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DEJAR DE FUMAR
FASE 1: ¡Tal vez sea una buena idea dejar de fumar!
Claro que sí, es la mejor idea que puedes tener para tu salud y para mejorar tu calidad de
vida.
El tabaco tiene más de 4.700 sustancias químicas, 400 de ellas tóxicas, 43 cancerígenas y
12 gases mortales. Además, es una planta que recibe pesticidas, aparte de las sustancias
que la industria tabaquera introduce para aumentar su capacidad adictiva.
La parte más nociva del cigarro es el CO (Monóxido de carbono) que reemplaza al oxígeno
en la sangre con lo que los diferentes órganos se encuentran con niveles de oxígeno por
debajo de lo que deberían.
¿Sabías que la nicotina tiene una capacidad adictiva igual o superior a la cocaína y la heroí-
na?
También tenemos los alquitranes, que son los principales agentes tumorales que hay en el
tabaco. Especialmente involucrados en el cáncer de pulmón, oral, de estómago y de cérvix.
Sólo un dato. En España mueren al año por causa del tabaco 56.000 personas, 147 al día,
mientras que por accidentes de tráfico mueren 6.000 personas al año, 16 al día.
Todos estos datos demuestran que el tabaco es la primera causa aislada de mortalidad y
morbilidad evitable.
Lo bueno es que una vez que dejas de fumar todo son mejoras:
Tu circulación mejora, tu piel está más tersa y suave, tienes un mejor olfato y gusto y
te sientes más relajado.
Incluso cuando se tiene una enfermedad provocada por el tabaco, dejar de fumar la re-
duce y aumenta la calidad de vida.
PIENSA RAZONES PARA DEJAR DE FUMAR y anótalas en un papel que puedas llevar en el
bolsillo. Léelo cada vez que vayas a fumar. De entre las siguientes razones elige las cinco
más significativas para ti:
Desaparecerá mi tos.
Mejorará mi circulación.
Ahorraré dinero. El consumo de un paquete de cigarros al día supone unos 722 euros
(120.000 pts.) al año.
Otras.
Por ejemplo:
Hoja de registro diario. Día 12/Mes octubre/Año 2005
Placer obtenido
Nº de cigarrillos Lugar Situación/Motivo
(de 1 a 9)
1 En casa 8 Después del desayuno
2 Paseando 4 Aburrimiento
3 En el bar 9 Tomar algo
... ... ... ...
REDUCE EL CONSUMO en algún cigarro, dejando de fumar en alguna de las situaciones que
tengas asociadas al tabaco, por ejemplo, conduciendo, llamando por teléfono, etc. También
puedes intentar retrasar unos minutos ese cigarro que tantas ganas tienes de fumar.
Busca compañía. Es posible que alguien cercano también desee dejarlo. Intentadlo jun-
tos. Ayudaos mutuamente.
Comunica a familiares, amigos, pareja, etc. que vas a dejar de fumar en los próximos 7
a 10 días.
No olvides que el sentirse y ser apoyado por el entorno tiene mucho que ver con el éxito en
conseguir y mantener la abstinencia.
ELIGE Y FIJA UNA FECHA CON DÍA Y HORA PARA DEJAR DEFUMAR DEFINITIVAMENTE
Procura que esta fecha no sea coincidente con días de tensiones o cambios que puedan
alterar tu estado de ánimo.
Vuelve a leer tus motivos para querer dejar de fumar y piensa en su importancia y tras-
cendencia. Coloca esta lista en un lugar visible que te sirva de alerta y refuerce tu deci-
sión. Puedes llevarla en un bolsillo.
Compra una hucha y colócala en un lugar visible de la casa. Te servirá para guardar el
dinero que te ahorrarás al no fumar. Mímate con el dinero ahorrado del tabaco, o ahó-
rralo para algún propósito especial.
No te levantes con el tiempo justo. Levántate media hora o un cuarto de hora antes de la
hora habitual. Evitarás las prisas y por tanto la tensión que producen.
Usa tus pulmones, haz un poco de ejercicio junto con respiraciones profundas (inspira pro-
fundamente, llevando el aire desde el abdomen hasta el pecho durante 6 ó 7 segundo;, re-
tén el aire en el pecho durante 2 ó 3 segundos, para después expulsarlo muy lentamente
hasta vaciar los pulmones). Te ayudará a estar más relajado.
Bebe mucha agua, zumos de frutas naturales, come abundante verdura y fruta; te ayudará
a eliminar la nicotina, al igual que ducharse, pues la nicotina sale por los poros de la piel.
Después de comer, haz un poco de ejercicio (por ejemplo. quita la mesa) en lugar de de-
jarte caer en tú sofá preferido para ver la TV o leer. Te ayudará cepillarte los dientes inme-
diatamente después de comer.
Llena los ratos de ocio con aficiones que te agraden, te proporcionará satisfacción y relax.
No te preocupes por el hecho de que esta semana debas cambiar muchas de tus costum-
bres diarias, no será para siempre.
Deseo de fumar
Irritabilidad
Ansiedad
Trastornos gastrointestinales
Estos síntomas no tienen por qué ser muy intensos y se soportan fácilmente si se ha pues-
to en práctica todo lo aprendido hasta aquí.
Si aún así sientes fuertes deseos de fumar di ¡NO!, inspira profundamente 3 ó 4 veces y
piensa en las razones que tienes para no fumar.
Ten en cuenta que a medida que pasan los días, los deseos de fumar son más espaciados
en el tiempo y menos intensos.
Tú ya sabes los momentos que son más difíciles para ti. El ser consciente de ello te ayuda-
rá a afrontarlos, así como en la búsqueda de estrategias para enfrentarlos. Algunas de ellas
(que puedes practicarlas durante el proceso de dejar de fumar) son:
Recuerda que los deseos de fumar no duran eternamente, son pasajeros y controlables.
Bebe todo el agua que quieras, así como zumos u otras bebidas sin alcohol.
Haz ejercicio físico, caminar, pasear, visitar a los amigos, algún tipo de deporte que te
apetezca…
Cada vez que te sientas tenso, inspira profundamente y luego expulsa lentamente el ai-
re (como vimos anteriormente).
Desvía el deseo de fumar realizando actividades que te distraigan (ver la tele, pasear,
escuchar música, llamar a un amigo…).
Evita situaciones de riesgo especialmente durante las primeras semanas. Ya tendrás tiem-
po de afrontarlas cuando te vayas sintiendo más fuerte y tu dependencia haya disminuido.
Imagina cómo afrontas esas situaciones que para ti son de riesgo. Por ejemplo, una fiesta
con amigos en la que algunos de ellos están fumando y tú, sin embargo, formas parte del
grupo de no fumadores y sientes que eres capaz de verlos fumar, resistiéndote a ello; lo
cual te hace sentir que dominas la situación y que no vas a fumar porque así lo has decidi-
do. Otras situaciones de riesgo que debes aprender a afrontar son la ansiedad y el control
del peso, ya que estas situaciones son importantes motivos de recaída, tal y como la expe-
riencia lo demuestra.
Distingue entre caída y recaída. Que fumes un cigarro (lo cual no debes hacer a ser posi-
ble) no quiere decir que vuelvas a ser un fumador, sino que has tenido un desliz y que tie-
nes que volver a poner en práctica todo lo aprendido. No obstante, es todo más fácil ahora
pues ya has automatizado muchos procesos y tus deseos de fumar están muy reducidos.
Recuérdate a ti mismo los beneficios ganados por el no fumar, mejora de tu salud, econo-
mía, higiene, autoestima por haber conseguido dejar de fumar…