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Ecología de la Rumorosa y la Salud Humana (Junio 07 de 2018)

Los “Ventiladores” de AMLO


Por: M. Ángel Córdova L.

Recientemente, el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador (AMLO)


se puso en boca de todos al confundir los aerogeneradores del Parque Eólico
“Energía Sierra de Juárez”, ubicado en La Rumorosa, Baja California, y mostrarse
contrario a la conclusión del proyecto, pues “deberían de cuidar ese espacio
natural”, porque “no hay nada más bonito que ‘La Rumorosa’.”

Sobre este tema, el político tabasqueño cometió dos graves errores: al referirse a
los aerogeneradores como “ventiladores”, y al asegurar, sin ofrecer argumentos,
que éstos afectan el ambiente de la zona.

¿”Ventiladores”?

Ante la evidente ignorancia del aspirante a la Presidencia de México al respecto, y


la falta de cuidado de sus “asesores”, voy a permitirme hacer la diferenciación
pertinente, a partir de su objetivo y operación, sin meterme en cuestiones de
diseño., lo cual requeriría un espacio mucho más amplio.

Un ventilador es un aparato relativamente pequeño, de uso doméstico o industrial,


que funciona a base de electricidad, para hacer girar un motor acoplado a un
juego de aspas, con el propósito de empujar el aire hacia el frente, generando una
corriente de aire (más fresco que el ambiente, gracias a que el aumento en la
velocidad de un fluido hace que su presión y su temperatura se reduzcan).

Para comprobar lo anterior basta con poner las manos a los lados de la boca y
soplar entre ellas, primero con la boca abierta y luego con la boca formando un
pico. Se notará que, en el primer caso, el aire viaja lento y se siente de tibio a
caliente, mientras que en el segundo, sale más rápido y se percibe más fresco.

Un aerogenerador, por su parte, es un equipo de gran tamaño, que aprovecha la


fuerza y velocidad del viento, para que sus aspas se muevan rápidamente y hagan
girar una turbinak, para producir electricidad. Se considera una fuente limpia y
renovable de energía, porque en su operación no se utilizan combustibles fósiles
(generadores de gases de efecto invernadero, que son los responsables del
calentamiento global y, por ende, del cambio climático), y porque el viento es un
recurso considerado inagotable, renovable.

Como puede verse, ambos equipos funcionan en sentido contrario, pes mientras el
ventilador usa electricidad para producir viento, el aerogenerador aprovecha el
viento para producir electricidad ¡limpia!, ¡verde!, o como prefieran llamarle.
¿Daños a La Rumorosa?

Con respecto a la segunda afirmación, parece sustentada en una vieja


reclamación estadounidense, que data de 2009, cuando se anunció el proyecto,
según registra un artículo publicado en la edición electrónica de la Revista
“Proceso”, el 18 de enero de 2013, con la firma de Emilio Godoy.

El parque eólico se edifica en un área de casi 300 mil hectáreas, que abarcan las
zonas de Jacume, La Rumorosa, Cordillera Molina y Sierra de Juárez, en los
Municipios de Mexicali, Tecate y Ensenada.

Según el artículo, la instalación se programó en varias fases: 52 aerogeneradores


en la primera etapa, con capacidad para producir 130 megawatts (Mw), hasta
alcanzar, en las fases siguientes un total de mil 250 megawatts. La inversión total
es del orden de 500 millones de dólares.

Sempra, empresa responsable del proyecto, construiría también una subestación,


con la idea de conectar el campo eólico con la red Powerlink Suroeste, de su
subsidiaria San Diego Gas y Energía, para trasladar el fluido hacia San Diego.
Este punto, que López Obrador podía haber cuestionado, lo pasó por alto.

Los opositores ambientalistas, encabezados por Donna Tisdale, argumentaban en


2009 que “la eoloenergía ha creado efectos adversos, como ruido, contaminación
eléctrica, los generadores crean exceso de energía que pueden dañar equipo
electrónico, se genera componentes sucios provenientes de las turbinas y los
transformadores”.

En cuanto a los “posibles” daños a la fauna silvestre, los activistas enfatizan los
riesgos para especies, como el borrego cimarrón peninsular (Ovis canadensis), en
peligro de extinción tanto en México como en Estados Unidos, y el águila real o
dorada (Aquila chrysaetos), también amenazada y que en Estados Unidos posee
un carácter simbólico, pues aparece en el escudo nacional.

Es por ello que las autoridades responsables de la protección ambiental, tanto


federales como estatales, exigen la realización de un minucioso estudio de
impacto ambiental antes de autorizar la realización de un proyecto de esta
magnitud.

En este caso, hay que decir que Baja California cuenta con dos Áreas Naturales
Protegidas (ANP), y que La Rumorosa no es una de ellas. Eso, sin embargo, no
elimina la obligación de realizar y presentar el estudio de impacto ambiental.

Cabe señalar que los intentos por detener el proyecto, por parte de Tisdale, al
frente de la ONG “Backcountry Against Dump”, y en colaboración con otra ONG,
“Fundación (californiana) para Proteger Nuestras Comunidades”, llevados a cabo
ante diversas instancias, no han tenido éxito, particularmente en su señalamiento
de que el estudio de impacto ambiental no llenó los requisitos debidos.
¿Y la Salud Humana?

Como ya se mencionó, los aerogeneradores son una fuente de energía limpia y


renovable, pero quienes viven en las cercanías de estas instalaciones describen el
“parpadeo de la sombra”, el sonido audible y hasta el subaudible como realmente
“molestos”. Aseguran que este fastidio impacta negativamente su calidad de vida.

Muy lejos de La Rumorosa, en Canadá, un equipo de investigadores de la


Universidad de Toronto, encabezado por la Dra. Rebecca Barry, bajo el patrocinio
de Ramboll, una compañía de ingeniería, se dispuso a estudiar, en instalaciones
eólicas canadienses, qué tanto afecta a la salud de la gente, la distancia entre su
residencia y las turbinas, en un rango de 600 metros hasta 10 kilómetros.

Para el caso, los resultados del estudio son importantes, porque sirven de
referencia para estimar los efectos que las instalaciones eólicas de la Rumorosa y
otros parques eólicos del país, pueden ejercer sobre el ambiente y los habitantes
de la zona.

Los científicos a cargo del estudio revisaron los datos recogidos en un trabajo
previo (“Estudio del Ruido y la Salud en la Comunidad”), realizado por la Oficina
de Estadística Nacional de Canadá, de mayo a septiembre de 2013, y publicaron
sus resultados en la Revista de la Sociedad Acústica de los Estados unidos,
apenas este martes 05 de junio de 2018.
Al parecer, ni López Obrador ni sus “asesores científicos” conocían de este
estudio ni, mucho menos, su publicación. De haberlo conocido, el comentario de
quien todas las encuestas señalan como el virtual próximo Presidente de México,
no hubiera sido tan desafortunado.

Los Resultados

Entre los datos útiles para el estudio de la relación entre las turbinas eólicas y la
salud humana, se incluyeron las molestias y las perturbaciones del sueño,
considerando una gama de factores, tales como: potencia de la fuente sonora,
distancia, topografía y meteorología, entre otros.

Después de una meticulosa comparación de datos entre el estudio previo y el más


reciente, llevada a cabo por los investigadores de la Universidad de Toronto, éstos
llegaron a la conclusión de que, en efecto, los residentes más cercanos a los
aerogeneradores, sometidos a una intensidad del ruido producido por las turbinas,
del orden de los 40-46 decibeles, mostraron un nivel de percepción de molestia
más alto que el de quienes vivían en zonas más alejadas y con menor nivel de
ruido (por debajo de los 25 decibeles).

Pero cabe aclarar al respecto que, según la Organización Mundial de la Salud


(OMS), el nivel de “ruido” que el oído humano puede tolerar sin alterar su salud es
de 55 decibeles. Es decir, que la percepción de incomodidad registrada en ambos
estudios es de carácter subjetivo y carece de un fundamento real.

Por otro lado, el estudio inicial no encontró una relación directa entre la distancia
de las turbinas y los trastornos del sueño (medidos por evaluaciones del sueño y
el Índice de Calidad del Sueño de Pittsburgh), la presión sanguínea o el estrés
(reportado por ellos mismos o medido a través de la concentración de cortisol en
el cabello).

Sin embargo, el nuevo estudio reveló que los encuestados reportaron niveles más
bajos de su calidad de vida ambiental. Los investigadores hicieron notar que su
estudio transversal no alcanza a distinguir si los participantes ya estaban
insatisfechos antes que las turbinas fueran instaladas. Consideran posible que los
aerogeneradores hayan sido colocados en lugares donde los habitantes ya
hubieran estado preocupados por su calidad de vida ambiental.

Ramboll, la empresa patrocinadora estima que, como ocurre en todos los


sondeos, los participantes pueden haber tenido puntos de vista diferentes a los de
quienes decidieron no participar, y simplemente aprovecharon la oportunidad para
manifestar su inconformidad, aunque ésta no tuviera qué ver con las turbinas.

En síntesis, los investigadores no encontraron evidencias claras de que la


exposición a los aerogeneradores impacte realmente la salud humana, pero
sugieren que futuros estudios midan las percepciones y preocupaciones de la
gente antes y después de la instalación de las turbinas, para poder determinar qué
efectos –si los hay– puede tener la exposición a estos equipos sobre la calidad de
vida.

Luego, entonces, señor candidato, la moraleja del cuento tendría que ser la
siguiente: “Antes de abrir la boca, hay que informarse bien”, sobre todo cuando se
habla delante de cámaras y micrófonos y se aspira a la Presidencia del país.

FUENTES:

Revista “Proceso”. Godoy, Emilio. “Estados Unidos demanda en contra del parque eólico en La
Rumorosa”. Recuperado de: https://www.proceso.com.mx/331037/estados-unidos-demanda-en-
contra-del-parque-eolico-en-la-rumorosa.

Ecovive. “Los Aerogeneradores y el Medio Ambiente”. Recuperado de: https://ecovive.com/los-


aerogeneradores-y-el-medio-ambiente/

La Gaceta. “El oído humano tiene un límite para tolerar el ruido”. Recuperado de:
https://www.lagaceta.com.ar/nota/212481/salud/oido-humano-tiene-limite-para-tolerar-ruido.html

Vital RPP. Noticias. Flores, José. “¿Cuántos decibeles puede soportar el oído humano?”
Recuperado de: http://vital.rpp.pe/expertos/cuantos-decibeles-puede-soportar-el-oido-humano-
noticia-625909

Journal of the Acoustic Institute of America. American Institute of Physics. Barry, Rebecca y
colaboradoras.. “Does Living Near Wind Turbines Negatively Impact Human Health?” Recuperado
del sitio electrónico de la agencia de noticias científicas AlphaGalileo:
https://www.alphagalileo.org/en-gb/Print/itemId/164366/userId/24550/cultureCode/es-ES

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