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MULTICULTURALIDAD, CIUDADANIA Y DESARROLLO MUNDIAL

José V. Hernández – 425481

Seminario de Casos

los ULTIMOS 20 años han representado para el mundo un cambio histórico sin precedentes, la
facilidad conocer en tiempo real lo que ocurre al otro lado del mundo nos ha permitido sin duda
alguna el poder abrir los ojos frente a situaciones que talvez si se hubiense4 visto en otros
momentos de la historia, hubiesen sido simplemente inimaginables; musulmanes en medio oriente,
hinduismo en la india o las tribus africanas, sin ir muy lejos, las condiciones de pobreza de los
países de tercer mundo, o las prácticas de los indígenas en la amazona, pueden se apenas un
ejemplo de la inimaginable diversidad que existe en el mundo, y todo ello lo reconocemos
precisamente por la facilidad que ahora tenemos de ver por internet o de llegar a estos lugares.

Sin embargo, ahora que estamos tan conectados y que podemos llegar prácticamente a cualquier
parte del mundo colonizado, se empiezan a presentar diversas situaciones que nos generan nuevos
retos que son más globales que locales o individuales, en lo que toca a como se empiezan a
construir estas relaciones entre las diversas culturas, que cada vez están más diversificadas en los
centro urbanos, la migración mundial entre ciudadanos de todas partes del mundo, las condiciones
sociales y económicas que a veces obligan a estas mismas migraciones, y la misma diversidad que a
nivel cultural hay entere los destinos grupos humanos, son algunas de las cosas que en este siglo nos
hacen plantear preguntas inquietantes acerca de la validez de la verdad en términos de quine puede
o no estar por encima de otras perspectivas de vida, me refiero a como se construye la realidad
social y a como observando lo ya dicho acerca de la movilización de las personas del mundo, se
puede llegar a conciliar.

En la actualidad, más que hablar de una sociedad globalmente armonizadas, nos encontramos
mas con distintas problemáticas que a nivel local e incluso internacional existente entre as distintas
situaciones de las personas que representan grupos culturales diversos y que están movilizándose en
ambientes culturales distintos. En este momento de la historia estamos más orientados a buscar la
manera de conciliar aquello que nos permita permanecer desde nuestra particularidad como sujeto,
que en simplemente tener que adaptarnos a lo que la sociedad de uno u otro país impone, eso ya no
es válido, y es tan grande este problema en vista de que las personas de muchos paisas aún no están
abiertos a esta perspectiva. En algunos lugares se asume que simplemente las leyes sociales o
prácticas culturales son obligatorias para todo el mundo, esto se refuerza sobre todo si no se tiene
acceso a recursos y a educación, sin embargo, el mundo avanza y mientras estas necesidades siguen
existiendo, las personas se movilizan, llegan a lugares, se organizan, y se ven obligadas a
interrelacionarse.

Pensar en que el mundo esté disponible y accesible a las personas con libertad aun esta fuera del
a realidad, aun nos debemos ajustar a lo que en tantos lugares se pueda presentar, por ello, es
necesario empezar a entender que no solo somos ciudadanos de un contexto particular, sino que
cada vez estamos más cercanos a una situación global que nos involucra a todos. La búsqueda de la
comunicación intercultural es el principio fundamental para lograr conocer más a fondo la
diversidad de las culturas por ejemplo minoritarias; esto permite que se respete las libertades
fundamentales, la auto organización social y la pluralidad de las culturas; de esta idea se puede ver
y entender además que las condiciones locales no son las únicas, y es necesario empezar a conciliar
en términos más amplios que es la ciudadanía, que representa más un carácter mundial, y que
debería estar más orientado a la libre expresión e interrelación.

En relación con lo anterior podemos decir además que no todas las culturas son iguales, cada una
tiene su forma de regir pero es importante entender que no son entidades separadas sino que son
gestores de cambio las cuales no rechazan al extranjero sino que al contrario reconocen en él la
presencia necesaria de exterioridad lo que ocasiona parentescos más o menos lejanos entre las
culturas, en este aspecto señalamos que puede haber aun discrepancias entre lo que es, y lo que se
debería presentar en la realidad, y consideramos que este dialogo debe ser más abierto y flexible, no
como en partes del mundo hoy se sigue presentando, en medio del caos, la intolerancia y la
radicalización, que también se genera por la mayor dificultad que con el pasar de los años se
presenta en tanto países para acceder a los recursos.

Los ciudadanos del mundo son aquellos que han tenido que asumir la difícil decisión de partir de
su entorno natal, de cierta manera abandonar parte de sí mismos, esa identidad cultural, para
movilizarse a las urbes, lugares en donde la despersonalización, la estandarización y la dificultad
para poder compartir con los otros aspectos muy personales de la cultura. Es en esta condición que
estamos actualmente, en las ciudades, los centros en donde se rige la organización de los aspectos
económicos y sociales de un país, en donde se empieza construir una nueva manera de ser humano,
más desnaturalizada, y tal vez menos orientada al sujeto, ms generalizada y sin excepciones.
Entender esto nos hace pensar que es aún más urgente poder lidiar la multiculturalidad, la facilidad
de poder crear relaciones sociales complejas que eviten la desaparición de la condición cultural que
hace al sujeto un ser único, y que le permitan seguir en su condición de individuo.
En la actualidad, y como lo empezamos a decir al principio, tal vez la tecnología nos permita
conocer más sobre las condiciones que se presenta en el mundo, pero resulta necesario resaltar que
la educación que a la fecha se tiene sobre este aspecto que somos las personas por el mundo,
estamos aún muy lejos, ya que más que estudiar costumbres y prácticas de otras partes del mundo,
se trata más de entender la relevancia de poder comprender y respetar aquello que hace a una
persona de la india o de china, únicas, y son embargo iguales a nosotros en Colombia o en otras
partes del mundo.

Estamos en un proceso de visualización de la realidad social como un fenómeno complejo, que


hace de las personas su objeto central, no solamente lo meramente económico, o lo tocante a las
condiciones ambientales, como tal vez se observaba hace unos años, sino que la persona por sí
misma, como actor en los distintos contexto en donde se desarrolla, es, y quien construye la
sociedad, pero que se construye o deconstruye en la medida que crea relaciones, se moviliza,
interactúa con otros diferentes. Este momento de la historia, es tal vez trascendental para observar la
importancia que hay en el lograr entender al otro como distinto a nosotros, pero como alguien que
tiene los mismos derechos y las mismas necesidades, y quien tiene la misma interacción con el resto
de las cosas que le rodean.

Entender estos aspectos, entonces, nos hace observar que no hay posiciones privilegiadas, aun
cuando se defiendan desde el sentido común, y que ahora como antes, estamos a una apertura a
nuevos cambios sociales, y evidentemente culturales a una escala que tal vez no imaginemos, lo
cual puede favorecer en gran medida el desarrollo mundial, corriendo un eminente riesgo, tal vez,
de poner en riesgo antiguas culturas ya asentadas y establecidas, sin embargo, resulta conveniente
pensar que en momentos de la historia estas culturas también fueron dinámicas, innovadora y
cambiantes, por ello resulta más que nunca necesario entender esta realidad que ahora se nos asoma
como una posibilidad histórica tal vez irremediable, o, incluso, necesaria, y decimos esto no con el
fin de señalar una necesidad de cambio a todo nivel, sino únicamente en la medida que las
relaciones que actualmente tenemos se realicen de maneras menos fuertes como se presentan.

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