Antología de Yamines

la. Edición 1993

2a. Edición 1996 (0° Aries Año 49)
3a. Edición 1997

Coordinación General
Adrián Marcelli

Corrección y Cuidado de Edición

María Elena Figueroa

Diseño de Interiores
Marco A. Márquez Rosique

Colaboradores:
Octavio Lázaro Mancilla (Cosmobiología)
Eduardo Soto (Yoga)

Solar Editores es un organismo de la Red

Internacional de Organizaciones Culturales no
Gubernamentales Gran Fraternidad Universal, A.C.

- publicación sin valor comercial -

 NTRODUCCIÓN
A
1 iniciar la presente introducción de la
Antología de Yamines nos encontrarnos
con que el antecedente inmediato de este
trabajo había sido realizado en el mes de septiembre
de 1968, casi veintisiete años atrás, con la elaboración
de las veintiséis lecciones del primer curso de
Y amines, escritas en su totalidad por el Maestro José
Marcelli. Al revisar estas lecciones, encontramos un
valioso material de enseñanzas y el Consejo Iniciático
determinó reeditarlas con el nombre Lecciones
Iniciales. Este libro y la Antología son los textos
básicos para los estudiantes de Yamines.
. De esta manera la Antología de Yamines y las
Lecciones Iniciales constituyen dos instrumentos de
información, reflexión y desarrollo humano y
transpersonal, que seguramente los lectores apre-
ciarán como fuente de inspiración a partir de su
primera lectura y a lo largo de los años.
En la introducción de las Lecciones Iniciales
encontramos algunos conceptos que nos parece
pertinente recuperar:
"La práctica de las disciplinas del Yoga com-
prende di versos estadios que en conjunto constituyen
un método de autorrealización o perfeccionamiento
integral que distingue a sus adeptos con diferentes
nombres; de acuerdo con su nivel de desarrollo; los
que se encuentran en las primeras etapas de la Hatha
Yoga y han llegado a dominar las posiciones del
cuerpo o Asanas son llamados Y amis o Yamines en
5 '
el caso de que se trate de personas adultas, pues el
término Yami se usa más bien para los muy jóvenes,
y no se considera que tengan todavía la calidad de
Chellas, o sea, discípulos de un Guru, sino hasta más
adelante.
Cuando llegan a dominar las prácticas más
adelantadas de la Hatha y practican meditaciones y
concentraciones (clharana y dhyana) se les reconoce
como Sadhaks (buscadores), y una vez que adquieren
ciertos poderes (siddhis) se les llama Siddhas: más
adelante Saddhus (hombres santos) y finalmente, al
alcanzar la completa realización, se les reverencia
como Yoghis (liberados) .
Esta terminología se· ha comenzado a usar en
México dentro de los Institutos de Yoga de la Gran
Fraternidad Universal para distinguir a los alumnos
más adelantados ( ... )
Fue a principios de 1963, en el primer Instituto
de Yoga que se fundó en México, cuando se comenzó
· a llamar Yamines a los alumnos que formaron parte
del grupo de estudios llamado Círculo de Yamines.
Este grupo se integró debido a la necesidad de cubrir
la demanda de estudios y disciplinas de nivel elevado
para ~l alumnado del Instituto y comenzó a trabajar
con dieciocho elementos al entrar el Sol en el signo
del Cordero en el año XVI de la Nueva Era( ... )
Posteriormente, los sistemas experimentados
fueron puestos en práctica en 'el Instituto de Cosmo-
biología y Yoga (en la ciudad de México) por su
iniciador con un éxito todavía mayor y surgieron
nuevos elementos que se integraron al seno de la
G.F.U. como medio Gegnianes."
La Escuela de Yamines forma parte del sistema
externo pedagógico Iniciático de la Suprema Orden
del Acuarius. Fue fundada el 21 de marzo de 1963
con el objetivo de realizar estudios teóricos y
prácticas vivenciales que permitan a sus alumnos
comprender la nueva cultura espiritual e intelectual
que trae la Era del Acuarius, así como propiciar el
desarrollo humano e Iniciático a través del servicio a
la G.F.U. y a la sociedad.
La Escuela de Y amines fundamenta actualmente
su formación en dos ejes rectores: la Cosmobiología
y el Yoghisrno, como vías de autoconocimiento
individual y de desarrollo y transmutación de los
potenciales innatos del ser humano.
Estos dos ejes rectores se ven enriquecidos por
el conocimiento del lenguaje de las Ciencias Sagradas
o Iniciáticas, por la historia de las principales
tradiciones Iniciáticas que confluyen en la Gran
Fraternidad Universal, y por las principales pro-
puestas y reflexiones de la cultura Acuariana.
La importancia de la Escuela de Yamines para la
S.O.A. es fundamental, ya que informa a los alurrmos
de la G .F. U. de la filosofía Iniciática de la Orden, de
su historia y de sus métodos de trabajo. Asimismo, es
el medio a través del cual la Orden selecciona e invita
a aquellos candidatos que reúnan un perfil iniciático
para ingresar como miembros activos de la S.O.A. en
tanto alumnos activos de las Escuelas de medio
Gegnián o unitarias.
Las Escuelas de Yamines tienen como objetivos
principales respecto a sus alumnos:
a) Introducirlos en el lenguaje de las Ciencias
Sagradas.
b) Instruirlos en las bases y prmcipios de la
Cosmobiología y el Yoghismo.
e) Informarlos de la historia, tradición y principios
de la G.F.U y S.O.A.
d) Sensibilizarlos y motivarlos sobre la disciplina,
procesos y fenómenos culturales de esta nueva
época histórica que denominamos la Era del
Acuarius.
e) Capacitarlos para que puedan reunir el perfil que
les facilite, por decisión propia, si sus valores,
aspiraciones y concepciones personales se los
permiten, ingresar alaEscuelademedio Gegnián
de la Orden en su localidad.
f) Facilitarles un nuevo impulso en su propio
desarrollo humano.
La presente Antología de Yamines responde al
plan de estudios de la Escuela de Y amines, aprobado
por el Consejo Iniciático. Consta de cinco módulos
previstos para abordarse en dos semestres. Estos
módulos son las siguientes:
1. Introducción al lenguaje lniciá­
tico
Objetivo: El alumno conocerá las bases filosó-
ficas e Iniciáticas del lenguaje que se utiliza en las ·
Ciencias Sagradas, a fin de poder comprender el
conjunto de la propuesta de la Tradición Iniciática.
Este módulo deberá complementarse con la
lectura del libro Lecciones Iniciales del Maestro
Marcelli.
2. Cosmobiología
Objetivo: El alU1m10 conocerá las bases del
lenguaje cosmobiológico como una víad autocono-
cimiento personal y vivenciará por medio de
dinámicas su propia carta natal.
t
1
 Recomendamos en este módulo realizar uno o
dos cursos intensivos (pueden ser en fin de semana)
para profundizar en el tema.
3. Yoghismo
Objetivo: El alumno conocerá la estructura del
Yoga clásico y del Yoga tántrico, para comprender el
Yoghismo que postula el Maestre de la Ferriere.
Recomendamos en este módulo realizar uno o
dos cursos vivenciales de manera intensiva (pueden
ser en fin de semana), particularmente de disciplinas
específicas del yoga, para profundizar en el tema.
4. La G.F.U y la S.O.A.
Objetivo: El alumno conocerá las bases histó-
ricas de la Tradición Iniciática a través del estudio de
las Escuelas Iniciáticas del pasado en Occidente y en
Oriente, de la estructura de la S.O.A. y de la vida y
obra de nuestros Maestres.
5. Cultura Acuariana
Objetivo: El alumno analizará y vivenciará los
principios de la cultura acuariana, abordando los
temas básicos para el desarrollo del individuo que
propone la G.F.U. para estos tiempos.
La Escuela de Yamines debe ofrecer a sus
alumnos la oportunidad de vivenciar los temas que se
abordarán durante el desarrollo de los cinco módulos
que abarca el plan de estudios, por medio de
dinámicas de aprendizaje grupal y actividades
externas, tales como eventos culturales, visitas a
museos y prácticas vivenciales en Ashrams.
Los cinco módulos deberán abarcarse en su
totalidad en dos semestres, para lo cual se pueden
organizar bimestral o trimestralmente cursos inten-
sivos, para abordar, como mencionamos anterior-
mente, en forma total o parcial los temas del módulo
2, Cosmobiología, y del módulo 3, Yoghismo.
Recomendamos a los directores de las Escuelas
de Yamines que definan con claridad las lecturas
semanales a sus alumnos. Esta Antología ha sido
diseñada para que un alumno regular de Yamines no
tenga una carga excesiva de lecturas para completar
su curso regular. Las lecturas no deben exceder un
promedio entre diez y quince páginas semanales._
Al final de cada unidad aparecen preguntas o
ejercicios didácticos para realizar, mismos que los
alunmos deberán contestar al terminar cada capítulo
con sus propias palabras e iniciativas, relacionando
sus respuestas con sus propias experiencias de la vida
cotidiana. Recomendamos que estas respuestas sirvan
como reportes de lectura por escrito, con sus
comentarios personales.
También sugerimos algunos libros que pueden
complementar el estudio de los temas de cada sección.
Asimismo, les recomendamos organicen en
conjunto su cronograma de fechas, temas, invitados,
lecturas para el alumnado, así como el uso de técnicas
y material didáctico.
¡Buena suerte!
Fraternalmente
Consejo Iniciático de la S.0.A.
Coordinación internacional de Publicaciones.
J
Nota:
Recordamos que esta Antología es de uso exclusivo y privado para
los alumnos de las Escuelasde Yamines, medio Gegnián y Gegnián, así
como de los Colegios de Getuls. Por ningún motivo debe exhibirse,
fotocopiarse total o parcialmente, o venderse al público en general.
Asimismo insistimosen que la Antología no es un manuál ni un libro de
texto, ya que éstos dan un punto de vista único sobre ciertos temas, lo
que corre al riesgo de convertirse en dogmatismo. La Antología es una
compilación plural y dinámica de diversos textos escritos por varios
autores que no necesariamente pertenecen a la misma tradición o
línea de pensamiento.
 INTRODUCCIÓN AL LENGUAJE
DE LAS CIENCIAS SAGRADAS
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PRIMERMODULO
1. LENGUAJE Y SIMBOLISMO*
L
enguaje y simbolismo es el primer tema que
los alumnos de la Escuela de Yamines
estudiarán.
Este tema es fundamental, ya que establece las
bases sobre las que se podrá contar con una perspec-
tiva general de las ciencias sagradas o trascen-
dentales, y poder así tener acceso al discurso del
simbolismo, esto es, a la red de sus significantes,
significados y analogías.
La Iniciación pretende llevar al ser humano a un
descubrimiento de sí mismo que le permita acceder
a una nueva dimensión de su propia conciencia.
El camino para llegar a este estado necesita ser
explicado y comprendido. La línea que se establece
entre los Maestros y los discípulos a través de los
tiempos se define como Tradición Iniciática. En la
Tradición Iniciática, quien explica se llama Maestro
y quien comprende y vive se llama discípulo.
Esta relación ha sido descrita por el Maestro José
Marcelli como "una larga conversación". Pero las
conversaciones sólo se establecen por medio de un
lenguaje. Nada que no esté estructurado como
lenguaje puede comunicarse de una manera co-
herente. La coherencia es inherente a los lenguajes,
del tipo que sean. Por ello, todo estudiante de
Iniciación debe comprender el lenguaje de los
Iniciados.
• Consejo Editorial del Consejo lniciático
11
Esta lección tocará lo relativo a los lenguajes
que de ahora en adelante definiremos como una
lengua franca para explicar los postulados de los
Iniciados.
Signo, símbolo, mito y rito.
La estructura del lenguaje de las ciencias
sagradas se expresa a partir de estos cuatro elementos.
Procederemos a explicar qué es cada uno de ellos y
cuál es su interrelación:
Un signo es cualquier cosa que exista: una letra,
una piedra, un sonido, un color, un rostro, etcétera.
Un signo es algo que existe. Lo importante es advertir
que ese algo está aislado; no tiene contexto, está
liberado de una asociación que brinde un significado.
Ejemplo: las letras B RALO no significan nada,
al menos en español, pero si alguien se lo propone
puede formar la palabra ARBOL que ya es un símbolo
porque es una asociación de signos que nos dan a
comprender una realidad.
La palabra árbol no es el árbol mismo, pero
cuando nos la mencionan comprendemos perfec-
tamente bien a qué se refiere.
Un símbolo es un puente para comprender
significados. Un signo no significa nada si no está
ordenado y si no está en un context~ determinado.
 Para un agricultor la palabra árbol significa un
organismo vegetal, un individuo biológico con tales
y cuales funciones. Para un neurocirujano, árbol
significa un conjunto de formaciones neuronales que
están abajo del bulbo raquídeo; para un Qabalista, la
palabra árbol significa un esquema del cosmos, y así
podríamos seguir con múltiples ejemplos.
Una palabra, un símbolo - color, sonido, forma,
representa cosas distintas, dependiendo del contexto
donde esté inscrita.
Símbolo es una palabra compuesta por dos raíces
griegas: sym, que significa unir y bollein, que
significa representar.
Un símbolo es una asociación de signos que
representa algo unido de un solo golpe: una sola
emisión de voz, un solo golpe de ojo, una sola palabra
escrita que puede decir muchas cosas juntas.
Ejemplo: cuando escuchamos la palabra "padre",
comienza una evocación de un rostro, de las
experiencias vividas, de las cosas que nos agradaron
y nos desagradaron de la convivencia con la persona
que inmediatamente viene a nuestro recuerdo cuando
escuchamos esta palabra. De un sólo golpe evocamos
una serie de elementos que en nosotros es el padre.
Sin embargo, con las mismas letras podremos formar
la palabra "pared". Son los mismos signos, pero el
símbolo es distinto.
Un mito no es cualquier historia, ya .que
representa un conjunto de símbolos organizados de
una tradición cultural, que nos muestran parte de su
sabiduría, de sus orígenes o de su visión del mundo.
Si un símbolo es un conjunto de signos, un mito es un
conjunto de significados simbólicos generados y/o
preservados al interior de una comunidad humana.
Ejemplo: si tomamos los símbolos "niño",
"pesebre", "virgen", "establo", "José", "estrella",
"Reyes Magos", "burro", "vaca", "borrego",etcétera,
12
tenemos a nuestra disposición la materia prima para
armar la historia de un niño que nació en un pesebre,
de una madre virgen y de un señor de nombre José,
y que fue visitado por los Reyes Magos bajo el
anuncio de la estrella de Belén. Podemos decir que
hasta los animales como el burro, la vaca y el borrego
estaban a los pies del pesebre.
Este mito lo puedo construir sólo si hay un hilo
conductor de los símbolos. Un mito es una guía
organizada de los símbolos que quieren transmitir un
mensaje específico. Si quiero continuar formulando
el mito, llegaré hasta una cruz, una resurrección, un
hombre-dios. A todo ese conjunto de símbolos le
puedo llamar "el mito del héroe solar". Ese y todos
los mitos humanos están construidos con símbolos.
Pero si consideramos que el mito tiene una
característica esencial que consiste en que está
liberado de tiempo y de espacio, entonces surge la
necesidad del rito.
Los que saben de mitos nos han transmitido la
idea de que las cosas que nos narran sucedieron en
algún tiempo y en algún lugar hoy desconocidos, in-
tu» tempere. Adán y Eva, Teotihuacán, Tula,
Camelot.Teamoanchán, todoslos dioses y diosas de
todos los panteones, todos los lugares en donde
ocurren los mitos, son concebidos por la mente
humana como los sueños: sin tiempo ni espacio.
Pero para actualizar esos mitos aquí, en nuestro
tiempo y en nuestro espacio, se ideó un recurso casi
teatral, una herramienta de representación (para
volverlos al presente) de aquello que ocurrió"( ... ) en
aquel tiempo, en aquel lugar( ... )".
De ahí nacen todos los actos ceremoniales, del
deseo humano por volver a revivir aquel suceso que
es el fundamento de una comunidad, de una insti-
tución, de un país, hasta de una per ona: los
cumpleaños, los aniversarios natales o luctuosos, las
ceremonias religiosas, todos los actos de evocación
son ritos. Y cabe decir que los símbolos, mitos y ritos
son construidos por los seres humanos de acuerdo a
los significados y a los lenguajes de una cultura
específica.
No podemos leer a la cultura mesopotámica con
los símbolos aztecas. Tenemos que ubicarnos en una
dimensión de analogías y correspondencias para
poder interpretar adecuadamente lo que se nos quiere
transmitir. Aquí entra la necesidad de establecer un
lenguaje.
Lenguaje.
Un lenguaje es un código de significados que
nos permite comunicarnos. La comunicación implica
identidad de significados.
La significación de las expresiones depende de
quienes las hayan determinado. Así, lo que para un
pueblo es una palabra sagrada, para otro puede
significar una ofensa. Por esta razón, los lenguajes
están formados por conversaciones arbitrarias. Una
13
conversación convencional es el resultado de que dos
o más personas hayan quedado de acuerdo en que las
palabras con que se van a comunicar mutuamente
significan lo mismo, independientemente de que para
otros no resulte así.
Por ejemplo, cuando los chinos acordaron
convencionalmente su lengua, no tuvieron en cuenta
a los habitantes de la Isla de Pascua, porque con ellos
no tenían por qué comunicarse. Una conversación
convencional surge de la necesidad de ponerse de
acuerdo. Uno se pone de acuerdo con quienes le
interesan, y esta necesidad surge del principio de
convivencia, de la convicción de que solos no
podríamos hacer lo que podemos juntos: el lenguaje
es uno de los primeros hechos sociales, comunitarios.
Dentro de los conocimientos que nos transmiten
los Maestros de Iniciación, encontramos muchas
enseñanzas revestidas de un lenguaje que tiene
características muy peculiares. Por ello, en esta
unidad estudiaremos en qué consiste esta peculiaridad
y de qué manera se usan estos significados.
2. EL LENGUAJE DE LAS
SAGRADAS Y EL DESARROLLO
TRASCENDENTAL DEL SER HUMANO
U
n día tomó un palo y lo blandeó torpemente
para defender su vida por instinto. No era
nada nuevo. Muchos grandes monos lo
hacían. El no se dio cuenta pero esa vez había
manejado mejor el palo, oponiendo el dedo pulgar al
dedo índice de su mano. Era algo muy elemental, sin
embargo, ese pequeño hecho señalaba un fin y un
nuevo comienzo: había comenzado la etapa del
Hombre.
Era un hecho casi simbólico, nada más, pero ese
sencillo símbolo era el símbolo del Hombre. Mucho
tiempo después, cuando quiso expresar que así estaba
bien, que era correcto, que no podría ser mejor, irguió
los otros tres dedos de su mano y mantuvo opuestos
su pulgar y su índice, formando un círculo. Todavía
lo sigue haciendo así.
Cuando los hombres llegaron a pensar en algo
más poderoso y más grande que el hombre, algo capaz
de saber lo que había dentro y más allá de la oscuridad,
algo capaz de saber lo que hay dentro y más allá de
la muerte, cuando descubrieron la idea de Dios,
dijeron: Así está bien; el círculo está dentro de tu
cuerpo, de tus pensamientos y dentro de tus
sentimientos. Por eso eres más poderoso que los
animales, porque tienes un espíritu y tu espíritu sigue
viviendo cuando se deshace tu cuerpo, cuando se
apagan tus sentimientos y se callan tus pensamientos.
Entonces aparecieron los sacerdotes y dijeron:
14
CIENCIAS
*
tu pequeño espíritu es el que puede ser protegido por
el Gran Espíritu de Dios. Nosotros te enseñaremos
cómo puedes ser escuchado por el Gran Espíritu.
Cuando lo invoques mantén tu pulgar opuesto a tu
dedo índice y procura erguir los demás dedos. Así se
hizo por mucho tiempo. Luego aparecieron otros
hombres y aseguraron que la más grande cualidad del
espíritu era el Amor; que Dios podía ser encontrado
a través del Amor. Cruzaron entonces los dedos
pulgar e índice para simbolizar que el Amor debía ser
mantenido hasta el sacrificio, porque eso era grato a
Dios.
Esto era lo que se veía y se sabía, pero había otros
hombres que a través del Amor habían descubierto
algo más; nunca decían nada, pero irradiaban una
serena paz interior que hizo a otros hombres inquirir
sobre ellos. ¿Qué es? - preguntaron. ¡Luz! -
respondieron al gunosl; ¡paz! - dijeron otros-;
[inmortalidad! - sugirieron unos pocos; ¡cbnciencia!
- dijeron los más. Eso no es común en los hombres,
- rearguyeron los inquisidores; ¿cómo lo habéis
logrado? La mayoría dijo simplemente: - No lo sé;
pero hubo alguno que levantó su mano derecha con
los cuatro dedos erguidos y el pulgar doblado
mientras mantenía la mano izquierda sobre el plexo
y dijo: - ¡La paz sea contigo! Casi nadie se dio cuenta
de que ese sencillo saludo contenía otro final y otro
nuevo comienzo; el hombre había iniciado la etapa
del hijo del Hombre, del hombr.e consciente de su
 realidad de hombre y de su esencia inmortal que se
nutre de la sustancia de Dios, sin principio y sin fin.
No puede decirse, no hay palabras para decirlo,
solamente quienes lo conocen saben lo que es. Tú
sabes qué es la Luz porque has visto la luz. ¿Cómo
podrías saberlo si es incognoscible?
No es una cosa, no es un nombre; pero todas las
cosas son formas o facetas de su forma, todos los
nombres son fragmentos de su nombre. Es Aquello,
T AT - decía un Maestro Indio a su discípulo. ¡El
nombre de Dioses Yod-He-Vau.He!, las cuatro letras
· de su nombre pueden ser articuladas porque la
conciencia del hombre alcanza cuatro planos, pero la
quinta letra del nombre de Dios no puede ser
articulada. - El Bendito sea es AIN SOFr, el Todo-
N ada - explicaron los Qabalistas. - La Quinta Esencia
que emana de los cuatro elementos y constituye el
Elixir Universal- sugirieron los Alquimistas.
Primero hubo Cuatro Soles, después vendrá el Quinto
Sol- enseñaban los Qucrzalcoatles, los Maestros de
Mesoamérica. El número es el· Verbo Divino, -
explicaba Pitágoras:- Ved, Hermanos, cómo el
pentágono se multiplica infinitamente hacia dentro y
hacia fuera de la estrella de cinco puntas, la Gran
Figura y la Pequeña Figura son una sola figura a través
del número cinco. - Veo Uno sentado en el Trono
rodeado de cuatro animales con ojos delante y detrás,
uno parecido a un becerro, otro como un león,
semejante a un ángel el tercero y el último con alas
como de águila, - dijo San Juan en su Apocalipsis,
mucho tiempo después de que los Hierofantes
Egipcios levantaran la enigmática esfinge con cuerpo
de toro, garras de león, cara de hombre y alas de
águila. Para reafirmarlo construyeron una Gran
Pirámide con cuatro lados que se elevan y se resumen
en un centro común, el vértice (punto final en que
concluyen los cuatro lados), sin embargo, no fue
construido nunca, para simbolizar así lo indecible.
"Esos son símbolos, mitos y leyendas del
pensamiento irracional mágico-religioso que
alimenta el anhelo de trascendencia del hombre
después de la muerte"- explican los investigadores
científicos.
Sí, los científicos tienen razón y también la tienen
los que tratan de sugerir con mitos y símbolos lo que
la razón no es capaz de expresar y sin lo cual la propia
razón no tendría el menor sentido ni razón de existir.
Hay, claro, fantasías, ilusiones, miedos disfrazados
de fe y muchas otras cosas que adoptan el lenguaje de
los símbolos y de los mitos y, en conjunto, son
expresiones dentro del Plan Natural que sustenta la
vida humana; pero hay también mitos y leyendas que
con diferentes símbolos, palabras y hasta actitudes,
sugieren siempre lo mismo y aparecen en todas las
culturas.
- Tal es el caso de esa Quinta posibilidad que
sugiere para el Hombre la Quinta Esencia, El Quinto
Sol, El Quinto Reino Universal, El Centro de la Cruz,
El Vértice de la Pirámide de Cuatro Lados, etcétera.
Ciertamente, en el terreno de los mitos, de las
leyendas y de sus símbolos, el panorama, además de
ser abigarrado, es intrincado. El ocultismo, el
esoterismo, la cartomancia, la quiromancia y un
medio centenar más de actividades misteriosas que
se relacionan entre sí por la terminación 'mancia', se
disputan el derecho de ser poseedoras del 'poder' y
se amparan bajo el poco comprendido denominador
de 'Ciencias Sagradas'.
En. verdad, las Ciencias Sagradas, como se
denominaron en la antigüedad la Teogonía, la
Cosmogonía, la Androgonía y la Fisiogonía, tienen
muchas ramificaciones, pero· de fondo tratan de
esclarecer la relación entre la esencia y la presencia
de todas las cosas, es decir, entre lo sagrado, lo sacro,
lo secreto, y lo profano, lo conocido, lo ponderable
15
de las mismas cosas, no para adquirir 'poderes' o
para detentar 'autoridad' sino para tomar conciencia
de esa relación y obrar en consecuencia, compren-
diendo cuál es el Plan de la existencia y cuál es nuestro
papel dentro de ella.
En todo caso, las Ciencias Sagradas no pretenden
'sacralizar' nada, sino todo lo contrario. Pretenden
hacer llegar a la conciencia del hombre su relación
con el cosmos mediante símbolos, leyendas y mitos
de un modo parecido al que usan algunos educadores
cuando a través de cuentos y de juegos tratan de ir
.llevando a la mente de los niños los elementos que
más adelante les harán madurar su capacidad de
pensar.
Si esa Quinta Posibilidad es válida en el terreno
de lo Sagrado, debe de serlo en el terreno de lo
profano, o por lo menos debe reflejarse de alguna
forma en él. La insistencia en un cuaternario que se
resume o que actúa simultáneamente en esa Quinta
Posibilidad tiene que cotejarse con los esquemas que
las ciencias actuales y oficiales nos dan acerca de
nuestra realidad.
Por ejemplo: la primera posibilidad, - para seguir
hablando de posibilidades-, es la materia, la materia
universal que manifiesta todo lo posible en ella
misma. La segunda posibilidad es la energía, también
en su sentido universal, pues está claro que la materia
es energía concentrada y ambas posibilidades ni se
contradicen ni se excluyen. La tercera posibilidad
son las leyes universales, los ordenamientos cons-
tantes de partículas u ondículas a través de las cuales
se manifiesta y existe todo lo que puede detectarse
como materia o como energía. Tampoco aquí hay
contradicción ni exclusión. La cuarta posibilidad es
la gravitación universal, la fuerza que mantiene
dentro de un Plan totalizante la manifestación de todo
lo existente por medio de leyes, de energía y de
materia.
16
La analogía con el hombre es clara: el hombre se
manifiesta por medio de un cuerpo que es una
organización de elementos químicos, materiales; de
una estructura anímica energética que le permite
valorar emocionalmente la realidad que vive, e
inclusive le permite gradualmente ajustar su conducta
y armonizarla con esa realidad; de una estructura
mental que le ayuda a pensar y razonar, relacionando
los fenómenos que lo circundan y que lo inundan
para sacar conclusiones exactas acerca de ellos, y de
una estructura espiritual que le hace experimentar
amor, relación con los demás y eventualmente lo lleva
hasta intuir la existencia de un Ser o de una Fuente a
la cual llama 'Padre' y al sentirse 'Hijo' presiente la
fraternidad entre los hombres, dentro de una
espiritualidad que a fin de cuentas es amor, unión,
gravitación universal.
Exploremos ahora un poco las consecuencias
inmediatas de este esquema - muy simplificado, por
cierto-: el 'Padre' que el hombre. intuye espiritual-
mente, en su concepción y acepción más elemental,
se convierte ene! Dios todopoderoso de las religiones,
pero en el hombre más evolucionado augura una
trascendencia que está implícita en su propia
existencia, porque si en algún lugar debe y puede
estar esa Fuente o Padre, es dentro del hombre mismo,
ya que la existencia de esa Fuente o Padre fuera de él,
o aparte de él, sería !anegación de su propia existencia
y por lo mismo la vida no tendría ningún valor para
él mismo.
Ahora bien, de este esquema se desprenden de
inmediato varias consecuencias. En primer lugar, el
hombre está constituído por una estructura química,
material; en segundo lugar, por una estructura
'
anímica, energética, implícita en su estructura
material; al mismo tiempo posee una estructura
mental que da forma y razón de ser a sus estructuras .
materiales y energéticas; luego mantiene todas sus
estructuras dentro de un Plan que regula e integra
todas estas estructuras y, a su vez, se constituye en
una estructura superior, espiritual.
Todas estas estructuras y el conjunto de ellas,
reciben estímulos y dan respuestas inter-relacio-
nadas, tanto interna como externamente y de este
juego resultan constantemente experiencias que van
nutriendo un acervo común, el cual influye directa-
mente en la calidad y en la cantidad de las experiencias
17
futuras, es decir, que van nutriendo una Conciencia
que refleja, en síntesis, la presencia y la esencia del
individuo.
De aquí surge la posibilidad de ensanchar y
elevar la conciencia, y por lo mismo, la posibilidad
de llevar a la conciencia hasta el Plano imnediato
superior al del hombre común mediante una Cultura
Integral.
• V. Maestro José Marcelli
3. INTRODUCCIÓN
s MBOL SMO
U
n punto es la forma mínima de representar
algo. I:_xpresa lo indivisible, lo infinitamente
pequeno.
Un círculo puede considerarse como la expan-
sión de un punto. Representa lo grande.
Para los astrólogos este símbolo representa al
Sol, fuente y sostén de la vida. La gran vida y la
pequeña vida: el círculo y el punto.
Hablando de ubicación, es la representación de
un hombre y su espacio vital, considerado éste último
como la circunferencia que puede trazar un hombre
de pie al girar con los brazos extendidos.
Este punto inserto en un círculo nos hace pensar
en las correspondencias, en las relaciones entre lo
que nos parece grande y lo que nos parece pequeño.
Nuestro planeta, por ejemplo, se encuentra rodeado
de un fluido protector, emanado de él mismo, que
conocemos como atmósfera. Del mismo modo, el ser
humano proyecta a su derredor parte de su energía
psíquica y sus humores, formando un fluido que lo
envuelve constantemente y lo protege de las emana-
ciones nocivas de otros seres.
Este fluido es lo que en algunas ocasiones nos
hace sentir simpatía o antipatía hacia determinadas
gentes sin haber tenido ninguna clase de comuni-
cación previa con ellas. Quienes estudian los
fenómenos psíquicos y parapsíquicos llaman a este
fluido 'aura' y aseguran que en determinadas
AL
*
condiciones es susceptible de ser apreciado visual-
mente como un resplandor que emite coloraciones
producidas por el estado anímico de la persona que lo
proyecta. ,
El espacio comprendido en el área que delimitan
nuestros brazos extendidos al girar exige cierta
privacidad y respeto. Las relaciones formales entre
los seres humanos se desarrollan en su aspecto social
adecuadamente respetando este espacio. Si alguien
lo invade provoca sensación de intimidad, si por el
contrario, los espacios ·'ví1a1es no hacen contacto
siquiera en los límites de su periferia, la comunicación
se hace difícil. Si en una oficina se colocan las sillas
para los clientes dentro de los límites del espacio
vital de la persona encargada de anunciar sus visitas,
éstos se sienten inclinados a conversar con ella, pero
si se distribuyen los asientos de modo que los espacios
vitales no hagan contacto', la mayoría de las personas
se sienten tranquilas y dedicadas a sus propios
pensamientos. Esto explica también por qué las
personas forzadas a invadir sus espacios vitales en
los transportes y otros lugares se sienten incómodas
y a la larga terminan por vol verse irritables.
El conocimiento y empleo consciente de las leyes
que rigen el espacio vital de los seres (incluyendo las
especies animales) constituye una buena base para
las relaciones sociales y quienes llegan a dominar el
arte de ubicarse correctamente frente a otras personas
generalmente son personas aceptadas y_ apreciadas
18
socialmente.
El punto que nos sirve como punto de partida
puede multiplicarse en una sucesión horizontal y
formar una línea:
Esta línea horizontal en sí es pasiva. Simboliza
lo negativo y también se considera como símbolo de
feminidad. Desde otro ángulo, delimita algo que
podernos llamar arriba (sobre la línea) y algo que
puede considerarse como abajo (bajo la línea).
Traduciendo estas posiciones delimitadas por la línea
a categorías de ubicación.jendríamos sobre la línea
la representación de los superior y bajo de ella un
símbolo de lo inferior. Cuando en un paisaje, obra de
arte, u obra arquitectónica predominan los planos o
líneas horizontales, la expresión general hace sentir
la influencia de la tierra, de la madre naturaleza, en
suma: de la materia, aún cuando ésta se exprese en
una forma altamente refinada. La arquitectura
residencial moderna, por ejemplo tiende a la
extensión sobre planos horizontales que ligan las
habitaciones a los jardines y el conjunto al paisaje
circundante, revelando así una fina influencia
oriental.
Es interesante observar que generalmente los
orientales buscan el apoyo o contacto con los Poderes
Superiores inclinándose hacia la tierra, en ocasiones
hasta tocarla y aún llegan a acompañar sus invoca-
ciones con levantamientos de brazos.
Retomando el asunto del punto, podemos
estudiarlo también como una sucesión proyectada en
sentido vertical, en la forma que se reconoce como
línea vertical:
Tenemos entonces otro elemento que da la idea
19
de elevación. Es un símbolo positivo y masculino.
Frecuentemente se usa en forma de obelisco. En
algunas escuelas se considera símbolo fálico. Expresa
también una delimitación: el espacio de la derecha y
de la izquierda. Lo oriental y lo occidental, conforme
a las líneas imaginarias de los paralelos geográficos.
Este simbolismo obedece a Leyes siempre
presentes en la Naturaleza que todos seguimos
inconscientemente, pero que sólo son conocidas por
muy pocas gentes.
Por ejemplo: los retratistas y los fotógrafos han
descubierto que el lado derecho del rostro humano
expresa mejor las características masculinas de los
varones y es conveniente retratarlos de ese lado
cuando su imagen debe aparecer de perfil o de 'tres
cuartos de perfil'. En el caso de las mujeres es lo
contrario, pues su lado izquierdo delinea más
finamente sus rasgos.
Tal vez por esto los grandes artistas han
concebido la figura de Jesús el Cristo con el rostro de
perfil mirando hacia la izquierda y a la Virgen del
modo opuesto. Ya en terrenos que corresponden al
simbolismo místico las columnas de la 'derecha'
representan lo positivo y las de la 'izquierda' lo
negativo.
Cuando ambas líneas se cruzan equilibra-
darnente, el simbolismo se enriquece y nos da
enseñanzas verdaderamente valiosas sobre el
lenguaje que nos transmiten los seres y las cosas a
través de su simple ubicación:
• V. Maestro José Marcelli
 4. LA CONCIENCIA DE SER
E
l ser humano es un conjunto de procesos
. químicos, energéticos, mentales
espirituales que convergen en la formación
de su conciencia por medio de experiencias sen-
soriales, emocionales, racionales y místicas. Y es por
la cantidad y la calidad de esas experiencias que el ser
humano gravita personalmente hacia las concep-
ciones materialistas, morales, científicas o religiosas
de la realidad que vive.
Sin embargo, más allá de los conceptos unila-
terales o parciales de la realidad, la conciencia
humana gradualmente se dirige hacia la concepción
de la realidad como unidad, como resultado de la
síntesis progresiva de sus experiencias. Esta realiza-
ción puede considerarse como el corolario de todos
los procesos humanos.
De hecho, en lamed ida que la conciencia humana
va alcanzando esa síntesis de sus experiencias, en esa
medida se va estructurando la estabilidad interna del
individuo y como consecuencia, su proyección
armónica hacia el medio que lo rodea.
Es importante considerar que cualquier con-
cepción unilateral o parcial de la realidad es por sí
misma insuficiente para ubicar al individuo correcta-
mente dentro de las exigencias y contingencias de la
propia realidad. Cuando se gravita demasiado hacia
una concepción materialista del mundo se despierta
• V. Maestro José Marcelli
y se agudiza la angustia de la muerte, pues al pensar
y que la vida depende principalmente de factores
materiales y que todas las cosas materiales están
sujetas al cambio y la caducidad, se piensa que la v
carece de trascendencia y que todo esfuerzo para
protegerla de la desintegración es inútil y de antemano
está condenado al fracaso.
La angustia se recrudece por la convicción de la
muerte del cuerpo material y por la imposibilidad de
que los bienes materiales acompañen a su dueño a
otro mundo prometido por su fe.
Por otra parte, cuando un ser humano ignora
quién es y qué está haciendo aquí, en este plano de
existencia, - como nos sucede a la gran mayoría de
los seres humanos-, en forma natural y a veces hasta
inconsciente, trata de ser algo, y al tratar de ser algo
descarta la posibilidad de ser y se inclina hacia tener,
por más que ese tener se refiera a algo subjetivo que
sirva para llenar en parte el vacío de ser.
Es así como surge la necesidad de ser conocido
y recordado; de cubrirse de gloria y, en casos
extremos hasta de ignominia, con tal de hacerse notar,
de hacerse presente, por lo menos en el pensamiento
de otros hombres. Se buscan los-títulos, los nombres
o la gratitud a cambio de un esfuerzo que no duda en
llegar muchas veces hasta el sacrificio.
En las regiones más pobres y olvidadas de
México, por ejemplo, todavía perduran las "Mayor-
20
.
domías", al estilo del inolvidable Animas Trujano,
donde un individuo se carga de deudas por años para
poder brillar como persona importante durante la
celebración de una fiesta; en los pueblos, las placitas
principales suelen tener bancas con letreros alusivos
al nombre y condición de su donador.
Esta ansia de ser reconocido y recordado no es
privativa de los pueblos pobres, sino también de
grupos y personas más favorecidas, donde se
acostumbra poner el nombre de algún destacado
industrial u hombre de negocios a las bibliotecas, los
·laboratorios o los estadios de las universidades,
construidos a expensas de quien anhela entregar su
nombre a la posteridad. Esto mismo constituye un
apreciable filón de ingresos a las sociedades
religiosas, quienes ofrecen el cielo a sus feligreses
filantrópicos.
Somerset Moughan dibuja magistralmente esta
situación con la figura de uno de sus personajes que
hace importantes donaciones al Vaticano para obtener
un título de nobleza y tener acceso a una morada
distinguida en la Casa del Padre cuando muera, y
evitarse así el contacto con la multitud de católicos
muertos en olor de santidad por su pobreza material
y social.
Sin embargo, este desprendimiento de bienes
materiales y morales puede muy poco ante la acción
erosionadora y corrosiva del tiempo que lodo lo borra
y lo diluye en el olvido.
Se cuenta que Alejandro Magno lloró cuando un
filósofo le dijo que algún día sería olvidado y que en
la multitud de mundos que pueblan el firmamento ni
siquiera sería conocido.
Para el racionalista empedernido todo es cuest io-
nable. Todo es un proceso, no hay nada sagrado, sacro
o secreto, en sentido transcendental. Un ser humano,
por ejemplo, es un conjunto de elementos químicos
cuyo valor intrínseco es muy bajo, corno no sea que
21
se valoren como carne para alimento, lo cual también
es cuestionable.
El exceso de raciocinio deshumaniza. La razón
no es moral ni inmoral; mucho menos espiritual. La
ciencia es la más alta actividad de la razón: propor-
ciona acceso al poder y lo mismo puede construir que
destruir. Es una importante conquista del hombre. El
paraíso que ofrece es el paraíso de los robots, el
"mundo feliz" de Huxley.
El resultado es conocido: viajes al espacio y
genocidios en Vietnam; contaminación, gastos
bélicos exorbitantes y hambre, drogas maravillosas
para conservar la vida y bombas atómicas para
destruirla, en suma: nihilismo y desesperanza.
Para la razón todo lo espiritual es sospechoso.
Carece de base científica de no ser como fenómeno
social, carece de interés, olvidado que la expresión
más humana del espíritu es el amor y que el amor es
la fuerza integradora por excelencia.
Precisamente es anticientífico pensar que la
materia y el espíritu son dos cosas separadas o
excluyentes una de la otra. En realidad, no podrían
existir la una sin la otra. Vista con sentido materia-
lista, la gravitación universal es la expresión espiritual
de la materia. La cohesión y el orden del universo
constituyen una expresión espiritual.
En otros términos, la fuerza que mantiene la
integración, el orden y el proceso dirigido hacia un
fin común en las células de un cuerpo humano es una
fuerza espiritual. Lo que sucede es que la espiritua-
lidad se quiere comprender solamente con el sentido
de doctrina religiosa.
Hace algunos años, queriendo cuestionar la
entronización del ateísmo en las nuevas generaciones
se organizó una mesa redonda con la intervención de
varias personalidades religiosas y un solo ateo, que
tuvo el valor de confesar que lo era y que estaba
dispuesto a confrontar su forma de pensar con las de
otras personas. La sorpresa final de este encuentro
fue que el hombre que se confesaba ateo resultó ser
el más espiritual y honrado sin invocar en lo más
mínimo la existencia de Dios; los demás ponentes
exhibieron su falta de verdadero amor al echar mano
a recursos teológicos como el "pecado", la "salva-
ción" y la "condenación" eternas, el Diablo y otros
no menos truculentos.
El problema espiritual del Hombre estriba en que
la expresión extrema del espíritu como amor conduce
· al éxtasis, cumpliendo el orden natural de todas las
cosas, de paso hacia la depresión. Es así que el amor
se convierte para los amantes en "dulce amor", en el
plano de las relaciones personales, y en un "cielo" y
en un "infierno" para los que, tratando de trascender
lo particular y humano, buscan el amor de Dios.
Leyes Universa les
Cuerpo Mental
F acu Itades Raciona les
Mente
ISERI
Materia Universal
Cuerpo Físico
Facultades Sensoriales
Materia
22
Dentro de esta dicotomía surge el temor al
"pecado" y el amor se convierte más en una angustia
que en una solución feliz para la existencia.
Ahora bien; la estabilidad interna y la armonía
externa del ser humano precisan de un centro de
conciencia integrado con las diferentes corrientes
sensoriales, emocionales, racionales y místicas o
espirituales, que establezca claramente una identidad
personal y actúe como un eje central del individuo
dentro de la compleja gama de estímulos y respuestas
que conforman las experiencias en diferentes niveles.
Este centro de conciencia, para poder participar
de todas estas corrientes, debe de constituirse en un
nivel superior a lo material, lo energético, lo racional
y lo espiritual, es decir, en una conciencia de Ser:
Gravitación Universal
Cuerpo Espiritual
Escultores Espirituales
Espíritu
Energía Universal
Cuerpo Astra I
Facultades Emocionales
Energía ­
5. Los TEXTOS y LA
HERMENÉUTICA SAGRADA
V
amos a ver ahora las obras que permiten
capacitarse para comprender las primeras
nociones de Iniciación.
La Tabla de Esmeralda es un texto cuyo herme-
tismo se supone por todos, y la palabra es justa, puesto
que proviene de su autor HERMES. A propósito de
Hermes Trismegisto, sería bueno hacer una aclara-
ción una vez más, diciendo que no se trata de un autor
sino de varios (un grupo de Iniciados), lo cual se
comprende fácilmente porque de lo contrario el pobre
hombre (si lo hubiera sido), habría debido escribir
día y noche para producir los 2.000 libros que se
conocen de él.
HERMES (que quiere decir Mercurio)
TRISMEGISTRO (palabra griega que significa tres veces
grande), sería más bien la reunión no solamente de 3
Grandes Maestros, sino de tres grandes Colegios: el
egipcio, el hebreo y el griego. La mención de
Mercurio, el mensajero de los Dioses, el inter-
mediario entre el mundo divino y el profano, indica
claramente que la palabra de los TRES MAGOS es una
enseñanza sagrada. Todo induce a creer que gran
número de libros Iniciáticos y de tradición esotérica
(y no solamente los que refieren a la tradición mágica
del Dios Thot), fueron agrupados bajo lo que puede
• M.V. Maestre Serge Raynaud de la Ferriere, Tercer Mensaje,
Los Misterios Revelados (fragmentos). en Los Grandes
Mensajes, España. G.F.U., edición facsímil a la primera
edición de Bogotá, 1958, p.p. 201­206.
23
llamarse un eporumo célebre. No quisiéramos
aparecer como heresiógrafos, pero es de primera
necesidad enseñar esto a los postulantes de la Escuela
Iniciática para no oír más semejantes absurdos.
Para volver a nuestro punto de vista, declaremos
que muchos de los textos que parecen simples, son,
sin embargo, de una alta enseñanza; y no nos
referimos al Evangelio según San Juan (del que
hablaremos después) sobre el cual descansa todo el
estudio de la Masonería, ni al Libro de Daniel que se
presenta con una filosofía cualquiera y que es la obra
clave de los Esenios, ni al Toldos Jhcsu, una de las
tres obras escritas en hebreo que es la expresión de la
Tradición admitida por la.Sinagoga, sino a cuentos
infantiles, a leyendas insignificantes y hasta hechos
históricos provocados.
Ignorando csre principio, los buscadores indi-
viduales han deplorado que se hubiese perdido la
Tradición ( .. ) Otros, que han leído mucho pero que
no han comprendido nada, declaran simplemente que
los libros son tan inútiles como los Maestros o las
Escuelas, y todos conocen a estos jóvenes presun-
tuosos que hacen creer que han "realizado" sin la
ayuda de los educadores lniciáticos ( ... ) (lo cual
corresponde a negar a los Buddhas, a los Cristos y a
los Avatares que entran en Centros de Iniciación,
porque a pesar de su nacimiento predestinado, su
educación debe ser completada por los Maestros).
 Hemos sido testigos también de la incompetencia
de personalidades del mundo oculto que ignoraban la
arqueometría ( ... ) ¡y no era un "venerable" cualquiera
de una Logia local ( ... ) ! En otra ocasión, habiendo
sometido una clave a la respuesta de un personaje que
se presentaba como Hierofante, y habiéndole
explicado, ante su incomprensión, la importancia que
había en contestar, declaró simplemente que aquélla
era una "contraseña" conocida por nosotros, entre los
miembros de cierta doctrina oculta ( ... )
Hay que reconocer que este pobre ignorante
trabaja con Papá-Dios directamente ( ... ) Y cuántos
no habrá que toman la Orden del Acuarius por una
sociedad secreta más ( ... ) y que confundan las
palabras sagradas con las Claves Universales.
Decididamente, un gran número de. repre-
sentantes de la espiritualidad ha perdido el sentido
común y está en plena negación en vez de unirse, de
estudiar y de construir. ..
La utilidad de las Claves es primeramente para
reconocer al INICIADO de entre los iniciados y al
Adepto de entre los estudiosos, porque se juzga según
la respuesta.
Efectivamente, varias respuestas son valederas
para la misma pregunta, por que se trata de diferentes
elementos indispensables para una teoría; la Clave es
una especie de esquema mnemotécnico, es un dibujo
que representa un estudio completo, un símbolo que
da las instrucciones de trabajo, una palabra que
recuerda una doctrina tradicional, o un sello que
revela los datos esotéricos y permite empicarse. Por
lo tanto la respuesta no es otra palabra sino la
explicación, la concordancia o la rectificación a veces
de la llamada simbólica que se lanzó.
Además de estas gráficas que bajo una apariencia
banal han servido para transmitir la Tradición
Iniciática, existen otras referencias para los esru-
24
diantes del ocultismo: son los reflejos de las teorías
agrupadas en cuadros diversos: Séfiros, Clavículas,
Cuadros Mágicos y hasta ciertos Alfabetos.
Naturalmente los límites de este libro no nos
permiten establecer o dar reproducciones; sin
embargo, presentamos algunas concordancias que a
veces se encuentran de estos dispositivos.
No insistiremos sobre lo que se refiere a la cifra
siete cuyo simbolismo es el más conocido, posible-
mente, por las notas de la música, días de la semana,
colores principales, planetas importantes, planos de
evolución, facultades del ser humano, etcétera ...
Un sabio fraile dominico que hizo la gloria de su
Orden, Alberto Magno, es uno de los más célebres
hermetistas que han existido; Obispo de Ratisbona,
enseñó la teología en Colonia y en París (después de
haber estudiado en Padua a principios del siglo XIII),
pero prefirió retirarse en 1262 de este puesto
honorífico· que le confirió el Papa Alejandro IV.
Alberto Magno, llamado también Alberto el
Teutónico, (de su verdadero nombre Alberto de
Groot), nunca pensó, seguramente, en que más tarde
habría g_cntc incrédula hasta el punro de tomar sus
fórmulas al pie de la letra. Su tratado de magia ha sido
tan vulgarizado que es raro encontrar un brujo
cualquiera que no posea, por lo menos, extractos de
los "Secretos Admirables", las "fórmulas" de algunos
mamotretos, como por ejemplo: "después de haber
triturado y tamizado fiemo de lagartijas, hueso de
jibia, tártaro de vino blanco, raíz de cuerno de ciervo,
coral blanco y harina de arroz en cantidades iguales,
etcétera ... "
Naturalmente, digamos de una vez, que para ser
eficaz la precedente receta debe interpretarse:
"después de haberse puesto de acuerdo sobre el ritual
y de haberse purificado habría que aislarse en la hora
de Saturno en lasegundadécadadenoviembre (fiemo
 de lagartijas: fines del signo de Escorpio), preparar
bitrartato de calcio y pimentón ( tártaro de vino y coral
blanco), etcétera ... "
En una palabra, hay que conocer lo que se llama
la ley de correspondencias. Los alfabetos, de los
cuales es uno de los prototipos el hebreo, son también
muy útiles para esto( ... )
armadura del simbolismo numeral de este número es
equivalente a 24-2 cuyo correlativo es el 21 igual a
24-3 por abstracción de la cantidad 3 del conjunto de
las cualidades 24. (El procedimiento de sustracción
es aritmético, mientras que el de abstracción es
geométrico; la misma diferencia existe sin que haya
ningún parecido en el procedimiento).

El esoterismo gráfico es un convencionalismo En el cuadro adjunto hemos representado las

por el cual el trazado de una letra o de un dibujo
representa una idea definida, por lo que la presen-
tación de las letras de un alfabeto lleva un número de
· orden que permite transportarlas sobre otro alfabeto
y encontrar así la idea expresada a pesar de las
diversas significaciones.
Aquí tenemos el número 22 de un carácter muy
especial y sobre el cual no podemos extendemos: la
correspondencias de las 22 letras del alfabeto hebreo
(y su pronunciación), las letras del alfabeto sánscrito,
las palabras sagradas empicadas en Qabbalah, ciertos
símbolos de representación alquímica que permiten,
así comparados, la lectura de los textos herméticos;
un alfabeto criptográfico de la Orden de los Templa-
rios; los jeroglíficos de los Colegios Egipcios, y los
radicales chinos.

Séfiros de Consideraciones Adaptación Primera Atribución

la Kabalah de la India Griega Clave Japonesa Cosmogónica

AINSOPH NIRVANA PARNASO LOS KANOS EL PRINCIPIO

UNICO

KETHER BRAHMA A POLO • KI NO YE CIELO DEL EMPIREO

HOCHMAH VISHNU CLIO KI NOTO CIELO DEL I MOV.
BINAH SHIVA URANIA · FINO YE FIRMAMENTO
HASED MAYA TALIA FI NOTO CIELO DE SATURNO
GUEBURAH OUM MELPOMENE TUTI NO YE CIELO DE JUPITER
TIPHERET HARANGHER POLIMNIA TUTI NOTO CIELO DEL SOL
NETZAH PORSH CALIOPE KA NO YE CIELO DE MARTE
HOD PRADIAPAT E RATO KA NOTO CIELO DE VENUS
IESOD FRAKRAT EUTERPE ·Ml'TU NOYE CIELO DE MERCURIO
MALCUTH PRAN TERPSICORE Ml'TU NOTO CIELO DE LA LUNA

La base de los DIEZ séfiros es la más corriente en este orden del espíritu, pero a veces es con el número DOCE, como sucede en el
alto simbolismo, que se encuentran las indicaciones necesarias. .

25
Divinidades Clave de los Hijos de Signos del Las Pedrerías Correspondencias
Griegas Japoneses Jacob Zodiaco Simbolismo de Juan en colores
(Apoc. XX, 19 y 20)

HERA NE GAD ARIES CALCEDONIA ROJO VIVO

HERMES USI ASER TAURO ESMERALDA VERDE OSCURO
CIBELES TORA !SACAR GEMINJS SARDONICA MAR RON
DIONJSIO u ZABULON CANCER SARDIO BLANCO (PLATA)
ZEUS TATU JOSE LEO CRJSOLJTO AMARILLO (ORO)
ARTEMIS MI BENJAMIN VIRGO BERILIO MULTICOLOR
ATEN A UMA RUBEN LIBRA TOPACIO VERDE CLARO
ARES FITU, SI SJMEON ESCORPION CRISOPRASA BERMELLON
PRIAPO SARU LEVI SAGITARIO JACINTO AZUL CIELO
AFRODITA TORI JUDA CAPRICORNIO AMATISTA NEGRO
DEMETER INU DAN ACUARIUS JASPE GRIS
HERACLES J NEFTALJ PISCIS ZAFIRO AZUL MARINO

Además de las claves denarias y duodenarias es también muy importante la que está basada sobre el número OCHO. Clavículas
de este género han existido en la antigüedad, pero siempre muy secretas en razón de su carácter

26
6. Los SIETE SELLOS DE
LA TRIBU DE JuDÁ *

1.- La estructurade la materia
Fue una tarde cualquiera. La luz roja del
semáforo me obligó a parar el carro en un concurrido
cruce de calles en el centro de la ciudad de México.
Sentí que él me estaba mirando y voltee a verlo.
Estábamos sentados en el asiento delantero del carro.
-¿Cómo supo usted que me iba a encontrar a mi?
me espetó mirándome intensamente y sin que mediara
ninguna provocación.
- Yo no sabía que lo iba a encontrar a usted, -
contesté. Nunca he buscado a un Maestro.
El cambio de luces me obligó a mirar hacia el
frente mientras hacía arrancar el auto. Luego,
mirando siempre hacia adelante, le conté que desde
que era mu y niño comencé a buscar a un hombre que
fuera feliz.
Yo pensaba que si encontraba a un hombre que
supiera realmente por qué vivía y por qué tenía que
morirse, ese hombre tenía que ser feliz. Y si era feliz
tal vez quisiera enseñarme a serlo. Fue mi padre al
primero que le pregunté si era feliz. El sonrió y quiso
echar a broma mi pregunta alborotándome el pelo de
la cabeza con un gesto paternal. Pero me sintió tan
preocupado por su respuesta, que dijo:
• V. Maestro José Marcelli, Los Siete sellos de la tribu de
Judá, en Estrada el Maestro, Solar Editores, primera
edición, México 1988,p.p, 13­50.
-Bueno, soy feliz, más o menos ... como todos.
-Entonces tú sabes por qué vives y por qué te
tienes que morir, ¿ verdad?
Mi padre perdió su sonrisa, volteó para otro lado
y como restándole importancia a la cosa, me preguntó:
-¿ Y tú por qué te preocupas por esto? Todos nos
tenemos que morir.
-¿P9r qué?
-¿Por qué qué?
-¿Por qué nos tenemos que morir?
-No sé.
-¿Quién sabe?
-Tal vez el Padre Tomás sepa. ¿Por qué no le
preguntas a él?
-Le voy a preguntar -contesté.
El Padre Tomás sí sabía. Me explicó que
teníamos que morir para poder ver a Dios. Le dije que
yo quería verlo de una vez y él sonrió y dijo que antes
tendría yo que cumplir los Mandamientos de la Ley
de Dios para tener el privilegio de verlo en otro
mundo, después de muerto.
En aquellos días tenía tres años y la respuesta del
Padre era concluyente, pero cuando comencé a asistir
a la escuela me renació la inquietud. Hice la misma
pregunta a mis profesores en cada afio escolar. Todos

27
dijeron con sencillez que no sabían y que, a su juicio,
nadie lo sabía. Creo que tenían razón, pues más
adelante pregunté lo mismo a unos pocos hombres
reputados de sabios y a otros que contaban con el
prestigio del triunfo en los negocios. Nadie sabía.
En la siguiente esquina volví a coincidir con la
luz roja y paré.
Así que yo buscaba un hombre que fuera feliz
porque sabía por qué vivía y por qué tenía que morir
y nunca lo encontré, concluí, mirando al Maestro
Estrada.
El seguía mirándome con intensidad. Su rostro
en ese momento era imponente, con sus barbas
blancas y sus pelos en derredor de todo el rostro y a
contraluz con el sol poniente. Creí que el tema estaba
agotado, pero él me preguntó, acentuando sus
palabras:
-¿Está usted seguro de que no ha encontrado a
ese hombre?
El tono de su voz me despertó una sensación
extraña, como si hubiera estado diciendo cosas que
no tenían sentido y tuviera necesidad de ser más
cuidadoso con mis palabras. De todos modos, le
contesté:
-Sí, estoy seguro de que no he encontrado a ese
hombre, a menos ... que sea usted-, agregué, en tono
un poco zumbón, como para bajar la tensión que
comenzaba a invadirme.
El Maestro notó mi inseguridad y sonrió con todo
el rostro. Miró por la ventanilla hacia el crepúsculo
y dijo suavemente, como si hablara consigo mismo:
-Así comienzan a veces estas cosas. Yo también
buscaba un hombre desde niño y un día lo encontré:
fue el doctor De la Ferriére.
-Entonces, insistí, al tiempo que arrancaba el
carro nuevamente, ¿cree usted que sí existe esa
28
respuesta?
-Sí y es muy sencilla. Lo que pasa es que
esperamos una respuesta misteriosa y complicada.
-¿ Y dónde está esa respuesta sencilla?
-Aquí mismo, ahora. Pero no es una respuesta
que pueda darse sólo con palabras. Pero aquí está, -
insistió, mirando el entorno hasta donde se lo
permitían los cristales del parabrisas y las ventanillas.
-Creo que su concepto es un poco . . poético, -
comenté, mientras lo miraba a él mirar lo que parecía
serle obvio y a mí me parecía el comienzo de una
conversación juguetona y divertida.
-¿Qué ve usted ahí? -rne preguntó en tono
perentorio, señalando hacia a fuera con un movi-
miento de cabeza.
-Gcntc, autos, edificios, contesté con displi-
cencia.
-Lo que usted está viendo, corrigió, es vida,
movimiento, sueños, intereses; una gama muy diversa
de elementos que obedecen a leyes y, en conjunto,
participan de un ceremonial que mantiene su unidad
de propósitos. Cada persona, árbol, máquina, calle o
edificio· es un símbolo que representa en síntesis
muchas cosas, y todos esos símbolos tienen una
relación directa entre sí.
-No veo qué tiene que ver todo esto que veo con
el as tinto de vivir y tener que morir, corté, ya un poco
decepcionado del giro de la conversación.
-Es lo mismo. Todo lo que usted ve ahora no
existía antes y cuando haya cumplido su función
dejará de existir. Las calles, los edificios y los jardines
son pensamientos, deseos, sueños plasmados por
varias generaciones, que se van modificando y
adecuando al sentir de nuevas generaciones. Y todo
esto es vida y muerte y lo único que produce en
definitiva son experiencias. Y lo mismo sucede con
los individuos que forman las generaciones que
impulsan este proceso. Su única ganancia es expe-
riencia y con esa experiencia van formando una
conciencia que finalmente les permitirá comprender
qué significa todo.
- Y como cada cabeza es un mundo, según se
dice, resulta entonces que cada conciencia tiene un
concepto diferente del mundo, -añadí con sorna- por
lo tanto, seguimos igual que siempre; nadie sabe en
definitiva nada.
-Así es, y eso no obsta para que cada quien pueda
encontrar su respuesta en la medida que toma
conciencia de su naturaleza de ser humano y descubre
gradualmente que su naturaleza está constituida con
el mismo tipo de elementos químicos y con el mismo
propósito que la naturaleza de los demás seres
humanos. Por lo tanto, en la medida de que se conoce
a sí mismo va conociendo a los demás, hasta que,
eventualmente, llegue a conocer la causa primera y
última de su naturaleza.
-Lo cual las religiones llaman Dios, -intervine-
y Dios es tan elevado y sublime que sólo lo
conoceremos cuando hayamos hecho suficientes
méritos y estemos muertos, como me decía el Padre
Tomás.
-Si queremos imaginar a Dios como un super-
hombre, ciertamente nos metemos en un callejón del
cual sólo puede sacarnos la muerte; pero si estudia-
mos a Dios con los medios que nos ha dado para
conocerlo, entonces lo vemos y palpamos en todas
partes, como sugiere un poema*:
... el mar comienza donde lo encuentras por
primera vez y luego te sale al encuentro por todas
partes ...
Reí con ganas. La cita era buena y ya la había
*Poema atribuido a quien años después sería el papa
Juan Pablo II
29
oído en alguna parte en relación a al promoción que
se hizo para la visita que el Santo Padre hizo a México .
en 1979. No cabía duda, el Maestro José Manuel
Estrada tenía un modo ameno e inteligente de
discurrir, pero el asunto de fondo seguía quedando en
el aire. Así que decidí lanzarle una pulla con buen
humor:
-No sé cómo lo verá el Santo Padre, pero tiene un
olorcillo a panteísmo que la Santa Madre Iglesia
airearía con mucha diligencia, llegado el caso, -seguí
sonriendo.
-También tiene un olor a panmarerialismo y a
panespiritualismo. Porque de todos modos, el pan
está en todas partes, -rne contestó, siguiendo mi
broma.
-Tal vez por eso don Pablo Ncruda dijo que hay
panaderos que alimentan el cuerpo y panaderos que
alimentan el alma, y eso lo digo por los poetas-
agregué.
-Lo mismo puede decirse de los Maestros: son
panaderos que alimentan el espíritu. Todo es pan, es
decir, que está en todas partes. La materia es pan; está
en todas partes. La energía y la mente también son
pan. Dios es el gran panadero.
Los dos reímos.
Habíamos salido del centro de la ciudad y nos
dirigíamos hacia el noreste, hacia la zona de las
colonias improvisadas sobre el lecho seco, en parte,
del Lago de Texcoco. El Maestro tarareaba una copla
venezolana y la acompañaba tamborileando a veces
y arañando, a la manera de un cuatro llanero, el tablero
del automóvil. Estaba contento y yo también
participaba de su alegría. Sentía algo así como una
respetuosa confianza que comenzaba a nacerme por
dentro. No me cabían dudas de que era un hombre
que inspiraba confianza. •
 virtud de las cuales existe todo lo que vemos y
palpamos.
Materia es energía concentrada, energía es mente
concentrada, me repetí en voz alta. Luego agregué:
-Ustcd dijo algo del ceremonial de la vida, de
una relación ceremonial.
-Materia, energía y mente son tres aspectos de
una misma cosa y esa cosa hace que todo tenga
relación con todo. La cosa es el espíritu, porque la
mente es espíritu concentrado.
Me bloqueé. Mis conceptos acerca del espíritu
se atascaron. Durante varios minutos permanecí
Por lo menos a mí me estaba pareiendo eso y me callado. Tratando de encontrar una salida me lancé
atreví a reanudar la plática: como en mis días de niño cuando me vendaban los
-Eso del pan, Maestro, no me resuelve mi ojos y me entregaban un garrote para que tratara de
problema. Si la vida es pan universal, entonces romper una olla llena de fruta y de dulces, en la época
también la muerte es pan y el resultado es que no hay de navidad.
pan ... -¿Y el espíriru es la concentración ele qué?, -
-¡Humjú! Es muy sencillo. ¿Qué ve usted afuera? espeté a la desesperada. ·
-Ya lo dijo usted, vida. -De la Divinidad, contestó el Maestro tranqui-
-¡Humjú! ¿Y de qué está hecha la vida? lamente, sin voltear siquiera para mirarme.

-Bueno también lo dijo usted: de movimiento, Pasaron varias cuadras en silencio. Lancé otrc
sueños e interés ... garrotazo de ciego:

-¡Humjú! Seamos todavía más concretos: la vida -Y la Divinidad, ¿concentración de qué es?
está hecha de materia. -Del absoluto.
-Sí, ¡claro! -exclamé-, de materia viva. Casi estábamos llegando. Poco antes de parar el
-Naturalmente, porque la materia es energía automóvil eché fuera mis últimas reservas mentales:
concentrada. -¿ Y yo qué soy y por qué estoy vivo y tengo que
-También usted dijo que todos los elementos de morirme?
la vida están manejados por leyes, supongo, uni- -Usted es un ser humano. Como humano tiene
versales. que nacer y morir todas las veces que sea necesario
-Sí, lo que una vez sucede, sucede siempre. Las para que su Ser conozca todo lo que puede conocer de
leyes son constantes de tipo universal y están siempre sí mismo en esta dimensión de la vida.
presentes en la energía, ya que la energía es mente Un hombre ya entrado en años y varios niños
concentrada. La mente es un conjunto de leyes en salieron a recibir al Maestro sonriendo. Yo me

30
 despedí y emprendí el viaje a casa enrrumbando el
carro hacia el sur. Me sentía ligero. Traté de p~nsar
algo y no lo conseguí. Tenía la mente vacía.
11.­ El alma y la conciencia.
Isha tenía el don de pasar inadvertida cuando
quería observar o escuchar algo. Entonces se le veía
caminar con lentitud o sentarse en cualquier rincón
con desgarbo. Usaba una trenza para sujetar su pelo
negro y lacio y uno acababa por acostumbrarse a verle
como parte del ambiente que se creaba en torno del
. Maestro cuando se acercaban a él los jóvenes de la
década de los sesenta. Isha era joven, de cuerpo
mediano y tez morena. Cuando el Maestro hablaba
en algún salón cultural, ahí también se veía a Isba,
pero en esas ocasiones su trenza se convertía en un
alto chongo que hacía resaltar su cuello firio y largo
y su perfil de rasgos egipcios, como remate de un
cuerpo esbelto y gracioso, enmarcado por una
delicada feminidad.
En aquel tiempo estaba yo empeñado en aceptar
todo el trabajo que se me presentaba para transfor-
marlo en dinero y perdía muchas veces la oportunidad
de acompañar al Maestro.
Entonces buscaba a Isba y me ingeniaba para
sonsacarle alguna versión de las enseñanzas que había
vertido el Maestro en mi ausencia. Una vez hablamos
del alma:
-¿Qué piensa usted de lo que dijo ayer el Maestro
acerca del alma? -le pregunté.
-No pienso nada-sonrió-, lo que él dijo no quiero
pensarlo porque podría encontrar dificultades para
entenderlo. Lo que dijo lo siento cierto. Eso es todo.
-¿ Y qué fue lo que dijo?
-Algo así como que el alma es el conjunto de
experiencias que actúa como mediador plástico entre
el Ser que somos y la persona que tenemos.
31
-¿Por qué lo siente usted cierto? -insití.
-Porque sí. ¿Podría usted darme una definición
mejor del alma? -me preguntó sonriendo.
-Pensándolo bien ... creo que no podría darle
ninguna.
-Entonces, la del Maestro es buena.
-¿ Y qué garantiza que es correcta?
-Nada, -dijo- mientras me miraba abriendo sus
grandes ojos con una sonrisa que parecía de asombro
y era realmente burlona .
-Enionces, no estamos obligados a aceptarla.
-No.
Ella me seguía mirando sin parpadear y yo
comencé a sentirme ridículo. Para salir del paso
continué la conversación:
-Bueno, tendré que desmenuzar esa definición
en pedacitos para ver si la puedo tragar y digerir, -
añadí con un dejo de fastidio.
Ella rió con una carcajada genuina, sin emitir
ningún sonido, como si se estuviera. tragando el gusto
de la risa. Luego afectó una fuerte seriedad y dijo:
-Muy bien. Metamos esa definición en la
licuadora mental para analizar científica.mente sus
partículas.
Su humor era contagioso y decidí seguirle la
broma.
-Comencemos con lo del Ser. ¿Qué es el Ser?, -
le pregunté.
-Lo que es.
-¿Lo que es qué? -reargüí
-Nada. Simplemente lo que es. Si usted dice que
el Ser es esto o lo otro, ya no está hablando del Ser.
Está definiendo alguna condición o atributo y lo está
adjudicando al Ser. El Ser es por sí mismo.
 No se me había ocurrido que Isha fuera inteli-
gente. Procuré flanquear el asunto:
-Bueno, dejemos eso por ahora. ¿Qué podemos
entender como persona?
Isha no se tragó mi anzuelo. Me devolvió
pregunta:
-Será mejor que usted revise su concepto sobre
la palabra persona.
-Etimológicamente, persona es máscara, creo
que viene del griego.
-¿ Y qué contiene esa máscara? -continuó. Se
puso la barbilla sobre el puño izquierdo a la manera
del pensador de Rodin y me miró de frente con el
entrecejo fruncido con coquetería.
-Contiene sensaciones, emociones, pensa-
mientos, amor. ..
-¡Ajá! Y hablando científicamente, ¿qué signi-
fica todo eso?
Comencé otra vez a sentirme ridículo. Me veía
como un escolar en día de exámenes y para escapar
de la situación empleé algunos términos empa-
rentados de lejos con la ciencia:
-Significa estructura biológica, actividades
neurofisiológicas, asociaciones mentales y estados
de conciencia.
- Y precisando un poco más, ¿a qué se reduce
todo eso?
-Eso me gustaría que usted lo precisara -rne
defendí en retirada.
-¿Ha escuchado usted hablar al Maestro de la
materia como energía concentrada, de la energía
como mente concentrada y de la mente como espíritu
concentrado?
-Sí, recuerdo algo de eso, precisamente es lo que
contiene la persona humana. ¿Podría usted cspe-
cificar eso un poco más?, por favor -le pedí.
­El cuerpo de la persona humana está formando
por materia, y el cuerpo puede estar vivo porque su
materia es energía concentrada; esta energía actúa a
la través de leyes porque es mente concentrada; y la
mente permite la existencia de la persona como
individuo porque es espíritu concentrado.
-Y ya que andamos por aquí -argüí con astucia-
qué tal si ubicamos al Ser y lo definimos como
concentración, pero ¿de qué?
-De lo que intuimos como Divinidad, -contestó
Isha rápidamente -la cual es concentración del
Absoluto. El espíritu es por su parte la concentración
del Ser-Divinidad.
-O sea que todo está bien concentrado -dije
riendo.
Isba volvió a reír abierta y silenciosamente; y
todavía riendo, agregó:
-Ya sé que la sabiduría licuada es indigesta para
los estómagos intelectuales que andan buscando la
verdad pasteurizada. Pero usted pidió el licuado -
aclaró.
-Andábamos en lo del alma, -repuse- tratando de
volver a hilar la conversación. Decíamos que el alma
es un conjunto de experiencias. Siguiendo el orden
de nuestras ideas, ¿el alma, en qué se resume o
concentra?
-Pues en conciencia, naturalmente, -puntualizó
Isba con retintín.
-Bueno, por este camino vamos a llegar al
Absoluto corno concentración de la nada y así todo
queda en nada. Volvamos al punto: si el alma es el
mediador plástico entre el Ser que somos y la persona
humana que tenemos, entonces la conciencia puede
establecer una conexión consciente entre el ser y la
persona, y eso, de algún modo, equivale a la
32
iluminación.
Miré a Isha y vi que ella estaba mirándome y ya
no sonreía.
Algo estaba comenzando a fluir y necesitaba un
cauce, Isha permanecía en silencio y yo sentí
necesidad de seguir hablando:
-La conciencia es la que puede aportar la
respuesta al Ser y a la persona -argumcnré-. Viendo
las cosas así, lo importante es desarrollar el alma
nutriéndola con experiencias de altura y profundidad.
Para conseguir ese tipo de experiencias se necesitan
mejorar las facultades naturales del cuerpo, de la
psique y de la mente, inclusive del espíritu. Esto
significa autodisciplina.
-Vamos a ver, -continué monologando- disci-
plina libremente consentida para mejorar las facul-
tades naturales. De la mejoría de las facultades
naturales pueden conseguirse experiencias más finas;
con las experiencias finas se puede nutrir el alma; el
alma se resume en mejor conciencia; la conciencia
establece mejores relaciones entre el Ser y lo humano
de nuestra naturaleza; de esta mejor relación surge
mayor comprensión del sentido de la vida; de la mayor
comprensión del sentido de la vida se obtiene mayor
responsabilidad; con la responsabilidad hay mayor
libertad; con la libertad se alcanza la verdad. ¡Fácil!
Esperaba que Isba se echara a reír con mis
elucubraciones facilistas, pero se mantuvo seria y
silenciosa. Para provocarla, le pregunté:
-¿Qué piensa usted de todo esto?
-Ya le dije que no acostumbro pensar en el
significado de los conceptos. Prefiero sentir si son
ciertos o no.
-¿ Y cómo siente mis especulaciones, son ciertas
o no? .
-Tcndrá usted que sentir mi respuesta.
Se puso de pie, me tendió la mano para despedirse
y me miró serenamente. Se la estreché, mirándola a
los ojos y no encontré ningún asomo de reproche ni
de entusiasmo. Pero cuando se fue, me sentí como un
imbécil.
Días más tarde le comenté al Maestro esa
experiencia y él se limitó a decir:
-Hay algunas mujeres que adivinan la verdad.
No me arriesgué a pedirle más explicaciones.

111. La mente y las leyes universales

Las siete de la noche. En otros lugares debían ser
las siete de la tarde. Aquí decididamente era ya de
noche. El avión tenía los motores en marcha, pero no
se había dado el aviso de abordaje. Todo estaba
tranquilo. El cielo se veía despejado sobre la pista.
Hacia el lado de las montañas la oscuridad formaba

33

una pared rasgada por instantes por la luz de alg~n
relámpago. En las montañas había tormenta y hacia
ellas teníamos que ir. El aeropuerto de la ciudad de
La Paz se encuentra a cuatro mil metros de altura y tal
vez era prudente esperar antes de acercarse al
Mururata o al Illimani con sus seis o siete mil metros
de altura.
En el salón de conferencias del Club de La Paz
la o-ente ya debía de estar sentada esperando mi charla
sobre "Las convergencias de la ciencia y la religión".
Aquí, en Cochabamba, los pasajeros esper~ban con
buen humor. Nos encontrábamos al pie de la
Cordillera de los Andes Centrales y se imponía un
tácito respeto a las leyes de la Naturaleza.
Podíamos salvar la inmensa mole de las monta-
ñas volando entre la oscuridad de la noche apoyados
en el conocimiento de las leyes naturales, pero
sabíamos que cualquier transgresión a esas leyes
34
podía ocasionar un insignificante accidente para la
Naturaleza, y en ese insignificante accidente todo lo
que teníamos, incluidos nuestros sueños, se podían
convertir en una pequeña nubecilla de humo que los
vientos de la Cordillera disiparían en muy poco
tiempo.
Al fin despegó el avión y se lanzó hacia la
oscuridad, vulnerándola hasta encontrar el cielo
cubierto de estrellas. Ahí íbamos unos pocos seres
humanos protegidos por el esfuerzo de miles y miles
de otros seres humanos que desde siempre se
rebelaron conrra los espíritus escondidos en las
sombras.
¡Cuántos fracasos, cuántos sueños y cuántas
vidas y muertes mantenían sobre las nubes. d_e
tormenta nuestro pequeño pájaro de acero, clarivi-
dente y clariaudicnte, con sus ojos de radar y sus
oídos electrónicos! Daban ganas de sentirse un poco
lírico y declamar: "[humanidad, humanidad, has
hecho tuya la consigna de los héroes: vivamos de
modo que los dioses se avergüencen de habernos
hecho mortales"
La euforia del vuelo .se atemperó con los
preparativos para el aterrizaje, nuevamente en medio
de la oscuridad. Los espíritus volvieron a conmover
los más antiguos estratos del alma. De repente ya
estábamos sobre la pista de "El Alto", en el aeropuerto
de La Paz.
Bajamos hacia la ciudad en un veloz automóvil
que se abrió paso entre las sombras sobre una carretera
húmeda .de lluvia, bordeando la hondonada de La
Paz. A las ocho de la noche entré en el salón de
conferencias casi jadeando. De inmediato me
cedieron los micrófonos.
En el breve instante que medió entre las palabras
de introducción, "señoras y señores, herrnanos todos
de la Gran Fraternidad Universal", y el comienzo de
 mi planteamiento sobre las convergencias de la
ciencia y la religión, la figura del Maestro llenó el
salón sin borrar los elegantes candiles, las alfombras
y las sillas donde multitud de rostros me miraban
directamente. Detrás del Maestro, Isha también me
miraba con su mirada abierta, sin entusiasmo ni
reproches. Por dentro oí la voz del Maestro, dando la
pauta para todo el tema:
Dios es un conjunto de leyes a través del cual
existe todo lo que vemos y palpamos ...
Lo demás comenzó a íluir de la mirada de Isha y
· yo seguí el curso de su mirada y fui describiendo el
escenario y el drama de la búsqueda de la razón de
Ser y de estar aquí sin saber por qué.
Se ha dicho que donde termina la ciencia
comienza la religión. La ciencia investiga las
incontables facetas de la Naturaleza; la religión las
resume en una fuente única que llama Dios. Todo
parece emanar de una fuente y retorna finalmente a
su fuente. La fuente es sagrada y única; su emanación
es la Naturaleza. La ciencia termina donde 'la
Naturaleza vuelve a su fuente sagrada; la religión
termina donde la fuente sagrada se convierte en
Naturaleza.
La ciencia y la religión terminan donde la fuente
sagrada se convierte en Naturaleza.
La ciencia y la religión son dos fases de este
proceso de unidad y de diversidad.
La religión se justifica por el poder de lo sagrado,
de lo que es eterno y permanece en el misterio, y lo
ejerce por medio de la fe. La ciencia se fundamenta
en el conocimiento de las leyes universales y las aplica
a los hechos por medio de la tecnología.
"La fe mueve montañas", dice la religión.
"Un pico y una pala, impulsados por los brazos
del hombre, también mueven las montañas, y cuando
35
los brazos y los picos y las palas se agrandan por
medios mecánicos, mucho mejor", dice la ciencia.
"Si tu viéseis fe como un grano de mostaza, diríais
a ese sicomoro: ¡plántate en el mar!, y se plantaría",
versión religiosa.
"Un trasatlántico puede cruzar los mares
convertido en un ente flotante", versión científica.
Y así, en muchas cosas.
La religión, desde siempre, propone a la fe como
un recurso insustituible para salvar el enigma de vivir
sin saber por qué; la ciencia busca la respuesta por
medio del conocimiento.
Los resultados de esta dicotomía se hacen
evidentes cuando la religión es incapaz de explicar el
sentido de la vida dentro de la misma vida y pospone
esa solución para el más allá y la muerte. Por su parte,
los científicos cada vez conocen mejor las carac-
terísticas del proceso de la vida, y cada vez son más
impotentes para establecer el origen y la necesidad
de que exista este proceso.
Desde un ángulo práctico y operativo, la religión
exalta el valor del espíritu y la ciencia insiste en el
valor de la mente racional. Para la religión el espíritu
es algo intangible que de algún modo está ligado a lo
sagrado y que se manifiesta en los seres humanos
como capacidad de amar y necesidad de salvación.
Para la ciencia, el espíritu es cspiralidad de tiempo y
espacio curvos y continuos, que producen una fuerza
centrífuga que actúa como fuerza de equilibrio
tendiendo hacia la libertad.
En el fondo, la ciencia y la religión proponen lo
mismo en cuanto al espíritu se refiere dentro de su
manifestación en lo humano, pues tanto da decir que
el espíritu produce el amor como la gravitación. Y
algo parecido sucede con los términos salvación y
libertad.
 La mente y el espíritu son dos planos de actividad
de la naturaleza de los seres humanos. La mente
racional es el instrumento con que operan las leyes
universales en el plano humano. Mentalmente, el ser
humano es el orden y la finalidad de un proceso
viviente que se hace cada vez más consciente de sí
mismo. El espíritu es, en síntesis, ese mismo proceso
viviente como unidad, dentro de la diversidad de
factores que lo integran.
El espíritu es el punto de encuentro entre el Ser
y lo humano; entre lo sagrado y su manifestación
como Naturaleza.
Siendo el amor y la libertad las características
humanas del espíritu, el amor es el centro de gravedad
del proceso de la vida en lo humano y cósmico, y la
libertad en el Ser y lo sagrado.
Hice una pausa. Recorrí con la mirada a la gente
que me escuchaba. Ellos y yo nos mirábamos a los
ojos. Habían ojos que pedían más luz. Otros medían
las distancias entre lo que sabían y lo que estaban
oyendo. La mayoría estaba disfrutando con entu-
siasmo el curso de la charla y el reencuentro con sus
propios descubrimientos y alguna confirmación de
sus intuiciones. Entre todos generaban una fuerza
invocativa que por sí misma producía sus respuestas.
Recordé un pasaje leído muchos años antes:
Todo lo que es ya fue
Todo lo que será ya ha sido
Y la lluvia cae atendiendo a la invocación
De un jardín sediento ...
La realidad humana nace, crece, madura y
declina a través de medios materiales que se resumen
en incontables experiencias que avanzan en busca de
nuevas oportunidades para perfeccionar sus meca-
nismos y hacerlos más congruentes con sus necesi-
dades. Toda esta experiencia acumulada actúa por sí
misma. Es, en realidad, conciencia. El concepto
36
religioso que asegura que "polvo somos y al polvo
volvemos" fue muy significativo cuando los cien-
tíficos consideraban que la materia estaba constituida
por conjuntos de partículas que giraban en un espacio
y un tiempo infinitos. Pero ahora que los físicos han
ahondado en la estructura de las partículas, ya no
pueden verlas como pequeñas esferas, sino que
prefieren plantearlas como "modelos de actividad
predictiblc", lo cual se acerca mucho a la idea de
centros de conciencia en actividad. Tal vez más
adelante el concepto del polvo sea reemplazado por
el de conciencia. Tal vez para entonces podamos decir
que conciencia somos y hacia una mayor conciencia
vamos.
En todo caso, los modelos de actividad predic-
tiblc, o los centros de conciencia activa, son centros
de conciencia activa, son centros de conciencia o de
actividad que actúan en el plano de la materia con una
definida.tendencia de persistencia, de seguir siendo,
que admite la evolución. El Cuerpo material de los
seres humanos manifiesta esta tendencia a través de
una fuerza inconsciente de instinto de conservación.
Es ahí donde los científicos encuentran cierta base
para fundamentar sus teorías· rnecanicistas del hombre
y de ht Naturaleza que los sustenta.
Sin embargo, es precisamente esta actividad
prcdicriblc o conciencia activa, la que hace tambalear
sus teorías, pues resulta muy difícil de cxpl icar como
existente por sí misma o producida por generación
espontánea. Y es precisamente ahí donde la religión
toma la palabra y propone la existencia del alma que
act úa corno mediadora entre lo sagrado y lo humano.
Ahí es .también donde el instinto de conservación
deja de scriuconscicnre y se hace subconsciente, casi
consciente y busca una solución mágica a su
necesidad de persistir, de vencer a la muerte. Es ahí
también donde aparece la idea del espíritu como algo
intangible que anima las fuerzas de la Naturaleza por
encima de las capacidades humanas y obliga a rendir

culto y acatamiento a esos espíritus mediante
ofrendas y rituales que dan lugar a la aparición de las
religiones animistas.
En estos dos aspectos elementales de la natura-
leza humana, que podemos considerar como incon-
scientes y subconscientes, ya se plantean las
posibilidades de la ciencia y de la religión, la primera
con un criterio mecanicista y objetivista y la segunda
con una actitud animista y sacralista. Estos dos
estratos son fundamentales, pero no característicos
de la condición humana, pues se encuentran presentes
en los animales superiores, naturalmente en un estado
primario de desarrollo que no incluye la conceptua-
lización mental, pero sí alcanza a la percepción
anticipada de algunos fenómenos ajenos al raciocinio
humano y que a veces son desarrollados por los
chamanes y los brujos de ciertas religiones.
37
En el tercer estadio, donde se manifiestan las
facultades mentales actuando como raciocinio, la
ciencia vuelve a tornar la palabra y plantea el
conocimiento de las leyes universales como solución
a la problemática humana.
La explicación mágica del universo resulta
deficiente y contradictoria frente a los descubri-
mientos de la ciencia. La religión se refugia en las
verdades reveladas y en la fe, es decir, en los dogmas.
El ser humano común se siente inclinado hacia la
ciencia cuando ésta le ayuda a obtener mejores
medios para vivir y se siente descorazonado cuando
no logra conseguir una explicación racional de su
vida.
Sin embargo, este conflicto se resuelve cuando
la conciencia actúa en el plano espiritual y enlaza
gradualmente la razón y la fe por el conocimiento de
la naturaleza humana y la experiencia ele lo sagrado
que se encuentra en su propio Ser.
El punto de convergencia de la ciencia y de la
religión se encuentra en la conciencia, que es la única
facultad de los seres humanos que enlaza los diversos
estratos de la realidad humana con su fuente y meta
trascendente.
Afuera, la noche era fría y el cielo estaba cu bierto
de estrellas. Igual que la noche en que Isha desapa-
reció de mi vida, igual que la noche de La Paz cuando
supe que el Maestro se había ido.
IV. El espíritu
-Hay algo que es, que siempre ha sido y siempre
será -cornencé a explicarle a Isha-; algo que no está
limitado a una forma o a un tiempo ...
-¡Ajá! ¡Y eso qué es? -interrumpió-, ¿usted lo
conoce? Nopuedehaberloimaginadoporqueno tiene
forma. Tampoco es posible que lo haya inventado
puesto que siempre ha sido.
 Entonces, ¿qué es?
-Nada, -tuve que convenir, sintiendo un desa-
liento tasi doloroso.
-¿Cómo que nada? [Usted dijo que era algo; no
se me eche para atrás! -insistió con ánimo juguetón.
-¡Olvídclo!, en realidad no hay nada que decir. O
mejor, digamos que hay cosas que no se pueden decir,
tal vez porque si se dicen dejan de tener sentido.
-¿Pero no se da cuenta de que eso es precisamente
lo que no se debe de olvidar? Porque si no es inventado
. o imaginado, ese algo es usted.
Isha se había puesto seria.
-Está bien, volví a convenir. El problema es que
yo soy eso, usted también lo es y todos los demás lo
son también.
-¿ Y por qué tiene que ser problema? Pues si es
así, así cs.
Me eché a reír. Por dentro se me ocurrió pensar
que sólo un loco puede entender a otro loco. No me
atrevía a decirlo, pero Isha se me adelantó:
-Parece otra cosa de locos, ¿verdad? Y es muy
sencillo. Si usted es, yo también soy y todos somos.
Por eso estamos aquí, descubriendo lo que somos a
través de lo que tenemos. Primero nos descubrimos
unos a otros y luego nos vamos descubnendo a la fragilidad humana. Dios se convierte a veces en un
nosotros mismos.
-Dicho por usted suena sencillo, pero se trata de
un proceso muy largo.
-Bueno, pues comience a contármelo, para ver
qué tan largo es.
Mediaba el otoño. Las hierbas silvestres estaban
todavía florecidas entre las lápidas del cementerio
del Sacromonte y entre las fisuras de la capilla
abandonada. Pero no era el cementerio ni la quietud
del lugar lo que nos había atraído, sino la vista de las
38
montañas que se contemplan desde ese lugar
cinceladas en oro por los crepúsculos. Isha se sentó
sobre una losa desprendida de la fachada de la capilla;
yo lo hice sobre la hierba. Los dos miramos las
montañas; las palabras volvieron a fluir lentamente,
sin dificultad:
-Lo leí en alguna parte. Tal vez fue en un libro
que hablaba de la vía de Siddharta Gautama. Decía
que más allá de las más altas montañas, más allá de
las más remotas estrellas existe un poder estable y
eterno que hace brotar la blanca leche de los senos de
las madres y el amarillo veneno de los colmillos de
las serpientes. Creo que ese poder no está tan lejos.
Y tal vez no es siquiera un poder, sino una fuente que
se encuentra dentro de todas las cosas y dentro de
nosotros también.
La fugacidad de todo cuanto vi ve y la persistencia
de la vida permite una gama incalculable de
combinaciones, influencias, cambios, ascensos y
declinaciones que se mantiene y avanza gracias a esa
fuente que emana de sí misma todas las formas y las
reabsorbe para volverlas a ensayar, probando sus
posibilidades de ser sin agotarlas nunca. Para los
religiosos esa fuente es Dios; y Dios se les convierte
en algo remoto, inaccesible, cuya gracia hay que
invocar para darle alguna esperanza a la soledad y a
tirano todopoderoso que es sólo una caricatura del
miedo que inspiran los tiranos.
Pero Dios está fluyendo en cada instante y en
cada cosa y su esencia le permite ser todo El, lo mismo
en una nebulosa que en una célula, y estar presente en
el esfuerzo de un gusano para construir su crisálida y
convertirse en mariposa o en un agujero negro o en un
cuasar. El sentimiento religioso es un presentimiento
de la unidad de la vida que sigue un proceso que va
desde la fuente hacia la vida y desde la vida hacia la
fuente, sintiéndose, valorándo.se, conociéndose y

trascendiéndose, pararecomenzarmás adelante y más
arriba, sin detenerse nunca.
Detrás de la capilla en ruinas el sol era ya sólo un
resplandor. Las sombras azules y púrpuras comen-
zaban a inundar los barrancos y los valles. La nieve
de las montañas estaba tomando un delicado tinte
rosado. Los mirasoles seguían mirando hacia el
poniente y la curva de su tallo se había acentuado,
vencido por el esfuerzo de recorrer toda la parábola
del cielo en un día sin nubes.
Volteé para mirar a Isba y vi su perfil recortado
· a contraluz sobre el cielo dorado, como una imagen
bizantina delineada sobre pequeños mosaicos
dorados. Ella sabía que yo la miraba y comentó con
tono burlón, sin dejar de mirar hacia las montañas:
-¿No le parece que esto del comienzo y recomien-
zo sin detenerse nunca es un poco causón?
Sonreí. Los comentarios de Isba eran siempre
impredecibles. Pero exigían precisión, altura o
profundidad. Cuando estaba conforme no decía nada.
Resultaba claro que mis pensamientos le resultaban
circulares:
-Llámese como se quiera -proseguí-, aquello que
es, que siempre ha sido y siempre será, carece de los
límites que nuestra conciencia concibe como formas
y existencias. Si de algún modo puede decirse, se
diría que aquello emana algo que poéticamente hay
que sugerir como luz ausente de realidad.
Y digo ausente de realidad porque la luz
pertenece a la realidad, es energía radiante. Esa luz
simbólica es el principio de la vibración, del Verbo,
como lo llaman los místicos. La vibración fluye en
forma de ondas curvas y continuas. Podemos
imaginarla como las ondas sobre la superficie de un
estanque cuando cae en él una piedra. Naturalmente,
estamos imaginando, tomando puntos de referencia
de lo que conocemos, para poder pensar de algún
39
\
modo en lo que todavía es indecible. Más que la
dialéctica es la poesía la que puede ayudarnos.
-Por eso los Maestros, los iluminados y los
místicos recurren a las parábolas, a los símbolos y a
los mitos.
-Pues bien, discurriendo poéticamente, ese
Verbo o vibración es el que produce, ya en la realidad,
la noción del espacio y del tiempo, puesto que su
curvatura y continuidad obligan a todo a manifestarse
siguiendo una trayectoria espiral que es el principio
espiritual de todas la cosas. Lo espiritual es tan
intangible como el tiempo y el espacio, y tan poderoso
como ellos, porque generan una fuerza centrípeta que
es la gravitación universal, y a la vez una fuerza
centrífuga que equilibra a la fuerza centrípeta y
permite la existencia del universo estructurado en
conjuntos y conjuntos de conjuntos, que mantienen
su unidad y orden dentro de una vastísima variedad.
Aquí conviene volver a la idea de Aquello que
es, que siempre ha sido y siempre será. Aquello es el
resumen, el principio de todo. Podemos tomarlo en el
sentido de alma del universo, considerándolo como
resumen de todas las experiencias y como móvil de
nuevas experiencias. Ya en el plan de hacer imágenes,
podemos también pensarlo como punto de equilibrio
dentro de un proceso de expansión y de contracción.
Aquello sería la contracción y el universo la
expansión, en forma parecida a lo que podemos
observar en el ritmo de una vida humana que al ser
concebida comporta una rápida expansión, que
continúa después del nacimiento y declina en la
madurez para resumirse en la etapa de la muerte,
convirtiéndose· en un germen microscópico que
contiene la síntesis de todas las experiencias de un
ser humano y resulta ser el móvil de nuevos ciclos de
expansión y experimentación. En todo caso. Aquello
es la síntesis de todos los centros de conciencia
susceptibles de manifestarse como centros de
actividad en cualquiera de los incontables planos de
la vida universal.
Aquello que es, en esencia, está presente en la
luz ausente de realidad y en el verbo y el espíritu, y
contiene la conciencia de todo lo que fue, y gradual-
mente la hace conciencia de todo lo que es y la
proyecta hacia el futuro a través de la manifestación
y la experimentación para estructurarla como
conciencia de lo que será. Esto es lo que permite que
la manifestación espiral o espiritual siga un plan
consciente a través de ciertas constantes universales
·que entendemos como leyes.
De ese modo, lo que es espiritual se convierte en
mental. Lo mental, por su parte, actúa a través de
líneas de acción, o leyes, que en conjunto se combinan
y recombinan formando núcleos de fuerza polarizada
que mantienen la dinámica de la vida. Esto, global-
mente, es lo que entendemos como energía.
Finalmente, los centros de energía se concentran
hasta dar a nuestros sentidos humanos la noción de la
materia, la cual en su forma más organizada y
compacta se nos presenta en la forma de cristales.
Llegados a este punto, podemos considerar que
los cristales representan el punto más bajo, en
profundidad, de Aquello que Es. Y es precisamente
en este punto donde se inicia el retorno de Aquello
que Es hacia su fuente, como lo más elevado en altura
dentro del proceso total.
Los cristales permiten fluir, a través de su
estructura, la luz ausente de realidad; y en forma más
cercana a los sentidos humanos, producen la
fotosíntesis para dar principio al impulso de la vida
que concebimos como orgánica, es decir que presenta
características que Je permiten acumular experiencias
y ascender en complejidad, concentración y especia-
lización dentro de las especies y conjuntos vegetales,
animales y humanos.
40
Una racha de viento interrumpió el hilo de mis
pensamientos. La temperatura comenzó a bajar. Las
montañas eran ahora todas de oro y parecían flotar
sobre telas púrpuras y azules. Ni Isha ni yo volteamos
a vernos. Tal vez nos mirábamos de todos modos
transpersonal izados en las figuras de las montañas de
la Mujer Blanca Dormida y del señor Montaña
Humeante, el Popocatépetl. Isba no comentó nada y
continuó impasible. Eso significaba que faltaba algo
por decir:
Aquello que Es y que duerme en la luz ausente de
realidad despierta en la oscuridad y se convierte en
necesidad de persistencia y más adelante en instinto
de conservación, -afirrné-. El Ser dormido en la
eternidad confronta la lucha por la supervivencia, la
caducidad y la muerte, primero como una conciencia
imprecisa, fluida, luego como conciencia instintiva y
después como conciencia individualizada. Es
entonces .cuando toma conciencia de existir y de
existir por sí mismo dentro de unaNaturaleza donde
todo existe por sí mismo y trata de seguir existiendo
y lucha por una causa que sabe que tiene que perder
frente a la muerte. Por todas partes el misterio lo
rodea, y dentro del misterio los espíritus de la
Naturalezajueganal azar con su vida. Le dan sustento
o se lo quitan. Hacen llover y refrescan las praderas
y maduran los frutos o desbordan su ira en tormentas
y riadas.
La conciencia se individualiza y el ente se hace
humano y descubre la soledad. Así nace la necesidad
de religación, de reintegración al orden superior de
donde oscuramente presiente que ha salido. Le surge
el sentimiento religioso. Comienza a soñar, a
imaginar, a plantear mágicamente sus angustias, sus
miedos, sus impotencias, frente a espíritus que
mueven la Naturaleza y afectan su existencia. Una
piedra o un palo comienzan arepresentar Jo que existe
en el misterio. El símbolo sirve de puente mágico
 entre los espíritus y el ser humano. Y el símbolo recibe
las ofrendas y las reverencias y exige actitudes
especiales para aceptar esas ofrendas, que no deben
ser del mismo modo para todos los espíritus.
Entonces, surge el profesional de la religación, de la
religión: el brujo, el chamán, o el hombre-medicina
que saben atraer la buena disposición de los espíritus
y desviar las malas intenciones. La enfermedad,
mala suerte y hasta la muerte prematura, son obra de
los espíritus, lo mismo que la prosperidad, el éxito en
la lucha o en la caza. El brujo se hace indispensable
· como intermediario entre el ser humano .el misterioy
los espíritus que afectan la existencia humana. Así se
va desenvolviendo la etapa animista de la religión.
La evolución del ente humano parece lenta en
relación al tiempo que duran sus ciclos de existencia,
pero es acelerada en relación a la evolución de otras
especies. El instinto de conservación es ciego e
inconsciente y se hace mágico y subconsciente
través del culto a los espíritus de la Naturaleza. Y ese
mismo culto humaniza gradualmente los símbolos y
los personifica en multitud de dioses poseedores de
virtudes y de vicios en escala suprahumana que exige
cada vez. mayor refinamiento en sus ofrendas y
rituales y dan lugar a la aparición del clero profesional
en diversas ramas religiosas.
Luego, la personificación de los espíritus marca
tendencias y categorías que establecen las jerarquías
espirituales. Y de este modo el proceso de desarrollo
del sentimiento religioso alcanza un alto logro al
centrar el poder y la gloria en un dios superior a otros
dioses que termina por convertirse en el dios único,
dando paso al culto monoteísta.
Los espíritus de la Naturaleza se van convir-
tiendo en constantes universales que se hacen leyes
y hacen aparecer nuevos cultos que sin ser religiosos
delegan la potestad y el poder para resolver los
problemas humanos en la ciencia. Dios, el Dios único,
sin dejar de ser uno y omnipotente, se va haciendo
expresión universal a través de un conjunto de leyes
que producen todo lo que se ve y se palpa. Esto plantea
la omnipresencia divina y hace pensar finalmente al
ser humano en que Dios, al encontrarse en todas partes
como fuente y meta de todo el proceso de la vida,
necesariamente debe de estar y de ser en lo más
la interno de cada cosa y de cada ente humano.
Es así como San Agustín llega a decir:
Yo te buscaba, Señor
por los campos y los montes
por la calles y las plazas
y nunca te encontré.
Y un día lloré desconsolado
y oí tu voz que me decía
que no había buscado en el lugar
a
donde siempre has estado: dentro de mí.
La actitud de San Agustín, a mi entender, marca
la culminación de todo el proceso religioso. Ese poder
estable y eterno que hace brotar la blanca leche de los
senos.de las madres y el amarillo veneno de los
colmillos de las serpientes está en la esencia misma
de nuestra vida. Es el Ser que nos hace humanos.
41
 La Mujer Blanca y Dormida comenzaba a
desvanecerse entre la sombras de la noche. Un postrer
reflejo dorado brillaba sobre la cumbre del Popoca-
tépetl. Yo sabía que Isba me había estado mirando
por largo tiempo sin decir nada, y me siguió mirando,
hasta que la última cumbre de las montañas se
desvaneció en la noche. Entonces se puso de pie y
comenzó a descender del Sacromonte. La seguí en
silencio hasta la capilla se San Francisco iluminada
a esa hora para los oficios de la noche, donde se detuvo
para mirar las luces del pueblo y las primeras estrellas
de la noche. Entonces la oí decir:
-El Maestro ha dicho que Dios, a través de su
forma humana, comienza a conocerse a sí mismo.
Y anochecido, bajamos al pueblo.
V. El silencio
Un día le preguntaron al Maestro para qué servían
las Cámaras Secretas de Iniciación.
El Maestro sonrió y preguntó a su vez:
-¿Para qué sirve lo secreto?
Nadie pudo contestar nada. -Aparte de servir para
ser secreto, ¿para qué más podría servir?
-Les voy a contar una parábola- continuó el
Maestro. Lo primero que se necesita para que haya
Cámaras Secretas de Iniciación son discípulos y, por
lo menos, un Maestro. Una vez conseguida esta
materia prima, el Maestro escoge a uno de sus
discípulos, lo toma de la mano y le hace algunas
recomendaciones antes de introducirlo en la primera
Cámara Secreta.
Una vez dentro, el Maestro lo deja solo. El
discípulo se encuentra en una sala cuyas paredes,
pisos y hasta el techo están cubiertos de símbolos. De
vez en cuando el Maestro regresa y lo instruye sobre
el significado de los símbolos. El discípulo pasa algún
42
tiempo dialogando consigo mismo y con la Natu-
raleza a través del lenguaje de los símbolos. Muchas
cosas que antes no pudo poner en palabras comienzan
a serle comprensibles. Cada símbolo engloba en
forma sintética conceptos, relaciones, analogías y
sugerencias que se van complementando hasta
estructurar un orden congruente.
Pasado algún tiempo, el Maestro vuelve a tomar
de la mano al discípulo y lo hace pasar a la siguiente
Cámara donde hay menos símbolos, pero los que hay
son todavía más complejos y sintéticos. Muchos de
los símbolos que conoció en la Cámara anterior son
ahora simplemente parte de un símbolo más com-
pleto. Es el diálogo del discípulo por seis Cámaras.
La penúltima sólo tiene tres símbolos. La última no
tiene ninguno. Sus paredes, pisos y techos son
blancos. Nada indica que haya algún punto de
referencia. El discípulo pasa ahí mucho tiempo y, a
veces, no logra pasar de ahí. Pero cuando ha
entendido, aparece nuevamente el Maestro y le dice:
"Tú has comprendido. Ahora puedes pasar a la
última y gran Cámara". Entonces, lo toma de la mano,
abre la puerta y lo hace salir al aire libre. "Esta es
ahora tu Cámara. No hay más", le asegura.
Los presentes estaban expectantes, pero las
palabras finales del Maestro los dejaron descon-
certados. Uno de ellos se atrevió a decir:
-Oiga, Maestro, pues entonces lo secreto se
queda en secrero.porque en esta última y gran Cámara
estamos todos y la cosa sigue igual.
-Cuando el discípulo vuelve aquí -explicó el
Maestro-, vuelve a ver y a sentir lo que ustedes están
viendo y sintiendo, pero entonces sí comprende lo
que ustedes sienten y ven, porque ya tiene "ojos rr1ra
ver y oídos para oír", como dijo Jesús.
Las palabras del Maestro me produjeron una viva
impresión. De repente comprendí que la revelación
de todos los misterios está siempre en el mismo
instante que se vive, porque el instanteque se vive es
el misterio mismo convertido en formas que se
revelan en el espacio, y transcurren dentro de ciclos
de existencia en el tiempo. Sin embargo, es obvio que
para captar el significado de cada instante que se vi ve
se necesita una conciencia que pueda abarcar todos
los detalles desde fuera. Algo así como la conseja que
dice "los muchos árboles no dejan ver la magnitud
del bosque". Percibir lo humano desde lo humano y
con los medios y limitaciones humanas sólo puede
conducir al desencanto. Pero la conciencia podría tal
vez superar lo humano, sin desligarse de lo humano,
entronizándose en la fuente de lo humano que es su
Ser. Debía existir alguna señal o clave para iniciarse
en la experiencia de las Cámaras Secretas, y llegar a
vivir el misterio aquí, en el presente. Se me ocurrió
preguntar al Maestro:
-¿Hay alguna palabra especial que marque la
entrada de las Cámaras Secretas de Iniciación?
Me miró fijamente y dijo:
.si
-¿Puedo conocerla desde ahora ... cuál es?
-Silencio, contestó, y no dijo nada más.
Se oyeron algunas risas. Huboquienes pensaron
que el Maestro me estaba embromando. Otros
creyeron que me estaba dando una orden. Yo
comprendí que ésa era realmente la clave. Natural-
mente, en esos momento su significado se me
escapaba.
Durante más de una decena de años seguí
frecuentando al Maestro. Algunas veces lo acompañé
en sus viajes. Le oí decir muchas cosas, y la mayoría
de las veces las mismas cosas dichas de otros modos,
con matices diferentes o con sutiles agregados que
parecían ser una versión nueva, pero siempre
respondían a las necesidades del I ugar y del momento.
43
El Maestro era como un río que dejaba correr agua
hacia el océano, y aunque siempre era agua la que
hacía correr, no era la misma agua; fluía, fluía, y lo
importante no era el agua misma, sino lo que
significaba el fluir del agua.
U na de las enseñanzas que sólo daba a sus
discípulos era la del paso de lo humano a lo sagrado.
No era fácil entenderlo, pero él daba amplias
explicaciones sobre muchas cosas y, de un modo o de
otro, volvía a insistir con palabras diferentes:
-El discípulo es un ser humano como lo somos
todos, pero el discípulo tiene más o menos alguna
conciencia sobre su naturaleza humana, pero
normalmente carece de conciencia sobre la naturaleza
de su propio Ser. Es, podríamos decir, más humano
que Ser, en lo que concierne al conocimiento de sí
mismo. Si tuviera alguna experiencia consciente de
lo que es su Ser, tal vez seguiría siendo discípulo,
pero además podría comenzar a ser Maestro. Porque
el Maestro es Maestro porque tiene, en mayor o en
menor medida, conciencia de su.Ser. El Maestro es
un ser humano consciente de su Ser y de su mani-
festación humana. Por eso puede ayudar a otros a dar
el "paso" de lo humano hacia lo sagrado.
-¿ Y cuál es la diferencia entre el Ser y lo
humano?, -solía preguntar alguno.
-El Ser es lo que eres, lo humano es lo que tienes,
aclaraba. Todo lo que tienes como persona, corno
humano, está siempre cambiando; lo que eres como
Ser; permanece. Desde el momento en que te
concibieron tus padres, comenzaste a tener un cuerpo,
primero en forma de embrión, luego en forma de feto,
después naciste y tuviste una forma de niño.
Esa forma ha seguido caminando y ahora eres
una persona adulta con una forma propia, que se
parece a la forma de otras personas, pero no es
exactamente la misma. Algún día tu forma morirá y
se desintegrará. Con tu forma corporal has tenido
I
 vivencias de muchas clases, a veces placenteras y a
veces angustiosas, pero todas tus vivencias y las
formas y actitudes de tu cuerpo han cambiado. Sin
embargo, estas formas, vivencias y actitudes no se
han perdido, porque permanecen en tu alma y en tu
conciencia de acuerdo con tu capacidad para
asimilarlas. Las que no has podido asimilar se han
perdido, y eso no importa, de cualquier manera no te
pertenecían.
De todo esto, lo que tienes es mayor conciencia
de ser tú mismo y del significado de algunas cosas y
. vidas que no son la tuya y que de algún modo han
influido en lo que ahora tienes. Al final, todo lo que
tienes se desvanecerá. Esto no significa que tu vida,
en lo que tienes, será inútil para ti o para los demás.
Todo lo contrario, tu vida está sirviendo para que
cada vez seas más. Inclusive, cuando todo lo que
tienes desaparezca, lo que eres se acrecentará en tu
alma y tu conciencia, y esto permitirá que lo que eres
pueda manifestarse mejor en tu siguiente ciclo de
vida. Lo que eres no tiene límites, lo que tienes sí está
un Maestro y un discípulo. Esa- es la línea de la
sujeto a límites bastante precisos. Sin embargo, a
Tradición. Sin ese "paso" pueden crearse sectas,
medida que tus vivencias aumentan en altura y
organizaciones esotéricas, instituciones culturales y
profundidad, los límites de lo que tienes se van
muchas otras cosas que, al final, resultan intrascen-
ensanchando, porque tu alma y tu conciencia dejan
dentes, por más que se recubran con poderes,
fluir mejor lo que eres hacia lo que tienes.
misterios, prosélitos y autoridades sacralizadas.
En otras palabras, como eres un ser humano, lo
Algunas veces el Maestro puntualizaba sus
humano es lo que tienes y tu Ser es lo que eres. Entre
exposiciones con algún dato adicional que para
ambos, tu alma acumula experiencias y poco a poco
algunos resultaba bastante significativo:
vas adquiriendo conciencia. Finalmente, es tu
conciencia la que da el paso entre lo que tienes y lo -Ser conscientes de ser seres humanos equivale
que eres y permanece, es decir, entre tu naturaleza a experimentar el satori, el sarnadhi o la iluminación,
humana y la naturaleza de tu Ser. De ese modo te y no es menos difícil que cualquiera de esos estados.
conviertes tarde o temprano en un ser humano total y Para conseguirlo hay que desarrollar antes todas las
consciente, lo cual equivale a ser en lo sagrado, en lo posibilidades de la persona humana sin atormentarla
eterno y divino, y a estar aquí en lo transitorio y o despreciarla como hacen algunos ascetas o místicos.
humano, ensayando las infinitas posibilidades de tu Finalizaba por aquel entonces la década de los
Ser sin agotarlo nunca. Ese es el "paso" de la años sesenta. La cultura establecida y la contracultura
Iniciación Real. Para darlo se necesita, por lo menos, parecían excesivamente polarizadas. El ambiente era

44
estimulante. Por un lado los intelectuales y los artistas
sostenían sus tesis convencionales remozadas con
una dialéctica de sabor marxista; por el otro lado,
multitud de jóvenes, en su mayoría provenientes de
las clases medias y altas parecían decididos a hacer
tabla rasa con todo lo establecido sin tener una idea
clara de lo que querían erigir en su lugar. De cualquier
manera cuestionaban todo y lo hacían de los métodos
o costumbres aceptadas. Tomaban drogas alucinó-
genas, se vestían estrafalariamente y estaban
dispuestos a probar aquello que pareciera diferente o
exótico: las prácticas místicas del Oriente, los
símbolos esotéricos o las tradiciones mágicas. En el
fondo expresaban un deseo genuino de cambio,
decepcionados de los convencionalismos que
desembocaron en dos horrendas guerras mundiales.
En general eran vistos con simpatía no exenta de
sobresaltos porque proclamaban el amor entre los
seres humanos, la vuelta a la Naturaleza, el respeto a
las minorías étnicas y otras propuestas con tan
exagerado fervor que a veces parecían parodias o
caricaturas de sus propios empeños. Todo mantuvo
cierto ambiente juvenil, festivo y hasta orgiástico,
mientras no tocó los intereses de los sistemas políticos
establecidos. Entonces comenzaron a darse confron-
taciones de flores contra fusiles, conciertos masivos
de rock and rol! contra manifestaciones políticas,
gritos de "¡haz el amor y no la guerra!" contra voces
autorizadas que pedían respeto a la autoridad y el
orden. Las represiones en algunos países fueron
cruentas, en otros, astutas o disimuladas, en algunos
pocos se diluyeron las confrontaciones por falta de
consistencia o de arraigo popular y terminaron por
confundirse en una oscura dialéctica marxista
coexistente con el poder establecido. / pasaba los treinta minutos y que generalmente sólo
Dentro de ese panorama fue resucitando una
práctica que para algunos parecía ya muerta por ser
bastante vieja y para otros parecía confinada a las
cuevas de los ascetas: la meditación.
45
Todos querían meditar. La meditación era la
panacea. Para los jóvenes rechazados por su repudio
al sistema, la meditación ofrecía expansiones de la
conciencia y ensoñaciones más inofensivas y
económicas que las drogas, Para los viejos aferrados
al sistema, ofrecía relajación y disminución del estrés
que les producían los jóvenes. Para los beneficiarios
del sistema, la meditación era una tregua en la dura
I u cha por defender sus intereses. Total, la meditación
beneficiaba a todos. Cuando alguien confesaba que
no entendía para qué podría servirle la meditación
era visto como un analfabeta espiritual.
Al Maestro se le acercaban multitud de jóvenes
pidiéndole que les enseñara a meditar. ¿Cómo debo
meditar, Maestro? ¿En qué debo meditar", le
preguntaban constantemente. El, en esos momentos,
era tan escuelo en sus respuestas que algunos dudaban
de que realmente fuera un Maestro:
-Medita con los ojos abiertos, les decía. Revisa
tu conduela y procura darte cuenta de cuáles son sus
taras y trata de quitártelas -agregaba.
Sin embargo, el Maestro meditaba y algunos de
sus discípulos gustábamos de acompañarlo y él nos
lo permitía. Inclusive practicaba un tipo de medita-
ción con cierto ritual al que llamaba concentración
tibetana.
En las meditaciones no decía nada especial.
Simplemente se sentaba sobre el piso con la columna
vertebral erguida y el cuerpo relajado, las piernas
cruzadas al estilo oriental y los ojos entrecerrados,
"con la mirada hacia dentro", según explicaba a veces.
Regularmente vocalizaba cuatro mantrams más o
menos a mitad de la meditación, que nunca sobre-
llegaba a veinte. Al terminar rara vez decía algo, y si
lo decía, era para corregir alguna fallajiuestra. Nada
más.
 Con 'esa actitud sus meditaciones no atraían a
mucha gente, pues estaban acostumbrados al folklore
orientalista, corregido y aumentado hasta la carica-
tura por muchos orientalistas que nunca habían estado
en el Oriente ni conocían personalmente a ningún
Maestro oriental, pero le daban a sus prácticas un
sabor exótico y propicio para desahogar algunos
anhelos fallidos o deseos que encontraban su
realización ideal a través de la imaginación, de las
experiencias narradas con fervor y hasta en las
lágrimas y estremecimientos que se consideraban
como señales de altas realizaciones.
-Yo no aspiraba a gran cosa cuando meditaba
con el Maestro, pero me sentía bien por estar cerca de
él en silencio. Era todo. Una vez me llené tanto de la
quietud y el ambiente de la meditación que perdí todas
las nociones del espacio y del tiempo. Yo era algo así
como un bloque, pero no un bloque duro sino
transparente y luminoso, o lúcido, que para el caso es
lo mismo, puesto que no creo que haya palabras para
describirlo. Pero era yo y era todo lo demás. Estaba
bien así. No había contrastes, comparaciones ni
prevalencias,
Todo era todo, si vale para algo decirlo así. Pero
ese todo en todo no fue todo. Digamos que todo se
fragmentó en corpúsculos o puntos brillantes, vivos,
en el mejor sentido de la palabra, porque tenían vida,
y, además, algo así como conciencia de la vida y de
su relación con otros centros de vida. El caso es que
esos fragmentos, ahora preferiría yo llamarlos como
los físicos, "modelos de actividad predictible", pero
entonces sólo eran fragmentos vivos, pues esos
fragmentos se asociaron con otros fragmentos en una
forma natural y formaron toda clase de formas, por lo
menos de las formas conocidas por mí, y el mundo
reapareció en mi conciencia, supongo, porque yo
seguía participando de todos los fragmentos y al
parecer todos los fragmentos tenían algo que ver con
46
mi forma, con el cuerpo, los sentimientos, los
pensamientos y todo lo que para mí englobaba el
nombre José Marcelli.
Cuando terminó la meditación permanecí
sentado. Estaba ahí y estaba consciente de estar ahí y
algo me hacía sentir que también estaba en todas
partes.
El Maestro debió habernotado algo en mi actitud
porque dijo, como al azar: Y el Verbo se hizo carne ...
No sé cómo sería para los demás, pero esas
palabras tenían mucho sentido para mí, en ese
momento. Sentí necesidad de preguntarle:
-¿De dónde viene el Verbo?
-Del silencio -contestó.
VI. El Ser
El Maestro nunca me habló del Ser. En realidad,
me habló. de Dios. Soy yo quien ha sustituido la
palabra Dios por la palabra Ser. El Maestro no tenía
complejos religiosos, tal vez yo sí. Por eso prefiero
usar una palabra que no inquiete a los religiosos. No
pretendo discutir nada: prefiero experimentar y
compartir. Cuando se habla de Dios se supone que
Dios es único. Creo que cualquier persona auténti-
camente religiosa piensa así. Y ahí comienzan las
discusiones porque cada quien configura o piensa a
Dios a su manera, a su entender, a su sentir, y corno
cada persona tiene un conjunto de experiencias en su
alma y en su conciencia que no son exactamente las
mismas que las de cualquier otra alma y conciencia,
hay dificultades para entender de qué Dios se habla
si cada quien lo siente en forma diferente. Y aquí es
donde radica el problema religioso, por la forma en
que cada quién imagina o siente a Dios. No creo que
sea difícil aceptar que Dios es el mismo en todos los
tiempos y lugares, lo difícil es ponerse de acuerdo
sobre la forma de Dios.
 La forma trae aparejada la denominación de Dios
con algún nombre. ¿Es Yavé, Alá, Ipalnemohuani,
cualquiera de mil nombres? Creo que es imposible
decirlo. Por eso me gusta la sabia definición de los
antiguos Maestros de la India que lo llamaban
Aquello, Aquello que no tiene nombre porque todos
los nombres son fragmentos de su nombre. Sin
embargo, con ese nombre que no es ningún nombre,
pero engloba todos los nombres, me siento un poco
marginado de Dios, porque si Dios es Aquello y yo
soy esto, entonces resulta que Dios está lejos de mí y
. eso me nulifica, me deja sin nada que justifique mi
vida. Es claro que podría justificarla con palabras o
hechos como belleza, justicia, bondad y otras, pero
esos son sólo atributos, realmente no son Dios.
Así que prefiero llamarle SER. Yo soy un Ser, y
todos los demás seres humanos también son seres.
Por si algo quedara fuera del Ser, podemos agregar
estas palabras a todos los demás nombres de las cosas:
Ser nube, Ser gusano, Ser criminal, Ser héroe, y así,
sin ninguna limitación. Todo es manifestación del
SER. Y de este modo incluyo también la forma y las
formas del SER.
No quiero establecer una nueva forma de sentir
y pensar a Dios. Me apenaría que alguien sintiera que
mi forma de pensar pudiera negar su propia forma de
pensar o de sentir a Dios.
Por el contrario, quiero acercarme a su forma de
pensar y a todas las formas de pensar en Dios, porque
pretendo acercarme a Dios sin excluirlo de ninguna
de sus formas ni de sus nombres.
"Dios es enterizo", decía el Maestro con su típico
vocabulario venezolano. "Dios no está, Dios ES",
agregaba. Para él todo era Dios.
Una vez que llegué a la idea de Dios como ser
supremo y fuente de todos los seres tuve que afrontar
el problema del ser humano. ¡Claro!, todos somos
seres, pero hay seres hwnanos que son hombres y
o seres humanos que son mujeres. Por necesidad tuve
que pensar que en el Ser somos totales y en la realidad
humana sólo tenemos actualizada, despierta o activa,
la mitad de nuestro Ser. A partir de aquí se comenzó
a hacer claro el misterio de la atracción de los seres
humanos mujeres y los seres humanos hombres. Era.
evidente que la atracción se debía a la necesidad de
Ser, de Ser totales uno a través del otro. Este
fenómeno se entiende como amor; ciertamente es
amor, es necesidad de Ser, aquí en la realidad, no en
la muerte, sino en la propia vida, con la posibilidad
de generar vida y perpetuar la vida en el sentido
convencional, pero también de vivir o experimentar
la vida como eternidad, por la conciencia de Ser total
sin dejar de ser hombre o mujer. Dicho de otro modo,
lograr la conjugación del amor y de la libertad, el
amor en lo humano y la libertad en el Ser.
En esos días el Maestro viajaba por países
lejanos. Por carta o por teléfono era difícil dirimir
asuntos como los que ocupaban mi mente y mi
corazón. Entonces decidí echar mano del recurso que
tienen los discípulos cuando el Maestro se encuentra
alejado físicamente: lo pensé, lo configuré en la
imaginación y le pregunté en silencio qué pensaba
del Ser y de los seres humanos y de su atracción en
busca de la experiencia de ser totales dentro de la
polaridad masculina o femenina.
Desde el principio supe que había obtenido
respuesta. Me era evidente que la tenía, pero debía
pensarla para poder entenderla. Recordé que esa
respuesta sólo podía recibirla en el nivel espiritual de
la mente, por encima de la razón, en bloque, como
intuición en cuarta dimensión, donde todo ocupa el
mismo tiempo y el mismo espacio, sin secuencia y
desenlace, pero para entenderla tendría que desglo-
sarla y plantearla en orden racional- El resultado
confirmó y amplió mis ideas:
47
 -Dios Es -me instruyó el Maestro. -Lo que Es, es
inconcebible para nuestra capacidad humana. Así
como lo humano se manifiesta con una serie de formas
en el espacio, Dios Es en el vacío. Nombrarlo Dios,
Ser o con cualquier otro nombre es puramente
convencional, según las tradiciones, la época y la
geografía donde se va desenvolviendo la especie
humana. Su nombre Es en el silencio.
Del vacío y del silencio emana el Verbo, la
vibración que configura la esencia del tiempo y la
presencia del espacio. El tiempo es masculino, el
. espacio es femenino. Estas dos emanaciones de Dios
al hacerse realidad constituyen la polaridad. Luego
de una larga trayectoria hacia la profundidad y de un
retorno hacia la altura, llegados al plano humano dan
lugar a la existencia del hombre y de la mujer. Los
polos siempre se atraen, tratando de volver a su unidad
primigenia y así generan la dinámica de la realidad
que permite la re-creación de la vida.
Por otra parte, todo el proceso de descenso y
ascenso del Verbo produce primero una expansión
que al llegar al plano de manifestación espiritual se
convierte en contracción o concentración. La libertad
en lo inmanif estado o sagrado permite la expansión
y el amor o gravitación, en la manifestación obliga a
la concentración del Verbo. En el punto más bajo del
descenso del Verbo, en la materia cristalizada, este
vuelve a expandirse, pero en el plano espiritual que,
en la evolución corresponde a lo más elevado de lo
humano, comienza otra vez a concentrarse. O sea,
que en la primera fase de la Unidad de Dios, surge
una expansión que es el Verbo. Ese mismo Verbo
comienza a contraerse por laespiralidad del universo
como manifestación. Sin embargo, llegado a lo
mineral vuelve a expandirse a través del reino vegetal,
animal y humano. Ahí, en el plano humano, vuelve a
contraerse para volver a su fuente divina en forma de
conciencia.
48
El hombre y la mujer son los dos polos del Verbo.
Su atracción polarizada activa energías que pueden
proyectarse hacia la recreación de la vida en sentido
horizontal, pero también pueden proyectarse hacia la
recreación de su conciencia, en forma vertical,
elevando la conciencia del ni ve! sensorial al moral, y
de ahí a lo intelectual y lo místico-espiritual.
Eventualmente, la conciencia puede vislumbrar la
experiencia de lo sagrado cuando el hombre y la mujer
logran reproducir en su propio plano el juego sabático
del universo.
Años más tarde acompañé al Maestro en una gira
por la costa del Golfo de México. En Veracruz
asistimos a un recital de danza española; éste fue
infortunado. A falta de músicos se trató de usar un
aparato magnetofónico inadecuado y el acompa-
ñamiento musical fue lamentable. La bailarina, una
mujer extraordinariamente bella y caprichosa, salió
del paso echando mano de toda su gracia y altanería.
Oscuramente percibí que trataba. de transmitir algo
que ella sentía y no entendía del todo. Su coreografía
se llamaba "La dama de Elche". Al terminar, el
Maestro pasó a felicitarla y yo aproveché para
preguntarle:
-¿Quién fue la dama de Elche?
-Una mujer misteriosa -me contestó con un dejo
de reverencia en su voz.
Cuando viajé, más tarde, por el sur de España,
pasé por la ciudad de Elche y volví a acordarme de la
misteriosa dama. Pregunté por ella, y me llevaron al
museo que había sido habilitado en el sitio donde se
encontró su busto y las ruinas de algo que fue tal vez
un templo. La literatura que ofrecía el museo era
realmente raquítica y plagada de lagunas. En realidad,
nadie sabía quién era la famosa dama.
El busto que se exhibía en el museo era una
reproducción bastante buena como para sentir cierta
fascinación. Más adelante supe que la estatua original
se encontraba en el Museo de Antropología de
Madrid, y allá fui para pasar varias horas mirando el
extraño tocado de la dama, con una especie de orejeras
y un pectoral con siete cántaros. El rostro dulce e
inescrutable me recordó el rostro de Isha, y le tomé
una fotografía que resultó nítida y hasta agraciada
por un resplandor dorado producido por la luz
artificial de la urna de cristal donde se encuentra.
Cuando volví a encontrar a Isha se la mostré.
-¿Qué le parece? -le pregunté.
La miró largamente y luego alargó su mano para
devolvérmela mientras decía:
-Está bien.
-No me refiero a la fotografía, sino al busto de la
dama
-insistí.
-Ella también está bien -agregó Isba.
Sonreí decepcionado y ella también sonrió, esta
vez con cierta malicia. Había música y algunas parejas
bailaban después del buffet. Isha tomó asiento en un
banco y yo me senté junto a ella. Ella miraba a la
gente que seguía bailando y parecía haberse olvidado
de la fotografía. De repente, y sin mirarme, dijo:
-Muy bien. Comience a contarme.
-Es una historia muy larga -comencé.
-Tan larga como la historia que iniciaron Adán y
Eva, supongo -me interrumpió.
-Sí -repliqué-, tan larga como ésa pero con un
desenlace feliz.
Ella sonrió sin mirarme.
-Debe ser una historia inventada, porque la
verdadera historia no tiene desenlace, siempre es la
misma historia que se repite: él se enamora de ella
49
porque se siente incompleto. Los dos se fastidian y
vuelven a comenzar con la misma pareja o con otra.
Volteó para mirarme con una sonrisa triste y me
preguntó:
-¿Usted se siente solo?
Me sonrojé.
-Creí que a usted le podría interesar la dama de
Elche- contesté mirando el piso.
-Hubo un tiempo en que me interesó, pero no
sabía que la historia de la dama de Elche era mi propia
historia. Toda mujer tiene siete cántaros para saciar
la sed de un hombre, pero el hombre sólo toma de los
cuatro primeros cántaros cuando es un niño recién
nacido. Cuando es adulto toma de uno o de otro y la
mayoría de los hombres no pasa del primero.
Me encaré con Isha:
-La.dama de Elche me ha hecho pensar en los
tres últimos -Ie dije. No creo que nadie los haya
alcanzado. El solo intento significaría la muerte, la
muerte no es concluyente, pero es un límite muy claro.
Pienso que el quinto y el sexto son accesibles para la
condición humana. Es más, pienso que alcanzarlos es
la culminación de la condición humana.
La mirada de Isha se hizo insondable. Los dos
permanecimos en silencio. Luego habló ella.
-Sólo un hombre que conociera el camino, un
iluminado, podría intentarlo.
-Siempre que encontrara una mujer que le
proporcionara el camino -agregué-, somos seres
humanos, en el hombre y en la mujer se encuentra la
misma fuente sagrada, pero ellas buscan el amor, no
la libertad. El camino se cierra en el lado femenino.
-La libertad sin amor es el vacío, el no Ser -
arguyó Isha, y yo le repliqué:
-Sí, y el amor sin Iibertad.es un laberinto donde
 se dan encuentros y desencuentros condenados al
fracaso, no tienen salida. El Ser es libertad.
-Entonces sólo queda la posibilidad de afrontar
el amor hasta sus últimas consecuencias para
encontrar la libertad. Eso es una paradoja-reflexionó
ella.
-Ser humano es también una paradoja. Ser en lo
sagrado, en lo eterno y vivir en lo humano sujeto al
cambio y a la muerte.
Hay que afrontar las paradojas. El camino
. superior comienza en el silencio. Las palabras sólo
sirven para contradecirse.
Isba se mantuvo en silencio. Las parejas seguían
bailando.
En sus rostros aparecían y desaparecían, para ser
reemplazadas por otras, todas las esperanzas, los
deseos, los miedos y las urgencias humanas. Yo sentía
necesidad de seguir hablando.
-Decía Pitágoras que si un hombre y una mujer
logran unir sus cuerpos, sus almas y sus espíritus
, 50
pueden conseguir el resumen del universo. Somos
medios seres como hombres y como mujeres. Si un
hombre logra que una mujer descubra la mitad de su
ser oculto en él, a cambio deque ella le haga descubrir
la parte oculta de él en ella, ambos pueden alcanzar
la experiencia total de Ser, sin dejar de ser un hombre
y una mujer. Entonces, el amor se habrá cumplido
para dar paso a la libertad.
Miré a Isha. Estaba llorando silenciosamente.
-¿Qué le pasa"- le pregunté.
-Estoy llorando:
-Es evidente, ¿por qué?
-Porque ahora sé por qué tengo que llorar.
VII. El absoluto
Dios ES, dijo el Maestro. Todo lo que se diga de
El soncornentarios humanos.
 7. EL GRAN ARCANO
E
n nuestras discusiones filosóficas nocturnas
tratamos a menudo, bien sea de los grandes
símbolos de este mundo, o de comentarios
sobre los textos sagrados y para decirlo todo, los dos
forman parte de la misma enseñanza: la Iniciación.
A título de ejemplo darnos en resumen el curso
de una de estas noches: se trata de una inscripción,
conocida por los ocultistas bajo el nombre de Signo
del Gran Arcano (ver figura).
Notamos un gran círculo que representa la
protección mágica tradicional, que también es el
conocimiento secreto que se denomina Corona
Eclesiástica. La cruz de los elementos está represen-
tada dos veces (lo que está arriba es como lo de abajo).
Y el horizonte está muy bien delimitado: macrocosmo
y microcosmo. La parte sombría demuestra nuestro
,universo más material, mientras no se alcance el
Trono de Justicia, que es el grado al cual llega el
adepto cuando puede escapar a las influencias
habituales. Las líneas medianas forman la X, si se
prefiere, la Cruz de San Andrés, la letra Khi, inicial
de las palabras Kone, Krusos y Kronos, el oro, el
crisol y el tiempo, lo que es el triple desconocido de
la Gran Obra Hermética; la Cruz de San Andrés es el
jeroglífico de las radiaciones luminosas, emanadas
• M.V, Maestre Serge Raynaud de la Ferrlére, Los Grandes
Mensajes, edición facsímil a la primera edición de Bogotá
de 1958, G.F.U. España, pp 127­131.
*
de un centro único, reducido a su más mínima
expresión.
Las dos serpientes corresponden al activo y al
pasivo, al solve y coagula, a la diseminación y a la
condensación, al píngala-ida (análisis-intuición), a
los dos grandes principios de los luminares, a las
fuerzas del día y de la noche. La espada es la verdad
de que habla la Biblia (en el capítulo marcado del
Exodoj.constituyendo, sobre todo, la representación
de Kundalini, y en cada intersección están represen-
tados los chakras (plexos, o centros, ncrvo-Iluídicos).
Sobre el gran círculo, los cúspides marcan las cuatro
estrellas reales: Aldebarán ( ojo de Tauro), Régulo (el
Corazón de Leo), Antares ( el Corazón del Escorpión),
y Fomalhaut (la Boca del Pez Austral), así como
también las cuatro direcciones: Ascendente, Nadir,
Angulo Occidental y Cenit.
El- mecanismo del G:. A:. es sumamente esoté-
rico, a tal punto que algunas logias, considerándolo
como emblema, no conocen de él sino un sentido
relativo. A pesar de los deseos de la Orden de aclarar
todos los símbolos, en esta divulgación no les es
permitido aclarar a fondo el misterio, por un motivo
que conocen los Iniciados, y por la noble razón de
que el profano no .podría comprender ciertas
explicaciones sin antes haber profundizado el sentido:
demasiada luz es perjudicial.
Sea como fuere, no continuamos en el terreno
del esoterismo, que seríá, sencillamente, seguir a la
51
 letra la información dada en los capítulos indicados
sobre dicho símbolo (Exodo, Nehemías, Daniel).
El centro, o plexo, número uno, simbolizando
por la mano que sostiene el puño de la espada, es el
estado de la materia, en donde hay que comprender
la necesidad de una transformación, es en cierto modo
el estado del que ha aceptado "ser adepto", pero que
no está considerado como grado Iniciático: la
transmutación está clara en la Biblia, en el Capítulo
4 del Exodo; la verga está representada aquí por la
espada, simbolizando también los nadis, con los
· cuales se produce la iluminación de Kundalini.
Cuando el adepto ha comprendido la parábola de
la transmutación de la serpiente, caracterizada por
esta mano que sujeta la verga, se eleva por encima de
la materia, pero esto no le confiere ningún grado al
primer grado Iniciático, que requiere, necesa-
riamente, los conocimientos preliminares: astrología
y yoga.
Con la ayuda de estos conocimientos, y habiendo
vislumbrado el primer misterio el adepto, al per-
feccionarse, debe alcanzar el segundo peldaño, la
custodia de la espada, el punto de encuentro de las
dos colas de esta serpiente. La inscripción: "Directo"
(ver figura) hace entrever el sentido verdadero de
este grado. El discípulo está ahora vinculado,
estrechamente, a las cosas, va a comprender la
importancia de la religión y de la magia, va a
comprender, por fin, el primer sendero que tiene que
recorrer.
En el tercer grado, correspondiente al plexo
Solar, el investigador toma poder sobre los elementos,
rige ciertas circunstancias, y en el cuarto grado el
Iniciado los domina: la línea mediana (Trono de
Justicia) domina al Zodiaco. La parte sombría de la
gráfica demuestra que a pesar de la elevación, el
candidato no ha tratado más que con la materia, sobre
un plano terrestre, en un dominio visible; ahora escapa
52
completamente a las influencias habituales, penetra
en las capas superiores, siempre por dos vías,
intuitiva-razonada. El contacto con la armonía celeste
previene que el Iniciado se ha convertido en
verdadero Maestro, uniéndose con las fuerzas
cósmicas, uniéndose al Universo, haciendo un todo
con los elementos.
Antes de llegar al quinto grado (punto de
intersección de la Cruz Superior) la letra hebraica
aleph caracteriza al hombre en el sentido de Hijo de
Dios (se puede inscribir allí la estrella de cinco
puntas). El célebreax:ioma: saber, querer, osar, callar,
se identifica con cuatro chakras, que simbolizan
perfectamente cada uno de estos vocablos del enigma
de la Esfinge.
Habiendo penetrado en la Corona Eclesiástica el
discípulo ya sabe, pues ha realizado el plexo sagrado,
peldaño gobernado por Saturno, que es precisamente
el planeta del saber, lo cual denota una suma de
conocimiento. Ha sido menester querer para el
investigador que alcanzó el tercer grado, que es el
plexo solar, y que demanda toda la concentración de
las fuerzas; es mediante este. chakra que se desarrolla
la voluntad. En el centro de la figura (4o. grado), en
cierto modo el plexo cardíaco, el adepto debe osar,
porque deja las esferas terrestres, y, socialmente
hablando, el plano humano; se sabe que el término
osar corresponde a .la constelación del León, y
aquellos que están al corriente de los arcanos
astrológicos conocen la estrecha vinculación de este
signo con el plexo cardíaco. El centro de la cruz
superior (el So. grado), corresponde al último
vocablo, que se identifica con el signo del Escorpión.
En los chakras es el plexo faríngeo, y, en astro-
biología, este centro es el de la glándula tiroides; es
Mercurio que tiene la palabra, que gobierna el medio
de expresión oral, y es justamente aquí donde se aplica
el término: callar.
 Por otra parte, todo esto no está en zonas precisas,
pero debemos dar explicaciones por medio de
palabras, y sabemos que las palabras son pobres en
presencia del Gran Conocimiento. Las cifras dadas
no son más que una apariencia relativa de grados, de
medios de control para los profanos, aunque de hecho
no son sino manifestaciones, y la enumeración, en su
propio sentido, no puede efectuarse sino entre
Iniciados.
A fin de realizar completamente el sentido
esotérico del Escorpión, (que está representado en
ocultismo por un águila), el Iniciado atraviesa una
zona que está en constante transformación, marcada
sobre la gráfica por la deformación voluntaria del
IEVE tradicional. Es, entonces, el 60. grado, (la salida
del Zodiaco), denominado en el hinduismo como
abertura de Brahma; la iluminación es completa por
las dos grandes vías, meditativa .Y razonada. Con la
ayuda de la contemplación y de la ciencia, el Maestro
es elevado al grado superior de las posibilidades
humanas; él está, además, de antemano, en conexión
con las esferas etéricas, y, generalmente, su físico lo
.. deja suponer, lleva las marcas, y su rostro deja
transparentar la manifestación del estado al cual él
pertenece.
Carece sin embargo de otras condiciones para
subir más, pero que no son de este mundo. Estas
manifestaciones superiores se describen en el
simbolismo del loto secreto (casa sin apoyo, llama
irradiante, etcétera); en la gráfica que nos ocupa, la
flor de lis simboliza antes de alcanzar el substratum
divino, simbolizado en el Gran Arcano por el punto
superior, el 7o; este grado es en la Iniciación Secreta
de la Humanidad, a los Patriarcas y a los Enviados de
los Planos Crísticos. Búdicos etcétera., son las
Encarnaciones Divinas: Avatares, Oints, Boddhi-
satvas, Mensajeros, etcétera.
53
Evidentemente este símbolo es todavía mucho
más completo; pero como hemos dicho no se trata
aquí sino de algunas explicaciones superficiales con
el objeto de no revelar el secreto del Arcano.
Durante las clases en el Colegio Iniciático se
penetra más en el esoterismo, según el grado de los
alumnos que allí asisten porque la iniciación es
naturalmente gradual y cada uno recibe lo que puede
recibir, pero muchas enseñanzas no se pueden dar
sino de labio a oído ... y directamente de Maestro a
Discípulo.
Venimos exponiendo algunos cursos dados en
nuestros centros, tratando de enseñanzas diferentes,
a fin de hacer entender que pueden encontrar la vía
que les conviene mejor aunque tengan asimiladas
bastantes nociones sobre distintas instrucciones.
Ahora bien, estos cursos precitados no se dirigen a
las personas que carecen de una formación filosófica
y espiritual. Es cuestión de términos, y de ideas, que
necesitan de cultura intelectual sólida. No obstante,
esto es un mediano ejemplo, una instrucción de orden
general, que brinda de inmediato y en primer término,
a aquellos que están interesados en todo nuestro
programa, pero que se encuentran sorprendidos, al
principio, por la complejidad de los asuntos tratados.
Por otra parte, para los adeptos que vengan con
conocimientos particularmente profundizados, el
Maestro reserva una enseñanza más avanzada, y más
especial.
8. LAS CIENCIAS SAGRADAS
Lenguajes y ciencias.
D
esde el punto de vista de la Iniciación, el
TODO existe en dos partes, es dual: la
verdad única y la realidad múltiple. Todo lo
que vemos y palpamos es la realidad, la relatividad.
Pero detrás de eso que vernos y palparnos subyace la
verdad única e indivisible. Para conocer ambas partes
del TODO, se han separado los campos dé estudio.
Para estudiar la parte de la manifestación llamada
real, existen las ciencias materialistas, y para estudiar
la parte de la verdad esencial existen las llamadas
ciencias sagradas. Estas dos grandes partes del saber
humano tienen cada una su propio código, su propio
lenguaje.
Ciencias materialistas.
Estas ciencias se ocupan de estudiar lo real, lo
que está manifestado, la fenomenología y lo que
puede tener peso, número y medida. Utilizan los
métodos y técnicas propios de la materia a la cual se
pueden aproximar, estudiar, modificar y finalmente
servirse de ella.
Los instrumentos conceptuales que utilizan estas
ciencias son la lógica, la observación, la experi-
mentación, el método científico. Lo que interesa es
llegar a conocer al universo para dominarlo y servirse
de él. De ahí proviene la explotación de los recursos
• Compilación de la Coordinación Internacional de Publi­
caciones
54
*
naturales que el ser humano necesita para poder vivir.
Los instrumentos conceptuales se transformar en
ciencias específicas y éstas en teorías, métodos y
tecnologías que le permiten lograr sus objetivos y
metas. Corno la materia es infinitamente mutable, las
ciencias que la estudian son arrastradas por esta
condición. Lo que ayer fue verdad hoy se niega. La
ciencia materialista funciona a partir de la superación
de lo queantes fue postulado corno cierto. Por eso en
ciencia materialista nunca se ha dicho la última
palabra. Siempre hay una teoría o hipótesis que pone
en tela de juicio a las antecesoras.
Ciencias sagradas ..
Las ciencias sagradas son aquellos sistemas,
métodos y técnicas que utiliza el ser humano para
conocer lo esencial de sí mismo y del cosmos. Todos
los seres humanos,. de todas las culturas, han
necesitado saber de dónde vienen, qué están haciendo
aquí y a dónde van. Esas son las grandes líneas
directrices de las ciencias sagradas. Podríamos decir
que son instrumentos conceptuales nacidos de la
cultura de los humanos para conocer lo sacro, lo
secreto, lo 'sagrado del universo. Eso sagrado es la
verdad, pero como la verdad es infinita, a pesar de ser
una y la misma, en todos los pueblos se han diseñado
diferentes maneras de acercamiento a csá verdad. Los
instrumentos conceptuales que utilizan las ciencias
sagradas son el simbolismo, la analogía, la lógica
 vertical. De ahí provienen las versiones simbólicas
de las actividades humanas en la dimensión de lo
sagrado. También de ahí proviene la necesidad de ser
absolutamente claros en cuanto a la lectura de estas
actividades. Existen personas que confunden tér-
minos como alma, mente, espíritu, ego, etcétera.
Este pequeño ejemplo sirve para darnos cuenta
de que si en las ciencias materialistas hay todo un
rigor y una exactitud, también lo debe haber en las
ciencias sagradas, naturalmente que guardando las
proporciones y en los lenguajes determinados para
ello. Difícilmente podremos decir una idea del
discurso astrológico con el lenguaje de las matemá-
ticas o bien, sería absurdo querer demostrar la
Qabbalah con la paleografía. Cada una de estas
ciencias posee un terreno y un lenguaje, y a aclarar
estas circunstancias nos remitiremos.
Cosmobiología, magia y alquimia.
Los Maestros de Iniciación nos han enseñado
que todas las llamadas ciencias ocultas sólo lo fueron
porque tuvieron que esconderse del fanatismo
religioso-político que imperó durante los dos últimos
-" milenios. Pero a partir de que se ha flexibilizado el
ambiente ideológico y cultural del planeta, han salido
a la luz de nuevo estos conocimientos que hoy
conocemos como ciencias sagradas. Hay innume-
rables posiciones para estudiarlas, pero nosotros nos
acogemos a· la buena fuente del Maestre Serge
Raynaud de la Ferriere, quien afirma que existen tres
grandes sectores de esas ciencias: la cosmobiología,
la magia y la alquimia. Tiene su razón de ser esta
división primaria, a saber:
Cosmobiología, es llamada la ciencia del ciclo.
Su fundamento está en el estudio integral de las
estrellas. Por supuesto que para comprender este
código hay que dominar una gama muy amplia de
conocimientos respecto de las estrellas. Por ello fue
55
subdividida en tres grandes áreas de estudio que son:
Astronomía, dedicada a estudiar la naturaleza
física de los astros.
Astrología, dedicada a estudiar la naturaleza
astral de los astros.
Asrrosofía, dedicada a estudiar la naturaleza
divina de los astros.
Magia, es llamada la ciencia de la tierra. Lo que
se puede hacer se lleva a cabo por medio de ciertos
sistemas y métodos que permiten el dominio de las
leyes y, por ese hecho, también brindan los beneficios
que de ello se desprenden. El manejo de la magia lo
hace un mago, un magíster, un Maestro. Un Maestro
es alguien que ha logrado dominar algo con una
mínima eficiencia y efectividad, algunos hasta llegar
al virtuosismo. Por ello decimos que existen también
tres subdivisiones de la magia, tres diferentes
enfoques que se pueden estudiar para que tengamos
una visión integral de la misma:
Teurgia, es la magia celeste, divina, la que
pretende hacer llegar a los humanos los dones del
cielo.
Magia operativa, es la magia terrestre, la que nos
permite servirnos de esta dimensión humana a partir
del manejo de sus leyes: la física, la química, la
economía, la medicina, etcétera.
Brujería, hechicería y chamanismo, constituyen
magia de lo infrahumano, la que utiliza el instinto de
conservación para servirse de él con objeto de lograr
sus objcti vos, que en suma, son los de la consolidación
del poder y la fuerza bruta sobre el amor y la razón.
Utiliza elementos de los reinos inferiores al humano:
grasa, huesos, carne, pelo y otros elementos animales:
flores, hierbas, fermentos y soluciones vegetales y
piedras, arena, cristales, metales y todos los elemen-
tos minerales.
 Alquimia, es la ciencia que une a la cosrno-
biología con la magia, a la ciencia del cielo con la
ciencia de la Tierra. Es un mediador que pretende
llegar a las más altas esferas de la manifestación
partiendo de la base más baja: la materia. Su pos rulado
central es la transformación del plomo en oro.
Evidentemente esto es una metáfora, un símbolo,
porque los códigos de las ciencias sagradas identifi-
can al plomo como lo más burdo de la naturaleza
humana así como al oro con sus virtudes. Tiene tres
cosas básicas como objetivos, de acuerdo a la jerga
de la alquimia europea.
- Medicina universal, a través del elixir de larga
vida se curan todas las enfermedades, tanto
físicas como espirituales, se encuentra la salud
eterna y la longevidad.
- Piedra filosofal, es un símbolo que encierra la
esencia de las cosas, la sabiduría profunda de
todo lo existente.
- Música de las esferas, otro símbolo que traducido
quiere decir alcanzar la armonía con todo. Las
esferas son los planos de la manifestación.
Cuando estos planos están en concierto, hacen
música.
Pero desde el punto de vista del Maestre de la
Ferriere, una metodología más a la mano de nuestra
naturaleza se expresa en la versión india del mundo
y de la vida a través de un sistema alquímico
desarrollado en India: el sistema Yoga. Para estudiar
este sistema alquímico, el Maestre propone hacer una
subdivisión básica: - nuestra realidad y con ello poder llegar a la verdad
Hatha Yoga, el Yoga del cuerpo físico que nos
lleva a alturas insospechadas, no físicas. Es un punto
de partida para los demás yogas.
Karma Yoga, el yoga de la acción, de la
eliminación del karma y de la reintegración al
56
absoluto por medio de actos que no generen más
karma.
Gnani Yoga.el Yoga del Saber.el que estudia, se
informa, observa, medita y luego actúa en conse-
cuencia.
Bakhri Yoga, el Yoga de la devoción, del amor,
de la integración de todo con todo.
Existen muchas más ramas del Yoga, pero en
principio estudiaremos estas cuatro, para darnos
cuenta del carácter práctico que tiene la alquimia.
Todo este planteamiento puede ser manejado de
manera global y con maestría. El objetivo de esto lo
plantea la arqueometría, ciencia que integra tanto las
ciencias materialistas como las sagradas y permite
hacer conjeturas respecto del cosmos completo. Dice
el Maestree de la Ferriere que esta ciencia está
reservada para los Maestros, para aquellos que ya
han dominado la cosmobiología, la magia y la
alquimia: Aunque lejos de poderlo hacer, lo que sí
intentaremos será comprender de qué manera podrían
combinarse estos tres campos del saber humano para
lograr la maestría total, el uso de la arqueomctría.
Una acción humana requiere de tres cosas: saber 9 •
dónde· estamos, saber adónde queremos ir y saber
cómo hacerlo. La primera corresponde a la magia, la
segunda, sintética de estos tres campos del saber,
sería un esbozo general de la arqucometrfa. El manejo
de esta ciencia también es llamado Sagrada Tradición
Iniciática, El arqueomerro es un instrumento que
contiene los códigos necesarios para poder interpretar
por medio de elementos exactos. Se dice que el . 1
Maestre de-la Ferriere manejaba este instrwnento para
tomar decisiones importantes.
La arqucometría sería el saber de todos los
saberes, la suma total del saber.
Recomendaciones didácticas * 5.- Los textos y la hermenéutica sagrada
1.- ¿Qué hace a un libro, un libro Sagrado?
Las siguientes preguntas o ejercicios didácticos
para realizar por cada artículo, deberán contestarse o 2.- ¿Qué es una CLAVE en los libros Sagrados?
realizarse al terminar cada capítulo, con las propias 3.- ¿Qué es la ley de correspondencias?
palabras e iniciativas del yamín, relacionando sus
respuestas con sus propias experiencias de la vida
cotidiana. Recomendamos que estas respuestas sirvan 6. -Estrada, el Maestro
como reportes de lectura por escrito, con sus (Los siete sellos de la tribu de Judá)
comentarios personales.
1.- ¿Qué es la estructura de la materia?
2.- ¿Qué es el alma y la conciencia?
1.­ Lenguaje y simbolismo
3.- ¿Qué son la mente y las leyes universales?
1.- ¿Qué es un signo y un símbolo?
4.- ¿Qué es el espíritu?
2.- ¿Qué es un mito y un rito?
5.- ¿Qué es el silencio?
3.- ¿Qué es el lenguaje?
6.- ¿Qué es el SER?
7.- ¿Qué es el ABSOLUTO?
2.- El lenguaje de las ciencias sagradas y el
desarrollo trascendental del Ser Humano
7.- El Gran Arcano
1.- ¿Cuáles el nombre de Dios entre los Qabbalistas?
1.- ¿Qué es el Gran Arcano?
2.- ¿Por qué la quinta letra del nombre de Dios no
puede ser articulada según los Qabbalistas? 2.- ¿Qué representa la espada y las serpientes?
3.- ¿Qué y cuáles son las Ciencias Sagradas? · 3.- ¿Qué nos enseña el Gran Arcano respecto a los
grados Iniciáticos?

3.- Introducción al simbolismo

8.- Las ciencias sagradas
1.- ¿Qué representa un punto, un círculo y una
línea en simbolismo? 1.- ¿cual es la diferencia entre las ciencias
2.- ¿Qué representa una cruz en simbolismo? materialistas y las Ciencias sagradas?
2.- Defina cada una de las ciencias Sagradas y su
objeto de estudio
4.- La conciencia de Ser
3.- Defina cada una de las disciplinas del yoga y su
1.- ¿Qué es el ser humano?
posible relación con las Ciencias Sagradas.
2.- ¿Qué es la angustia de la muerte?
3.- ¿Qué es la identidad profunda de sí mismo?

57
 Literatura Recomendada:
De la Ferrierc, Serge R., Propósitos Psicológicos,
editorial G.F.U.
Marcelli, José, Un Maestro habla, Solar Editores.
Lecciones iniciales, Solar Editores.
Mircea, Eliade, Iniciaciones místicas, editorial
Taurux.

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58