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TRABAJADOR(A) OCUPACIONALMENTE
EXPUESTO(A) A RADIACIONES IONIZANTES
TRABAJADOR(A) OCUPACIONALMENTE
EXPUESTO(A) A RADIACIONES IONIZANTES
1. INTRODUCCIÓN.
Para las radiaciones ionizantes, el concepto de trabajador expuesto se debe analizar de manera distinta
a los otros agentes de riesgo ocupacional, dado que cualquier nivel de exposición a éstas, conlleva un
riesgo. Como se conoce internacionalmente, los efectos de las radiaciones pueden ser determinísticos
y estocásticos, los primeros asociados a umbrales, cuyos valores son superiores a los límites de dosis
establecidos, y en los estocásticos, se asume la no existencia de umbrales, por lo que cualquier exposición
asocia este riesgo.
De lo anterior se deriva que, en toda práctica con exposición a radiaciones ionizantes se debe tener
siempre presente el cumplimiento de los principios de justificación, optimización y limitación de dosis.
En protección radiológica se utiliza el concepto de Trabajador Ocupacionalmente Expuesto a
Radiaciones Ionizantes, en adelante TOE, y la determinación de cuales trabajadores deben tener esta
consideración, no siempre es una tarea simple, debido a las múltiples situaciones y relaciones con el
agente que pueden presentarse en el ámbito laboral.
2. OBJETIVO.
Proponer un esquema, con criterios basados en la actual regulación y en recomendaciones internacio-
nales, para permitir de manera sencilla establecer qué trabajadores deben ser considerados TOE.
3. ALCANCE.
La presente nota técnica está dirigida principalmente a las personas encargadas de definir cuáles de sus
trabajadores son TOE. Además, puede ser utilizada por cualquier trabajador u otros interesados en el tema.
Cuando se trata de una práctica, pueden elaborarse disposiciones de protección y seguridad radioló-
gicas antes de su comienzo, y las correspondientes exposiciones a la radiación y su probabilidad pueden
restringirse desde el principio. En el caso de la intervención, las circunstancias que originan la exposición
o la probabilidad de que esto ocurra, ya existen, y su reducción solo puede conseguirse con medidas mi-
tigadoras o protectoras.
En este marco, toda exposición de personas a radiaciones ionizantes deberá considerar y estar basada
en los siguientes tres Principios Fundamentales de la Protección Radiológica:
• Justificación: Una práctica que conlleve o pueda conllevar exposición a la radiación solo debería
adoptarse si reporta a los individuos expuestos o a la sociedad, un beneficio suficiente para compen-
sar el detrimento radiológico que cause o pueda causar.
• Optimización: Las fuentes de radiación y las instalaciones deberían dotarse de las mejores medidas
de protección y seguridad que sean asequibles en las circunstancias existentes, de forma que la mag-
nitud, probabilidad de las exposiciones y el número de individuos expuestos sean lo más bajo que
puedan razonablemente alcanzarse, teniendo en cuenta los factores económicos y sociales, las dosis
que causen y el riesgo que generen se restrinjan.
• Limitación de Dosis: Las dosis individuales debidas a la combinación de las exposiciones resul-
tantes de todas las prácticas significativas no deberían sobrepasar los límites de dosis especificados.
5.2. Extracto de Decreto Supremo N°133 “Aprueba reglamento sobre autorizaciones para
instalaciones radiactivas o equipos generadores de radiaciones ionizantes, personal que
se desempeña en ellas, u opere tales equipos y otras actividades afines”, de 1984, del
Ministerio de Salud.
Artículo 3. Toda persona que se desempeñe en las instalaciones radiactivas u opere equipos generadores
de radiaciones ionizantes, y esté expuesta a dichas radiaciones, deberá contar con autorización del Servicio
de Salud correspondiente.
Artículo 16. Toda persona que desarrolle actividades relacionadas directamente con el uso, manejo o
manipulación de sustancias radiactivas u opere equipos generadores de radiaciones ionizantes deberá
ser autorizada por el Servicio de Salud correspondiente. Esta autorización tendrá validez en todo el
territorio nacional.
Nota: Se debe interpretar Servicio de Salud como Secretaría Regional Ministerial de Salud (SERE-
MI de Salud) para la aplicación de lo indicado en artículo 16, de acuerdo a la Ley 19.937 de Autoridad
Sanitaria.
Criterios de Exención
I-1. Las prácticas y las fuentes adscritas a las prácticas podrán declararse exentas de los requisitos pres-
critos por las Normas, incluidos los de notificación, registro o concesión de licencia, si la autoridad
reguladora comprueba que las fuentes satisfacen los criterios o los niveles de exención especificados
en esta adenda, u otros niveles de exención especificados por la autoridad reguladora basándose en
estos criterios de exención. La exención no debería concederse para permitir prácticas que no serían
justificadas por otras razones.
I-2. Los principios generales de exención son que:
a) Los riesgos radiológicos para los individuos, causados por la práctica o la fuente declaradas
exentas, sean tan bajos que carezca de objeto su reglamentación;
b) El impacto radiológico colectivo de la práctica o la fuente declaradas exentas sea tan bajo que, en
las circunstancias existentes, no sea preciso su control reglamentario;
c) Las prácticas y las fuentes declaradas exentas sean intrínsecamente seguras, sin que exista pro-
babilidad apreciable de escenarios que pudieran conducir a un incumplimiento de los criterios
enunciados en a) y b).
I-3. Una práctica o una fuente adscrita a una práctica podrá declararse exenta, sin ulterior estudio, siempre
que se satisfagan los siguientes criterios en todas las situaciones posibles:
a) La dosis efectiva que se prevea sufrirá cualquier miembro del público a causa de la práctica o la
fuente exentas sea del orden de 10 µSv o menos en un año, y
b) O bien la dosis efectiva colectiva comprometida resultante de un año de realización de la práctica
no sea superior a 1 Sv × hombre, aproximadamente, o bien una evaluación de la optimización de
la protección demuestre que la exención es la opción óptima.
I-5. Podrán concederse exenciones condicionales con sujeción a las condiciones que especifique la autoridad
reguladora, relativas, por ejemplo, a la forma física o química y al tipo de utilización o evacuación de las
materias radiactivas. En particular, podrá concederse una exención de este tipo para un aparato que con-
tenga substancias radiactivas no exentas en virtud del apartado a) del párrafo 1-4, siempre que:
a) sea de un tipo aprobado por la autoridad reguladora;
b) las substancias radiactivas se presenten en forma de fuentes selladas que impidan eficazmente
todo contacto con dichas substancias o su fuga, con la salvedad de que esto no debería ser óbice
para la exención de pequeñas cantidades de fuentes no selladas como las utilizadas en radioinmu-
noanálisis;
c) en condiciones normales de funcionamiento, no cause una tasa de dosis equivalente ambiental o
una tasa de dosis equivalente direccional, según el caso, superior a 1 µSv × h-1 a una distancia de
0,1 m medida desde cualquier superficie accesible del aparato;
d) la autoridad reguladora haya especificado las condiciones necesarias para la evacuación.
I-6. Las substancias radiactivas provenientes de una práctica o una fuente autorizadas, cuyo vertido al
medio ambiente se haya autorizado, están exentas de todo nuevo requisito de notificación, registro o
concesión de licencia, a no ser que la autoridad reguladora especifique otra cosa.
Categorías de exposición
La Comisión distingue tres categorías de exposiciones: Exposiciones ocupacionales, exposiciones del
público, y exposiciones médicas de pacientes.
• Exposición ocupacional: La exposición ocupacional está definida por la Comisión como toda ex-
posición a radiaciones de los trabajadores ocurrida como resultado de su trabajo.
El empleador tiene la responsabilidad principal en la protección de los trabajadores. Sin embargo, la
persona que en virtud de una licencia o autorización es responsable por la fuente (cuando no es el
mismo empleador) también tiene responsabilidad en la protección radiológica de los trabajadores.
• Exposición del público: La exposición del público comprende todas las exposiciones que no sean
exposiciones ocupacionales ni exposiciones médicas de pacientes. Se produce como resultado de
un conjunto de fuentes de radiación. La componente de la exposición del público atribuible a fuentes
naturales es de lejos la más grande, pero ello no constituye justificación alguna para reducir la aten-
ción prestada a las exposiciones menores pero más fácilmente controlables provocadas por fuentes
artificiales.
Las exposiciones del embrión o feto en los casos de trabajadoras embarazadas se consideran y están
reglamentadas como exposiciones del público.
Límites de Dosis
Órgano Expuesto
Anual (rem)
Cuerpo entero, gónadas, médula ósea 5
Cristalino 30
Para facilitar la comprensión del presente documento, lo anterior se puede interpretar de la siguiente forma:
Límites de Dosis
Órgano Expuesto Magnitud Dosimétrica
Anual (mSv)
Cuerpo entero Dosis efectiva
Gónadas 50
Médula ósea
Dosis equivalente
Cristalino 300
Exposición ocupacional
a) Una dosis efectiva de 20 mSv por año como promedio en un período de cinco años consecutivos;
b) Una dosis efectiva de 50 mSv en cualquier año.
c) Una dosis equivalente al cristalino de 150 mSv en un año.
d) Una dosis equivalente a las extremidades (manos y pies) o a la piel de 500 mSv en un año.
6.3. Radiation Protection and Safety of Radiation Source: International Basic Safety
Standards. General Safety Requeriments Part 3, N° GSR Part 3, 2014.
Exposición ocupacional
a) Una dosis efectiva de 20 mSv por año como promedio en un período de cinco años consecutivos (100
mSv en 5 años) y de 50 mSv en un año;
b) Una dosis equivalente en cristalino de 20 mSv por año como promedio en un período de cinco años
consecutivos (100 mSv en 5 años) y de 50 mSv en un año.
d) Una dosis equivalente a las extremidades (manos y pies) o a la piel de 500 mSv en un año.
Sería aquella en la cual, la autoridad pueda calificar como exenta analizando el cumplimiento de todos o
algunos de los criterios expuestos en 5.3, por ejemplo, situaciones ocupacionales en las que independiente
de las acciones que el trabajador pueda ejecutar, no le sea posible someterse, o someter a otro individuo,
a tasas de dosis equivalente ambiental o tasas de dosis equivalente direccional, según corresponda, supe-
riores a 1 µSv/h a distancias de 0,1 metros medidos desde cualquier superficie accesible del aparato. Con
esto pudiera ser factible eximir de dicha condición a trabajadores, cuyas dosis y las que puedan producir
sobre otros, sean despreciables.
De cualquier manera, se destaca que nuestra regulación no describe la posibilidad de declarar como exen-
tas algunas de estas prácticas, por lo que las instalaciones deberán contar siempre con la debida autorización
de operación, estableciéndose un explotador con responsabilidad en lo que atañe a la protección radiológica,
pero no parece necesario el que los trabajadores que realizan la práctica sean considerados como TOE.
Se estima innecesario el análisis de todas aquellas situaciones de manipulación directa de materiales
radiactivos en forma de fuentes abiertas, ya que resulta evidente que todo aquel trabajador sea considerado
TOE, por lo crítico y dependiente de las acciones del trabajador respecto de los niveles de exposición y
eventual incorporación de materiales radiactivos.
El segundo criterio establece que será TOE todo aquel que tenga o pueda tener una exposición nor-
mal, superior a los niveles de dosis aplicables para individuos del público, para lo que se propone utilizar
el criterio internacional de 1 mSv al año. En la actualidad nuestra regulación no establece límites de dosis
para las exposiciones del público.
Con este criterio es posible establecer como TOE a los ocupantes de una serie de puestos de trabajo que
no operan equipos generadores ni manipulan directamente materiales radiactivos, pero su actividad guarda
relación directa con la utilización de radiaciones ionizantes. Por citar algunos ejemplos, en prácticas inter-
vencionistas hay una serie de profesionales y técnicos que apoyan diferentes procedimientos quirúrgicos
asistidos o guiados en instantes con equipos de rayos X, por lo que, de acuerdo a este criterio, todo este
equipo de trabajo debe considerarse TOE.
Este criterio debe ser utilizado respetando adecuadamente los principios de la protección radiológica,
en cuanto a que no se debe incluir en este grupo a aquellas personas que por sus actividades o funciones,
puedan ser considerados como público.
El tercer criterio indica incluir como TOE a quienes se desempeñan dentro de áreas denominadas
como controladas, sin importar para su aplicación, los tiempos de permanencia o de los niveles de expo-
sición normal que las actividades impliquen. Para esto se debe considerar que en algunas instalaciones o
prácticas estas áreas se mantienen en esta condición en todo momento, sin embargo, en otras, la condición
de controlada es variable en el tiempo, es decir, el área puede ser considerada como tal cuando se realiza
en ella una tarea específica, no así, cuando no se realiza la misma.
Este criterio resulta útil para aquellas situaciones en que las personas no cumplen ninguno de los an-
teriores, es decir, no operan ni manipulan directamente ninguna fuente emisora de radiaciones, y al mismo
tiempo sus exposiciones normales son compatibles con las del público.
Nuestra regulación, al no ser explícita sobre este tipo de situaciones, ha generado que muchas activi-
dades con exposición ocupacional, que según este criterio debieran ser realizadas por individuos tratados
como TOE, las desarrollen trabajadores sin dicho tratamiento, sobre todo para situaciones periódicas con
frecuencias o tiempos de exposición bajas, y que por ello generan bajos niveles de exposición normal.
Ante estas situaciones, en ocasiones se tiende a que dichos trabajadores realicen las actividades utilizando
elementos de protección personal, sin los debidos entrenamientos en su adecuado uso, sin utilización,
además, de dosímetros personales y sin la debida autorización de desempeño y sin los conocimientos en
materia de protección radiológica. Este último criterio es apoyado por la Circular N° B33/37, del Ministerio
de Salud, así mismo, con las materias establecidas en el artículo 21 del D.S. N°40, de 1969, del Ministerio
del Trabajo y Previsión Social.
Para la aplicación de este criterio, en toda instalación deben estar clara y correctamente definidas las
denominaciones y dinámica de las distintas áreas que involucra cada práctica, considerando además que,
las mismas, han debido superar el respectivo proceso de autorización.
Algunos ejemplos de estas situaciones se pueden encontrar en servicios de urgencia donde se puede
requerir que los camilleros asistan o posicionen pacientes en distintos procedimientos con exposición a
radiaciones, también trabajadores que se exponen en áreas controladas asistiendo a pacientes en exámenes
como tomografías computadas, y otros que son momentáneamente requeridos en las salas de pabellón en
prácticas intervencionistas. De acuerdo al tercer criterio, todos ellos debieran ser considerados como TOE.
Finalmente, se estima que con el anterior análisis y los tres criterios propuestos, se da un mayor grado
de claridad respecto de las personas que deben ser tratadas como TOE en las diferentes instalaciones
radiactivas, en diferentes prácticas y en diversas situaciones, facilitando el trabajo de aquellas personas
encargadas de gestionar dichas definiciones.
9. BIBLIOGRAFÍA.
9.1. Decreto Supremo N°3 “Reglamento de Protección Radiológica de Instalaciones Radiactivas”, de 1985,
del Ministerio de Salud.
9.2. Decreto Supremo N°133 “Reglamento sobre Autorizaciones para Instalaciones Radiactivas o Equipos
Generadores de Radiaciones Ionizantes, Personal que se Desempeña en Ellas, u Opere Tales Equipos
y Otras Actividades Afines”, de 1984, del Ministerio de Salud.
9.3. Agencia para la Energía Nuclear de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (AEN/
OCDE), Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Organización de las Naciones Unidas
para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Organización Internacional del Trabajo (OIT), Organización
Mundial de la Salud (OMS) y Organización Panamericana de la Salud (OPS), International Basic Safety
Standards for Protection against Ionizing Radiation and for the Safety of Radiation Sources, Safety
Series 115, 1997.
9.4. International Commission on Radiological Protection, The 2007 Recommendations of the International
Commission on Radiological Protection Publication 103, 2007.
9.5. International Commission on Radiological Protection, Publication 60, 1990.
9.6. General Safety Requirements Part 3, N° GSR Part 3, Radiation Protection and Safety of Radiation
Sources: International Basic Safety Standards, European Commission, Food and Agriculture Organiza-
tion of United Nations, International Atomic Energy Agency, International Labour Organization, OECD
Nuclear Energy Agency, Pan American Health Organization, United Nations Environment Programme,
World Health Organization, IAEA Safety Standards Series N°. GRS Part 3, 2014.
9.7. Circular B33/37, 21 de octubre de 2014, Subsecretaría de Salud Pública, Ministerio de Salud.
9.8. D.S. N° 40, de 1969, del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, que Aprueba el Reglamento sobre
Prevención de Riesgos Profesionales.