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Cómo dar los primeros auxilios básicos

4 MÉTODOS:HACER LAS TRES CCUIDAR A UNA PERSONA INCONSCIENTETRATAR LOS


PROBLEMAS COMUNES EN LAS SITUACIONES DE PRIMEROS AUXILIOSTRATAR LOS CASOS MÁS
RAROS EN LOS ESCENARIOS DE PRIMEROS AUXILIOS

Los primeros auxilios básicos hacen referencia al proceso inicial de ayudar y solucionar las
necesidades de una persona que ha sido herida o tiene una conmoción fisiológica debido a un
shock, ataque al corazón, reacción alérgica, drogas u otra emergencia médica. Los primeros
auxilios básicos te permiten determinar rápidamente la condición física de una persona y elegir el
tratamiento correcto. Siempre debes solicitar ayuda médica profesional tan pronto como sea
posible, pero los siguientes primeros auxilios básicos empleados correctamente pueden ser la
diferencia entre la vida y la muerte. Sigue este tutorial o busca consejos específicos al revisar las
secciones del artículo a continuación.

Método1

Hacer las tres C

1.

1
Comprueba el entorno. Evalúa la situación. ¿Hay cosas que te puedan ponerte en riesgo de sufrir
una lesión? ¿Están tú o la víctima amenazados por fuego, humo tóxico o gases, un edificio
inestable, cables eléctricos u otra situación peligrosa? No te coloques en una situación en la que
podrías terminar como víctima.[1]

 Si acercarte a la víctima pone en peligro tu vida, busca ayuda profesional


inmediatamente, pues ellos tienen un mayor entrenamiento y saben cómo
manejar esas situaciones. Los primeros auxilios son útiles si los puedes aplicar de
forma segura sin hacerte daño.

2 Consigue ayuda. Llama a las autoridades o a los servicios de emergencia inmediatamente si


piensas que alguien está gravemente herido. Si eres la única persona en el sitio, trata de estabilizar
la respiración del paciente antes de buscar ayuda. No dejes sola a la víctima por demasiado
tiempo.
2.

Cuida de la persona. El cuidado de alguien que acaba de tener un trauma serio requiere tanto de
tratamiento físico como apoyo emocional. Recuerda permanecer en calma y tratar de tranquilizar
a la víctima haciéndole saber que la ayuda está en camino y que todo saldrá bien.

Método2
Cuidar a una persona inconsciente

1 Determina la capacidad de respuesta de la víctima. Si una persona está inconsciente, trata de


despertarla tocando suavemente sus manos o pies desnudos, o incluso hablándole. Si no responde
a la actividad, el sonido, el contacto y otros estímulos, verifica si está respirando.
2

Verifica su respiración y pulso.[2] Si la víctima está inconsciente y no puedes despertarla, verifica


su respiración: observa si el área del pecho se eleva; escuchasi hay ruido de aire entrando o
saliendo; siente el aliento usando un lado de tu cara. Si no hay signos aparentes de
respiración, trata de sentir su pulso.

1.

Si la persona permanece sin dar señales de respuesta preparate para aplicarle la reanimación
cardiopulmonar (RCP). A menos que sospeches de una lesión espinal, voltéala cuidadosamente
sobre su espalda y despeja sus vías respiratorias.[3] Si sospechas que tiene una lesión espinal, deja
a la persona donde está, siempre y cuando esté respirando. Si la persona comienza a vomitar,
colócala sobre su lado para ayudar a prevenir que se ahogue.[4]

 Mantén la cabeza y el cuello alineados.

 Con cuidado deslízala sobre su espalda mientras sostienes su cabeza.

 Abre las vías respiratorias elevando su barbilla.


2.

Realiza 30 compresiones de pecho y dos respiraciones de rescate como parte de la RCP. En el


centro del pecho, exactamente debajo de una línea imaginaria trazada entre los pezones, coloca
las dos manos juntas y comprime el pecho hacia abajo aproximadamente 5 centímetros (2
pulgadas) con una frecuencia de 100 compresiones por minuto. Después de 30 compresiones,
realiza dos respiraciones de rescate y revisa los signos vitales. Si las respiraciones se bloquean,
vuelve a abrir las vías respiratorias. Asegúrate de que la cabeza esté colocada ligeramente hacia
atrás y la lengua no la esté obstruyendo. Continúa este ciclo de 30 compresiones de pecho y dos
respiraciones de rescate hasta que alguien te releve.[5]
5

Recuerda los tres puntos básicos de la RCP. Hay tres puntos esenciales que debes revisar.[3] Revisa
estos tres síntomas frecuentemente mientras le das primeros auxilios a la persona.

 Vías respiratorias. ¿Están libre de obstrucciones las vías respiratorias de la


persona?

 Respiración. ¿Está respirando la persona?

 Circulación. ¿Se puede detectar el pulso en los puntos claves del pulso (muñeca,
arteria carótida, ingle)?

3.

Asegúrate de que la persona esté abrigada mientras esperas la ayuda médica.Cúbrela con una
toalla o una manta si tienes una a tu alcance; de lo contrario, sácate algunas de tus prendas de
vestir (p.ej. un abrigo o una chaqueta) para utilizarlas como cobertor hasta que llegue la ayuda
médica. No obstante, si la persona tiene un golpe de calor, no la cubras ni la mantengas caliente;
por el contrario, enfríala al abanicarla y mojarla.
4.

Ponle atención a la lista de cosas que no debes hacer. Mientras administras los primeros auxilios
asegúrate de saber lo que no debes hacer en ningún caso:

 No alimentes ni hidrates a una persona inconsciente. Esto puede causarle shock y


posible asfixia.

 No dejes sola a la persona. A no ser que necesites hacer señales o llamar para
pedir ayuda, permanece con la persona todo el tiempo.

 No eleves la cabeza de una persona inconsciente con una almohada.

 No abofetees ni lances agua a la cara de una persona inconsciente. Esos son trucos
cinematográficos.

Método3

Tratar los problemas comunes en las situaciones de primeros auxilios


1.

Protégete de los patógenos que se transmiten por la sangre. Los patógenos que se transmiten
por la sangre pueden poner en riesgo a tu salud y bienestar al provocarte alguna enfermedad. Si
tienes un kit de primeros auxilios, desinféctate las manos y ponte guantes estériles. Si no tienes
ninguno de estos dos elementos al alcance, protégete las manos con gasa o algodón y evita entrar
en contacto directo con la sangre de la otra persona. Si de cualquier forma llegas a tener contacto
con la sangre, asegúrate de limpiarte lo antes posible y elimina las fuentes de contaminación
restantes.
2

Primero que todo evita que se desangre. Después de cerciorarte de que la víctima está respirando
y tiene pulso, tu siguiente prioridad es controlar cualquier hemorragia. El control del sangrado es
una de las cosas más importantes que puedes hacer para salvar a una víctima de trauma. Aplica
una presión directa sobre una herida antes de tratar cualquier otro método para controlar una
hemorragia. Lee el artículo vinculado para obtener pasos más detallados de lo que puedes hacer.

 Trata una herida de bala. Las heridas de bala son serias e impredecibles. Infórmate
sobre las precauciones especiales que debes tener cuando trates a alguien que
haya sufrido una herida por arma de fuego.

2.

En seguida trata la conmoción. La conmoción es causada a menudo por la pérdida de sangre,


seguida frecuentemente por un trauma físico y ocasionalmente psicológico. Una persona en
conmoción tiene frecuentemente la piel tibia y sudorosa, está agitada o presenta un estado
mental alterado y tiene la cara y los labios pálidos. Si no se trata la conmoción puede ser fatal.
Cualquiera que haya sufrido una herida severa o haya estado en una situación de perder la vida
está en riesgo de conmoción.
3.

Brinda primeros auxilios para un hueso roto. Si bien es común tener un hueso fracturado, este
puede ser tratado con los siguientes pasos:

 Inmoviliza el área. Cerciórate de que el hueso roto no tenga que mover o soportar
otras partes del cuerpo.

 Calma el dolor. Esto se puede lograr frecuentemente con un trozo de hielo


cubierto con una toalla.

 Haz una tablilla. Entablille la mano, un manojo de periódicos y una cinta pegante
fuerte pueden ser el truco. Un dedo fracturado puede utilizar otro dedo como
tablilla estabilizadora.

 Haz un cabestrillo. Haz un cabestrillo si es necesario. Ata una camisa o una funda
de almohada alrededor de un brazo roto y luego alrededor del hombro. Este
artículo está dirigido tanto para niños como para adultos que sufren de asfixia.
5

Ayuda a una víctima de asfixia. La asfixia puede causar la muerte y un daño cerebral permanente
al cabo de unos minutos. Lee este artículo para saber qué hacer para ayudar a una víctima de
asfixia. Este artículo sirve para ayudar tanto a niños como adultos víctimas de asfixia. .

 Una de las formas de ayudar a una víctima de un atragantamiento es la maniobra


de Heimlich. Para ejecutar la maniobra de Heimlich, ponte detrás de la víctima,
rodeándola con tus brazos, con tus manos cruzadas sobre su ombligo pero debajo
de su esternón. Empuja hacia arriba para expeler aire desde los pulmones y
repítelo hasta que tengas éxito en extraer el objeto de la tráquea.
6 Aprende a tratar las quemaduras. Trata una quemadura de primer o segundo grado
sumergiéndola o lavándola con agua fría (no hielo). No utilices cremas, mantequilla u otras
unturas y no revientes las ampollas. Las quemaduras de tercer grado se deben cubrir con una tela
húmeda. Retira la ropa y las joyas de la quemadura, pero no trates de quitar prendas carbonizadas
pegadas a las quemaduras.

7 Cuida una víctima de concusión. Si la víctima ha sufrido un golpe busca señales de concusión.
Los síntomas comunes incluyen:

 Pérdida de conciencia posterior a la lesión

 Desorientación y pérdida de memoria

 Vértigo

 Nausea

 Aletargamiento
4.

8 Tratar a una víctima de lesión en la columna. Si sospechas que la víctima tiene una lesión
espinal, es especialmente crítico que no muevas su cabeza, cuello o espalda a no ser que esté en
peligro inminente. También debe tener cuidado especial cuando aplique rescate respiratorio o
RCP. Lee este artículo para saber qué hacer.

Método4

Tratar los casos más raros en los escenarios de primeros auxilios


1

Ayuda a alguien que esta convulsionando. Las convulsiones pueden ser atemorizantes para
alguien que no las haya experimentado antes. Afortunadamente, ayudar a personas con
convulsiones es relativamente sencillo, aunque traumático. Ayuda a la persona a colocarse sobre
el piso y asegúrate de que está respirando. Evita que se golpee contra cualquier cosa. Tan pronto
como pueda escribe detalladamente todo lo que pueda ayudar a un profesional a diagnosticar la
situación.

 Limpia los alrededores para proteger a la persona de alguna lesión que pueda
hacerse.[6]

 Llama a los servicios de emergencias en caso de que las convulsiones duren más
de cinco minutos o la persona no respire.

 Después de la convulsión, ayuda a la persona poniéndole algo suave debajo de su


cabeza. Gírala hacia un lado para facilitar la respiración, pero no la retengas o le
impidas moverse.

 Sé amigable y tranquilízala a medida que recobra la conciencia y no le des comida


o agua hasta que esté completamente despierta.

2.
2

Ayuda a alguien que sufre de un infarto. Es importante conocer los síntomas de un ataque al
corazón, entre los cuales están una pulsación acelerada, presión o dolor en el pecho y malestar
general o nauseas. Conduce a la persona al hospital inmediatamente mientras le das una aspirina
o pastilla de nitroglicerina, que la persona debe masticar.

3.

Identifica si alguien está sufriendo un derrame cerebral. De nuevo, es importante conocer los
síntomas de un derrame. Entre ellos están incapacidad temporal para hablar o entender lo que se
está diciendo, confusión, pérdida de equilibrio o mareo, y dolor de cabeza intenso y repentino,
entre otros. Lleva inmediatamente la persona a la sala de emergencias si sospechas de un derrame
cerebral.
4.

Trata el envenenamiento. El envenenamiento puede ocurrir como resultado de toxinas naturales


(ej. picadura de serpiente) o combinaciones químicas. Si un animal puede ser el responsable de
envenenamiento, trata de matarlo sin exponerte, mételo en una bolsa y llévalo para control del
veneno.

Consejos

 Si es posible, utiliza guantes de látex u otras defensas para protegerte de los fluidos de
otros.

 Si una persona tiene incrustado un objeto no lo retires a menos que esté obstruyendo una
vía respiratoria. Retorar el objeto puede causar lesiones adicionales y aumentar la
cantidad de sangrado. Evita mover a la persona. Si “tienes” que hacerlo, sé breve y
asegura el objeto.[3]

 Por mucho que este artículo pueda cubrir, solo podrás aprender suficiente al informarte o
más posible sobre las medidas a tomar. Por lo tanto, trata de encontrar entrenamiento en
primeros auxilios o RCP si es posible para obtener la habilidad de adquirir destrezas tales
como vendar fracturas y dislocaciones, aplicar vendajes sencillos hasta tratar heridas
graves, e incluso realizar RCP a fin de que estés mejor preparado para tratarlas en caso de
que se necesite. Adicionalmente, estas certificaciones también te protegen en el caso de
una acción legal; aunque en los países donde existen las leyes del buen samaritano te
protegen, las certificaciones son el mejor seguro.

Advertencias

 Mover a alguien con daño de la médula espinal puede aumentar las probabilidades de
parálisis o muerte.

 ¡Nunca, te pongas en peligro! Por mucho que te mueva la compasión, recuerda que ser un
héroe en este caso no significa nada si mueres.

 No muevas a la persona. Hacerlo puede lastimarla aún más, a no ser que esté en peligro
inminente. Espera a que la ambulancia llegue para encargarse del tratamiento de la
persona.

 Si no estás seguro de qué hacer, déjaselo a los profesionales. Si no es un caso de vida o


muerte, hacer lo incorrecto puede poner en peligro al paciente. Mira la nota sobre
entrenamiento, más arriba en sugerencias.

 No toques a alguien que se haya electrocutado. Desconecta la energía o utiliza un objeto


de material no conductor (ej., madera, cuerda seca, ropa seca) para separarlo de la fuente
de electricidad antes de tocarlo.

 Es peligroso darle una aspirina a alguien menor de 16, ya que puede provocar un daño
fatal en el cerebro y el hígado. Tampoco se debe dar aspirina a quien sufra de alguna
enfermedad como dengue, chikungunya o zika o quien padezca o haya padecido de
gastritis o úlcera péptica, ya que la aspirina es gastrolesiva.

 Nunca trates de reacomodar un hueso roto o dislocado. Recuerda que esto


es primerosauxilios y el objetivo es preparar al paciente para ser transportado. A menos
que estés 110 % seguro de lo que estás haciendo, reacomodar una dislocación o un hueso
roto tiene un alto riesgo de empeorar las cosas. Sólo los médicos están capacitados para
ello.

 Antes de tocar una víctima o prestar cualquier ayuda, ¡obtén la autorización para hacerlo!
Revisa las leyes en tu área. Prestar ayuda sin consentimiento puede conducir a una acción
legal. Si alguien tiene una orden de "No resucitar", respétala (solo si ves la prueba). Si la
persona está inconsciente y en riesgo de muerte o lesión, sin ninguna orden de "No
resucitar", continúa y trátala bajo el concepto de consentimiento implícito. Si no sabes si
está inconsciente, dale una palmada en el hombro y dile “¿Estás bien? Sé cómo ayudarte”
antes de proseguir con los primeros auxilios.

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