Professional Documents
Culture Documents
Raúl Serrano
Fue incisivo al precisar que actualmente le energía hidroeléctrica aporta con solo el 16%
a la demanda de consumo energético mundial y que, cada país con sus peculiaridades a
nivel global, apenas aprovecha el 30% del potencial hidroeléctrico.
“Por ejemplo, vemos que a nivel de energías alternativas de biomasa, geotermia eólica y
solar tenemos una cartera de 451 megas aproximadamente y la mayor cantidad de
energías provendría de energía hidroeléctrica y 1872 megavatios de proyectos
termoeléctricos incluidos los ciclos combinados”, dijo Rocha. Aclaró que en relación a
proyectos hidroeléctricos, existen tres en ejecución: Misicuni en etapa muy avanzada y
que el próximo año ya se tendría que tener concluida la presa y también el componente
hidroeléctrico; San José y Miguillas igualmente en ejecución. Acotó que el resto de los
proyectos, donde destacan los proyectos de El Bala, Cachuela Esperanza y Rositas,
estarían en etapa de estudio a nivel de pre inversión.
En este marco se mostró convencido del potencial hidroeléctrico del país y consideró
posible alcanzar una potencialidad instalable cercana a los 40 mil megavatios (MW) e
incluso incrementarla al 2025, partir de la nueva tecnología existente.
En agosto el presidente de ENDE, Eduardo Paz, sostuvo que al 2025 se espera que la
energía hidroeléctrica represente más de 70% de la potencia instalada en el país, lo que le
permitiría a Bolivia exportar gas natural a un mejor precio o transformarlo a electricidad.
BENEFICIOS HIDROELÉCTRICOS
Rocha lamentó que no exista en los medios la suficiente información sobre los beneficios
de las hidroeléctricas, y pasó a señalar que una vez construida la presa, se puede generar
una energía a tasa constante y que por tanto es una fuente altamente confiable.
Acotó que una vez implementado el proyecto, tanto la generación como los costos de
operación y mantenimiento de una central hidroeléctrica son bajos, y que por tanto son
alternativas atractivas que además se diseñan para varias décadas y que permiten
seguridad energética a largo plazo, poniendo de referencia la presa de Corani y la de Santa
Isabel, en Cochabamba.
“Para el caso de proyectos hidroeléctricos con embalse, una vez que están
implementados,sirven para varios propósitos como el turismo, riego, control de
inundaciones aguas abajo, proyectos pisícolas, frutícolas, generando un beneficio
agregado, a parte de generación de electricidad”, afirmó.
Descartó que las hidroeléctricas tengan alguna incidencia en las inundaciones y anegación
de terrenos, dijo que los efectos positivos de un embalse se traducen en la creación de
nuevos ecosistemas, nuevas especies, asegurando que son obras que permiten, por el
contrario, controlar inundaciones.
“Los ríos de gran magnitud suben y presentan inundaciones cíclicas, que anegan
poblaciones en el Beni, sin embargo, la construcción de una central cerca a estas
poblaciones podría controlar estas inundaciones. Se puede también recuperar áreas de
cultivo y durante la etapa constructiva se genera importante mano de obra, como otro
beneficio agregado”, acotó precisando que estas peculiaridades de las hidroeléctricas se
traducen en un apuntalamiento a situaciones de desarrollo y de integración no sólo
energética.
Pero deberíamos tener varias centrales de gran magnitud, dijo Rocha precisando que ello
implica la consideración de la gestión del agua. Opina que estas son una oportunidad para
el manejo adecuado del agua en el actual contexto de conflicto por la administración del
líquido elemento.
Otro desafío, en su criterio, es la comunicación con los actores sociales, en un país con
áreas de parques nacionales que han sido seleccionadas para ser intervenidas en la
dirección de iniciar un proceso de exploración intensiva de recursos precisamente
energéticos.
Rocha dijo, en este marco, que es importante “poner en contexto cada proyecto” y tomar
decisiones informadas sobre las hidroeléctricas, los desafíos, impactos así como los
beneficios colaterales que implican, asegurando que estas suponen no solamente
generación de energía sino también condiciones concretas de desarrollo, integración,
exportación de electricidad y de vinculación con el océano Atlántico.
En esta línea mencionó, ante un auditorio compuesto por expertos del sector eléctrico
nacional y mundial, además de representantes de organizaciones sociales, académicos y
estudiantes, la importancia de la suscripción de la Adenda al Memorando de
Entendimiento en Materia Energética, entre Bolivia y Brasil, del pasado 16 de julio, que
tiene por objeto la constitución del Comité Técnico Binacional para la generación y
exportación a Brasil de aproximadamente 8.000 megavatios (MW), aunque las
proyecciones de Rocha señalan 4.000 (MW) que se podrían generar en el tramo
binacional del río Madera.
Pocos días después y en el marco del VIII Congreso Internacional Bolivia Gas & Energía
2015, de la CBHE, con énfasis en el análisis de los de “Desafíos Energéticos para la
Próxima Dé- cada”, el ministro del ramo, Luis Alberto Sánchez, señalaría que, sin
embargo, Bolivia no tiene aún el “concepto” para exportar energía y que se ha instruido
trabajar en ello, lo que puede interpretarse como una medida dirigida a no afectar los
intereses nacionales, en el marco de los acuerdos con Brasil para tal efecto.
http://www.energiabolivia.com/index.php?option=com_content&view=article&id=3559:las-
hidroelectricas-a-la-larga-son-mas-baratas-que-las-
termoelectricas&catid=63:energia&Itemid=183