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Tesis: 260 Apéndice de 1995 Séptima Época 394216 1 de 1

Segunda Sala Tomo VI, Parte SCJN Pag. 175 Jurisprudencia(Común)


FUNDAMENTACION Y MOTIVACION.

De acuerdo con el artículo 16 de la Constitución Federal todo acto de


autoridad debe estar adecuada y suficientemente fundado y motivado,
entendiéndose por lo primero que ha de expresarse con precisión el
precepto legal aplicable al caso y, por lo segundo, que deben señalarse, con
precisión, las circunstancias especiales, razones particulares o causas
inmediatas que se hayan tenido en consideración para la emisión del acto;
siendo necesario, además, que exista adecuación entre los motivos
aducidos y las normas aplicables, es decir, que en el caso concreto se
configuren las hipótesis normativas.

Séptima Epoca:
Amparo en revisión 8280/67. Augusto Vallejo Olivo. 24 de junio de 1968.
Cinco votos.
Amparo en revisión 3713/69. Elías Chahín. 20 de febrero de 1970. Cinco
votos.
Amparo en revisión 4115/68. Emeterio Rodríguez Romero y coags. 26 de
abril de 1971. Cinco votos.
Amparo en revisión 2478/75. María del Socorro Castrejón C. y otros. 31 de
marzo de 1977. Unanimidad de cuatro votos.
Amparo en revisión 5724/76. Ramiro Tarango R. y otros. 28 de abril de
1977. Cinco votos.
NOTA:
Aparece también publicada en el Informe de 1973, Parte II, con la tesis
número 11, en la página 18, y se publican además los siguientes
precedentes (en lugar de los A. R. 2478/75 y 5724/76):
Amparo en revisión 9598/67. Oscar Leonel Velasco Casas. 1 de julio de
1968. 5 votos. Ponente: Alberto Orozco Romero.
Amparo en revisión 7258/67. Comisariado Ejidal del Poblado de San
Lorenzo Tezonco, Iztapalapa. D. F. y otros. 24 de julio de 1968. 5 votos.
Ponente: Pedro Guerrero Martínez.

Suprema Corte de Justicia de la Nación: Pino Suárez 2, Colonia Centro, Delegación


Cuauhtémoc, C.P. 06065, Ciudad de México.
IDS-18
Tesis: 991 Apéndice de 2011 Novena Época 1012278 1 de 1 1012278 1 de 1

Tomo I. Constitucional
3. Derechos
Tribunales Fundamentales
Colegiados de Segunda Parte - TCC Pag. 2323 Jurisprudencia(Común) Jurisprudencia(Común)
Circuito Sexta Sección -
Fundamentación y
motivación

FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. EL ASPECTO FORMAL DE LA GARANTÍA Y


SU FINALIDAD SE TRADUCEN EN EXPLICAR, JUSTIFICAR, POSIBILITAR LA
DEFENSA Y COMUNICAR LA DECISIÓN.

El contenido formal de la garantía de legalidad prevista en el artículo 16


constitucional relativa a la fundamentación y motivación tiene como propósito
primordial y ratio que el justiciable conozca el "para qué" de la conducta de la
autoridad, lo que se traduce en darle a conocer en detalle y de manera
completa la esencia de todas las circunstancias y condiciones que determinaron
el acto de voluntad, de manera que sea evidente y muy claro para el afectado
poder cuestionar y controvertir el mérito de la decisión, permitiéndole una real
y auténtica defensa. Por tanto, no basta que el acto de autoridad apenas
observe una motivación pro forma pero de una manera incongruente,
insuficiente o imprecisa, que impida la finalidad del conocimiento,
comprobación y defensa pertinente, ni es válido exigirle una amplitud o
abundancia superflua, pues es suficiente la expresión de lo estrictamente
necesario para explicar, justificar y posibilitar la defensa, así como para
comunicar la decisión a efecto de que se considere debidamente fundado y
motivado, exponiendo los hechos relevantes para decidir, citando la norma
habilitante y un argumento mínimo pero suficiente para acreditar el
razonamiento del que se deduzca la relación de pertenencia lógica de los
hechos al derecho invocado, que es la subsunción.

CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER


CIRCUITO.
Amparo directo 447/2005.—Bruno López Castro.—1o. de febrero de 2006.—
Unanimidad de votos.—Ponente: Jean Claude Tron Petit.—Secretaria: Claudia
Patricia Peraza Espinoza.
Amparo en revisión 631/2005.—Jesús Guillermo Mosqueda Martínez.—1o. de
febrero de 2006.—Unanimidad de votos.—Ponente: Jean Claude Tron Petit.—
Secretaria: Alma Margarita Flores Rodríguez.
Amparo directo 400/2005.—Pemex Exploración y Producción.—9 de febrero de
2006.—Unanimidad de votos.—Ponente: Jesús Antonio Nazar Sevilla.—
Secretaria: Ángela Alvarado Morales.
Amparo directo 27/2006.—Arturo Alarcón Carrillo.—15 de febrero de 2006.—
Unanimidad de votos.—Ponente: Hilario Bárcenas Chávez.—Secretaria: Karla
Mariana Márquez Velasco.
Amparo en revisión 78/2006.—Juan Alcántara Gutiérrez.—1o. de marzo de
2006.—Unanimidad de votos.—Ponente: Hilario Bárcenas Chávez.—Secretaria:
Mariza Arellano Pompa.
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXIII,
mayo de 2006, página 1531, Tribunales Colegiados de Circuito, tesis I.4o.A. J/43;
véase ejecutoria en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, Tomo XXIII, mayo de 2006, página 1532.

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Tesis: 259 Apéndice de 2011 Novena Época 1011551 5 de 215
Tomo I. Constitucional 3.
Derechos Fundamentales
Segunda Sala Primera Parte - SCJN Décima Pag. 1230 Jurisprudencia(Administrativa)
Tercera Sección -
Fundamentación y motivación

COMPETENCIA DE LAS AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS. EL


MANDAMIENTO ESCRITO QUE CONTIENE EL ACTO DE MOLESTIA A
PARTICULARES DEBE FUNDARSE EN EL PRECEPTO LEGAL QUE
LES OTORGUE LA ATRIBUCIÓN EJERCIDA, CITANDO EL APARTADO,
FRACCIÓN, INCISO O SUBINCISO, Y EN CASO DE QUE NO LOS
CONTENGA, SI SE TRATA DE UNA NORMA COMPLEJA, HABRÁ DE
TRANSCRIBIRSE LA PARTE CORRESPONDIENTE.

De lo dispuesto en la tesis de jurisprudencia P./J. 10/94 del Tribunal en


Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en la Gaceta
del Semanario Judicial de la Federación, Número 77, mayo de 1994, página
12, con el rubro: "COMPETENCIA. SU FUNDAMENTACIÓN ES
REQUISITO ESENCIAL DEL ACTO DE AUTORIDAD.", así como de las
consideraciones en las cuales se sustentó dicho criterio, se advierte que la
garantía de fundamentación consagrada en el artículo 16 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, lleva implícita la idea de
exactitud y precisión en la cita de las normas legales que facultan a la
autoridad administrativa para emitir el acto de molestia de que se trate, al
atender al valor jurídicamente protegido por la exigencia constitucional, que
es la posibilidad de otorgar certeza y seguridad jurídica al particular frente a
los actos de las autoridades que afecten o lesionen su interés jurídico y, por
tanto, asegurar la prerrogativa de su defensa ante un acto que no cumpla
con los requisitos legales necesarios. En congruencia con lo anterior, se
concluye que es un requisito esencial y una obligación de la autoridad
fundar en el acto de molestia su competencia, pues sólo puede hacer lo que
la ley le permite, de ahí que la validez del acto dependerá de que haya sido
realizado por la autoridad facultada legalmente para ello dentro de su
respectivo ámbito de competencia, regido específicamente por una o varias
normas que lo autoricen; por tanto, para considerar que se cumple con la
garantía de fundamentación establecida en el artículo 16 de la Constitución
Federal, es necesario que la autoridad precise exhaustivamente su
competencia por razón de materia, grado o territorio, con base en la ley,
reglamento, decreto o acuerdo que le otorgue la atribución ejercida, citando
en su caso el apartado, fracción, inciso o subinciso; sin embargo, en caso
de que el ordenamiento legal no los contenga, si se trata de una norma
compleja, habrá de transcribirse la parte correspondiente, con la única
finalidad de especificar con claridad, certeza y precisión las facultades que
le corresponden, pues considerar lo contrario significaría que el gobernado
tiene la carga de averiguar en el cúmulo de normas legales que señale la
autoridad en el documento que contiene el acto de molestia, si tiene
competencia por grado, materia y territorio para actuar en la forma en que lo
hace, dejándolo en estado de indefensión, pues ignoraría cuál de todas las
normas legales que integran el texto normativo es la específicamente
aplicable a la actuación del órgano del que emana, por razón de materia,
grado y territorio.

Contradicción de tesis 114/2005-SS.—Entre las sustentadas por el Segundo


Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Tercer Circuito, el Tercer
Tribunal Colegiado del Vigésimo Tercer Circuito y el Primer Tribunal
Colegiado en Materia Administrativa del Tercer Circuito.—2 de septiembre
de 2005.—Cinco votos.—Ponente: Genaro David Góngora Pimentel.—
Secretario: Alfredo Aragón Jiménez Castro.
Tesis de jurisprudencia 115/2005.—Aprobada por la Segunda Sala de este
Alto Tribunal, en sesión privada del nueve de septiembre de dos mil cinco.
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo
XXII, septiembre de 2005, página 310, Segunda Sala, tesis 2a./J. 115/2005;
véase ejecutoria en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo XXII, octubre de 2005, página 1094.

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Tesis: 260 Apéndice de 2011 Novena Época 1011552 6 de 215
Tomo I. Constitucional 3. Derechos
Fundamentales Primera Parte -
Segunda Sala Pag. 1231 Jurisprudencia(Administrativa)
SCJN Décima Tercera Sección -
Fundamentación y motivación

COMPETENCIA DE LAS AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS. EN EL


MANDAMIENTO ESCRITO QUE CONTIENE EL ACTO DE MOLESTIA,
DEBE SEÑALARSE CON PRECISIÓN EL PRECEPTO LEGAL QUE LES
OTORGUE LA ATRIBUCIÓN EJERCIDA Y, EN SU CASO, LA
RESPECTIVA FRACCIÓN, INCISO Y SUBINCISO.

De lo dispuesto en la tesis de jurisprudencia P./J. 10/94 del Tribunal Pleno de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en la Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación, Número 77, mayo de 1994, página 12, de rubro:
"COMPETENCIA. SU FUNDAMENTACIÓN ES REQUISITO ESENCIAL DEL
ACTO DE AUTORIDAD.", así como de las consideraciones en las cuales se
sustentó dicho criterio, se desprende que la garantía de fundamentación consagrada
en el artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, lleva
implícita la idea de exactitud y precisión en la cita de las normas legales que
facultan a la autoridad administrativa para emitir el acto de molestia de que se trate,
al atender al valor jurídicamente protegido por la exigencia constitucional, que es la
posibilidad de otorgar certeza y seguridad jurídica al particular frente a los actos de
las autoridades que afecten o lesionen su interés jurídico y, por tanto, asegurar la
prerrogativa de su defensa, ante un acto que no cumpla con los requisitos legales
necesarios. En congruencia con lo anterior, resulta inconcuso que para estimar
satisfecha la garantía de la debida fundamentación, que establece dicho precepto
constitucional, por lo que hace a la competencia de la autoridad administrativa para
emitir el acto de molestia es necesario que en el documento que se contenga se
invoquen las disposiciones legales, acuerdo o decreto que otorgan facultades a la
autoridad emisora y, en caso de que estas normas incluyan diversos supuestos, se
precisen con claridad y detalle, el apartado, la fracción o fracciones, incisos y
subincisos, en que apoya su actuación; pues de no ser así, se dejaría al gobernado en
estado de indefensión, toda vez que se traduciría en que éste ignorara si el proceder
de la autoridad se encuentra o no dentro del ámbito competencial respectivo por
razón de materia, grado y territorio y, en consecuencia, si está o no ajustado a
derecho. Esto es así, porque no es permisible abrigar en la garantía individual en
cuestión ninguna clase de ambigüedad, ya que su finalidad consiste, esencialmente,
en una exacta individualización del acto de autoridad, de acuerdo a la hipótesis
jurídica en que se ubique el gobernado en relación con las facultades de la autoridad,
por razones de seguridad jurídica.

Contradicción de tesis 94/2000-SS.—Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal


Colegiado en Materia Administrativa del Sexto Circuito y el Primer y Cuarto
Tribunales Colegiados en Materia Administrativa, ambos del Primer Circuito.—26
de octubre de 2001.—Unanimidad de cuatro votos.—Ausente: Juan Díaz Romero.—
Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.—Secretaria: Lourdes Margarita García
Galicia.

Tesis de jurisprudencia 57/2001.—Aprobada por la Segunda Sala de este Alto


Tribunal, en sesión privada del treinta y uno de octubre de dos mil uno.
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIV,
noviembre de 2001, página 31, Segunda Sala, tesis 2a./J. 57/2001; véase ejecutoria
en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIV,
diciembre de 2001, página 1112.

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Tesis: 425 Apéndice de 2011 Novena Época 1011717 7 de 215
Tomo I. Constitucional 3. Derechos
Fundamentales Primera Parte - SCJN
Primera Sala Pag. 1462 Jurisprudencia(Penal)
Décima Sexta Sección - Inviolabilidad del
domicilio

CATEO. EN ACATAMIENTO A LA GARANTÍA DE INVIOLABILIDAD DEL


DOMICILIO, LA ORDEN EMITIDA POR LA AUTORIDAD JUDICIAL, DEBE REUNIR
LOS REQUISITOS PREVISTOS EN EL ARTÍCULO 16 DE LA CONSTITUCIÓN, DE LO
CONTRARIO DICHA ORDEN Y LAS PRUEBAS QUE SE HAYAN OBTENIDO COMO
CONSECUENCIA DIRECTA DE LA MISMA, CARECEN DE EXISTENCIA LEGAL Y
EFICACIA PROBATORIA.

Con la finalidad de tutelar efectivamente la persona, familia, domicilio, papeles


y posesiones de los gobernados, el Constituyente estableció en el artículo 16 de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que las órdenes de
cateo única y exclusivamente puede expedirlas la autoridad judicial cumpliendo
los siguientes requisitos: a) que conste por escrito; b) que exprese el lugar que
ha de inspeccionarse; c) que precise la materia de la inspección; d) que se
levante un acta circunstanciada en presencia de dos testigos propuestos por el
ocupante del lugar cateado o en su ausencia o negativa, por la autoridad que
practique la diligencia. En ese sentido, el artículo 61 del Código Federal de
Procedimientos Penales, en observancia a la garantía de inviolabilidad del
domicilio, establece que si no se cumple con alguno de los requisitos del octavo
párrafo del citado precepto constitucional, la diligencia carece de valor
probatorio. Por tanto, las pruebas obtenidas con vulneración a dicha garantía,
esto es, los objetos y personas que se localicen, su aprehensión en el domicilio
registrado y las demás pruebas que sean consecuencia directa de las obtenidas
en la forma referida, así como el acta circunstanciada de la propia diligencia,
carecen de eficacia probatoria. En efecto, las actuaciones y probanzas cuyo
origen sea un cateo que no cumpla con los requisitos constitucionales y por
tanto, sin valor probatorio en términos del señalado artículo 61, carecen de
existencia legal, pues de no haberse realizado el cateo, tales actos no hubieran
existido.
Contradicción de tesis 75/2004-PS.—Entre las sustentadas por el Primer
Tribunal Colegiado del Vigésimo Tercer Circuito, el Segundo Tribunal Colegiado
del Noveno Circuito, el Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito y
el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito.—17
de enero de 2007.—Mayoría de tres votos.—Disidentes: José de Jesús Gudiño
Pelayo y José Ramón Cossío Díaz.—Ponente: Olga Sánchez Cordero de García
Villegas.—Secretaria: Ana Carolina Cienfuegos Posada.

Tesis de jurisprudencia 22/2007.—Aprobada por la Primera Sala de este Alto


Tribunal, en sesión de fecha siete de febrero de dos mil siete.

Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXVI,


agosto de 2007, página 111, Primera Sala, tesis 1a./J. 22/2007; véase ejecutoria
en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo
XXVI, agosto de 2007, página 112; véase voto en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXVI, agosto de 2007, página 193;
y véase voto en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, Tomo XXVI, agosto de 2007, página 211.

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Tesis: 443 Apéndice de 2011 Novena Época 1011735 8 de 215
Tomo I. Constitucional 3.
Derechos Fundamentales Primera
Pleno Pag. 1493 Jurisprudencia(Constitucional)
Parte - SCJN Décima Séptima
Sección - Acceso a la justicia

INAMOVILIDAD JUDICIAL. NO SÓLO CONSTITUYE UN DERECHO DE SEGURIDAD


O ESTABILIDAD DE LOS MAGISTRADOS DE LOS PODERES JUDICIALES LOCALES
QUE HAYAN SIDO RATIFICADOS EN SU CARGO SINO, PRINCIPALMENTE, UNA
GARANTÍA A LA SOCIEDAD DE CONTAR CON SERVIDORES IDÓNEOS.

La inamovilidad judicial, como uno de los aspectos del principio de seguridad o


estabilidad en el ejercicio del cargo de Magistrados de los Poderes Judiciales
Locales, consagrado en el artículo 116, fracción III, de la Carta Magna, se obtiene
una vez que se han satisfecho dos condiciones: a) el ejercicio del cargo durante
el tiempo señalado en la Constitución Local respectiva y b) la ratificación en el
cargo, que supone que el dictamen de evaluación en la función arrojó como
conclusión que se trata de la persona idónea para desempeñarlo. La
inamovilidad así adquirida y que supone que los Magistrados que la han
obtenido "sólo podrán ser privados de sus puestos en los términos que
determinen las Constituciones y Leyes de Responsabilidades de los Servidores
Públicos de los Estados", constituye no sólo un derecho del funcionario, pues no
tiene como objetivo fundamental su protección, sino, principalmente, una
garantía de la sociedad de contar con Magistrados independientes y de
excelencia que realmente hagan efectivos los principios que en materia de
administración de justicia consagra nuestra Carta Magna, garantía que no puede
ponerse en tela de juicio bajo el planteamiento de que pudieran resultar
beneficiados funcionarios sin la excelencia y diligencia necesarias, pues ello no
sería consecuencia del principio de inamovilidad judicial sino de un inadecuado
sistema de evaluación sobre su desempeño que incorrectamente haya llevado a
su ratificación. De ahí la importancia del seguimiento de la actuación de los
Magistrados que en el desempeño de su cargo reviste y de que el acto de
ratificación se base en una correcta evaluación, debiéndose tener presente,
además, que la inamovilidad judicial no es garantía de impunidad, ni tiene por
qué propiciar que una vez que se obtenga se deje de actuar con la excelencia
profesional, honestidad invulnerable y diligencia que el desempeño del cargo
exige, en tanto esta garantía tiene sus límites propios, ya que implica no sólo
sujeción a la ley, sino también la responsabilidad del juzgador por sus actos
frente a la ley, de lo que deriva que en la legislación local deben establecerse
adecuados sistemas de vigilancia de la conducta de los Magistrados y de
responsabilidades tanto administrativas como penales, pues el ejercicio del
cargo exige que los requisitos constitucionalmente establecidos para las
personas que lo ocupen no sólo se cumplan al momento de su designación y
ratificación, sino que deben darse de forma continua y permanente,
prevaleciendo mientras se desempeñen en el cargo.

Amparo en revisión 2021/99.—José de Jesús Rentería Núñez.—11 de


septiembre de 2000.—Mayoría de nueve votos.—Disidentes: Juventino V.
Castro y Castro y Juan Díaz Romero.—Ponente: Mariano Azuela Güitrón.—
Secretaria: Lourdes Ferrer Mac Gregor Poisot.

Amparo en revisión 2083/99.—Yolanda Macías García.—11 de septiembre de


2000.—Mayoría de nueve votos.—Disidentes: Juventino V. Castro y Castro y
Juan Díaz Romero.—Ponente: Mariano Azuela Güitrón.—Secretaria: Lourdes
Ferrer Mac Gregor Poisot.

Amparo en revisión 2130/99.—Jorge Magaña Tejeda.—11 de septiembre de


2000.—Mayoría de nueve votos.—Disidentes: Juventino V. Castro y Castro y
Juan Díaz Romero.—Ponente: Mariano Azuela Güitrón.—Secretaria: Lourdes
Ferrer Mac Gregor Poisot.

Amparo en revisión 2185/99.—Enrique de Jesús Ocón Heredia.—11 de


septiembre de 2000.—Mayoría de nueve votos.—Disidentes: Juventino V.
Castro y Castro y Juan Díaz Romero.—Ponente: Mariano Azuela Güitrón.—
Secretaria: Lourdes Ferrer Mac Gregor Poisot.

Amparo en revisión 2195/99.—Carlos Alberto Macías Becerril.—11 de


septiembre de 2000.—Mayoría de nueve votos.—Disidentes: Juventino V.
Castro y Castro y Juan Díaz Romero.—Ponente: Mariano Azuela Güitrón.—
Secretaria: Lourdes Ferrer Mac Gregor Poisot.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy dos de octubre en curso,


aprobó, con el número 106/2000, la tesis jurisprudencial que antecede.—
México, Distrito Federal, a dos de octubre de dos mil.
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XII,
octubre de 2000, página 8, Pleno, tesis P./J. 106/2000; véase ejecutoria en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIII,
enero de 2001, página 497; véase voto en el Semanario Judicial de la Federación
y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIII, enero de 2001, página 668; y véase voto
en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIII,
enero de 2001, página 671.

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IDS-18
Tesis: 966 Apéndice de 2011 Novena Época 1012258 9 de 215
Tomo I. Constitucional 3.
Derechos Fundamentales
Pleno Primera Parte - SCJN Pag. 2259 Jurisprudencia(Constitucional, Administrativa)
Vigésima Quinta Sección -
Otros derechos fundamentales
RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL DEL ESTADO. EL ARTÍCULO 390
DEL CÓDIGO FINANCIERO DEL DISTRITO FEDERAL VIGENTE EN
2004, NO VIOLA EL ARTÍCULO 113, SEGUNDO PÁRRAFO, DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.

El referido precepto legal al establecer un catálogo de documentos que servirán


como justificantes del gasto correspondiente al pago de indemnizaciones derivadas
de la responsabilidad por la actuación administrativa irregular del Distrito Federal,
entre los que se comprenden las actas de diferentes dependencias de esa entidad
como la Contraloría General, la Comisión de Derechos Humanos, el Tribunal de lo
Contencioso Administrativo, cualquier órgano judicial competente y la Procuraduría
Social, no viola el segundo párrafo del artículo 113 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, ya que el pago indemnizatorio por un daño causado en
los bienes o derechos de un particular no puede ser automático, pues es necesario el
cumplimiento de los requisitos legales para su operatividad, a saber, que se
verifiquen aquellos que tiendan a acreditar la existencia real del daño, que éste sea
imputable al Estado, que haya existido el incumplimiento de un deber por acción o
por omisión (la falta de servicio) y el nexo causal entre la actuación administrativa y
el daño. Lo anterior se corrobora con el propio segundo párrafo del artículo 113 de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que establece que los
particulares tendrán derecho a una indemnización conforme a las bases, límites y
procedimientos que establezcan las leyes, y con el artículo transitorio único del
Decreto por el que se aprueba el diverso por el que se modifica la denominación del
Título Cuarto y se adiciona un segundo párrafo al artículo 113 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, publicado en el Diario Oficial de la
Federación el 14 de junio de 2002, que prevé que el pago de la indemnización "se
efectuaría después de seguir los procedimientos para determinar que al particular
efectivamente le corresponde dicha indemnización".

Acción de inconstitucionalidad 4/2004.—Diputados integrantes de la Tercera


Legislatura de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.—7 de febrero de
2008.—Unanimidad de diez votos.—Ausente y Ponente: Sergio Salvador Aguirre
Anguiano; en su ausencia hizo suyo el asunto Mariano Azuela Güitrón.—Secretario:
Eduardo Delgado Durán.

El Tribunal Pleno, el doce de mayo en curso, aprobó, con el número 46/2008, la


tesis jurisprudencial que antecede.—México, Distrito Federal, a doce de mayo de
dos mil ocho.

Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXVII,


junio de 2008, página 720, Pleno, tesis P./J. 46/2008; véase ejecutoria en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXVII,
abril de 2008, página 1211; véase voto en el Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, Novena Época, Tomo XXVIII, julio de 2008, página 1115; y véase voto
en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXIX,
enero de 2009, página 2164.

Suprema Corte de Justicia de la Nación: Pino Suárez 2, Colonia Centro, Delegación


Cuauhtémoc, C.P. 06065, Ciudad de México.
IDS-18
Tesis: 102 (H) Apéndice de 2011 Octava Época 1001721 10 de 215
Tomo I. Constitucional 3. Derechos
Primera Sala Fundamentales Tercera Parte - Históricas Pag. 2685 Jurisprudencia(Penal)
Primera Sección - SCJN

CONCURSO DE DELITOS POR DOBLE HOMICIDIO, RESULTA INAPLICABLE POR EL


JUEZ, CUANDO NO LO SOLICITÓ EL MINISTERIO PÚBLICO [TESIS HISTÓRICA].

Cuando en la secuela procesal se estima demostrada la existencia de un


concurso real de delitos, cualquiera que sea el carácter de éste, para que el
juzgador de instancia se encuentre en la aptitud de imponer las que
correspondan, sólo por el de mayor entidad o bien acumularlas por cada ilícito
demostrado hasta por un monto que queda a su criterio, es evidente que
conforme a una correcta técnica procesal, dicha actuación judicial debe
sustentarse a los lineamientos del pliego de conclusiones del Ministerio Público,
quien es el titular indiscutible de la acción penal, mismo que por ser un órgano
técnico, no corresponde al juez subsanar sus deficiencias u omisiones, de
manera que si en la acusación omite esgrimir pedimento alguno para sancionar
al procesado como responsable de un concurso real de delitos, a pesar de la
prueba de éste, es obvio que dicho funcionario judicial se encuentra legalmente
impedido para sancionar por ese concepto, por no existir acusación de parte de
quien correspondía hacerla. En efecto, conforme al artículo 21 constitucional, el
juzgador tiene una amplia potestad sancionadora, la cual constituye una de sus
funciones inmanentes, sin embargo, la misma no puede ser absoluta, oficiosa, ni
arbitraria, pues atento a los principios de legalidad, exacta aplicación de la ley
penal, de defensa para un procesado y de equilibrio procesal de las partes, que
se deducen de los preceptos 14, 20 y 21 de la Carta Magna, esa actuación
punitiva judicial debe ser consecuencia de previa petición por parte del titular
de la acción penal; de modo que, cuando éste omita efectuar consideración a
ese respecto, no cabe justificar la imposición de las penas, subsanando la
deficiencia ministerial, en detrimento a las garantías del acusado pues el
argumento de que solamente corresponde a la autoridad judicial la imposición
de las penas, deviene ineficaz en razón de que ésta, como se ha dicho, no es
arbitraria, sino acorde y consecuente a una normatividad y a un estado de
derecho en vigor, pues admitir lo contrario equivaldría a trastocar el sistema
penal vigente hacia una postura eminentemente inquisitiva.
Contradicción de tesis 12/91.—Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal
Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado
del Vigésimo Primer Circuito.—31 de mayo de 1993.—Mayoría de cuatro votos,
en contra del Ministro Samuel Alba Leyva.—Ponente: Samuel Alba Leyva.—
Secretario: Rubén Arturo Sánchez Valencia.—Encargada del engrose: Victoria
Adato Green.

Tesis de jurisprudencia 5/93.—Aprobada por la Primera Sala de este Alto


Tribunal, en sesión del nueve de agosto de mil novecientos noventa y tres, por
unanimidad de votos de los señores Ministros: Presidente Ignacio M. Cal y
Mayor Gutiérrez, Samuel Alba Leyva, Victoria Adato Green, Clementina Gil de
Lester y Luis Fernández Doblado.

Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, Número 75,


marzo de 1994, página 11, Primera Sala, tesis 1a./J. 5/93; véase ejecutoria en el
Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, Tomo XIII, marzo de 1994,
página 14; y véase voto en el Semanario Judicial de la Federación, Octava Época,
Tomo XII, diciembre de 1993, página 21.

Apéndice 1917-2000, Tomo II, Materia Penal, Jurisprudencia, Suprema Corte de


Justicia de la Nación, página 59, Primera Sala, tesis 83.

Nota: Histórica conforme a la nota genérica 4, al haber sido modificada por el


órgano emisor en el expediente varios 12/2004-PS, relativo a la solicitud de
modificación de la jurisprudencia 1a./J. 5/93, que dio lugar a la tesis del mismo
número pero de rubro: "CONCURSO DE DELITOS, FACULTAD EXCLUSIVA DE LAS
AUTORIDADES JUDICIALES EN LA IMPOSICIÓN DE LAS PENAS."

Suprema Corte de Justicia de la Nación: Pino Suárez 2, Colonia Centro, Delegación


Cuauhtémoc, C.P. 06065, Ciudad de México.
IDS-18
Tesis: 102 (H) Apéndice de 2011 Octava Época 1001721 10 de 215
Tomo I. Constitucional 3. Derechos
Primera Sala Fundamentales Tercera Parte - Históricas Pag. 2685 Jurisprudencia(Penal)
Primera Sección - SCJN
CONCURSO DE DELITOS POR DOBLE HOMICIDIO, RESULTA INAPLICABLE POR EL
JUEZ, CUANDO NO LO SOLICITÓ EL MINISTERIO PÚBLICO [TESIS HISTÓRICA].

Cuando en la secuela procesal se estima demostrada la existencia de un


concurso real de delitos, cualquiera que sea el carácter de éste, para que el
juzgador de instancia se encuentre en la aptitud de imponer las que
correspondan, sólo por el de mayor entidad o bien acumularlas por cada ilícito
demostrado hasta por un monto que queda a su criterio, es evidente que
conforme a una correcta técnica procesal, dicha actuación judicial debe
sustentarse a los lineamientos del pliego de conclusiones del Ministerio Público,
quien es el titular indiscutible de la acción penal, mismo que por ser un órgano
técnico, no corresponde al juez subsanar sus deficiencias u omisiones, de
manera que si en la acusación omite esgrimir pedimento alguno para sancionar
al procesado como responsable de un concurso real de delitos, a pesar de la
prueba de éste, es obvio que dicho funcionario judicial se encuentra legalmente
impedido para sancionar por ese concepto, por no existir acusación de parte de
quien correspondía hacerla. En efecto, conforme al artículo 21 constitucional, el
juzgador tiene una amplia potestad sancionadora, la cual constituye una de sus
funciones inmanentes, sin embargo, la misma no puede ser absoluta, oficiosa, ni
arbitraria, pues atento a los principios de legalidad, exacta aplicación de la ley
penal, de defensa para un procesado y de equilibrio procesal de las partes, que
se deducen de los preceptos 14, 20 y 21 de la Carta Magna, esa actuación
punitiva judicial debe ser consecuencia de previa petición por parte del titular
de la acción penal; de modo que, cuando éste omita efectuar consideración a
ese respecto, no cabe justificar la imposición de las penas, subsanando la
deficiencia ministerial, en detrimento a las garantías del acusado pues el
argumento de que solamente corresponde a la autoridad judicial la imposición
de las penas, deviene ineficaz en razón de que ésta, como se ha dicho, no es
arbitraria, sino acorde y consecuente a una normatividad y a un estado de
derecho en vigor, pues admitir lo contrario equivaldría a trastocar el sistema
penal vigente hacia una postura eminentemente inquisitiva.
Contradicción de tesis 12/91.—Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal
Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado
del Vigésimo Primer Circuito.—31 de mayo de 1993.—Mayoría de cuatro votos,
en contra del Ministro Samuel Alba Leyva.—Ponente: Samuel Alba Leyva.—
Secretario: Rubén Arturo Sánchez Valencia.—Encargada del engrose: Victoria
Adato Green.

Tesis de jurisprudencia 5/93.—Aprobada por la Primera Sala de este Alto


Tribunal, en sesión del nueve de agosto de mil novecientos noventa y tres, por
unanimidad de votos de los señores Ministros: Presidente Ignacio M. Cal y
Mayor Gutiérrez, Samuel Alba Leyva, Victoria Adato Green, Clementina Gil de
Lester y Luis Fernández Doblado.

Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, Número 75,


marzo de 1994, página 11, Primera Sala, tesis 1a./J. 5/93; véase ejecutoria en el
Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, Tomo XIII, marzo de 1994,
página 14; y véase voto en el Semanario Judicial de la Federación, Octava Época,
Tomo XII, diciembre de 1993, página 21.

Apéndice 1917-2000, Tomo II, Materia Penal, Jurisprudencia, Suprema Corte de


Justicia de la Nación, página 59, Primera Sala, tesis 83.

Nota: Histórica conforme a la nota genérica 4, al haber sido modificada por el


órgano emisor en el expediente varios 12/2004-PS, relativo a la solicitud de
modificación de la jurisprudencia 1a./J. 5/93, que dio lugar a la tesis del mismo
número pero de rubro: "CONCURSO DE DELITOS, FACULTAD EXCLUSIVA DE LAS
AUTORIDADES JUDICIALES EN LA IMPOSICIÓN DE LAS PENAS."

Suprema Corte de Justicia de la Nación: Pino Suárez 2, Colonia Centro, Delegación


Cuauhtémoc, C.P. 06065, Ciudad de México.
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