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Cecilia
Laboratorio-Taller de Dibujo II
Reporte de la exposición
La exposición como su nombre indica, presenta una obra de Michelangelo Merisi Caravaggio, “La
Buona Ventura” traída del Musei Capitolini de Roma al Museo Nacional de Arte (MUNAL), junto a
16 obras prestadas del Museo de San Carlos y Franz Mayer y el propio acervo del MUNAL.
Mostrándose así la herencia no solo pictórica/técnica sino también de ideológica de Caravaggio, a pesar
de no haber dejado propiamente una escuela. Las obras que conforman la exposición son en su mayoría
de pintores españoles y novohispanos, recordando que en aquel entonces Nápoles (donde Caravaggio
vive sus últimos años de vida) era un virreinato de la Monarquía Hispánica. Allí la obra Caravaggio
logro también difundirse gracias a que varios virreyes reunieron colecciones napolitanas y las llevaron
de regreso a España. Claro que también Nápoles por si misma era una ciudad de gran producción y
consumo artístico, lugar por supuesto de viajes con fines de estudio o residencia de varios artistas. Pero
no es sino hasta mediados del siglo XIX que La Academia de San Carlos recibe de la academia de
Modena en Italia un conjunto de estampas, para su copia y estudio. A pesar de que Carravaggio no
hubiera dejado propiamente una escuela, si nos “lega” el llamado “Caravaggismo” conjugado del
tenebrismo, naturalismo y teatralismo.
Aunque “La Buona Ventura” no se consideraría tenebrista, sino mas bien como parte aguas del
naturalismo en la carrera de Caravaggio, el resto de la exposición si podría considerarse de esta
corriente. En la cual su característica principal es el fuerte contraste de luz, normalmente dado por un
fondo obscuro, que realza el primer plano. Aunque la fuente de luz no suele estar presente en el cuadro
(y esta muchas veces, especialmente en escenas hagiográficas es tomada como “una luz divina”) (Fig.
1), algunas veces suele a parecer en forma de vela (Fig 2), esto fue principalmente propuesto por
George de la Tour ( Fig. 3). El contraste violento de luz y penumbra, como ya mencionábamos realza
el primer plano, que en forma de escena contiene a los personajes totalmente expresivos (Fig 4 y 5)
(generalmente en la cara y manos), en el punto (aunque tal vez debería decir instante) culminante de
una narrativa. Optando por composiciones abiertas a diferencia del Renacimiento. Los personajes no
son para nada idealizados, sino tomadas de modelos al natural Esto para Nueva España resulto un reto,
y de hecho se muestran aún tímidos en representar a un Santo de esta manera (Fig. 6 y 7). Y es que este
cruel veritas representa muchas veces a las clases bajas, a la figura del anciano, a la cotidianidad, etc.
Quienes caracterizan a Santos, personajes mitológicos o figuras sagradas (Fig.8)
“La Buona Ventura” (Fig. 9) es una obra realizada por Caravaggio en sus primeros meses en Roma,
a finales de 1596. La escena representa a una gitana que con el pretexto de leerle la mano a un joven, le
roba el anillo a un joven. La novedad iconográfica radica en el hecho de pintar a la gitana con todo y
su desaliño, en contraste al del joven, en una escena cotidiana de seducción y engaño. El mismo tema
se volvería a repetir por el mismo Caravaggio y otros autores. El cuadro presenta otros datos
interesantes, no fue hecho por lo que se sabe por encargo (algo raro en esa época), débase a eso tal vez
la libertad temática. Y fue hecho reciclando un lienzo del cual no se sabe con exactitud de quien era, si
de uno de sus maestros o incluso del mismo Caravaggio. La figura anterior representa a una virgen
rezando, a 900 de “La Buona Ventura”. La buena preparación que tuvo que dársele para que la nueva
pintura resistiera e incluso aun en nuestros días este en condiciones para viajar, es tratada de tal forma
que no solo cumpliera con la conservación de la obra, sino que también añadió características o efectos
técnicos. Preparada con arena de río, la granulosidad da destellos luminosos, que se perciben en mayor
cantidad en las zonas de luz de la gitana, y mas pulidos en el joven.
Como conclusión, a pesar de ser de las personas que visito en un principio la exposición por el solo
nombre de Caravaggio en México, y de al solo ver una obra ( ¡y ni siquiera tenebrista!) , salió
indignada. Al realizar este reporte me di cuenta que, primero, no leo ( en el titulo de la exposición dice
claramente “ UNA OBRA, un legado” ) ,segundo de la importancia de que venga un Caravaggio a
México, (¡desde el 76!) tercero, toda la herencia técnica e ideológica que nos dejo Caravaggio. Si ver
un Rivera ya era bueno, ahora reunido con Felipe Gutiérrez , Arteaga y mas , en este eje temático, fue
maravilloso. Por ultimo ver el “Caravaggio Experience” me pareció interesante, puesto que
literalmente te encuentras rodeado de las obras y de sus acercamientos, sino de que eres libre de
caminar y fijar tu mirada donde la intención disponga. Como dato curioso una amiga me comento que
incluso tenia un olor especial la sala, ¡y en efecto! Encontramos un incensario con olores recreados de
la época.
Anexos
FIG. 1
José de Rivera
171 x 223.5 cm
FIG. 2
Juan Cordero
1867
La sonámbula
96.3x 130 cm
FIG. 3
Georges de la Tour
1644
FIG. 4
Seis apóstoles
82x 147.5 cm
FIG. 6
José Juárez
139x108 cm
FIG. 7
Antonio Rodríguez
1668
167x 112 cm
FIG. 9
La buona ventura
1596
115x150 cm