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1.

Los receptores sensoriales son terminaciones nerviosas especializadas, ubicadas en los órganos
sensoriales (como la lengua, la piel, la nariz, los ojos, el oído, etc.) y en los órganos internos,
capaces de captar estímulos internos o externos y generar un impulso nervioso y sensaciones.
Este impulso es transportado al sistema nervioso central y procesado en distintas áreas dentro de
la corteza cerebral, para proporcionar al individuo información de las condiciones ambientales que
lo rodean y generar una respuesta apropiada. Es decir, los receptores sensoriales son células
nerviosas especializadas en transformar señales fisioquímicas a señales electrónicas, convirtiendo
la energía física en un potencial eléctrico mediante un proceso que se denomina transducción de
señal

2.

Las habilidades de percepción del órgano visual para discriminar objetos en ambientes con
intensidades de luz dispares se deben a que nuestra retina es mixta, y contiene tanto conos como
bastones. Estos últimos, son las células responsables de nuestra visión nocturna y sólo transmiten
información con intensidades lumínicas bajas. Comprobar la increíble facultad de percepción de
luz en condiciones escotópicas, llegando al límite visual, próximo a 100 fotones. De ellos, solo
aproximadamente siete interactuarán con una molécula de foto pigmento en siete bastones
diferentes, dando como resultado una respuesta eléctrica procesable por el cerebro. Un solo fotón
es capaz de estimular un bastón. Además, las características dela visión en la oscuridad están
íntimamente relacionadas con las propiedades físico-químicas de la rodopsina y la capacidad de
sumación espacial de la red de bastones.

3.

Cómo funciona la audición natural

1. El sonido entra en el conducto auditivo


Las ondas sonoras se desplazan a través del conducto auditivo y alcanzan el tímpano.
2. El tímpano y los huesos auditivos vibran
Estas ondas sonoras hacen vibrar el tímpano y los tres huesos (huesecillos) del oído medio.
3. El líquido se mueve a través del oído interno
Las vibraciones se transmiten a través del líquido del oído interno en forma de espiral y hacen moverse las
minúsculas células ciliadas de la cóclea. Las células ciliadas detectan el movimiento y lo convierten en
señales químicas para el nervio auditivo.
4. Los nervios auditivos lo comunican al cerebro
El nervio auditivo envía la información al cerebro mediante impulsos eléctricos, que son interpretados allí
como sonido.
4.

Sensibilidad táctil
La sensibilidad táctil, se divide en dos tipos, los cuales, para llegar al encéfalo, siguen vías sensitivas
diferentes:

 Sensibilidad protopática: es la sensibilidad más primitiva y difusa, poco o nada


diferenciada, que responde a todos los excitantes cutáneos dolorosos, al calor y al frío extremos y al
tacto grosero; el sujeto no puede localizar con exactitud el lugar en el que obra el estímulo, ni
discriminarlo. Esta sensibilidad es la primera que reaparece cuando un nervio sufre una lesión. La
segunda neurona se cruza a la altura de la médula. Sensibilidad propia del Sistema Antero Lateral
(SAL) o Espinotalámico.

 Sensibilidad epicrítica: es la que asegura una discriminación más fina, localizada y exacta,
permite apreciar el estímulo de poca intensidad, normalmente ejerce influencia inhibitoria sobre el
sistema protopático, siendo esta más reciente. (Responsable de la capacidad de reconocer formas
y tamaños). A diferencia de la otra, su segunda neurona se cruza a la altura del bulbo raquídeo a
nivel de C1 en la "decusación sensitiva" formando las fibras arcuatas o arquedas. Propia del sistema
de los cordones dorsales.
5.
 Los corpúsculos de Meissner, nos permiten identificar la forma y
tamaño de los objetos, así como diferenciar lo suave de lo áspero.

 Los corpúsculos de Pacini son los que determinan el grado de presión


que sentimos; nos permiten darnos cuenta de la consistencia y peso de
los objetos y saber si son duros o blandos.

 Los corpúsculos de Ruffini perciben los cambios de temperatura


relacionados con el calor –nuestra temperatura normal oscila entre los
36 y los 37 grados. Especialmente sensible a estas variaciones es la
superficie o cara dorsal de las manos.

 Los corpúsculos de Krause son los encargados de registrar la


sensación de frío, que se produce cuando entramos en contacto con un
cuerpo o un espacio que está a menor temperatura que nuestro cuerpo.

6.

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