La ciudad de Juli, capital de la provincia de Chucuito, en Puno, es conocida como “La
Roma de las Indias”, “Pequeña Roma de América” o la “Ciudad Santa del Titicaca”, y no es en vano ya que Juli se caracteriza por ser una ciudad donde el fervor religioso se encuentra presente y demostrado en su increíble cantidad de iglesias católicas. Juli es una ciudad Colonial que fue fundada por la orden religiosa de los dominicos en el año de 1534, con la intención de establecer en dicho lugar templos religiosos creados con la meta de preparar a misioneros y religiosos en la labor evangelizadora en los países limítrofes de Bolivia y Argentina, de ahí también, que al ser un núcleo de la fe católica, se le llame la Pequeña Roma. Entre los atractivos turísticos de Juli priman sus iglesias, entre aquellas el Templo de Santo Tomás de Aquino, que es el templo mayor de la ciudad y que fuera uno de los primeros que crearan los dominicos en su llegada a estas tierras. Hoy en día este primer templo es conocido como la Catedral de San Pedro Mártir, y es la estructura religiosa de mayor tamaño en la ciudad. Esta catedral comprende en su interior, interesantes pinturas, entre aquellas muestras de la escuela cusqueña; asimismo alberga distintas joyas y la sagrada imagen de la Virgen de la Inmaculada Concepción, bastante venerada por los pobladores de Juli. La fiesta de la Inmaculada Concepción, es un evento de gran importancia para los pobladores de la ciudad de Juli. En el evento se realizan misas, procesiones, además de la llamada Gran Parada Folclórica, donde la danza y música andina se encuentran presentes. Para la fiesta además, la gastronomía de Juli se viste de gala y las cocinas de la ciudad preparan el Kjati con Chako y con queso, el favorito de la población en este importante evento patronal.
Sitio Arqueológico Inca Uyo (Arqueología)
El sitio arqueológico de Inca Uyo se encuentra localizado en el distrito de Chucuito, dentro de la provincia de Puno, en el departamento del mismo nombre. El nombre de Inca Uyo, proviene de una voz aymara, donde “Uyo” quiere decir “lugar” o “morada”, por lo que Inca Uyo se traduce como Morada o Lugar del Inca. Y, como su mismo nombre lo dice, se trata de una construcción incaica. Inca Uyo es también conocido como el templo de la fertilidad. Esto a causa de las construcciones escultóricas fálicas encontradas en el recinto, de las cuales, dos se encuentran irguiéndose en la entrada a Inca Uyo y unas ochenta más distribuidas en las zonas interiores del palacio. A ciencia cierta se sabe que Inca Uyo habría tenido la finalidad de ser un ushno, un lugar de culto a la madre Tierra, y con ello a su fertilidad, donde se rendía culto a las producciones agrícolas que los pobladores incas tenían. Este comprende un área de 200 metros cuadrados y bordeado por un muro de piedras cuidadosamente labradas. Interiormente puede verse una pared de piedra de menor extensión, cuyas edificaciones en conjunto con las exteriores posibilitaban al poblador incaico de la lectura de los momentos indicados para la realización de las actividades agrícolas. A causa de ser considerado un templo fertilidad, se ha vuelto parte de los mitos la creencia de que si una mujer infértil o con problemas de fertilidad llegara a Inca Uyo con una ofrenda compuesta de hojas de coca (9 en total) y chicha de maíz y se dirigía hacia una de las esculturas fálicas, sentándose sobre ella, tendría la posibilidad de saber (tras verter el líquido del maíz) si en el futuro lograría concebir o no, dependiendo de la orientación de caída de la ofrenda vertida. Investigaciones últimas revelarías que los descubrimientos líticos (los falos) de Inca Uyo no formarían parte de la edificación principal, sino que habrían sido traídos posteriormente (por pobladores del siglo XX), para incentivar el turismo en la zona a partir del mito.