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MICROBIOLOGÍA DE ALIMENTOS
DEBATE ACADÉMICO:
Estructura de defensa y adaptación adquiridas por
bacterias durante su evolución.
Integrantes:
Melanie Franco Rosado
Emilio Plaza Alava
Ariel Perrazo Piña
Células Procariotas
Pili
En bacteriología, los pili (singular pilus, que en latín significa pelo) son estructuras en
forma de pelo, más cortas y finos que los flagelos que se encuentran en la superficie de
muchas bacterias. Los pili corresponden a la membrana citoplasmática a través de los
poros de la pared celular y la cápsula que asoman al exterior.
Los términos fimbria y pilus son a menudo intercambiables, pero fimbria se suele
reservar para los pelos cortos que utilizan las bacterias para adherirse a las superficies,
en tanto que pilus suele referir a los pelos ligeramente más largos que se utilizan en la
conjugación bacteriana para transferir material genético. Algunas bacterias usan los pilli
para el movimiento.
A diferencia de las fimbrias, los pilli son largos (hasta 20µ aproximadamente), flexibles
pero no tanto como los flagelos y poco numerosos: de 1 a 4 por bacteria, aunque
estructuralmente son muy similares. También poseen estructura proteica y la proteína
se conoce con el nombre de pilina.
Se encargan de la transferencia del material genético en el proceso de apareamiento
bacteriano llamado conjugación. La capacidad de producir estos pillis se relaciona con
la presencia de unos plásmidos que conoce como Factor F.
Las dos propiedades que confieren patogenicidad a las bacterias son la toxigenicidad y
la invasividad; en cuanto a la primera de ellas, aquélla se define como la capacidad para
producir toxinas y, por su parte, la invasividad se refiere a la facultad para penetrar,
establecerse, reproducirse y diseminarse en los tejidos del hospedador (Heithoff; 1997;
Quinn; 1997; Smith, 1998).
El pili juega un papel importante en la invasividad ya que son las responsables del
mecanismo de adherencia, estás se encuentran formadas por una secuencia ordenada
de subunidades proteicas de pilina que forman una estructura cilíndrica, uniéndose a
ciertas moléculas ubicadas sobre la superficie de las células del tejido hospedador,
iniciándose la colonización bacteriana.
CONCLUSIONES
Las bacterias gram-negativas son las únicas que poseen pilis fimbrias para cumplir las
funciones de adherencia a receptores específicos y superficiales.
La producción de fimbrias es continua y permanente, no sólo para sustituir las fibrillas
que se van perdiendo durante el desplazamiento de la bacteria o después de la
adherencia sino para evadir la acción neutralizante de los anticuerpos anti-pili; en este
último sentido, se ha comprobado que varias especies son capaces de elaborar
subsecuentemente otras clases de fimbrias, químicamente diferentes a las originales
para provocar la obsolescencia de los anticuerpos “bloqueadores”.
Bibliografía