se calienten las dos partes superiores del recorrido mucho más que los resultados obtenidos
por mí con unas cargas de leña claramente inferiores (25, 19 y 15 kilogramos los días 23, 24 y 25 de
Diciembre respectivamente). Es seguro además un sobrecalentamiento del recorrido por la parte inferior,
En un clima como el de la Meseta del Duero en la Península Ibérica, a 700 metros sobre el nivel del mar y
en un clima mediterráneo fuertemente continentalizado (de 60 a 100 días de heladas, y con unas
temperaturas mínimas absolutas de -5ºC durante los años más suaves y de -15ºC los años más duros, pero
en general días soleados en los cuales las temperaturas suben), podríamos conseguir un resultado
excelente con una cantidad claramente inferior de leña (una media diaria de 25 kilogramos los días más
crudos del invierno a 15 kilogramos diarios durante el otoño y la primavera). Esto es, en este clima nos
arreglaríamos con una cantidad de leña de 3300 a 5500 kilogramos como mucho. Esta leña no debería ser
necesariamente siempre de gran calidad (dura, quiero decir -roble, encina-). Con estar bien seca se podría
utilizar leña blanda (chopo), sarmientos de viñas, incluso carbón vegetal o mineral (opción menos
ecológica, pero posible). Lo que importa es acumular calor en la masa térmica interior y que este se radie
de forma lenta y continuada a la vivienda. Si se necesita una porción de leña dura para utilizar la placa de
cocción mientras se cocinan los alimentos está sería una porción reducida, e incluso jugando con la
inercia térmica se puede cocinar también con la cocina apagada (pero cerrando la puerta nº5 para
conseguir hacer más lentas las pérdidas de calor y una calefacción más mantenida).
Pero para conseguir más eficacia con menor gasto de leña precisaríamos algunas MODIFICACIONES.
Veamos cuáles.
Figura nº21; tres niveles:
➔ superior, en azul.
➔ medio (o segunda
campana) en
verde y naranja.
➔ e inferior (o
primera campana)
En amarillo y
naranja.
En la zona inferior coloreada de amarillo deberíamos dejar los espesores tal y como están: 10-11
centímetros de ladrillo (a ser posible macizo) y 1-2 centímetros de revoco de barro. En total 12-13
centímetros de espesor. En la zona del hogar deberíamos tener ladrillo refractario de 6 centímetros de
espesor, una junta de dilatación (para evitar la aparición de grietas) con cartón o lana de roca de 1-1,5
centímetros y un medio ladrillo de 5 centímetros más el revoco.
En la zona inferior coloreada de naranja así como en la zona media coloreada de naranja, deberíamos
reducir el espesor a unos 8-9 centímetros para obtener una mayor temperatura superficial y un mejor
rendimiento con una menor cantidad de leña. En la zona 16, los 4-5 centímetros que reducimos a la pared
podemos añadírselo al volumen de la paila, incrementando su volumen de 18 a 26 litros. Su dimensión
pasaría a ser de 52 de profunda por 35 de alto y 14 o 15 de ancho (ésta es la medida que cambia, yo la
Figura nº22
Llenando de agua la paila para la prueba.
Figura nº23
Vista de la placa de cocción de hierro fundido que se
Detalle del tiro para regular los humos, lo cierra con la puerta nº5. Es una placa de fundición
haces deslizar sobre un marco en cuadradillo reciclada, que adquirí por internet. Tiene una superficie de
que te permita las posiciones de abierto y 38 por 50 centímetros.
cerrado.
Una idea (que plantearé unas páginas más adelante) sería construir las zonas marcadas en color diferente
al amarillo (que haríamos con ladrillos enteros de 10-11 centímetros de espesor) con ladrillos cortados por
la mitad (y un espesor de 5 centímetros), hacer pruebas de temperatura y duración en función de la carga
de leña, y en función de ellas ir añadiendo capas de revoco de barro hasta conseguir la respuesta buscada.
Me parece lo más sensato. Hay varias marcas de ladrillos macizos en el mercado que ya vienen
precortados y no dan trabajo con la radial.
¿Qué no sabes alemán?... ¡yo tampoco salado/a!, me he pasado muchas horas transcribiendo croquis con
el macarrónico traductor de Google y me voy enterando poco a poco. De todas formas, si tienes dudas,
ponte en contacto conmigo e intentaré ayudarte si puedo. Por último, vuelve a leer el librito de Ortoneda,
que es una buena síntesis.
El modelo alemán de kachelofen se caracteriza por la idea de que (a) para cada zona del calentador, (b)y
en función del modelo que quedamos construir (pesado -alta inercia térmica de 12 a 24 horas y baja
temperatura superficial de 50-60ºC-/, medio -inercia térmica aceptable de 8 a 16 horas de radiación y
temperatura superficial en torno a 60-80ºC, como el modelo que nos ocupa aquí-/, y ligero -escasa inercia
térmica, pero superior a una estufa de metal y elevada temperatura superficial en torno a 80-90ºC) los
espesores de la estufa de mampostería son diferentes. También es diferente la sección del conducto de
humos, que va disminuyendo sucesivamente, cosa que sucede levemente en este modelo. La salida final
es de 12 por 12 = 144 cm2. Va perfectamente.
Si puedes elegir, o bien vas a construir una vivienda nueva deberías hacerlo indudablemente en una
posición central, y con sus paredes en contacto con las estancias que precises calentar. No hay milagros,
si quieres calentar una casa de 150 metros cuadrados con esta cocina vas listo...
Lo que si puedes hacer es algo más razonable. Conforme a los cálculos que he establecido después de leer
los anteriores libros (y otros más que citaré a continuación para otros aspectos) esta cocina -modelo
medio de masa- puede calentar unos 38-42 metros cuadrados en una vivienda bien aislada (los cálculos
me dan desde 20 metros cuadrados con un modelo pesado para una casa pésimamente aislada a unos 90
metros cuadrados con un modelo ligero en una casa magníficamente aislada -pero tendría una escasa
inercia). No me creo ninguno de los extremos. Quizás podrías sacar un calor extra con dos posibilidades
que examinaremos más adelante: añadirías unos 12-18 metros cuadrados más con un “satélite” en la
planta superior, o bien aprovechando una parrilla y poniendo radiadores funcionando por termosifón en la
planta superior, ¡pero en este último caso, seguro que gastarías más leña!.
Vamos a contemplar en los siguientes croquis la posibilidad de situar la cocina en una situación central,
dando sus paredes a una cocina (en salmón), a una salita (en azul), a un baño (baldosas) y a un dormitorio
(verde). La cocina está orientada al sur y se calienta con el calor de la cocina rusa y con un muro trombe.
Figura nº 25
Figura nº26.
Disposición rotando la cocina para una radiación más homogénea por las estancias (es quizás, la
disposición más lógica y eficaz). Pero siempre en posición central.
Dos posibilidades se nos ofrecen utilizando solo la cocina rusa alimentada por leña:
PRIMERA
La primera y más elemental es utilizar el depósito o
paila de 18 litros de capacidad (ampliable
fácilmente a 26 al modificar el diseño original). Es
una cantidad suficiente para ser utilizada fregando
cacharros, o sacar un cubo de agua caliente para
limpiar el suelo, o bien para (mezclada con agua
fría) darnos una ducha de unos 25-30 litros. Pero no
puedes darte 4 duchas seguidas; esto no funciona
así. Tienes que esperar un tiempo entre uso y uso
para que la paila coja temperatura. Si el hogar tiene
un gran fuego calentarás el agua en media hora, y si
está apagado tardará de una a tres horas según el
calor interno de la estufa. Así, con 20 kilos de leña
puedes calentar el depósito de 4 a 6 veces
(multiplica). La temperatura suficiente la sabes
tocando la parte exterior de la paila (nº10). Por
ejemplo, durante la última medición, saqué el agua
de la paila a 57ºC y la parte exterior de la paila
estaba a 30ºC (consultar la tabla de la figura nº19)..
La temperatura no es homogénea; siempre está más
caliente la parte superior que la inferior.
Figura nº28
Esquema del serpentín en la figura de la derecha: la
altura la puedes poner de 70 centímetros Si la haces
en tubo de 3,5 de diámetro calentarías 130 litros, si
la haces en tubo de 4,5 calentarías 170 litros como
máximo al día en invierno (utilizando las
cantidades máximadas de leña).
PRIMERA;
Para hacer
más eficaz
este sistema,
necesitamos
más masa
térmica en la
zona media
de la cocina
rusa, donde
se encuentra
la paila. Por
ello la zona
coloreada en
verde en la
Figura nº21
debería tener
un espesor
de 9-12
centímetros.
Radiará a
menos
temperatura,
pero
almacenará
más energía
térmica para
el agua
caliente
sanitaria
(ACS).
Figura nº30
Valoremos la cuestión. Durante el verano obtendremos agua con una temperatura adecuada. En muchos
Esta es la que consideramos más económica y por lo tanto más viable para mayor número de personas.
Además es sencilla. Hay un artículo muy interesante -MAGNIFICO, en verdad- diseñado por un jubilado
brasileño que tienes en internet -Manual sobre a construçao e instalaçao do aquecedor solar com
descartáveis; http://josealcinoalano.vilabol.uol.com.br/manual.htm-. Explica con sumo detalle todo el
proceso de construcción del colector y del depósito.
También recomiendo consultar la página Web Solartérmica.net. Allí te explican (entre otras cosas, pues es
una empresa) como construir paneles térmicos y aislar depósitos.
Otra posibilidad es construir un calentador solar reciclando un refrigerador obtenido del desguace y unos
calderines. Está posibilidad viene perfectamente descrita en el Capítulo I. Energía solar, del libro
“Energía renovable práctica” de Iñaki y Sebastián Urkia Lus. Más ideas tienes en el libro Ingenios
Solares de José Manuel Jiménez.
Como hemos dicho, el depósito aislado y el colector se pueden autoconstruir y ahorrar por ello mucho
dinero. Además puedes hacer tú mismo las reparaciones que precise el sistema. Para todo este proceso
puedes reciclar numerosos materiales.
Tanto la construcción de la cocina rusa, como la del calentador solar, están al alcance de numerosas
personas; no es preciso tener grandes conocimientos técnicos para realizar el modelo explicado en la
figura nº30. Mis abuelos, y muchas personas del medio rural español de su tiempo, con el mismo gasto
energético en leña que hacían ellos entonces, con esta sencilla tecnología que se muestra en este artículo
podrían haber tenido una vida más cómoda y confortable. Recuerdo que mis abuelos tenían una cocina
económica en la cocina, que era la única estancia caliente de la casa durante el invierno. Allí cocinaban y
calentaban agua para fregar. Pero no calentaban el resto de la vivienda, y para bañarse era preciso calentar
el agua en la placa, mezclarla con fría y bañarse en la cocina. ¡Pocas posibilidades y mucha miseria...!
No obtenemos agua caliente (salvo en buenas condiciones de clima y horas de insolación) con gran
rapidez (no podemos ducharnos cuatro personas en media hora). Sí podemos obtener suficiente agua
caliente durante todo el día, pero de forma espaciada (una persona se ducha por la mañana, fregamos a
mediodía, se ducha otra persona a mediodía, otra a la tarde, se friega otra vez, otra se ducha a la noche,...).
Hay que tener cuidado con el tema de la LEGIONELLA (esa bacteria que prolifera en aguas entibiadas y
es causa de problemáticas infecciones todos los años: Es capaz de sobrevivir en condiciones ambientales
muy variadas, multiplicándose entre 20ºC y 45ºC, y destruyéndose a 70ºC. Su temperatura óptima de
crecimiento es 35 a 37ºC.). No se transmite por ingestión, sino por vía respiratoria. Dentro de las
instalaciones de alto riesgo están los sistemas de agua caliente sanitaria con acumulador y circuito de
retorno. Usando la paila en invierno, y dejando reposar el agua caliente un tiempo adecuado en la paila, se
produce la desinfección por las elevadas temperaturas que alcanza ésta. Pero cuando el agua pasa
rápidamente del depósito de agua caliente solar a la paila, y este agua no se ha calentado por encima de
60ºC un tiempo determinado (consultar el documento de José Alcino e informase muy bien por otros
Este es un posible punto débil del sistema. (Yo me ducho todos los veranos con agua calentada solarmente
en una bolsa negra que venden en decathlon, y nunca me ha pasado nada, pero hay que tener cuidado,
hacer un adecuado mantenimiento y desinfectar los depósitos conforme se establece).
Explicado éste, vamos a ocuparnos de otros modelos un poco más complicados y costosos, dentro de los
SEGUNDA
Esta es más complicada y costosa
económicamente (pues precisa de un
tanque de 80-100 litros en forma de
prisma, más alto que largo, y con
poco fondo, para calentarse mejor con
el sol, inclinado, con salidas roscadas
-mínimo una pulgada, mejor más para
el circuito de leña al funcionar por
termosifón; una caja aislada para
contenerlo, que incluya un cristal de
policarbonato -más caro que el cristal,
deja pasar un poco menos de
radiación solar, pero infinitamente
más resistente a las inclemencias
como el granizo, etc-). A pesar del
tanque y el serpentín, que lo
encarecen, el sistema es muy
atractivo, pues permite combinar la
energía solar y de la leña. Es más útil
que eficiente (los días fríos y soleados
de invierno precisan leña de todos
modos), pues se tiene una gran
reserva de agua sobre un tejado o en
un balcón para utilizar a discreción.
Figura nº31
Modelos similares a este aparecen descritos por internet, e incluso una empresa en Argentina fabricaba
uno (si bien cilíndrico; pero incluía válvula mezcladora); la empresa se llama Ñuke, ignoro si sigue
fabricándolo, pero sería una gran opción en Argentina y países próximos.
De no ser posible adquirir uno y de estar interesado, sería necesario hacerlo o contratar un herrero hábil
que lo construyera. Las dimensiones de los tubos y de las roscas convienes sean de mínimo ¾ de pulgada
(realmente es mejor ir a una pulgada o más). Recordar que el depósito tiene que estar a dos metros o más
por encima del serpentín y la distancia horizontal lo más próximo posible no excediendo de los tres
metros para que trabaje bien por termosifón.
Utilizar un “satélite”, o un conducto secundario de mampostería (en este caso en la planta superior, pero
que con la ayuda de ventiladores y otros aditamentos, se pueden poner en otros sitios) para aprovechar al
máximo la energía de la cocina. Realmente (ver la Figura nº19) si utilizamos todo el recorrido de la
estufa, las posibilidades de sacar un rendimiento extra son limitadas. La salida de humos en el punto final
Bibliografía a consultar aquí: el excelente “Poêles a accumulatión” de Vital Bies y Marie Milesi, en
francés, buenísimo y completísimo para hacerse una idea general de las estufas de mampostería en
general, y del uso de “satélites” en concreto. Otro (en alemán) es “Heizen mit Holz ökologisch und
gesund”, de Heinz Kniereimen y Peter Frei. El nº 5 Abwärme-Öfen de Einfälle statt Abfälle”.
Figura 34
Otra posibilidad, con mayor potencia térmica en
continuo sería aprovechar que cuando esta a pleno
rendimiento la temperatura de los gases en el
interior de la campana segunda (la de la zona
media) al abrir la puerta de limpieza nº 9 está a Figura 35
164ºC sería no poner el recorrido superior, Aquí, funcionando en modo continuo tendría un
modificarlo haciéndolo más largo, e integrarlo en el mejor rendimiento y podríamos hacerlo en un
propio diseño de modo que formase un todo que espesor de cinco centímetros, lo que le permitiría
calentase la planta baja y parte de la plata superior. un poco más de inercia térmica en el tiempo.
De verdad que para seguir esta parte es preciso tomar un tiempo en leer manuales como el de Mateu
Ortoneda, el de Bernd Grützmacher , y la colección alemana “Einfälle statt Abfälle”. Además deberías
entrar en webs como stove.ru, MHA Masonry Stoves, y leer manuales dedicados a la calefacción. Pero
bueno, intentaré hacerme entender. Vamos por partes, a ver si soy capaz.
Esta cocina, usada de forma adecuada, es capaz de ofrecer unas 3900 kcal/hora (3900/860=4,53 Kw) en
su modalidad de construcción pesada (con más espesor, respetando al pie de la letra los planos que puedes
obtener por internet) o bien unas 5200 kcal/hora (6,04 Kw) si modificamos algo el diseño aligerando la
cocina de modo que esta sea de una construcción media. ¿Qué conseguimos así?, aumentamos la
potencia, haciendo que la misma leña caliente más rápido. Pero supondrá un gasto mayor de combustible
y una menor autonomía. ¿Y qué hacemos con esos datos?. Paciencia.
Figura nº36
Zonas climáticas de España. Sin precisar demasiado, nuestra zona sería la D (pero hay más
subdivisiones).
Vamos a poner un ejemplo concreto, la cocina está en Benavente, y según el mapa de zonas climáticas de
España estamos en una zona D conforme a necesidades de aislamiento y climatización. Además
consultando el libro de Bernd Grützmache en su página 18, ISBN 3-7667-1053-2 vemos que nos
correspondería una estufa de tipo ligero o medio. Como queremos una autonomía satisfactoria optaremos
por una de tipo medio.
Ya conocemos que zona es la nuestra, ya sabemos que nos conviene una cocina de tipo medio. ¿Qué
demonios hacemos?. Calcular, ver esas 5200 kcal/hora del modelo modificado para que nos sirven.
Podemos leer libros de calefacción que nos informen sobre nuestra zona. Yo en este ejemplo me limito a
España y Benavente. Para ello multiplicaremos el factor C que corresponde a la zona climática, por el
factor Orientación, por el factor Demanda de Calor correspondiente a cada estancia, por los metros
cuadrados a calentar y por 2,5 metros de altura convencional.
A la vista de las tablas, vamos a suponer que tenemos salón, cocina, baño y dormitorio en partes iguales
para hacer un cálculo aproximativo (cada uno que lo aplique a la casa que tiene o quiere hacer en
concreto). Así 50,6+41,4+46+46/4= 46 Kcal/m3 en una casa perfectamente aislada conforme a la
normativa. Buscar en otras tablas cada caso particular; si está mal aislada ¡cambia todo!.
Multipliquemos 1 por 1 por 46 por X por 2,5= 5200. Despejamos incógnita y el espacio serían 45 m 2.
Mucho espacio me parece. Si partimos de la modalidad más pesada serían 33,9 m2. Creo que para el caso
de la mediana nos moveríamos entre 35-40 m2. Si le añadimos los 10 m2 a mayores que podemos
conseguir con un satélite nos quedaríamos en 45-50 m2 siendo muy optimistas. Si le añadimos el satélite
mayor y modificamos el nivel superior o tercero sería la misma superficie, pero con una relación de 35 la
planta baja y 15 la superior (seguiríamos casi igual).
Bien, y nuestra estufa, rinde 5200 kcal por hora si la modificamos aligerándola, ¿o podemos ampliar esa
capacidad?.
Otro ejemplo: un piso con un salón de 21 m 2(21 por 2,5 por 50,6=2656,5 Kcal/hora; cocina de 15 m 2 (15
por 2,5 por 41,4=1552,5 kcal/hora); dos dormitorios, en total 24 m 2 (24 por 2,5 por 46=2760); dos baños,
en total 7 m2 (7 por 2,5 por 46=805); y 10 m2 de pasillo (10 por 2,5 por 34,5=862,5). En total la demanda
sería de 8636,5 kcal/hora. 8636,5 - 5200= necesitamos a mayores 3436,5 kcal/hora. ¿Podemos
obtenerlas de alguna forma con nuestra cocina rusa?. A continuación veremos que sí, pero gastando más
combustible.
Vamos a poner una paila en el hueco de la primera bajada. Es el lugar ideal, pues no enfría el hogar,
alcanzando éste una eficacia térmica altísima y le llegan los gases a la temperatura máxima del recorrido.
El hueco disponible es de 10 hiladas (7 por ladrillo más 0,5- 0,8 de junta) podríamos hacerla de 70
centímetros de alta por 50 de ancha. La potencia (ver stove.ru) la calculamos según nos indican en esa
página: 0,5 Kcal/cm2 de paila. (De eso nos fiamos).
Son 5 tramos de 70 centímetros (350 cm) más 2 tramos de 50 centímetros (100). Si el diámetro es de 5
(dos pulgadas)-6 centímetros, calculamos la superficie del cilindro final despreciando la base y la “tapa”
superior. Así pues 3,14 por 5 (dos veces el radio) por 450 por 0,5 = 7178 cm2 por 0,5 kcal/cm2 = 3589
Kcal/hora.
Figura nº 38
Podríamos poner roscas, o bien unirlar en el futuro con soldadura fría de no dejar las roscas hechas.
Podemos poner entonces una paila mas grande que la del agua caliente sanitaria y sacar unas calorías
extras. Para esto recomiendo consultar la página web stove.ru. Es un poco lioso, pues es una página en
ruso. Como se puede traducir debes utilizar simultáneamente dos ventanas en tu navegador; en una leerás
la traducción al español y en otra veras la original en ruso, que es la que te permite descargar las
imágenes, ¡la otra no!. Allí te recomiendo que cliques sobre dibujos, después sobre calderas, y luego
sobre cualquiera de ellas, por ejemplo la KMC 17 Kw. Para poder ver el dibujo con claridad tienes que
abrir la página original; de verdad, es lioso. Bueno, todo esto para decirte que allí explican diseños de
pailas que resultan muy adecuadas para nuestro modelo. En efecto, como dijimos en la página anterior,
disponemos de un espacio adecuado en la primera bajada de los humos. Allí nos cabe una pequeña paila
de 0,35 m2 de superficie, con una capacidad para 3,4 litros de agua y una potencia de 4,1Kw por 860=
3589 kcal/hora. Aplicando lo anterior y destinándolo a dormitorios en la planta superior (por termosifón)
o con una bomba, algo alejados de la cocina tendremos 3589/46/2,5= 31 m 2 calentables con la pequeña
paila.
En total redondeando, sumaríamos 5200+3600= 8800 Kcal/hora disponibles (para calentar el apartamento
del ejemplo necesitaríamos 8636,5; nos “sobran” una pocas Kcal/hora) . Calculando que la encina da un
rendimiento de 4548 Kcal/hora y el rendimiento total como mucho sería de un 60% tendríamos que
quemar poco menos de 3 kilogramos de leña de encina seca por hora (de media) para calentar la vivienda
(de 60 a 80 m2) unas 12 horas los días más oscuros y crudos del invierno, aquí en la Meseta. Si la encina
está a 0,12 euros el kilo a precio de agosto del 2012, nos salen 36 por 0,12=4,32 euros los días
verdaderamente fríos y sin luminosidad, en lo que no pudiéramos hacer uso de los recursos que señalamos
en el prólogo (muro trombe, invernadero, ventanas de adecuado dimensionamiento, colector solar de aire,
etc) con los que conseguiríamos un gran ahorro energético.
Debemos reseñar que además podemos usar otras fuentes de madera de menor calidad. Aquí una vez
tuvimos un mes de niebla seguido. Fue una excepción, normalmente la mitad de los meses de invierno
hay una insolación aceptable, y es muy grande a principios del otoño y a finales de la primavera. Si
tenemos dos pisos, podemos combinar la cocina en la planta baja y los radiadores y el satélite en la
superior. Podemos decidir destinar parte del agua caliente a un depósito también calentado con paneles
solares comprados o autofabricados (recomiendo aquí consultar las páginas de unos paneles hechos con
radiadores planos reciclados). Aquí cuenta todo, y cada persona debe hacer cuentas de su clima, su acceso
Si queremos calentar unos 130 litros con el calor de la paila, deberíamos destinar unos 960 Kcal/hora de
esas 3589, nos quedaríamos con 2629/46/2,5 = 23 m2 (dos habitaciones y 130 litros de agua caliente).
Este modelo, así, podríamos usarlo estupendamente en una casa de esa superficie que tuviera una
calefacción de gas como apoyo. Haríamos un by-pass y cuando encendieramos la cocina, cerraríamos los
radiadores de las estancias calentadas por la radiación de la estufa y llegaría el agua caliente de la paila a
la caldera, que no arrancaría (ahorrando combustible). Cuando lo necesitáramos podría calentar el
intercambiador del ACS (agua caliente sanitaria) de la caldera y ducharnos entonces, fregar, poner el
lavavajillas y calentar dos habitaciones a la vez con radiadores. Por la madrugada entraría en acción la
caldera de gas, o cuando estuvieramos fuera (esto en un apartamento de las modestas dimensiones
señaladas en el ejemplo).
Podríamos contratar una tarifa más barata de gas y además la paila (con el nº 10) del nivel medio nos
serviría (ver la figura nº 27 con su vaso de expansión abierto y entrada de agua fría por la parte inferior y
conectando su salida superior directamente al agua caliente) para disponer de agua caliente (en cantidad
limitada) cuando se nos estroperara la calefacción, o nos quedaramos sin electricidad por avería. El
sistema sería seguro, pues lo tendríamos vacío normalmente (esterilizado por las altas temperaturas) y lo
llenaríamos de agua en caso de emergencia.
Voy a incluir unas modificaciones en el modelo que obtuve en internet, adaptándolo al clima de mi zona,
aumentando la capacidad de la paila en el piso intermedio a 28 litros (para ello mantendré el grosor
originario de la zona intermedia coloreada en verde de la Figura nº21, adaptando el resto. Además,
incluiré una paila (para circuito de calefacción por radiadores, o para acumular en un depósito y combinar
con el agua calentado con paneles solares en una calefacción por suelo/muro radiante).
Este modelo es autónomo; puedes calcular que por radiación generará unas 4550-4875 Kcal/hora (es una
estufa medio-pesada: multiplicas 6,5 m2 por 700-750 y da los valores anteriores), y tiene una paila
curiosa. Así puedes calentar unos 42 metros cuadrados de una vivienda correctamente aislada y con una
orientación adecuada. Si dejas preinstalada la paila de la Figura nº35 en la 1ª bajada de los humos, tendrás
a mayores unas 3600 Kcal/hora en el futuro (otros 30 m2, o 20 m2 y ACS). Interesante, ¿no?
¿Qué coste tiene?. La que he hecho no ha llegado a superar los 700 Euros (de ellos 525 euros las partes
metálicas; puedes ahorrar mucho reciclando partes de estufa y de cocinas de hierro fundido) el salario
mínimo mensual interprofesional en España (las que se fabrican por encargo en EEUU superan muchas
los 9000-15000 euros, así como muchos modelos alemanes). A eso le añades el precio de la paila-parrilla.
Si luego pones algún radiador o depósito para suelo radiante y complicas el sistema, es algo que tendrás
que valorar.
Hilada 2ª perspectiva
Vemos las rampas para evacuar las cenizas del
Hilada 2ª hogar y las cenizas (muchísimo más escasas) de la
1ª bajada y subida de humos.
Hilada 3ª perspectiva.
Apreciamos en el dibujo las aperturas en el
Hilada 3ª cenicero para la toma de aire secundario. Además,
Podemos ver un hierro en L para soportar la base en el propio cenicero se puede incorporar una toma
del muro que separa la 1ª bajada y la 1ª subida de de aire exterior en aquellos lugares que lo exija la
humos. legislación local.
Hilada 5ª perspectiva.
Puedes hacer el núcleo de la cocina sin estas complicaciones, poniendo ladrillos refractarios, junta de
dilatación y ladrillo revestido de mortero de barro.
Pero con este sistema, repetimos, consigues una combustión más completa, por tanto un modelo más
ecológico y ahorrativo de leña. Por tanto puedes conseguir un rendimiento mayor tanto en la radiación
de la estufa como en la paila que colocarás en la 1ª bajada de los gases. El inconveniente es que la
construcción es más complicada.
Además es conveniente que apoyada la primera hilera de ladrillos sobre la pieza en forma de L de la
hilada 3ª, a partir de ahí pongas una placa refractaria autofabricada en la bajada de los gases (para
soportar las tremendas temperaturas) y ladrillos normales en la 1ª subida de gases. Estos soportaran el
peso de las sucesivas hileras.
Entre ambas partes debe haber junta de dilatación. ¡La placa refractaria tiene que estar también separada
por una junta de dilatación del nivel superior! (cuando realices la hilada 11ª y apoyes la encimera o placa
de cocción de hierro fundido sobre la placa refractaria) para evitar que los diferentes coeficientes de
dilatación del núcleo refractario y la “piel” de ladrillos macizos normales causen fracturas en la cocina.
Las pequeñas grietas en la “piel” de ladrillos macizos ordinarios puedes repararla ¡con simple mortero de
barro!. ¡No necesitas a nadie!.
Hilada 7ª
Hilada 7ª con la salida de agua caliente de la paila.
Puerta del hogar.
Se pude cambiar al otro lado si es preciso.
Hilada 9ª
Hilada 9ª
La salida de la paila corresponde a una paila de
menor potencia, que permite utilizar un ladrillito
con las manos para tapar el gasschlitz.
Hilada 11ª
Hilada 11ª
La salida del extremo de la tubería de la paila por Si queremos poner una paila de 70 por 50 cm de
donde sale el agua caliente, debe guardar una altura, es aquí (en la hilada 11ª) donde deberíamos
distancia de (al menos) 3-4 centímetros con darle salida al extremo de la tubería por donde sale
respecto a la placa de cocción (que veremos en la el agua caliente.
siguiente página). Recuerda que también debe
guardar esa distancia (más o menos) con la parte Para poner la paila de más potencia, el gasschlitz
inferior, y dejar 1,5 centímetros de dilatación hacia debe poder cerrarse con una manivela externa, pues
los laterales (pones un cartón a cada lado de la paila no nos cabría la mano pues tocaría con la parte
y cuando sujetes del todo la paila en este nivel los superior de la paila. Eso no lo recoge el croquis.
retiras).
El lado frontal y trasero lo mantenemos igual de grueso (11-12 centímetros) con el fin de mantener una
inercia para la paila de agua y el horno superior. Así mantendrán la temperatura interna más fácilmente
(ademas la parte inferior correspondiente radia estupendamente -consultar las tablas-). Aquí nos interesa
disponer de más masa térmica; por contra, en los laterales nos interesa disponer de una temperatura más
alta.
Hilada 19ª y cotas de la paila y del horno superior. La paila tiene una capacidad de 25-27 litros (15 por
35 por 52 cm). Las dimensiones del horno son de 47 por 35 por 39 cm).
Seguimos construyendo hacia arriba siguiendo la lógica de los ladrillos. Apenas voy a detallar esta parte
pues no tiene misterio, salvo en el lado derecho, que sí presenta alguna peculiaridad. Amén de cuidar los
contactos paila-ladrillos u horno-ladrillos; dejamos juntas de dilatación con lana de roca.
Hilada 25ª Parte inferior: apoyamos los ladrillos sobre un soporte de hierro que va sobre una junta de
lana de roca, que a su vez se apoya sobre el horno y la paila. ¡Cuidado con las juntas de dilatación!.
Hilada 27ª. Se cierra el nivel intermedio. Observamos los dos tiros, el a a la izquierda y el b a la derecha.
Este cierre podemos hacerlo con perfiles en T, con un encofrado, etc.
En este artículo hemos dado unas pautas generales para la construcción de un modelo de estufa rusa de
doble campana y con un tercer recorrido final horizontal. Es una (casi) verdadera estufa de campana,
aunque en ese tipo de modelos no se suele poner una placa en la primera campana (pues resta eficacia),
pero si se coloca la paila donde se indica, y el horno y la paila superior (nº 10) en la segunda campana.
Esta cocina-estufa (aunque tiene mucha) renuncia a parte de su eficacia para ser mas versátil: tiene placa-
horno, horno superior de temperaturas más suaves que puede servir también para secar alimentos, una
paila de 26 litros en la segunda campana (nº 10), una forma cuadrada para aprovechar mejor sus
posibilidades calefactoras. Además puedes incluir una pequeña paila de 2,2 a 4,2 Kw (según la
construyas de 50 por 50 en tubo de 3,5 a 70 por 50 en tubo de 5 centímetros de diámetro) para generar
una calefacción adicional. Hemos ido explicando como se hace, sus posibilidades (ya has visto que son
muchas), enfocándolo en este modelo concreto.
Pero cada persona tiene una necesidad, de modo que aunque para algunas personas valdrá, sin muchos
cambios; para otras muchas no supondrá más que el principio. Deberá buscar un modelo que responda a
sus necesidades, o atreverse a diseñarlo. Para ello tendrá que informarse profusamente. Las posibilidades
son muy grandes y el abanico económico también.