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Propuestas para un ejercicio

limitado de la interdisciplina*

Bernard Lepetit**

1. Podemos definir la interdisciplinariedad como la forma que asumen las


relaciones entre prácticas científicas especializadas.' Esta forma es variable, y
posibilita mostrar los elemenios de su historia. Comencemos esta Última a finales
del siglo XIX,en el momento en que se refuerza el movimiento de delimitación y
de afirmación de las diferentes ciencias sociales. En ese lapso, Durkheim y la
escuela francesa de socioNlogía agrupada en tomo de la revista L 'Année Sociologi-
que, combaten por una práctica unificada de las ciencias sociales. Un método,
fundado sobre uncierto ejercicio de la comparación generalizada y sobre el registro
sistemático de las variaciones concomitantes, debía permitir asegurar la estructu-
ración del campo. Esta práctica reglamentada, que Durkheim define como el
método sociológico, debe permitir la reorganización de las ciencias sociales en
torno a la sociología y reducir la historia, la geografía, la estadística social o la
etnografía al rango de disciplinas auxiliares, proveedoras de hechos empíricos pero
despojadas de capacidades explicativas y, por tanto, sin verdadera autonomía.'
Pero la sociología no domina hoy ningún imperio; la formidable ambición del

* Tomado de Revue desytdhzse, 4a. serie, núm. 3, julio-septiembre, 1990. Traducción del francés: Carlos
A.Aguirre Rojas.
* * Director de estudios en l a É o l e des Huutes Éiudes en Sciences Sociales y Seaetario del Comité de
Redacción de la revistaAnnales E.S.C.

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imperialismo sociológico tropezó con la resistencia gos, genetistas, gerontólogos, etnólogos, sociólogos,
de las disciplinas establecidas que mantienen toda- sicosociólogos y geógrafos multiplicaron los puntos
vía su especificidad. Y todo parece estar aún por de. vista al respecto. Los hábitos alimenticios y la
reconstruirse. morbilidad, las actividades económicas y la fe,
La lectura de L ’Année Sociologique jugó un gran la delincuencia y la educación, los comportamiectos
papel en l a formación intelectual de los fundadores políticos y el pequeño comercio fueron, junto con
de la revista Annales, que supieron retomar por su otros varios temas, el objeto de una treintena de
cuenta una buena parte del proyecto y sobre todo de reportes y de publicaciones. Es evidente el principio
las ambiciunes de los soci6logos durkheimianos.’ de esta empresa: en vez de unificar Iss ciencias del
Marc Bloch y Lucien Febvre, y después de ellos hombre en torno a una metodología prestablecida,
también Fernand Braudel, darían prioridad al ‘derri- provocar más bien una situación de interdisciplina-
bamiento de las barreras’ (décloisonnemenf) en el riedad ofreciendo a un gran número de disciplinas
trabajo intelectual. “Los muros son tan altos, que con un terreno común, de escala reducida, que las forzara
frecuencia obstruyen la vista”, lamentaba en 1929 el a la confluencia y a la confrontación. La reseña del
editorial de! primer número de la revista Annales conjunto de la experiencia, publicada diez años más
d’Histoire Economique et Sociale, que llamaba a tarde, esboza sobre este punto la comprobación de un
todo el mundo a beneficiarse de las experiencias &acaso: la interdisciplinariedadse convirtió en un “leit-
realizadas en el jardín de los vecinos. Esta empresa motiv como de hechizo”, en un “recurso imaginario”
desarrollaba un camino que esperaba probar “a tra- destinado a encubrir el creciente encerramiento o
vés del ejemplo y de los hechos” su capacidad de- compartimentalización de las ciencias humanas y la
mostrativa. Por encima de todo, el hombre en socie- crisis del saber?
dad constituía el punto de convergencia de las Así avanzan las propuestas sobre la interdisci-
distintas ciencias sociales. Este objeto común, que plinariedad, que oscilan entre la revaloración de una
preexistía a todas las metodologías y a todas las edad de oro - q u e se esfuerzan en recuperar- y el
problemáticas, aseguraba esa unidad de las discipli- desencanto nacido de las experiencias pasadas; entre
nas que los historiadores se proponían estructurar. la constatación siempre renovada de una fragmenta-
AI margen de esta última ambición, la gran ciónde las disciplinas y la ambición constante de su
empresa de investigación colectiva emprendida en unifi~ación.~ Es a este movimiento pendular cíclico
1961 en torno a la comuna bretona de Plozéwet se que las observaciones siguientes desearían escapar.
inscribe perfectamente dentro de esta corriente. En
su origen se ubica la elección de una comunidad 2. La interdisciplinariedad se inscribe dentro de
humana cuya unidad, por no decir incluso cerrazón un proceso de constante evolución del campo de las
o aislaniiento, se hallaba comprobada por una tasa ciencias sociales. Este proceso es muy complejo en
de consanguineidad suficientemente elevada. Des- la medida en que remite a lógicas y a temporalida-
pués, durante varios años, los habitantes vieron su- des que no coinciden en absoluto. Esto es difícil de
cederse it los equipos de investigación. Antropólo- apreciar porque’ no existe ningún punto fijo seguro
,>
’.h
. .. , . , . , , .

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que permita juzgar acerca de los desplazamientos


relativos de los elementos del paisaje en cuestión:
todo cambia, incluido el punto de vista del obser-
vador. La geografía de las ciencias sociales, en este
sentido, se asemeja al movimiento de la deriva
continental.
Pero es posible ver este problema de una manera
no sólo metafórica. ¿De dónde brotan, en un momen-
to dado, las preguntas históricas? Un análisis exter-
no nos remitirá hacia las condiciones del momento
de la producción del saber social. Se puede clasificar
entre estas últimas a las siguientes: el contexto ideo-
lógico global -el cual resulta menos fácilmente
identificable en tanto que parece impregnar la at-
mósfera de la época y funcionar bajo el modo de las
evidencias periódicamente olvidadas-; aquello que
la opinión oficial llama las “cuestiones candentes”
-y que muy frecuentemente se hallan dictadas por
una actualidad de más corto alcance-; y, finalmen-
te, la organización material de la investigación,
con sus espacios de poder, sus financiamientos, y
el modo de funcionamiento de sus equipos. Como
complemento del primero, un análisis interno nos
recordará que el historiador, al igual que otros inves-
tigadores, se dirige inicialmente a sus colegas y que
sus inquietudes remiten de este modo a otros meca-
nismos y a otras temporalidades. Toda investigación
histórica llega siempre al final, tentativo, de toda una
serie de investigaciones sucesivas: tanto sus carac-
teres específicos como su pertinencia se definen y
aprecian también en relación con las propuestas de
los autores precedentes. Dentro de la diacronía, esa
investigación se inscribe así en el interior de una
tradición, cuyo origen se desplaza con la propia
evolución de la disciplina? En la sincronía, todo
libro de historia se ubica dentro de la organización

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actual de las constelaciones de las distintas discipli- una interdisciplinariedaddifusa,mal percibida y mal
nas con respecto a las cuales él contribuye, al mismo controlada. Tal vez es posible, dentro de una especie
tiempo y en su escala, a definir y a modificar. Es de programa de mediación, utilizarla de un modo
decir, que esa investigación histórica depende de la más decidido.
delimitaci6n de las fronteras entre las disciplinas
p r o sobre todo de los acercamientos elegidos o 3. Lascategoríasque nos ofrecen tantoel análisis
impuestos que se encuentran dentro de un proceso del proceso de difusión de la innovación como los
de redefinición constante (la historia de los Annaks, fenómenos de aculturación permiten avanzar en ese
por ejemplo, podría ser escrita a partir de los diálo- sentido.'Una disciplina científica puede ser definida
gos que la historia ha privilegiado sucesivamente como un conjunto de reglas teóricas y prácticas que
con la geografía, la demografía o la antropología). hacen posible, entre los individuas que las compar-
En otras palabras, que ella depende también de los ten, el intercambio de experiencías y de conocimien-
contenidos propios de cada una de las otras ciencias tos. Toda disciplina importa constantemente algunos
humanas, que se encuentran, igual que la historia, en elementos exteriores: fragmentos de saberes, pro-
constante evolución, aunque con ritmos y según tocolos experimentales, paradigmas interpretativos.
orientaciones no necesariamente semejantes. Pero, precisamente porque posee su propia estructu-
Estos fenómenos son conocidos, pero insufi- ra, una disciplina nunca se expone de manera pasiva
cientemente explorados desde un punto de vista a esas influencias externas. La interdisciplinariedad
comparativo. AI recordarlos, incluso sumariamente, es un caso particular de las transferencias culturales.
permiten subrayar la multiplicidad de coyunturas Del análisis derivado de éstas.reproduzco aquí tres
intelectuales dentro de las cuales se inscriben la planteamientos:
variedad de prácrticas entre las disciplinas y los des-
fases que de ellas derivan. Estos desfases permiten -Lo6 intercambios interdkiplinarios no se ope-
comprender mejor por qué la interdisciplinariedad ran de manera aleatoria. Solamente pueden
es siempre un proyecto sobre el cual es necesario ser comprendidos en relación con el rol de
volver, y por qué el objetivo de sus más voluntaristas subversión o de legitimacih que juegan den-
promotores (unificar las ciencias sociales, por medio tro de la disciplina que los acoge. Así, la
de la reducción de sus diferencias, y en torno a un cronología y las modalidades de la transferen-
método o un objeto) no puede ser más que un hori- cia dependen inicialmente de la coyunturadel
zonte. Pero también hacen posible destacar el hecho medio receptor. Contra una sociografía de la
de que las Ciencias sociales participan de un mismo cultura que postula que las divergencias cul-
t i p de conocimiento, y que por tanto sus interrela- turales se organizan según una repartición o
ciones son múltiples y sus divisiones en comparti- recorte social construido previamente, Roger
mientos no son nunca herméticas ni se encuentran Chartier, por ejemplo, aboga por una inver-
estancadas. Cotidianamente, y al margen de toda sión de perspectiva,*para lo cual moviliza, en
política deliberada en ese sentido, se halla en acción contra de la historia socio-cultural tradicio-

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nal, los recursos de disciplinas que habitual- hay que lamentarlo, pues las propias incom-
mente se ignoran entre sí, por la acción ide prensiones son creadoras de sentido. Un muy
técnicas de crítica textual, de historia material reciente anuario reseiía para la Francia del
del libro, de sociología de las prácticas y (de Antiguo régimen cerca de tres mil series
códigos de lectura. temporales construidas y publicadas por los
-La recepción de la innovación depende de la historiadores: 641 series de precios, 243 de
situación del medio receptor. Por consiguien- producción, 310 de rentas o ingresos, 582
te, toda transferencia de conceptos, de pro- estadísticas comerciales y monetarias, 224
blemas o de métodos va acompañada de s u series fiscales, 348 financieras y 328 demo-
transformación. Como en el proceso de la gráficas.” Una lectura más atinada de las cri-
traducción, la práctica de la interdisciplinarie- sis y de la coyuntura, y el reconocimiento de
dad es siempre en alguna medida una t r a i c i h la demografía como variable totalmente per-
He intentado, con Jean Yves Grenier, demos- teneciente al universo económico han sido las
trar esta idea a propósito de la obra de La- consecuencias más ricas d e tal acumulación
browse? Sus dos grandes obras -L’esquisse de saber, ligadas al desarrollo de la historia
du mouvement des p r k et des revenw en serial dentro de la línea de continuación del
France au m n e siecle (1933) y La crise de esfuerzo de Labrousse.
l’économie francaise a la fin de I’Ancien Ré-
gime et au début de la Révolution (1944)- 4. La coherencia de las reglas constitutivas de
son trabajos d e economista, insertos ambos, y cada disciplina se desconstruye y se reconstruye
sobre todo el primero, en los debates y has según ciertas lógicas internas y según la figura de las
prácticas de la economía política de los años contigüidades entre las disciplinas. Así, las identi-
treinta. Esos trabajos desarrollan un procedi- dades de las disciplinas están históricamente fecha-
miento experimental fundado en una articula- das, y destinadas a largo plazo, a una redefinición
ción compleja entre el modo de construcción radical. Pero, dado que esta evolución es el producto
del hecho histórico y la producción del mode- difícilmente previsible de la combinación de un
lo explicativo. Durante’ una generación, la conjunto de prácticas particulares, y dado que cada
historia económica francesa ha reducido el una de estas disciplinas trabaja dentro del corto
alcance de esta obra, para no ver en ella más plazo, quisiera entonces abogar por la conservación
que una historia descriptiva que establece una de tales identidades disciplinarias. Existen para ello
serie de equivalencias simples entre la reali- dos motivos principales.
dad pasada, las fuentes de archivos, las series La difusión de innovaciones supone, como aca-
de cifras y su comentario. bo de plantear, ciertas diferencias de potencial.
-La interdisciplinariedad es una práctica ambi- Cuando la economía estudia el movimiento de los
gua. Se encuentra siempre fundada sobre la precios en el siglo XVIII, o cuando el filósofo ana-
base de incomprensiones parciales. Mas, no liza el nacimiento de las estructuras de encarcela-

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miento, podría esperarse de ellos que abordaran su sociedades progresa a través de la reducción del
objeto de estudio, respectivamente, como econo- número y de la complejidad de los comentarios
mistas o como filósofos. Reprocharles el no ser explicativos que se hacen sobre ellas. Yo abogo por
suficientemente historiadores es un mal camino; la actitud inversa.
darles crédito, por el contrario, por comportarse Por otro lado, una disciplina noes solamente una
totalmente como historiadores es un modo de apro- forma de estructuración de !3 realidad descrita (to-
ximación reductor. Si ellos se transforman en his- das las categorías y todos los conceptos poseen tal
toriadores, adoptando todas las costumbres de estos estatuto); es también un oficio, es decir, un conjunto
últimos, la novedad radical de su 'mirada' se apaga, de procedimientos aprobados que -constituyen una
su capacidad de provocación se embota." A la primera garantía de un discurso coherente. No estoy
inversa, SI el historiador economista se convierte en seguro de ser un buen historiador, pero sí lo estoy de
un economista del pasado, la historia y la economía no ser un buen economista. Las posibilidades de ase-
no tienen entonces mayor cosa qué ensanarse mu- gurar la adecuación entre una posición epistemoló-
tuamente. Una disciplina que muere es en cierto gica y ciertas elecciones metodológicas, y entre de-
modo como un idioma que desaparece. Proyectar terminado procedimiento experimental y ciertas
su desaparición por medio de la anulación de sus proposiciones analíticas son sin duda mayores en la
diferencias es como creer que la comprensión de las práctica de una disciplina.
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5. Hablaré entonces de la posición que ocupo, se agrega a la mejor inteligibilidad de lo real.


que es la de ser historiador, y de una práctica, es ¿Cómo pensar de otra manera?, j d m o esca-
decir, de la historia. Desde ambas encuentro en la par al peso de las tradiciones acumuladas?,
interdisciplinariedad tres ventajas principales: t d m o olvidar la evidencia de las categorías
recibidas y de los métodos aprendidos? No
a) La designación de nuevos objetos. Ningún está prohibido innovar, pero la invención in-
objeto de investigación llama la atención por telectual es menos simple de lo que parece a
su sola evidencia: sus contornos son detenni- primera vista. La práctica de la interdiscipli-
nados por la mirada del investigador y por su nariedad puede asegurar la toma de distancia
aproximación. Hasta el final de los años se- crítica de cada uno de los modos de repre-
senta en Francia, por ejemplo, la ciudad no sentación de lo real, y posiblemente permitir
constituía verdaderamente un objeto de inves- el hecho de no permanecer prisionero de nin-
tigación histórica. Era solamente un marco guno de ellos. Desde dónde podrían juzgarse
cómodo, un decorado dentro del cual se de- los límites de la historia cuantitativa-descrip-
senvolvía la historia económica, social o po- tiva, si no desde una sociología mucho más
lítica de las sociedades que se ubicaban ahí acostumbrada a manejar los modelos forma-
como si fueran indiferentes a su espacio. Hoy les, o desde una demografía fundada desde el
la ciencia económica que desarrolla la noción principio sobre el análisis de las leyes de
de economías de escala, la sociología que distribución o incluso desde las ciencias de la
estudia los signos de la distinción y las moda- ingeniería, más habituadas a manejar las prue-
lidades de la imitación, o el urbanismo que bas de hipótesis (tests d'hypth&~es).'~ En este
subraya la plasticidad sumamente desigual de sentido, recuerda uno las bellas frases que cie-
las formas urbanas, coinciden en que la ciu- rran la introducción del libro La Arqueologia
dad es en s í misma un objeto complejo en el del saber: "Usted prepara ya la salida que le
cual se manifiestan todos los fenómenos de permitirá, en su próximo libro, resurgir en otro
interacción, un conjunto que es más que la lugar y burlarse igual que lo hace ahora: no, no,
simple suma de sus partes. La complejidad del no estoy donde ustedes tratan de descubrirme,
sistema urbano y la evolución de las formas sino aquí, desde donde los miro riendo"." Mi-
de su regulación convierten a la ciudad en un chel Foucault define así un proyecto. Las cien-
objeto específico, que debe ser comprendido cias sociales, y la historia junto con ellas, a
históricamente en sí mismo. Y su emergencia menos que deseen reproducir ciertos dogmatis-
resulta menos del desarrollo de la historiografía mos, deben estar siempre ubicadas en un lugar
que de una confrontación entrecruzada de las distinto del que se encuentran ahora y en el que
distintas preguntas de las ciencias humanas.lz se esperaría enconirarlas. La interdisciplinarie-
b) El establecimiento de condiciones para pro- dad aparece entonces como un punto de apo-
ducir un saber nuevo, es decir, un saber que yo para estos desplazamientos sucesivos.

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c) Elementos para avanzar en las investigaciones las crónicas y de la historia positivista, los historia-
de una manera más controlada. Estar en otra dores de Annales han sido los primeros en destacar
parte no quiere decir estar en cualquier otro la diferenciación de los tiempos, sobre todo el largo
lado, sin importar dónde. Y en ese sentido, la plazo. Hoy, la atención puesta en el acontecimiento
interdisciplinariedad posee la virtud de hacer y en el desarrollo de un cierto historicismo indican
posibles aproximaciones más reflexivas. He que las implicaciones de la intuición inicial agotan
desarrollado, en otra parte, el ejemplo de mo- sus efectos. Hay que dedicar más atención a los
delo que la historia puede tomar prestado procesos de cambio. Estos últimos suponen que las
de la econometría. Sugiero que un buen temporalidades humanas son múltiples, que la coin-
libro de historia, del mismo modo que un cidencia cronológica no basta para establecer la
modelo econométrico, constituye un sistema verdadera contemporaneidad,y que los desfases son
de explicación sólidamente articulado. Un re- creativos: desfase entre las dimensiones económica,
greso a las implicaciones del modelo econo- social y cultural que todos los fenómenos implican;
métrico permite entonces destacar, por analo- desfase entre los fenómenos objetivos y las repre-
gía, las características de los libros de historia: sentaciones que toda acción humana contiene; des-
representaciones abstractas, construidas a fase entre las estructuras formales de una sociedad
partir de relaciones hipotéticas, de las cuales y su funcionamiento real. AI interior del diálogo
se ha comprobado que no entran en contradic- interdisciplinario, la ambición de la historia podría
cibn con los datos empíricos disponibles, y ser la de analizar más finamente cómo la evolución
yue responden a ciertos principios de cohe- de las sociedades humanas se encuentra contenida
rencia interna, etc. Is Sería demasiado largo e en su pasado y es al mismo tiempo muy poco previ-
inútil, en este contexto, detallar las conse- sible. Un programa ambicioso sin duda.
cuencias metodológicas que derivan de aquí.
7. Terminaré por señalar, en pocas palabras, el
6. La posición aquí adoptada obliga, como con- desplazamientoparcial que he intentado realizar. No
traparte, a precisar la contribución de la historia al defino, como se ha visto, a la interdisciplinariedad ni
diálogo pluridisciplinario. La tarea del historiador como un movimiento de unificación de las ciencias
no es la de ofrecer a las ciencias sociales vecinas un sociales por medio de la reducción de sus diferencias,
repertorio más rico de ejemplos -gracias a la diver- ni como la combinación de aproximaciones diversas
sidad del pasado-que ellas podrían encontrar limi- aplicadas a un objeto común previamente definido.
tándose al presente. Y tampoco es el de enseñarles En estas opciones, el objetivo planteado es demasia-
los procedimientos de exhumación, de crítica y de do vasto o contrario al camino que siguen las ciencias
recuperación de las fuentes antiguas. sociales, las cuales no van en busca de sus objetos
Por el contrario, es la exploración de los meca- de estudio: los construyen. De los repetidos fraca-
nismos temporales lo que puede constituir el aporte sos en este sentido nace una conciencia desdichada o
particular de la historia. Contra el tiempo lineal de la afirmación -¿como de hechizo?- de que la in-

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terdisciplinariedad está en todas partes (es decir, de conceptos, de problemáticas y de métodos, para
posiblemente en ningún lado, puesto que las barreras generar ciertas lecturas renovadas de la realidad so-
o compartimientos parecen todavía subsistir). Yo cial. Ambición más limitada, estoy de acuerdo, pero
propondría definir la interdisciplinariedadsolamente tal vez más accesible, más productiva y por lo tanto
como un proceso controlado de préstamos recíprocos menos frustrante. Me gustaría que se pudiera imagi-
entre las diferentes ciencias del hombre, préstamos nar a los constructores de Babel felices.

Notas

1 Este texto ha sido inicialmente una exposición oral. Al 8 Roger Chartier, ‘Le monde wmme représentation”,Anna-
retomar mis notas, he intentado solamente ser menos alusi- les ESC, 6,1989, págs. 1505-1520.
vo: mi trabajo se ha limitado en lo esencial a desarrollar 9 lean-Yves Grenier, Bernard Lepetit, “L‘expérience histori-
algunos ejemplos, a insertar algunas propuestas intermedias que. 6 propos de C.-E. iabrousse”,Annak?siBC, 6, 1989,
y a dar algunas referencias para lecturas complementarias. págs. 1337-1360.Para una demostración del mismo tip a
No obstante, he conservado voluntariamente el carácter propósito de Micbel Foucault puede partirse de J. Revel,
esquemático del conjunto de mis propuestas. Y si bien estas “Foucault Michel, 1926-1984”. DiclionMire des scknces
últimas son el h t o de reflexiones que nosotros desarrolla- hisioriques, bajo la dirección de A. BurguBre, Pans, PUF.
mos actualmente en losAnnales, este texto no comproniete 1986, págs. 290-292.
a nadie más que a mí. 10 ].-Y. Grenier, Séries économiquesfiaqakes (XVfe-XViffe
2 Phillippe Bemard, ed. The socwlogiuil domain The durkhei- sickles), prefacio de lean-Claude Perrot, Ed. de la
miamandihefmndingofFrenchSocwology,Cambridge, 1984. E.H.E.S.S., Paris, 1985.
3 André Burguiere, “Histoire d’une histoire: la naissance des 11S e encontrarán ejemplos de tres actitudes posibles respecto
Annales”, Annales ESC, 1979, págs. 1347-1359.Jaques de la obra de M. Foucault en: Pierre Vilar “Les mots et les
Revel, “Histoire et sciences sociales: les paradigmes des choses dans la p e d e économique”, La Nouvelle critique,
Annales”, Annales ESC, 1979, págs. 1360-1376. mayo 1976,págs. 27-34,reimpreso; UM hisloire enconstru-
4 A. Burguiere,Brerons dePlozévet, pref. de Robert Gessain, iwn Approche marxiste et problém<rtiques conjonturelies,
Flammarion, Paris, 1975. Paris, GallimardBeuil, 1982; Paul Veyne, “Foucault révolu-
5 lmmanuel Wallerstein, “Beyond Annales?”, en Les AnM- tionne I’histoire”,Comntonécritl‘histoire, Paris, Seui1.h.
les, hier et aujourd’hui, coloquio internacional de Moscú, ed., 1978, págs. 347-385; J. Revel, op. cit, supra, nota 9.
3-8de octubre de 1989, mimeografiado. 12J.-C. Perrot, Genese CUMville moderne. Goen au M f f e
6 Hans Georg Gadamer, Wahrhei: und Mehale, Tubingen, siecle, Paris, E.H.E.S.S./Mouton, 1975.
Mohr, 1955, Trad. francesa Veriré et rnéihode. Lesgrandes 13 Para algunas aplicaciones de esto, Albin Michel, ‘L‘Evolu-
[ignes d’une herméneuiique philosophique, Seuil, Paris, tion de Iñumanité”, enB.ieptit,LesvillesdanrlaFrance
1976. moderne (1740-1840), Paris, 1988.
7 Yvette Cnnry, L’Utrroduc:ion du darwkisme en France au 14 M. Foucault, L’Archéologie du sawir, Paris, Gallimard,
xlxe sidcle, Paris, Vrin, 1974. Michel Espagne, Michael 1969, pág. 28.
Werner, -La construction d’une référence culturelle d e - 15B.Lepetit, “L‘histoirequantitative: deuxou troischosesque
mande en France (1750-1914)”, AnnalesESC, 1987, págs. j e sais d’elle”, Histoire e: Mesure, 3-4, 1989. He apoyado
969.992. Nathan Wachtel, -L’acculturation”, Faire de mi análisis en la obra de Maurice Levy-Leboyer y Fran$ois
I’hisloire, bajo la dirección de Jacques Le Goff y Pierre Bourguignon, L’Economkfraqalre au XIXe siecle.Andy-
Nora, Paris, Gallimard, 1974, t. I, págs. 124-146. se macro-économique, Economica, Paris, 1985.

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