sencilla y de excelente aceptación por los niños ha estado casi en el olvido con el advenimiento de nuevos materiales y técnicas con aparatos mas sofisticados, costosos e incómodos tanto para el paciente como para el mismo operador. Si recordamos nuestros conocimientos básicos de física y creamos un paralelogramo de descomposición de fuerzas simulando la posición del diente y su oclusión sobre el plano inclinado, obtendremos una resultante que redirigirá las fuerzas hacia vestibular descruzando la mordida en un tiempo muy corto y con un mínimo de incomodidad para el niño y para el operador. CASO CLINICO La utilización de imágenes tipo cromos o calcomanías dentro de los aparatos con imágenes atractivas motivan mas al niño en la aceptación del mismo. Los aparatos son cementados en boca con un cemento intermedio para evitar el desalojo accidental y disminuir el riesgo de ingestión del mismo facilitando también su uso en horas nocturnas.