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LA PORNOGRAFÍA PUEDE HACER DAÑO A LOS

ADOLESCENTES
Introducción:
La pornografía es el uso de imágenes de contenido sexual para
provocar la excitación de la persona que la contempla, sea este un
adulto o un adolescente.

Esta forma de expresión utiliza imágenes u otros materiales


completamente explícitos. Existen multitud de vías para transmitir la
pornografía: literatura, cine, comic, escultura, revistas, pintura y desde
hace unos años también internet donde ocupa una infinidad de sitios.

Los adolescentes consumidores de pornografía


Aunque está prohibida para ellos, el hecho es que muchos adolescentes
son consumidores, más o menos ocasionales, de pornografía. Algunos
acceden a ella de manera casual y no vuelven a buscarla. Otros, en
cambio se aficionan a ella y la consumen con frecuencia.

Qué efectos puede tener sobre los adolescentes

Falta de crítica. Los adolescentes, sobre todo en la primera parte de


esta etapa, están todavía muy lejos de estar formados
intelectualmente. Lo más habitual es que carezcan de la capacidad
crítica necesaria para evaluar adecuadamente todo lo que les rodea.
Si a lo que se enfrentan es a la pornografía es probable que no sean
capaces de discernir que aquello no es real, que la pornografía no
refleja la sexualidad humana real. Y ello puede llegar a tener
consecuencias sobre su propia sexualidad. Puede ocurrir que su
identidad como seres sexuales que está formándose en ese momento
madure deformada por la visión de la pornografía en vez de basarse
en una imagen real.
Copia. Es muy frecuente en la vida de los adolescentes que imiten lo que
observan. Si lo que imitan es la pornografía
van a intentar vivir una sexualidad que no es real ni sana y que a la larga
puede provocarles complejos o disfunciones.

Roles de género. En las relaciones heterosexuales es


fundamental el respeto mutuo y el entendimiento de que la mujer
es igual al hombre. Si los adolescentes se basan en lo que
observan en la pornografía pueden desarrollar una idea confundida
sobre los roles de los géneros en las relaciones sexuales. Pueden
creer que las mujeres deben estar sometidas a los varones. Y eso
también puede provocar muchos conflictos tanto en las chicas
como en los chicos.
Qué hacer si un hijo es consumidor de pornografía
Si los padres de un adolescente descubren que su hijo o hija es
consumidor de pornografía primero deberán saber si solo es una afición
ocasional o su hijo es un consumidor habitual. Pero en ambos casos no
es recomendable prohibirlo de forma tajante. Es bastante habitual que
los adolescentes se rebelen contra estas prohibiciones buscando otros
modos de seguir haciendo lo mismo.

Lo más efectivo es hablar con el adolescente o la adolescente y


explicarle exactamente qué es la pornografía. Es decir, asegurarse de
que el chico o la chica entieden perfectamente que la pornografía no es
una muestra real de la sexualidad humana.

PELIGROS DE LA PORNOGRAFÍA

La pornografía esclaviza y hace mucho daño a sus víctimas (2 Pedro 2:19).

¿Qué efecto tiene la pornografía en la familia?

LO QUE DICEN LOS EXPERTOS: “La pornografía destroza


matrimonios y familias.”
La pornografía hiere a los matrimonios y las familias...
 ... al debilitar la confianza, la intimidad y el amor del matrimonio (Proverbios
2:12-17).
 ... al promover el egoísmo, el distanciamiento emocional y la
insatisfacción en la relación de pareja (Efesios 5:28, 29).
 ... al alimentar fantasías y deseos malsanos (2 Pedro 2:14).
 ... al incitar al usuario para que obligue a su cónyuge a realizar actos
sexuales cuestionables (Efesios 5:3, 4).
 ... al promover la infidelidad emocional y física (Mateo 5:28).
La Biblia dice que los cónyuges no deben traicionarse (Malaquías
2:16). Pues bien, la infidelidad es una traición que destroza los
matrimonios y conduce a la separación y el divorcio, lo cual
causa, a su vez, graves daños a los hijos.

La pornografía también afecta a los


niños de maneras más directas. Brian
sigue contando: “Cuando tenía unos 10
años, encontré las revistas
pornográficas de mi padre mientras
jugaba a esconderme. Empecé a
mirarlas en secreto, aunque no sabía
realmente por qué me atraían aquellas
imágenes. Así comenzó una costumbre
destructiva que mantuve hasta la edad
adulta.” Varios estudios demuestran
que la pornografía puede llevar a los adolescentes a tener relaciones
sexuales a edades más tempranas y a hacerse promiscuos y sexualmente
agresivos. Además, crea en ellos inestabilidad emocional y psicológica.

La pornografía es un veneno que destruye los lazos de amor y causa


dolor y sufrimiento (Proverbios 6:27).
¿Qué dice la Palabra de Dios sobre la pornografía?
LO QUE DICE LA BIBLIA: “Den muerte a todos sus malos deseos; no
tengan relaciones sexuales prohibidas, no sean indecentes, dominen
sus malos deseos, y no busquen amontonar dinero, pues es lo mismo
que adorar a dioses falsos” (Colosenses 3:5, Traducción en lenguaje
actual).
En pocas palabras, Jehová* detesta la pornografía. Pero no porque sea
puritano. Él nos hizo con la facultad de tener relaciones sexuales y su
propósito era que los casados se valieran de ellas para complacerse
mutuamente, sentirse más unidos y compartir la felicidad de traer hijos
al mundo (Santiago 1:17).

Entonces, ¿por qué decimos que Jehová condena la pornografía? Veamos


algunas razones.

 Jehová sabe que la pornografía puede arruinar la vida de las personas (Efesios
4:17-19).
 Él nos ama y no quiere que suframos (Isaías 48:17, 18).
 Desea proteger a los matrimonios y las familias (Mateo 19:4-6).
 Quiere que seamos personas morales y que respetemos los
derechos de los demás (1 Tesalonicenses 4:3-6).
 Quiere que respetemos nuestras facultades reproductivas y las
utilicemos de manera digna (Hebreos 13:4).
 Él sabe que la pornografía transmite un punto de vista retorcido,
egoísta y satánico del sexo (Génesis 6:2; Judas 6, 7).

1. La pornografía perjudica la amistad de la persona con Dios (Romanos


1:24). No obstante, Jehová se compadece de quienes quieren
liberarse de ese vicio. La Biblia dice: “Jehová es misericordioso y
benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa. Pues
él mismo conoce bien la formación de nosotros, y se acuerda de que
somos polvo” (Salmo 103:8, 14). Dios invita a los humildes a que
acudan a él a fin de obtener “misericordia y [hallar] bondad
inmerecida para ayuda al tiempo apropiado” (Hebreos 4:16; vea el
recuadro “Cómo liberarse de la pornografía”).
Un sinfín de personas han aceptado la ayuda de Dios. ¿Les ha
funcionado? Veamos lo que dice la Biblia de algunas que lograron
superar hábitos perjudiciales: “Ustedes han sido lavados, [...] ustedes
han sido santificados, [...] ustedes han sido declarados justos en el
nombre de nuestro Señor Jesucristo y con el espíritu de nuestro Dios” (1
Corintios 6:11). Tales personas se identifican con estas palabras del
apóstol Pablo: “Para todas las cosas tengo la fuerza en virtud de aquel
que me imparte poder” (Filipenses 4:13).

2. Pedir ayuda a otras personas.


“La adicción a la pornografía es
algo tan secreto y vergonzoso que
uno no se atreve a pedir ayuda a
nadie; piensa que la podrá vencer
solo. Pero no es así. Me di cuenta
de que solo se puede vencer con la
ayuda de alguien. Así que me
tragué el orgullo y se lo conté a mi esposa. También le pedí ayuda a un
amigo de confianza. Ha sido lo más difícil que he tenido que hacer en mi
vida, pero recibí la ayuda que necesitaba.” (Yoshi.)
Hace falta valor y determinación para
hablar del asunto. No obstante, si se quiere
vencer la adicción y restaurar la buena
relación con los seres queridos, es
fundamental hacerlo. Susan, mencionada
antes, cuenta: “Después de contárselo a
alguien sentí un inmenso alivio. Aunque fue
muy doloroso, me produjo una sensación
de paz y una conciencia tranquila”
(Santiago 5:16).

3. Identificar y evitar los desencadenantes.

situaciones, pensamientos o
emociones pudieran
desencadenar en usted malos
deseos? ¿Navegar por Internet?
¿Ver la televisión a altas horas
de la noche? ¿Leer ciertas
revistas? ¿Ir a la playa? ¿El
hambre, la ira, la soledad, el
cansancio? “Identifique sus
debilidades y huya de ellas como
si fueran la peste”, dice Sven.
De hecho, el propio Jesucristo
aconsejó: “Si ese ojo derecho
tuyo te está haciendo tropezar, arráncalo y échalo de ti” (Mateo 5:29).
“Cuando siento la tentación de mirar con deseo a una mujer, oro
enseguida a Jehová y miro para otro lado”, comenta Franz. El fiel
patriarca Job dijo: “Hice un pacto solemne con mis ojos: no mirar con
deseo a una muchacha” (Job 31:1, La Palabra de Dios para Todos).

4. Fortalecer la espiritualidad.

“Llene su mente de pensamientos sanos, y su vida de actividades espirituales”, añade Franz.


La Biblia garantiza: “Cuantas cosas sean verdaderas, cuantas sean de seria consideración,
cuantas sean justas, cuantas sean castas, cuantas sean amables, cuantas sean de buena
reputación, cualquier virtud que haya y cualquier cosa que haya digna de alabanza, continúen
considerando estas cosas [...]; y el Dios de la paz estará con ustedes” (Filipenses 4:8, 9).

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