Professional Documents
Culture Documents
interviniente
Señor Juez:
I.-
Objeto
1. En los términos previstos por los arts. 55, 58, siguientes y concordantes del CPPN,
vengo a deducir la recusación del juez interviniente, a mérito de las causales de
inhibición que serán indicadas en el capítulo siguiente.
En consecuencia, solicito que V.S. se aparte del conocimiento de la causa o, en caso
contrario, remita este escrito de recusación a la Cámara de Apelaciones a efectos de
que resuelva la incidencia (cfr. art. 61 del CPPN).
3. A todo evento, dejo planteada la inconstitucionalidad del art. 61 in fine del CPPN,
toda vez que importa un serio menoscabo de dos garantías constitucionales: el derecho
de ser juzgado por un juez imparcial y el derecho al“doble conforme” (art. 8.2 “h” de la
CADH y art. 14.5 del PIDCP).
4. Finalmente, dada la naturaleza del planteo, hago expresa reserva de acudir, de ser
necesario, ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación por la vía establecida en el
art. 14 de la ley 48, así como también ante los organismos internacionales competentes
en materia de Derechos Humanos
II.-
Concretamente, la norma aludida dispone que “el juez deberá inhibirse de conocer en la
causa cuando exista uno de los siguientes motivos: […] 8º) Si antes de comenzar el
proceso hubiere sido acusador o denunciante de alguno de los interesados, o acusado
o denunciado por ellos”. 9º) Si antes de comenzar el proceso alguno de los interesados
le hubiere promovido juicio político” (énfasis propio).
Como puede apreciarse, en cualquiera de estos casos el juez debe inhibirse del
conocimiento de la causa, toda vez que, reitero, las causales de apartamiento previstas
en el art. 55 del código de rito son suficientemente demostrativas de la falta de
imparcialidad del juzgador.
Es decir, según lo reconoció el propio titular del Juzgado, esta “nueva investigación” o
“nueva causa” se inició hace tan solo dos meses, a través de una extracción de
testimonios ordenada en el marco de otro expediente en el cual mi representada ni
siquiera reviste la condición de imputada.
Ahora bien, tal como le consta al magistrado, con anterioridad al inicio de esta “nueva
investigación” o “nueva causa” i) la Dra. Cristina Fernández de Kirchner formuló
denuncias penales en vuestra contra; ii) a mi representada le fue conferido el rol de
parte querellante en causas en las que se investigan posibles delitos perpetrados por
V.S. y; iii) mi asistida requirió ante el Consejo de la Magistratura de la Nación vuestro
juicio político, a mérito de presuntos delitos cometidos en el ejercicio de la función
pública.
Veamos.
c. En tercer lugar, con fecha 14 de abril del año 2016 la Dra. Cristina Fernández de
Kirchner requirió ante el Consejo de la Magistratura de la Nación que se iniciara un
juicio político en contra de V.S. a mérito de graves irregularidades cometidas en el
marco de la causa del “Dólar Futuro” (adjunto como Anexo III copia del escrito titulado
“Formula denuncia por mal desempeño. Solicita juicio político”).
Así las cosas, resulta incontrovertible que V.S. se halla inmerso en las causales de
apartamiento previstas en el art. 55, incisos 8º y 9º del CPPN, de modo que no puede
continuar al frente de esta investigación.
Ahora bien, el planteo introducido por mi parte no puede ser resuelto por V.S., ya que
no resulta lógico ni jurídicamente viable que se convierta en juez de sus propios actos,
máxime si de ellos pueden desprenderse responsabilidades civiles, administrativas y
penales.
Así las cosas, resulta claro que V.S. se halla inmerso, mutatis mutandis, en la causal de
apartamiento prevista en el art. 55 inc. 4º del CPPN, toda vez que cuenta con un
evidente “interés en el proceso”.
A mayor abundamiento cabe recordar que “aunque el texto del motivo específico no lo
mencione expresamente, esta relación [interés] con el caso -imputado, víctima,
ofendido, damnificado y juez a un mismo tiempo- constituye el motivo básico de
exclusión, pues elimina el mismo significado de la palabra ´juez´, definido como
personaje imparcial del caso, razón por la cual el motivo debió ser previsto como
intolerable (exclusión de pleno derecho)” (Maier, Julio B. J., “Derecho Procesal Penal.
Parte general.”, Editores del Puerto S.R.L., Buenos Aires 2003, Tomo II, Sujetos
Procesales, Pág. 569).
Por otro lado, el legislador también ha establecido como una causal de inhibición
particular el prejuzgamiento sobre la cuestión debatida en el proceso (art. 55 inc. 10 del
CPPN).
Veamos.
Concretamente, se le asigna al ex secretario privado del Dr. Néstor Carlos Kirchner -hoy
fallecido- haber recibido en varias oportunidades entre el 21 de mayo de 2008 y el 7 de
octubre de 2010 bolsos o paquetes que supuestamente contenían dinero en efectivo.
Ahora bien, la posible existencia de dinero en efectivo (vgr. bolsos repletos de dólares)
u otros bienes no declarados en poder de Daniel Muñoz (vgr., sociedades radicadas en
paraísos fiscales y propiedades ocultas) ya fue objeto de una minuciosa investigación
por parte de este mismo Juzgado en el marco de la causa Nº 13.461/2009, en la cual
V.S. sobreseyó al nombrado en orden al delito de enriquecimiento ilícito.
Así las cosas y en vistas de que la garantía del juez natural exige que el magistrado no
haya emitido opinión -mucho menos una decisión judicial- sobre hechos cuyo
juzgamiento ahora le corresponde, deviene ineludible la aplicación en el caso del
supuesto de apartamiento regulado en el art. 55 inc. 10 del ordenamiento de rito.
Para finalizar cabe recordar que la garantía de imparcialidad del juzgador (art. 18, CN)
se compone de dos aspectos bien diferenciados: por un lado el objetivo, que se define
como el temor de parcialidad que puede sentir el justiciable frente a la actividad
procesal del juez, más allá su personalidad, y por el otro la faz subjetiva, que toma en
consideración los intereses y convicciones que se anidan en el magistrado. En efecto,
“la importancia de la distinción radica en que el temor de parcialidad se concibe como
algo independiente de la honorabilidad, honestidad o desempeño concreto de los
jueces. Y ello se explica a partir de que el centro de gravedad, el eje del asunto, gira en
derredor del justiciable como titular de la garantía. Entender la recusación como un
derecho de quien es juzgado es un presupuesto necesario para cualquier análisis sobre
la materia” (cfr. CCCF, causa 38.429, “Rosatti”, 27/10/2005, registro 1223; énfasis
propio).
En otras palabras “en materia de imparcialidad del tribunal lo decisivo es establecer si,
ya desde el punto de vista de las circunstancias externas (objetivas), existen elementos
que autoricen a abrigar dudas con relación a la imparcialidad con que debe
desempeñarse el juez, con prescin-dencia de qué es lo que pensaba en su fuero
interno, y siguiendo el adagio ´justice must not only be done: it must also be seen to be
done´” (conf. Tribunal Europeo de Derechos Humanos; “Delcourt vs. Bélgica”,
17/1/1970, serie A, n° 11, párr. 31 y “De Cubber vs. Bélgica”, 26/10/1984, serie A, n° 86,
párr. 24, me pertenece lo resaltado).
Por todo lo expuesto, a fin de salvaguardar la garantía del juez natural, solicito a V.S.
que cese inmediatamente su intervención en la causa.
III.-
Petitorio
Por todo lo expuesto, a V.S. solicito:
1. Se tenga por presentada en tiempo y forma esta recusación (art. 60, CPPN),
incorporándose la prueba acompañada.
4. Dada la naturaleza constitucional de los agravios que dan lugar a esta planteo, se
tenga presente la reserva del caso federal efectuada.
Proveer de conformidad,
SERÁ JUSTICIA.
——————-
Señor Juez:
I.-
Objeto
En consecuencia solicito que, previo trámite de ley, se haga lugar a esta solicitud y se
aparte al fiscal interviniente del conocimiento de la causa.
2. A todo evento, dada la naturaleza constitucional de las razones que motivan esta
presentación y la gravedad institucional del caso hago expresa reserva de acudir, de ser
necesario, ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación por la vía establecida en el
art. 14 de la ley 48, así como también ante los organismos internacionales competentes
en materia de Derechos Humanos
II.-
1. Tal como lo dispone la Ley Orgánica del Ministerio Público Fiscal (Ley Nº 27.148), la
actividad de sus representantes debe ajustarse a una serie de principios de actuación
fundamentales, entre los cuales se encuentra el deber de objetividad.
Con relación al deber de objetividad que debe regir la actuación de los fiscales, la Sala
II de la Cámara Criminal y Correccional Federal estableció una serie de lineamientos
básicos que, dada su relevancia, cabe traer a consideración:
“…si bien tal deber no puede confundirse o identificarse con la imparcialidad que se
reclama a los Jueces en su función, los Fiscales en su rol de acusadores públicos
obligados a impulsar la investigación de todos los delitos de acción pública por el
principio de legalidad, están sujetos a determinados principios específicos entre los
cuales se encuentra el deber de actuar con objetividad, es decir, el de actuar
procurando la verdad y ajustarse en sus requerimientos y conclusiones a las pruebas
legítimas, sean éstas contrarias o favorables al imputado (cf. En este sentido C.S.J.N.,
`Quiroga`, Fallos 327:5863, Considerando 30 del voto del Dr. Maqueda).
En concreto, supone que los Fiscales carecen de un interés propio, subjetivo o personal
en el proceso, que su función está determinada, en esencia, por la búsqueda de la
verdad conforme los procedimientos legales establecidos (cf., en esta línea, C.F.C.P.,
Sala IV, causa n° 11.783/14.200, `Cementos San Martín y Loma Negra s/recusación` y
`Asociación Fabricantes de Cemento Portland S.A. s/recurso de casación` rta. el 7/3/12,
reg. n° 249/12.4).
Como se señalara anteriormente, una de las funciones básicas del Ministerio Público
Fiscal consiste en observar y hacer observar los derechos y garantías que establece la
Constitución Nacional y las leyes dictadas en consecuencia. Desde mi perspectiva,
respetuosamente debo señalar que nada de ello ha ocurrido en la especie; ergo, tal
situación determina que se ordene el inmediato apartamiento del Sr. Fiscal interviniente
en la causa.
III.-
Petitorio
Proveer de conformidad,
SERÁ JUSTICIA.