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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ECUADOR

Nombre: Gabriela Ñato

Teoría de la arquitectura III

Tema: Las formas del caos: fractales, pliegues y rizomas

En los inicios del pensamiento occidental fue vital delimitar el concepto de caos
para interpretar un mundo desconocido en su funcionamiento. Pero si el
desarrollo de la ciencia y el pensamiento occidental se han basado en oponer
continuamente el orden al caos, en las últimas décadas el caos ha surgido
como un referente. Esto se produce por la nueva conciencia de que todo
fluctúa, de que estamos embarcados en lo imprevisible. Desde este punto de
vista, el orden ya no sería más que una excepción, una rareza deseada en un
universo donde el desorden y la incertidumbre son lo ordinario.

El concepto de caos aplicado a la arquitectura


Una serie de nuevos paradigmas del pensamiento post-estructuralista y de la
nueva ciencia – como los fractales, los pliegues y los rizomas – permiten ver,
interpretar y proyectar dentro de la complejidad del mundo contemporáneo,
explorando otras lógicas que se aproximan a los fenómenos del caos y a los
procesos de mutación.Ciertamente a las formas del caos – pliegues, fractales y
rizomas – les es muy difícil expresar monumentalidad. Su lógica es
antirrepresentativa: se corresponden más con el desorden, imprevisión,
individualidad, transitoriedad y fluidez de la vida cotidiana que con la voluntad
de perfección, legislación, representación y control de la esfera pública.

Fractales
Los fractales constituyen una manera de geometrizar el caos de la naturaleza,
de iluminar el desorden, midiéndolo, representándolo y domesticándolo. En el
último cuarto del siglo XX se presentó la posibilidad de conciliar lo caótico y
orgánico con lo ordenado y geométrico. Podemos considerar la propuesta de
los clusters2, las formas arracimadas o ramificadas elaboradas por Alison y
Peter Smithson, Candilis, Josic y Woods y otros autores en el contexto de los
planteamientos del Team 10, como una anticipación del concepto de fractal
propuesto por Benoît Mandelbrot.
Muchas manifestaciones de las artes contemporáneas que se basan en flujos y
movimientos tienen que ver con formas complejas y asimétricas, con la
iteración de gestos. Por ejemplo, podemos relacionar el orden oculto del jazz,
aparentemente desordenado y arrítmico, con la técnica de dripping de Jackson
Pollock, asimétrico y gestual; de la misma manera que la gestualidad y la
materia de los flujos conducen a arquitecturas de los Smithson o a las
propuestas de Louis I. Kahn, como el ya citado proyecto urbano para remodelar
el centro de Filadelfia, partiendo de las líneas de tráfico peatonal.
Podemos encontrar leyes de homotecia interna, elemento geométrico común a
las muy diversas formas fractales, en la naturaleza o en las obras que el ser
humano ha creado inspirándose en ella, como los muros ciclópeos de piedra de
la arquitectura inca en Sacsahuaman o en Machupichu, Perú, que presentan
siempre la misma estructura de encaje de piedras y planos, tanto si lo
observamos a gran escala, a la pequeña escala, en detalle o al microscopio.
Tal como explica Inés Moisset (1967), en los últimos años se han desarrollado
dos sistemas para crear fractales: los Sistemas de Funciones Iteradas (IFS)
que, por rotación, traslación y cambio de escala, generan formas naturales
como helechos o espirales mediante el ordenador; y los Sistemas L creados a
partir de la idea de Aristid Lyndenmayer de “autómatas celulares” (1968) en los
que mediante el ordenador las formas se van subdividiendo y pueden crear
árboles y otras formas de la naturaleza y de los seres vivos.

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