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UNIDAD II – LA INTERMEDIACION FINANCIERA O BANCARIA

La intermediación financiera se puede definir como un proceso conformado


por mecanismos (como los depósitos y préstamos) e instituciones (como los bancos) que
permiten canalizar los excedentes de recursos de las personas (superavitarios o excedentarios)
hacia quienes requieren de estos (deficitarios).

Podemos considerar como agentes económicos a las personas naturales de


forma individual, a las familias, a las empresas (de todo tipo industrial, comercial, de
servicios, bancos etc.) e inclusive en ciertos casos al estado. Cuando tenemos un exceso de
liquidez, lo primero ha sido pensar que ese dinero se tiene que reproducir o que tiene que ganar
algo, hemos pensado pues en términos de Rentabilidad, pero también hemos pensado que en
ese proceso podemos ganar o podemos perder, hemos hecho un análisis de
Riesgo, el agente superavitario siempre está condicionado a pensar en términos de rentabilidad
y de riesgo.

Los bancos captan recursos de los inversionistas por cuenta propia. Esto quiere decir que todo
el dinero que en ellos se deposita pasa a formar parte de sus pasivos.

Por ejemplo: un pagaré bancario es, en realidad, un préstamo que nosotros le hacemos al banco.
A su vencimiento, la institución está obligada a devolvernos ese dinero, con los intereses que
se hayan pactado. Por eso el dinero que se deposita en un banco aparece como un pasivo: como
un dinero que ellos tienen que pagar, que devolver a quien lo depositó.

Posteriormente, los bancos otorgan préstamos sobre estos fondos a las personas o empresas que
requieren dinero.

De esta forma, la ganancia del banco estriba en el diferencial que existe entre las tasas que
cobran a los deudores y las que pagan a los ahorradores. Esa es la intermediación que los bancos
realizan.

Aunque los bancos obtienen otros ingresos como comisiones y cuotas, en realidad su función
principal es la de otorgar préstamos que ayuden al desarrollo de la economía.

ESTRUCTURA ORGANIZACIONAL DE UNA INSTITUCIÓN FINANCIERA

Una institución financiera cumple una importante función en el mundo financiero. Sirve como
un intermediario entre los inversionistas y las empresas mediante la realización de transacciones
financieras. Los mercados financieros en los que una institución financiera opera son
complejos, con muchos jugadores que quieren intercambiar dinero en diferentes formas. Debido
a que una institución financiera sirve para múltiples propósitos, su estructura organizacional
reflejará la diversidad de dichos fines.

CLASES

Hay diferentes clases de instituciones financieras que funcionan en los mercados financieros, y
existen tanto en el papel como en forma física. Según el libro "Mercados e Instituciones
Financieras", de Jeff Madura, las clases de instituciones financieras incluyen a los bancos
comerciales, fondos de pensiones, compañías de seguros, fondos de inversión, sociedades de
valores, compañías financieras, cooperativas de crédito e instituciones de ahorro. En cuanto al
tamaño de sus activos, los fondos de pensiones, compañías de seguros, fondos de inversión y
bancos comerciales representan el 84 por ciento del mercado financiero.

ESTRUCTURA Y REGULACIÓN

Algunos aspectos de la estructura organizacional de una entidad financiera están determinadas


por las leyes nacionales en las que opera la institución. Por ejemplo, después de que los
mercados financieros griegos fueran desregulados en la década de 1980, hubo un crecimiento
significativo que fue de un 48 por ciento desde 1981 hasta 1996, en el número de sucursales
que atendían a los clientes. En Estados Unidos, varias instituciones financieras están reguladas
por diferentes entidades, como las firmas de inversión que son reguladas por la Comisión de
Intercambios y Títulos Valores y los bancos estadounidenses que son vigilados por el sistema
de la Reserva Federal.

RELACIÓN ENTRE PRODUCTOS Y SERVICIOS

Un banco con muchas ramas es un ejemplo de una institución financiera que se desarrolla de
acuerdo a lo que tiene que vender, que son los productos y servicios financieros. Un banco
nacional o regional tiene diferentes sucursales en lugares convenientes para que los clientes
puedan entrar y realizar sus transacciones, como depositar dinero. Pero también existen ramas
para que el banco pueda vender productos y servicios financieros. Por ejemplo, un representante
del banco se reunirá con un cliente potencial para vender un producto de préstamo hipotecario.

ESTRUCTURA Y RIESGO

La estructura de una institución financiera también se desarrolla en torno al concepto de riesgo.


Toda institución financiera hace sus transacciones monetarias y distintas actividades en un
entorno de riesgo. El nivel de riesgo, el cual puede ser visto en términos de la cantidad de
rendimiento financiero que un inversor puede recuperar en una inversión, influirá en la forma
en que los clientes interactúan con una institución financiera. Por ejemplo, los trabajadores van
a depositar cheques y fondos de ahorro para recibir un bajo nivel de interés garantizado, pero
sólo las personas con fondos discrecionales generalmente arriesgan su dinero para recibir
ingresos más altos al invertir en productos financieros como acciones y fondos mutuos.

¿CUÁL ES EL PAPEL DE LA BANCA EN LA ECONOMÍA?

En los países desarrollados, los mercados financieros, como el de los bonos y el de las acciones,
son mecanismos cruciales para promover una mayor eficiencia en la economía. Esta mayor
eficiencia se logra con la canalización de fondos desde agentes que no tienen un uso más
productivo para sus excedentes de fondos hacia agentes que sí lo tienen. De ahí que éstos
últimos estén dispuestos a pagar intereses por el uso de estos fondos (emisión de bonos) o a
compartir la propiedad y las utilidades futuras de sus propios negocios (emisión de acciones).

El buen funcionamiento de los mercados financieros es un factor clave para tener un alto
crecimiento económico, pero un pobre desempeño de dichos mercados es una de las razones
por las que aún muchos países permanecen muy pobres. En los países desarrollados las
actividades de los mercados financieros tienen impactos directos sobre la riqueza de las
personas, sobre el comportamiento de las empresas y de los consumidores y sobre el desempeño
cíclico de toda la economía.

Instituciones financieras como bancos, compañías de seguros y administradoras de fondos,


entre otras, son las que hacen que los mercados financieros realmente funcionen. Sin ellos, los
mercados financieros no serían capaces de mover fondos desde la gente que ahorra sus
excedentes hacia la gente que usa los fondos en oportunidades productivas de inversión.

Por tanto, un sistema financiero nacional desarrollado y eficiente constituye un importante


dinamizador del desarrollo económico nacional. De hecho, desde el punto de vista social es
fundamental que el sistema financiero, en su conjunto, no sólo sea eficiente sino que no sea
frágil. Por ambas razones es necesario que el sistema sea fuertemente regulado por el Estado.

Sin embargo, en países menos desarrollados, los mercados financieros no llegan a cumplir su
papel a plenitud, pues, son reducidas las empresas que pueden emitir papeles en el mercado y
es reducido el número de personas que puede invertir en ellos. En estos países que cobra más
importancia el papel de la banca, pues, reemplaza a los mercados en muchas de sus funciones
y, así, se convierte en uno de los mayores asignadores de recursos en la economía.

De este modo, el grado de influencia de la banca se vuelve inversamente proporcional al grado


de desarrollo de los países en los que se desenvuelven: a menor desarrollo, mayor influencia y
viceversa. Este grado de influencia se ve mitigado si la banca no está excesivamente
concentrada y si, además, demuestra que es capaz de discriminar consistentemente los buenos
proyectos de los malos proyectos, independientemente de quién los promueva. Por eso resulta
importante hacer un seguimiento del nivel de eficiencia con el cual la banca desempeña su papel
en la economía.

Por ejemplo, en tiempos de inestabilidad financiera, las actuaciones de la banca suelen ser
cruciales no sólo para determinar qué empresas sobrevivirán y cuáles no, sino también para
determinar qué inversiones seguirán siendo realizadas y cuáles no. Sin embargo, cuando pasan
los tiempos de inestabilidad financiera, las pautas de estrategia y política que toma la banca
también determinan qué actividades económicas específicas serán financiadas (y cuáles no),
qué sectores, qué zonas, qué ciudades y qué regiones del país serán atendidos (y cuáles no). De
hecho, la banca determina en qué condiciones serán ofrecidos y otorgados tales
financiamientos.

Este proceso tiene serias implicancias cuando la falta de competencia lleva a que las decisiones
se concentren en pocas manos y prevalezcan sólo los intereses de lucro individuales. Y es que
decisiones de maximización de ganancias (o de rentas) pueden ser eficientes desde el punto de
vista individual, pero indeseables desde el punto de vista social, como ocurre con el caso de las
ganancias cambiarias provenientes de sostener la dolarización financiera y con la cada vez
menor transparencia en la información de cobro de servicios financieros debido a formalización
de varias de prácticas abusivas.

Por tanto, la importancia de los mercados para la construcción de un sistema económico, que
no sólo fomente el crecimiento sino también el desarrollo, está condicionada a la eficiencia en
el desempeño conjunto del sistema financiero en general y de la banca en particular. Es decir,
en economías en desarrollo como la peruana, la función de la banca no sólo es la de ajustar el
comportamiento del ahorro y de la inversión y la de facilitar los pagos e intercambios del
sistema económico, sino que influyen de modo importante en el desarrollo empresarial y su
dinámica competitiva, así como en los patrones de crecimiento y comercio.
Por eso resulta preocupante la cada vez mayor concentración en el sistema y por eso se hace
necesaria la participación activa del regulador de la competencia y la defensa del consumidor.
Esto es necesario para evitar abusos de la creciente posición de dominio en el mercado y para
revertir la progresiva condescendencia con los comportamientos que impiden un mayor nivel
de competencia y, por tanto, de crecimiento y desarrollo económicos.

CARACTERÍSTICAS DE LA GESTIÓN BANCARIA

Cuando hablamos de las entidades bancarias debemos considerar que el entorno en el cual
desarrollan todas sus actividades financieras ha cambiado con el paso de los años en una manera
dinámica, demandando el mismo tipo de flexibilidad en sus procesos como así también las
herramientas financieras que ofrecen y lógicamente una mejor y más eficiente gestión bancaria.

Es sabido que todos estos aspectos señalan la necesidad imperiosa usar una herramienta que sea
capaz de permitir el control y el análisis de los resultados para de esta manera poder tomar las
decisiones correspondientes que afectarán a las gestión bancaria. Es importante que tengamos
en cuenta que son tres los aspectos que permiten llevar a cabo una correcta gestión bancaria, y
ellos son el conocimiento real de los costos para una reducción o racionalización de los mismos;
el conocimiento de todas aquellas rentabilidades correspondientes a los diferentes productos y
servicios que suele desarrollar cualquier entidad bancaria. Y por último, el control de las
variables fundamentales como por ejemplo, los riesgos de una y otra clase que los bancos están
obligadas a asumir durante el desarrollo de sus actividades.

Generalmente cuando los márgenes de la actividad correspondiente a la gestión bancaria


comienzan a disminuir por el incremento de la competencia, para la disminución de los tipos
de intereses, entre otros factores, es esencial conocer y controlar todos los costos de los
productos y lógicamente adecuar sus precios a los mismos. En la actualidad son muchos los
bancos que además de buscar el crecimiento de su negocio en el campo competitivo, están
interesados en poder lograr mediante la gestión bancaria el control del riesgo ya que éste es un
aspecto que contribuyen al saneamiento de dicho negocio. Por otra lado resulta muy importante
señalar que todas las investigaciones que se llevan a cabo en las distintas entidades bancarias,
dan muestra de que, aunque no se utilice un sistema convencional de costo, los bancos son
capaces de crear presupuestos que resulta ser el objetivo por las unidades de negocio y también,
analizar las desviaciones.
En ocasiones puede afirmarse que en la gestión bancaria existen ciertas limitaciones que se han
hecho presentes para la correcta utilización de la misma, entre las que se pueden mencionar la
escasa tradición en su uso, a excepción de todo aquellos relativo a los presupuestos básicos; la
falta de atención en los análisis y en el estudio de la gestión bancaria. Es importante tener en
cuenta que la teoría general que se refiere a la gestión bancaria se encuentra prácticamente
restringida a los profesionales que se desempeñan en este sector, y este es un factor que
realmente dificulta el conocimiento y la difusión de sus aspectos más importantes. Debemos
tener en cuenta la importancia de contar con un sistema de costos que resulte adecuado de
aplicar, pero es fundamental que consideremos que la gestión bancaria se encarga de controlar
los márgenes bancarios; determinar la calidad de los activos; enfrentar todos aquellos riesgos
inertes de su propia actividad; adaptar la calidad de los servicios que se suelen ofertar en cuanto
a las exigencias actuales del entorno en el que se realizan las actividades de gestión bancaria.

FUNCIONES DE LA GESTIÓN BANCARIA

Si debemos realizar una definición algo más técnica acerca de la gestión bancaria podemos
decir que la misma se define como el sistema encargado de ocuparse de la captación,
medición y valoración de los movimientos internos de un banco, así como también de su
nacionalización y control que resulta fundamental para poder suministrar a los distintos
directivos de la empresa bancaria, de la información relevante para que los mismos puedan
llevar a cabo la toma de las decisiones correspondientes.

Teniendo esto en cuenta podemos decir que lo importante es tener presente todas aquellas
particularidades de la gestión bancaria, sus servicios y productos deben ser analizados junto con
el proceso interno de transformación de valores, con el objetivo de proporcionar los flujos
correctos de la información para así poder establecer aquellas decisiones determinantes en la
gestión bancaria, y precisamente para poder lograr esto debe considerarse el análisis técnico del
proceso interno desarrollado en la gestión bancaria; las necesidades de flujo de información que
la entidad bancaria presente; las posibilidades del banco para poder obtener dicha información
y las particularidades especificas del banco. De todas formas es importante que destaquemos
que la mayoría de las entidades bancarias están llevando a cabo un proceso de gestión bancaria
que resulta mucho más eficiente y eficaz que les permite mejorar su nivel de adaptación a los
continuos cambios de este mercado tan complicado.

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