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Nuestra Respuesta a la Santidad de Dios

¡Dios es santo, santo, santo! Aunque hemos pecado contra Él y nos habíamos hecho una
abominación ante Él, Él nos reconcilió a Sí mismo por medio de la muerte de Su propio
Hijo. Habiéndonos salvado, nos ha llamado para ser Su pueblo especial sobre la tierra.
 ¿Cómo debemos vivir en respuesta a esta gran verdad?
 ¿Cómo debemos vivir ante un Dios santo?
1. ¿Cuán importante es que reconozcamos y comprendamos la santidad de Dios? ¿Cuán
importante es que crezcamos en nuestra santidad personal?
Hebreos 12:14 “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.”
Nota: En hebreos 12:14, aprendemos que ninguna persona impía o sin santidad será
aceptable a Dios. Esto no significa que podemos ganar aceptación ante Dios a través de
nuestras propias obras, sino que significa que todos los que verdaderamente son salvos
por medio de la gracia de Dios serán transformados por la misma gracia.

Nuestro crecimiento en la santidad es la evidencia de nuestra salvación.

👀 No somos salvos porque somos santos, pero la salvación verdadera siempre


resultará en la verdadera santidad en la vida del creyente.
2. ¿Qué hace Dios para asegurar que TODOS sus hijos reflejen Su santidad? (1 Pedro
1:16 “porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo”)
Hebreos 12:5-11 “5 y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige,
diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres
reprendido por él;6 Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe
por hijo.7 Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel
a quien el padre no disciplina?8 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han
sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.9 Por otra parte, tuvimos a
nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no
obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?10 Y aquéllos,
ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo
que nos es provechoso, para que participemos de su santidad.11 Es verdad que ninguna
disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto
apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.”
3. ¡Dios es santo, santo, santo! ¿Cómo debemos vivir a la luz de esta gran verdad?
En lo siguiente, se encuentran varias apropiadas respuestas a la santidad de Dios.
a. Debemos vivir ante Dios con Reverencia y Piadoso Temor:
Salmo 96:9 “Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad; Temed delante de él, toda
la tierra.”
Isaías 8:13 “A Jehová de los ejércitos, a él santificad; sea él vuestro temor, y él sea
vuestro miedo.”
Habacuc 2:20 “Mas Jehová está en su santo templo; calle delante de él toda la tierra.”
Eclesiastés 5:1-2 “Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para
oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal.2 No te
des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios;
porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras.”
b. Debemos vivir ante Dios con Adoración, Gozo, y Acciones de Gracias:
Salmo 30:4 “Cantad a Jehová, vosotros sus santos, y celebrad la memoria de su
santidad.”
Salmo 97:12 “Alegraos, justos, en Jehová, y alabad la memoria de su santidad.”
Salmo 99:3, 5, 9 “3 Alaben tu nombre grande y temible; Él es santo. 5 Exaltad a Jehová
nuestro Dios, Y postraos ante el estrado de sus pies; Él es santo. 9 Exaltad a Jehová
nuestro Dios, Y postraos ante su santo monte, Porque Jehová nuestro Dios es santo.”
Isaías 12:6 “Regocíjate y canta, oh moradora de Sion; porque grande es en medio de ti
el Santo de Israel.”
c. Debemos vivir ante Dios en Santidad y Obediencia:
Levítico 20:26 “Habéis, pues, de serme santos, porque yo Jehová soy santo, y os he
apartado de los pueblos para que seáis míos.”

👀 Nota: Dios nos ha puesto aparte del resto de los pueblos sobre la tierra para ser
Suyos. Nosotros debemos responder por medio de separarnos de todo lo que no le gusta
y darnos a Él en adoración y servicio.
Levítico 22:31-33 “31 Guardad, pues, mis mandamientos, y cumplidlos. Yo Jehová.32 Y no
profanéis mi santo nombre, para que yo sea santificado en medio de los hijos de Israel.
Yo Jehová que os santifico,33 que os saqué de la tierra de Egipto, para ser vuestro Dios.
Yo Jehová.”

👀 Nota: Dios nos ha santificado (i.e. separado) para ser Su pueblo especial. Nosotros
debemos santificar al Señor (i.e. honrarle como único y especial, sobre todo) por medio
de guardar Sus mandamientos. El desobedecer Sus mandamientos es profanar Su
Nombre (i.e. tratarle como algo común o no importante)
2 Corintios 6:16-7:1 “16 ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos?
Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré
entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo.17 Por lo cual, Salid de en medio de
ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré,18 Y seré para
vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.
7Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda
contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.”
Efesios 4:22-24 “22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que
está viciado conforme a los deseos engañosos,23 y renovaos en el espíritu de vuestra
mente,24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la
verdad.”
2 Timoteo 2:19-21 “19 Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el
Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de
Cristo.20 Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino
también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos
viles.21 Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra,
santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra.”
1 Pedro 1:14-17 “14 como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais
estando en vuestra ignorancia;15 sino, como aquel que os llamó es santo, sed también
vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;16 porque escrito está: Sed santos,
porque yo soy santo.17 Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas
juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra
peregrinación;”
d. Debemos vivir ante Dios con Integridad:
Salmo 15:1-5 “Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte
santo?2 El que anda en integridad y hace justicia, Y habla verdad en su corazón.3 El que
no calumnia con su lengua, Ni hace mal a su prójimo, Ni admite reproche alguno contra
su vecino.4 Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado, Pero honra a los que temen a
Jehová. El que, aun jurando en daño suyo, no por eso cambia;5 Quien su dinero no dio a
usura, Ni contra el inocente admitió cohecho. El que hace estas cosas, no resbalará
jamás.”
Salmo 24:3-6 “3 ¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar
santo?4 El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas
vanas, Ni jurado con engaño.5 El recibirá bendición de Jehová, Y justicia del Dios de
salvación.6 Tal es la generación de los que le buscan, De los que buscan tu rostro, oh
Dios de Jacob. Selah”

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